No soy dueño de Naruto, lamentablemente. Tal obra pertenece a Masashi Kishimoto. Yo por el contrario, soy solo un hombre que le gusta compartir a los demas las locas ideas que su mente le brinda.
Buenos días, damas y caballeros (más caballeros probablemente) aquí Silver con una nueva y loca historia para mis camaradas. Una centrada principalmente en el erotismo y sexo, así que sí eres menor de edad; continúa bajo tu propio riesgo.
ADVERTENCIA.
Antes de que continúe, e de advertir un par de puntos que esta historia trata, por lo que me gustaría que se tomase un minuto antes de continuar. Pues quizás el contenido que aquí se muestra no sea de su agrado.
1.- En esta historia habra sexo (que sorpresa XD) sin embargo, a diferencia de mis historias anteriores; no solo tendrá como protagonista al ninja rubio que tanto amamos. Habrá otros personajes que recibirán su tiempo en pantalla.
2.- Contendrá mucho material explícito y situaciones inusuales. ¿A qué me refiero? Bueno, básicamente a sexo en trío, intercambio de parejas, gangbang, orgías, dos hombres y una mujer, incesto. Y otras categorías que encontrarlas en cualquier página para adultos. No Yaoi…. Quizás Yuri si.
Una cosa más. Últimamente e notado un alarmante crecimiento de imágenes e historias de Naruto con tintes de engaño (netorade) en lo personal no me gusta mucho (exepto por las historias de supernaturalsex, joder que es un buen escritor).
Sin mencionar la aparente nesecidad de hacer que Naruto sea el que termine por ser humillado. Siempre usando al Raikage o a Sasuke para que profanen a Hinata u a otras chicas de la serie.
Aún cuando podía escribir fácilmente una historia con Naruto jodiendo a todas las mujeres de la serie y humillando a los demás. Me pareció un poco infantil hacerlo. En vez de eso, y tratando de marcar alguna diferencia (por mínima que fuese) desidi escribir algo que intentará romper ese tabú y círculo de odió.
Exepto por Sasuke, aún odio a ese bastardo. Lo siento sí es tu personaje favorito; pero en lo personal lo detesto y no creo que pueda escribir algo con el Uchiha de protagonista.
Sin otra cosa que agregar, me despido y espero que disfruten esta nueva y diferente historia. Solo les pido que sí no es de su agrado, por favor no me maldigan y odien. Que bien pude publicar está historia con una cuenta falsa. Para quien le agrade la idea, espero que compartan sus opiniones.
Gracias.
Comienza
"Lo siento, pero no puedo hacerlo".
Era como si un balde de agua fría fuese vertida sin piedad sobre ella. No, fue similar a sentir que el peso del mundo entero caía sobre sus hombros desnudos y la aplastaba bajo su violenta e implacable gravedad. Su corazón iba en caída libre al fondo de un pozo de terror y desesperación del cual a cada segundo perdía de vista la luz de la esperanza.
"...¿Que?" fue menos que un susurro, apenas un audible sonido que sólo un oído entrenado podría aspirar a entender.
Ella miró a ese par de orbes violetas de su amiga; ojos que reflejaban un gran conflicto interno, tristeza y simpatía. Pero escondida detrás de toda la compasión y amabilidad del exterior, podía notar la determinación inquebrantable que caracterizaba al clan del remolino, así como el más mínimo rastro de odio.
La mujer de cabello rojo cerró los ojos ante su amiga, soltó un largo suspiro en un intento por alejarse de la mirada acusadora de la pelinegra. Sabía que este momento llegaría; era obvio para ella que tarde o temprano su amiga vendría a su puerta pidiendo tal solicitud. En otra situación no tendría problema alguno en cumplir su petición; era su amiga, su compañera de armas, una hermana en todo menos la sangre. Sin embargo, cuando Mikoto Uchiha llegó con tal solicitud, ella ya había tomado una decisión.
"Mikoto…" los hermosos ojos violetas de Kushina Uzumaki se abrieron para ver los orbes de onix de su amiga "... No puedo hacerlo, lo siento".
Un largo e incómodo silencio llenó la pacifica sala de estar del complejo Uzumaki (antes Senju). Ambas mujeres mantuvieron el contacto visual, sin parpadear siquiera. Ambas eran madres, las dos kunoichis de élite y por sobre todo eran dos amigas cuyas vidas habían terminado abruptamente en su mejor momento por razones diferentes.
"...Je" pero fue la pelinegra quien rompió el silencio al soltar una pequeña risa "... Jejeje ¡jajajaja!" una risa que se convirtió en una verdadera carcajada en toda regla.
Mikoto se rió con ganas durante un buen par de minutos, sosteniendo con ambos brazos su estómago en un intento por sofocar el dolor que le provocaba reírse con tanta fuerza. Todo esto ocurrió bajo la atenta mirada de la viuda de Minato quien frunció levemente su ceño, sin cambiar mucho su expresión de seriedad.
Tardó unos pocos minutos, pero Mikoto logró controlar su risa. Limpiando una pequeña lagrima salida de su arrebato anterior, se dirigió nuevamente a su amiga "Jejeje. Dios, Kushina. Se que eres una bromista de corazón, pero no juegues con esto, por favor".
Pero en el momento que Mikoto alzó la vista para ver la más que probable cara divertida de su hermana, lo único que encontró fue la misma expresión seria; sino es que un poco molesta de la pelirroja. Sorprendida por lo lejos que la mujer estaba llevando su broma, trato de buscar el engaño en los ojos de Kushina. Sin embargo, al hacer contacto visual con ese par de orbes violetas, todo rastro de alegría y diversión abandonó su ser.
"¿Ha...hablas en serio?" tartamudeo Mikoto, su mente siendo incapaz de concebir las palabras de la pelirroja "¿No vas a ayudarme?".
Kushina no respondió de inmediato. En vez de eso y para total molestia e irritación de su invitada, agarro tranquilamente una de las dos tazas de té que estaban sobre la mesita frente a ella y con todo el tiempo del mundo; Kushina bebió un tibio trago del té de jazmín mientras ignoraba sin pena a su amiga que comenzó a temblar por la ansiedad.
Cuando terminó de beber, Kushina soltó un pequeño suspiro agraciado antes de poner la taza vacía en la mesita y ver a su amiga de cabello de ébano "No, no te ayudare".
Sí es que a Kushina le molestó que sus tazas de porcelana fina y mesita golpearan la pared a su derecha; hizo muy poco para demostrarlo. Podía comprender el sentimiento de traición que su amiga a de sentir, sin embargo eso no cambiaría el hecho de que su respuesta seguiría siendo la misma.
"K..Kushina" el afamado doujutsu del clan Uchiha se activó en los ojos de Mikoto quien miraba a su amiga con una furia sin igual. De pie a escaso medio metro de su amiga.
La pelirroja que aún permanecía sentada, alzo su mirada a la pelinegra. Ningún tipo de miedo la invadió al ver ese par de ojos escarlata con tres comas girando lentamente que le exigían una explicación.
