"Persiguiendo mi origen"

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El mundo de afuera, tan tenebroso y quisquilloso que le empalagaba la piel a la primera respiración al despertar. No le dio vueltas al asunto, mas que levantarse de golpe, asustando a sus amigos, quienes lo vieron aliviado porque recién despertaba, pero él los ignoró, su atención fue dirigida al cuerpo de Todoroki que, de la misma manera, acababa de despertar y de realizar lo que les sucedió en el mundo de adentro.

El mundo de afuera suponía el abismo de la verdad, el gran vacío que había aglomerado su vida de quirkless y también la del portador del OFA, eso con finura nunca cambió. Con o sin poderes, sus cuestiones mentales seguían siendo las mismas.

Las mismas cuestiones tortuosas que sus inseguridades le causaban, o que al embalsamarse en la soledad hacían.

Se topó con su novio al salir a toda marcha de la habitación al ser primero en levantarse de la camilla, siendo seguido por Todoroki. Sintió que su novio lo intentó abrazar, más bien, lo quiso abrazar, pero él se rehusó. No era momento para dedicarse a los afectos, cuando estaba tan cerca de conocer su origen.

Puede que su novio se halla quedado perplejo al verle tan urgido de escaparse de su agarre, por muy tentador que fuera regocijarse entre sus brazos por horas y horas.

Sus piernas emprendieron la persecución tras la mujer, alcanzando a Todoroki luego de haberse caído de las escaleras, recuperando el ritmo y asimismo volver a coger el paso de su respiración al activar su Quirk saliendo de las puertas de la escuela.

—Midoriya, la ves?— Le preguntó Todoroki gritándole.

Midoriya dio un feroz salto hacia adelante, subiendo varios metros sobre el aire, poniendo la mejor atención en rastro de alguna señal que detonara que la luz que habían visto al levantarse de la cama, era en efecto, la mujer.

—¡La veo!— Exclamó desde el aire, habiendo localizado a la mujer volando por los aires rumbo a una pendiente colina arriba.

Todoroki usó su hielo, creando un camino del cual él podía colocar su pie en el terreno, alcanzando la velocidad de Midoriya.

—¡Ah, yo también!— Coreó Todoroki.

Midoriya ejerció otro salto, propulsándose a varios metros por el aire, su rostro recibió una suave y fresca ventisca del viento, esclareciendo sus sentidos.

En plena persecución, se le fueron viniendo frases de Kacchan a la mente.

Chocando unas con otras, de una manera, motivándolo a seguir corriendo al destino indicado.

"Qué es lo que puedes hacer tu?"

Centró su vista hacia la luz tintineante.

"Sé que no te lo digo tan seguido, pero te amo"

Midoriya sacudió la cabeza, temiendo quebrarse en medio de la persecución, escuchando a lo lejos el hielo de Todoroki a unos metros de él.

Se le vino una imagen en la cabeza en lo que corría por la noche, con la luz de la luna siendo su única forma de identificar los objetos y el camino por donde recorría. La imagen era cuando fue el festival cultural de la escuela, y Mirio trajo a Eri a conocer las instalaciones de la escuela para que ésta no se asustara por la enorme cantidad de alumnos que habitaban en la U.A.

Mientras le enseñaban las instalaciones de la escuela, su novio lo abordó habiéndose topado en los pasillos, éste frunció el ceño, torciendo el labio.

"Allí estabas, Deku bastardo"

Midoriya abrió los ojos, de la impresión de verle todo sudado de la cara.

Mirio se inclinó a éste, preguntándole quién era el muchacho que lo buscaba. Éste le respondió que era precisamente su novio.

"Es mi novio" Afirmó, de pronto, ruborizándose.

Kacchan lo rodeó por el hombro con su brazo, Midoriya se estremeció con su toque, encogiéndose ligeramente de los hombros, apegándose a su lado.

"Te estaba buscando, idiota" Arguyó Kacchan en tono quejumbroso. Esa vez lo vio cansado, y él supuso que fue por las prácticas de música, del cual, éste tocaba la batería.

"Estaba mostrándole a Eri la escuela" Respondió él, señalando a la niña con su dedo índice, observando la mirada tenebrosa del que se le caracterizaba a su novio.

