«DDR» SCC©Grupo CLAMP.┃OC©Mia Liebheart.

«Advertencia» Lenguaje soez. Violencia. Lemon.

Las observaciones se aplica a este y a los siguientes capítulos.


A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.

Jean de La Fontaine


CP#1. Necesito una novia.

En una moderna y reconocida ciudad china «Hong Kong» en un amplio y lujoso penthouse, bajo una decoración moderna con colores oscuros, el reloj antiguo de pared resalta a simple vista y estaba perfectamente sincronizado con el viejo reloj despertador y el antiguo reloj de bolsillo que una joven tenía.

Una vez en el año los tres relojes sonaban al mismo tiempo, en ese momento las doce campanadas daba el inicio de un día particular, era bueno que las paredes fueran a prueba de sonido sino la joven castaña de cabellos largos y ojos verdes, tendría serios problemas con sus vecinos.

Ella vio su móvil con atención, exactamente un minuto después: 00:01Am notó una llamada que le era familiar y contestó con su usual calma:

—Hermano. —Del otro lado de la línea, un imponente hombre de cabellos negros y ojos azules sonreía con suavidad, contestó por inercia sin poner atención a sus palabras:

—¡Feliz cumpleaños hermana!... —dudó— ¿Puedes abrir la puerta? —Una pregunta que se repetía una y otra vez en esos días, su hermana sonrió con nostalgia y respondió por inercia:

—Olvidaste de nuevo la tarjeta.

—La perdí… —reveló el hombre con una sonrisa nerviosa, él tenía serios problemas en conservar las tarjetas inteligentes para abrir puertas de aquel penthouse.

Su hermana se apresuró a contestar:

—Dame un minuto... —soltó un bufido de resignación— ya abro la puerta.

La joven dejó su reloj de bolsillo de lado y se dirigió a la puerta, ese día ella iba a faltar a la preparatoria que asistía y no iba a trabajar, era el único día en el año que hacía eso.

Al abrir la puerta se encontró con la mirada de un imponente hombre, su tensión era notoria a pesar de mostrar una falsa serenidad. Su hermana no lo cuestionó, porque la palabras entre ellos estaban demás.

—¿Lista? —La observó directo a los ojos. El silencio entre ellos era cómodo.

—Siempre lo estoy hermano. —Luego de un breve abrazo, porque entre ellos el contacto físico no era lo usual.

—Solo por hoy te dejare manejar mi carro. —Él comentó en voz baja, mientras ponía su mano sobre su espalda y la guiaba a las escaleras del lugar. No harían de uso del ascensor.

—Gracias. —Fue la única respuesta escuática que recibió de parte de ella, ambos en un completo silencio se dirigieron al estacionamiento privado del edificio que era exclusivo para el uso de ellos.

—Pensé que para tu cumpleaños me pedirías una moto, o un auto como el mío. —Su hermano comentó—: ¿Por qué un Volkswagen?

—Llama menos la atención.

Touya sonrió con diversión, alzó una ceja en señal de disconformidad y acotó con rapidez:

—No creo que un escarabajo de color rojo... —enfatizó con burla— llame menos la atención.

—No es simplemente un escarabajo rojo... ignorante —respondió con reproche pero su mirada indicaba que se estaba divirtiendo a costa de su hermano—, es un tornado red with black roof y no ves que el modelo es un beetle convertible de este año, además los carros pequeños me gustan. —Eso era falso, pero dado a la preparatoria en la que asistía quería mantener las apariencia de una estudiante superficial, entonces desde que vio el modelo en la exhibición de autos que hizo en la agencia para la cual trabajaba a inicio de años, ella quedó enamorada del modelo deportivo.

—¡Sí claro! —respondió con burla— Es rojo y punto, vamos a cambiar el tema. ¿Vas a continuar en la agencia? —preguntó de forma abrupta.

