Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad intelectual de Stephenie Meyer. La historia es mía y está protegida en Save creative código 1210082477334.


Capítulo 20

¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?

Vincent Van Gogh

Camino a Van Nuys, Alice monopoliza la conversación, ignorando a todos y mostrándose tan territorial como siempre con Isabella. Jasper está tarareando con la guitarra y Edward en silencio mira por una ventanilla; sentados junto a ella en el ahora estrecho sillón, ambos parecen concordar por primera vez en cuanto a la rareza de su mejor amiga y en lo conveniente que es alejarse de ella.

—¿Adónde se supone que vamos? —pregunta Alice ignorándolos, sacando su celular de última generación y prestando atención en él.

—A Sound City —responde Jasper sin levantar su vista de la guitarra.

Alice no responde, solo asiente sin quitar la vista de su teléfono.

—¿Hace cuánto que no revisas Facebook, Isabella? —pregunta después de unos minutos de silencio.

—No lo sé, creo que en mayo lo vi por última vez.

—No puedo creerlo —reprocha la chica—. Con razón nunca respondes mis mensajes —levanta un momento la vista—. Necesitas con urgencia un teléfono con acceso a internet, amiga

—Te llevarías bien con Emmet, él no es nada sin su teléfono— murmura Edward de forma distraída.

—Y ese tal Emmet, ¿quién vendría siendo? —Alice pregunta sin prestar atención en realidad, concentrada tecleando rápido en el pequeño aparato.

—Es el hijo del novio de Renée —responde Isabella

—¿Y es guapo? —Alice sonríe con picardía y la mira un segundo.

—Si te gustan grandes, sí —después que lo dice recuerda que no están solas y que no debió decir eso.

—Es un snob —interviene Jasper —; peor que él— apunta a Edward—, sin ofender —agrega cuando el aludido le mira con el ceño fruncido.

—Lo buscaré en Twitter… es menos psicópata que buscarlo en Facebook —murmura Alice mordiendo el costado de su labio.

—¿Qué es Twitter? —Isabella cree haber escuchado de ello en los noticieros, pero nunca ha sabido como funciona ni qué es realmente.

—¿Es en serio, Isa? —Alice deja su celular en su regazo y la mira con los ojos muy abiertos— No puedo creer que todavía exista gente tan alejada de la tecnología… hasta mi padre tiene cuenta en Twitter —levanta un poco la voz —. El año pasado te hable de ello e incluso te hice una cuenta…

—Ah, eso es Twitter —interrumpe Isabella, recordando el momento y cómo no había encontrado para nada entretenida la red por lo que no volvió a revisarlo.

—Cuando hable de esto en mi blog no me van a creer —la muchacha tiembla falsamente y vuelve a poner atención en su móvil.

—¿No me digas que escribes en un blog? —Isabella mira con reproche a Jasper porque el tono de la pregunta le dice que independiente de la respuesta de Alice, él hará un chiste sobre ello y ese tema es muy serio para su amiga.

—Sí, tengo dos blogs —responde contenta.

—¿Y sobre qué interesantes temas escribes? —Isabella mira a Jasper con reproche, pero él no se da por aludido.

—Uno es personal, son algo así como "las aventuras de Alice" —entrecomilla en el aire—; el otro es sobre libros; me encanta leer y recomiendo buenos libros allí.

—Qué triste tu vida —dice falsa e irónicamente serio Jasper—. ¿Acaso no tienes amigos reales para hablar de ello?

—¡Jasper! —Isabella lo golpea en un brazo, pero eso es irrelevante, pues el rostro de Alice perdió toda la felicidad que tenía y ahora observa su celular como un medio de escape.

Jasper también parece notar que se ha pasado y se ha puesto serio de repente. Edward vuelve a mirarlo con odio y Charlotte desde el asiento delantero le tira unas llaves y le levanta el dedo del medio.

El ambiente distendido ha cambiado e Isabella se lamenta porque sus temores le dieron la razón.

Alice, a pesar de ser culta, amorosa y siempre estar dispuesta a integrarse, ha sufrido toda su vida por el rechazo de la gente. Cuando pequeña, fueron pequeñas cosas como ser la última elegida para formar equipos de deportes o quedar sin pareja y tener que ser ayudada por el profesor. Pero ahora su única amiga real es Isabella y aunque la siguen muchas personas en las redes sociales, en el instituto siempre está sola. No es que le digan pesadeces o hablen de ella a sus espaldas, solo la ignoran, y eso es casi peor para una chica tan dispuesta a encajar y adaptarse como es Alice.

Isabella es la única que sabe el dolor de su amiga y es por ello que jamás le ha criticado que viva su vida a través de las redes sociales de internet. A veces se siente culpable de no prestarle la atención que merece y de no comunicarse más con ella… después de todo, Alice es también la única amiga que tiene.

Le gustaría decir algo más para aligerar las cosas, pero ya están llegando a destino y es mejor que las cosas fluyan solas y naturalmente.