Suspirando, Kushina entrecerró los ojos a la matriarca Uchiha "Seria mejor que te sientes, Mikoto" no fue una sugerencia, y la Uchiha lo sabía; apretó los dientes cuando noto que los alegres ojos violetas de su amiga fueron reemplazados por orbes de escarlata y pupilas rasgada. Puede ser que su amiga ya no fuese la anfitriona del nueve colas, pero su cuerpo había conservado mucho del chakra del bijuu mas fuerte.
A regañadientes la Uchiha dejó de enviar chakra a sus ojos, lo que los regresó al par de onix normales. Lo odiaba, pero sabía que ella ya no era un digno adversario para Kushina, en su juventud, fueron rivales y compañeras de equipo. Ambas genios de las artes que sus clanes dominaban, en una pelea tenderían a quedar empates, una victoria por su parte que solo sería igualada por otra de la pelirroja en una batalla posterior.
Pero no ahora, hoy por hoy Kushina Uzumaki la había dejado muy atrás en cuanto a poder. Pues mientras ella se vio en la necesidad de salir de la fuerza shinobi al quedar embarazada de su primer hijo, Kushina continuó amasando habilidad por algunos años más. No se arrepentia de la vida que vivió hasta su muerte; pero el ser ama de casa no dejaba tiempo para refinar sus habilidades shinobi. Sin mencionar que, tras casi dos años de la cuarta gran guerra shinobi; la Uzumaki se dedicó a fortalecerse aún más con la ayuda de su hijo, mientras que ella simplemente se dedicó a disfrutar esta nueva oportunidad de vida.
Al ver que su amiga controló su temperamento y aceptó sentarse, Kushina permitió que el chakra de Kurama volviera al fondo de su interior. Una ventaja de ser una ex-jinchuriki fue la posibilidad de acceder a el poder de la bestia con cola que alguna vez fue sellada en su interior; aún cuando su hijo tenía que rellenar sus reservas una vez que se acabaran.
"¿Por qué?".
"¿Puedes culparme?" preguntó de vuelta Kushina.
"Quiero una respuesta, Kushina" hablo Mikoto "¿Porque no vas a ayudarme a salvar la vida de mi Sasuke?".
"Porque no es mi decisión" respondió la pelirroja, pero al ver como la pelinegra le exigia una mejor respuesta continuó "Mikoto, yo no puedo influir en el juicio de Sasuke. Si vive o muere lo decidirán los cinco kages" habló y se sintió un poco mal al ver la tensión en los hombros de su amiga.
"¡Sabes que eso no es verdad!" gruñó Mikoto con sus ojos entrecerrados a su amiga "Tu puedes salvar a mi Sasuke si hablas con Naruto".
Kushina se mordió el labio inferior con su mirada por primera vez en toda la conversación perdiendo su seguridad anterior. Mikoto lo sabía, Kushina igual; la única persona capaz de influir en el destino de Sasuke Uchiha fue su hijo Naruto. No por nada era reconocido por los cinco grandes pueblos ninja como el gran héroe de la cuarta guerra ninja; aquel que con su poder y determinación equilibro la balanza de la guerra a favor de la alianza.
"Como te dije, esa decisión no me corresponde".
"Pero Kushina-".
"¡Mikoto!" la interrumpió la pelirroja, sus ojos reflejando nada pero determinación "Sí Naruto desea ayudar a Sasuke o no, será únicamente él quien tome esa decisión" respondió fervientemente Kushina, sus ojos reflejando la seriedad de sus palabras.
"Por favor, Kushina. No me abandones tú también" rogó la Uchiha.
Endureciendo aún más su resolución, la Uzumaki se negó a mostrar debilidad ante la precaria situación de su amiga. La vida de Mikoto no fue fácil tras regresar al mundo de los vivos. La popularidad del clan Uchiha cayó de piqué a la infamia cuando se revelaron quiénes eran las mentes maestras detrás de la guerra. No ayudó tampoco que se revelara el clan Uchiha planeaba un golpe de estado antes de ser sofocado por Itachi Uchiha.
Los civile de la hoja y prácticamente todos los shinobis de las diversas aldeas ninja no pudieron evitar notar un ligero patrón autodestructivo en el comportamiento del clan co-fundador de Konoha. Aún así, no era suficiente como para pensar en condenar a un hombre por los crímenes cometidos por su clan.
Lamentablemente para Mikoto, cuando el afamado equipo numero 7 conformado por Kakashi Hatake, Sakura Haruno, Sasuke Uchiha y Naruto Uzumaki lograron derrotar y sellar a la madre del chakra Kaguya Otsutsuki. La 'maravillosa' ilusión que mantenía cautivos al mundo se rompió, no los liberó de sus prisiones en forma de capullos, solo que fueron conscientes de su entorno. Los ninja alrededor del gran árbol podían ver como una película lo que ocurría afuera.
El cómo el héroe de la hoja se despedía por última vez de su padre Minato. También el deseo del Yondaime para que el edo tensei de su amada esposa no regresará aún a su lado en la otra vida. Pues aún se culpaba de su muerte en primer lugar.
Y por supuesto, la estratagema de Sasuke Uchiha para controlar al mundo bajo su puño.
Está de más decir, que los ninjas que lograron presenciar el titánico combate final entre Naruto y Sasuke lo recordarán como la lucha que decidió el destino del mundo. Incapaces de expresarse los ninjas de las cinco naciones principales y sus respectivos Kages apoyaban en silencio al ninja más impredecible de la hoja.
Kushina sin embargo lo vio en primera fila. Ella y Mikoto en sus cuerpos dados por el edo tensei vieron a sus hijos combatir a la par. Cada golpe devuelto por su adversario, cada jutsu contrarrestado por el otro; ambos sin permitir que el otro ganara terreno en su pelea.
Ambas mujeres sabían que no debían intervenir, está fue una lucha que debía ocurrir y ninguna de ellas tenía el derecho de evitar.
Al final, cuando el par de ninjas más poderosos del mundo se preparaban para lanzarse en un último ataque con sus técnicas características; las madres contuvieron el aliento ante el poder impío del rasengan y el chidori.
Sin embargo, en vez de estallar en una poderosa explosión que seguramente destruiría el valle del fin; Naruto había reducido el poder de su técnica a solo la mitad de su potencia anterior.
Aterrada, Kushina pensó que su hijo simplemente no quería arriesgarse y terminar matando a su amigo, incluso cuando dicho amigo no tenía problemas en intentar atravesar su pecho con su ataque.
Puff
Todo el miedo de sus amigos en los capullos y de su madre murió cuando Naruto nuevamente demostró porque era el ninja más impredecible del mundo. En un instante el rayo de Sasuke estaba a escasos centímetros del pecho de su objetivo mientras el rubio aún tenía que empujar su ataque al frente, pero antes de que Sasuke lograra alzarse con la victoria vio los ojos de su próximo a ser muerto amigo.
Solo para que su ojo de onix se abriera de incredulidad al notar los ojos de Naruto abrirse para revelar un par de orbes amarillos y de pupila horizontal, así como la característica pigmentación rojiza bajo los párpados del rubio.
PUM
Senjutsu, imposiblemente y sin que su rival lo supiera, el rubio Uzumaki había tenido a un clon recogiendo chakra natural en los bosques, no fue mucho, pero fue suficiente para lograr que la energía de la naturaleza golpeara a un lado el mortal ataque de su amigo. Dejando completamente expuesto el estómago del Uchiha para que su rasengan lo saludara íntimamente.