La joven lo miró mientras ingresaba al carro al carro de su hermano (McLaren 570S Spider en color negro), antes de meter las llaves para prenderlo, contestó con calma:

—Sí, hasta que termine la preparatoria —Se puso el cinturón de seguridad, acción que imitó su hermano—. Si aprueban la beca que solicite, estoy interesada en estudiar Medicina.

Su hermano suspiró aliviado.

—No sabes la alegría que me da escuchar eso.

—Pero… —Touya frunció el ceño en señal que lo siguiente que diría su hermana no le iba gustar, sobre todo cuando ella recalcó lo que él temía—: el jefe me ascendió. Voy a tener mi propio equipo.

Touya miró con atención sus facciones al verla prender el carro y dejó saber su malestar sobre el tema, se tomó su tiempo en decir:

—Sakura prefiero que no hagas carrera en la agencia, este trabajo es peligroso.

—Lo dice el guardaespaldas del Primer Ministro de Japón... —remarcó con reproche mientras ajustaba el retrovisor central— que expone su vida todos los días, pero no quieres dejar que tu hermana haga lo mismo.

—Es diferente Sakura, yo fui entrenado para este trabajo por papá, en cambio tú… —hizo un alto a sus comentarios cuando su hermana se detuvo antes de salir del estacionamiento y le miró con una expresión que denotaba molestia al hablar del tema.

—Soy tan buena como tú en este trabajo, ¿alguna vez he fallado en las misiones que me han asignado? —preguntó con molestia mientras movía la palanca de cambios— Por ahora me voy a centrar en terminar la preparatoria.

—¿Qué vas estudiar? —Touya hizo la pregunta para intentar cambiar el tema y aminorar el ambiente.

—Medicina Forense.

Touya miró a su hermana con el ceño fruncido y Sakura comentó con rapidez:

—Voy acelerar. —Traducido quería que su hermano no siguiera con sus preguntas, para centrarse en manejar y llegar en el menor tiempo posible a su destino.

—Vamos hablar luego de ese tema después Sakura.

Su hermana le miró pero sonrió con confianza. Touya puso su memoria en la que tenia la musica que le gustaba en formato MP3 y estaba atento a la forma de conducir de su hermana, estaba sorprendido lo mucho que había mejorado. En el lapsus de una media hora ambos hermanos llegaron al lugar, la joven castaña procedió a estacionarse atenta a la mirada de su hermano, espero que este se bajara del auto para que le abriera la puerta y se animó hablar:

—Sé que no tengo ni voz ni voto por ser menor de edad... —pasó su mano por el brazo de su hermano para caminar agarrada de él— y estar bajo tu custodia hermano, pero te recuerdo que una vez que sea mayor de edad podré tomar mis propias decisiones.

—Traducido Sakura no dejaras la agencia, sino que te vas a convertir en un miembro pasivo de la misma que solo irá a misiones especiales. ¿Por quién me tomas? —El hombre no necesitaba mirar a su hermana para saber hacia muecas para demostrar su inconformidad.

Sakura a pesar de lo tétrico del lugar mostró una sonrisa divertida y contestó inmediatamente:

—Eres inteligente hermano. Espero algún día que tú y yo hagamos equipo —alzó una ceja en señal de diversión—. Sería todo un honor trabajar contigo.

Touya la miró a su hermana con recelo pero no comentó nada, sabía que cuando su hermana tomaba una decisión a pesar de su corta edad no cambiaba de opinión fácilmente.

Su respuesta habría sido: No cuentes con ello, pero prefirió no seguir con ese tema hasta que señalo lo obvio:

—Va llover. Debimos haber traído paraguas.

—Me gusta cuando llueve —miro al cielo con atención—. Creo que va llover pero más tarde.

—Espero que tengas razón, porque no quiero que te mojes y luego te enfermes —Ambos hermanos continuaron caminando por un estrecho sendero—. Me gusta los días de lluvia, me provoca leer y tener una gran taza de café.

