Capítulo 11 El principio de algo nuevo

Notas de Lunita: Bueno, aquí está, ya ha llegado. Lamento decir que este es el último capítulo de esta historia. Espero que os haya gustado. Sinceramente, no pensaba ponerlo tan pronto, pero en fin... así son las cosas.

Para los que estéis interesados en otros de mis fics, os diré que en un foro que ha abierto mi amiga myu-chan otaku-no-tengoku. he publicado un avance de mi próximo fanfic, Destiny, protagonizado por supuesto por nuestros queridos Naruto y Sasuke. La trama estará ambientada en la segunda temporada de la serie, concretamente en su reencuentro y como la trama va avanzando. En principio no habrá spoilers, pues pienso cambiar la historia por completo, pero si en algún momento los hay lo avisaré.

Bueno, no hay mucho más que decir, espero que os guste el capítulo nn

Pov's de Naruto...

Abro los ojos lentamente, con algo de dificultad. Esta mañana hace muchísimo sol, tanto que traspasa las cortinas de mi cuarto y logra darme en la cara de lleno. Aún es temprano, falta por lo menos una hora para que suene el despertador pero, cuando hay tanta claridad me es imposible conciliar el sueño. Me resigno y me levanto de la cama, frotándome un ojo para quitar las legañas.

Bajo las escaleras aún en pijama, dispuesto a desayunar, tratando de no hacer ruido para no despertar a nadie más. La puerta del salón está abierta y no puedo resistir la tentación de echar un vistazo.

Sasuke se encontraba recostado sobre el sofá grande del medio de la sala, tapado hasta el cuello con varias mantas y un cojín a modo de almohada. Se le veía muy tranquilo, como un ángel caído del cielo, cosa que hablando claramente casi lo era. Había llegado a mi vida como un suspiro, y sin embargo, me ha cambiado por completo. No puedo evitar esbozar una gran sonrisa al pensar en todo lo que ha hecho por mí, sin duda le debo muchísimo; ojalá pudiese agradecérselo de alguna manera...

Cabeceo un par de veces para volver a la realidad, tras darme cuenta de que me había quedado hipnotizado mirándome y me dirijo a la cocina.

Tras prepararme un buen desayuno y tomármelo con calma, vuelvo a mi cuarto para vestirme y acabar de arreglarlo todo para la escuela.

Tiempo después, Sasuke y yo seguimos el mismo mecanismo que ayer: salimos de casa y al poco rato yo me fui a la escuela y Sasuke se fue a dar una vuelta.

Todavía faltaban quince minutos para que empezasen las clases, por eso me centré el buscar a Kakashi-sensei por todas partes, hasta que al fin reparé en donde se hallaba la cabellera plateada que andaba buscando.

-¡Kakashi-sensei! ¡Matte! -grito al ver que va a entrar en la sala de profesores.

-¿Ah? Ohayo, Naruto-me saludó sonriendo -¿Qué pasa?-

-Etto... quería preguntarte una cosa antes de que comenzasen las clases-

-Dime, yo ahora tengo hora libre e iba a corregir unos exámenes -contestó.

-Quería saber dónde conseguiste el libro que me prestaste.

-Ah... pues... fue un regalo de un amigo muy querido.

-¿Quién es? Onegai, me gustaría hablar con él sobre un asunto importante -contesté enérgico.

La expresión dulce, alegre y amable de mi sensei se volvió triste y amarga, cosa que me hizo dudar sobre si debería haberle preguntado eso.

-Me temo que no podrás hablar con él Naruto...

-¿Qué sucede? -pregunté un poco preocupado.

-Él... lamentablemente... falleció hace años... -mustió como si le hubiesen clavado un cuchillo en el corazón-

-Lo... lo siento mucho... no quería... -trato de disculparme-

-No lo sabías, así que no te preocupes. No soy él, pero, aunque no soy el más indicado creo que podré ayudarte.

-Es que... necesitaba saber quién era el autor. Necesito saberlo -argumenté.

-El autor de este libro, fue mi amigo... en otras palabras, tu padre -me reveló de pronto.

