Todos los personajes aquí escritos pertenecen a MinamiMaki, solo la historia me pertenece.

Contrato con la vida

Perdón y destino

La oscuridad era su carcelera en ese mar de nada, ya había tenido una experiencia similar en un momento en su infancia. En esa ocasión había nacido como tal su otra "famosa" personalidad; el psiquiatra en ese tiempo le dijo a sus padres que había sido una especie de representación donde su inconsciente dividía sus instancias mentales tras el fallo en la sesión de hipnosis, cosa que hasta la fecha no lograba entender.*

Sus oídos comenzaron a captar un zumbido leve y luego su cuerpo se sintió cálido; eso se sentía bastante bien. Su cabeza se encontraba en una cómoda almohada y algo pequeño descansaba en su frente.

Sus parpados le pesaban, aun no quería despertar pero necesitaba saber donde se encontraba. Comenzó a buscar en su memoriaque era lo último que había pasado antes de quedarse dormido, recordó entonces los ojos verdes de Sakura, su miedo y propia timidez al decirle que le gustaba y luego…

Abrió los ojos y se levanto de golpe, vio el jardín de los cerezos y noto que estaba sentado en una banca; miro a su izquierda notando que el verdoso jardín se encontraba solo, luego miro a la derecha topándose una escena similar. El sol cubría parcialmente su cuerpo y por esa razón se sentía tan cálido, luego giro su cabezanotando que no estaba solo como al principio lo creyó.

En la misma banca estaba Sakuramirándolo extrañada, pero luego dibujo una leve sonrisa. Jun tuvo un sonrojo muy grande en el rostro y busco acomodarse en la banca logrando que callera de esta y quedando en el suelo.

— ¿Te encuentras bien?— pregunto Sakura agachándose apresuradamente para buscar alguna herida en el trigueño.

—Si— respondió el joven moviéndose y comenzándose a levantar del suelo para sentarse en la banca nuevamente.

—Yo…yo…— Jun no sabía comenzar a hablar, recordaba que se habían declarado mutuamente; el le gustaba a ella como ella al el, eso era tan especial… y luego torpemente se queda dormido… Un momento ¿Como llego a la banca? ¿Porque tuvo ese sueño raro de él mismo en la oscuridad? Acaso…

—Lo conocí— dijo Sakura tímidamente mirando al chico a los ojos y apretando sus manos nerviosamente. El joven palideció y sintió que el piso desaparecía bajo sus pies.

Supuso que quizás la chica de sus sueños estaba a punto de decir que era un fenómeno o algún desequilibrado mental y se retractaba de quererlo.

Jun hizo una mueca de dolor que no paso desapercibida por la dama, lo cual hizo que ella moviera la cabeza en forma negativa junto con un rostro de angustia.

—Él fue muy amable— dijo por fin la chica captando la atención — y no pienso que por eso seas desagradable, es decir — el sonrojo de la pelirrosa aumento— Pienso aun que eres el príncipe que siempre soñé—

Jun abrió la boca de asombro, Sakura conocía su secreto más oscuro, tener una doble personalidad, pervertida, rebelde y sobre todo grosera (a palabras de sus amigos) y le seguía gustando, por primera vez en su vida sintió el impuso de hace algo arriesgado y lo hizo.

Tomo el rostro sonrojado de la joven dama primero de la mejilla acariciándola levemente con su mano derecha hasta llegar a la barbilla donde uso su mano para alzar el rostro y mirar fijamente los brillantes ojos verdes; si, su pintura no les justificaba en nada, se inclino y roso levemente los labios rosados de la chica con su boca.

Los pétalos de flor eran tan finos y suaves, entonces sintió que ella no lo apartaba, asi que simplemente hizo lo que deseaba, la beso.

Por otro lado los alumnos de la escuela comenzaban a notar la cantidad enorme de personas ajenas que comenzaban a llegar al recinto, muchos eran alumnos de elite de otras escuelas aledañas los cuales también participarían en mostrar su talento en las artes.

Megumi caminaba al lado de Akira y Tadashi, la joven de lunar no dejaba de fulminar con la mirada la espalda de Takishima que caminaba enfrente de ellos con Hikari a su lado.

La castaña no dejaba de suspirar de vez en cuando preocupada por su hermano, se veía tan fatigado que ni sería raro que su otra personalidad apareciera en el escenario y echara a perder todo con Sakura; la chica no le desagradaba a pesar de que al principio quiso hacerle la cosa difícil a Hikari, pero realmente la chica lo único que quería era que las mentiras tras los rumores salieran a la luz.

Al final Sakura logro que las personas que juraban a viva vos que Hikari era una manipuladora pensaran dos veces antes de decir nuevamente lo mismo, aun faltaba él quien era la persona responsable ante tales rumores ya que si se analiza fue tal vez la autora principal del incidente en el invernadero.

— HeyMegumi, ¿te encuentras bien?— PreguntoTadashi pasando su mano derecha por los ojos de la trigueña — No has dejado de ver el infinito desde hace rato, y si continuas tropezaras.

Megumi sonrió y negó con la cabeza, busco una hoja en blanco en donde escribir sus ideas, cuando llego corriendo una joven que pertenecía a su grupo de compañeros actores en la opera.

—Buenas noticias Megumi— dijo la chica pelinegra — Los tramoyista lograron terminar en tiempo record el escenario, tienes que venir a verlo— sonrió la chica y luego vio a los demás amigos de Megumi — por supuesto ustedes también están invitados.

— ¿De verdad? — intervino la peliegra ojos azules muy emocionada,— nunca he ido a un teatro.

—Pues no se diga mas—Akiko la pelinegra amiga de Megumi comenzó a avanzar primero para mostrarles el camino.

Al caminar por unos cuantos pasillos llegaron a una enorme puerta de madera queal ser abierta dio paso a una gran cantidad de asientos que culminaron en un escenario lleno de luces y que simulaba el paisaje marino, además de un portal propio de una casa tradicional japonesa con vista al mar.

—¡Quedo increíble!— dijo Akira — ¿Será una ópera situada en Japón?, ¿Cuál será?

Megumi se dirigió al escenario rápidamente seguida por sus amigos. Busco por varios lugares hasta encontrar un volante.

—Ese es el borrador de los volantes que serán entregados mañana a todos los alumnos anunciando nuestra opera — dijo Akiko, la amiga de Megumimientras la trigueña mostraba el papel de un tamaño considerable.

Se mostraba la imagen de una hermosa mujer japonesa con un kimono rojo y a la espalda un par de alas de mariposa la cual una se encontraba rota, arriba del dibujo se encontraba el titulo de la obra.

—"Madame Butterfly"— leyó Hikari en voz alta, alguna vez había leído algo de esa opera escrita por un italiano donde relataba el romance de una joven mujer japonesa y un teniente de marina estadounidense.

Akira siguió leyendo la parte inferior del cartel. Srta. YamamotoMegumi, como Cio-Coi san (Butterfly).

—Serás la protagonista,¡Felicidades Megumi!

Luego siguió leyendo los nombres de los otros actores y actrices que participarían hasta llegar a la orquesta que estaría estará acompañado, todos eran estudiantes conocidos, hasta que se detuvo al leer un nombre en especial: Saiga Yahiro.

No había sido su imaginación, él regreso a la escuela ¿Peo desde cuándo? ¿Tan estúpida había sido para no darse cuenta de su presencia?

Sintió escalofrió y nauseas de solo pensar que fue vigilada todo el tiempo por esa vil serpiente. Sintió que su cabeza comenzaba a dar giros, necesitaba aire pronto.

—¡Akira!— Tadashi se movió rápido al ver que si novia se comenzaba a desvanecer — ¿Estás bien?— Pregunto angustiado.

—Solo necesito un poco de aire fresco — sonrió forzadamente — ¿Podrías llevarme al jardín? No se preocupen por mí, ustedes continúen chico. Nos veremos después.

Akira sonrió a lo bajo para no preocupar a sus amigos y arruinar la visita al escenario.

El castaño afirmo y sostuvo el cuerpo de su novia saliendo del salón de teatro mientras que la gran mayoría de sus amigos la veían retirarse, extrañados de la repentina enfermedad de la joven de pelo corto.

—Megumi— hablo Akiko,— ¿Podrías dirigirte a la zona de vestidores? será la última prueba de vestuario, espero no sea un inconveniente— la joven de ojos miel hizo una negativa y busco su cuaderno para comenzar a escribir.

