Siento la tardanza, pero de verdad que estoy ajetreadísima, pero ya os dije que aunque tarde continuaré siempre mis historias.


Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Stephenie Meyer, a mí solo me pertenece la historia.

Forks
(2005)

Después de mi primera cita con Bella ni ella ni yo queríamos separarnos durante la noche, así que me quedé con ella. Le confesé que la había visto dormir en otras ocasiones porque me resultaba interesante porque hablaba en sueños, ella se avergonzó mostrando ese encantador color rojo en sus mejillas.

-¿Qué he dicho?-preguntó avergonzada.

-Pronunciaste mi nombre.-admití.

-¿Mucho?-inquirió.

-¿Cuánto entiendes por mucho?-contesté.

-¡Ay no!-volvió a avergonzarse agachando la cabeza. Yo deslicé mis brazos a su alrededor.

-Si yo pudiera soñar, soñaría contigo. Y no me avergonzaría de ello.-le prometí.

Si era hermoso verla dormir desde su mecedora cada noche, hacerlo abrazado a ella no tenía comparación. Estuvo haciéndome preguntas hasta que cayó finalmente dormida en mis brazos.

Me sentía como si fuera un libro en el que venía escrito toda mi vida y Bella pasaba las páginas leyéndome libremente, pues este libro se había escrito para ella.

Me escapé durante la noche a mi casa para asegurarles que no había hecho ninguna estupidez y que Bella estaba sana y salva. Tras lo que algunos me pidieron que la llevara a casa para que pudieran conocer. Me emocionó el hecho de que quisieran que ella formara parte de su vida como ya lo era de la mía, una parte imprescindible.

Aquella mañana pude ver lo rápido que había avanzado nuestra relación en tan solo un día. Ya hablábamos de nosotros como novios, o incluso algo más que eso. Mis deseos de acariciar a Bella o besarla ya no eran solo deseos, podía hacerlo, y adoraba como su corazón se aceleraba cada vez que lo hacía.

Le propuse ir a mi casa a conocer a mi familia. Una persona con un olor tan delicioso en una casa de vampiros, y ella se preocupa por qué ponerse, era simplemente Bella.

Excluyendo la antipatía de Rosalie y lo tenso que se mostraba Jasper la visita a casa de los Cullen fue bastante bien.

Cada vez Bella era más parte de mí, conocía mi historia, conocía a mi familia, mi casa, mi habitación. Ella se convirtió en parte de mi vida, es por eso que aparece en esta historia, y es el personaje de mayor importancia.

Durante toda mi vida vampírica creí que habíamos perdido el alma al transformarnos, pero ahora empezaba a albergar dudas. Porque si yo no tenía alma, ¿qué le había entregado a Bella que me había atado completamente a ella y la había hecho dueña de todos mis sentimientos?

Fue mientras que Bella y yo estábamos en mi habitación que entró Alice proponiéndonos jugar al béisbol y que yo al aceptar llevar a Bella cometería uno de los mayores errores de mi larga existencia.

Forks
(2005)

Durante el partido de béisbol, aparecieron en el prado tres nómadas. Se presentaron como Laurent, James y Victoria. No parecía haber peligro hasta que James captó el delicioso olor de Bella. Me coloqué delante de ella, defendiéndola, y eso solo consiguió aumentar su ansia por conseguirla. James era un rastreador, le gustaba jugar para conseguir a sus víctimas y Bella le suponía todo un reto que no iba a dejar marchar. Toda mi familia se colocó defendiendo a mi pequeña y frágil Bella. Los nómadas decidieron retirarse pero James no iba a perder este juego.

Saqué a Bella del claro con Emmett y Alice cubriéndonos. Nos montamos en el coche. Yo era incapaz de pensar, solo podía ver que Bella estaba en peligro, por mi culpa, que James jamás dejaría de buscarla. La llevaría lejos, muy lejos. Pero ella se negaba solo gritaba que la llevara de regreso con Charlie. Entre mis hermanos y Bella me convencieron que lo mejor era que fuera a ver a Charlie, le hiciera creer que se quería ir de Forks para volver a Phoenix, el rastreador pensaría que era un farol y por eso lo haríamos. Pero yo no podría acompañarla, pues surgirían las sospechas. Me dolía tanto tener que dejarla marchar, no podía separarme de ella, pero si quería salvarla no me quedaba de otra.

Ella se marcharía con Alice y Jasper a Phoenix, Esme y Rosalie intentarían distraer a Victoria, y nosotros iríamos a darle caza a James. Por fortuna Laurent se desvinculó del juego, marchándose a Denali, lo que nos daba una cierta ventaja, 7 contra 2, pero por mínima que fuera la posibilidad de que a Bella le ocurriera, seguía existiendo.

Así que lo decidí, pelearía hasta la muerte con ese James. Después de todo, si alguien debía sufrir algún daño era yo. Quizá mi pelea les diera ventaja a mi familia para acabar con él, y Bella estaría al fin a salvo.

Me despedí de ella con la esperanza de volver a verla, pero sabiendo que quizá no fuera así. No se lo dije, simplemente la besé como no lo había hecho nunca y me marché.

Intentamos atraerlo en una trampa digiriéndonos al norte, pero finalmente se dio cuenta y desapareció. Solo supimos que había cogido un avión. Entonces llamamos a Alice, que nos contó que había "visto" a James en Phoenix, en una sala de ballet a la que Bella acudía de pequeña.

No lo pensé, teníamos que ir a Phoenix, recogería a Bella y me la llevaría donde fuera necesario, pero no la dejaría en la misma ciudad que él.

Emmett, Carlisle y yo cogimos un avión hasta Phoenix en cuanto pudimos. Esperaba encontrarme con esos preciosos ojos de color chocolate a mi llegada, pero ella no estaba, solo una temblorosa Alice, que me contó que se les había escapado dejándome una nota:

Te quiero. Lo siento muchísimo—. Tiene a mi madre en su poder y he de intentarlo a pesar de saber que no funcionará. Lo siento mucho, muchísimo.
No te enfades con Alice y Jasper, si consigo escaparme de ellos será un milagro, dales las gracias de mi parte en especial a Alice por favor.
Y te lo suplico por favor no le sigas, creo que eso es precisamente lo que quiere. No podría soportar que alguien saliera herido por mi culpa, especialmente tú, por favor es lo único que te pido. Hazlo por mí.
Te quiero,perdóname
Bella

Alice me contó que en su última visión solo había visto a Bella muerta en aquel estudio de ballet. Eché a correr olvidando de mi familia. No podía parar de pensar qué pasaría si llegaba tarde, ¿y si ella ya había muerto? Yo no quería vivir si no era con ella, Bella lo era todo para mí. Si ella moriría yo me iría con Bella, mis hermanos no me ayudarían, si debía acudir a los Vulturis, lo haría.

Cuando llegué podía oler la sangre de Bella nada más entrar, y entonces la vi. Estaba tendida en el suelo, inconsciente, sangraba mucho. Me sentí morir, era como si el cuerpo que había allí fuera el mío, después de todo era mi vida la que estaba allí muriendo.