Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de knicnort3, yo solo la traduzco.


PREFACIO - Perdido y Encontrado

Elizabeth Masen era la chica más hermosa de Eugene Oregón, con los ojos de un verde esmeralda único, y el pelo que su padre cariñosamente comparaba con el color de la puesta del sol. Ella vivía una vida privilegiada, su familia tenía una próspera bodega en las afueras del límite de la ciudad. Lizzy, como sus amigos la llamaban, no sólo era hermosa, sino también muy popular, inteligente y un talentoso músico y cantante. Ella era la niña de papá, la alegría de la vida de su padre. Tenía dieciséis años, con su vida entera por delante, soñaba con asistir a la Escuela Julliard de las artes escénicas, y podría haberse metido en eso, pero ese mundo no se estrelló en el de ella.

El invierno fue especialmente brutal ese año causando una enorme pérdida de la uva, y con la caída de la economía, la gente no compraba vino. La bodega había estado en su familia durante cinco generaciones, pero ahora la cerrarían y quebraría por completo. Se mudaron a un pequeño apartamento en la ciudad, pero trataron de mantener el optimismo, al menos estaban juntos y sanos. Pero ni siquiera la salud de la familia pudo permanecer, la madre de Lizzy contrajo cáncer de mama, pero lo pillaron demasiado tarde y murió seis meses después. Su padre fue en una espiral hacia abajo por el agujero negro de la depresión y poco a poco cayó en el alcoholismo, pero Lizzy era todavía fuerte. Ella tenía dos trabajos para pagar las cuentas y todavía mantenía un promedio de calificaciones de 8.5, mientras cuidaba de su padre.

Justo cuando pensaba que las cosas no podían ir peor, perdió el autobús a casa una noche porque tenía que trabajar más tarde de lo normal.

"¿Dónde diablos has estado?", le preguntó su padre arrastrando las palabras, estaba borracho, como de costumbre.

"Perdí el autobús", ella le dijo rápidamente

"¡NO SE PORQUE MIERDA ME MIENTES!", él le gritó.

"No lo hago, te lo juro. ¡Y deja de gritarme!", ella nunca había levantado la voz a su padre, aunque lo había estado acumulando en su interior durante tanto tiempo, que al final estalló.

Su padre respondió a su contestación de una manera que nunca lo había hecho antes, la golpeó fuertemente en la cara. Ella cayó al suelo y se quedó en shock antes de mirar hacia él con la traición en sus ojos.

"Lo siento", él dijo en voz baja y se acercó a ella, pero ella estaba tan molesta que se levantó y salió corriendo de la casa. Tenía que salir, tenía que liberarse de su vida y de ella misma, pero sobre todo, necesitaba tiempo para lamentar la vida que perdió cuando su madre murió.

Ella recogió su última nómina y compró un billete para el tren de medianoche, iba a ninguna parte.

No importaba a dónde fuera, sólo necesitaba escapar, y cuando el tren se detuvo, estaba en Seattle, Washington. Pensó en quedarse en el tren hasta que la llevara más lejos, pero la verdad era que ella amaba a su padre y nunca planeó irse, sólo necesitaba encontrarse a sí misma otra vez, y tener el tiempo necesario para sanar.

Tenía dinero suficiente para un par de noches en un hotel barato, pero no era suficiente para sostenerse, así que buscó un empleo, pero con la mala economía, no la contrataban. Ella quería ir a casa, pero ni siquiera tenía suficiente dinero para el billete de tren y no iba a llamar a su padre, él no tenía dinero suficiente para eso. Pero había un lugar que estaba dispuesto a contratarla, un oscuro club de striptease.

Bailaría, la mirarían, pero no habría ningún contacto, por lo que Lizzy a regañadientes aceptó el trabajo. Ella fue trágicamente buena en su trabajo, y pronto se encontró consumiendo drogas y yendo mucho más allá de bailar y mirar. Antes de que se diera cuenta, estaba metida de lleno en la prostitución y era completamente adicta a las drogas. Estaba embarazada de seis meses antes de que ella se diera cuenta de que había un cambio en su cuerpo, y dos meses después, su hijo nació prematuro y adicto a las drogas. Ella había estado con muchos hombres por dinero y no siempre había usado protección, por lo que no tenía ni idea de quién era el padre, no es que él la fuera a ayudar de todos modos, la mayoría de los chicos que la compraban tenían una escoria de vida. Ella fue realmente muy afortunada de que el embarazo fuera lo peor que recibió de todo el sexo que tuvo sin protección.

A pesar de sus adicciones y su falta de estabilidad, amaba a su hijo y luchó para mantenerlo. Ella se fue a casas de acogida y después de tres meses de sobriedad, obtuvo la custodia de su hijo. Su nombre era Edward, nombrado por las enfermeras que cuidaron de él en la unidad neo natal de cuidados intensivos. Lizzy no estaba en el estado de ánimo apropiado para pensar en un nombre para el bebé, ella no estaba preparada.

