Los personajes no me perteneces, si no a Gorila senpai, Hideaki sorachi, tampoco la imagen de portada, esa pertenece a su respectivo dueño, lo único que me pertenece es la historia.
Aclaraciones:
Cursiva-recuerdo anteriores-flasblack
La personalidad de los personajes puede contener Out of Character (OoC): fuera del personaje - demasiado Ooc por donde lo mires.
Insinuación de parejas del mismo sexo, yaoi.
Malas palabras, drama de oficina, amores no correspondidos, etc.
Comedia-drama-sad, este capítulo es una montaña rusa.
Disculpe los posibles errores ortográficos que se llegue a presentar, se corregirán en la brevedad posible.
El siguiente fic esta basado en hecho semi reales, uwu algunas cosas fueron cambiadas o inventadas, al fin y al cabo es una historia loca que se le ocurrio a esta loquita uwu.
💖 Fic dedicado a mi beta Cris ShiawaseDay , quien fue la inspiración para este fic, gracias beta por darme tu confianza y permitirme plasmar esta historia :D
EL amor es una mierda
Capítulo 1.- Descubrimiento.
(Posiblemente único)
Por Frany.
"Y el amor era un sentimiento tan poderoso, como doloroso…"
A lo largo de su vida, Kagura Yato nunca se había retractado de sus palabras como en ese momento, ella siempre dijo que jamás se fijaría en un bastardo narcisista como lo era Sougo Okita, su compañero de trabajo, es más, al principio le cayó mal – no tenía nada que ver, con que la llamara gorila— no entendía cómo en estos tres últimos años las cosas hubiera cambiado, se suponía que la única función de su corazón era bombear sangre, no enamorarse de ese maldito bastardo.
Lo odiaba, detectaba la manera que él muy bastardo lograba molestarla, odiaba como le llevaba la contraria, creyéndose superior a cualquier otra persona, sin olvidar lo narcisista que es o su obsesión con esa estupidez que "las vacunas solo era un invento del gobierno, para controlar a la población".
¡Estúpido friki!
Kagura por otro lado creía que la señora Okita no tomo ácido fólico durante su embarazo o en su defecto, se le cayó de pequeño su hijo. Pero nada de eso tenía que ver con su aparente descubrimiento, o como ella lo llamaba "horrornamiento", maldijo la hora en que se dio cuenta, sobre lo atractivo que era su compañero, más ahora que este no le quitaba la vista de encima, ¿se podía ser tan guapo y asqueroso a la vez?
—Que pasa china, ¿acaso jamás habías visto un hombre tan guapo como yo?— le cuestionó al ver como la china (así la apodaba él) se le quedo mirando más tiempo de lo debido.
La jovencita de cabellos bermellón y ojos azules sonrió.
— Solo quería verificar una cosa— musitó dulcemente— tú sí que tiene cara de pasivo ~aru, de seguro los hombres te confunde con una hermosa señorita— mintió descaradamente, dejando salir una fuerte carcajada, provocando que Sougo simplemente frunciera el ceño, no era la primera vez que le decía sobres sus facciones finas, el cómo su rostro lucía más femenino que masculino.
—Que tengas problema de vista no es mi problema — rezongó, ella dejó de sonreír, Okita le lanzó una directa, por su parte Kagura le restó importancia al asunto, no era su culpa que su anciano padre le heredará su mala vista y por eso tuviera que usar esos lentes de botella(claro que ella había elegido ese modelo, solo porque se le veían cool), al menos agradecía a dios por no heredar los problemas de calvicie de su padre, contrario a su hermano Kamui, quien desde que paso los veinte años tenía una pérdida parcial de cabello; tampoco ayudaba lo poco femenina que era, si bien tenía que usar el estúpido uniforme de la empresa, el cual consistía en una corbata roja, chaqueta gris, falda de cuadros del mismo color y una blusa blanca, que hasta cierto punto tendría que hacerla ver más formal y hasta sexy, la realidad era que no se veía nada sexy, considerando que la pelirroja le anexó unos pantalones negros, debido a que solía golpear a cualquier acosador que intentará propasarse en el metro o autobús— y para tu información, no tengo cara de pasivo, no es mi culpa que mi rostro sea tan perfecto y delicado, no es mi culpa que algunos no fuera bendecido como yo, como tú comprenderás china marimacho.