"Hm" Alzó una ceja, inspeccionando a la niña, quien se apenó y se asustó con la presencia de su novio, ocultándose detrás de la pierna de Mirio, del cual, se rió y aprovechó para presentarse.

"Hola, yo soy Mirio Togata, amigo de Midoriya" Le extendió la mano en amabilidad, pero Kacchan lo rechazó.

"Ya sé quién eres" Aseguró levantando su barbilla, luciendo escéptico.

Midoriya veía muy claro esa imagen vívida, sin distraerse con el recuerdo, pero aún así atrayéndolo muy firmemente en su cabeza, casi sintiéndolo tangible.

Podía sentir que Kacchan lo apegó a su lado, presionando con sus dedos el otro extremo de su hombro.

"Oh, de verdad?" Se rió Mirio, llevando su mano detrás de la nuca. "Midoriya me había dicho que tenía novio, pero no sabía quién era"

"Ahora ya lo sabes" Dijo desdeñosamente.

Midoriya se atrevió a presentarlo, muy por encima de su gran nerviosismo de presentarlo ante la niña que había salvado y de su amigo de la residencia.

"Eri-chan" Se inclinó un poco para que ésta lo viera con claridad. La niña asintió. "Él es Kacchan, no le tengas miedo"

"Kacchan" Repitió la niña asimilando su apodo.

"Pero, qué carajos le dices, Deku?" Lo regañó Kacchan, jalándolo del brazo y metiéndole una mano a sus rizos, revolviéndole el cabello. "Yo no soy 'Kacchan', tengo nombre, estúpido nerd!"

"Pero, Eres Kacchan!" Repuso Midoriya.

"Es Kacchan para ti, Deku!" Farfulló ofendido. "¡Escucha niñita!" Detuvo su acción, dirigiendo su vista a Eri, quien se exaltó al oír su agresiva voz. "Yo soy Katsuki Bakugou, no 'Kacchan', eso solo me lo puede decir este nerd" Sacudió a Deku con su mano.

"¡Ah! sí, cierto el ganador del festival deportivo" Afirmó Mirio, alzando un dedo en realización. "Eres Bakugou, entonces"

Kacchan asintió.

"Bakugou" Pronunció Eri, volviendo a asimilar lo dicho.

"Si serás idiota, maldito Deku" Con su brazo rodeó el hombro de Midoriya en posesión. "¡No les metas ideas equivocadas a los niños!"

"O-ok, Kacchan" Afirmó, cabeceando.

"Es tu amigo, Deku?" Preguntó Eri con inocencia.

Midoriya se paralizó al no saber qué responder, en eso, Kacchan, la miró con superioridad.

"Con que el nerd no te ha dicho quién soy" Dijo superior.

Eri movió la cabeza en negación.

"Bakugou, no creo que sea correcto decirle a Eri-chan el tipo de relación que tienes con Midoriya" Sugirió Mirio, soltando una risilla nerviosa.

"Hah? Qué dijiste, Tintin?" Kacchan dijo cabreado. "A mi no me das órdenes"

"E-espera Kacchan" Midoriya lo intentó detener, mas Kacchan, le tapó la boca con su otra mano, plasmando una sonrisa soberbia.

"Soy el novio de Deku" Declaró. "Entendiste?" Los ojos de Eri se abrieron en asombro.

"Oh" Manifestó impresionada.

Midoriya se quitó su mano, mirándolo con estupefacción.

"Kacchan! No le digas esas cosas a los niños" Le dijo escandalizado.

"Tu te callas, Deku, a los niños no se les debe de mentir" Resaltó Kacchan como si fuera un maestro dando clases. "Los héroes no mienten, y como yo seré el número uno, debo darle el ejemplo a los niños de no mentir"

"P-pero" Tartamudeó sonrojado.

"Querías que mintiera, Deku?" Inquirió mañoso. "O es que no eres mi novio?" Midoriya asintió, tapándose la boca a causa de la vergüenza. "Y bien? Qué estamos esperando? No le estabas dando un tour a la niña que salvaste de la escuela?"

