Ranma no me pertenece, este texto ha sido escrito a modo de diversión y no genera ningún beneficio económico para el autor
Lo que pasa en el Furinkan se queda en el Furinkan
La salida del Instituto Furinkan estaba más animada de lo habitual. Cuando Shampoo llegó, con la cesta de su bicicleta llena de panes al vapor para Ranma, se dio cuenta de que algo debía haber pasado. Los alumnos estaban diseminados en pequeños grupos, al parecer nadie tenía demasiada prisa por volver a casa. El ambiente estaba cargado por continuo murmullo que recordaba a un avispero y de vez en cuando risitas y exclamaciones de excitación rompían la monotonía. Las más ruidosas eran las chicas, que ruborizadas y visiblemente nerviosas, lanzaban grititos demasiado agudos para su gusto.
Shampoo se colocó la falda y agitó su melena. Aquello no le interesaba en absoluto. Con una sonrisa de anticipación se situó ante la reja, esperando que Ranma apareciera para saltar a sus brazos.
Pasó un buen rato, cada vez eran más los alumnos que se arremolinaban a la salida, pero no había rastro de su arien. Giró la cabeza buscándole y notó que se había convertido en el centro de atención, de hecho los grupos de habían congregado a su alrededor. La espiaban de reojo y no perdían detalle de sus movimientos, pero se mantenían a una prudencial distancia de ella, como si tuvieran miedo de acercarse. Si algo odiaba Shampoo era la sensación de no saber qué está pasando. Les retó con la mirada y logró que todos fingieran indiferencia. Sin embargo, parecía que no podían evitar observarla de forma mal disimulada y juntar las cabezas para seguir hablando en voz baja. Shampoo les concedió cierta valentía, en el Furinkan todos sabían cómo se las gastaban las amazonas.
Ya harta se aproximó una chica a la que identificó como amiga de Akane y le espetó:
− ¿Qué pasar, qué mirar todos?−La pobre chica palideció, buscó a sus compañeras para obtener su apoyo pero todas dieron un paso atrás
−Esto… Shampoo…¿Esperas a Ranma?− le pobre chica estaba teniendo serios problemas para lograr hilar las frases− Es que verás…no va a venir en un buen tiempo…porque…bueno, resulta que…
Shampoo nunca había sido una persona paciente y aquella cháchara sin sentido la estaban empezando a molestar de veras
−Tú contar, ahora− Le ordenó
La salida del instituto se llenó de un tenso silencio. Todo el mundo parecía estar tan pendiente de la conversación que cerraron el círculo a su alrededor para no perderse detalle.
−Ni Ranma ni Akane van a volver al instituto en un buen tiempo−Soltó muy deprisa la otra chica−Han sido expulsados.
Shampoo levantó las cejas. De sobra sabía que Ranma solía tener problemas con el Director Kuno, por lo que no era raro que estuviera castigado. Sin embargo, la actitud de los alumnos del Furinkan le indicaba que aquello no era todo.
−Hubo una pelea…-Retomó la amiga de Akane.
De golpe todos los alumnos empezaron a hablar a la vez
−Más bien una batalla− apostillo un chico
−¡Un todos contra todos!− añadió una chica con gafas
−¡Silencio!− Gritó Shampoo. Su orden fue acatada de tal manera que de repente lo único que se podía oír era la brisa del viento y el cantar de las cigarras− Ahora tú, hablar−Dijo señalando a la amiga de Akane
− Ranma comenzó una pelea con el director − dijo la chica muy deprisa− Fue tan grande que todas las clases se anularon para unirse a la batalla contra el Consejo Escolar. Hubo tal caos que nadie se enteró de nada, pero pasado un rato, entre el consejo Escolar y el Club de Kenpo lograron poner paz y empezaron a buscar a Ranma para castigarlo y…
En ese momento la cara de la chica se puso totalmente roja. Algunas de sus compañeras se agitaron inquietas y soltaron risitas.
−¿Y?
−Les descubrieron juntos en el almacén de gimnasia− Saltó un chico a su espalda. Shampoo se giró sin comprender nada.
− A Akane y a Ranma, digo− Completó el chico poniéndose también rojo−Ellos estaban…ya sabes…eso.
Shampoo tuvo que contener un grito de frustración. Estos estúpidos japoneses parecían incapaces de articular una sola frase con sentido. Se volvió hacia la primera chica que había hablado y la interrogó con la mirada
− Estaban juntos, desnudos, bueno, con poca ropa…−El rostro de la chica parecía estar ardiendo. En un alarde de valentía miró directamente a Shampoo y soltó toda la información a quemarropa−Creemos que Ranma empezó la batalla aposta para que las clases se suspendieran y poder montárselo con Akane en el almacén.
−¿Qué tonterías dices?
Aquello era tan absurdo que Shampoo no sabía si echarse a reír o dar una paliza a todos aquellos adolescentes fantasiosos. El Ranma que ella conocía jamás haría eso, ni con Akane ni con ninguna de sus otras prometidas. El chico era tímido hasta la médula y demasiado infantil como para pensar en las chicas de esa forma. Bien lo sabía ella, que había intentado seducirle de todas las maneras posibles.
−Hubo muchos testigos cuando les descubrieron. Les han expulsado por conducta inapropiada− Se justificó la amiga de Akane.
Todos los alumnos apoyaron sus palabras y empezaron a relatar a la vez cómo y cuándo habían conocido la noticia. Muchos aseguraban haber estado presente cuando sacaban a Akane y Ranma de su escondite, otros narraban cómo el luchador había provocado la pelea con el Director y casi todos confirmaban que una vez iniciada la batalla la pareja de prometidos desapareció, cuando lo normal era que estuvieran en primera línea.
Los detalles se fueron haciendo más escabrosos; que si Akane fue descubierta en sujetador y tuvo que salir con la camisa de su prometido, que si Ranma tenía un chupetón en el cuello, que si les descubrieron por los gemidos que llegaban al exterior…
La mente de Shampoo comenzó a llenarse de las imágenes que describían los alumnos, completadas con algunas más, fruto de su imaginación; una pareja acariciándose en la penumbra del cobertizo. La mano del chico colándose por dentro de la camiseta de su compañera hasta llegar al sujetador, besos a lo largo de la clavícula, dos lenguas que se encuentran y juguetean entre ellas… lo peor es que la protagonista era aquella insulsa de Akane; la marimacho, la pechosplanos, el peligro en la cocina. La prometida favorita.
Empezó a temblar y su aura de batalla de disparó. Los alumnos se dispersaron asustados, tratando de pegarse contra las paredes.
Tenía que salir de ahí, de aquellas palabras que la aturdían y la hacían ver cosas que no existían. Con un prodigioso salto, con bicicleta incluida, Shampoo se perdió por los tejados de Nerima. Los panes al vapor enfriándose en la cesta.
Esta es una reedición del fic Conejillo de Indias. El cual decidí borrar y volver a subir. El motivo es simple, la historia cobró vida por sí misma. La idea original era la de hacer un fanfic de humor, sin demasiadas pretensiones, pero Shampoo decidió que quería hacer algo diferente y no soy quien para contradecir a una Amazona. Es por ello que volví al principio, para trabajar sobre otro argumento.
Sólo me falta ultimar el capítulo final, por lo que las continuaciones se actualizarán cada semana.
Espero que lo disfrutéis