Sakura sonrío con suavidad y contestó:

—Comparto tu forma de pensar y tienes razón mejor me cuido porque debes tomar un vuelo más tarde, no deseo retrasarte por ser descuidada y enfermarme.

—No te preocupes —respondió—. Este día pasaré contigo. Es el único día en el año que puedo hacerlo.

Sakura no comentó nada más y le dio una sonrisa triste mientras avanzaban en completo silencio, el cuidador del cementerio los recibió con una sonrisa abierta.

—Los Kinomoto tan puntuales como siempre. Los estaba esperando. —comentó un anciano vestido completamente de negro que llevaba en una de sus manos una pala y en la otra sus guantes, había terminado de enterrar un cadáver. Sabía que ese día ellos vendrían por lo que hizo un alto a sus actividades, era uno de los guardianes más antiguos del lugar.

Sakura le dio una botella de Vodka, su hermano se acercó y le dio un fuerte apretón de manos y le preguntó:

—¿Cómo están?

—Vean por ustedes mismos. —contestó como siempre la misma respuesta, ante la misma pregunta que ellos hacían en esa fecha particular, ambos hermanos eran guiados por el anciano por un sendero de piedras ya conocido, empezó una ligera llovizna, se escuchaban diferentes sonidos de animales pasando, o rejas siendo azotadas por el viento, el aroma de la vegetación era poco agradable y pesar del aspecto tétrico que se veía en todo el lugar, un hermoso mausoleo se levantaba en medio de un jardín decorado hermosos árboles de cerezo y diferentes rosas, era como una mini capilla al estilo japonés.

Por supuesto el mausoleo se veía mejor en época de otoño y primavera.

El anciano no decía nada los hermanos Kinomoto tampoco, solo se quedaban en silencio hasta que que veían el alba al amanecer, un ritual que lo habían mantenido durante diez años. El cielo estaba nublado pero aun así un ligero resplandor se alcanzaba a ver, ellos habían visto diferentes amaneceres en aquel lugar, algunos de vivos colores otros completamente ajenos de colores que la melancolía se hacía presente en ellos con recuerdos que los llenaba de impotencia y tristeza.

Cuando Sakura cumplía seis años sus padres fueron asesinados, ambos eran guardaespaldas del Secretario del Primer Ministro de Japón, se habían traslado a Hong Kong cumpliendo una extensa agenda diplomática y apenas tenía seis meses a su servicio, ese día se daría un desfile con las autoridades de ambos países y en pleno desfile hubo un atentado sin precedente, ese día Touya quien tenía apenas 16 años había ingresado a la agencia ya que sus padres lo llamaron a última hora, la idea era observar el desfile y ver como sus padres trabajaban pero al final terminó presenciado la muerte de sus padres.

El adolescente quedó a cargo de su hermana pequeña, quien esperaba ansiosa en el hotel que estaban hospedados para celebrar su fiesta de cumpleaños, la celebración nunca se dio porque dieron la noticia de la muerte de sus padres y accidentalmente ella vio la noticia en los medios, no entendía qué pasaba lo único que vio era sus padres, sangre, personas gritando, imagen incoherentes y su hermano Touya en un estado de histeria.

El impacto fue desgarrador, ella empezó a llorar, clamaba por sus padres, se enteró de la peor manera sobre su muerte. Las personas que la tenía a cargo (Yue y su esposa) trataron de contenerla pero la niña quedó completamente traumatizada ante este hecho.

Desde entonces los hermanos Kinomoto decidieron no celebrar más sus cumpleaños en especial el de la joven castaña, porque ese día era el aniversario de la muerte de sus padres, a quienes enterraron en esa ciudad, la agencia se hizo cargo de los hermanos, pero al no tener padres Touya pidió ser parte de la agencia y hasta que fueran mayor de edad ellos iban a decidir si continuar o no con ellos.