"¡Por supuesto! Quieres venir con nosotros?" Respondió Mirio emocionado.

Kacchan sonrió presumido, tomándole de la mano a Midoriya, quien se sonrojó, pero no se inmutó, porque no le importaba quien los viera de esa manera. Ya la mayoría de la U.A. sabían de su relación y les daba igual.

"Vámonos"

Y así fue cómo surgió el interés de Eri al querer saber cómo funcionaban las relaciones de pareja, pues, le llamaba la atención ver que dos hombres se podían llegar a gustar, e inclusive, hubo momentos donde ella enmudecía y se ponía a observarlos cuando Kacchan lo rodeaba por la cintura, o le daba un beso en la mejilla o en su sien, o cuando se abrazaban rápido.

En ese instante, Midoriya se resbaló y cayó adelante, estampando su rostro contra el pasto, puesto a que acababa de ingresar a la pendiente donde se localizaban muchos árboles y un vasto zacate de textura suave y fina.

—¡Deku!— Oyó a Kacchan desde la distancia, junto con el sonido de sus explosiones. Eso significaba que lo estaba persiguiendo.

Ese recuerdo donde Eri conoció su relación con Kacchan le daba gracia, hasta se reía al acordarse de la cara de asombro de la niña y los celos de Kacchan cuando él cargó a Eri entre sus brazos en el festival cultural. Kacchan alardeaba sin para que la bajara y prestara atención a los eventos del festival.

Midoriya se escondió entre unos arbustos, recuperando el ritmo de la respiración, oyendo a Todoroki detenerse, y lo supo porque el sonido de su hielo formándose en el trayecto.

—¡Midoriya!— Escuchó que le gritó. —¡Midoriya!—

—¡Deku!— Kacchan irrumpió con mucha contundencia. —¡Deku, responde!—

Midoriya cerró los ojos, viendo otra imagen de Kacchan, pero esta vez fue cuando eran estudiantes de secundaria.

"Me escuchas, Deku?!" Oía esa risa maligna, su gesto oscuro, su gran sonrisa emanando maldad, en las palmas de sus manos emergían chispas de sus explosiones.

Al ver que éste no respondía, Kacchan le lanzó una explosión en su mejilla, que no esquivó ni bloqueó por temor a que le golpeara con su puño, como lo había hecho aquella vez.

"Tu no perteneces en la U.A. así que ríndete, mejor asiste a una escuela para inútiles como tu" Lo tomó de la solapa del uniforme, apretando su mano sobre la tela de la ropa.

Su mejilla estaba magullada, provocándole un dolor punzante, su labio inferior sangraba porque lo había golpeado en la boca, encajando sus nudillos en su labio inferior

Midoriya recordó cuán insignificante era su vida en ese momento, cuán insignificante se sentía al ser sostenido de esa manera, al ver los ojos de Kacchan emitiendo su deseo de que obedeciera lo que le pedía, pero Midoriya no se rindió con sus amenazas, por mucho dolor que le causaran, por muchos obstáculos que le pusiera en el camino, aun así, no fueron suficientes para detenerlo de alcanzar su meta.

"Los chicos sin Quirk como tu, nunca serán héroes, quítate esa idea de la cabeza, maldito nerd" Lo amenazó hablándole al oído, sintió el aliento caliente brotando de su boca, seguido de un mordisco sobre el lóbulo de su oreja, lamiéndole la punta, incrustando sus dientes, hasta dejarle una marca difícil de ocultar. "Me has escuchado, inútil?" Lo miró fijo, pero, Midoriya lagrimeaba, desarmándose. En esa ocasión, Kacchan retrocedió al verlo llorar, con Midoriya temblando de miedo por lo que él estaba haciendo en contra de su voluntad.

No captó que éste se tensó, quitando sus brazos que aprisionaban su cintura.

Midoriya lloró sin parar aquella vez, entre su misma soledad, misma que lo comía lentamente, lo consumía al absorberle esas sensaciones nocivas.

—¡Midoriya!— La voz de Todoroki lo regresó a la normalidad, causándole que saltara para reactivar su Quirk. —¡Detendré a los demás, tu adelántate!—

Es cierto, toda esta búsqueda la hice para conocer mi origen, se dijo al irse poniendo de pie, suspirando profundo y estrecho. Estoy pensando demasiado en el pasado.

