Admito que fue un poco más tarde de lo planeado... planeaba subirlo por la tarde... pero bueno, sigue siguendo el cumpleaños de You en Japonlandia y ahora también aquí... en fin, como lo prometí el OS de cumpleaños para You esta listo, la verdad no se si salió bien o no, pero fue lo mejor que pude hacer...
Ventisca de unicornios.
Habían pasado ya un par de semanas desde que descubrió que la vida podía ser extremadamente injusta. Durante todo este tiempo estuvo intentando continuar con su vida normal, fingiendo no sentir dolor de ver a su mejor amiga y la nueva chica de Tokyo pasar tiempo juntas, no porque fuera ignorada, al contrario, siempre la invitaban a pasar tiempo las tres, comer juntas y pasear al salir de la escuela, pero ella intentaba evitar eso, porque tarde o temprano estallaría.
Había intentado concentrarse completamente en su club, pero solo era un alivio pasajero; para su mala suerte ese día las actividades fueron canceladas por la limpieza de la piscina.
— ¡Yo-chan!
El grito llamó su atención; viendo como la chica nueva perseguía a otra hasta que se detuvo intentando recuperar el aliento pero la otra chica no se detuvo.
— ¡Yo-chan! —Gritó con el poco oxigeno que le quedaba, se notaba que no estaba acostumbrada a hacer deporte.
You dudaba de si acercarse y preguntar, finalmente decidió no meterse, eso era algo que ella no debería meterse.
[+]
Se encontraba vagando por la orilla del mar, no se encontraba con ánimos de volver tan pronto a su casa. Un suspiro escapó de sus labios contemplando el mar, ella misma sabía que estaba actuando de la forma equivocada, que ni Riko, ni Chika tenían la culpa de nada, pero aun así no lograba encontrar algo que evitara que pensara en su fracaso amoroso.
Una figura más adelante llamó su atención, era esa chica que Riko estuvo persiguiendo antes, se encontraba sentada con sus brazos sujetando sus piernas y su cabeza enterrada; no le fue difícil comprenderlo todo.
Estaba por dar la vuelta y por fin regresar a casa cuando la vio levantarse, a simple vista era linda, pero esa mirada triste reflejaba lo mismo que la suya desde que ella llegó; estaba también por retirarse cuando extrañamente tropezó y cayó al mar.
Sin pensarlo, You saltó tras ella.
Logró salvarla justo a tiempo, sacándola del agua, pero en medio de lo ocurrido, ninguna se dio cuenta de cuando un sello purpura se mostraba en la pierna de Yoshiko, y en el abdomen de You.
— ¿Estás bien? —Preguntó You una vez ambas estuvieron el tierra firme.
La deprimida chica solo murmuró un débil sí.
— ¿Quieres que te acompañe a tu casa? —Ofreció la mayor.
— No gracias —Contestó igual.
Se levantó y fue hasta donde estaban sus cosas, sin si quiera voltear se fue.
You la observó todo el tiempo, hasta que estornudó.
— Será mejor que yo también me dé prisa en volver antes de resfriarme.
[+]
You tomaba un baño caliente; no dejaba de pensar en esa chica que salvó, se veía bastante deprimida, se preguntaba si ella tuvo el mismo aspecto cuando se enteró del sello de Chika.
Mientras se aseguraba que cada parte de su cuerpo estuviera limpia notó el sello en su estómago, sin poder creerlo.
[+]
Un fuerte estornudo resonó por la habitación.
— Eso te pasa por no cambiarte las ropas húmedas apenas llegar a casa —Regañó su madre.
— Que importa —Contestó sin ánimos.
— Que bueno que es fin de semana —Comentó la mayor — Voy a salir un momento, quédate en cama y descansa Yoshiko.
— Si —Dijo débilmente.
Su madre se preocupó, generalmente discutía cuando la llamaba por su nombre o se ponía a gritar.
[+]
— Yoshiko, quédate quieta —Ordenó su madre.
Llevaba todo el día en cama y el sudor comenzaba a cubrir todo su cuerpo por lo que decidió darle un baño de esponja pero su necia hija no se quedaba quieta.
— Deja de comportarte como una niña —Regañó.
— Que importa —Dijo sin ganas la enferma.
Su madre suspiró continuando con la limpieza del cuerpo de su hija, hasta notar el sello en su pierna.
— Yoshiko —Obtuvo un gemido en respuesta — ¿Cómo dices que terminaste empapada?