Después de su ataque, Naruto cayó de rodillas, agotado pero consciente. Su amigo y rival noqueado no muy cómodamente incrustado en las piernas de roca de la estatua de Madara.
Fue una verdadera batalla de titanes, una pelea de proporciones casi divinas. Una que nadie podría olvidar nunca. Kushina estaba de inmediato a un lado de Naruto para curar lo mejor que pudo las heridas de su hijo. Mientras tanto; Mikoto se dedicó a sacar el maltratado cuerpo del último Uchiha de la piedra.
Lamentablemente, Sasuke demostró ser un mal perdedor. Incluso ante las súplicas de su madre, el Uchiha se negó a cooperar con Naruto para liberar al mundo del tsukuyomi infinito. Agotado y completamente cansado de la actitud de su amigo, Naruto se vio en la necesidad de… pedir prestado el poder de Sasuke.
Kushina sacudió su cabeza ante el pensamiento. No quería recordar ese momento ahora, especialmente cuando fue ella la que con sus cadenas de chakra inmovilizó a una histérica Mikoto y a su revoltoso hijo.
"Lo siento, pero es mi decisión final".
Cualquier tipo de seguridad y alegría abandonó el cuerpo de Mikoto al salir del complejo Uzumaki. Su rostro en una perpetua expresión de terror y desesperación; sus piernas moviéndose en automático y sus ojos pegados al suelo.
No podía creerlo, simplemente le resultaba imposible que su amiga la traicionar de tal forma. Estaba segura de que Kushina accedería, que hablaría con Naruto por ella y le pediría que intercediera por su amado hijo. Su confianza era absoluta en su amiga, al punto que incluso se permitió esperar a último momento para solicitar la ayuda de la pelirroja.
O tal vez no. Quizás ella ya sabía la respuesta; quizás simplemente estaba demasiado aterrada de escucharlo de boca de su amiga.
Estaba molesta, pero al mismo tiempo podía comprender a Kushina, no podía culparla por no estar entusiasmada en salvar la vida del hombre que trató de asesinar a su hijo… en más de una ocasión. Ella misma no creía tener el corazón.
El caso de Itachi fue diferente, su hijo simplemente estaba cumpliendo órdenes.
Mikoto dejó escapar un largo suspiro, este contratiempo no podía detenerla. Tenía poco más de una semana; nueve días para pensar en otra manera para asegurarse de que Sasuke no fuese ejecutado.
"Hey, ¿no es esa…?".
"Shhhh, solo ignora a esa escoria Uchiha".
"No entiendo cómo el Hokage la deja andar por la aldea sin una correa".
"Su clan es un pozo de traidores".
"Por lo menos solo quedan dos".
"Uno, recuerda que al niño Uchiha le van a cortar la cabeza".
Los susurros de civiles y ninjas llenaron la pequeña calle que transitaba; palabras repletas de odio y rencor inundaban sus sensibles oídos. Mikoto sin embargo, mantuvo la cabeza erguida, no queriendo que la población en general viera como sus comentarios la herían; ella tenía un honor que mantener.
'Me preguntó ¿Así es como Naruto se sentía?' pensó la Uchiha.
Ciertamente el rubio Uzumaki fue un hombre excepcional, cuando Mikoto lo conoció de pequeño; el niño siempre estaría corriendo alegre por la villa. Las palabras de odio dirigidas a su persona simplemente lo pasarían como agua que corre el río, siempre con la cabeza en alto y nunca perdiendo esa enorme sonrisa que le caracteriza.
Quizás fue por eso que Naruto no dudó en devolverle la vida. Ella ya conocía la ascendencia del rubio. No debía ser un genio par darse cuenta. Por lo que en cada ocasión que podía, ayudaba al pequeño con cosas triviales; invitarlo a comer (a un restaurante), comprarle ropa y quizás lo más importante, tratarlo como un ser humano.
Mikoto dejó de caminar cuando su mente registró que había llegado a casa. El viejo complejo Uchiha se alzaba frente a ella; las grandes puertas dobles que separaban la calle y el interior del hogar de los portadores del Sharingan. Tenía tantos buenos recuerdos de este lugar, pero también algunos errores.
Sin prisa, empujó la puerta de entrada; el silencio la recibió al poner un pie adentro, parecía un pueblo fantasma, todo el bullicio de Konoha simplemente desapareció cuando cerró la puerta. Un sentimiento de nostalgia y dolor le recorrió el corazón, las calles una vez invadidas por sus parientes hoy se encontraban vacías, un recordatorio perpetuo de tiempos mejores.
No queriendo perderse en los recuerdos, la madre de Sasuke se limpio una solitaria lágrima de su mejilla y se encaminó a casa. Podía sentir una firma familiar de chakra rondar por su hogar y lo último que deseaba era hacer esperar a su posible única aliada.
A pocos metros de llegar a casa, sus ojos lograron divisar a una linda joven de pie junto al marco de la puerta. Fue una mujer de aparentemente diecinueve años, grandes ojos de esmeralda, cabello corto de color rosa que enmarca un rostro hermoso y en forma de corazón. Su cuerpo a diferencia de muchas kunoichis, no fue bendecido con las curvas y volumen por las que eran tan aclamadas, ella por el contrario tenía un cuerpo modesto, de pechos copa B bordeando la talla C menos. cintura pequeña que fue compensado con caderas anchas y una de las posaderas más gordas de la aldea, todo lo que le faltaba en pecho lo tenía en la parte trasera.
"¡Mikoto-san!" gritó la pelirrosa tan pronto como vio a la matriarca Uchiha.
La pelinegra por su parte le sonrió a la joven tan pronto como llegó a su lado; dando una pequeña inclinación de cabeza como reconocimiento, la madre de Sasuke miro a los orbes de esmeralda de la posiblemente única persona que entendía su dolor "Sakura-chan. Por favor, entra" pidió al tiempo que abría la puerta de su casa y la guiaba al interior.
"¿Tuviste suerte?'" preguntó Mikoto mientras se quitaba su calzado y lo acomodaba, Sakura imitando a la madre de su 'verdadero amor' dejó sus sandalias a un lado.
La pelirrosa de inmediato perdió todo humor en su rostro, algo que noto Mikoto "Lo siento, pero tanto Tsunade-sama como Hinata se negaron a ayudar".
La pelinegra dio un suspiro decepcionado, era obvio que ambas mujeres eran reacias a brindar la ayuda al último Uchiha masculino, principalmente por su relación con el rubio Uzumaki. Podía entenderlo de Tsunade, la mujer era una Senju al fin y al cabo; no importa cuánto lo negase, sabía que ella veía en los Uchiha una amenaza siempre latente. Pero Hinata fue una sorpresa, Mikoto no conocía mucho a la heredera Hyuga, pero de sus pocas interacciones, le resultó una joven tierna y amable que no dudaría en ayudar a un necesitado al igual que lo haría su difunta madre.
"¿Te dieron alguna razón?" preguntó la Uchiha mientras guiaba el camino a la cocina. Necesitaba una buena taza de té caliente o sus nervios la terminarían matando.
