Nota autora: Cuando pienso en el Teddy/Rose no puedo evitar pensar en escenas perdidas de mi fic "La Rosa Envenada". Esta no sé si entraría, porque es muy hot pero... me ha gustado. Y hoy estoy de determinado humor. =D
Para Drehn, porque sé que es OTP de verdad de la buena y porque es una especie de chantaje psicológico para que me des James/Rose warrones de 400 palabras XD
Disclaimer: Sólo la trama y la calentura insana es mía. Personajes y escenarios de la Rowling
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-APUESTA AL GANADOR-
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Se bajó de la escoba, enojada, mirando de reojo a Scorpius que la seguía de cerca en el descenso. Cogió su escoba y se abrió paso entre los cinco slytherins enojados que servían de barrera en el campo de quidditch. Desde que se había despertado aquella mañana, no, desde que se había atrevido a burlar a Teddy como lo hizo ayer, sabía que algo así ocurriría.
-¿Qué haces aquí, Lupin? –preguntó casi en un grito cuando las serpientes se callaron. –Tenemos el campo reservado dos horas más.
El chico esbozó una sonrisa deslumbrante, mirándola. Luego alzó el papelito que llevaba en su mano derecha, como si eso fuera una explicación más que suficiente.
-Mañana tenemos el partido Slytherin-Gryffindor y nosotros también necesitamos practicar. El profesor Longbotton nos ha firmado la autorización.
-¡No! –exclamó la morena. Scorpius ya había llegado hasta ella y ahora lo tenía a su lado. –Que yo sepa gryffindor estuvo todo el día de ayer entrenando. No nos jodas, Lupin. No te conviene.
El capitán de los leones se encogió de hombros y le hizo una señal a su equipo para que lo siguieran. Rose no se movió, mirando fijamente la espalda de Teddy al tiempo que subía en su escoba y se alzaba al viento.
-Podemos compartir el campo, Weasley –dijo. –Algún tendrás que aprender a prestar tus juguetes.
oOoOoOoOoOoOo
Llegó tarde. Por supuesto. Tal y como estaba en aquellos momentos, era capaz de lanzar fuego por la boca. Cuando se asomó al hueco tras la estatua y lo vio vacío, Rose temió haber llegado demasiado tarde. Teddy se habría aburrido de esperar y habría vuelto a su sala común. Ese maldito gryffindor…
Un empujón desde atrás la hizo pegarse a la pared, unas manos fuertes la giraron y un beso caliente impidió que empezara a gritar protestando. Rose se resistió, al principio, pero sus brazos se enroscaron alrededor del cuello de Teddy Lupin, su espalda se arqueó contra la roca fría y sus piernas se separaron ligeramente para que el chico pudiera poner la suya en medio.
-¿Me odias? –susurró con burla cuando consiguió separarse de ella.
-Un poco –consiguió decir acercándolo más a ella y besándolo de nuevo. –Pero se me pasará cuando mañana os demos una paliza.
Él se rió.
-Eso ya lo veremos, pecosa. ¿Quieres que nos juguemos algo?
-¿Algo? –repitió confusa.
-Servidumbre… -ella titubeó. -¿Qué? ¿Tienes miedo?
-Lupin, no me hagas reír.

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