— Tropecé, caí al mar y una sempai me salvó —Dijo con molestia, todo el día estuvo recordando eso y a esa chica de ojos azules que la sacó del agua y estaba comenzando a molestarle.
— ¿La conoces de casualidad? —Preguntó su madre, tratando de no sonar muy interesada.
— No, fue la primera vez que nos encontramos.
— Entiendo —Por fin terminó la limpieza en silencio.
Solo dio unas indicaciones y advertencias más antes de salir de la habitación, tenía que investigar.
[+]
Pasó el fin de semana dándole vueltas al mismo asunto, negándolo lo más que pudo, lo cual terminó en algo contraproducente al tener siempre presente a la chica de primer año que salvó y resultó ser su persona destinada.
— ¡You-chan! —Llamó Chika llegando junto a Riko.
Su pierna aún estaba vendada, le hizo pensar en lo mucho que se estaba esforzando por no prestarle atención a su sello, y se preguntó si ella también debería vendarse.
Sacudió la cabeza negando esa idea, aunque Chika se esforzara por demostrar otra cosa, se notaba su apego y deseo de estar con Riko todo el tiempo, cubrirlo no era lo mismo que borrarlo.
— ¿Estás bien? —Preguntó Chika al verla pensativa y algo demacrada.
— No tienes muy buen aspecto —Comentó Riko sin mala intención.
— Sí, estoy bien, solo una mala noche —Respondió intentando restarle importancia.
— ¿De verdad? —Insistió su mejor amiga.
— Estoy bien, no es nada —Dirigió una mirada a Riko preguntándose si era buena idea tocar el tema de la chica de primero.
— Yo… me adelanto, tengo algo que hacer —Dijo nerviosa la transferida al notar la mirada de You.
— ¿Riko-chan?
— Chika-chan —You llamó su atención — ¿Podemos hablar solo las dos?
[+]
Se sentía fatal, física y mentalmente, aun no se recuperaba del todo de su resfriado, pero su madre insistió en que asistiera a clases y buscara a esa sempai para agradecerle por salvarla.
No estaba de humor para la escuela, y menos para hablar con alguien más, por lo que solo asistiría a clases y si no se encontraba con la dichosa sempai le diría a su madre que no la encontró.
— ¿Estás bien Yoshiko-chan? —Preguntó Ruby al verla entrar al salón con mal aspecto y un cubre bocas.
— Me siento en el infierno —Respondió con voz seca.
— Entonces está bien —Exclamó dulcemente.
El karma por su comportamiento excéntrico pensó con ironía.
— ¿Dónde está Zuramaru? —Preguntó al no ver a la castaña, tampoco tenía muchos deseos de eso ya que temía que comenzara a cuestionarla por lo de la última vez.
Ruby se sonrojó por completo soltando un pigy.
— E-ella estaba con onee-chan —Y comenzó a murmurar sin poder escucharse nada.
Yoshiko decidió ignorarla y tomar su lugar.
— ¡Buenos días-zura! —Saludó Hanamaru con una gran sonrisa.
Yoshiko la vio y decidió ignorarla. Hanamaru estaba tan alegre que no notó el mal estado de su amiga, y la vergüenza de Ruby.
[+]
— ¿Cuándo pasó You-chan? —Preguntó Chika observando el sello pupura de You con emoción.
Chika apenas descubrió su sello se lo hizo saber, pensó que por lo menos ella debería haber hecho lo mismo, pero hasta ahora se armó de valor para hacerlo.
— Hace unos días, salvé a una chica de ahogarse cuando cayó por accidente al mar —Respondió avergonzada.
Prefirió no decir nada del tema con Riko.
— Eso es genial You-chan —Dijo emocionada — ¿Cómo se llama?
— Yo, no lo sé, olvidé preguntarle.
— Fue igual que a mí —Exclamó feliz — Bueno, más o menos.
You pudo sonreír un poco, no fue mucho pero, ya era un progreso para ella.
[+]
Riko intentó buscar a Yoshiko en varias ocasiones para hablar con ella, se negó a contestar sus llamadas durante el fin de semana y esperaba poder hablar con ella al iniciar las clases, pero al parecer su amiga de sello dorado la estaba evitando.
Las cosas continuaron así por unos días.
[+]
— ¿Y si mejor te rindes? —Aconsejó su amiga pelirroja.
Los últimos días ella y Hanamaru se encargaron de cubrirla para no encontrarse con Riko, ahora buscaba un nuevo escondite.
Pero ya no solo era de ella.
— No pues ocultarte de ambas sempai para siempre —Continuó.
