Lo siento, si alguien sigue esta historia, ¡lo siento! Me he demorado casi un año en actualizar... No tengo perdón. ¡He de aprender a obedecer y no meterme en una ingeniería! ;)
¡Disfrutar de la lectura!
"El dolor es el alimento esencial del amor; cualquier amor que no se haya nutrido de un poco de dolor puro, muere."
Maurice Maeterlinck
Capítulo 6
Blanco, todo era extremadamente blanco.
El suelo, el techo, las paredes, las batas de los enfermeros, todo menos mis manos. La sangre de Alec se encontraba en ellas, el rojo intenso parecía burlarse de mí, queriendo que reconociera su presencia. Enterré mi rostro en ellas, sin miedo a mancharme, era lo único que me quedaba de él, eso y los recuerdos.
¡¿Cómo pudo pasar esto?!
Una simple palabra lo fastidió todo, susurrar su nombre fue lo peor que pude hacer en ese momento pero era lo que más deseaba. Yo no pretendía distraerlo, sólo quería ver esos hermosos ojos azules mirarme, diciéndome en silencio que todo estaba bien, que aún me amaba.
-¡Magnus! Magnus, ¿qué te pasa?
-Mierda, ¡Magnus responde! ¿Por qué lloras?
¿Lloraba? Ni enterado. ¿Qué más daba si pasaba algo? ¡Había matado a Alec! Todo era mi culpa.
-Mags, cariño, mírame.- decía Cat mientras intentaba tomarme las manos.- Por favor, vuelve. No ha sido tu culpa, no te tortures por esto. Por favor, por favor, vuelve en ti, no te cierres.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Tan difícil es dejarme con mi dolor? Fue mi culpa, dejad que está me carcoma, ¿tanto cuesta? Me lo merezco, sé que todos lo piensan, ¿por qué nadie me mira mal? ¿Por qué no me lo echan en cara? Aunque tampoco hace falta, al cerrar los ojos mi mente se encarga de repetirme el suceso una y otra vez.
Flashback
Las lágrimas me nublaban la vista, el dolor me impulsaba a quedarme de rodillas en el suelo, mi mente se negaba a creer lo que acababa de pasar, más el amor pudo a todos ellos y me forzó a levantarme e ir hacía Alec.
Pasé por medio de la pelea, sin importarme siquiera el hecho de salir herido, sólo quería llegar a mi objetivo. Al llegar al jeep me subí de un salto al capo y un enorme jadeo se me escapó. Aparté la mirada al instante y traté de llamar a Cat o a alguno de los nefilinis pero estaban los cuatro tratando de vengar a Alec.
Con manos temblorosas saqué el móvil del bolsillo e hice una llamada a emergencias, necesitábamos una ambulancia de inmediato. Tardarían cerca de 20 minutos, ¿Alec aguantaría ese margen de tiempo?
-Alec, si me escuchas, aguanta. Por favor. Por mí. –susurré mientras le tomaba de la mano. El pulso era demasiado débil, pero ahí estaba. – Por favor, por favor, por favor, vuelve. Quiero estar contigo, te amo, te amo mucho, muchísimo. No soy nadie sin ti, por lo que no puedes dejarme, ¿lo entiendes? ¿Quieres llevarme a la muerte? Porque si me dejas, sin duda alguna, me vas a arrastrar contigo.
Un ligero temblor en los parpados superiores me sacó una fea sonrisa, ¡me escuchaba!
-Alec, amor, todo irá bien.-dije mientras con la mano libre le acariciaba el rostro- Ya verás, seguro que es menos de lo que aparenta, seguro.
¿Intentaba convencerle a él o a mí?
Su cuerpo empezó a convulsionarse lo que le llevó a mostrar leves muecas de dolor, más lo peor fue ver que las arcadas iban acompañadas de sangre. ¡No!
-No te vayas, por favor, te amo, te amo, te amo tanto, por favor, no te vayas. – Le suplicaba mientras le acunaba la cabeza.- No puedo estar sin ti, por favor, lucha contra el dolor, no me dejes, por favor, por favor, por favor Alec.
-Señor, por favor, apártese de él, hemos de trasladarlo a la camilla.
¡No! ¡No me apartaría de él! Jamás volvería a dejarlo.