—¡Deku, ahí estás!— Se giró y vio que Kacchan lo había visto a unos veinte metros de distancia, estando a la altura de la pendiente. —¡No te atrevas a moverte! ¡Voy por ti!— Fue corriendo hacia él.

Midoriya se tensó, poniendo cara de susto, y de inmediato usó el veinte por ciento de su poder para correr más rápido.

—¡Deku! A dónde carajos vas?!— Su novio gritó exasperado.

Midoriya movió las piernas, tenía que llegar, sabía que tenía que llegar sin importar el tiempo que le faltara para llegar. Midoriya podía hacerlo, podía lograr alcanzarla, para así poder extender su mano y atraparla en el calor del momento.

Todoroki estaba arriesgando su persecución para que él llegara antes, no se iba a permitir ser regañado y abrazado por su novio en medio de los árboles, cuando su objetivo estaba escapándose de sus ojos.

Midoriya apretó los dientes, respirando agitado y profundo, nivelando su ritmo para no cansarse.

Subía la pendiente en una insaciable energía rimbombante que brotaba deliberadamente de sus poros, sus piernas aumentaban la velocidad y sus brazos se propulsaban.

Los metros se reducían, al igual que la distancia entre la mujer y él; allí prolongaba su brillo, prolongaba la luz centelleante de su esencia, sus rizos tan cerca y bien formados, ya se vislumbraba su esbelta figura a pocos metros.

Midoriya podía alcanzarla, sólo faltaba ejercer un mayor esfuerzo, él podía hacerlo, Midoriya ya la veía tan cercana que sentía que sus sentidos se despertaban y se electrificaban.

Tan sólo bastó saltar la final de la pendiente, estrechando sus brazos tan anchos y largos como pudo extenderlos, para que el cuerpo de la mujer estuviera entre su agarre, siendo por fin, atrapada por él.

En cuanto la alcanzó, no le importó saber que iban en caída libre, en dirección al suelo.

El viento lo ensordeció, pero pudo escuchar que la mujer le dijo algo, a l vez que le sonreía con orgullo.

—Me has atrapado, Izuku—

Soltó una ligera y suave carcajada que acarició sus oídos ensordecidos por el viento, deteniendo su caída en un parpadeo.

Para su asombro, lo llevó hacia la punta de la pendiente, depositando sus pies en el suelo medio quebradizo del terreno, lo cual, éste agradeció el gesto.

—Y Todoroki?— La cuestionó Midoriya, mirando a todos lados en interrogación.

—Esperémoslo— Dictó muy tranquila, esbozando una sonrisa amble.

—¡Deku!—

En vez de aparecer Todoroki, su novio fue quien apareció primero, corriendo hacia él con la frente sudada, y una expresión de desesperación y preocupación por él y su bienestar.

—¡Deku!—

—Kacchan— Murmuró Midoriya.

El aludido llegó a él, clavando sus manos sobre sus hombros, respirando agitadamente y sus ojos inyectados en desconcierto.

Una enorme bocanada por parte de Kacchan, se estrelló en el rostro de Midoriya.

Sintió que luego de tantas semanas sin verlo apenas todo comenzaba a cimentarse en su cabeza, lo que acababa de experimentar en el mundo de adentro. Procesó que no había visto a Kacchan en semanas y no supo si algo se quebró dentro suyo.

—Estás bien? No te lastimaste?— Preguntó Kacchan rápido. Midoriya negó con la cabeza. —Idiota, por qué corriste así si acabas de despertar? Qué es lo que te sucede, Deku?—

—Lo siento— Musitó culposo.

—Qué?—

—Lo siento, Kacchan— Expresó con remordimiento, viendo fijamente los ojos de su novio, mismo que lo miró confundido.

—De qué te disculpas, Deku? No estoy enojado contigo— Aclaró.

—Me fui sin darte explicaciones— Continuó en el mismo tono de culpa. —Perdóname por favor, Kacchan, por haberme ido por varias semanas—

—Semanas?— Jactó estupefacto. —De qué carajos estás hablando?—

—No he estado inconsciente por varias semanas?— Dijo desencajado.