Bien, iré ahora mismo.

Megumi cambio la hoja escribió y se la mostro a Kei y Hikari que hasta ese momento estaban absortos mirando el escenario.

Disculpen por dejarlos solos, los veré a la hora del almuerzo, háganse cargo de revisar el estado de Akira por mi—hizo una reverencia despidiéndose de la pareja siguiendo a su amiga a los vestidores.

Para Kei eso era una gran bendición ya que desde el primer día por fin podrá estar a solas con su prometida, era momento de acercarse más a ella. Agradeció mentalmente a todos y todo lo que hizo alejar a sus amigos-chaperones.

Miro a la pelinegra que hasta ese momento miraba hipnotizada la pintura del mar en la escenografía; para ella era algo increíble. Hoy había tenido la experiencia de conocer una exposición de pinturas, ser retratada y ahora era la primera, aparte del elenco de la obra, en ver el escenario donde revivirían una famosa opera.

Se preguntaba qué era lo que le continuaría en esa semana tan exótica, si existiría un programa de la semana ella no querría perderse nada. Giro el rostro topándose con los ojos color miel de su prometido.

— ¿Pasa algo? — pregunto la pelinegra.

—No, solo miraba el rostro distraído de la señorita número dos.

La risa cínica se hizo presente en el perfecto rostro Takishima.

La pelinegra rodo los ojos; eso era típico de él, pero ya podía soportar su personalidad sarcástica que siempre le manifestaba. De cualquier manera le había prometido que estaría con él toda la semana, así que a ella le tocaba planear que harían; era lo justo según su lógica. Miro a su alrededor notando que estaban a solas.

— ¿Dónde están todos?

Vaya que pecaba en ocasiones de ser despistada, y esta era una de ellas.

—Akira comenzó a sentirse fatigada asi que salió a pasear por los jardines junto con Tadashi, Megumi fue a una prueba de vestuario y nos alcanzara el momento del almuerzo. — dijo el joven.

—Entonces estamos solos — murmuro la pelinegra, viendo directamente a su prometido. Pasaria una semana con él y ahora estaban a solas como una pareja de enamorados, eso ya era raro, asi que tenía que distraerse de ese pensamiento absurdo que abordaba en la cabeza. Tenía que ganar para no pasar esos incómodos pasajes como estar solos en una…cita.

— ¿Podríamos buscar un programa de la semana?

— ¿Para qué haríamos eso? — Keicontinúo con su sonrisa cínica.

—Quiero saber todos los acontecimientos que se darían en la semana, no quiero perderme ninguno — dijo emocionada la chica de ojos azules — Y si tengo el programa en las manos podre planear todo los días y podríamos ir a…—

— Se supone que tú estarías a mi lado e iríamos a donde yo decida— corto Takishima el monologo de su prometida —El trato fue que estarías a mi lado toda una semana, no yo hare lo que tú quieras—

Hikari frunció el ceño, ese tipo esta vez sí se había pasado de la raya sabía que era demasiado independiente y hacia lo que sus impulsos deseaban, pero a veces desearía que le permitiera cortar ese mundo tan obtuso donde vivía, acaso no se daba cuenta que ella solo quería ayudar a sacar a ese Kei que se escondía en el interior y que tal vez apenas ella había visto cortos atisbos desde que se comprometieron pero sabía que todos sus amigos tenían ese gran cariño por él.

— Solo quería pasar una divertida semana contigo idiota—…y que olvides que estas en una acuerdo impuesto por tu familia, pensó lo ultimo la pelinegra mientras cruzaba los brazos sobre su pecho— Pero eres tan tarado que simplemente piensas en ti —

Keidejó de sonreír, ¿Había escuchado bien?¿Acaso Hikari ya no era la misma chica evasiva que detestaba estar a su lado y comenzaba a ser realmente su amiga? ¿Desde cuándo? Todas estas preguntas le vinieron a la mente, y entonces sintió su pecho estallar de alegría.

—Bien, si tanto me lo pides dejar que tu planees toda la semana, espero que como señorita número dos seas buena estratega —Kei bailaba mentalmente, Hikari lo consideraba su amigo…Su AMIGO.

—Ja — rio la pelinegra llevando sus manos a la cadera y alzando la barbilla — Será la semana más fructífera de tu existencia Takishima, ya lo veras.

Al terminar se dio media vuelta y se dirigió a la puerta, sin notar que Takishima la seguía con una sonrisa y mirada de total confianza de que así seria, y que sería una semana inolvidable para él.

…..

— ¿Qué fue lo que paso cuando me dormí?— pregunto por fin el joven pintor luego de recuperarse del su osadía y saber que Sakura no lo abofeteo por ser tan directo.

—A un inicio me sorprendí mucho toparme con alguien que eras tú y no lo eras…— comenzó a relatar la pelirrosa aun sonrojada aun por su primera experiencia romántica.

—¿Jun? — pregunto la joven

No, él se fue a dormir— El otro Jun llevo las manos al rostro de la pelirrosa— Pero yo estoy aquí .

— Y quien… ¿Quién eres? — pregunto al final Sakura antes de ver por última vez esa mirada de fuego.

Una sonrisa melancólica cruzo por el rostro del artista ¿Quién era?, nadie nunca se molesto en saber si era alguien más simplemente le llamaban "el otro", bueno solo el que lo desabrió en primer lugar lo llamaba de forma diferente el psiquiatra italiano.

Me conocen como "el otro" pero alguna vez me llamaron "Id" — respondió el castaño con su fría mirada fija a los arboles de cerezo en pleno verdor.*

—Bien, señor Id — dijo Sakura sin comprender en totalidad quien era esa persona que estaba ahí. — ¿Dónde se encuentra Jun?

Él se fue a dormir — repitió — Cuando Jun duerme yo soy capaz de aparecer en el plano físico, yo soy lo que le llaman "otra personalidad" la cual podría decirse que soy Jun y no lo soy al mismo tiempo— explico a grandes rasgos el chico de pelo trigueño.

—Ya veo—Sakura se sentó en una banca cercana — No sabía que pudiera suceder eso, y a decir verdad es un poco extraño— murmuro la pelirrosa, siendo escuchada por Jun quien entestecía la mirada.

Sí, suelo ser una molestia tanto para Jun como para las personas que le rodean, soy más bien como una "enfermedad mental".

El pintor bajo la cabeza al suelo, solia ser rechazado por chicas al ser como era, pero ahora simplemente no quería perder a esa mujer, como había dicho era Jun (aunque al mismo tiempo no lo fuera) y compartían los mismos sentimientos por esa chica, no estaba listo para ese rechazo y menos Jun.

Soy un pervertido, salvaje, rebelde, falto de modales que goza con coquetear con las mujeres soy un cassanova que…

—No eres así— dijo Sakura— Ahora mismo te has comportado como todo un caballero, a mi opinión simplemente te estás presentando ante mí, porque a mí me gusta Jun— la pelirrosa se sonrojo como cereza.

Pero ahora que sabes que soy es un "fenómeno"¿Te he dejado de gustar?— pregunto con cierto temor, sentándose en la banca al lado de la chica.

—No—Sakura giro el rostro mirando los ojos tan quemantes como el fuego — Pienso que Jun es mi príncipe ideal, y ahora conociéndote, Jun tal y como es perfecto, eres perfecto así simplemente por existir — sonrió tiernamente.

El otro Jun se recostó en la banca dejando su cabeza reposar en el regazo de Sakura sorprendiéndola.

Puedo decirte que ahora me siento más tranquilo, te agradezco por aceptarme.— dijo, y entonces llevo su mano derecha al rostro de Sakura y le dio una tierna caricia. — Por favor, te pido que le digas lo mismo a Jun, nos gustas …. No queremos perderte.

El trigueño bajo la mano a su pecho dejándola reposar y poco a poco comenzó a cerrar los ojos mientras murmuraba.

Espero volverte a ver Sakura— y Jun callo aun profundo sueño.

— Dormiste durante un tiempo— termino de relatar la pelirrosa— Él nunca me hizo daño, simplemente tenía miedo que yo te rechazara por su existencia.

Jun sonrió y bajo la mirada, su otro yo quizás no era una maldición como siempre había pensado. Se levanto de la banca y le tendió la mano a su ahora novia.

—¿Te agradaría dar un paseo conmigo y después comer? — Pregunto.