No solo Riko comenzó a preguntar por ella si no también aquella que la salvó, y ella la estaba evitando, aunque no tenía muy claro por qué, pero ver esos ojos azules le provocaba cosas que no quería sentir, y por si fuera poco tenía otro problema.
— ¿Y si You-sempai es la chica que comparte tu sello purpura? —Soltó la pregunta que ella intentó evitar.
— Por el infierno, no lo repitas —Exclamó molesta — ¿Y dónde está Zuramaru?
— Ella fue con onee-chan al hospital, para —Su rostro se tornó rojo — A-atender unos asuntos.
Estos días eran de locos, y sumado a todos sus problemas su madre esa misma mañana por alguna razón no la dejó salir hasta no rociarla totalmente con una lata de spray.
— Me ocultaré aquí —Informó entrando en un aula vacía — No le digas a nadie.
Ruby asintió no muy convencida.
[+]
Esa mañana fue incómoda para Chika y Riko, durante las clases el aroma de You les resultó molesto, aunque cubrieran sus narices y You usara su inhibidor, seguía siendo penetrante.
— Lo siento chicas —Se disculpó You.
— No, está bien —Dijo Riko intentando ser amable.
— Si, no es tu culpa —Apoyó Chika.
— Gracias —Se sentiría menos culpable si ellas no estuvieran algunos metros alejadas — Tal vez debería faltar mientras la etapa pasa.
Ambas quería negarlo, pero sinceramente soportar día tras día ese olor, no les agrada mucho la idea.
[+]
Ruby se encontraba en salón del consejo estudiantil, unas chicas de tercero la arrastraron ya que Dia no se encontraba pensaron que siendo su hermana menor podría a ayudarlas a encontrar la llave que necesitaban; Al final la encontraron gracias a la ayuda de otro miembro del consejo, eso no evitó que más alumnos llegaran por ayuda y la involucraran por ser la hermana menor de la presidenta.
[+]
You paseaba por los pasillos de la escuela con su maletín en mano, creía que era muy pronto para volver a casa por lo que decidió dar una vuelta, ya trató su asunto con los profesores por lo que accedieron a darle permiso, incluida la directora.
Mientras paseaba se percató de un aroma que atrajo su atención, guiada por la esencia entró a un salón aparentemente sin uso y entró.
— ¿Ruby? —Preguntó Yoshiko saliendo de su escondite.
La sorpresa invadió el rostro de ambas, permanecieron quietas unos momentos hasta que Yoshiko en su intento de huir tropezó golpeando un estante que se tambaleó.
— ¡Cuidado! —Gritó You atrapando el mueble quedando Yoshiko atrapada en medio.
Ambas permanecieron en esa posición viéndose fijamente a los ojos respirando el aroma de la otra; hasta que escucharon un click y las voces de dos chicas alejarse.
— Eso de ahora —Dijo Yoshiko con miedo.
— N-no creo que —You se apresuró a colocar el mueble en una posición estable mientras Yoshiko corría a la puerta intentando abrirla sin éxito.
— Estamos atrapadas —Dijo con pánico.
You también intentó abrirla sin éxito.
— Lucifer, ¿Por qué me has abandonado? —Mumruró comenzando a entrar en pánico.
— Oye —Yoshiko saltó en su sitio — ¿Estás bien?
— S-si —Retrocedió nerviosa hasta que tropezó — ¿Por qué tengo tan mala suerte? —Inquirió adolorida y abatida.
You la observó intensamente, era linda, realmente linda, y dios que piernas, seguro que tocarlas era el cielo.
— Yo no soy una pervertida —Murmuró agitando su cabeza intentando alejar esos pensamientos.
Yoshiko también la observaba, aunque intentaba no hacerlo su mirada siempre terminaba en esa sempai de cuerpo atlético, se preguntaba ¿Qué se sentiría estar en sus brazos?
Un golpe seco trajo a la realidad a You.
— ¿Estás bien? —Preguntó al ver como su kohai golpeó el piso con su cabeza.
Intentó acercarse pero de inmediato Yoshiko se alejó arrastrándose.
— E-estoy totalmente bien —Dijo con un evidente golpe en su frente.
Pero no pudo retroceder más, topó con la pared.
— No estás bien —Dijo acercándose — Vamos, déjame verlo.
— ¡No te me acerques! —Ordenó luchando contra el deseo de lo contrario.
— Lo siento, yo no —You se alejó y procuró mantener su distancia.