Me quedé varios segundos mirándole fijamente a los ojos, como esperando que estos me diesen algún tipo de explicación a aquel comentario que me había llegado muy hondo.

-Mi padre... ¿Era escritor? -volví a preguntar.

-Sí, y como posiblemente ya habrás notado en sus obras, tenía verdadero talento. Genios como él surgen una vez cada cientos de años; sin embargo tu padre nunca quiso publicar sus obras. Siempre que le insistía con que debía hacerlo se negaba.

-¿Por qué? No lo entiendo-

-Para él, escribir no era una profesión, ni era para ganar dinero, escribir era su forma de sentirse vivo. Después de mucho insistirle, me hizo ese libro a mano, el que te dejé, y fue el mejor regalo que me podrán hacer nunca. Aunque creo que tú mereces tenerlo más que yo. Guárdalo y cuidalo como si fuese lo más valioso del mundo, por que te aseguro que nunca encontrarás a nadie que pueda igualársele, nadie.

-Gracias... sin duda esto significa mucho para mí. Muchas gracias, Kakashi-sensei.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

-Hola, Naruto hoy has tardado un poco en volver, ¿No? -me preguntó Sasuke al verme entrar por la puerta de casa-

-Sí, es que hacía un buen día y decidí volver dando un paseo -le expliqué-

-Ah, vale. Oe, ¿Averiguaste algo sobre la fábula? -preguntó con impaciencia-

-Sí, Kakashi me ha dicho que mi padre escribió ese libro, aunque no entiendo muy bien a qué se refería con esa historia, es un poco raro, ¿No te parece?-

-Sí, un poco. Tal vez podamos encontrar algo más si lo seguimos leyendo -propone-

-No, esa es la única historia que escribió relacionada con la leyenda -dijo una voz femenina tras oírse el chirrío de la puerta principal.

-A-abuela, ¿Cómo es que has llegado tan pronto? -le pregunté muy nervioso-

-No trates de cambiar de tema Naruto-dijo entrando en el salón- lo sé todo-

-¿Todo? -volví a preguntar, temblando de que hubiese descubierto lo de los dos Sasukes-

-Sí, todo sobre la fábula -suspiré aliviado- Para que lo sepas, ese libro lo escribió tu padre hace veinte años; tres antes de que tu nacieses y se lo regaló a Kakashi antes de casarse por haberle presentado a tu madre. Si no hubiese sido por él, tú no existirías-.

-¿Pero qué relación tiene con la leyenda? -pregunté. A fin de cuentas era nuestra mejor fuente de información-.

-En la pared de la cueva está explicada la historia de la leyenda, pero como tu padre supo que era muy difícil entender los grabados, decidió redactarlo sobre papel para que fuese más fácil transmitirlo de generación en generación, simplemente es eso.

-Ah... ya veo -murmuré decepcionado- ¿Y los grabados no dicen nada más? Quiero decir ¿No hay ningún otro mensaje en la cueva?

Mi abuela me miró perpleja, alzando una ceja en señal de incomplicidad.

-No entiendo lo que quieres decir. La historia está escrita allí y nada más-afirmó rotundamente-

-¿Seguro que no hay nada más? -insisto-

-No, no hay nada más ¿Es que ocurre algo? -pregunta empezando a inquietarse.

Salgo corriendo de casa a toda velocidad ante la atenta mirada de los presentes. Tiene que ser un error. El grabado tiene no sólo la historia, si no la serpiente y el fénix que me hicieron volver. Si no están como dice mi abuela ¿Quiere decir que esto es permanente? ¿Que ya no se pueden cambiar las cosas? ¿Que habrá dos Sasukes para siempre? No puede ser, ¡Tiene que haber algo más! ¡Me niego a rendirme tan pronto!

Atravieso el pasadizo que conduce a la cueva, todo está en completo silencio, haciendo que cada uno de mis pasos resuenen con fuerza. Este túnel es más largo de lo que recordaba, mucho más, pero no importa, llegaré allí tarde o temprano.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Pov Sasuke...