La chica alzo el rostro y sonrió dulcemente haciendo brillar su verde mirada, tomo la mano de su novio y comenzaron a caminar por el jardín de los cerezos, el único espectador de la evolución de su romance desde su primer encuentro hasta donde ambos decidieron convertirse en pareja.

Mientras tanto en los vestidores todos los actores-cantantes estaban en su última prueba de vestuario y maquillaje, la chica encargada, Miyuki, por fin había terminado con los últimos toques de maquillaje de la cantante principal, su amiga Megumi.

La chica de pelo negro y ondulado dio un paso hacia atrás para ver bien su trabajo terminado con brochas de maquillaje en mano; frunció el ceño y entrecerró los ojos, luego se ilumino su rostro y mostro una gran sonrisa.

—¡Te ves increíble Megumi!—dijo, luego busco un espejo de mano en el tocador y se lo dio.— Estas hecha para este papel.

Megumi vio su reflejo; su rostro había sido casi similar al maquillaje al estilo japonés de una Maiko, dejando levemente el rostro pálido pero no llegando al blanco tradicional y sus ojos sombreados por un delicado rojo y labios de mismo tono pero brillante, su cabello fue ocultado dentro de una peluca de pelo negro y peinado de forma tradicional Momoware*.

El kimono Kuritomesode era de seda fina color rosa oscuro con mariposas bordadas en las mangas, el traje de una mujer casada.*

—Y aun no usas el Shiromoko, pero creo que para una obra sería más conveniente un Kakeshita*— Menciono Miyoki quien se tomaba muy a pecho su trabajo de vestuarista y maquillista principal de la obra. —Lo decidiré en cuanto termine de caracterizar a Daisuke, ¿Dónde se encontrara? Iré a buscarlo, en un momento regreso.

La chica salió por la puerta del camerino y Megumi comenzó a mirar los Kimonos que estaban destinados a ser usados en la opera, todos ellos habían sido prestados por los alumnos de la escuela; muchos eran de una calidad impecable y bien pudieron ser considerados obras de arte.

Un golpe se escucho en la puerta, la cantante giro el rostro topándose con Akiko y Daisuke.

—Megumi te ves preciosa— dijo la chica de pelo negro y lacio hasta la cintura.— ¿Verdad Daisuke?

—Definitivamente eres una hermosa Butterfly— dijo el joven de pelo castaño y ojos grises — Y ¿Qué tal me veo yo? — pregunto el muchacho de algunos 18 años, su traje era un uniforme de la marina americana color blanco.

Megumi afirmo con la cabeza y sonrió confirmando su buen aspecto, mientras que Akiko lo miraba despectiva — Aun te falta la caracterización completa.

—Puedo usar perfectamente la peluca rubia — murmuro el chico — pero pica demasiado el bigote y barba falsa, no quiero que Miyuki ponga esas cosas en mi cara.

—Lamento informarte gran capitán Pinkerton, necesita esas molestas cosas para estar en escenas—dijo la chica de pelo ondulado apareciendo detrás de los aludidos y tomando al joven Daisuke del oído llevándoselo a otro camerino.

Megumi miro alejarse a sus amigos del grupo de ópera, le recordaba un poco el comportamiento de Akira y Tadashi; suspiro esperando que su amiga estuviera bien. Noto cuando la chica del lunar leyó el nombre prohibido para ella y sabía lo que eso significaba. Los pies de la cantante se movieron por si solos mientras pensaban en el predicamento que se encontraba.

La chica de pelo castaño se encontraba confusa, quería proteger a su amiga y por eso le había declarado la guerra a Yahiro, aunque realmente no había hecho un gran movimiento en todo ese ía que ese chico le causo un gran daño en el pasado a su amiga, que no podía quedarse sin un castigo adecuado, pero…se sonrojo levemente recordando el pasaje que sucedió en romo ya hace casi dos años.

Un beso robado, una ilusión que floreció y marchito en segundos.

Sin darse cuenta llego al escenario, algunos tramoyista movían las luces del escenario para probarlas.

—Hola Megumi,— grito uno de los chicos desde arriba — ¿Podrías ir al centro del escenario?, Queremos ajusta perfectamente las luces.

La castaña afirmo con la cabeza y camino hasta el escenario donde la luz del reflector la ilumino. Al principio era blanca pero luego el color cambio a un rosa tenue, se imagino que su compañero uso un acetato para revisar los diferentes colores.

En ese escenario pronto cantaría para sus amigos, era la primera vez que podría mostrar su talento a susseres queridos. Miro los asientos vacios, e imagino que en la primera fila estarían todos sonriendo mientras ella comenzaba a cantar su solo, esa famosa canción de amor que sentía Butterfly por su esposo. Cerró poco a poco los ojos y pudo escuchar los instrumentos que daban la pauta para que ella pudiera cantar las notas.

Un bel dì, vedremo

levarsi un fil di fumos
dall'estremoconfin del mare. E poi la nave
appare. *

Los tramoyistas detuvieron sus tareas al escuchar la voz de la joven Yamamoto, habían tenido oportunidad de escuchar ese solo muchas ocasiones, pero ahora no era Megumi quien cantaba era la mismísima Cio Cio-san que buscaba volver a ver a su extranjero amado.

Poi la nave bianca
entra nel porto, rombail
suosaluto. Vedi? È venuto!*

Los alumnos se acercaron al escenario, Megumi mantenía los ojos cerrados mientras seguía entonando la canción, sonreía en donde ella misma imaginaba que volvía a ver al teniente. Sonreía juguetonamente imaginando que estaría en sus brazos otra vez.

Io non gliscendoincontro.

Io no. Mi mettolàsulciglio del
colle e aspetto, e aspetto gran tempo

e non mi pesa, la lungaattesa.*

Uno de los alumnos que no dejaba de seguir con la mirada a la chica cantante era el autor de los males, Yahiro miraba sin parpadear la imagen de la joven le recordó la primera vez que la escucho en el Coliseo, esa vez se habían colado a ese lugar de forma furtiva y le había obligado a la chica de casi quince años que cantara en ese gran lugar.

En esa ocasión Megumi pudo entonar perfectamente la conocida canción"O miobabbino caro*". Algo admirable si se lo preguntaban ya que esa menuda muchachita que nunca hablaba escondía la magia en su voz, y desde entonces deseo con toda el alma escucharla todo el tiempo.

El joven cerró los ojos, después de un tiempo molestándola logro que le hablara solo a él y que soltara su estúpida libreta, su voz, su hermosa voz solo le pertenecía a Yahiro o eso pensó hasta que descubrió que también la pequeña chica se sonrojaba y sonreía de forma tímida cada vez que mencionaba su nombre.

Ahora que lo pensaba por esa misma razón hizo aquello que no se arrepentía pero le condeno a no escucharla otra vez, la había besado al lado del rio, después decidió huir como un vil cobarde. Él amaba a Akira entonces ¿Por qué besaba a la pequeña ruiseñor? y cuando la volvió a ver no dejo de seguirla con la mirada de vez en cuando, deseando escucharla todo el tiempo pero también estaba ahí su dulce Akira, quien miraba sonriente a otro hombre.

Era un maldito desgraciado, todas sus acciones torcidas lo habían llevado a ese punto, ser un monstruo ante aquellas dos chicas, el amor de su vida y a la inocente con voz de ángel.

al primo incontro,
edeglialquanto in pena chiamerà, chiamerà:
piccinamogliettinaolezzo di verbena,
i nomi che mi dava
al suovenire

La voz de Megumi callo con las notas finales, todos los presentes comenzaron a aplaudir y vitorearla, la chica entonces pudo notar que había hecho y no le quedo más que sonrojarse furiosamente y hacer una gran reverencia como agradecimiento.

—Megumi, gracias a ti seremos un éxito— corrió Akiko abrazando a Megumi — Ya no puedo esperar para verte una vez más cantando.

—Se…Seremos un éxito gracias al esfuerzo de todos — dijo tímidamente la castaña recibiendo un aplazo de parte de todos.

—¡Nos romperemos una pierna!— gritaron todos al mismo tiempo.

Y a las afueras del teatro solo lograron escucharse las risas de todos los alumnos involucrados.

Por otro lado Hikari caminaba a paso largo siendo seguida por su prometido, el chico realmente se había formado una fantasía romántica en su cabeza cuando supo que el mundo estaba jugando en su contra. Primero al salir del teatro cuatro chicas se les acercaron alegando que deseaban sacarse una foto con la pareja legendario de Japón.

Tuvieron que esperar casi media hora hasta que ellas lograron la foto perfecta con su gran y moderna cámara fotográfica de metal.

