Disclaimers: Todos los personajes le pertenecen a Suzanne Collins.


ESCRITO EN LAS ESTRELLAS


SINOPSIS

Lucy Gray es coronada vencedora de los Decimos Juegos del Hambre, mientras el joven mentor Coriolanus Snow, recibe el reconocimiento por su victoria. Afortunadamente, las acciones de ambos durante los juegos no tuvieron consecuencias negativas sobre ellos.

Con una carrera universitaria segura y todo a su favor, la vida de la familia Snow y Lucy Gray parece estar a punto de cambiar.

Sin embargo, los Juegos del Hambre no han acabado para ninguno de los dos, ahora que han ganado popularidad entre los ciudadanos.

¿Podrán sortear todos los obstáculos que se le presenten para estar juntos?

¿Cómo serán sus vidas en el Capitolio?

En esta realidad alterna del mundo de "Balada de pájaros cantores y serpientes" se cambia completamente el giro original del libro, ya que ellos no van a tener dificultades para estar juntos y Coriolanus va a seguir siendo él mismo, y no va a sufrir o experimentar esas cosas que definieron su destino a partir del castigo que aplicó Dean Casca Highbottom solo por su deseo de vengarse del hijo de su difunto "enemigo".

Al no haber castigo, los juegos no fueron "borrados", y el Capitolio va a seguir explotando todos los logros que alcanzaron gracias a Lucy Gray y las ideas de Coriolanus Snow.


CAPÍTULO 1: NUESTRA VICTORIA

POV CORIOLANUS

−Damas y caballeros, me enorgullece presentar a los ganadores de los Decimos Juegos del Hambre, Lucy Gray Baird del Distrito doce y su mentor Coriolanus Snow –Lucky Flickerman anuncia con voz alegre saltando arriba y abajo.

A pesar de haberlo visto con mis propios ojos, me cuesta reaccionar en lo que está pasando. En la pantalla dividida entre la arena y el salón, nos muestran a mí y a Lucy simultáneamente. En la arena ella se vuelve a sentar tranquila en las gradas esperando alguna señal de que los juegos terminaron oficialmente, mientras bebe agua de una de las últimas botellas que le envié, ya que el calor en la arena debe ser agobiante.

¿Lucy se volvió la nueva vencedora? ¿Ambos habían ganado? Algo tironea en mi corazón, y la memoria del beso regresa a mi mente. ¿Habría más en su futuro? Por un minuto, caigo en un sueño con Lucy Gray, dejando la arena y viniendo a vivir conmigo en el penthouse de los Snow, que de alguna manera se salva de los impuestos. Yo asistiendo a la universidad con el premio de los Plinth mientras ella dirige el recién reabierto club de noche Pluribus Bell, porque el Capitolio podría estar de acuerdo en dejar que ella se quede, bueno, ella no tiene que trabajar en todos los detalles, pero la idea esta, él la mantendría, él quería mantenerla, sana y cerca, admirado y admirando, devoto y enteramente inequivocable. Y la vida de ellos sería buena.

Siento unos brazos rodeándome al voltear veo a Clemensia y Festus abrazandome y felicitándome. Mi compañera, que a pesar de haber perdido a su tributo y la beca de los Plintch, parece estar feliz por mí.

Festus organiza a algunos compañeros de clase para levantar mi silla y desfilar alrededor por el estrado. Cuando finalmente me bajan, Lepidus se dirige hacía mí con preguntas, pero sigo en shock y no logro responder coherentemente todo lo que quiere saber. Todo se siente tan surrealista ahora mismo. Una vez terminadas las entrevistas, Luego, nos guían hacia el comedor, donde el pastel y la posca han sido preparadas para una celebración. Me ubican en un lugar de honor, recibo felicitaciones y tomo más copas de posca de lo que es bueno para mí. ¿Y qué? ahora mismo se siento invencible, cumplí con la promesa que le hice a Lucy, al mismo tiempo que aseguré mi futuro.