— ¡¿A quién llamaste china marimacho, bastardo?! — gruño la jovencita dando un fuerte golpe a su escritorio.
—Si te queda el saco, póntelo.
— ¡Maldito bastardo ~aru! —Kagura no dudo en lanzarle una de sus ya famosas patadas, pero para su mala suerte, Okita lo esquivo, gracias a sus buenos reflejos que le dejo practicar judo desde temprana edad.
La jovencita cada vez se veía más furiosa al ver como su compañero esquivaba sus ataques, el lenguaje poco recatado de Kagura se escuchó por toda la oficina, mientras que el joven Okita no dejaba de contradecirla, este no perdía oportunidad de molestarla.
Si bien no era correcto hacer ese tipo de espectáculo en medio de la oficina y más trabajando para una empresa como Gintama, a nadie le sorprendió ver como la mejor formadora de la empresa iniciaba una pelea campal con el auditor de calidad a media oficina, de hecho era algo tan común que nadie decía nada, quizá se debía a que el supervisor de dicha empresa era amigo íntimo de Kagura y pasaba por alto sus pequeñas peleas con Okita.
Tanto Sougo como Kagura llevaban más de tres años laborando juntos, cualquiera que los viera diría que tenía cierta química, incluso algunos diría que había cierta tensión sexual entre ellos.
No era la primera vez que Kagura se cuestionaba a media pelea, ese extraño sentimiento que le provocaba Okita Sougo, no era hambre como alguna vez pensó, era algo más allá, no lo iba admitir pero ese hombre le atraía, si bien tenía una cara algo afeminado, su cuerpo era todo lo contrario, Okita no por nada tenía una buena condición física, la joven Yato podía ver el cuerpo bien marcado que tenía su compañero, ¿Cómo era posible que ese hombre estuviera en buena forma, si trabajaba todo el maldito día en esa oficina? Ella apenas llegaba a su casa y caía rendida (después de comer como cerdo) en los brazos de Morfeo, por eso había subido varios kilos desde que empezó a trabajar, ya no era tan joven y atlética como cuando tenía catorce años.
La jovencita no sabía en qué momento sus sentimientos empezaron a cambiar, lamentablemente no fue la única que se percató de la cierta atracción que sentía por Sougo, su superior y mejor amigo de Kagura también lo noto.
Fue por eso que cierto día, cuando Kagura estaba a punto de ponerle leche caducada al café de Sougo, que fue sorprendida por su mejor amigo, Gintoki.
— Kagura-chan necesito hablar contigo. — canturrio el hombre, tocando su hombro.
— ¡Ah! — soltó un grito poco femenino la jovencita, casi se le salía el corazón de susto que le pegó, por un momento pensó que sería esa cara de niña, miró a su amigo que le sonreía. — No me asuste así — gruño la jovencita,
—Eres demasiado lenta, Kagura-chan, dame eso — el hombre no dudó en vaciar la leche al café del castaño — ahora, acompáñame a mi oficina, tengo que hablar muy seriamente contigo, señorita.
— Pero. — la jovencita puso los ojos en blanco.
— Nada de rezongar, Kagura-chan, vamos a mi oficina— la jovencita solo bufó, el hombre de cabellos platinos y ojos de pez muerto negó con la cabeza—vámonos antes que venga y se dé cuenta— Sakata Gintoki era un hombre bastante apuesto, usaba unos lentes que lo hacían ver más serio de lo que en verdad era, rondaba los 30 y algo años, aunque él lo negara y dijera que tenía menos de veinte, la verdad era otra cosa.