Sé muy bien a donde ha ido Naruto, y ahora más que nunca, tengo claro lo que tengo que hacer.

Salí a toda velocidad hacia la casa del verdadero Sasuke nada más ver esa mirada de desesperación de Naruto. Ya falta poco para que todo acabe y por eso me encuentro en este lugar, plantado delante de la puerta sin atreverme a petar.

Tras unos instantes acabo decidiéndome. No puedo hacerle esperar, es necesario. O ahora o nunca...

Llamé a la puerta, y un Sasuke muy alterado me recibió con una mueca en su cara y un gran enfado, con el ceño fruncido.

-¿¡Se puede saber que demonios haces aquí!? -gritó exaltado- ¡Estoy muy ocupado!-

-Escúchame por una vez en tu vida. Esta vez es importante, tienes que venir conmigo-argumenté-

-Eso es lo que dices siempre. Escúchame bien, no tengo nada que hacer contigo ni con Naruto, ¡Así que déjame en paz de una vez!-gritó más fuerte que antes, soltando todo el estrés y la ira retenida-

-Ya lo hemos hablado varias veces. Digas lo que digas, le quieres-

-¡No es cierto! -negó-

-Sí lo es. Le besaste. Yo sólo te dije que le acompañases a casa. Eso otro salió de tí. Le amas Sasuke, le amas de corazón-le dijo con un tono muy calmado y sereno, manteniendo la calma por completo-

-¡No, no no!-volvió a negar - ¡No sabes nada de mí!-

-Sasuke, ya sabes la verdad. Yo lo sé todo de ti y tú de mí. Sé lo que te pasa. Tienes miedo-

-¿¡Por qué debería tener miedo!? ¿¡A qué!? -respondió más fuerte aún, pero su voz comenzaba a quebrarse-

-Tienes miedo a irte de este sitio, a tener que empezar de cero y a separarte de tu hermano y de Naruto-

-No, ¡Les odio! ¿¡Por qué debería echarles de menos!?-

-Por que han formado parte de ti toda tu vida y te han marcado para siempre-

Bajé la cabeza recordando algunas de esas cosas, de esos recuerdos felices. Sasuke sabía todo del mundo alternativo, es más, conoce a la perfección cada momento que pasé con Naruto, con lo cual debe entenderlo mejor que yo mismo.

-He de irme. Si te arrepientes, ya sabes donde estaré-esto fue lo único que murmuré antes de irme de nuevo.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Pov Naruto...

No sé que estoy haciendo aquí. Ya no merece la pena. Mi abuela tiene razón, ya no está ni la serpiente ni el fénix. Parece que solo había un billete de ida para el mundo real, y resulta que lo hemos cogido dos personas a la vez...

Oigo pasos aproximarse, para momentos después comprobar que una extraña figura ha entrado en la cueva, observándome atentamente.

Ahora mismo estoy sobre la hierba del claro, con las piernas encogidas y los brazos rodeándolas, con la cabeza apoyada en el regazo, la mirada perdida y los ojos entrecerrados.

Ni siquiera he alzado la vista para ver quién es. Estoy tan desanimado que ya no me importa. Ya no podré compensar a Sasuke, ya no podré hacer que vuelva... todo ha acabado ya. No queda más remedio que resignarse y seguir hacia delante.

Unos brazos me agarran por detrás, pero yo sigo sin moverme ni cambiar de posición. Acurruca su cabeza dulcemente contra mi cuello y permanece varios segundos quieto, sin decir ni hacer nada más que respirar a mi lado.

-¿Qué te pasa, Naruto? -me susurra al cabo de un rato-

Ni siquiera le contesto, sigo completamente ausente. Mi mente ya no está en este mundo, siento como algo en mi interior se rompe, se desmorona al darme cuenta que la única posibilidad que había se ha desvanecido, como una gota cuando se evapora...

-Naruto, tranquilo... no pasa nada... encontraremos otra solución... -me vuelve a susurrar, esta vez dando leves besos por el cuello entre palabra y palabra, mimándome para relajarme y animarme. Lo dice de una manera muy especial, de modo que sólo podamos oírlo nosotros dos, convirtiéndolo en algo confidencial para nuestras dos almas. Negué con la cabeza varias veces. Por mucho que diga, ambos sabemos la verdad y en este momento, aunque le tengo a mi lado, no puedo evitar sentirme triste, desolado, desesperanzado...