No lo había tomado a mal pero le habían quitado preciados minutos con su prometida, esperaba que se les velara los negativos*

Después de eso al estar cruzando los jardines en dirección a la famosa oficina de los maestros se encontraron con… ¿Un Mariachi? Sí, eso era un Mariachi, como esos que solo se encuentran en un país latinoamericano llamado México. Eso sonaba exótico y extraño,¿Quien en su sano juicio lleva esas cosas a un evento cultural? Su prometida como siempre, no se quedo quieta y miro embelesada el exótico grupo musical, la música era increíblemente animada y usaban instrumentos diferentes de cuerda y viento como trompetas.

El cantante principal era un hombre de edad madura, gran bigote, piel morena y ataviado por un traje conformado de un pantalón y sacocorto de color negro adornado con hilos de plata y un sombrero de ala muy ancha también adornado con complicados adornos; sonreía abiertamente a los alumnos curiosos que miraban extrañados.

Levanto la mano y sus compañeros posicionaran sus instrumentos para continuar con otra canción, pero algo era diferente en esa ocasión, de la nada aparecieron 10 parejas bailando al ritmo de la música, las mujeres tenían largas y vaporosas faldas adornadas de listones de barios colores, en el cabello también tenían gran cantidad de listones, mientras que los hombres vestían casi similar a los que tocaban los instrumentos pero no usaban el saco decorado, los bailarines se notaban que eran extranjeros por sus facciones y la maestría con la que mostraban sus bailes tradicionales.

Miro a su prometida quien sonreía ampliamente, parecía que le encantaba ver cosas nuevas.

Las parejas terminaron de bailar la pieza cuando las mujeres salieron de la pista para dar paso a los jóvenes que se quitaron el sombrero, amarraron en sus cabezas un pañuelo rojo y tomaron unos enormes cuchillos.

Entonces comenzaron a bailar balaceando los instrumentos de metal, alzaban una pierna pasando los cuchillos por debajo haciéndolos chocar entre sí, luego con rápido movimiento bajaban las piernas y volvían a chocar el instrumento de metal sobre esta para luego llevaban sus manos a la espalda para volverlos a chocarlos, todo esto mientras hacían una coreografía donde todos se movían a escasos centímetros unos de los otros los cuchillos estaban perfectamente sincronizados con la música de los violines del mariachi *

Un baile peligroso, muy peligroso.

Eso pensaba cuando dejaron de bailar y uno de los más jóvenes hablo de forma cortada y mala pronunciación una frase que deseo nunca escuchar.

— ¿Al… Algun espectador que…que quiera intentar este paso de baile?—

Sudo frio cuando la pelinegra de su lado alzo la mano y camino hasta uno de los bailarines, tomo los dos cuchillos mirando sonriente su brillo plateado.

— Estoy muy emocionada — dijo la pelinegra a uno de los bailarines — Hare mi mejor esfuerzo— Mientras la chica acomodaba la falda del kimono para que dejara libre un poco mas piernas.

—Yo también lo hare — dijo rápido Kei colocándose al lado de su prometida (no la dejaría sola con esa proeza) y tomando también los instrumentos, como temió estaban afilados, eran cuchillos reales.

Takishima suspiro a lo bajo el recordar lo que paso después preferiría borrarlo de su memoria, simplemente sabia que a partir de ahí necesitaba visitar a un peluquero, la sirvienta que le ayudaba con su ropa tendría que pasar mucho tempo zurciendo la camisa y que su prometida encontró un nuevo gusto por las armas blancas, ahora no paraba de hablar que practicaría el arte de la Katana.

Agradecía que su rostro no mostrara sus emociones porque si no estaría riendo histéricamente cuando Hikari le confió esa gran que cuando se casaran la encerraría en una vitrina por su seguridad, era demasiado peligrosa para ella misma.

La pelinegra se detuvo de pronto, Kei suspiro nuevamente ¿Quéotra cosa apareció en su camino?¿Un gran dinosaurio emergía del mar e iba a destruir Tokio? O espera ¿Acaso una polilla gigante?

Miro y pudo notar que ya habían llegado a su destino (después de casi dos horas), muchos alumnos tomaban volantes y programas de una mesa, mientras una alumna animaba a que los alumnos asistieran a la cena de esa noche donde continuarían con música extranjera.

Kei camino a la mesa para tomar el folleto mientras Hikari tomaba otro y comenzaba a leer, no le interesaba una cena y menos si volvían a ser participes esos bailarines con armas mortales.

—No olviden ir a la cena de hoy que se realizara en el jardín principal — dijo la chica — Será presentado un grupo interprete de bolero cubano, la música más romántica de América habla hispana ¡Lleven a sus parejas!— finalizo la joven y el castaño replanteó la idea de asistir.

Quizás la música exótica no le defraudaría en esta ocasión.

La hora de la comida se hizo presente y los alumnos comenzaron a llegar a la cafetería de la escuela que en esa ocasión ofrecían platillos extranjeros. Hikari gracias a los programas se entero que cada día de la semana estaban dedicados a diferentes países o continentes del mundo, en esta ocasión se decidieron por la lejana America concentrándose específicamente en Latinoamérica.

El día siguiente seria dedicado a Italia y Grecia, el miércoles seria una temática totalmente japonesa, el jueves a la India y otros países de medio oriente y por último se tomaría a consideración al país Francés.

Miro a su prometido de reojo; era extraño, pero se sentía increíblemente cómoda a su lado, nunca pensó que el chico que ella creía que no tenia alma, logro bailar perfectamente un complicado paso con dos armas metálicas, ella apenas y logro hacer unos cuantos pasos sin dañar mucho su (una de las criadas de la casa femenina) le gritaría por haber cortado el kimono, pero preferiría ignorar eso por el momento.

Cuando se acercaron a la barra donde se exponía la comida noto gran cantidad de líquidos espesos, todos los platillos tenían un pequeño letrero indicando como se llamaba el platillo y el país de origen. El líquido en los platos eran salsas usadas para la comida mexicana que estaba a su lado.

Luego vio preparaciones de diferentes carnes y verduras incrustadas en una espada, esa era comida típica de Brazil.

Hasta que llego a carnes en asado y empanadas típicas argentinas, tomo unas cuantas realmente deseaba probar algo nuevo.

Cuando vio que Takishima tomo un plato de una sopa que se leia era tradicional chilena camino a una mesa y se sentó en ella seguida por el chico castaño.

A los minutos de degustar los alimentos exóticos pudo ver a lo lejos que Akira llegaba al lado de Tadashi. La chica se notaba más tranquila. "Realmente solo necesitaba aire fresco", pensó Hikari sintiéndose un poco arrepentida por el hecho de que ella se divertía mientras su amiga se encontraba enferma. La pareja saludo y se dirigieron también a la barra de comida.

Cuando por fin los cuatro se encontraban sentados en la mesa, Akira comenzó a ver de forma extrañada a su novio, y es que el chico había tomado una gran cantidad de comida mexicana y no se detuvo en bañarla con las famosas saldas y una en especial de color rojo brillante. Su sentido del olfato sabía que no era buena idea y algo malo ocurriría.

—¿Estás seguro de comer eso?— pregunto la chica de cabello corto, esperando que su novio se diera cuenta del peligro. — he escuchado que esa comida es un tanto picante.

—Tonterías — dijo Tadashi— He comido gran cantidad de comida picante y esto no será nada.

Y como si la corazonada de Akira fuera una predicción,al momento de que el joven comió el primer bocado comenzó a sudar y su piel a tornarse roja; de sus ojos salían gruesas lágrimas, y rápidamente el chico glotón se levanto del asiento y corrió a la salida de la cafetería.

Akira rodo los ojos, eso realmente no le causaba novedad. Rápidamente busco una botella de agua y salió a buscar a su torpe novio, dejando a la pareja más famosa del Japón solos nuevamente.

—Menos mal que me decidí por otro tipo de comida — Murmuro la pelinegra mirando la puerta donde habían salido sus amigos, para que a los pocos minutos aparecieran el tímido Jun caminando al lado de Sakura.

En los pasillos los alumnos encargados de la opera salía uno a uno del teatro algunos cargaban unos cuantos volantes que anunciarían su obra.

—Este ensayo fue el mejor de todos — dijo uno de los jóvenes tramoyistas — Si no supiera que solo somos alumnos de una escuela juraría que son actores profesionales. Sobre todo por la gran actuación de nuestra protagonista — y los alumnos miraron a la tímida chica que caminaba a la maquillista Miyako.