DNL

La visita a Sound City ha sido mágica e inexplicable. Isabella cree que hasta el aroma a humedad de los estudios de grabación —abandonados hace algún tiempo— tiene algo cósmico. Jasper se la ha jugado esta vez y preparó todo para visitar el estudio y darle esa sorpresa a Isabella. Ella aún no lo puede creer.

Ahora de vuelta a casa se siente otra. El encargado del estudio les contó varios entretelones de la grabación del Nevermind y les mostró la sala donde Kurt Cobain grabó Something in the way y les explicó los tecnicismos que hicieron que sonara tan melancólica y nostálgica.

Edward y Alice, que al parecer no sentían lo mismo que los demás con respecto al lugar, salieron de allí casi en seguida. Ahora en la camioneta iban hablando de libros y Alice vuelve a sonreír. Isabella también sonríe porque al menos su amiga estaba de mejor humor que antes.

Más pronto de lo que quisiera, la roulotte se detiene en el estacionamiento de Afrodita para dejar a Edward, quien se despide de todos con un escueto nos vemos.

—Bella —llama su atención con su recién estrenado diminutivo un momento antes de cerrar la puerta—, mañana te recojo en el instituto a las tres— le dice antes de bajar y ella desea estar sola para sonreír sin temor a dejarse en evidencia.

—Uhhh —comienzan a gritar todos para molestarla y Alice la mira con esa cara de "tú y yo hablaremos de esto"

Atraviesan otra vez el condado respondiendo a las preguntas que hace Alice sobre algunos lugares y tratando de convencerla de que la casa de Johnny Depp no se puede ver desde fuera y que podrían estar semanas fuera de su propiedad y no verle un pelo.

Cree que las sorpresas han terminado ya, pero se sorprende cuando al llegar a casa se encuentra a Eleazar, Carmen y a la pequeña hija de ambos.

—Carmen, te han soltado —dice sonriente al ver la sonrisa de la mujer y su hija.

—Te gradezco tanto la ayuda —responde la mujer y se acerca a abrazarla.

—Pero si yo no he hecho nada… —murmura descolocada.

—¡Cómo que nada! —reprocha Carmen—. Nos conseguiste al mejor abogado del condado. Eres nuestro ángel, linda.

—Creo que hay un error…

—No lo hay. James Campbell apareció en los juzgados antes de la formalización y ha dicho que iba de tu parte. Ha logrado que me dejen en libertad lo que dure el proceso de mi caso.

Isabella no lo entiende, aunque tiene una pequeña idea de quién es el buen samaritano que ayudó a Carmen y eso la hace sentir horrible por todas las cosas que le dijo la noche anterior. Sin embargo, la sonrisa de la niña, la hacen volver a sonreír porque por ahora su madre seguirá a su lado.

Luego de otro abrazo por parte de Carmen y de recibir los mimos de la pequeña María, la familia se retira e Isabella sonríe a Renée que llora como si esto fuese el final de una película romántica.

Alice, que estaba en el rellano junto a Jasper, aprovecha de entrar. Renée al verla vuelve a llorar y la abraza con ternura.

—Pero, ¿Qué te has hecho en cabello, muchacha? —Alice ríe a carcajadas y Renée la sigue en ello—. Me imagino la cara de Phil cuando te vio— agrega para volver a reír.

—No me ha visto —responde Alice—. Está de gira con el equipo hace un mes, pero en cuanto me vea le tomo una fotografía y te la envío.

—Renée—Jasper entra con el equipaje de Alice, su guitarra y su maleta—, gracias por dejar que me quede aquí unos días.

—¿Y dónde se supone que dormirás? —pregunta Isabella, algo enojada porque una vez más Renée decide algo sin consultarlo y lo que es peor sin pensar en que no tienen espacio.

—Con nosotras ni se te ocurra —advierte Alice—; tenemos mucho de qué hablar las dos y no te queremos allí.

—Tranquilas —dice Renée—. Dormirá al lado de mi cama, en el suelo; Sally me ha prestado un colchón inflable.

—Entonces, aclarado todo, Isa y yo iremos a la habitación y esperamos no ser interrumpidas —Alice toma la muñeca de Isabella y la tira hasta el cuarto cerrando la puerta tras de sí.

DNL

Ha logrado entretener veinte minutos a su amiga, pero ya termina de hacerles las uñas y sabe que Alice está impaciente por saber de qué va la extraña relación que tiene con Edward. Sabe que nadie entiende la preocupación de él hacia ella —la primera en no comprenderlo es ella misma— y su inseguridad vuelve a hacerle pensar que trata de mantenerla cerca como precaución para que no hable de sus secretos.

—Isa, no te hagas la tonta y ya dime ¿qué se traen ustedes dos? —pregunta Alice, exasperada.

—¿Quiénes dos? —si se hace la desentendida, hay una ínfima posibilidad de que Alice no siga preguntando.

