Disclaimer: Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. Todos los derechos reservados.

Cap. 2 Mundo Scrappunk

El bullicio era ensordecedor, pero viniendo del Bar Myoboku, los residentes vecinos se pondrían preocupados si reinara el silencio. Uno de los locales más concurridos por Guerreros cazadores, individuos cibernéticos que fungían el papel de policías en Konoha City.

Atendiendo la barra del bar estaba un fornido individuo, aparentemente un humano rubio con el pelo corto, unos impresionantes ojos azules monitoreaban el gran salón del local, con una mueca estoica, limpiaba con un trapo unos cuantos vasos.

Era aún temprano, por lo que pocos clientes se encontraban frecuentando, la mesera, una bella ginoide vestida con un traje metálico de maid, estaba sirviendo una bebida energética.

Si fuera humana pasaría por una rubia platinada y sus ojos sin pupila de un morado escalofriante.

-la mesa 4 quiere el especial Delta Nu.. –se acercó a la barra con una mueca de fastidio, o al menos eso intuía el rubio, quien sin cambiar su expresión, procedió a preparar el pedido –oye, Naruto-kun.. si al terminar mi turno..

-por respeto a tu frágil ego, Shion-san, te detengo tu sugerencia.. –cortó con una grave voz, muy profunda como si fuera de ultratumba –no me "enrollo" con personal del Bar.. y aunque Jiraiya estaría más que contento que le hicieras compañía.. yo por mi parte respeto las reglas..

-le quitas lo divertido a la vida –espetó la ginoide con rencor fingido, mientras llevaba el pedido al cliente.

El rubio meneó su cabeza con cansancio, se giró para salir del nicho detrás de la barra, para dirigirse a la cocina, saludó con una seña a Teuchi, quien asintió al tiempo que movía sus ocho brazos para preparar los platillos que debían salir al restaurant que tenía anexado al bar, vio que Guren, una ciborg que solía frecuentar el bar, era la nueva ayudante de cocina, preguntándose ausentemente que paso de la hija del cocinero, será que se volvió a escabullir a ver a su enamorado..?

Mientras bajaba hacia el sótano, golpeó una puerta un código morse, para luego seguir su camino, subiendo a una escalera para el tercer piso del local. No había esperado a que el ocupante saliera, quien era un reemplazo de Naruto como bartender, un veterano de guerra, Hatake Kakashi.

Suspiró desganado al ingresar al monoambiente que fungía como dormitorio. Un camastro sencillo, un inodoro con una ducha arcaica en una esquina, un sillón, y la mayor parte de la habitación ocupada por mucha chatarra de partes cibernéticas, piezas de reemplazo de cuerpos femeninos.

Un gran ventanal que daba una panorámica de la iluminada Konoha City, una de las cinco que rodeaban al Gran Vertedero Shinju.

El espejo roto que estaba al lado de la ducha le devolvía la imagen de un cuerpo fornido vestido con una musculosa negra de tejido táctico. Un cinturón multiutilitario marrón, con unos pantalones militares en tono naranja quemado, con unas botas tácticas con protectores de pierna. Su rostro duro tenía unas marcas en sus mejillas como bigotes de zorro, su seña, su identidad verdadera.

Se encaminó a su baranda para fijar su mirada azulada hacia el cielo estrellado a punto del amanecer, donde una titánica infraestructura parecía flotar por arte de magia, sin embargo era sostenida por fuertes anclajes que lo estabilizaban desde hace siglos. Y debajo de esta "ciudad flotante" el vertedero cubría todo lo que se podía ver.

La Gran Otsutsuki, el último baluarte donde habitaban los privilegiados que dictaban el destino de aquellos que vivían a expensas del Vertedero Shinju.

Hace 500 años, hubo una serie de eventos que definieron el destino de los humanos, muchos en esa época creían que una guerra nuclear seria la causa de su extinción, muy lejos en realidad. Otros creían que una catástrofe ambiental, cerca, pero fue una pandemia de un virus selectivo a ciertos rangos de edad que había frenado el desenlace fatal.

Lo que desencadenó fueron las guerras contras las colonias espaciales.