Para cuidar a su nuevo bebé, alquiló una habitación pequeña con un amigo para que le ayudara a pagar el alquiler, y consiguió un trabajo como camarera. Pero pronto la realidad la golpeó de nuevo, y ella no podía pagar su mitad de la renta, más el coste del cuidarlo cada día, y aún así tener suficiente dinero para los pañales e incluso alimentos, por lo que una vez más, volvió a la prostitución.

Incluso con su estilo de vida ilegal, se las arregló para de alguna manera pasar otros siete años sin ver a la policía. Ella comenzó a ayudar a un amigo con un laboratorio de metanfetamina, y había algunos clientes muy peligrosos con grandes expectativas. La vida era dura para Edward también, nunca había suficiente para comer y su ropa estaba siempre demasiado pequeña y cayendo a pedazos. Pero peor que eso, Lizzy de nuevo, volvió a casa de su novio, a su hijo le golpeaba de manera regular y a menudo le quemaba con sus cigarrillos.

Él tenía ocho años cuando la policía llegó y arrestó a su madre, lo que le obligó a pasar al sistema de acogida infantil. Fue colocado en un hogar de acogida, donde la pareja que estaba al cuidado de él, le golpeaba y lo mantenía encerrado en el armario durante varios días. Después de varios meses, fue enviado a una nueva casa de acogida, donde sufrió abusos sexuales por primera vez y después de ese trauma, no habló de nuevo en un año, hasta que fue retirado de esa casa. Construyó muros de piedra alrededor de sí mismo como una manera de sobrevivir, y después de un tiempo, todo su cuerpo se convirtió en una piedra fría sin emociones.

Pero Edward era un superviviente, y después de unas cuantas casas de acogida más, fue llevado a vivir con una familia que tenía una hermosa casa en los suburbios de Seattle. Esa familia tenía todo lo que nunca tuvo, amor, cariño y atención, pero tan pronto como lo acogieron, el muchacho de ojos verdes con el pelo como la puesta de sol, se rompió profundamente. Ellos trataron de ayudarlo, trataron de hacer su vida mejor y de tener la fuerza que él necesitaba para liberarse del cuerpo de piedra que tenía, pero después de dos años sin comunicarse con él, se dieron por vencidos, y Edward una vez más se quedó sin una familia.

Debido a que se metía en muchos problemas con la familia, Edward fue llevado a la Casa de Niños de Seattle, que era básicamente un orfanato para niños con problemas que no tenían dónde ir, y era como una prisión, incluyendo ser abusado física y sexualmente por los guardias. Edward vivió allí hasta que tuvo quince años, cuando decidió que era suficiente, y él y otro par de niños encontraron una manera de escapar. Vivieron en la calle durante varios meses, mendigaron para sobrevivir y robaron en varias tiendas. En algún momento, Edward robó una guitarra que él mismo aprendió a tocar y fue completamente natural, por lo que a menudo tocaba y cantaba en las calles por dinero. Pero uno de los chicos que estaba con él tuvo la idea de robar un coche y los tres muchachos se marcharon fuera de la ciudad.

Fueron cerca de tres horas de distancia de la ciudad, no muy seguros de dónde estaban, cuando las luces rojas y azules brillaron detrás de ellos. El chico que conducía entró en pánico y trató de huir de la policía, pero perdió el control del coche y se salió antes de golpear a un segundo coche de policía, que había entrado en escena. El chico murió por el impacto, y el chico del asiento del acompañante no resultó herido de gravedad, por lo que se bajó y echó a correr. Edward estaba en el asiento de atrás y se quedó atrapado en el coche, tenía una pierna y seis costillas rotas. El oficial de policía también resultó herido, pero el otro policía, quien les había estado persiguiendo en un principio, llamó a una ambulancia, y tanto Edward como el policía herido fueron trasladados al Hospital de Forks.

Edward estuvo en el hospital durante dos días antes de que fuera visitado por el policía que trató de detenerles. Él entró y se sentó junto a la cama, y esperó a que Edward se despertara, y finalmente después de tres horas, se despertó y fue sometido a un interrogatorio.

"Estoy seguro de que no me reconoces, mi nombre es Oficial Swan, soy el que trató de deteneros antes de que salierais corriendo". Edward se limitó a mirarlo, sin responder de ninguna manera.