Satyria viene a mi rescate justo cuando mi cabeza se siente borrosa, me saca del comedor y me dirige al laboratorio de biología avanzada.

−Están trayendo a la chica. No te sorprendas si los ponen juntos en la cámara. Bien hecho, muchacho. Estoy muy feliz por ti – Siento mis labios estirarse en una sonrisa loca.

Había ganado.

Había ganado gloria, un futuro, y tal vez también el amor de Lucy. En cualquier momento, tendría a Lucy Gray en sus brazos. Oh, Snow toca la cima; ciertamente lo hace. La abrazo en agradecimiento antes de entrar al laboratorio, donde la doctora Gaul nos está esperando con una sonrisa de extraña satisfacción en el rostro.

−Bienvenidos. Felicidades por la victoria de tu chica, y por supuesto, la tuya.

−Usted puede irse. Gracias por traerlo –mi acompañante asiente y se retira dejándonos solos, no sin antes darme un pequeño apretón en mi hombro sano.

−Puede sentarse, señor Snow.

Tomo asiento en una silla vacía frente a su escritorio, trato de mantener la calma y esperar lo que tiene para decirme.

−Lo hizo. Lo ha logrado, tal como esperaba de usted.

−En gran parte se lo debo a mi tributo.

−Sin duda, ella ha sido muy inteligente, acabo con tres tributos de forma muy sutil e inesperada.

Veneno.

Ella lo sabe, se dio cuenta.

−¿Fue idea de su tributo?

−Así es.

La jaula de monos estaba cubierta de veneno para ratas en algunas zonas, ella solo tuvo que juntar lo que esos animales esquivaban por inteligencia.

−Aparentemente la inteligencia que tienen los animales del zoológico, la carecían esos tributos. Buen truco. Pero usted tuvo participación también, usted la salvó.

Trato de mantener la calma al darme cuenta que ella posiblemente se dio cuenta el motivo porque el que las serpientes estaban fascinadas con Lucy.

Como si estuviera leyendo su mente, saca un pañuelo de lino blanco de su bolsillo y me lo devuelve doblado y aparentemente limpio frente a mí.

−Antes de que me diga cualquier cosa para negarlo, o se quede sin palabras, quiero explicarle que nada de esto fue casualidad.

−¿Qué quiere decir?

−¿Recuerda el día que le comenté sobre las repercusiones que habrían por la muerte de su compañero y que Lucy Gray me inspiró? Yo sabía que usted sería lo suficientemente inteligente para atar los cabos sueltos, entre la conversación y la llegada de las serpientes. Y sabía que si estaba en sus manos haría algo por su tributo, de esto también dependía que hubiera vencedor, o no. Este pañuelo fue de bastante utilidad, ahora se lo regreso, puede guardarlo y nadie sabrá lo que pasó, mucho menos Dean Highbotton, recibiría un grave castigo si se supiera, como debe saber no le agradan los Snow.

−¿Cómo lo descubrió?

−Hice un estudio, y encontré rastros suyos y de otra persona, supongo que Lucy Gray, no tenemos nada sobre ella para comparar. Esto la salvó, y es lo que importa. Las serpientes la hubieran atacado sin dudar si no se sintieran familiarizadas con ella.

La imagen de ella siendo atacada por esas mutaciones de serpientes y muriendo como Coral y Circ me afecta, por lo que agarro el pañuelo nervioso y lo meto dentro del bolsillo interno de mi traje.

−Y los juegos necesitan un vencedor –completo sabiendo que ese es el único motivo.

−Por supuesto, más si a partir de este año se volverán populares.

Y ahí lo comprendo, la doctora Gaul me usó nuevamente para uno de sus planes.

−Pero fue interesante ver la reacción de Lucy ante las serpientes, como si tratar con ellas le fuera completamente natural. Sin asustarse, manteniéndose tranquila y sabiendo cómo manejarlas con sus acciones y su voz. Tiene una chica bastante peculiar en sus manos.

−¿Por qué la escogió a ella? –pregunto curioso por saber la respuesta. –¿Por qué mi tributo debía ser la vencedora?

