HETALIA ES UN MANGA DE HIDEKAZ HIMARUYA


Aunque algunos personajes y situaciones serán ficticios, los acontecimientos narrados en este fanfiction forman parte de la historia real de España. De todas formas, debe tenerse en cuenta que por más investigación e imparcialidad que haya tratado de tener para realizar este proyecto, seguramente aparecerán algunas inexactitudes aquí y allá


Aquel día estaba en boca de todos que el sol parecía brillar con más fuerza, con más calidez...no realmente sofocante, simplemente...con la calidez perfecta.

Y de uno de esos rayos agradables de sol nació un milagro.

La luz acarició la hierba dorada entre dos montañas y allí, en ese punto preciso, el suelo comenzó a agrietarse para dar paso lentamente a una silueta.

Ellos llegaron cuando era demasiado tarde para contemplar el fenómeno, pero, al parecer, justo a tiempo.

El hombre detuvo el carro cuando su esposa se puso en pie, alarmada de pronto por algo que él no percibió.

Qué, iba a preguntar él, cuando ella lo detuvo con un gesto con la mano.

Quedaron a la escucha y gracias al silencio él oyó qué había captado su atención.

¿Un niño? ¿Llorando? ¿En mitad de la nada?

Ambos se bajaron del carro y deambularon en círculo, tratando de encontrar la fuente de esa voz. No eran sus mentes que les hacían jugarretas, ¡realmente estaban oyendo llorar a un bebé!

¡Ahí! El hombre corrió unos cinco metros y se puso de cuclillas para tomar algo del suelo. Volviéndose para mirar a su mujer con los ojos bien abiertos, se acercó a ella. En sus manos había un niño muy pequeño cubierto de polvo.

La mujer ahogó una exclamación y el instinto maternal se adueñó de todo su ser. Rápidamente pero con delicadeza tomó al niño y lo acunó en sus brazos, murmurando algo para tranquilizarlo, mientras su marido preguntaba en voz alta, a las montañas, si había alguien ahí. Quienquiera que había dejado a aquel bebé al raso debía de estar muy lejos...y ser un desalmado, también. Su propio hijo había muerto y el dolor era insoportable. ¿Quién podría dejar a un hijo, a un hijo tan hermoso, a merced de los elementos y de los lobos, para que se muriera de hambre?

Era tan hermoso, incluso estando tan sucio...Cuando abrió los ojos y los miró, demasiado pequeño para distinguir algo que no fueran sombras, y vieron que sus ojos eran verdes como esmeraldas...

La mujer miró a su marido y aquello bastó. Una sonrisa se formó en la cara barbuda del hombre. Él también se acercó para mirar al niño. Sus manos toscas y grandes acariciaron su cabeza con delicadeza, como si el bebé estuviera hecho de cristal. Qué cosa tan bonita...

De camino a casa, mientras el bebé se aferraba a su nueva madre y mamaba con avidez el pecho lleno de leche que le era ofrecido, comenzaron a pensar en posibles nombres que ponerle.

Ninguno de los dos se dio cuenta de que su vientre estaba completamente plano, desprovisto de la cicatriz que todos los seres humanos compartían: el ombligo.


Tengo un pequeño headcanon sobre el origen de las naciones. Creo que nacen de los elementos, de la naturaleza, dependiendo del lugar, como recién nacidos. El escenario aquí está inspirado por uno de los posibles orígenes del nombre del país, «spane», que significa en una antigua lengua europea "espacio llano entre montañas". Además, nuestro país tiene fama de estar siempre soleado, así que imagino que el sol tuvo mucho que ver con los orígenes de España.

El título de este capítulo viene de un libro sobre historia nacional llamado justamente así, que habla sobre cómo el año 1808 fue crucial para el desarrollo del sentimiento nacionalista, basado en un verso bíblico.