— Te juro que estado llegado temprano Gin-chan — rápidamente se defendió la pelirroja, quien iba detrás de su mejor amigo a la oficina — no puedes amenazarme otra vez, diciendo que me descontarán ~aru, siempre llego a tiempo, además, eso se llama acoso— Kagura creía que nuevamente Gintoki la sermonearía, ambos amigos llegaron a la oficina del más grande, Gintoki abrió la puerta, de forma caballerosa le cedió el paso a su amiga, quien simplemente arqueó la ceja, su estúpido amigo a veces le sorprendía con lo educado que se portaba, si no lo conociera tan bien, ella diría que su amigo era un caballero y no un vulgar jugador de pachinko, adicto a la leche de fresa, la jovencita entro a la oficina seguida de Sakata, tomó asiento enfrente del escritorio de su amigo quien no perdió oportunidad para quitarse el saco y corbata que tenía que usar, caminó hasta su silla reclinada.
— Siempre llegas con diez minutos de retraso, eso no es llegar temprano.
— ¡Pero llegó!— se defendió Kagura— además llegó tarde porque pasó a comprar tu estúpida leche de fresa ~aru.
— Si bueno, yo solo digo que llegas diez minutos tarde. — mencionó el permanentado.
— Y yo solo aclaro que compro tu estúpida leche de fresa—rezongo la ojiazul.
— Maldita mocosa, deberías respetarme, soy tu jefe.
— ¡Oblígame anciano!
— ¡Que no estoy viejo! Soy tan joven como tú.
—Si tú lo dices, anciano ~aru.
—Kagura— gruño su amigo, no obstante recobró rápidamente la compostura— no te llame por tus retrasos, sino más bien para otra cosa.
—No me digas que…—la jovencita se llevó ambas manos al rostro y soltó un grito de felicidad— ¡Por fin me ascenderán! siiiii— grito felizmente la pelirroja— si es así pido la oficina que dejó tu amante adicto a la mayonesa.
— ¡Él no es mi amante!
— Bueno, eso no es lo que dicen las malas lenguas, Gin-chan, se dice muchas cosas de ti y Toushi~aru— la pelirroja se encogió de hombros.
— ¡Que los dos hubiéramos llegado tarde el mismo día no quiere decir nada! — intentó defenderse.
— También que olieran al mismo jabón barato de hotel, al menos si ibas a dejar que te diera, hubieras hecho que pagara algún hotel caro.
— ¡KAGURA DEJA DE DECIR ESAS VULGARIDADES!
— Yo solo repito lo que otros dicen —dijo Kagura poniendo los ojos en blanco, no era el único rumor que se hablaban sobre esos dos, también sobre la fiesta de año nuevo, esa donde ambos terminaron borrachos y abrazados en una esquina.
Kagura miro a Gintoki, a veces se preguntaba como su vago amigo adicto a la leche de fresa y pachinko fuera el supervisor de aquella sucursal de atención al cliente, quizá era porque Gin tenía cierta maña para engatusar gente y resolver problema.
— Kagura— Gin se aclaró la garganta— la razón por la que te cité es por otra cosa.
— ¡No me digas que…! POR FIN SALDRÁS DE CLOSET— gritó— ya era hora Gin-chan, ya sabes que yo te apoyo lo tuyo con Toushi~aru, eso sí, no porque ambos sean hombres no quiere decir que no utilicen globito, ya sabes que ese Toushi es medio zorro
— ¡Que no tengo nada con él! — gruño el supervisor. —y deja de decir estupideces.
— Entonces es con Madao, pobre de él, salir con un bueno para nada. — ya se imaginaba al pobre de Madao, la vida que le esperaba con su amigo Gin-chan.
— Kagura, por última vez, no me gusta el plátano — el hombre intentó contar del uno al diez, necesitaba guardar la compostura, sabía perfectamente lo que intentaba su tonta amiga y Gintoki Sakata no perdería los estribos.
— Está bien Gin-chan dime, ¿Que te ocurre? Quieres ayuda de mami gura-san, ¿acaso tú y Toushi trae pleitos maritales? No soy una experta en esos temas, pero si quieres te puedo recomendar un fic yaoi donde dan consejos sobre.
— ¡DEJA DE DECIR ESTUPIDECES, MOCOSA! —Gintoki alzó nuevamente su voz, de nuevo comenzó a contar del 1 al 10, para luego dejar salir un sonoro suspiro. —en primera, no tengo nada con ese imbécil adicto a la nicotina y en segunda, jamás sería el que recibiera.
—Eh.
—Pero eso no importa, lo que quiero decir es… que tú y yo necesitamos hablar seriamente jovencita.