Todos sonrieron cuando Megumi dejo ver un leve sonrojo en su rostro para luego seguir con su camino. La chica castaña entonces noto que no tenía su libreta y comenzó a buscarla en su mochila.

— ¡Oh! mira ahí viene el joven Saiga — menciono Akiko quien se quedó al lado de Miyako y Megumi provocando que la ultima soltara la libreta que recién había sacado del bolso.

Por inercia la trigueña bajo la cabeza y busco agacharse pero cuando iba a tomar el cuaderno vio que una mano masculina la levanto y luego otra la tendía a ella para que se sujetara. Megumi alzo la cabeza topándose con la mirada penetrante de Yahiro.

La chica miro a otro lado y se levanto ella sola, luego lo volvió a ver al joven de los ojos e hizo un ademan para que Yahiro le regresara la libreta, por unos segundos la trigueña noto el fuego juguetón en sus ojos. Ese mismo brillo que aparecía cada vez que quería jugarle una broma pesada, eso ocasiono que le arrebatara rápidamente la libreta.

—¿Vio el ensayo? — pregunto Miyako, que ignoraba la guerra de miradas que enfrentaba su amiga y el chico — Se que usted solo se encargaría de tocar algunas piezas con el violín, pero en esta ocasión fue maravilloso.

El joven con cabello rosado sonrió alentando el monologo de la joven.

— Logre ver el solo de la señorita Yamamoto, su actuación fue impecable — la joven frunció el seño, ahora la elogiaba — y señorita Kitano, usted logro una magnifica caracterización.

—Muchas gracias, por cierto ¿Nos acompañaría a comer? — Miyako miro a sus acompañantes de forma cómplice, era secreto a voces que la chica no le era indiferente aquel joven — Escuche que servirían platillos exóticos.

—Seria un placer tenerlo como acompañante — intervino Akiko animando a su amiga.

Saiga miro a la callada trigueña de reojo notando que no estaba para nada feliz con su invitación — Me encantaría ir con ustedes señoritas — y comenzaron a caminar a los comedores.

Cuando llegaron a los comedores Megumi vio a sus amigos Kei y Hikari sentados en la mesa junto con su hermano y Sakura, todo había salido a pedir de boca y se alegraba por su mellizo, inconscientemente camino a esa mesa olvidado a sus compañeros de elenco quienes justamente caminaban a una mesa cercana de ellos.

—Megumi, aquí —Hikari se levanto de su asiento haciendo señas a la castaña a pesar que ella caminaba directamente a ellos.

Cuando la cantante llego a la mesa su hermano y su acompañante la miraron fijamente; ella sonrio radiante, bendecía esa relación.

Jun miro que su gemela se sentaba a la mesa y sonreía al verlos agradecía mentalmente por eso, y cuando le dijera que sabia su secreto y que lo acepto seria una noticia que alegraría más a Megumi.

Sakura se sintió tranquila, quien diría que después de todo el alboroto que causo con su llegada ahora se encontrara en la misma mesa de su exprometido, la prometida de este que por cierto fue quien desconfió en el primer momento de saber su existencia y ahora admiraba mucho, el chico de sus sueños y…recorrió la mirada al comedor de alumnos que disfrutaban los alimentos entre sus amigos notando la melena de color peculiar.

Era Yahiro, vaya no lo había visto llegar, pareciera que estaba con su compañeros de teatro, pronto se levanto y camino en dirección al bufet.

Jun en ese momento le toco el hombro, preguntándole si gustaría una bebida en especial. Ella sonrió, su ahora novio era realmente un príncipe.

—Prefiero acompañarte — dijo Sakura levantándose de su asiento y notado que su cuñada, que palabra tan particularmente especial, olvido traer comida — Yamamoto san — Megumi volteo con la pareja — ¿Gusta que traiga algo de comer?—

La trigeña miro la mesa notando la falta de plato, olvido completamente traer comida, se levanto rápidamente e hizo la seña de ir con ellos al bufet.

Unos minutos después la joven se encontraba en la mesa de bebidas sintiéndose en total alerta, y es que Yahiro estaba a escasos 60 cm de ella, si se le acercaba más le daba un pisotón.

Cuando de la puerta apareció una figura muy conocida por ella, Akira, quien rápidamente camino a la mesa donde estaba ella se pudo del lado izquierdo de la trigueña buscando algo en especial. Cuando lo vio tomo una enorme cartón de leche sonriendo triunfante.

—Oh, hola Megumi no te vi — la chica del lunar sonrió a su amiga notando entonces que alguien del lado derecho se erguía al escuchar su voz.

Instintivamente su rostro se puso pálido, llevo su mano izquierda a la mesa para sostenerse, la persona que menos quería ver en la tierra estaba ahí, a escaso un metro de ella.

La trigueña agrando los ojos al notar el semblante y la repentina mudes de su amiga; giro la cabeza a su derecha. Yahiro también tenía un semblante desecho. Su peor miedo se cumplió, su querida amiga se topo con el hombre más cruel de la tierra.

Camino un paso alejándose de ellos, la tensión era cada vez mayor, aunque afortunadamente nadie de la cafetería notaba algo extraño, simplemente ella era la observadora de una escena que era el preludio a una tormenta. ¿Akira saldría corriendo o acaso sería capaz de abofetear al hombre que a traciano hace años?

Yahiro simplemente veía fijamente a la pequeña figura de la mujer que mas a amado, tanto tiempo había soñado en verla, la mayoría de las veces ella lloraba o sonreía tímidamente diciendo que ella lo amaba, cosa que sabia no pasaría en cambio la realidad era esa. Akira lo miraba sin creerlo sus enormes ojos lo reflejaban como un pequeño cervatillo temeroso viendo su cazador.

Pero rápidamente dejo de ver los ojos de la chica para ver una mirada de protección y odio, era la mirada de Tadashi quien se había puesto enfrente de Akira, el guardián aparecía.

Él dejo de figurar desde hace años en ese espacio…debía marcharse, dio un paso hacia atrás.

—Espera…— la voz bajita de la chica de pelo corto, moviéndose de tras de la figura de su novio quien la miraba sorprendido —Tengo que hablar contigo…te veo a las 7:30 en el jardín del lado sur —

El Joven Saiga asintió a lo bajo retirándose del comedor, ya no sentía hambre.

—Akira tu…— Tadashi tomo los hombros de su novia quien lo veía fijamente.

—Debo enfrentar mis demonios Tadashi, esta es mi lucha por eso te pido que no vayas.

Sin más la joven tomo el cartón de leche de la mesa y se lo dio a su novio — Y ya no quiero hablar de ese tema.

La trigueña que simplemente fue la espectadora silenciosa supo que esa advertencia era también para ella pero tenía una corazonada que aquel monstruo…

La tarde continúo con relativa calma, los chicos caminaban de espectáculo en espectáculo dentro de las diferentes exposiciones,siendo deleite para la pelinegra y tortura para su prometido, hasta que el ocaso comenzó a rosar las montañas.

Señal que pronto comenzaría la famosa noche romántica de boleros cubanos, cosa que Kei esperaba con ansias y le servía como bálsamo para soportar las locuras que hacia su prometida:

1.-Tocar una guitarra correctamente, cosa que no salió tan biénpara los pobres escuchas.

2.-Tratar de cocinar perfectamente bien una espada brasileña... se quemaron un par de manteles por eso.

3.-Elaborar un juguete de madera y no solo eso, usarlo…casi le saca un ojo a una persona con un trompo.

Cuando el reloj principal comenzó a marcar las siete en punto el grupo de amigos comenzó a separarse para cada uno marcharse a un lugar diferente; Jun y Sakura se dirigieron a la exposición de pintura que habían dejado abandonada todo el día, el pintor tendría que dar una larga disculpa a sus compañeros.

Akira y Tadashi actuaban un tanto extraño desde la hora de la comida y dijeron que se irían a casa temprano, Megumi por su parte dijo que iría a encontrarse con unos amigos del teatro.

Dejando (para el deleite de Takishima) a la pareja más reconocida del Japón solos.

—Ahora vamos a…— Hikari tomo el folleto—…que te parece el baile del fuego de…

—Oh no señorita número dos, en esta ocasión me toca a mí escoger el evento — Takishimasonriótriunfal al ver el seño fruncido de la chica.— No me mires así, de seguro te encantara—

—Bueno, seré justa yo he decidido a donde ir y que ver todo el día, creo que una corta sesión no sera mala— murmuro la pelinegra.