Sakura siguió a Mikoto, asintiendo cuando la mujer le preguntó si deseaba una taza, se puso a analizar la conversación que mantuvo con ambas mujeres "En realidad fue un poco extraño" al notar el interrogante rostro de la Uchiha, continúo mientras tomaba asiento frente la mesa.
"Cuando le pregunté a Tsunade-sama y a Hinata, me respondieron algo demasiado similar como para ser una coincidencia".
"No me digas, ¿Que era decisión única de Naruto si quería salvar a Sasuke?" interrogó Mikoto al sentarse frente a Sakura.
Sorprendida, Sakura levanto su cabeza para ver a la mujer "¿Cómo lo supo?".
"Es lo que me respondió Kushina hoy cuando le pregunté" contestó Mikoto.
Ambas damas se quedaron en silencio, solo el ruido de la estufa calentando el agua cortando el silencio. Tal parece que cada habitante de Konoha simplemente se puso de acuerdo en no ayudar a Sasuke y dejar caer toda la obligación en los hombros de Naruto. Sí es que fue una decisión personal o por mera estrategia estaba aún por verse.
En otras circunstancias no estarían tan preocupadas, las dos sabían del gran corazón de oro que el rubio Uzumaki tenía en el pecho. Si perdonó al hombre que destruyó su hogar y asesinó a su sensei, ¿Porque no perdonaría la vida de su mejor amigo?
Había algunos factores preocupantes de hecho; uno fue que sin Sasuke en la ecuación, quizás Sakura correspondería sus sentimientos. Imposible que Naruto fuese tan mezquino, lo sabían, pero ellas tenían que considerar todo. Otro fue que Naruto ya no era tan ingenuo como antes, la guerra lo había endurecido y hecho madurar como Shinobi. Y lo peor, durante los últimos dos años a viajado por todas las naciones ninja.
No debería ser un problema, sino fuese porque básicamente cada pueblo ninja guardaba rencor contra el clan del Sharingan, su tiempo alejado de casa podría haber hecho que fuese influenciado por los demás Kages y ninjas. Sin mencionar que el hijo de Minato ahora tenía una gran amistad con el pueblo de la nube oculta.
Kumogakure.
Mikoto debía ser sincera, su hijo era o muy valiente o demasiado arrogante por no decir estúpido. De todos los crímenes que su hijo cometió, los relacionados contra el pueblo de la nube fueron los que guardaban más peso. Desertar de su aldea ya fue en si una sentencia de muerte para cualquier ninja, pero irrumpir en una reunión sin precedentes como era la de los Gokages, después de haber atacado y aparentemente secuestrado al hermano de uno de los líderes máximos de las fuerzas Shinobi; fue en palabras de Mikoto, temerario.
Eso sin mencionar que le costó el brazo izquierdo al líder de la nube, o que asesinó al Hokage (interino), no importa si Danzó era un monstruo responsable de muchos crímenes, seguía siendo un ninja leal de la hoja.
Para cualquier otro Shinobi, simplemente se habría asesinado al renegado y quemado en cenizas su cadáver, ni siquiera le darían la opción de una tumba. El pensamiento de que su hijo saldría libre después de unos días en la cárcel por ayudar en la guerra era simplemente risible.
Pero debido a los grandes daños económicos y materiales a las cinco aldeas principales, así como los pequeños levantamientos de algunas aldeas menores que se debían sofocar de inmediato; el juicio que sería más una simple formalidad fue retrasado hasta que los Kages considerarán las condiciones aptas para decidir el futuro del renegado pelinegro.
Y esa fecha ya había sido desidia, los cinco Kages estaban listos para iniciar el juicio contra Sasuke Uchiha…. En nueve días.
Mikoto se llevó la mano a la barbilla, sus ojos negros entrecerrados en concentración. Su ágil y brillante mente recorriendo cientos de escenarios posibles ante cualquier movimiento de su parte, desde planes para sabotear la reunión, matar a los Kages y hasta un rescate.
Pero cada plan que en su mente era formado, rápidamente caía en desgracia, acabando con ella a un lado de su hijo para ser ejecutada, en otros Sakura los acompañaba. Pero ella no quería involucrar demasiado a la pelirrosa, este era su problema y como madre debía asegurar la supervivencia de su hijo. No importa que sea lo que cueste o lo que deba hacer.
"¿Mikoto-san?".
"¿Mmm?" dicha mujer alzó la vista a su invitada, noto la preocupación en la niña; sí se trataba por ella o el futuro incierto de su hijo, lo desconocía "¿Ocurre algo?".
Aunque un poco cohibida por ser ignorada, Sakura entendió a la mujer; debía tener mil cosas en su cabeza. "Tsunade-sama me dijo que Naruto volvería a Konoha mañana… con la delegación de Kumogakure".
"Oh".
Era normal que los líderes de las demás naciones llegarán un poco antes de una reunión importante. La Mizukage: Mei Terumi fue un ejemplo claro de ello, la líder de la aldea oculta entre la neblina llegó a Konoha hace una semana. En más de una ocasión Mikoto vio a la atractiva pelirroja pasear por el pueblo, en ocasiones con sus guardaespaldas, en otras con Tsunade. Al parecer la líder de Kiri decidió usar esta reunión como excusa para tomarse unas pequeñas vacaciones de todo el trabajo.
"Estoy segura de que puedo convencer a Naruto de ayudar a Sasuke-kun sí hablo con él" hablo Sakura, confianza desbordando en su voz.
Mikoto sabía que era su única opción, debían hablan directamente con Naruto y pedir su ayuda. Siendo el héroe de Konoha, así como el campeón de la gran alianza Shinobi; el rubio estaba en muy buenos términos con cada Kage, algunos mejores que otros.
Hokage; Kakashi era su jounin sensei, prácticamente su voto sería para perdonar la vida de su viejo alumno.
Kazekage; Naruto era un amigo cercano de Gaara, el pelirrojo de Suna apoyaría cualquier solicitud de Naruto si este se lo pidiera.
Mizukage; Mei aún debía pagar ese pequeño favor que Naruto y el difunto Jiraiya hicieron por los rebeldes de Kiri.
Raikage; No sabía mucho de su relación, pero parecían ser buenos amigos por lo que logró escuchar de Kushina. No solo eso, el Uzumaki había pasado el último año en Kumo ayudando a la aldea y fungiendo como embajador, después de todo fue en el país del rayo donde gran parte de la guerra tuvo lugar.
Tsuchikage; Bueno… Onoki no odiaba a Naruto, ya de por sí era un logro considerando su aldea natal y de quién era hijo.
Pero no importaba, aunque el líder de la aldea escondida entre la roca votará por ejecutar a Sasuke, era un voto contra cuatro. Sin embargo, únicamente sería posible sí y solo sí el rubio Uzumaki intercediera.
Pero, ¿Cómo convencer a Naruto? El joven de mejillas marcadas había mostrado ser insensible al destino de Sasuke, ni una solo vez visitó al Uchiha en la prisión Ambu donde lo mantenían cautivo. Ni siquiera cuando volvió por unos días a Konoha hace algunos meses. Se dedicó únicamente a pasar tiempo con su familia.