—No— Sus dedos presionaron sus hombros. —Explícame lo que sucede, Deku—

Se detuvo unos segundos, cavilando la información que le estaba dando su novio, recapitulando las semanas que hizo en la edad media, lo que vio, lo que presenció, lo que aprendió, las personas que conoció, todo eso.

Habían sido semanas, pero ahora que veía a Kacchan con la mayor fijeza que pudo ejercer con su avispado ojo reflexivo, realizando que su novio estaba exactamente igual a como lo vio en la mañana en la que se sentía cansado, ojeroso y con las piernas hechas gelatina.

—Cuánto tiempo llevo inconsciente?— Preguntó tembloroso.

—8 horas— Respondió Kacchan por inercia.

Las piernas le flaquearon y perdió fuerza de sostener el peso de su cuerpo

—P-pero— Se le fue el aire por unos segundos en que se fue cayendo al suelo con una expresión de amplio desconcierto. Kacchan lo atrapó, preocupándose aun más por él.

—Qué tienes, Deku?— Lo sostuvo con sus brazos, bajando a su altura.

—Oh no— Dijo en temor, poniendo ambas manos en sus mejillas. —No entiendo, si para mi fueron semanas, se sintieron como semanas largas—

—Qué rayos dices?— Escupió estupefacto.

—No sé cuánto tiempo pasó estando allá— Repuso en conflicto.

—De qué estás hablando, Deku?—

—Siento que no te he visto en semanas, Kacchan— Concluyó abruptamente, cubriendo su rostro con sus manos. —Porque para mi fueron semanas—

—Deku—

—Lo siento mucho, Kacchan, en verdad lo siento tanto— Dijo entrecortado —Fue egoísta de mi parte no decirte nada al respecto, sin darte una explicación del porqué hice todo esto—

Su novio acariciaba su cabello, oyéndolo atentamente, procesando sus palabras con el ceño fruncido.

—No eres egoísta— Suspiró, colocando un brazo por su cintura.

—Pero, Kacchan—

—No eres egoísta— Repitió brusco. —Nunca digas que eres egoísta, porque no eres así, Deku, mira, que digas que eres terco es verdad, porque lo eres, pero egoísta?— Mencionó incrédulo. —Eso nunca—

—Lo siento— Volvió a decir.

—¡No te disculpes, Deku!— Alzó la voz, haciéndolo callarse. —Me molesta que te disculpes sin darme las explicaciones que tanto estás alardeando, eso en verdad me irrita, Deku—

—Es que no te las di porque yo no sé la respuesta— Confesó angustiado.

—No sabes la respuesta— Replicó en queja. —Debes saberla, cabeza de bosque!—

—¡N-no la sé— Exclamó en pánico. —No sé la respuesta—

—No seas ridículo— Arguyó, pellizcando una de sus mejillas. —Escúchame bien, dame una maldita explicación, estúpido Deku; porque tu crees que fue divertido para mi verte inconsciente durante casi todo el día?—

Midoriya negó.

—¡Quiero una jodida explicación, ahora!— Demandó voraz.

—¡Midoriya!— Apareció Todoroki en la pendiente, exhausto.

—Qué vienes a hacer aquí, bastardo mitad y mitad?!— Se quejó su novio, exaltándose frente a su presencia.

—Te estábamos esperando, Shouto— Dijo la mujer con una voz suave.

—Y esta quién es?— Parloteó su novio incrédulo. —Estamos en medio de una maldita charla, lárguense idiotas!—

—¡Kacchan, no!— Lo detuvo Midoriya, realizando el motivo nuevamente de la razón de la cual él estaba allí. Él no estaba para darle explicaciones a su novio, no señor, él estaba porque invocó a la mujer poseedora del Quirk de Cronos. —No hagas nada—

—¡No me calles, Deku!— Gritó su novio. —Qué carajos sucede aquí?—

—Por un momento, pensé que no llegaría— Exhaló Todoroki aliviado, colocando sus manos en sus rodillas flexionadas. —Perdona la demora, Midoriya—

—Está bien— Se puso de pie, sintiendo la mirada penetrante de Kacchan hacia él, sin comprender nada de lo que ocurría. Se giró y miró a Kacchan con inquietud.—No te daré una explicación—

—Qué?!— Espetó alterado.