— No se diga más— El joven castaño tomo la mano de su prometida para guiar su camino, sin notar el semblante de sorpresa que tenia la joven.

El camino al jardín principal no fue para nada largo pero al joven le pareció lo más perfecto que pudo pasar, desde que llevaban de prometidos nunca se habían tomado de las manos como una pareja normal; sabía que la mano de su prometida era pequeña y suave. Su calor aumentaba de a poco cosa que le llamo la atención, miro de reojo a la chica topándose con el rostro levemente sonrojado.

En ese momento Takishima sintió gozo, Hikari, señorita número dos, auto proclamada feminista rival que lo odiaba por forzarla a un matrimonio, estaba actuando de forma tímida y no solo eso, ese acto de tomarle la mano le había alterado al punto de que ella se volvió consciente de que solo las parejas hacían eso.

Cuando llegaron al jardín se pudo ver un peculiar acomodo donde alrededor de treinta mesas pequeñas con solo dos sillas se establecían en el cetro mientras que a un lado del jaldin sobre salía un escenario no muy alto con asientos y unos micrófono de pie.

Poco a poco algunos sirvientes comenzaron a llevar pequeñas velitas a las mesas para encenderlas y esperando que las parejas decidieran suslugares.

Poco a poco algunos alumnos se sentaban apenados en esos lugares íntimos, también llegaban algunos maestros con sus respectivas parejas, alumnos de otras escuelas y hasta personas del pueblo que emocionados aceptaban la invitación de la escuela de puertas abiertas.

Takishima miro una vez más a su prometida que no dijo ninguna palabra en largos minutos, apretó un poco la mano de la chica para llamar su atención y guiarla a una mesa céntrica casi enfrente del escenario.

Como todo un caballero invito a la chica a sentarse moviendo una silla para luego acomodarla, para después sentarse él en su lugar perfectamente al lado izquierdo de Hikari.

A los minutos llego un sirviente, que reconoció al instante como Finn que apurado llevaba unos volantes que dejaba en las mesas.

—Hola — saludo del sirviente — Estos son los programas de las canciones que serán parte del show — dijo el chico entregando un volante para cada uno — viene la traducción de la letra y sus autores.—

Finn al terminar de explicar dio una ligera reverencia y continúo con su labor para así terminar de entregar los volantes antes de que se anunciara el inicio del evento.

Hikari releía las canciones, sus nombres y algunas frases, la mayoría hablaba de amor, cosa que le hizo recordar el acto que acababa de sufrir: Takishima, el heredero sin emociones, ogro egocéntrico le había tomado la mano como si fuera una pareja de enamorados tranquilamente… Se sintió terriblemente extraña, muchas veces tuvo cercanía física con el chico por lo regular cargándola pero en esa ocasión solo fue un simple apretón en su mano; sentiasu calor, la enorme mano cubría la suya gentilmente despertando en ella una emoción nueva: una fiebre, nerviosismo, miedo, un poco de alegría. Su corazón comenzó a latir más rápido de lo normal.

Necesitaba tranquilizarse, estaban en pleno Mayo y las flores comenzaban a esparcir su polen, quizás lo que le estaba pasando era gripe ocasionado por eso… Si definitivamente era eso y nada que ver con ese chico que estaba a su lado… Mañana mismo iría al médico, si, definitivamente.

Las luces de las lámparas comenzaron a desaparecer de a poco alrededor del jardín, dejando solo como iluminación las luces del escenario y de las velas, cosa que la mayoría de las agradecían por crear una atmosfera perfecta para el romance.

El sol solo dejaba sobresalir un par de destellos para marcar la entrada de la luna, pronto serían las 7:30 según marcaba la gran torre del reloj.

En un jardín más alejado de todo el romanticismo, una reunión pospuesta estaba por comenzar; una pequeña figura femenina se encontraba de pie en medio de las flores y arboles, los únicos testigos de su lucha o ella pensaba, ya que una chica de pelo largo la veía escondida entre los arbustos.

Megumi respiraba inquieta; tenía miedo, aunque no sabía realmente de que, solo tenía en mente que debería estar presente como espectadora en ese lugar, saber el desenlace…

Entonces vio la figura conocida de Yahiro que caminaba a paso lento para llegar con Akira, quien solo espero paciente hasta que estuviera a un metro de ella.

—Hola— saludo la joven dama ante el recién llegado.

El chico se contuvo de respirar, pero luego saco ese aire que había contenido para contestarle a la chica de sus sueños.

— Hola Akira.

La chica de cabello corto sonrió, nunca pensó en todos los escenarios imaginarios que le cruzo por la cabeza después de dos años sentir lo que sentía en ese momento… ahora todo estaba claro.

Esta noche era perfecta el clima cálido danzaba entre la hierba, las nubes apenas si eran visibles ante el cielo que poco a poco se cubría de estrellas y daba paso a una pequeña luna creciente.

La noche perfecta para dejar atrás los engaños.

A quien engañaba con su rostro sin emociones, esta era la noche perfecta de ese endemoniado día cultural, la atmosfera era perfecta, su prometida era consciente de él (por fin después de tantos meses), la música era un deleite de sentimentalismos y seducción latina y la primera canción según el folleto tenía una letra tan precisa a su vida y la de su prometida que estaba a punto de ir a abrazaral organizador.

Los músicos uno a uno fue tomando sus asientos en el escenario, una orquesta completa con diferentes instrumentos de viento, una batería, violines, contrabajos, guitarras un arpa y noto un piano que se encontraba mas al fondo.

Los aplausos comenzaron cuando un hombre que a leguas se notaba que era latinoamericano por su piel tostado bigote delgado y su traje negro camino hasta el centro en el escenario y tomo el micrófono, con un perfecto japonés comenzó a hablar.

—Buenas noches Damas y Caballeros, les doy la bienvenida a esta mágica velada de notas latinas, de dulzura del amor, el cruel abandono, los sueños utópicos, espero en mi corazón que solo disfruten y solo lágrimas de dicha rueden por sus rostros…comencemos con Rayito de luna de ChanoUreta, disfrútenla —

La orquesta comenzó a tocar unos finos acordes con las guitarras para luego dar paso a un par de maracas y notas de pianos.

El presentador paso a cantar la letra en su idioma original mientras que algunos presenten seguían la letra traducida

Como un rayito de luna

Entre la selva dormida

Así, la luz de tus ojos

Ha iluminado mi pobre vida.

Takishima mientras tanto no dejaba de ver el rostro de su prometida quien miraba atentamente la letra, esas palabras tan dulces, tan ciertas.

Tú diste luz al sendero

En mis noches sin fortuna

Iluminando mi cielo

Como un rayito,

Claro de luna

Megumi escucho la música lejana en un idioma diferente, pero solo podía atender a la imagen que aparecía ante sus ojos.

—Yahiro, yo realmente te desprecie por todo lo que paso aquella vez — la joven del lunar hablo directamente — heriste terriblemente mi corazón, traicionaste mi confianza, fuiste un monstruo…

La figura del hombre poco a poco decaía ante todas las palabras dichas, tenía tanta razón y el peso caía poco a poco en sus hombros.

—Manipulaste todo a tu antojo, desterrando el cariño que te tenía, quedando en odio, miedo, dolor, pánico…— continuo la joven con un timbre quebrado.

Que daño le había hecho

—Y, a pesar de todo eso… — Akira hizo una gran pausa la cual al joven le pareció la por tortura, peor que las palabras ya dichas.—Te perdono.

Yahiro levanto el rostro asombrado ¿Escucho bien?

La castaña miraba aunmás asombrada la pareja, nunca pensó que su amiga lograría decir esas palabras ante el chico que la trato tan mal e incluso le ocasiono un gran trauma que arrastro por años.

Estaba tan sumergida en sus cavilaciones que al sentir una cálida mano en su hombro estuvo a punto de gritar pero solo dio un saldo y miro al autor de esa maldad.

El rostro extrañamente serio de Tadashi se mostraba entre las sombras.

—No debiste venir —dijo bajito el chico mirando de a poco a la pareja que se encontraba más alejada.

Megumi hizo una mueca dando a entender que se supone que tampoco el mismo debía de estar ahí.

Tadashi sonrió por lo bajo — Akira es una increíble mujer, llena de energía, capaz de lograr lo que ella se proponga…realmente no puedo entender como un idiota como yo esta a su lado y no solo eso, que logro obtener su corazón.