—Gin-chan ¿no estamos hablando ya?
— No, se lo que intentas Kagura-chan y no funcionara, sabias que algún día tendríamos que hablar sobre esto.
— ¿Sobre qué?
— Sobre Souichiro— tras escuchar ese nombre Kagura alzó el entrecejo.
—No comprendo Gin-chan ¿Qué tiene que ver ese bastardo aquí? — fingió estar enojada.
— Tiene mucho que ver, lo he visto, lo he notado, no me quieras engañar pequeña mocosa.
— Jamás te engañaría con nadie, Gin-chan, tú sabes que eres el único para mí. — le contestó como si ambos fueran más que amigos.
—No te hagas la tonta Kagura.
—Pero es la verdad, nunca te seria infiel, mi querido vago bueno para.
—Kagura—la interrumpió—te he visto, lo he estado observado a ambos, la última fiesta de la compañía me lo dejó bien claro.
—Gin-chan ¿ahora me acosas? No me digas que Kondo-san te estado pasado sus mañas, no, no, no, mi pequeño Gin-chan ahora se volvió un gorila acosador ~aru. — se llevó ambas manos, como si estuviera intentando limpiar las lágrimas imaginarias.
— ¡Ya te dije que dejes de decir estupideces!
—Pero.
— ¡Cállate y escucha! —La regañó como si fuera una niña chiquita, la pelirroja torció su boca, en una clara señal de molestia—Los he visto, sé que ambos se han vuelto muy unidos… — musitó el hombre, parecía un padre intentando tantear el terreno que hablaría con su hija rebelde e impulsiva.
— Quisiste decir que nos peleamos a cada rato.
—Eso dices para negar un hecho obvio.
—No entiendo de qué hablas, Gin-chan.
— Hablo sobre lo que sientes por Souichiro-kun.
— ¿Asco?
— Si así lo quieres llamar — el hombre se acomodó en su silla, miró fijamente a Kagura — Puedes engañar a todos, menos a mí, yo te conozco como la palma de mi mano.
— ¿A si? Entonces ¿de qué color trago mi braga?
—Kagura. — una venita comenzó a palpitar en su sien.
— ¿Qué? — La jovencita se encogió de hombros — tú dijiste que me conocías.
—Ya sé lo que intentas hacer.
— ¿Dominar el mundo? ¿Ganarme la lotería? ¿Terminar la universidad? ¿Casarme con el coronel Sanders~aru?
— No quieres admitirlo ¿Por qué Kagura-chan? Crees que si no lo dices será como si no existiera, dime, ¿Desde cuándo estás enamorada de él?
— ¿Del coronel Sanders? Pues... Desde que conocí el pollo frito.
— ¡Kagura!
— ¡Es la verdad! — se defendió la pelirroja.
— La verdad es que no aceptas lo que sientes por ese bastardo.
— ¡Ya dije que si me quiero casar con el coronel Sanders!
— ¡Deja de mencionar a ese estúpido pollo frito! Ya me está dando hambre y estoy adieta—ahora entendía porque su amigo andaba irritado los últimos días.
—No quería mencionarlo, pero ya que lo dices, últimamente he visto que tus pantalones ya no te cierran, si sigues así, Toushi te dejará por otro.
— ¡Maldita mocosa! Te he dicho que no tengo nada con él—gruño— no te quieras hacer la tontita, ya sé que intentas pero no te servirá, tú sabes muy bien porque te llamé. Estoy preocupado por ti, de verdad, Kagura-chan.
— Yo también, me preguntó si me casare con un vestido de plumas de pollo o un vestido de algodón.
— ¡YA BASTA KAGURA!— alzo la voz más de lo acostumbrado, se podía ver claramente irritado, a veces Sakata odiaba el lado infantil de su pequeña amiga, la conocía a la perfección, por eso mismo se daba cuenta de los recientes cambios que tenía, toda esta platica solo le confirmaba sus sospechas.