Tsukishiro Yue, mejor amigo y jefe de los Kinomoto se sentía culpable por la muerte de sus colegas porque ese día ellos estaban franco es decir él y su esposa: Kaho, quien trabajaba en inteligencia militar, ambos coincidieron con la pareja Kinomoto y con alegría habían aceptado hospedarse en el mismo hotel con ellos para celebrar luego del desfile el cumpleanos de la pequena, el matrimonio que no podía tener hijos no dudó en acoger a los hermanos Kinomoto, dándole educación y todas las herramientas que ellos necesitaban para crecer y afrontar sus traumas, pero para los hermanos Kinomoto fue inevitable no seguir en el negocio familiar, quedándose de forma permanente en Hong Kong, hicieron de China su lugar de residencia.

En la preparatoria fue otro tema, si bien Touya no tuvo problema en adaptarse porque él fue directo a una escuela militar por iniciativa propia, la pequeña Sakura no corrió con la misma suerte, Kaho considero que no era apropiado involucrar a la pequeña en el mundo del espionaje, por lo que decidió enviarla a una escuela de primer nivel donde los estudiantes tenían familias con ascendencias poderosas de diferentes partes del mundo, hijos de políticos, empresarios, deportistas, etc.

Ella quería que su hija adoptiva creciera como una adolescente normal y que no se interese por la línea de trabajo en la que estaban, pero la pequeña desde el inicio mostró un claro interés por el trabajo de su padres, de ahí que a temprana edad empezaron con su entrenamiento, Kaho ignoraba que los niños de la escuela al saber que era huérfana fueron crueles con ella, habían pequeñas burlas, pero en vez de hacer que la niña se volviera retraída, ella tomó una actitud a la defensiva, porque un día un niño de un grado superior se atrevió a decirle:

Mataron a tus padres por ton…

Sakura de apenas 7 años no espero que acabe la frase cuando tomo una piedra y se la lanzo a la cara, se les cuadro como hacía su Tío Yue, quién ya le estaba enseñando el arte de la defensa personal, entonces lo amenazó:

Mis padres no son tontos... pero tú sí lo serás si te llegas a meter conmigo.

Se armó un lío sin precedente, porque el niño terminó con la cabeza rota y Sakura fue acusada en la dirección, al salir le comentó en un tono mortal:

Cuídate por qué tú serás el primero de mi lista al que mate.

La niña le hizo dar miedo pero nunca cumplió esa amenaza, desde esa pequeña rencilla hizo que ella tomara otro tipo de fama «la matona de la escuela» sin serlo.

Los psicólogos de la preparatoria estaban alarmados y ella les comentó:

Mi padres eran asesinos y yo también lo seré.

Lo que ella quería decir eran: Mis padres eran guardaespaldas, protegían a la gente, yo también quiero ser eso, pero ella tenía una manera de decir las cosas, demasiado directa para su corta edad que la terminó metiendo en problemas, su mecanismo de defensa era ser hostil con quien no conocida.

Fueron años de terapias, pero ningún niño o niña quería ser amiga de Sakura, porque la consideraban un ente peligroso para la preparatoria y aunque la niña sacaba excelentes notas y se mantenía al margen de los problemas de la escuela, nunca pudo hacer un amigo, aún así ella seguía entrenando hasta que finalmente ingresó a la agencia a la edad de 12 años.

Aprendió técnicas de combates y defensa personal.

Aprendió sobre equipos tecnológicos.

Aprendió hablar inglés, español, francés e italiano.

Sus pequeñas misiones iban de vigilar a los hijos de personas importantes del ámbito político, económico y social de Hong Kong, al ser una niña nadie sospecharía que ella era una pequeña arma mortal en potencia.

Sus entrenamientos eran fuertes, pero al igual que como le exigían le pagaban bien.

El dinero después de la muerte de sus padres tanto para ella como para su hermano no fue problema, pero el precio de ese estilo de vida era: No tener amigos.