La castaña no entendió a que venía ese extraño monologo, pero entonces la voz de Akira volvió a ser participe en el cuadro.

—Hoy soy capaz de verte por primera vez en mi vida, de ver a tu verdadero yo, Yahiro.

La joven del lunar sonrió dulcemente.

— Y veo que no eres un demonio, simplemente te guiaste por tus emociones, por lo que pensabas correcto, y lo correcto para ti fue liberarnos a ambos de algo que no iba a funcionar.

Yahiro agrandaba más los ojos ante la declaración de la mujer,¿Acaso ella descubrió lo que realmente hizo aquella vez?

Akira respiro profundamente, las manos le temblaban; hablar con tanta sinceridad era algo muy complicado.

— Y lo correcto para ti fue romper nuestro compromiso, nuestros lazos, ya que sabias en tu interior que ambos no seriamos felices ¿Verdad? Que solo podríamos vernos como amigos y no como amantes, terminaríamos al final odiándonos y perderíamos incluso los recuerdos de infancia que valoramos hasta ahora.

Yahiro tomo una gran bocanada de aire, ¿que los dos no serian felices?El hubiera sido el hombre más feliz de la tierra si ella fuera su esposa, pero… Pero.

—Sí, tienes razón —el joven sonrió tristemente — Ambos éramos jóvenes y sabia que a pesar de nuestra amistad no sería fácil o más bien casi imposible lograr la felicidad como pareja de esa índole.

Bajo la mirada, esa era mentira, mentira como todas las palabras que le ha dicho a esa hermosa joven, mentira como todo lo que sabe corazón del chico se rompía de a poco, ese era su último engaño ante esa mujer, la amaba tanto que prefería dejarla ir.

—Se que yo debí…— entonces el joven sintió un suave tacto en su mejilla, era la mano de Akira, y por inercia alzo la mirada topándose con los enormes ojos de la mujer, que poco a poco comenzaban a formar lagrimas.

—Es tiempo que liberes tus culpas Yahiro.

La mano de la mujer era tan cálida, era agua bendita que le escaldaba a su piel de demonio.

— El daño que hiciste ya está en el pasado y hasta yo misma tuve que ver con todo esto. Te causé heridas al dejar todo el peso sobre ti; esa chica que estaba a tu lado era la persona que querías y yo no, siempre pensé en ser una víctima de las circunstancias, pero… Realmente contribuí a todo. Yo quería un compromiso obligado haciendo que la chica que querías sufriera, ahora entiendo porque su odio en la fiesta. Me siento culpable por no poder dejar que seas feliz.

El joven de pelo peculiar ahogo una exclamación, ¿Ella también sentía culpa? Por Dios, ella no hizo nada, el solo hizo todo el solo dejo que todo pasara, y dejo que esa chica de quien ya ni recordaba su nombre hiciera tal bajeza... ¿Por dios cree que la amaba?¡Solo le pago para que ella hiciera un escándalo! Que por cierto la muy sádica lo desarreglo en ropa y cabello antes de entrar al salón y pasó lo que se conoce como el escándalo del siglo. Él no movió ni siquiera un solo dedo mientras la humillaban.

— Yo te he perdonado de todo, perdónate tu mismo…busca tu propia felicidad, es cruel seguir cargando un peso que no te pertenece — finalizo la joven cerrando los ojos, dejando caer esas lagrimas retenidas pero luego sonriendo tiernamente.

Y ahí es cuando por primera vez Yahiro Saiga dejo caer su máscara de apatía, su garganta se formo un nudo que no dejo salir ningún tipo de sonido, Akira sonrió para evitar dejar salir otra lagrima.

La música de fondo cambio a una canción tan dulce como terriblemente cruel para ese momento.

Solamente una vez

Ame en la vida,

Solamente una vez

Y nada más

Una vez, nada más

En mi huerto brillo la esperanza,

La esperanza que alumbra el camino

De mi soledad.

Como le pedía esa chica tal acción como buscar su propia felicidad si ahora mismo se mostraba como un despojo de hombre, primero la uso a ella, luego huyo de ella cuando más lo necesito.

Una vez, nada más

Se entrega el alma

Con la dulce y total

Renunciación.

—Yo solo te pido eso, se que será difícil para ti — continuo Akira — Pero sé que lograras aquello que te pido de forma egoísta, ya que yo realmente te quise como mi amigo.

Y al terminar de decir esas palabras la chica quito la mano del rostro del joven, acto que para él era como si le quitara una muleta que le ayudaba a estar de pie.

Megumi respiraba con dificultad, todo esto era surrealista, pero entonces la voz baja y seria de Tadashi adentro por su oído.

— Y este idiota, a pesar de que sabe que en un futuro quizás pierda esa preciosa mujer…— Megumi giro la cabeza al chico— No, se que en un futuro este pobre diablo no será capaz de estar a la altura de Akira, pero ahora, solo ahora le daré todo de mi, a la chica que está comenzando a volar por sí misma para que tome más fuerza y logre todo lo que se propone…¡Y eso bastara para mí! ¡Hoy soy el único apoyo que tiene!

Al terminar de decir esto, la castaña logro ver que Akira salía corriendo del jardín dejando solo a Yahiro, para cuando Tadashi salió corriendo en dirección a donde se había marchado su novia.

La joven cantante miro entonces al chico que había quedado ahí, el que antes fue un hombre orgulloso.

En este momento ella era la única que quizás, que tan solo quizás podía dar todo de si…para que el pudiera levantarse y pudiera lograr su felicidad.

Salió de su escondite con paso temeroso, camino hasta donde Yahiro por fin atino a desplomarse, ya no valía su orgullo, su porte, su titulo…solo era un despojo de lo que antes ó su esperanza su amor, su vida…Escucho las palabras que él sabía que serían dichas, pero vaya que lo destrozaron por dentro.

Escucho unos pasos entre la gravilla. ¿Quién era aquella persona que venía a ver su desdicha? No importaba, realmente si eso les complacía se los dejaría fácil, entonces los pasos se detuvieron frente a él, y pudo ver un par de sandalias de mujer, miro un poco mas y era un kimono femenino...una chica.

¿Quién?

Y alzo la mirada encontrándose con el rostro sereno de un ángel con una preciosa voz.

— La velada es maravillosa,¿No crees Ryuu?— exclamo Finn, tomando en sus manos uno de los volantes que anteriormente estaba repartiendo entre las mesas. — Es una suerte poder escuchar música tan exótica.

El joven sirviente solo atino a sonreír y acariciar la cabeza de su amigo.

—Si es una suerte — luego miro de reojo el programa, la siguiente canción:Aquellos ojos verdes.

—Una canción que habla del color de mis ojos — sonrió complacido el pequeño sirviente rubio — ¿Que dice la letra?

Fueron tus ojos los que me dieron, el tema dulce de mi canción, tus ojos claro sereno, ojos que han sido mi inspiración — leyó Ryuu la letra de la canción que se escuchaba, sin notar que Finn se incomodaba cada vez más por la cercanía tan forzada que utilizaba su amigo al leer la hoja — Aquellos ojos verdes, de mirada serena, dejaron en mi alma, eterna sed de amar.

Ryuu termino de leer en esa frase y luego dio una larga mirada al chico de ojos verdes a su lado — Es una buena canción, una declaración de amor muy directa a mi opinión — la voz ronca del sirviente mayor tomo un tono extraño, profunda, cargada de emociones. Finn a los años que tenía de conocerlo nunca supo que su amigo podía lograr con solo un susurro provocarle escalofríos en la espalda.

—Si...No es una canción sutil de amor — afirmo el rubio, caminando un largo paso para separarse del contacto de su amigo — ¡Oh mira!, esta canción la conozco — cambiando rápidamente de tema y mostrándole el folleto con las manos muy separadas de su cuerpo para que así el pelinegro no se le ocurriera nuevamente invadir tanto su espacio personal.

El presentador termino de cantar y al acto los aplausos no se dejaron de escuchar.

El hombre hizo una reverencia, para luego tomar el micrófono.

— Para la siguiente canción quiero pedirle ayuda a una magnifica compañera que ustedes, al igual que yo, adoraran su interpretación. ¡Por favor denle sus aplausos!

El público comenzó a aplaudir y entonces, a paso ligero llego una mujer pequeña de curvas pronunciadas que se mostraban perfectamente en un vestido largo de color rojo, que resaltaba más gracias a su piel oliva y su pelo rizado color ébano.