Kagura siempre evadía los temas que no deseaba hablar con bromas pesadas, mientras más cierto era, más irritable se comportaba. Gintoki no era idiota, aunque lo aparentaba, el hombre estuvo observado a su amiga los últimos meses y en la última cena mensual que tuvo la empresa, sus sospechas fueron confirmadas; esas miradas llenas de anhelo, esa pequeña chispa en sus ojos azules cada vez que peleaba con ese bastardo, Gin lo sabía, muchos lo sospechaba pero Gin podía afirmar sin miedo a equivocarse que su pequeña y joven amiga sentía más que un simple desprecio por Sougo Okita.
Tanto Kagura como Sougo hablaba más de lo habitual, las constantes peleas aumentaron, peleas que venía disfrazadas de cierto coqueteo (si es que sé podía llamar así)
Por eso él tenía que intervenir, quería mucho a Kagura, quería que su amiga fuera feliz, lo último que deseaba era volver a verla deprimida con el corazón roto, él necesitaba que Kagura admitiera sus sentimientos por Okita, así sería más fácil de ayudarla para que no le rompieran el corazón y pudiera fijarse en alguien mejor que ese bastardo.
—Kagura-chan— la voz de Gin sonó más suave de lo acostumbrado— yo sé lo que sientes— Kagura negó con la cabeza
— No sé de qué hablas, tú sabes que el único que me gusta es…
—No puedes tapar el sol con un dedo, no puedes negar un hecho obvio, tus ojos te delatan, tu mirada, incluso sus mejillas lo hacen.
— No Gin-chan, eso no es verdad — negó como si fuera una niña pequeña.
— Estas enamorada de Souichiro.
— ¡No!— Grito— no es así, ¿Acaso no ves cómo nos peleamos? ¡No me gusta!
— Kagura.
— Es la verdad.
—Kagura.
— No, no y no — la jovencita empezó a reír, una risa que no tenía nada de gracia — Gin-chan ¿crees que sería una tonta? ¿Crees que me fijaría en alguien como ese bastardo? Más sabiendo que él tiene novia, ¿realmente me crees idiota? — Gin pudo ver como esos azules se veían opaco, la pelirroja no lo iba admitir, Gin lo sabía perfectamente, él también pasó por una situación similar, por eso mismo deseaba que su amiga lo admitiera, era más fácil admitirlo para superar ese amor mal correspondido.
— Kagura-chan.
— No siento nada por él, de veras ~aru, quizá solo sienta cierto compañerismo nada más.
— Soy más grande que tú, quizá sea un irresponsable algunas veces pero...
— ¿Algunas veces?
—Pero soy alguien también observador, sé que es difícil admitir esto, también de que en el corazón a veces no se puede mandar, Kagura-chan, te conozco desde que tenías catorce años, no puede simplemente intentar engañarme o engañarte, sé lo que sientes por Sougo, no te voy a juzgar, está bien si estas enamorada de alguien que sale con otra persona, jamás te jugaría ni echaría en cara nada, mi único deseo es verte feliz y que él no te lastime.
—Él no puede lastimarme — musitó.
— Puede, porque lo amas, te lastima verlo con ella, con su novia.
— Gin-chan —la joven de ojos azules lo sigue mirando con una sonrisa, por más que ella se empeña en decirle a su amigo que no le afecta, lo cierto es que dolía y mucho.
—Kagura-chan — Gintoki no era mucho de consolar, lo único que hizo fue sacar una caja de Sukonbu, la Yato simplemente sonrió mientras tomaba aquella cajita, no dijeron nada más, Kagura no lo dudo y empezó a devorar en un dos por tres las algas saladas que le dio su amigo.
Estuvieron un rato así, ambos mirándose a los ojos, al final Kagura dio por terminado la plática, la pelirroja estaba a punto de abrir la puerta, sólo entonces Gintoki por fin habló.
— A mí no me importa lo que le pase Souichiro, la única que me importa eres tú, sabes que te quiero como si fueras una pequeña y molesta hermana menor... para mí...— sabía que no debía presionar, lo único que deseaba era su felicidad, el joven de cabellos platinos suspiro derrotado — sabes que siempre estaré para ti, Kagura-chan, si necesitas hablar o algún consejo, no dudes en pedírmelo, que para eso estoy.