-Tiene razón, encontraremos algo pronto -dijo otra voz, que acababa de entrar en la caverna.

Alzo la vista ante la entrada de un nuevo individuo. Avanza con pasos sosegados hasta donde nos encontramos.

"Lo sabía" -pensó Sasuke para sí- "Sabía que vendría"

-¿Sasuke, que haces aquí? -pregunté con la voz quebrada, a punto de entrar en llanto.

-Eso no importa.-dijo antes de sentarse a mi lado.

Automáticamente, el otro Sasuke se separa de mí, colocándose en el otro lateral. Doy un pequeño quejido de protesta, pues me gustaba tenerle a mi lado prestándome tanta atención.

-Lo siento, yo... -murmuré-

-¿Qué te pasa, Naruto? -dijo uno de ellos-

-Quería recompensaros, pero no he podido. Quería devolveros todos los favores que me habéis dado.

-Naruto, creo que hay algo que no entiendes todavía -dijo el otro-

-¿El qué? -pregunté dubitativo-

-Estás diciendo que quieres enviarme a mi mundo, ¿No?-

-Sí -afirmé-

-Es que no lo entiendes. No hay un mundo que sea mío. No hay dos Sasukes, hay dos mitades de uno. Tu deseo lo que hizo fue separar las dos personalidades de un mismo ser; en otras palabras: este es mi mundo. El mejor modo que tienes de recompensarnos, es quedarte a nuestro lado, ¿No es así, Sasuke?-

-Sí -contestó el otro-

-Pero no está bien que haya dos mitades pululando por ahí -dije- si no tienes que volver, tendréis que uniros en unos solo ¿No?-

-Sí, Naruto. Tienes razón-

-¿Pero cómo? -pregunté-

Ambos Sasukes alzaron la vista hacia el cielo nocturno, que se encontraba ante nosotros. Las estrellas tenían con un brillo especial y la luna resplandecía con un precioso color plateado que teñía algunas pequeñas nubes.

-Fíjate bien-me ordenó uno de ellos.

Abrí los ojos un poco más, fijándome con atención a cualquier cosa fuera de lo normal, pero yo no veía más que estrellas. Al fin, tras unos segundos caí en la cuenta ¡Había una estrella más grande que las otras!

-¿Qué ves? -preguntaron al fin-

-¡El cometa aún no se ha ido! -exclamé como si la alegría hubiese entrado de pronto en mi mente.

-Exacto. Haz lo mismo que la primera vez: pide un deseo...

Me concentré al máximo, cerrando los ojos con fuerza, como queriendo transmitir energía con mis claras orbes. "Deseo que vuelva a haber un solo Sasuke... que vuelva a haber un solo Sasuke... que vuelva a haber solo uno..."-deseé con todas las fuerzas que tenía-

Abrí los ojos lentamente, pensando que lo que había hecho era una tontería.

De pronto, un montón de pequeñas luces, como chispas invadieron la cueva, como un montón de luciérnagas. Brillaban con un color plateado, similar al de la luna, pero más blanquecino.

El colgante que llevaba al cuello también comenzó a desprender rayos de luz blanca. Los dos Sasukes se pusieron en pie, con sus ojos, generalmente negros que habían tornado blancos, abiertos de par en par.

Me quedé estático observándoles, pero el espectáculo duró poco pues, unos segundos más tarde, esa extraña luz entre plateada y blanca invadió toda la sala y me pareció escuchar vagamente... "tu destino... se ha cumplido"

No entendí lo que querían decir esas palabras, pero, algo en mi interior se sentía extrañamente reconfortado.

Desperté sobre el césped de la cueva minutos después, tras haberme quedado inconsciente. Giré la cabeza hacia un lateral. Sonreí al ver que solo había un Sasuke tumbado a mi lado. En aquel momento me sentí feliz: todo había vuelto a la normalidad por fin.