Las finas manos de la mujer tomaron el micrófono y pronuncio abriendo sutilmente sus pequeños labios rojos. —"Bésame mucho" de Consuelito Velázquez.

El piano comenzó a tocar esos acordes seductores y tranquilos típicos de la canción seguida por una guitarra; una canción tan conocida por su letra añorarte, de una plegaria al ser amado.

Bésame, bésame mucho,

Como si fuera esta noche

La última vez

La voz de la cantante era perfecta para esa canción; su ruego de un beso era simplemente un regalo para los oídos, los escuchas se encontraban en un trance que solo era roto por algunos suspiros esporádicos ocasionados por la canción.

Bésame, bésame mucho,

Que tengo miedo a perderte

Perderte después.

¿Por qué ella estaba ahí? ¿Por qué precisamente en ese fatídico momento? Se preguntó Saiga, al contemplar a Megumi frente a él.

Quiero tenerte muy cerca,

Mirarme en tus ojos,

Y tenerte junto a mí.

Los ojos de la trigueña eran limpios, solo podía verse reflejado el ente caído que era en ese momento, maldita sea, ella no debía de estar ahí, era la chica con la que solo juega.

Megumi se inclinó ligeramente frente a Yahiro, el cual aún no podía emitir ningún tipo de sonido.

Sus pequeñas manos tomaron ambos lados de su rostro; el tacto era diferente al de Akira, ese se sentía como roció fresco ante su piel.

Piensa que tal vez mañana

Estaré muy lejos,

Muy lejos de ti,

Un ruego, una petición….la joven trigueña acerco el rostro al chico, sin palabras, sin permiso, solo un ruego lejano que se ha cumplido en ese jardín apartado de las miradas.

Bésame, bésame mucho.

Que tengo miedo a perderte

Perderte después.

Solo por hoy… un beso, tímido, sincero… Un bálsamo para un corazón roto.

Un preludio a un futuro incierto.

.-.-.

La oscuridad era su carcelera en ese mar de nada, ya había tenido una experiencia similar en un momento en su infancia, en esa ocasión había nacido como tal su famosa otra personalidad, el psiquiatra en ese tiempo le dijo a sus padres que había sido una especie de representación donde su inconsciente dividía sus instancias mentales tras el fallo en la sesión de hipnosis, cosa que hasta la fecha no lograba entender.*

Inconsciente: Término Psicoanalista para designar parte del aparato psíquico (mente) donde se almacena la información más oculta como: deseos, instintos y recuerdos reprimidos.

Entidades mentales: (psicoanálisis) La mente está dividida por tres Instancias (partes) Mentales Ello (id) yo (ego) y súper yo (súper ego) donde en cada uno de ellos residen las características personales:

Ello (Id): En él se encuentran los deseos y pulsiones más primitivas (hambre, sexo, placer)

Súper yo (súper ego): Es la parte contraria del ello, ahí se concentra la moralidad, ética y reglas (formado a partir de la cultura y enseñanza).

Yo (ego): Es la instancia mediadora de los otros dos, cumpliendo las pulsiones del deseo del ello de forma realista al mundo exterior y las exigencias del súper yo (el moderador).

Una sonrisa melancólica cruzo por el rostro del artista ¿Quién era?, nadie nunca se molesto en saber si era alguien más simplemente le llamaban "el otro", bueno solo el que lo desabrió en primer lugar lo llamaba de forma diferente el psiquiatra italiano.

Me conocen como "el otro" pero alguna vez me llamaron "Id" — respondió el castaño con su fría mirada fija a los arboles de cerezo en pleno verdor.

Como ya mencione, el Psiquiatra que atendió a Jun le pareció que su otra personalidad era la manifestación encarnada del ello (donde residen los deseos) así que lo llamo de esa manera, por eso es un seductor por naturaleza.

Megumi vio su reflejo su rostro había sido casi similar al maquillaje al estilo japonés de una Maiko, dejando levemente el rostro pálido pero no llegando al blanco tradicional y sus ojos sombreados por un delicado rojo y labios de mismo tono brillante, su cabello fue ocultado dentro de una peluca de pelo negro y peinado de forma tradicional Momoware

El Peinado mencionado es el más común visto en una geisha, pero siempre es usado por las aprendices las Maikos, acomodando el pelo de tal forma que el moño detrás se divida en dos mostrando una cinta color rojo simulando como dice el nombre un melocotón abierto.(se pueden buscar imágenes en internet)

El kimono Kuritomesode era de seda fina color rosa pálido con mariposas bordadas en las mangas, el traje de una mujer casada.

Este Kimono es como se menciona en la línea de una mujer casada por ser más sobrio en los colores y tener las mangas más cortas, haciendo referencia del estado civil de Butterfly.

Y aun no usas el Shiromoko, pero creo que para una obra sería más conveniente un Kakeshita— Menciono Miyoki quien se tomaba muy a pecho su trabajo de vestuarista y maquillista principal de la obra.

Los Kimonos mencionados son los usados en las bodas tradicionales, el primero es completamente blanco mientras que el otro tiene colores más vivaces y bordados elaborados.

Un bel dì, vedremolevarsi un fil di fumosdall'estremoconfin del mare. E poi la naveappare. Poi la nave biancaentra nel porto, rombailsuosaluto. Vedi? È venuto!

Io non no. Mi mettolàsulciglio delcolle e aspetto, e aspetto gran tempoe non mi pesa, la lungaattesa.

al primo incontro,edeglialquanto in pena chiamerà, chiamerà:piccinamogliettinaolezzo di verbena,i nomi che mi davaal suovenire*

Fragmentos pertenecientes a la canción en solitario e Butterfly de Madame Butterfly (al siguiente capítulo aparecerá toda la canción con su respectiva traducción).

No era por mal pero le habían quitado preciados minutos con su prometida, esperaba que se les velara los negativos*

Creo que la gran mayoría sabe que antes de las cámaras digitales se utilizaban rollos de negativos para una fotografía y si este tenía contactó con la luz las fotos se borraban, aunque no está de más explicar un poco.

Entonces comenzaron a bailar balaceando los instrumentos de metal, alzaban una pierna pasando los cuchillos haciéndolos chocar entre sí, luego con rápido movimiento bajaban las piernas y volvían a chocar el instrumento de metal para luego llevaban sus manos a la espalda para volverlos a chocar todo esto mientras hacían una coreografía donde todos se movían a escasos centímetros unos de los otros los cuchillos estaban perfectamente sincronizados con la música de los violines del mariachi *

El famoso baile de los machetes, baile folklórico mexicano que realmente es uno de mis favoritos ya que realmente el manejar esos instrumentos es peligroso y al verlos hacerlo tan rápido (pueden encontrar videos de bailarines profesionales). Para aquellas personas que no lo conocen les tengo abiertamente ver ese baile.

Notas de autora:

Hola a todos mis lectores…que han pasado ejem tiempito que no saben de mi y vamos solo les diré que me convertí en un Kei versión femenina, llego a tener una vida que solo pienso en trabajo (el ser adulto es difícil).

En fin este capítulo como dijo mi Beta-coco "te estaban pagando por pagina?".

Realmente me emocione a la hora de escribir ciertas escenas, principalmente las finales que musicalmente son muy tiernas. Que aunque quizás no use todas las canciones en este capítulo pero esta es la lista que pensé que se presentarían en esa cena, si se dan cuenta algunas quedan muy bien a las escenas que aparecen (o aparecerán esa noche, usen su imaginación).

Rayito de Luna

Solamente una vez

Lagrimas negra

Amapola

Aquellos ojos verdes

Bésame mucho

Sabor a mi

Quizás, quizás, quizás

Dos gardenias

Perfume de gardenias

Amada mía

¿Alguien noto que me gusta la música de este tipo?

Mención aparte, espero no se les complicara entender los términos que utilice y tantas referencias, principalmente en el caso de Jun que quise explicar su otra personalidad y quedara de forma lógica cof cof mi psicóloga interior ataca cof cof. Espero de verdad no revolverlos tanto con los términos que use.

Ya sin más que decir y agradecerles que leyeran este humilde escrito que juro que lo terminare por ustedes, por mi y porque realmente amo escribir.

Nos veremos la próxima vez, espero sus ánimos que esas frases cortas ayudan a saber que realmente a alguien le agrada lo que plasmo.

Gracias por todo.

Siguiente capitulo

"Cantos del destino"