Kagura simplemente asintió, salió de la oficina y mientras caminaba por los pasillos no dejaba de pensar por lo dicho por su amigo, se negaba admitirlo, más enfrente de Gin-chan, si ella aceptaba que veía a Sougo más allá que un simple compañero, entonces las cosas cambiarían y ella no deseaba que nada cambiará.
Pero… por más que ella dijera eso, la verdad era que dolía y mucho, verlo a ellos dos juntos, no podía dejar de sentirse basura cada vez que los veía, la forma en que ella anhelaba ser esa mujer. Se odio profundamente, ¿Cómo podía estar enamorada de ese bastardo? no sabía porque su estúpido corazón dejo de verlo como el maldito chihuahua con cara de niña, a ser simplemente el hombre que hacía temblar su corazón.
…
La mañana pasó rápidamente y cuando se dio cuenta ya era la hora de salida, todo hubiera estado bien de no ser que a la salida del edificio se encontró con una horrible escena, la novia de Sougo apenas lo vio, saltó hacia sus brazos y lo llenó de besos apasionados.
Kagura fingió no verlo, camino calmadamente hasta que perdió el control de sus sentimientos, fue entonces que empezó a correr hasta un pequeño parque, la pelirroja se dejó caer en una de las bancas. Se sentía agitada, con un fuerte malestar en su pecho, sus ojos le comenzaron a picar, pequeñas lágrimas empezaron descender de sus ojos.
¿Por qué? Se cuestionó, ¿Por qué a estas alturas de su vida se tenía que enamorar? La jovencita lloró, dejó salir todo lo que sentía, fue en ese momento que recordó las palabras de su amigo.
"Estas enamorada de Souichiro"
— ¡Estúpido Gin-chan! — Gruño la jovencita.
[Mientras intentaba en vano limpiarse el rostro, recordó cierto incidente que ocurrió meses atrás, cuando gin-chan salió de vacaciones y Hijikata se quedó como encargado.
—No entiendo como ese sujeto te ascendió— musitó al mirar los reportes de Kagura— ¡eres demasiado lenta!, deberías ya haber terminado esos reportes, para el puesto que tienes actualmente, hace reportes debería ser fácil.
—Pero Toushi.
— ¡No hay excusas ni pretexto para tú ineficiencia!— regañó, no por nada era conocido como el demonio de esa empresa, Hijikata era demasiado estricto, él no tenía piedad al momento de hacer alguna amonestación— no me importa si ese vago es tú amigo.
—Pero no lo entiendes, Toushi.
— ¡Es supervisor Hijikata-san!— gruño el hombre del flequillo en forma de "v". — y solo me estás dando excusas.
—Pero es mucho, es inhumano hacer 50 reportes por día, aparte de capacitar a los nuevos reclutar, sin olvidar que mi equipo es viejo y lento. .
—No te excuses, Sougo hace el mismo trabajo que tú, no se queja y termina en menos de dos horas sus reportes.
—Pero Toushi.
— Mira Yato, a mí no me importa las amistades que tengas, lo que me importa es el trabajo y tu rendimiento como empleada deja mucho que desear — su voz era cada vez más fuerte — lo único que deseo es que cumplas con lo pedido, de no haber mejoría en tu trabajo tendré que reportarte, lo cual puede repercutir en tu actual puesto, incluso puede significar que regreses a tu anterior cargo.
—Toushi.
—Sin embargo, teniendo en cuenta que tu contrato está próximo a vencer, un reporte de esta magnitud podría incluso costarte tú nuevo contrato.
— ¡No puedo perder este empleo, Toushi! — no deseaba rogar, pero sí tendría que hacerlo, lo haría, por Sadaharu, ella podía comer cualquier cosa, pero su perro hijo no.
Hijikata la miro un largo rato, dejo salir un suspiro, sentía la necesidad de fumar, tan solo una semana atrás se prometió que dejaría aquel vicio y estar tanto tiempo en abstinencia lo irritaba, Kagura si bien no cumplía con los reportes solicitados por día, no negara que era buena dando capacitaciones y atendiendo a los clientes como pedían, tal vez estaba siendo demasiado estricto con ella por culpa de su actual abstinencia, no era un ogro como algunos decían, quizás debería darle una oportunidad a esa jovencita.