¿Que podría ofrecerle ella? ¿Dinero? El clan Uzumaki recientemente había desbloqueado sus cuentas bancarias, cuentas con dinero suficiente como para alimentar a todo un ejército. ¿Jutsus? El clan Uchiha no era muy versado en la creación de nuevas técnicas, además de que se especializan más en el elemento fuego, y aún cuando el rubio fuera afín a cada elemento; las demás naciones ninja le estaban entrenando con las técnicas de sus respectivas regiones. ¿Por piedad? Puede ser su mejor opción, recurrir al lado amable del hombre debería ser un juego de niños para ella. Pero no podía poner todas sus esperanzas en ello; no cuando desconocía cuánto Naruto fue influenciado por las demás naciones.
'¿ Y qué tal si… ?' una fina sonrisa tiró de los labios de Mikoto cuando comenzó a surgir un nuevo plan, sería un poco denigrante para ella, pero que diablos. Era una kunoichi y una sensual, no era como si fuera la primera vez.
Mientras la Uchiha continuaba medio escuchando a la pelirrosa, que se levantó a preparar el té. Mikoto ya afinaba los planes en su mente; debía ser discreta, rápida y sobre todo convincente. Debía comprar algunas cosas en la mañana, pero ya estaba decidido.
Ella compraría el favor de Naruto Uzumaki al seducirlo.
[Mientras tanto: Kumogakure]
La aldea escondida entre las nubes, fue un lugar bastante hermoso. Como su nombre lo indica, la aldea se encontraba tan arriba entre las montañas que la vista de nubes alrededor del poblado fue algo común. Un lugar exótico donde los picos de las masivas montañas fueron usadas para construir la aldea e interconectarse por medio de puentes. Y en el medio de todo, alzándose imponente entre todas las demás montañas; estaba la torre Raikage.
Curiosamente, A el actual Raikage de la aldea de la nube no se encontraba en su oficina. Siendo hoy el último día antes de partir a Konoha, el anterior líder supremo de la alianza Shinobi decidió descansar de su papeleo habitual y simplemente relajarse. Después de todo, estaba a menos de un mes de por fin dejar su título de Raikage a la nueva generación; ya luego Darui se tendría que encargar de todo el papeleo acumulado.
Y qué mejor lugar para relajarse que las aguas termales de Kumogakure; Kami sabe que se lo había ganado.
Sentado con el agua caliente llegando hasta un poco arriba de sus pectorales musculosos. El líder de Kumo mantenía su cabeza atrás y sus brazos extendidos. Su antebrazo izquierdo, vendado de la punta de sus dedos hasta el codo, un regalo de parte de los médicos de Konoha.
"Y ¿Que tal? ¿Emocionado por volver a Konoha?" Preguntó el hombre de piel oscura, tomando la copa de sake de una pequeña canasta flotante en el agua, el hombre bebió el alcohol, apreciando la sensación de ardor bajando por su garganta. Agarró la botella y se sirvió otra, entonces dejó el alcohol en la canasta y la empujó al frente.
La canasta flotante llegó a otro hombre sentado frente al Raikage, igualmente recargado contra la roca y sumergido hasta los pectorales bien definidos y ligeramente musculosos. El joven que era un hombre de piel de melocotón y cabello rubio despeinado agarro el segundo platillo antes de beberlo de golpe.
"¡Ah! Aún no entiendo porque a Tsunade-chan le gusta tanto el Sake" murmuró él hombre de mejillas marcadas. Si bien, el sabor era refrescante y el ardor bien recibido. No sentía que su cuerpo flotara como tantas veces lo describió la última Senju, quizás fue por qué no podía emborracharse.
Mirando al Raikage frente a él, el joven Uzumaki vertió nuevo sake en la copa antes de poner la botella en la canasta "Por supuesto, dattebayo" gritó el joven con un parche en el ojo derecho. Su otro ojo de color azul brillando de emoción ante la posibilidad de volver a ver a sus amigos y madre.
Pero su entusiasmo se vio repentinamente cortado cuando su rostro pasó de feliz a uno que reflejaba incomodidad, el joven soltó un pequeño gruñido mientras bajaba la mirada al agua "P… pero claro, voy a extrañar mucho Kumo… " volviendo a gruñir de dolor, golpeó ligeramente la piedra en donde se recargaba, su cabeza mirando al cielo en agonía "... Y por supuesto, trataré de volver cada vez que pueda".
El Raikage soltó una fuerte carcajada al ver el rostro del rubio Uzumaki pasar de dolor a uno de alivio en un segundo. Sin embargo, su risa fue sofocada rápidamente por un pequeño gritó de dolor de su parte.
Mirando a las tranquilas aguas termales delante de él, el líder de la aldea entrecerró los ojos cuando notó algunas burbujas explotar en la superficie.
'Seguro que el gaki se ganó a muchos de mis ninjas' pensó A, mientras metía su brazo derecho bajo el agua y su mano acariciaba con cuidado una suave melena de cabello.
Tal hecho no le preocupaba, el chico frente a él demostró en múltiples ocasiones que su único deseo era ayudar a los demás y con ello; crear una paz duradera para las naciones elementales. Diablos, incluso él; un hombre duro como el hierro y volátil como un rayo debía admitir que el chico le gustaba, casi como un segundo hermano menor. El que esté no se la pasara cantando malas rimas y fuese más atento ante cualquier consejo que le diera solo lo hacía mejor.
No al punto de que pensara en reemplazar a Bee, nunca lo haría. Pero el joven Uzumaki sin duda sacaba lo mejor de cada persona con su actitud amable y directa.
Ambos hombres continuaron bebiendo en relativa paz, el sonido de la naturaleza llenando el silencio con su suave melodía.
"Oi, Naruto" mirando al Raikage, e rubio miró la seriedad en el rostro del hombre "¿Estás seguro sobre el asunto del mocoso Uchiha?".
Dando una pequeña sonrisa, Naruto dio un leve trago a su copa de sake, una vez el alcohol bajo por su garganta, miró al líder de Kumo "Sí, creo que sería lo mejor. Se que es pedir demasiado, especialmente a Kumo. Pero, no deseo ver morir a mi amigo".
A simplemente se quedó en silencio, hasta cierto punto podía entender al muchacho. El mismo recorrería el infierno por cualquiera de los suyos, pero este Uchiha, este Sasuke demostró ser una persona demasiado peligrosa como para dejarle con vida.
No solo porque le costó su antebrazo izquierdo, o por intentar secuestrar a su hermano. Tampoco por intentar hacer su 'revolución' cuando todos se encontraban aprisionados. Sino porque procedía de un clan que básicamente estuvo presente en cada mal momento de la historia ninja. Los Uchiha sin duda fueron un clan demasiado peligroso como para permitir crecer nuevamente; en lo personal dejaría morir al mocoso.
Pero el Raikage no pudo expresar su opinión cuán repentinamente y sin previo aviso, una hermosa mujer de ricos y húmedos cabellos de plata salió del agua frente a Naruto. Un poco jadeante, sus ojos de un verde oscuro miraron al rubio con deseo, la mojada piel de la mujer tenía un tono oscuro como la mayoría de los nacidos en el país del rayo.