El planeta per se ya no daba abasto para sostener a la población humana, se buscó alternativas y éstas conducían abandonar el planeta poniendo la meta de conquistar las estrellas.

Sonaba tan ciencia ficción. Pero fue lo que sucedió. Grandes compañías se alzaron como gobiernos independientes, decidiendo quienes vivirían los grandes lujos de los privilegiados, mientras en la superficie terrestre, con el pasar de las décadas más y más se iba convirtiendo en un gran desierto estéril de desechos, y los que podían sacarles provecho, se refugiaban en la basura que caían de las colonias espaciales.

Y esa diferenciación tan impresionante, y con la necesidad arcaica de guerrear, estallaron los conflictos bélicos de posesión tanto de las estaciones espaciales, como de la superficie terrestre, hasta que una de esas corporaciones que había ganado monopolio al colonizar a la Luna, fueron los detonantes del conflicto sin cuartel que había definido el estilo de vida desde centurias, terminando con muchas desgracias por lamentar durante generaciones.

Él mismo había participado en aquel conflicto con los Hyuuga de la Luna.

Había nacido en la estación espacial Uzushio. Estaba emparentado con los dueños, por lo que su educación fue de lo más privilegiada, incluso lo alababan como un genio de la nanotecnología, tenía muchos doctorados y estaba en la vanguardia de las prótesis cibernéticas, una de sus más grandes maestras fuera la gran Uzumaki Mito, quien tiempo después estableció acuerdos turbios con los Senju.

El caso fue que jugó un papel demasiado importante en aquel conflicto con los Hyuuga. Solo que la historia oficial distaba mucho de la realidad.

Hyuuga Hinata, la Byakugan no Hime, era la guerrera más mortífera que había existido, una camaleónica espía y una mujer ardiente.

Y el encuentro explosivo entre ambos podía incendiar todo a su paso.

La imagen enmarcada de una bella mujer de pelo corto, unos grandes ojos de luna, un cuerpo de infarto, un dibujo que había sobrevivido al paso del tiempo, exactos 350 años, estaba en la mesita muda al lado de la cabecera del camastro, era todo lo que pudo conservar de ella. De su alma gemela.

-saldrás otra vez..? –la voz desde la puerta indicaba al rubio que no estaba solo.

-no estoy para sermones ttebayo –replicó con un toque ácido, mirando de reojo al recién llegado –sé que eres el dueño, pero no te mataría tocar la puerta.. y si me vieras desnudo..?

-chico, te he reconstruido tantas veces que hasta me considero tu madre.. –el peliblanco sonreía con humor –debes dejarla ir.. han pasado..

-te agradezco Jiraiya.. pero no eres quien para darme consejos.. deberías seguirlos, Tsunade ya te ha enviado tantas veces a la friendzone que perdí la cuenta ttebayo!

-búrlate chico todo lo que quieras, ella está totalmente rendida por mis huesos metálicos..! –dijo con una nariz empinada mientras dejaba salir al rubio, quien había tomado un bolso, y unos protectores de brazos cibernéticos del color de su musculosa.

-Sasuke y Gaara están en camino.. llegaran al anochecer ttebayo

-cuando la ciudad despierta.. cuídate allí afuera.. –dijo el hombre con tono paternal.

Naruto había salido a la calle, se había acomodado una capucha con el cual ocultaba la mayor parte del rostro bajo su sombra, y se puso en marcha hacia el gran vertedero, era día de descarga, quizás tuviera suerte esta vez.

Desde que su amada hime de ojos de luna había desaparecido, el rubio se había obsesionado en buscarla, por lo que fue escalando posiciones de poder en la Alianza Colonial, y al haber sido destruida su colonia natal como efecto colateral con el conflicto con los Hyuuga, tras la desaparición de la familia regente, tuvo que seguir su vida ganándose prestigio con sus avances nanotecnológicos, teniendo que camuflarse cada cierto tiempo, usando nuevas prótesis para cambiar su apariencia a medida que el tiempo fue transcurriendo al hurgar sobre el verdadero destino de su amada.

Hasta que había llegado a la Gran Otsutsuki, la última colonia que aún se mantenía en funcionamiento, pero no contaba con algunos negocios turbios, relacionados al conflicto con los Hyuuga, a tal punto que temió por su existencia, debiendo huir al fingir su destrucción en un experimento fallido.