—Tienes una semana para cumplir con los reportes solicitados por día— musitó— sino cumples en este lapso lo pedido, no me quedara más que reportarte ¿lo tiendes, verdad? Una semana nada más, Yato.
— Si, Hijikata-san.
…
Después de aquella platica, Kagura se había empeñado en cumplir con las ordenes solicitadas por Toushi, sin embargo por más que lo intentaba, no lograba ser tan rápida y eficaz como Okita, no entendía cómo es que Sougo podía hacerlo tan rápido y tener tiempo de sobra, teniendo unas máquinas tan viejas y lentas.
Lo peor es que Gin-chan no estaba para ayudarla, a este paso perdería ese empleo, estaba tan metida en sus reportes que no se percató que Sougo le hablaba.
— ¡Te estoy hablando, eh, china!
— ¿Eh? ¿Qué quieres? Ahora no tengo tiempo para sacarte a pasear Chihuahua, déjame en paz. —lo ignoro mientras terminaba su reporte número 25.
— China.
— Ahorita no joven, estoy ocupada.
—Chinaaaaa— siguió molestando, hasta que Kagura por fin se dignó en mirarlo.
— ¿Qué quieres?
— ¿No vas a comer? — cuestionó, al ver que pronto serían más de las cuatro de la tarde y su compañera no había almorzado, ahora que lo pensaba, tampoco la vio desayunar, algo raro en ella que era la primera en comer.
—No tengo hambre. — respondió rápidamente, sin apartar la vista de la computadora.
— Eso es raro en ti, ¿Qué te dijo Hijikata? Desde que regresaste de su oficina has actuado rara. — Kagura lo medito unos segundos, no tenía caso ocultarlo, sabía de buena fuente que Hijikata y Sougo eran algo así como amigos.
—Tú amante Toushi me quiere correr.
— ¡Él no es mi amante! —contesto rápidamente, poniendo los ojos en blancos, no era la primera vez que Kagura lo molestaba con ese bastardo.
—Si tú lo dices.
—Es la verdad, es más, si pudiera lo mataría.
—Seguramente a sentadas. — se burló la pelirroja.
—China, yo no bateo para ese lado.
—Si tú lo dices.
—Veo que estas de mejor humor, ahora dime ¿Por qué razón quiere despedirte ese bastardo? —la chica dejo salir un fuerte suspiro, desvió la vista.
—Él dice que no soy eficiente para el puesto que ostento, que no sabe cómo Gin-chan me ascendió, sino cumplo con los estándares básicos, Toushi dice que para el puesto que tengo, debería hacer realizar sin contratiempo los 50 reportes por día, incluso me dijo que a este paso puede que no me renueven mi contrato— la jovencita de veía afligida, ¿qué haría si perdía ese empleo? Ella aun no terminaba la universidad, no tenía la experiencia laboral para otro tipo de empleo que no fuera atención al cliente, sin olvidar las deudas que tenía que pagar, era una mujer independiente y madre de un can, lo último que deseaba era pedir ayuda a sus padres, casi podía visualizar a su hermano Kamui burlándose por no conserva un empleo.
—Ya veo.
—No, no, no—se quejó, se llevó ambas manos al rostro— si pierdo este empleo, yo.
—Oye china— el joven de cabellos castaños la llamo— ¿qué tal…si te ayudo? — aquellas palabras atrajeron su atención.
— ¡Eh! ¿Qué estás diciendo?
—Lo que oíste, no es tan difícil que digamos— se encogió de hombros—podemos intercambiar usuarios, yo trabajo un rato con tu clave y tú con el mío y así, hago un poco de los reportes, Hijikata ni se dará cuenta.
—Pero... sabes que está prohibido— de todas las reglas que tenía, esa era la principal, jamás intercambiar usuarios— si nos descubren, incluso puede despedirte.
Sougo negó con la cabeza
—Tú misma lo dijiste, si es que nos descubren, te puedo apostar que nadie se dará cuenta.
—Pero Toushi.