Con solo sus grandes caderas sumergidas bajo el agua, le dió a Naruto una vista perfecta de su erótico y sensual cuerpo de diosa; cintura esbelta con un estómago plano y una pequeña mata bien recortada de vello púbico de plata asomándose levemente por el agua, sus pechos de copa DD rebotaban alegres con cada paso que daba al Uzumaki. Su rostro fue uno angelical; de bellas facciones, suaves labios, pequeña nariz y grandes ojos.
La mujer tomó asiento a un lado del rubio, Naruto de inmediato le ofreció su copa de sake la cual ella acepto gustosa. Con gracia y delicadeza sorbió el licor de arroz, pero en vez de beberlo de golpe como era la costumbre. Permitió que el líquido nadara dentro de su boca por unos cuantos segundos mientras usaba su lengua para moverlo por toda su caverna oral. Dio un suave gemido de gusto mientras ingería la bebida con un dulce pero salado sabor extra.
La mujer de piel oscura se recargo amorosamente en el fuerte hombro derecho del héroe de Konoha, sus pechos frotando de manera lasciva contra el esculpido torso del rubio quien se dejó consentir. Las traviesas manos de la peliplata perdidas bajo el agua, dando largos movimientos de arriba abajo.
"Me temo que debo estar de acuerdo con Raikage-sama, Naruto-kun" hablo la sensual mujer, su cabello de plata haciéndole cosquillas a la nariz de dicho hombre "¿Realmente estás seguro de querer perdonarle la vida a Sasuke Uchiha?".
Es vez de responder, Naruto se tomó un momento en apreciar la belleza de la mujer, ni un segundo dejando de realizar su trabajo bajo el agua. Extendiendo su brazo derecho; rodeo los suaves hombros de Mabui tiernamente.
"Puede que Sasuke no sea el tipo más agradable del mundo" comentó el rubio, su rostro lleno de determinación "Pero sigue siendo mi amigo".
Nuevamente el sonido del agua llamó la atención de los tres, pero en está ocasión, se originó frente al Raikage.
Finas gotas de agua corrían de bajada por el cuerpo voluptuoso de la nueva mujer, usando ambas manos, peino sus mechones rubios en un intento por retirar toda la humedad de su cabeza; revelando al tiempo su hermoso rostro en forma de corazón. Sus ojos celestes miraron un segundo detrás de su espalda a Naruto y Mabui antes de regresar a su líder.
Caderas fértiles rebotaban con gracia practicada a cada paso, su trasero de burbuja se bamboleaba de un lado a otro, así lo fueron sus gloriosos pechos que cautivaron al Raikage. Al sentarse en el lado izquierdo de A, la piel lechosa y un poco roja por el calor del agua de la rubia contrastaba con la del musculoso líder de Kumo.
"No te molestes en intentarlo, Mabui" dijo la recién llegada mientras se recargaba en el hombro de su líder "Los demás hemos intentado hacer que cambie de opinión, pero Naruto-kun es demasiado Cool para dejarse influenciar" respondió la rubia, sus manos bajo el agua nunca ociosas continuaron la misión que su boca no había cumplido aún.
Naruto sonrió torpemente mientras usaba la otra mano que no abrazaba a Mabui para frotar su nuca, un pequeño tic que tenía cada vez que se encontraba avergonzado o alegre. "Me conoces bien, Samui-chan".
Frunciendo el ceño levemente ante el guiño coqueto con el que la rubia voluptuosa contestó, Mabui se estiró para morder un poco fuerte el cuello de su pareja. Como estaba previsto, Naruto regreso a la realidad con una mueca, ante tal llamada de atención, el rubio Uzumaki descendió el brazo que abrazaba a Mabui bajo el agua para concentrarse en… otras regiones más sensibles de su compañera.
"Aún así, deberías por lo menos pensarlo" murmuró la peliplata, gimiendo un poco cuando la fuerte y callosa mano de su pareja sexual se arrastraba lentamente por su piel, descendiendo por sus caderas y masajeando su muslo interno "Ah, no intentes … mmm~... distraerme"
Aún cuando dijo eso, la mujer de ojos verdes no hizo algún intento de apartarse o detenerlo, y se derritió ante el asalto de los labios de Naruto a su cuello y hombros. A tal punto que ella misma movió su cabeza para darle más espacio en el que trabajar; los mimos y caricias no se limitaron a su parte superior, pues muy bien podía sentir su otra mano unirse a la refriega bajo el agua. Mabui se mordió el labio inferior mientras cerraba los ojos ante el ataque a sus sensibles regiones.
Cuando abrió nuevamente sus ojos, se sorprendió al encontrarse sentada en el regazo de su semental rubio con su espalda recargada contra el fuerte torso. Los grandes senos de Mabui eran acariciados con maestría practicada, sus pezones erectos de un tono ligeramente más claro que su exótica piel de ébano fueron tratados con la delicadeza de una obra de arte, algo por lo que la peliplata rápidamente comenzaba a ceder.
Las agua termales fueron lo suficientemente turbias como para censurar la parte inferior del cuerpo de los amantes; o la pareja frente a ellos podrían haber visto el coño de la mujer frotarse instintivamente contra la imponente herramienta del Uzumaki, no es como si al Raikage o a su acompañante les importase. El coño de Samui comenzaba a hormiguear y su boca se encontraba extrañamente seca ante la erótica escena, por lo que con prisa volvió a hundirse bajo agua para atender la gran erección del Raikage.
Una bruma de lujuria nubló los sentidos de Mabui. Ella, una kunoichi de élite. Naruto estaba destruyendo como en cada ocasión en la que intimaban sus sólidas defensas erigidas por años. Como mujer y soldado se había acostó con muchos hombres antes, ya sea por su disfrute personal o por el bien de una misión o su aldea. Pero ningún hombre, incluso su dotado Kage, fue capaz de volverla masilla por un simple toque, llevarla a la cúspide de la excitación a tal punto que su mente simplemente olvidaba cualquier otra función que no fuera la de respirar.
Ella no se resistió cuando la mano derecha del Shinobi de Konoha rodeo su cuello, un agarre firme pero suave la dejó sin aliento. Fue guiada por la gran mano del rubio, girando su cabeza a la orden y su obediencia fue bien recomendada cuando sus labios con labial negro para la ocasión, se presionaron contra otros más gruesos y grandes.
"Aún no respondes mi pregunta ¿Sabes?" hablo el Raikage, no mostrando algún signo de verse afectado por la pasión del dúo, en vez de eso su cabeza miro al cielo por el excelente servicio oral de su kunoichi rubia.
Naruto dio un pequeño suspiro al tiempo que soltaba el asalto oral contra los suaves labios de Mabui; dicha mujer trató de reanudar su batalla unilateral contra el rubio, pero la firme mano envuelta en su garganta le impidió hacer más que sacar su lengua en un intento por alcanzar al Uzumaki.