-Señor, ¡es una orden! ¡Necesitamos llevarlo ya al hospital! ¡Steve! Llama y que preparen el quirófano, creo que podemos encontrarnos frente a un Neumotórax Traumático junto con una fractura en el brazo derecho, sin desplazamiento, creo. ¡Rápido!
- Dani, tenemos que trasladarlo ya, ¡las constantes están cayendo en picado!-dijo otro enfermero mientras intentaba separarme de Alec. –Señores, apártenlo, ¡necesitamos llevarnos al herido en este instante!
Me negaba a soltarlo, si lo soltaba desaparecería, no podía hacerlo.
-Mags, suéltalo, han de llevarlo al hospital venga.
-No, no, no. -Repetía mientras me agarraba desesperadamente a él.
-¡Bane! ¡Suéltalo ya!- gritó Jace mientras me apartaba juntamente con Isa y Clary.
Antes de que pudiera hacer o decir algo ya habían puesto a Alec en la camilla y le estaban ¿conectando a unos tubos?
-Steve, trae el desfibrilador. Mierda, ¡está teniendo un paro cardiaco!
No, no, no, no, no, no a mi Alec. Intenté avanzar hasta la ambulancia pero muchos brazos me lo impidieron, ¿por qué? ¡Debía ir con él! Evidentemente no estaba en mis cabales ya que susurré unas palabras y, sin que los enfermeros lo vieran, los que me sujetaban fueron expulsados a varios metros de mi persona. Al estar liberado me lancé hacía la ambulancia desgraciadamente esta ya estaba en marcha y alejándose a gran velocidad. Las sirenas me perforaban los tímpanos mientras solicitaban el paso total.
-Mags, ¡corre!
Ahí estaba Cat, abriéndome la puerta de un taxi mientras me sonreía con cariño y comprensión. ¡Dios! Sin duda alguna, es la mejor.
Entramos en el coche, apretados, pero todos teníamos que ir al hospital. Un gran fajo de dinero le fue depositado al taxista para que nos llevara al hospital lo más rápido posible, evidentemente llegamos en tiempo récord. El dinero mueve a la gente.
Nos lanzamos al mostrador como rayos y al preguntar nos direccionaron a la sala de espera, lo habían llevado a quirófano. Todos ellos se sentaron, esperando, sin embargo yo parecía gato enjaulado, ¿cómo podía siquiera pensar que todo estaría bien? ¡La ley de Murphy se cumple siempre en los peores momentos!
Un doctor, con la bata completamente ensangrentada, entró en la sala y todos se pusieron en pie.
- Buenas tardes, ¿los familiares del joven de la caída...?
-¡Nosotros!
- De acuerdo, lamento informarles que, aunque hemos tratado de evitarlo, el desangramiento ha sido tal que irremediablemente el chico ha fallecido. Lo lamento.
No puede ser, ha de ser una broma, no mi Alec.
- Doctor Deic, lo solicitan en el quirófano 3.
- Gracias Maria, ahora voy, prepárame una nueva bata. - Ordenó mientras se iba sacando los guantes y la vestimenta repleta de sangre.- Pueden quedarse aquí el tiempo que requieran, si necesitan cualquier cosa Maria está a su disposición. Reitero mis condolencias.
Fin flashback.
Todo había sido culpa mía, si no me hubiera precipitado, si me hubiera permitidito escucharlo. Pero no, no te escuché a causa de mi orgullo. Dicen que el orgullo precede a la caída, ¡cuánta verdad hay en una sola frase!
Si pudiera retroceder en el tiempo, correría detrás de ti, te diría lo mucho que te amo, que eres mi luna en la oscuridad. ¿Sabes que el sol y la luna se necesitan? Te necesito, no puedo vivir sin ti, no soy nadie sin ti.
Sin tu sonrisa, sin tus abrazos, sin tus besos, sin tus miradas silenciosas, ¿cuánto crees que tardaré en seguirte?
Jajajajaja, creo que pronto, muy pronto. No te daré ni tiempo a echarme de menos, te lo prometo.
Lo sé, un capítulo muy corto, como compensación miraré de actualizar lo más pronto posible.
¡Acabar de pasar una buena semana! :)