Ya en la superficie terrestre había conseguido refugio con su antiguo comandante, Jiraiya, quien fue recibiendo y reubicando a viejos conocidos, como el veterano Kakashi, el último Uchiha y mejor amigo Sasuke, y el que fuera el soberano gobernante de la colonia Suna, que había tenido un destino similar a Uzushio.

Ahora se dirigía a su búsqueda rutinaria de chatarras, viendo alguna tecnología provechosa para venderla y sacar unos cuantos coin-credits para ir armando su obra maestra.

Cada tres días, desde la Gran Otsutsuki los desperdicios, en especial tecnología desfasada por nuevos inventos, eran desechados al Shinju para los chatarreros de la superficie que podrían encontrar algún provecho y así subsistir, sobrevivir.

Naruto ya tenía una rutina muy conocida, saludando algunos camaradas como Iruka y su esposa Anko, quienes los saludaron desde la distancia.

No muy lejos pudo distinguir a Shizuka, la pareja de Gaara, quien también estaba revisando alguna novedad desechada. La pelinegra era hija de Jiraiya, y en un arrebato de orgullo decidió irse a vivir con el ciborg pelirrojo de Suna. Desde entonces Gaara no pisaba Myoboku, solo Sasuke cerraba los tratos con el viejo sapo pervertido.

Caminando sin rumbo, perdido en sus recuerdos, tuvo un estremecimiento por todos sus circuitos.

Allí, iluminado por un tenue rayo de luna azul, como si lo estuviera llamando, un torso femenino con una cabeza intacta con los inigualables rasgos de su hime, casi podría jurar que era un sueño imposible.

El rubio caminó con incertidumbre, temiendo que al despertar estuviera en su camastro y lágrimas artificiales empaparan sus mejillas con piel sintética. Su cuerpo cibernético era una rareza y poseía varias funciones envidiables de la elite de las organizaciones, por lo que le era fácil pasar como un humano con pocas modificaciones protésicas cibernéticas.

Pero el aire enrarecido del gran vertedero, los colores del pronto amanecer, con la luna apunto de ocultarse para dar paso al Astro Rey indiscutible que cambiaría toda la perspectiva iluminando el sitio con colores acres, casi podía paladear el gusto ácido de los desechos, sus manos picaban por tocar aquella esfigie.

Con cuidado, primeramente vigilando el perímetro, no encontrando nadie que lo pudiera ver o saber que estaba a punto de hacer, el rubio se acercó y con unas manos agiles fue verificando dicho descubrimiento. Sacando de uno de sus bolsillos utilitarios, un escáner, pudo comprobar que dicho torso con cabeza poseía un cerebro íntegro y que estaba vivo. Con un temblor de emoción pudo notar el dispositivo óptico que era el sello distintivo de su amada.

Al abrir sus parpados, casi no pudo reprimir un chillido de un niño que recibió un regalo muy deseado. Allí, sin ver, sus pupilas de un gris nacarado casi perlado, solo le dio la certeza que se trataba de su hime.

Con presteza guardo su tesoro, disponiéndose a buscar a la única persona que podría ayudarlo.

Ya el sol abrazaba con su calor a todas las ciudades periféricas que bordeaban y contenían al gran vertedero, pero en una de esas ciudades, específicamente la denominada Kumo City, donde abundaban los casinos donde muchos iban a probar fortuna y así conseguir suficientes fondos para comprarse un ticket de salida hacia Otsutsuki.

Esperanza. La peor forma de control que se les ocurrió a la elite para mantener sumisos a los desventurados de la superficie terrestre. Naruto lo sabía perfectamente.

También estaba asentada la Clínica Shikkotsu, cuya dueña era una eminencia en tecnología protésica, y una muy vieja conocida. Pero no iba allí, nunca estaba.

Casino Tanzaku, uno de los más grandes, Naruto ocultó más su rostro bajo la capucha, se dispuso a buscarla, sabiendo donde ella perdía su tiempo.