—Lo siento, pero no te daré una explicación— Repitió con mayor trasfondo en su voz. —Este no es un asunto tuyo—

Vio cómo los ojos de su novio apareció temor, ese temor de que su relación se terminara, es decir, que llegara a un final contundente.

—Por qué?— Demandó saber. —Deku— Se cortó unos segundos, reponiendo:—Soy tu novio—

—Suficiente— Dijo la señora interrumpiendo la escena, colocando una mano sobre su hombro. —Izuku nos tenemos que ir—

—Ir a dónde?— Encaró su novio, cogiéndolo de la mano posesivo. —¡Deku no se va a ningún lado!—

—Nos tenemos que marchar?— Preguntó Midoriya en voz baja.

—Ir y regresar— Simplificó la mujer, esbozando una sonrisa traviesa. —Es lo que ustedes querían, no es así? Shouto, ven aquí—

—Claro— Respondió Todoroki, yendo a su lado.

La mano de su novio lo apretó, aferrado a no soltarlo.

—Kacchan, suéltame— Dijo Midoriya, determinado a marcharse. No permitiría que lo detendrían de su meta, ni siquiera a su novio.

—No— Negó igual de determinado que él.

—Kacchan, por favor—

—No, Deku—

Ambos se miraron por reflejo, los ojos de Kacchan expresando gran temor, y los de Midoriya un ardiente deseo de marcharse.

—Shouto— Habló la mujer.

—Sí?— Asintió Todoroki a la expectativa.

—Te vienes primero conmigo— Dicho eso, la mujer puso su mano izquierda en el pecho de Todoroki, como si lo fuera a empujar, pero no, hacía alusión de que le extraía algo del pecho, aunque Todoroki no se inmutó, al contrario, se vio de pronto, muy tranquilo, en paz.

La mujer extrajo un contenido blanquecino, casi transparente, en forma de una bola de boliche. En cuanto extrajo aquello, el cuerpo de Todoroki cayó inconsciente en el suelo, inerte y obsoleto.

—No dejaré que te suceda eso— Repuso su novio, atrayendo su cuerpo hacia él, protegiéndolo.

—No, Kacchan— Se sacudió de su agarre, pero su novio imponía resistencia, obstinado a no soltarlo por nada del mundo.

Justo cuando, Midoriya lo empujó con sus manos sobre su pecho, sintió que algo ajeno a su cuerpo lo detuvo de seguirse moviendo. De pronto sintió que una fuerza alienada lo absorbía, como si se tratara de un vertedero de líquidos, su mismo aliento se cortó y en sus ojos pudo ver una mezcla de luz y oscuridad, un vacío enorme a lo lejos de ambos colores.

Sin más, lo siguiente que miró fue su propio cuerpo físico, el cuerpo perteneciente el mundo de afuera, tumbado en el suelo, inerte y obsoleto, tal como el de Todoroki.

Eso podría significar una cosa: que habían extraído su alma de su cuerpo. En pocas palabras, él no había muerto, sino que su cuerpo físico pudo fallecer, pero su alma seguían existiendo, latiendo, pensando, razonando.

No hubo dolor alguno, no hubo temor, mas que una insaciable paz que lo abrigó como un manto de consuelo.

El mundo de afuera era un lugar tenebroso, un lugar a veces tan frío, tan helado como una ventisca de nieve abanicando una ciudad desolada, abarcando incluso las calles vacías.

Una vez más, lo volvían a extraer de su cuerpo físico, pero en esta ocasión no sintió dolor.

Qué descubriría en el mundo de adentro nuevamente?

Esa sería otra aventura que valdría la pena ver con sus propios ojos.

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P.D. Qué les pareció?

Ya casi termino esta historia.

Midoriya está confundido con Kacchan, porque tiene dos recuerdos uno con el Kacchan de preparatoria y otro con el Kacchan de secundaria, que viene siendo la misma persona.