En la niebla
Era como si al sol le estuviera costando trabajo salir. Shampoo habría esperado un radiante amanecer, pero el día se presentaba plomizo y gris.
Hacía frío y ella acurrucó dentro de su abrigo mientras esperaba a que la bisabuela terminara de echar el cierre al Neko Café. Frente a ella Nerima no era más que contornos difusos por la niebla, parecía otra ciudad, desconocida, llena de de rincones por descubrir y peligros ocultos, como su futuro.
Eran las 6 y media de la mañana y no había nadie más en las calles. Shampoo se obligó a no mirar hacia atrás, a concentrarse únicamente en sus pasos, uno detrás de otro, inexorables. Sin embargo, según se iban aproximando a la estación, era como si su cuerpo se ralentizara, como si la niebla fuera tan espesa que le estuviera costando trabajo atravesarla. Quizás fuera eso y no el que ella estuviera intentando ganar tiempo.
Al principio creyó que los pasos que creía escuchar detrás de ella habían sido fruto de su imaginación. Sería algún habitante de Nerima que se dirigía a trabajar, quizás ni tan siquiera fueran pasos, la niebla distorsionaba los sonidos y hacía que todo adquiriera una atmósfera de irrealidad. Shampoo incluso contuvo el aliento para escuchar mejor, alguien corría hacia ellas y cada vez estaba más cerca. De repente se escuchó un gran estruendo, alguien acababa de tropezar contra unos cubos de basura y una voz familiar se quejó.
Shampoo no pudo contener una carcajada de puro júbilo y paró, esperando a que Mousse se reuniera con ella.
Se acabó. No quería darle un final cerrado porque creo que estos dos todavía tienen cosas que construir y porque no les pega.
Tengo que confesar que me ha gustado mucho la perspectiva que le he dado a Shampoo, saliendo del estereotipo de frívola y algo tonta. He querido presentarla como alguien con ambiciones propias, sin dejar de lado sus defectos. También tengo que reconocer que me ha costado horrores manejar a Mousse, al ser un personaje fundamentalmente cómico me ha costado ponerle en situaciones más intensas, así que lo que he hecho ha sido refugiarme en que el narrador es Shampoo, por lo que no hacía falta profundizar mucho en él.
Como dije al principio, esto tenía la intención de ser una historia cómica, algo tontorrona, pero al final los personajes han tomado sus propios caminos.
Muchas gracias a todos los que habéis leído, en especial a Ranma 84, que ha permanecido fiel capítulo a capítulo.