Efectivamente delante de una maquinita tragamonedas, se encontraba una ciborg de imponente presencia, en especial la zona mamaria, donde muchos que aun conservaban hormonas masculinas perdían la vista, y si eran cachados, los dientes eran volados de la boca, que por supuesto eran reparados con altos costos por la agresora.

-que quieres..? –ni siquiera le permitió acercarse, pero el rubio no se dejó amilanar por el aura agresivo de la mujer rubia con dos coletas.

-la encontré ttebayo..

La mujer giró, sus ojos ámbar pintaban incredulidad.

-me la debes.. Tsunade-baachan ttebayo –señaló el rubio con un semblante determinado, sacando un collar debajo de su musculosa. Al verlo, la mujer afiló su mirada.

-no te garantizo sus memorias.. –levantó una ceja calibrando la reacción de su interlocutor ante su afirmación –aun así la quieres..? Aun después de todo este tiempo..?

-siempre.. –fue la respuesta solenme del rubio.

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Jiraiya observaba como Naruto y Tsunade trabajaban en la reconstrucción del torso y cabeza, encontrada por el rubio, con el cuerpo que había estado construyendo todos estos años de partes cibernéticas descartadas de Gran Otsutsuki.

El albino apoyaba al rubio, lo veía como un querido nieto, siendo que fue afortunado conocerlo cuando era solo un crío, tantos siglos atrás. Una inmortalidad relativa había tenido gracias a sus contribuciones militares, pero a tal punto de haber llegado a deshumanizarse al ser partícipe en instaurar esa realidad actual, donde aún sobrevivía solo para ayudar a quienes cuyos antepasados fue un objeto opresor. Mismo sentimiento compartido por Tsunade, nieta de Senju Mito, mentora de Naruto en la nanotecnología, y sus turbios negocios que ocasionaron en el colapso del clan Hyuuga y las destrucciones de varias colonias espaciales, quedando solo la Gran Otsutsuki, regenteada por un clan de despiadados individuos de la elite que solo buscaban la perfección.

Tsunade misma había ayudado a Hinata en procurar cumplir su misión impuesta por su clan, pero por alguna razón, la Byakugan no Hime había sido dada de baja por los Hyuuga, muchos especulaban que había sido traicionada por su propia familia, otros que fueron los Senju, pero Naruto estaba seguro que fueron los Otsutsuki, y teniendo ahora la esfigie siendo reconstruida para tener un cuerpo propio, le confirmaba que Toneri estuvo detrás de su desaparición, siglos atrás, y que ahora que no tuvo utilidad fue desechada como tecnología obsoleta.

Por un segundo, le había temblado la mano. Y su paranoia que lo había salvado en varias ocasiones, había estallado su sistema operativo, pero una corazonada lo hizo callar, necesitaba restaurar a su amada, ya después se haría cargo de lo que sea que hubiera tras bambalinas para que este encuentro fortuito fuera posible.

Fueron semanas de intensa concentración, mínimos detalles siendo analizados por Tsunade mientras Naruto trabajaba en las prótesis, hasta que finalmente habían conseguido con éxito la reconstrucción del hardware.

El día que dispusieron para despertar el cerebro, Naruto estaba muy ansioso, que tuvo que ser llevado por su amigo Sasuke a dar una vuelta por la ciudad.

-debes mentalizarte que quizás su memoria.. –decia Sasuke cansado del silencio nervioso del rubio, quien tenía un tic con su pierna izquierda, más evidente sentados en el camión que usaban para el transporte de mercaderías, siendo que el pelinegro lo manejaba.

-no me preocupa su memoria.. la encontré ttebayo –tras un largo silencio, el rubio decidió romperla –no te imaginas..

-claro que sí.. y lo sabes.. –le cortó el Uchiha con mala manera.

-estoy cansado de ellos, solo la quiero a mi lado, ya no quiero meterme en una nueva guerra.. –aquí el rubio sostuvo la mirada a su amigo –solo quiero vivir en paz con ella, son demasiados siglos separados ttebayo..

Sasuke asintió. Pero para el pelinegro no era opción, le arrebataron a su esposa, sus hijos y su clan en una guerra de supremacías, no descansará hasta obtener su venganza.

-no te preocupes, si estuviera en tu lugar, también desearía lo mismo..