—No te vas a escaquear de mí, jovencita —esa ínfima posibilidad nunca fue tal y se resigna a tratar de pasar el interrogatorio de Alice de la forma más digna que puede—. ¿Qué hay entre Edward y tú?

—Solo somos amigos —responde seriamente.

—Oh no, solo a McCartney le perdono esas respuestas*.

—¿Sigues obsesionada con ese viejo? —pregunta Isabella descolocada.

—Era muy guapo en los sesenta y sigue provocándome cosas.

—Joder, Alice.

—Me vas a decir que no encuentras sexi a ningún viejo —Isabella sonríe por el cambio de tema.

—Mick Jagger es sexi, pero de ahí a provocarme cosas…

—Sé lo que estas tratando de hacer, Isa, y no va a funcionar —espeta Alice—. ¿Qué pasa entre Edward y tú?

—Sabes que me gusta —comprende que con Alice puede ser sincera y prefiere tragarse la vergüenza a tenerla hostigando una semana—. Es atento, educado y se preocupa por mí.

—Yo creo que le gustas —Isabella niega con la cabeza—.Isa, lo digo en serio. Lo estuve observando y te mira como si fueses lo más importante de su vida… si incluso te llama Bella.

—Alice, no me jodas —no quiere seguir escuchándola porque cabe la posibilidad de que se crea las palabras de Alice.

—Mientras ustedes estaban en ese estudio, estuvimos hablando y me preguntó si tenías algo con Jasper —va a interrumpirla para decirle que solo es preocupación, pero Alice continúa antes—; trató de hacerlo parecer una pregunta casual, pero su ansiedad lo delataba. En serio Isa.

—No sé qué hacer —murmura derrotada—. Nunca me había pasado algo así y no quiero arruinarlo con él y alejarlo. Anoche lo encontré borracho y estuvo a punto de besarme… o al menos eso pareció y me aterra porque soy tantos años menor que tengo nula experiencia y ni siquiera sé cómo besar a un chico.

—Mira Isa, yo creo que él espera a que tú te lances…

—¡Estás loca!

—Déjame terminar —su amiga la mira reprobatoriamente—. Él es abogado —quiere reír cuando escucha eso—, sabe las consecuencias de involucrarse contigo o de declararte lo que siente. Pero si tú se lo dices o se lo demuestras, seguro que él también se arriesga.

—No creo que sea buena idea —niega pensando en la vergüenza que eso significaría—. Nunca he sabido expresar mis sentimientos con palabras… ¡Es tan cursi, por Dios!

—Entonces bésalo —vuelve a negar con la cabeza y de tanto hacerlo su cuello empieza a resentirse—. Él ya lo intentó y, borracho o no, si lo hizo es porque lo desea.

Se queda en silencio un momento. Sabe que no puede seguir en esa incertidumbre de no saber qué esperar de él; se siente cansada de sus cambios de humor sin motivo y de esa dulzura que no lleva a nada. Es idiota seguir el consejo de Alice, pero tampoco se le ocurre algo mejor y su amiga tiene esa extraña y exasperante cualidad —o defecto, según se le mire— de convencer a cualquiera de que sus planes funcionarán, aunque rara vez resulten en la realidad.

—Te voy a matar por hacerme pensar en eso como una solución —dice entre dientes—. Ni siquiera sé cómo dar un beso.

—Tú solo presiona tus labios con los suyos… él hará lo demás, te lo aseguro —explica Alice como si fuese una experta—. Si no, siempre podemos pedirle a Jasper que se preste para hacerte una clase. Me lo debe después de ofenderme como lo hizo.

—No te ofendió…

—¡Si lo hizo! —Alice respira—, pero mejor no pensar en ello. Mejor prométeme que analizarás mi propuesta.

—Lo pensaré —murmura.

—Mañana, Isa… tiene que ser mañana.

Por una vez en su vida está pensando en hacer algo irracional que tiene toda la pinta de ser un fiasco, pero Alice es la opinión que necesitaba y cree que ella, viéndolo desde fuera, puede tener razón con respecto a los sentimientos de Edward. Sabiendo de antemano que hay una muy alta probabilidad de que cometerá la imprudencia de declararse, no puede pensar en otra cosa que en mañana, cuando por fin pueda besar esos labios que la traen de cabeza hace más de un mes… y eso le aterra.


*A McCartney cuando pertenecía a Los Beatles siempre se le atribuían romances y cuando los periodistas le preguntaban sobre ello él decía "Solo somos amigos". En el film "A Hard Day's Night" se hace una parodia al hecho.


Hola! he vuelto!

Solo agradezco a quienes siguen por aquí, a quienes se han unido en este último tiempo y a todos los que escriben en Facebook para presionar o para darme buena onda.

Mil gracias a Anyreth por revisar el capítulo.

Nos leemos

PD: Prefiero no dar fecha, pero estoy trabajando en el próximo y espero tenerlo pronto.