−No diría que la escogí, porque en la arena nada es seguro. Como entenderá no podíamos asegurar su supervivencia si era atacada por otros tributos cuerpo a cuerpo. Si pasaba, posiblemente iba a morir. Pero sin duda Lucy Gray será de bastante utilidad en futuras ediciones. Por otro lado, su popularidad en el Capitolio es innegable, no podía ignorar eso. Comparada con tributos como Reaper, ella no suponía mayor peligro si ganaba.

Reaper fue el tributo que había prometido vengarse del Capitolio y había destrozado nuestra bandera para otros fines. No quieren un vencedor rebelde definitivamente.

−¿En qué cree que puede resultar de utilidad?

Internamente, me empiezo a preguntar si debo preocuparme por el hecho de que la mujer piense que ella le puede servir de algo.

−Tiene talento, es inteligente y atrae la atención de las masas con su personalidad y sus canciones. Es amable con las personas del Capitolio, sin importar quienes sean. Es la correcta para que las personas se sientan interesadas en los Juegos a largo plazo. Lo que me lleva a tratar otro asunto. Su mentor no se queda atrás, sus innovadoras ideas sobre un cambio de esquemas en los Juegos del Hambre, nos han salvado este año. Espero que usted pueda cooperar con nosotros en el futuro, al menos hasta el próximo año.

Yo tenía la esperanza de deshacerme de ellos dos en un par de meses cuando me graduara, y ahora debo prolongar mi trato con ellos por un tiempo más. Pero parece ser un castigo justo por haber hecho trampa, no tengo derecho a replicar. No me puedo negar a su pedido si quiero salvar a Lucy, o a mí mismo del peligro que esta mujer supone.

−¿Solo hasta la siguiente edición? ¿Qué es lo que haría?

−Idear planes nuevos y poder guiar a los mentores más nuevos. Planeo juntar a los mejores de este año con el objetivo ser un apoyo para los más jóvenes e inexpertos. No supone mucho esfuerzo ¿verdad? No volverán a ser mentores de tributos, solo nos ayudarán en la tarea algunas veces en base a sus propias experiencias. El sistema de mentor-tributo aún necesita mejoras, pero esta primera experiencia fue mucho mejor de lo que esperábamos.

−Comprendo. Estaré encantado de ayudar –digo forzando una sonrisa que no siento en lo absoluto.

Pudo haber sido peor.

−Perfecto, en ese caso... tengo algo más para mostrarle.

Luego toma un papel impreso de su carpeta y me lo muestra tiene información sobre estudio de ADN de las muestras que hizo y lo deja en una bandeja, para luego tomar un encendedor y quemarlo frente a mí, pocos minutos después todo se convierte en cenizas.

−Era la única copia –asegura. –Hagamos de cuenta que nunca pasó nada de ahora en adelante.

Lo que se traduce a "usted no será el único afectado si el decano se entera que oculté información y colaboré para que esto pasara".

Asiento en silencio y miro como la última prueba que me incriminaba desaparece.

La doctora Gaul no tarda en encontrar otro tema de conversación, que me hace sentir un poco de alivio.

−¿Trajo lo que le pedí hace unos días?

Satyria cuando me fue a buscar, me devolvió mi bolso y yo pude sacar el ensayo antes de entrar para entregarlo. Permito que ella lo abra y lo lea.

−No es mucho –aclaro –pero prometo mejorarlo y desarrollarlo más cuando me libere un poco de mis responsabilidades como mentor.

Pero la mujer parece complacida con lo que lee, no habla hasta que termina.

−Plasmaste en palabras algo muy interesante, Corolanus Snow, eso es lo que importa. Trabajaremos en esto paso a paso, tomate tu tiempo. Muéstramelo en cuatro semanas a partir de la fecha. Eso te dará tiempo de sobra incluso.

−¿Cuatro semanas? –creí que ella estaba muy apurada por comparar notas y charlar al respecto.