Ambas permanecieron en silencio oliendo la dulce fragancia de la otra, aunque les costara admitirlo, les encantaba y al mismo tiempo aumentaba el deseo de estar cerca de la otra, y algo más.
— ¿Cómo te llamas? —Preguntó You intentando controlarse — Yo soy You, Watanabe You.
— Yo soy Yo —Por un momento iba a dejar salir su otro yo pero después de todo lo ocurrido ya no sentía deseos de continuar con eso — Tsushima Yoshiko.
Bien, al menos ya sabían sus nombres, pero You no encontraba la forma de tocar el tema de lo ocurrido con Riko, o si era buena idea hacerlo.
— Sabes, a mí me rompió el corazón mi mejor amiga —Comentó de pronto.
— ¿Por qué dices eso de repente?
— No fue intencional —Continuó ignorando su pregunta — Un día nos reunimos y me contó de una chica que acaba de conocer y ni cuenta se había dado de que tenía su sello purpura, hasta el día siguiente me lo dijo muy emocionada.
Yoshiko bajó la vista pensativa.
— Pero no la culpo —Siguió — Ella no tiene la culpa de nada, y aun así la abandoné en un momento importante.
— ¿Qué quieres decir? —Preguntó intrigada.
— Ellas aun no son pareja, ni nada parecido.
— ¿A pesar de tener un sello purpura?
— Aunque siempre actúa positiva y apoya al resto, ella siempre se infravalora y ahora oculta su sello y sus sentimientos conformándose con solo una amistad —Dijo melancolica.
— Que tonta, ¿Cómo puede perder una oportunidad así? —Comentó Yoshiko.
— Pero si en lugar de ser una egoísta hubiera sido una verdadera amiga la habría apoyado en lugar de huir como una cobarde.
Esas palabras también le dolieron a Yoshiko.
— ¿A pesar de lo que sientes por ella?
— Era una razón más —Dijo firme — Es mi mejor amiga, y yo decía quererla y sin embargo cuando me necesitaba solo la ignoré.
— Yo no sé si podría hacerlo —Expresó con tristeza.
— Yo tampoco estoy segura —Yoshiko la vio — Pero nada cambiara si solo huyo.
El corazón de Yoshiko dio un vuelco y sintió sus mejillas arder al ver la expresión de You en esos momentos.
— Por eso, debo enfrentar primero mis propios asuntos —Dijo avanzando nuevamente a Yoshiko.
— ¿De qué? —Se encontraba nerviosa y deseosa, pero no sabía porque — You-sempai.
— Me gusta cómo suena —Comentó con voz ronca antes de tomar los labios de la menor.
Yoshiko intentó apartarla, los primeros segundos, después se entregó por completo.
[+]
— Espero que Yoshiko-chan no esté muy molesta —Comentó Ruby regresando a donde estaba su amiga.
De pronto tuvo que cubrir su nariz.
— ¿Qué es ese olor? —Comentó buscando la fuente, pero el olor se le hacía familiar — ¿Yoshiko-chan? —Intentó abrir la puerta sin éxito.
Recordó a las chicas que estaban buscando unas llaves y se preguntó si fueron ellas, ahora tendría que buscar las llaves, eso si Yoshiko aún estaba dentro, si fuera otra compañera lo dudaba, pero prefería no correr riesgos con la datenshi.
— ¿Yoshiko-chan? —Volvió a llamar aún más fuerte intentando ver por la ventanilla de la puerta.
Una mano se mostró golpeando la ventanilla, seguida de varios gemidos, cualquiera pudo pensar en una película de terror, pero a Ruby vinieron recuerdos de lo ocurrido el fin de semana en su casa, con su hermana y mejor amiga, incluso el aroma era similar.
— ¡You-sempai! —Esa era claramente la voz de Yoshiko.
— ¡Pigya! —Gritó la pequeña pelirroja corriendo por los pasillos con todas sus fuerzas.
Pobre Ruby, otra vez... ¿saben? empiezo pensar que debí crear algo en para que esto no pasara tan seguido en este universo... habrá embarazos prematuros por todas partes... aun falta uno, si, el de Riko, y oficialmente estará cerrado... a menos que me pidan de Ruby y entonces tendré que pensar en otra cosa... especialmente porque ambas fechas están juntas...
Quise que no se viera como una atracción que pasó por varios días y no solo una calentura del momento en el que se conocen, pero no se si lo hice bien... tampoco tenía como alargar sin meter lo que pienso poner en el de Riko o lo que sucedió con las otras parejas... aun... como dije antes... mañana (hoy) subiré otra historia en situaciones (Aqours)...