Estoy empezando un nuevo proyecto, espero que les guste.

JUNTOS AL FIN

No era momento de dejarse llevar por la imaginación debía estar atenta, si cometía el más mínimo error lo pagaría con su vida. En ese momento no podia distraerse con cosas como la alegría, no cuando su vida estaba en peligro y no tan solo la suya si no que la de todos los shinobis que aún se levantaban para seguir peleando contra Madara.

Pero aún así, poder ver que Sasuke que un momento a otro había aparecido delante suyo para parar uno de los ataques de Madara cuando ella ya creía que era demasiado tarde…

-Sasuke-kun -susurro aún sin creérselo.

-Sigues siendo tan molesta como siempre, Sakura.

Su sonrisa. Esa no era la misma sonrisa que le había visto las últimas veces, la que tenia ahora en su rostro era otra, una que ella recordaba muy bien de cuando él aun estaba en la aldea. Esa sonrisa que podía expresar un poco de calidez por sus amigos y no esa sonrisa fría que lo caracterizaba desde que decidió poner la venganza por encima de los amigos…

La había extrañado tanto… sin querer se sumió en sus pensamiento recordando todo lo que vivieron juntos, pero aún así se ordenó mentalmente que tenía que volver a poner la mente concentrada en lo que estaba viviendo en ese momento.

Una guerra…

Abrió los ojos, estaba asustada, su corazón latía fuertemente, pero cuando vio donde se encontraba pudo empezar a calmarse.

Suspiro. Aun tenía pesadillas con la guerra y eso que ya había pasado un año desde entonces. Pero vivir todo eso no podía esperar menos, una guerra podia dejar mal hasta al más fuerte ser humano. Dando un suspiro se levanto de su cama para ir directo a la ducha. Necesitaba una con urgencia; siempre que soñaba con la guerra se despertaba mal y le costaba un poco volver a centrarse.

No importaba que ya estuvieran todos siguiendo con sus vidas como debería de hacer ella, pero no podía y no era porque no lo haya intentado, era solo porque esa persona que ella quería que estuviese ahí para apoyarla no estaba.

Él no había vuelto con ellos a la aldea y eso era algo que la estaba matando por dentro.

No pudo evitar un suspiro… lo extrañaba tanto. Pero no podía hacer nada. No tenía ni idea de donde estaba y ya se había cansado de buscarlo; con Naruto ya habían abierto sus ojos al darse cuenta que por más que le suplicaran, rogaran o le gritaran él no volvería a la aldea y aunque eso la hacía sufrir ya no podía hacer más.

Había rogado demasiado.

-Sasuke-kun…

Al terminar de ducharse se vistió y comió algo para salir apresurada hacia el hospital, sin darse cuenta se le había pasado la hora en la ducha.

Estaba tan preocupada de llegar luego a su destino que no se percató de los murmullos que la rodeaban hasta que llegó al hospital, ya que en este también se encontraban las enfermeras conversando entre ellas.

-Sakura.

Al darse vuelta para ver quien la llamaba se dio cuenta que era Shizune que se acerco corriendo hacía ella.

-¿Qué pasa?

-Tsunade-sama quiere que vayas a su despacho.

¿Qué estaba pasando? Sin detenerse salió del hospital para dirigirse lo más rápido posible donde su maestra. Sea lo que sea que estaba pasando en la aldea ya la estaba inquietando.

Cuál fue su sorpresa al encontrarse en la oficina de esta a Sasuke junto con sus tres compañeros ¿Qué estaba pasando? Sin que lo pudiera evitar su corazón dio un salto de alegría en su pecho, parecía que un pequeño brote de esperanza estaba creciendo en su pecho y aunque trato de dejarlo de lado, ocultarlo, este no le hizo caso. No existía ninguna razón para que él estuviese allí si no era que quería volver. ¡Ojalá que no se equivocara en su deducción!

-Sasuke-kun…

Sin querer se había quedado petrificada viéndolo delante suyo y no pudo quitarle la vista de encima… no quería que desapareciera. Aun así haciendo un esfuerzo sobrehumano desvió su vista hacia su maestra que estaba seria observando.