—Hijikata no será problema alguno, además, solo falta dos semanas para que regrese el jefe, hasta entonces solo tenemos que hacer creer a ese bastardo que haces la cantidad solicitada, total, si te renueva tú contrato, él no podrá hacer nada hasta dentro de un año, dime ¿Qué dices? Vamos, aprovecha que estoy siendo amable— le sonrió, Kagura se sintió rara, Sougo jamás se había portado de esa manera.
— ¿Qué quieres? —Lo miro entrecerrado sus ojos— No creo que seas tan amable por qué si, que estás planeado.
— Nada—sonrió, Kagura sintió algo raro en su estómago, quizás era ¿hambre?, no, era algo más— simplemente quiero ayudarte— abrió completamente sus ojos— no desearía tener otro compañero…contigo al menos me divierto y los demás me ve como si fuera raro. — no lo decía de forma sarcástica, Okita estaba siendo sincero.
Estuvo tentada de aceptar su ayuda, lo pensó mucho pero al final no acepto, Sougo era un bastardo, pero no al grado de hacer perder su empleo, por lo que sabía, su hermana dependía de su sueldo y no estaba bien de salud. No quería cargar en su conciencia un posible despido, no soportaría verlo así.
—Gracias por tu ayuda pero no— Okita la miro como si estuviera loca— no me creas tan estúpida, Toushi tiene razón, tengo que ser eficaz en mi puesto, por algo Gin-chan me ascendió— ella le sonrió y Sougo simplemente la miro un largo rato...]
Desde aquel incidente los sentimientos de Kagura comenzaron a cambiar, sin darse cuenta llego a un punto que no tenía retorno.
Estaba enamorado de él, de ese maldito bastardo, realmente odiaba sentirse así.
— ¡Estúpido chihuahua! —maldijo la jovencita y mientras se limpiaba el rostro en un intentó en vano por no llorar.
En ese preciso momento se dijo así misma que haría lo imposible para olvidarse de ese bastardo.
La jovencita no dejaba de pensar que el amor, era una mierda.
¿Fin?
Comentarios finales:
A estas alturas creo que la mayoría me dirá, D: ¿como se te ocurre subir otro fic, sino has terminado los demás?, la respuesta es simple, porque yo nunca aprendo y ciertamente, jamas entenderé como funciona la inspiración.
Como dije en el anterior capitulo de MDP, actualmente estoy en cuarentena por la pandemia de Cv-19 que esta habiendo a nivel internacional, así que tengo un poco mas de tiempo para escribir fic.
De hecho este fic esta basado en hechos reales(no todo, pero si parcialmente), mi idea original era hacer un oneshot, pero ciertamente se convirtió en algo al muy estilo gintama, como pueden ver entre la comedia, drama y amores mal correspondido nació esta historia, que sin darme cuenta se fue desarrollando de otra forma a la que tenia pensada.
¿Porque termina de forma abrupta? ¿que paso con Kagura? eso lo dejo a la imaginación de cada uno de ustedes, como les dije, mi idea principal era plasmar algo simple y sencillo, algo que tocara al lector, de la forma que a mí me cautivo cuando lo plasme, tras escuchar los dilemas amoroso de... tú ya sabes quién :P aunque su historia no es tal como lo pinto en el fic, mucho menos por lo que mi loca mente imagino, entiendo su sentir y yo solo quería de cierta manera, trasmitir sus sentimientos.
En fin, agradezco infinitamente que haya leído hasta aquí, cuídese mucho y espero que se encuentre bien de salud:'v no como frany que ya se enfermó otra vez de la garganta :'v
Y recuerde, tome su sana distancia, no salga mucho y si tiene que salir por trabajo, cuídese mucho, sé que la situación se está poniendo difícil, pero recuerde que todo esto pasara, los quiere, frany.
p.d: :'v tuve una indirecta por fb sobre gatos y mi beta me lo recordó hoy, quizá pronto tenga noticias de ese fic uwu ahora si, frany fuera ;)
por cierto, en wattpad me encuentro como Frany Fanny Tsuki
~o~o~
Gracias por comentarios, sobre a todo aquellos que se toma la molestia en leer este fic, aquellos que solo leen y agrega en favorito x3 también gracias :'3 me hace feliz que alguien me leen.
Subido
Fanfiction
19-04-2020

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