"Al principio ya no me importaba lo que le pudiera pasar a Sasuke" admitió Naruto, sus manos jamás dejando el cuerpo de Mabui, la mujer de piel oscura lentamente saliendo de la bruma sexual en la que fue inducida "Pero luego pensé, que si Sasuke muere ¿Qué sentido tendría haberle regresado la vida a su madre?" respondió el rubio, su único ojo expuesto mirando al cielo oscuro en concentración.
Mikoto Uchiha, la segunda mujer resucitada por Naruto. El Raikage entendía la lógica del joven. Si bien, no lo apoyaba completamente; por lo que le había contado de su pasado, sabía que la mujer fue importante para él cuando era un niño. Una de las pocas personas en su aldea natal que no lo ignoraban y que mostró un interés genuino por su bienestar.
Con un gruñido bajo, el Kage apretó los dientes mientras vertía una espesa y copiosa recompensa por la ansiosa garganta de Samui. Estaba orgulloso de decir que la rubia fue una de sus más hábiles kunoichis, tanto en el campo de batalla como en el dormitorio.
Tomando de golpe el último trago de sake en su platillo, el Kage hizo su elección. Tanto como le molestaba el Uchiha, le agradaba más Naruto y no quería tener fricciones en su amistad. Además, no es como si el Uchiha representará una amenaza para el Uzumaki, no cuando él junto a los otros cuatro Kages se encargaron de entrenar al rubio después de la guerra.
Sin embargo, mientras veía a Samui salir del agua para presionar su cuerpo contra él. Y por el rabillo del ojo a Mabui tener suficiente de burlas, sí el que rebotara en el regazo del Uzumaki mientras soltaba fuertes jadeos de éxtasis fue alguna prueba. Un pensamiento llegó a la mente del hombre de barba.
El Uchiha sin duda saldría libre; Kakashi no podría permitirse perder un activo tan valiosos como el pelinegro. Sin embargo, tendría que asegurarse que el escarmiento del traidor estuviera a la altura. El chico causó demasiados problemas a su pueblo como para salir libre con una simple advertencia.
"Ah, ah, ah, ¡SÍ! ¡SÍ! ¡SÍ! ¡ASÍ!~" el Kage miro a la pareja de amantes Konoha/Kumo; las aguas termales una vez tranquilas, se movían como violentas olas que chocaban salvaje contra las rocas. Todo debido a la peliplata que abrazaba el cuello de Naruto por detrás mientras sus caderas se movían de arriba abajo en un desenfreno total. Los grandes pechos de Mabui siendo acariciados en círculos por el dotado Uzumaki que no paraba de empujar su hombría.
El Kage acarició el redondo trasero de Samui mientras está imitaba a Mabui y se empalaba ella misma sobre su erección. La siempre estoica y calculadora kunoichi, estaba gimiendo como una prostituta barata mientras se retorcía sobre él, girando sus caderas fértiles en círculos, las diez uñas clavadas firmemente en su espalda siendo menos que una molestia en comparación al placer que el apretado coño de la rubia le ofrecía.
Con una mirada por sobre el hombro de la rubia, A miro como su más fiel subordinada y secretaria se convertía en un erótico lío de lágrimas y saliva, el cuerpo de la diosa de piel oscura temblaba incontrolablemente ante cada orgasmo que golpeaba su núcleo femenil, el placer fue tal en este punto que Mabui ya era incapaz de gesticular palabras y solo rugir su aprobación por medio de gritos de dicha.
No es que fuera un voyerista o un pervertido (incluso cuando guardaba una copia de Icha-icha en su escritorio) nada de eso. El sexo grupal fue algo normal para los residentes de Kumo; en parejas, tríos o una orgía a toda regla, los Shinobis de la nube encontraron más placentero y estimulante el competir contra otros por llevar al orgasmo a su pareja; ya sea hombre o mujer, civiles o shinobis. Sin mencionar, que tal práctica de sexo ayudaba a crecer la moral, estimular la confianza y que los casos de Shinobis renegados se mantuvieran en mínimo.
Cómo el Raikage, A no era ajeno a esta liberal práctica. Su sentido de competencia fue quizás el más grande de su aldea, por tal motivo no era raro que en ocasiones compartiera una mujer contra otro hombre para que ella gimiera su nombre en lugar de su contrincante, o hacerlo en la misma habitación con otras parejas para comparar los sonidos lascivos de sus coños martillados y el número de orgasmos que podían sacarle a su pareja.
Lamentablemente, cada competencia y maratón sexual concluyó de la misma manera, con el Kage alzándose victorioso. No le gustaba alardear, pero él fue bendecido con un miembro viril muy dotado, incluso para los estándares de Kumo. Ganar en cada ocasión y no tener competencia que lo obligarán a mejorar se volvió rápidamente aburrido y repetitivo.
Entonces él llegó a la aldea, su rival.
En un principio, A llevó al niño al Club para que se divirtiera y liberarse toda la tensión acumulada por los largos días de trabajo y entrenamiento que el joven sufría en las otras naciones antes de llegar a la nube.
El Club fue el centro de reunión por excelencia para cualquier hombre o mujer que buscará sexo, un sitio en el que el libertinaje se desataba y las inhibiciones se rompían.
A esperaba alguna reacción del chico al pasar la puertas dobles y entrar al pandemonium; la música alta era apenas escuchada sobre los sonidos del chocar de carne húmeda contra carne, las voces del interior podían ser clasificadas únicamente como alaridos desenfrenados. Hermosas mujeres con poca ropa se columpiaban eróticamente en tubos al ritmo de la música para el deleite de los espectadores. En el centro del establecimiento de dos plantas, se encontraba un gran escenario en forma de círculo, en el cual dos parejas estaban teniendo sexo frente a una multitud que los vitoreaba. Un espectáculo usual para el lugar; pues era normal que los ánimos se calentarán y terminarán por competir, con el público siendo el último juez de su exhibición.
"¡NA...NARUTO..YO..YO...AHHHHH~!".
El bramido de Mabui sacó al Raikage de sus recuerdos, mirando a dicha mujer, vio como los ojos de la peliplata rodaban a la parte posterior de su cabeza mientras su cuerpo se tensaba, la mujer no fue la única en llegar al tan anhelado orgasmo, pues podía ver cómo el rubio abrazaba la cintura de la mujer y la empujaba hacia abajo en un vicioso agarre al tiempo que levantaba su pelvis en un intento de llegar aún más adentro.
Ver a Mabui siendo reducida a una simple puta amante de vergas fue una vista realmente esclarecedora, aún cuando no era la primera vez que miraba a una de sus subordinadas dejarse seducir por el dotado Uzumaki.
El chico nació para criar mujeres.
Pero él no se quedaría simplemente viendo. Las grandes manos del Raikage agarraron las gruesas mejillas traseras de Samui, la rubia de grandes pechos solo pudo morderse el labio inferior en un intento por no gritar su placer. No sería Cool, pero incluso sus labios sellados no podían amortiguar todos sus gemidos cuando su Kage comenzó a embestirla como una bestia salvaje. Sacando casi todo su cuerpo del agua con cada larga penetración, la rubia de ojos azules ya podía sentir su creciente liberación llegar a un punto crítico. En tal punto, la kunoichi que se retorcía sobre su líder ya no podía ahogar su voz, terminando por igualar los antiguos chillidos de su cansada amiga.