15 años más tarde...

-¡Chicos, vamos! -gritó un hombre alto, moreno, de tez clara y ojos oscuros.

-¡Ya vamos papá! ¡Un segundo! -gritaron un par de voces-

-Ahhhh -suspiró- nunca cambiarán-

-No te pongas así. Hoy es un día especial -le contestó un hombre que estaba a su lado, alto, rubio, de tez tostada y ojos azules-al fin nos hemos comprado la casa-le sonrió ampliamente, mientras se aproximaba a él, le tomaba de la cintura y le daba un suave beso en los labios.

-Vale, vale -se rindió sonriendo cómplice-

-¿Aún no están listos para la foto de familia? -preguntó otro hombre más, de pelo plateado, alto y ojos negros. Llevaba una máscara que le tapaba la mitad de la cara y un extraño atuendo de pantalón de hilo y sudadera vieja.

-¡Ya estamos! !-gritaron dos niños que llegaron corriendo.

-¡Ha sido culta suya, ha cogido mi chaqueta! -dijo jadeando el primero, bajito, rubio de ojos verdes, pelo rubio y tez tostada, con expresión agresiva.

-Si no fueses tan dobe, no podría quitártelo-le contestó el otro que llegaba a su lado, un poco más alto, de pelo oscuro y ojos azules, con la piel clara y una sonrisa de superioridad en la cara.

-¡Taro! ¡Shinju! ¡Basta ya! ¿No podéis estar tranquilos ni un ratito? -dijo en ojinegro-

-Vale, papá, lo sentimos -murmuraron mientras bajaban levemente la cabeza-

-Bueno, ya está. Vamos a sacarnos la foto ¿Os parece? -preguntó el rubio-

-¡Sí! -gritaron a coro-

-Muy bien, sonreíd -dijo el peliplateado-

-Se han cumplido todos tus deseos ¿No Naruto? -le susurró sonriendo en su oído-

-Sí. Todo lo que necesito está a mi lado, Sasuke -sonrió cómplice-

Kakashi apretó el botón, y aquel momento quedó inmortalizado en la foto que ahora cuelga del salón de nuestra casa.

Sasuke se hizo empresario y junto con su hermano Itachi creó una compañía que está arrasando a nivel mundial. Yo me hice escritor, igual que mi padre, tratando de seguir su mismo estilo en cada una de mis novelas, que aunque no son muy reconocidas a nivel mundial, a mucha gente le gusta y me agrada que me escriban cartas.

Nos casamos hace diez años, en mayo, en una gran iglesia adornada con millones de flores. Ese fue el mejor día de mi vida: vinieron todos nuestros amigos, disfrutamos de un gran banquete y bailamos hasta la noche ¡Y qué noche! Estoy seguro de que no la olvidaré jamás; estuvimos por lo menos seis horas en la habitación del hotel antes de quedarnos dormidos.

¡Ah sí! Casi se me olvida, adoptamos dos niños poco tiempo después. Nuestros hijos han llenado nuestra casa de vida otra vez. Cada día que pasa estoy más seguro de que todo sería muy triste sin ellos correteando por todas partes y peleándose por demostrar quién es el mejor.

Y así acabó todo, tras una vida llena de baches y de tropiezos, al fin... pude ser feliz

...Fin...

Notas finales:

Deseo que os haya gustado leer,

estas humildes palabras que en mi mente han de perecer.

Deseo haber podido haceros sentir

cada una de las sensaciones que con ellos viví.

Deseo que cada uno de sus días,

sean libres cual pájaro valiente,

que con su vuelo el dolor perdía,

llegando hasta el sol poniente.

Deseo que vivan sus más profundas ilusiones

Deseo que sepáis, que en cada una de estas páginas,

un pedazo de mi alma se queda,

esperando la melancolía

buscando la luna llena.

Deseo que este amargo sentimiento

que me acompaña en este momento,

no sea un final, sea un comienzo.

Deseo, para terminar, que cada uno de tus deseos

se hagan realidad

no lo olvides nunca: los que importan, son ellos.