Sakura confiaba solo en Touya y viceversa, fuera de su pequeño círculo no confiaba en ninguna persona y por eso no se acercaban a ellos. El matrimonio Tsukishiro estaba preocupado por la pequeña y su inusual apego a su hermano mayor, pero no intervinieron, porque ambos no tenían problemas con los hermanos, ellos eran excelentes estudiantes y niños modelos por así decirlo.

Durante ese día (el aniversario de la muerte de sus padres) ambos hermanos se reencontraron para ir a visitar a sus padres en donde los habían enterrado, ya pasaban parte de la madrugada en ese lugar perdido por completo en sus recuerdos.


Mientras los hermanos Kinomoto esperaban que el día aclare, en una lujosa y moderna mansión al norte de la ciudad de Hong Kong, Ieran Li una mujer de exuberante belleza y cabellos negros largos brindaba con su esposo el haber concretado finalmente el matrimonio de su segunda hija: Futtie Li con un magnate minero y petrolero.

Hien suspiro de alivio y comentó animado:

—Nuestras dos hijas están muy bien casadas y con el embarazo de Feime aseguramos la alianza con la Familia Hino.

—Tengo la lista de las futuras prometidas para nuestro hijo menor. —Ieran comentó después de tomar una copa de vino de una vieja cosecha de su viñedo privado. Ella tenía motivos para estar contenta, su esposo al saber de la noticia comentó en voz baja:

—Excelente porque a pesar de que Xiaoláng es aún un adolescente, es bueno tener claro que a la edad de 21 años debe contraer nupcias para asegurar nuestro legado.

—Tengo excelentes candidatas, pero la que más me gusta es la señorita Daidouji, porque sus padres con ascendencia inglesa son parte de la realeza, su padre ostenta el título de Conde además con sus inversiones en las mina de diamantes tienen un imperio invaluable.

—¿Qué hay de la señorita Reed?

—Hablas de la hija de Clow Reed —Ieran meditó sus palabras—. ¿El empresario naviero? —Al leer sus notas y comentó en voz alta—: Su hija Meiling tiene 14 años mientras que Tomoyo Daidoji tiene 16 años, además está la señorita Alina Takara hija del empresario Ren Takara, él maneja un imperio a nivel de electrónica, su hija acaba de cumplir 15 años. Te lo dije tengo excelentes candidatas.

—¿A quién más tenemos?

—Del Grupo de Textiles Misuki está la hija de Yahiro Misuki, Nakuru, tiene 16 años y su hermana menor Naoko, tiene 15 años, ambas son muy buena candidatas.

Mientras el matrimonio Li estaba evaluando a las posibles candidatas para ser la futura esposa de su hijo menor, un joven de unos 17 años abría los ojos con horror porque tenía pegado un vaso de vidrio a la puerta del despacho, cuando su fiel mayordomo vino hacia él y comentó en voz baja:

—Joven Xiaoláng qué est…

—¡Shhh!... Déjame escuchar… —comentó el joven de cabellos chocolates completamente desordenado, entonces reveló con enojo ante la cara de desconcierto del mayordomo—: Mis padres me están escogiendo prometida, escuche que una tal Daidouji es la mejor candidata…

El mayordomo sonrió con incomodidad y señalo lo obvio:

—Joven Xiaoláng es de mala educación escuchar detrás de una puerta.

—No me vengas con eso Wei, mis padres quieren…

Xiaoláng no pudo hacer sus comentarios porque se sorprendió cuando las puertas del despacho se abrieron de par en par y notó el semblante serio de sus padres, Ieran comentó con malestar:

—¿Desde cuándo escuchas a través de las puertas?

Xiaoláng pensaba con rapidez y sin perder tiempo se excusó al decir:

—Lo siento madre... creo que ustedes cometen un error al tratar de buscar a una mujer para que sea mi prometida, cuando tengo apenas 17 años.

Trató de hablar claro y ocultar su malestar, pero su padre a quien no logró engañar le advirtió:

—Un Li siempre debe anticiparse, es por eso… —Xiaoláng no lo pensó dos veces y contestó de forma abrupta:

—¡Tengo novia!