"Bueno, el otro funcionario, el que se estrelló contra tu compañero, está ahora paralizado de cintura para abajo, y tu compañero ha muerto. Así que estás en un montón de problemas, chico, y te sugiero que empieces a explicármelo". Sin embargo, no había respuesta. "¿Vas a empezar por decirme cómo te llamas? No tenemos identificación tuya ni del chico de la morgue, y el coche que estaba conduciendo fue denunciado por robo hace dos días, por lo que podemos hacer esto de forma fácil si hablas, o por las malas, te entregaré al centro penitenciario de Seattle y dejaré que traten contigo", amenazó.

Edward estaba en un momento de su vida en el que no le importaba lo que había sucedido, en realidad a él probablemente nunca le importaría. Él no estaba aún roto, en realidad nunca había llegado a empezar algo, así que no había a dónde ir sino hacia abajo. Cuando era niño, él amaba a su madre a pesar de su falta de estabilidad, se hizo cargo de ella y era muy protector, pero cuando fue detenida, no había nada más que proteger y no había razón para seguir adelante.

El oficial Swan se sintió frustrado con la falta de respuesta de Edward, por lo que llevó a Edward a una cercana casa de acogida, hasta que se le encontrara una ubicación más permanente. Consiguieron sus huellas dactilares y se enteraron de su nombre y de dónde venía, por lo que decidieron que enviarlo a un hogar de acogida local era mejor que devolverlo a su ciudad.

Edward nunca olvidaría la primera vez que entró en la casa del Dr. Cullen y su esposa, era la casa residencial más grande que había visto en su vida. El Dr. Cullen tenía un rostro amable, pero también lo tenían muchos otros que conoció antes, y la señora Cullen era una versión en vivo de Joan Cleaver, parecía ser demasiado perfecta. Ellos insistieron en ser llamados Carlisle y Esme, pero tendrían suerte si Edward les decía algo. Su plan era ser ese chico que no hablaba, hasta que esa pareja se cansara de él y lo echara. Lo último que quería Edward era desarrollar sentimientos sobre esas personas, como lo había hecho con su madre, para que luego lo dejaran tirado.

Carlisle era el jefe de personal del hospital local, y Esme era una abogada del estado. Ellos fueron novios desde el instituto hasta ahora a sus cuarenta años. Trataron durante años de tener hijos propios, pero después de un tiempo, se dieron por vencidos y decidieron adoptar. Adoptaron una niña de tres años en primer lugar, con el nombre de Bree, pero luego se descubrió que tenía un hermano mayor Riley, así que trataron de adoptarlo, pero murió bajo el cuidado de un hogar de acogida horrible. Fue entonces cuando Esme y Carlisle decidieron adoptar y cuidar niños mayores y adolescentes, porque eran los que más necesitaban buenos hogares.

Emmet fue el primero en ser adoptado, tenía doce años cuando llegó a ser un Cullen, se quedó huérfano cuando él y su padre fueron atacados por un oso en un viaje de campamento, dando lugar a que su padre perdiera la vida. Un año más tarde, Alice fue adoptada por los Cullen, su madre era una enferma mental que se quedó embarazada de un terapeuta, y la puso en un orfanato, donde vivió hasta que los Cullen llegaron a ella. También tenía doce años cuando se convirtió en una Cullen de forma permanente, era un año menor que Emmet.

Emmet, Alice y Bree, todos tenían el pelo oscuro y rostros hermosos, y fácilmente podrían pasar como hermanos biológicos, y los Cullen estaban más que felices con su pequeña familia. Unos años más tarde, cuando Emmet tenía quince años y Alice tenía catorce años, la novia de Emmet de la escuela, Rose, perdió a sus padres en un trágico accidente en barco, dejándola a ella y a su hermano gemelo Jasper, huérfanos, de modo que los Cullen acogieron a los gemelos Hale. Era casi una casa llena, por lo que no planeaban adoptar a más hijos, pero cuando el oficial Swan llamó a Carlisle, él no podía dejar que ese muchacho se fuera.

Cada uno de los chicos necesitaba tiempo para adaptarse cuando llegaba por primera vez a vivir con los Cullen, y todavía tenían algunos problemas, pero todos ellos eran felices y se fusionaron en una familia real. Edward sin embargo, fue una historia diferente.

Edward hizo lo que pudo para tratar de que su nueva familia lo odiara. Se colaba por la noche y robaba cosas de sus habitaciones, derramaba cosas desagradables en sus alfombras y sofás, a propósito. Él no tenía contacto alguno, les maldecía por todas las cosas todos los días, y rompía cosas. Fue introducido en la escuela pública local, con los otros chicos de Forks, pero él era aún peor allí. Todos los días se ponía en peleas y terminaba en comisaría. Pero lo peor de la situación, era el hecho de que Edward era muy inteligente, él simplemente no le importaba lo suficiente como para intentarlo.