Escuchó pasos tras suyo y pudo ver que Naruto llegaba corriendo, parecía que también lo habían mandado a llamar. Y pudo ver que le pasó lo mismo que a ella: quedarse quieto observando y esperando que no desapareciendo la imagen que estaba ante él. Después de todo, parecía que su mejor amigo había vuelto a la aldea.

Y no se equivocó, Sasuke ya llevaba dos semanas en la aldea y aunque no todos lo aceptaban de vuelta, de a poco los iba convenciendo. Era una tarea que le llevaría tiempo.

Solo que ahora te quedaban a ella una pregunta que no podía sacarse de la mente ¿Por qué volvió? ¡Como le gustaría tener las agallas para preguntarle! Pero parecía que se había vuelto un poco cobarde… Ni Naruto se había atrevido a preguntarle. Pero no podría seguir con la duda por siempre.

-Más te vale que no te dejes matar Sakura…

¡Como si ella quisiera que la mataran!

-Parece que no puedes hacer nada bien, Naruto. No te preocupes que ahora que estoy aquí te enseñaré como se pelea de verdad.

¿A sí? ¿Tú y cuantos más?

¿Estábamos en guerra y esos dos ya se estaban poniendo a pelear en un lugar como ese? ¡No era momento para riñas infantiles!

-¡Dejen su maldita rivalidad de lado para que podamos acabar con esto!

Ambos la miraron para luego mirarse entre ellos y mirar hacia otro lado. Esos dos nunca iban a cambiar, pero igual que se encontraba feliz porque el equipo siete una vez se encontraba reunido, no le importaba que fuese en esas condiciones. Por lo menos volvían a estar juntos y del mismo bando…

¿Del mismo bando? Solo que duro poco tiempo. Tenía que dejar de pensar en eso, no le hacía ni un bien. Aunque tampoco podía evitarlo.

Al escuchar el timbre de su departamento sonar se levanto del sillón en el que había tirado después de un duro día de trabajo y se dirigió a abrir. Su sorpresa fue grande al encontrar a Sasuke tras esta, esperando con esa cara seria que nunca dejaba de lado.

-¿Qué haces aquí, Sasuke-kun?

-¿Puedo pasar?

Sin responder Sakura se hizo a un lado dejándolo pasar.

Y como esperaba, se puso nerviosa al instante.

Mientras él se sentaba en el mismo sillón en el que ella había estado sentada, no pudo evitar empezar a mover su cuerpo en un claro indicio de que estaba nerviosa.

-Sasuke-kun… ¿Qué haces aquí?

No respondió y se dedico a observarla, lo mismo que ella, le intrigó notar una inseguridad en sus ojos que nunca antes había visto. Eso solo hizo que se pusiera más nerviosa.

-Sakura, ¿todavía me quieres?

Tan directo como siempre. No pudo evitar hacer una mueca por la pregunta. ¿Qué le importaba a él eso?

-Solo dímelo.

-Solo conseguiría hacer tu ego más grande, así que no gracias. No pienso responder.

-Entonces tomare tu silencio como un sí.

-Cree lo que quieras.

No entendía qué importaba eso ahora, ya había pasado mucho tiempo desde que le dijo que lo quería y no pensaba volver a decírselo, aun cuando tenía razón. Ella nunca lo había olvidado y tampoco creía que alguna vez fuera capaz de hacerlo.

Lo quería demasiado.

-Entonces me quieres -Sakura se cruzó de brazos y fijo la vista lejos de él- soy tan feliz, ahora podré cumplir mi otro deseo de reconstruir el clan.

-Como quieras.

-Me alegro de que aceptes, mañana salimos a cenar así que estate lista a las siente. Se puntual.

-Ajá.

Se levantó y se fue.

¿A que había venido eso? Ella tan cansada se volvió a tirar en el sillón y cerró los ojos, solo ahí vino a recordar todo lo que le había dicho y no pudo más que abrir sus ojos. Bien grande.

Y grito.

Y cuando la sorpresa pasó. Rió.

¡Parecía que sin querer iba a tener una cita!

Y por lo que Sasuke había dicho, ella sería la próxima señora Uchiha.

Estaba feliz.

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