Tsunade observaba a la belleza acostada en la camilla, y como si su memoria nunca le fallara, las facciones delicadas de la mujer dormida, con su pelo medianoche, sus labios de un rosa sutil, y el cuerpo de infarto diseñado por su amado rubio. Solo desearía poder garantizar que la que despertara sea la misma Byakygan no Hime que habían conocido siglos atrás.

Sintió cuando el rubio llego acompañado del Uchiha, también estaba Jiraiya presente y ella misma, cuantos menos supieran, mejor para mantenerla a salvo.

Naruto asintió agradecido a la mujer para darle un abrazo, como un nieto a su abuela, cariño correspondido por Tsunade. Jiraiya apoyó una mano en el hombro del rubio quien agradeció con una sonrisa esperanzadora.

Acercándose a una consola y con Tsunade, procedieron a reanimar a la mujer en la camilla, despertando definitivamente el dormido cerebro. Con el último botón, Naruto retuvo el aliento con un miedo en la boca del estómago. Con Sasuke dando un asentimiento sutil de cabeza, y las miradas confiadas de Tsunade y Jiraiya, Naruto aceptó el reinicio con un clic.

El cuerpo en la camilla sufrió unos espasmos a medida que se activaban, era la asimilación de la médula espinal, y finalmente el rostro se crispó, los labios se abrieron levemente y los párpados aletearon. Naruto no se aguantó tomando la mano de la mujer que sufría una serie de convulsiones.

Su cabello se erizo para luego caer suavemente a medida que las convulsiones cedieron. Naruto decidió cambiar la posición de la camilla para ponerla un poco inclinada con la cabeza hacia lo alto al mismo tiempo que los ojos de la mujer abrieron finalmente.

Un rápido parpadeo de la recién reiniciada, Naruto pudo comprobar que sus ojos escaneaban el lugar, identificando todo para etiquetarlo y poder asimilar la información. Hasta que se detuvo sobre el rostro del rubio.

Por un palpitar de corazón, Naruto supo que vio el alma de su amada.

-quien eres..? donde estoy..? quien soy.. –fue la última pregunta ya susurrada le dio toda respuesta al rubio quien asintió con una sonrisa triste.

-miles más de preguntas tendrás ttebayo.. –dijo el rubio, pidiendo con un gesto que los demás abandonaran la habitación, quienes aceptaron con respeto y resignación, después de todo era un momento demasiado intimo –estas en la superficie de la tierra, en el gran vertedero Shinju del Otsutsuki..

Lo dicho por el rubio pareciera un idioma inentendible, si captaba sus rasgos correctamente, era un libro abierto y en blanco pero no le dejo desanimado al rubio.

-debería ser algo relevante esa información..? –cuestionó la mujer.

-la verdad es que no.. –dijo el rubio con un pequeño dispositivo en su mano –pero hace siglos, nos hemos prometido que si uno de nosotros llegábamos a perder todos nuestros recuerdos y el otro nos encontrara, tuviéramos un archivo beta con todos nuestros datos.. y nunca dejé de buscarte mi amada hime.. te han borrado tantas veces la memoria para usarte como herramienta pero eso ya ha terminado, ya te encontré y no te dejaré ir..

La mujer tenía lagrimas sin derramar en sus bellos ojos, las palabras de ese rubio la sensibilizaron tanto, hasta lo profundo de su alma, y supo que podía confiar en el.

Asintió tímidamente y el rubio abrió un compartimiento de la cabeza de la mujer, para colocar un minúsculo objeto con forma de diamante. Y activando desde la consola, ese dispositivo se activó, con toda su información desplegándose sobre el cerebro, como si pudiera sanar todas las conexiones que habían sido quemadas para borrar los recuerdos almacenados.

Tras una serie de parpadeos, imágenes inconexas fueron pasando delante de los ojos de la mujer, y atando cabos fue armando su historia hasta el momento de su primer encuentro con el rubio, un tanto más joven, en los subterráneos de un laboratorio.

El chico con una bata blanca, ella con un traje táctico ajustado a su cuerpo, apuntándole con un bastón eléctrico.