Todos los amigos de Carlisle le decían que enviara de nuevo a Edward a su ciudad, y todos los amigos de Esme le decían que era un peligro para el resto de la familia. Carlisle y Esme pasaba noches enteras tratando de averiguar qué hacer, pero un más difícil Edward trató de apartarse de ellos, luchó por intentarlo. Querían salvarlo, para hacer su vida mejor, pero no sabían cómo.

No fue hasta que Edward cruzó la línea, cuando Esme y Carlisle tuvieron que tomar una decisión. Fue en medio de la noche cuando sonó el teléfono, como Carlisle era un médico de guardia, respondió rápidamente.

"¿Hola?".

"Dr. Cullen, soy el Oficial Swan".

"Hola, buenas noches Charlie, ¿qué puedo hacer por ti a estas horas?", preguntó Carlisle.

"Acabamos de coger a Edward, lo sorprendimos conduciendo por fuera de la ciudad en tu Mercedes".

"¿Qué? ¡Oh Dios mío!", Carlisle saltó de la cama y corrió a su habitación para asegurarse de que Edward no estaba allí, y por supuesto, su habitación estaba vacía. "Gracias Charlie, enseguida voy a buscarlo".

"Esta noche no, Carlisle. Creo que lo mejor es mantenerlo aquí toda la noche. Mira, voy a llamar a los servicios sociales, tengo que informarles de esto. Entiendo que desees quedarte con este chico, pero algunos niños no valen la pena. Nos conocemos desde hace mucho tiempo, y sé que si alguien le puede ayudar eres tú, pero han pasado meses y todavía no ha mostrado signos de mejoría y honestamente creo que nunca lo hará", Charlie intentó razonar con él.

"Gracias por llamarme Charlie, Esme y yo tenemos mucho de qué hablar, nos pondremos en contacto a primera hora de la mañana". Carlisle colgó el teléfono sintiéndose completamente derrotado.

Después de otra larga noche de debate, Carlisle y Esme tomaron una decisión que afectaría a su familia por el resto de sus vidas. A la mañana siguiente Carlisle fue hasta la estación de policía.

Charlie tenía a Edward sentado en un banco en el vestíbulo, a la espera de conocer su destino. Carlisle fue a sentarse junto a él y esperó, pero Edward ni siquiera se dio cuenta de su presencia, por lo que finalmente Carlisle decidió hablar.

"Edward, estoy muy decepcionado contigo", dijo Carlisle. "Esme y yo hemos estado tratando de ayudarte, tratando de encontrar una manera de llegar a ti, pero seguimos golpeándonos contra tu muro de piedra. Ayúdame hijo, ayúdame a ayudarte, dime lo que necesitas".

"Yo no soy tu hijo", dijo Edward con frialdad. Él nunca hablaba mucho, pero cuando lo hacía, era siempre algo para decir algo corto y amargo, por lo que sus palabras y su tono ya no sorprendían u ofendían a Carlisle.

"No, pero me gustaría que lo fueras. Esme y yo hemos estado toda la noche discutiendo esto, y nos gustaría adoptarte de forma permanente. ¿Qué piensas tú?".

"¿Por qué quieres hacer eso?", dijo Edward lleno de sorpresa. Él esperaba ser enviado de vuelta a la casa del acogida de Seattle, o incluso a ir a un reformatorio juvenil, que no ofrecía un hogar para siempre.

"Lo creas o no, nos preocupamos por ti. Sé algo de lo que has pasado en tu corta vida, y me gustaría saber más, pero sólo si me lo quieres decir. Quiero que sepas sin lugar a dudas que no vamos a renunciar a ti, no importa cuántas veces te caigas, siempre vamos a estar allí para recogerte, porque eso es lo que las familias hacen. Sé que esto va a tomar tiempo, pero tenemos todo el del mundo y rezo para que algún día llegues a confiar en nosotros, e incluso pienses en nosotros como en tu familia".

Y por una razón que ni siquiera comprendió el mismo, el muchacho dañado de quince años aceptó ser adoptado por los Cullen. Su madre Elizabeth no tenía derechos sobre él, por lo que Edward Masen se convirtió en Edward Cullen.

Carlisle estaba en lo cierto, el camino de convertirse en una persona completa, todo, sería muy largo para Edward, y en los próximos dos años, a pesar de que dejó de tratar de huir y de ser una amenaza para la familia, permaneció tranquilo y vigilado en la casa. La escuela no era muy diferente, Edward no tenía amigos, por lo que sus hermanastros se encargaron de estar con él, pero aún así, Emmet, el mayor de los Cullen, no podía detener las peleas constantes de Edward. Carlisle temía que Edward siempre estuviera solo y nunca tuviera relaciones normales, tal vez algo dentro de él había desaparecido, o tal vez sólo necesitaba algo bueno, o a alguien, para hacerlo todo.


Espero que os haya gustado :)