−¿Creíste que tu trabajo como mentor terminaba hoy?

−Por supuesto que no. Ahora me debo encontrar con Lucy Gray, la debo preparar y en algún momento nos van a entrevistar y tomar fotos. Eso tomará algunos días, supongo, hasta que ella se recupere por completo.

Es un hecho que Lucy Gray deberá ir al hospital y ser tratada adecuadamente, antes de estar en condiciones de ser mostrada ante las cámaras del Capitolio.

−¡Oh, no! Eso no es todo. Es otra de las razones por la prefería hablar en persona con el mentor que resultara ganador. Escucha atentamente, luego si tienes alguna duda, te daré un tiempo para que me hagas las preguntas correspondientes y trataré de aclarártelas. Hemos hecho muchos cambios de último momento, al ver las positivas reacciones de los ciudadanos del Capitolio y algunos distritos.

Al parecer los Juegos del Hambre en unos pocos distritos y el mismo Capitolio han sido vistos por más personas con un interés renovado, el proceso de entrevistas a los tributos, mentores, y encargados de los Juegos del Hambre, ha provocado que se volvieran de más interés para el público general. El interés del público y los patrocinadores está altamente ligado a la posibilidad de conocer a los tributos como personas, con sus experiencias de vida, sus talentos y sus habilidades. Los empezaron a ver como seres humanos, ciertamente inferiores al Capitolio en muchos casos, pero seres humanos con sus defectos y virtudes.

Al sentirse más cerca de los tributos, no dudaron en apoyar patrocinándolos o apostando por ellos. Por lo tanto, es esperable que luego quieran conocer al vencedor en profundidad, mi chica. Habrán eventos y entrevistas en el Capitolio. Y finalmente, yo seré el encargado de acompañar Lucy Gray de vuelta al Distrito Doce, donde se hará otras entrevistas, que no solo la incluyen a ella, sino a sus seres queridos, los miembros del Covey, quienes ciertamente le generan bastante curiosidad por su particular antiguo estilo de vida.

Luego de responder mis propias preguntas, da por finalizada la conversación diciendo:

−Te espera un arduo trabajo y esfuerzo, pero estoy segura que podrás lidiar con todo lo que se viene.

−No los decepcionaré –prometo.

−Eso espero. Ahora está libre, puede visitar a su tributo.

−¿Dónde la puedo encontrar?

−La deben estar controlando los médicos, si no la encuentra ahí, puede decirle a los Agentes de Paz que lo lleven hasta el punto de encuentro.

−¿Habrán cámaras?

−Veo que su profesora se lo dijo. Sí, efectivamente, grabarán el reencuentro, o al menos eso entendí. Los medios de Capitol TV lo decidieron así.

Asiento y luego de despedirme abandono la habitación, una vez que estoy lo suficientemente lejos de las cámaras y de la Doctora Gaul, relajo mi postura por primera vez y suspirando aliviado con la carpeta contra mi pecho y lanzando el bolso en el suelo.

Respiro profundo tratando de calmar mi acelerado corazón y los temblores de mis brazos. No me di cuenta del miedo que sentía por la posible reacción de esa mujer hasta este momento. Cierro los ojos y trato de olvidar todos los problemas.

Estoy a salvo. Lucy está salvo. Solo debo concentrarme en seguir despeñando mi papel como mentor y todo estará bien.

El pensamiento de volverla a ver hace que cualquier emoción negativa desaparezca por completo de mi cuerpo.

Sí, eso. Debo apresurarme para encontrarla. Solo ella lograr traerme paz con su presencia. Mis pensamientos se aclararán una vez que la vea a salvo y viva con mis propios ojos.

Guardo la carpeta en su lugar y me encamino hacia donde sé que posiblemente estará ella esperando ansiosamente por mí. Ya experimenté una pequeña muestra de lo que significa tener al enemigo acechándote para matarte y luchar por tu vida. Ella lo vivió por días, debe estar agotada y asustada. Debo pensar en alguna forma de ayudarla en las siguientes semanas.