Al parecer, la exhibición del líder de la nube, despertó el fuego de competencia del otro hombre en el sauna, mirando al par, Naruto entrecerró los ojos. Tenía pensado dejar que Mabui descansará por un momento, pero esto simplemente significaba guerra.
"¿Eh? ¿Naruto?" preguntó la peliplata cuando sintió la gigante herramienta de su amante retorcerse en su interior.
Sin embargo, Naruto no respondió con palabras, en vez de eso; el Uzumaki movió sus brazos bajo los muslos de la mujer; una espiral combinada de miedo, anhelo y ansiedad subió por el estómago de Mabui cuando sintió las manos de Naruto posarse en su nuca.
"Na...Naruto, e… espera, aún no me recupero" suplico Mabui, mirando muy ligeramente por sobre su hombro. La mujer soltó un suave gemido cuando Naruto se levantó del agua con ella en una posición de full nelson.
"Lo siento, Mabui-chan. Pero sabes cómo soy" dijo, haciendo referencia a su lado competitivo.
Ella estaba a punto de rogar que se detuviera, que la dejara descansar unos minutos por lo menos. Lo necesitaba, pues la última vez que su amante uso una de sus técnicas sexuales definitivas sin permitirle un mínimo reposo; su cerebro no logró soportar el celestial e implacable sexo y se volvió papilla, inconsciente durante todo un día pero completamente satisfecha como nunca lo estuvo en su vida.
Mabui quería sugerirle que fuese a reclamar la puerta trasera de su amiga rubia en brazos del Raikage, no sería la primera vez que la Bimbo kunoichi recibiera el embate del dúo. Pero sus súplicas murieron en su garganta cuando Naruto realizó un par de movimientos de prueba, subiendo y bajando a la ojiverde sobre su carne de hombre a una velocidad mínima; básicamente comprobando que el apretado interior se encontraba completamente lubricado y no le causará un daño a la mujer.
Fue lento al principio cuando subió y bajó a Mabui usando solamente la fuerza de sus brazos. Por cada larga, lenta y profunda penetración; Mabui podía sentir como el aire en sus pulmones era expulsado a la fuerza. Su sensible coño liberando grandes fajos de blanco y fértil esperma al agua de bajo por cada vez que el rubio empujaba en su interior. La idea de tomarse un descanso lentamente se perdía en el fondo de su mente, al tiempo que el hambre de más placer comenzaba a ganar terreno.
"¡Ah!...¡Ah!...M..más ¡Uff!... rápido~" fue apenas un susurro, una solicitud incapaz de superar sus fuertes gemidos.
Más, sin en cambio. Naruto no necesitaba escuchar su voz para saber lo que ella quería, conocía bien el cuerpo Mabui. Podía leerla como un libro; cada contracción, cada tensión en su vagina, el movimiento involuntario de los dedos de sus pies, incluso cada gemido por diminuto que fuese tenía un significado. Y Naruto se había convertido en un experto en traducir tal idioma.
No hizo esperar a la peliplata en su deseo, ajustando el agarre sobre la nuca de Mabui, el rubio empujó sus caderas a una velocidad mayor. El sonido del chocar de carne se combinó en una armoniosa sinfonía con el lascivo clamor de ambas mujeres.
Saliendo del agua, el Raikage se puso de pie con Samui llorando su orgasmo en su oído, el hombre de piel oscura no dió tregua a su subordinada cuando sin piedad aprovechó su nueva posición para dar aún más fuertes y profundas embestidas en el maltratado coño de la rubia. Ganando de inmediato la aprobación de dicha mujer.
Durante lo que parecía una eternidad, ambas mujeres se fundieron en un torbellino de placeres carnales tan familiar pero que no podrían soñar con acostumbrarse; como en cada ocasión, los dos machos dieron todo lo que tenían para lograr superar a su contrario.
"... Entonces… ¿me ayudas?".
Sentados en la piedra, con solo sus piernas hundidas bajo el calor de las aguas termales. El Raikage miró al joven Uzumaki a su derecha, los dos tenían una nueva taza de sake en sus manos. Recientemente había concluido una nueva competencia sin tener un ganador claro, por lo que decidieron darles un descanso a las kunoichis antes de continuar.
"¿Por qué lo quieres salvar?". preguntó sinceramente el líder de la nube.
Mirando a su regazo con su único ojo descubierto, Naruto sonrió ante la vista de Mabui durmiendo es su regazo. La mujer de piel oscura tenía el cuerpo cubierto de semen y su cara no era la excepción. Gruesos fajos de crema de hombre manchaba sus mejillas, boca y cabello. Pero aún así su expresión de felicidad era hermosa.
Mabui sonrió entre sueños ante los tiernos tratos de su hombre. Sintiendo la áspera mano masculina del rubio acariciar su cabello y cuerpo; pero a diferencia de antes, el factor sexual fue reemplazado por uno más puro y de amor.
"Cómo dije, Sasuke es mi amigo. Puede que no lo parezca, pero debajo de esa mala actitud, horrible personalidad, molesta arrogancia, estúpida mirada de superioridad y cara de Teme… existe una buena persona".
El Raikage tenía una gota de sudor rodando por su nuca ante la detallada descripción de Naruto, incluso Samui y Mabui que estaban cansadas y medio dormidas, no pudieron evitar levantar una ceja.
"También…" la mirada de Naruto se volvió seria, "... Sakura-chan jamás me perdonaría sí dejara morir a Sasuke, igual su madre. Mikoto-san seguramente me odiaría si no hiciera todo lo que está en mis manos para salvar a su hijo" dijo con verdadero pesar, demostrando la importancia de las dos mujeres en su vida.
"¡Suspiro! Supongo que no tengo opción" murmuró A mientras frotaba su cuello "Esta bien, votaré por qué el Uchiha viva…" viendo cómo la cara de Naruto se iluminaba el Kage lo interrumpió antes de que pudiera agradecerle "... Pero, quiero que hagas algo por mi".
Confundido, pero no por ello desilucionado; el rubio inclinó su cabeza ligeramente "Claro, ¿De que se trata?" Preguntó el Uzumaki, Mabui en su regazo miró con interés a su líder, de igual manera, Samui que tenía su cuerpo sumergido en el agua caliente, volteo a ver a su Kage.
Una sonrisa por demás malvada se abrió pasó en el rostro de A; una que prometía dolor y venganza para quien fuera su víctima. Tal expresión desconcertó a los otros tres ocupantes, con Naruto preguntándose un poco nervioso, sí realmente salvar a Sasuke fue algo que valía la pena.
Si el Uchiha no iba a pagar sus crímenes con su vida, entonces A se encargaría de que el chico desease estar muerto.
Fin del capítulo 1.
Gracias por leer, espero con todoi corazón que disfrutarás este primer capítulo.
Por sí te lo estás preguntando. No, Kushina será única y exclusivamente pareja de Naruto. Solo Naruto, Narukushi 4 life. Así mismo otras mujeres, puede que quiera escribir algo fuera de lo común, pero aún existen personajes con los que me siento cómodo cuando son emparejados únicamente con Naruto.
Sin otro comentario que dar, me despido y espero que sea de su agrado la historia.
Adiós.