El silencio fue lo único que predominó en ese momento, porque él sabía que con sus padres no iba poder negociar pero al menos con una novia, que de paso él no sabía de dónde la iba a sacar, porque el día anterior había roto su relación con Azura por sus celos injustificados. Lo menciono sin pensar, tan solo para según él poder ganar tiempo y sacarse el tema del compromiso de encima, su madre superada la sorpresa preguntó con interés, ella dudaba que su hijo tuviera una novia porque sabía y lo conocía muy bien de relaciones fugaces no pasaba:

—¿Tienes novia? —sonrió con ironía— ¿Por qué tus padres no la conocen?

Xiaoláng ordenó con rapidez sus ideas y comentó con firmeza, aunque por dentro temblaba por mentirle a sus padres:

—Como usted comentó madre una vez… —Al notar que tenía toda su atención, usó sus propias palabras y la ratificó—: Cuando esté seguro que mi relación entonces es la mujer que debo traer a la mansión Li y presentarla formalmente, a mi edad es muy pronto para saber sobre relaciones, no me pareció apropiado hablar de ella. Usted lo comentó y fue clara en el tema.

Ieran y Hien miraron a su hijo, Hien sabía que su hijo era inteligente lo conocía perfectamente para saber que estaba mintiendo, así que se tomó su tiempo en sonreír con confianza y le comentó:

—Nos gustaría conocerla. —Ese comentario sin duda tomó desprevenido al joven— ¿Cuándo nos la presentas?

«¡Diablos!...Estoy frito» pensó inmediatamente Xiaoláng, pero comentó por inercia para que sus padres no duden de sus palabras:

—Cuándo ustedes lo deseen.

Esta vez Ieran se permitió sonreír con confianza y le sugirió:

—En tres días cenemos en el hotel y nos la presentas.

—Apoyo a mi esposa y si nos agrada… —Esta vez Xiaoláng se adelantó y comentó con firmeza:

—Con todo respeto que se merecen, es mi novia y se las voy a presentar pero no necesito que la aprueben, a ella la amo mucho y quiero hacer las cosas bien, no hemos hecho planes para más adelante ya que ambos tenemos intereses diferentes y como faltan pocos meses para la graduación muchas cosas pueden pasar. — Ni él mismo podía creer lo que le estaba diciendo a sus padres.

Ieran finalmente le miró con interés y comentó en voz alta:

—Me gusta como piensas, un Li siempre tiene que defender a las personas que ama, bien le daremos una oportunidad a tu novia.

—Gracias... Madre, padre con su permiso me retiro.

Xiaoláng salió del despacho y miró a Wei, quién lo miró con el semblante serio y le preguntó entre susurros:

—¿No tiene novia verdad?

Xiaoláng lo miró con una expresión neutral y le comentó:

—No sé de qué me hablas Wei, yo tengo novia y la amo mucho, en tres días se la voy a presentar a mis padres.

Wei le dio una sonrisa suave, pero el gesto de su cara era divertido cuando le afirmó lo obvio:

—Entonces joven Xiaoláng, sería bueno que le avise a su novia porque sus padres no se la pondrán fácil, ni a usted, después de todos deben velar por los intereses de la persona que algún día va manejar el imperio que sus ancestros construyeron y de quien algún día se convertirá en su compañera.

Xiaoláng hizo una mueca de disgusto y comentó con malestar:

—¡Sí!... ¡Sí!... ¡Sí!... Me queda más claro que el agua, lo del imperio Li y todo eso… —Xiaoláng salió del lugar inmediatamente con destino a su habitación, mientras tanto iba pensando en cómo resolver su dilema y solo atinó a decir entre susurros—: ¡Diablos! ¿De dónde voy a sacar a una chica para que se haga pasar por mi novia en tres días?... Soy un idiota al mentirle de esta forma a mis padres… Algo tengo que hacer porque no voy aceptar un compromiso impuesto.

Continuará...