-la salida es el tercer ducto de ventilación tras girar dos veces a la derecha y una a la izquierda ttebayo.. –dijo tranquilamente el rubio mientras llevaba a la boca una humeante porción de ramen.

La joven no estaba segura si estaba bromeando o no, pero la descripción coincidía al mapa iluminado de su brazo, que solo lo podía ver con sus ojos especiales.

-apresúrate ttebayo –indicó con sus palillos donde debía seguir -el cambio de guardia terminará en cinco minutos..

Iba a girar, mirando de reojo al extraño científico, y cuando estaba por girar, se detuvo para escuchar el nombre que iba a grabar por siempre en sus recuerdos.

-Uzumaki Naruto.. –dijo el chico, girando para irse por otro pasillo –así me llamo por cierto ttebayo..

-N-naruto-kun..? –dijo con una tenue voz, como de campanillas al viento, el rubio asintió con emoción contenida.

-mi hime.. al fin en mis brazos ttebayo..

Y el rubio fue correspondido por la mujer, quien chillo emocionada por recordar todo, apretando su agarre en el abrazo de oso de su amado.

-ahora si me contestaras ttebayo..? –dijo el rubio –he esperado casi cuatro siglos..!

-si, Uzumaki Naruto.. –dijo la mujer con una voz embargada de emoción y devoción al rubio –yo Hyuuga Hinata acepto ser tu esposa.. ahora y siempre..

-ahora y siempre.. –contestó el rubio.

Ahora y siempre juntos..

Fin

Gracias a todos por seguir leyendo este proyecto, ahora ha tocado un escenario que para aquellos que han visto Alita, Ángel de Combate, si ha estado fuertemente influenciado debido que en mi adolescencia fue el anime y manga que me ha marcado con su protagonista tan "original" en esa época, y era de quien había leído todos sus mangas (el primero de hecho) y por eso este homenaje. También para construir el contexto de la historia me he basado en varias obras distópicas, por lo que no se preocupen si les ha llamado la atención..

Tengo un especial agradecimiento a Emperor92, Pegasister Geishiken, javipozos, Hinata Hyuga –NxH y mirai yami por sus review.

Como siempre les recomiendo mis varios proyectos que deseo que sigan: Gundam Kitsune, NaruHina Fans Assamble, Vampire Kitsune, Team 3 Iwa y Akai Akuma no Ichizoku. No estoy abandonando Tamashī no Yũgõ pero saldrá apenas termine un capítulo, por eso deben ser pacientes, que si la Musa me permite terminare hasta el epilogo jeje.

Una mención de honor para animebot02 quien me ha honrado con realizar un homenaje al usar parte de este fic como un Universo Alterno para ser visto por los personajes de Naruto, la obra es Naruverso por lo que les invito a que le den una oportunidad para leerla.

Sin olvidar las obras de Emperor92 y javipozos quienes tienen sus fic Selfinsert con algunos colegas como sus compañeros de aventuras, así también a Pegasister Geishiken quien empleo mi personaje Riki Senryaku como parte de su fic. Y también no olviden de pasar por el canal kunoichi 09 donde está subiendo los capítulos de Tamashī no Yũgõ. Otra mención de colaboracion es en el fic Luna mia ¡MIA! de Hinata Hyuga -NxH, a quien estimo mucho.

Esto me lleva a compartir estas noticias: tengo un grupo de colegas escritores de Elite, quienes hemos empezado un proyecto en conjunto llamado NaruHina Fans, Assamble. Los involucrados (Regina Alba Blossom, Emperor92, javipozos, Pegasister Geishiken, OTAKUfire Serpiente de Obsidiana, dante21, Sebas602, Kevin4491, animebot02, mirai yami y Hinata Hyuga -NxH) estaremos publicando en simultaneo el mismo fic, por lo que aprovecho para invitarlos a conocerlos; en mi apartado de autores favoritos están mis colegas; y creo que es todo, solo recordarles por favor que apoyen la campaña "Valora nuestro trabajo, deja un comentario" que es a favor de la campaña de voz y voto : porque dar a favorito y follow, y no dejar un review es como manosearme una teta y salir corriendo.

Lectores si. Acosadores no.

Arigatou Gozaimazu

Ja Ne

Regina Alba Blossom