Advertencias: Los personajes de Naruto no me pertenecen. Es una chorrada pero esto debía terminar así.
N/A: Quiero agradecer una vez más todo el apoyo que ha tenido esta gran aventura, algo que dudo volver a poder conseguir, me ha conmovido y ha sido increíble. Tampoco puedo olvidar TODO lo bueno que me ha traído esta historia durante el año que habéis estado soportándome, y por supuesto me refiero a VOSOTRAS, me siento afortunada de haberos conocido y que por un extraño casual nuestros caminos se cruzaran. Eso es todo por ahora. Como el futuro no se puede predecir, si descubro algo nuevo que quiero contar, volveré y ojalá pueda volver a capturar vuestro interés.
Muchas gracias a todos los que han dedicado un pequeño momento de su vida a leerlo, a los que han dejado un voto de confianza a mi trabajo y a los que lo han seguido desde que comenzó a andar, hoy un año atrás: Hydra Delphine, RukiaNeechan, Winters Lantern, AntoniaCifer, KattytoNebel, Luxelian, nathi dominguezsolis, lady-darkness-chan, Misery Tonks, andromedaSeiya19, Jackie M. V, mirimih, KaguyaMoon, Aithussa, chibieiki, Violetamonster, Mysterialand, AkikoNara, Lia-tan, Pitukel, whisperwind-v, Kamichi77, OPMDLuffy, Srta Endorfina, VictoOriia Hyuga, michaelis aro, zoldyckgirl404, shika97, Bian Rosier, Olei, Oleie, Kyuubi-No-Akitami, valteria, gudisara, 4LonelySouls, shironeko black, noeemi, nura jenova, Almar-chan, CHI, vali, Lola Diamonds, Lola Wonka, QueenTsukiyomi, D. Jackson, anakaulitz, Hanako-chan 95 y Hina-HinataHyuga.
Gracias por todo.
PL.
Epílogo. Hora azul*
—¿Qué es eso? —Señaló vagamente un sobre lacrado que reposaba, a diferencia del resto de la correspondencia sin leer, en el centro del escritorio clamando la atención de todo. —Parece importante, pero eso ya lo sabes, ¿no?
—Sí. Lo sé —Marcó cada una de las sílabas enfadada mientras sus ojos no se apartaban del mismo e inocente papel—. Ni una sola palabra, o te corto la lengua, Nara.
El interpelado levantó ambos brazos en son de paz mientras cerraba los ojos y se dejaba engullir por el mullido sillón de cuero que tanto luchó para que no tirara en la última reforma del mobiliario. Un minuto en el que Temari seguía fulminando el sobre, sentada en su sillón habitual tras la mesa. Dos minutos insoportables de miradas tensas y desconfiadas, aumentaron su respiración. Tres minutos que no llegarían a cumplirse, cómo la conocía y justo iba a darle el empujón que necesitaba. Se levantó del sillón y se acercó a la mesa, la letra elegante y redondeaba le era conocida, muy conocida, tanto a él como a Temari, y común en los últimos meses, por lo que le resultaba extraño que no hubiera devorado la carta nada más llegar a sus manos como las veces anteriores. Sonrió, al menos que esperara de ante mano ciertas noticias y justo en ese momento le diera miedo leer la confirmación de sus sospechas más oscuras.
Y en tal caso, debía hacerla actuar por pura rabia, con esos ojos negros pintados de desafía que le gritaban que ella era capaz de comerse el mundo.
Cogió el sobre arrugándolo y lo observó interesado, dando intensidad a su actuación, lo levantó para mirarlo a contraluz.
—Sí, es un urgente, y del desierto. Seguramente de tu hermano, ¿quizá de Hinata? —Temari contrajo sus músculos en su asiento al escuchar ese nombre, sus ojos fieros estaban clavados en él, ahora le tocaba echarle el señuelo—. Hace un año de que viven juntos, así que seguramente son noticias de tus futuros sobrinos, ¿no crees-
Sin dejarle acabar la frase Temari le arrebató el papel con mala cara, recriminándole con la mirada que eso podían ser las malas noticias contenidas en aquel papel, de ningún modo. Volvió a sentarse en su asiento sin apartar la mirada ni el agarre, no eran las noticias que esperaba porque todavía era muy pronto. Muy pronto. Demasiado pronto para ese par de críos de tener... Críos.
—¿No fuiste tú el genio que dijo que tendría que esperar dos años? —Intentó tranquilizarse cerrando los ojos con la maldita misiva entre las manos.
Shikamaru se felicitó al ver que su plan había salido tal y como pensaba, entonces, con la mirada la desafió a abrir el sobre, y así lo hizo. Cogió el abrecartas del segundo cajón sin apartar la mirada, la abrió y la leyó mentalmente. Una y otra vez. Una y otra vez. De nuevo volvió a releer las líneas de Hinata. En un principio sonrió, superior ante la cara de Shikamaru, pero lo luego volvió a releer la carta que tenía entre manos. Y maldijo a todos los hombres.
«Temari-chan, el maldito cabrón de tu hermano no me deja salir de la tienda, incluso ha escondido todas mis cosas desde que se confirmó mi embarazo. Ven y hazle entrar en razón, por favor, antes de que lo mate. Necesito aire».
El hijo de puta lo había planeado todo. Su sonrisa se borró y volvió a lanzarle una mirada asesina, entonces Shikamaru supo que llevaba razón, y esa era la carta de Hinata que tarde o temprano recibiría Temari, lástima que llevara un año antes de lo que él supuso.
—Hasta los genios se equivocan, ¿no Temari-chan?
* Hora Azul: Momento del día en el que no hay claramente ni luz ni oscuridad, cuando el sol y luna están en equilibrio, es decir, justo antes del amanecer y justo después del atardecer.