Reciban el poder de mi hoja sagrada… ¡Excalibur!

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RinMakoto. Honestamente el comportamiento de Shinji fue algo que se me ocurrió al instante que escribía, aunque creo que sí, se me pasó un poco la mano con esto. Un nuevo Caballero Dorado nació. Joan frente a una enemiga que ya conoce. ¡Saludos!

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El Redentor 777. Jajaja, Senran Kagura, por cierto, ya me terminé de ver la serie y estuvo buena. Sí, noté eso de que dice que es lesbiana, aunque, creo que en parte se equivocan. No he jugado los juegos, pero no le miro un sentimiento de atracción hacia las chicas, solo de juegos de los pechos. Ni modo, veamos qué es lo que pasa. Y sí, Ramón se mira que tendrá harem y muy bueno, eso sí, faltan algunas que se unan. ¡Saludos y Feliz Cumpleaños!

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AVISO DE FIC

Chicos, quiero informarles que en mi muro ya está el nuevo fic de Hachigatsu no Cinderella Nine titulado: "Cinderella Nine: Vacaciones", al cual incluirá a los personajes femeninos del juego y los personajes masculinos del Autor El Redentor 777. Pasen y disfrútenlo.

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Sin más, comencemos…

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Luego de la sangrienta batalla entre los gemelos Jinguji, una nueva batalla está a punto de comenzar.

Joan Fábregas y la nueva chica que estaba frente a él, se enfrentarían en una nueva batalla, pero al parecer… las cosas se ponían feas al saber que al menos Joan conocía a la rival.

- ¿Eres… Katsuragi? – dijo el mexicano viendo hacia su rival que había revelado un poco su rostro.

- Veo que me recuerdas Joan-san – dijo la chica – ha pasado tiempo, pero se ve que tienes buena memoria.

- Como olvidarte, si aún recuerdo tus bromas conmigo y los demás.

- Vamos, tampoco me digas eso, me sonrojas.

- No sabía que luchabas con Seijo.

- Bueno, menos palabras y más acción – dijo la chica quitándose la capucha y revelando su cuerpo completo.

La chica era de piel algo bronceada, cabello rubio largo y ojos verdes, además de contar con un gran pecho y una hermosa figura.

Todos los chicos Seijo y parte de Satogahama gritaron ante la belleza de la joven.

- ¿Quién es esa chica? – dijo Yasmina mirando fijamente a la rubia que era realmente hermosa.

- Increíble – dijo Souta – es muy linda.

- Sí que sí – dijo Kudo.

- Joan la llamó por su primer nombre, eso quiere decir que… - Hibiki quedó a media palabra.

- ¿La conoces Ramón? – preguntó Rafael a su amigo hondureño.

- No, no tengo idea de quien es – respondió el moreno - ¿la conoces?

- Sí.

- ¿Y que es de Joan?

- Podemos decir que se conocen desde hace tiempo – respondió el mexicano mayor dejando en suspenso a los demás que solo lo miraron.

- Katsuragi – Esperanza miraba a la chica de cabello rubio, pero por alguna razón miraba a la rubia con algo de enojo en su mirada.

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- ¿Acaso escuché mal? – dijo Iwaki – Fábregas llamó a esa chica por su nombre.

- Y no solo eso, hablaron como si ya se conocieran – dijo Tsubasa.

- ¿Qué será? – preguntó Kurashiki.

- A lo mejor ya se conocían de hace tiempo – dijo Akane.

- ¿En serio? – Asada preguntó, pero en eso, se sintió un cosmos algo amenazador, cosa que asustó a más de alguna.

- Kana-san, relájate – dijo la Presidenta mirando a la chica peli negra.

- Esa chica… - Tsukumo miraba a la plataforma en la que estaban ambos combatientes – Joan.

- N-No te preocupes Senpai, estoy más que segura que Fábregas-san no haría nada malo.

- Eso espero.

- No te preocupes Kana, estoy segura de que él solo pudo saber quién era por el aviso.

- Pero si cuando la anunciaron solo mencionaron su rango de Caballero, no dijeron su nombre.

- ¿Eh? – Iwaki supo que la había regado.

- Ya veo – Tsukumo solo se deprimía más por eso.

- Hija, no creo que debas sacar conclusiones demasiado rápido – habló la progenitora de esta – puede que ya se conocieran, eso es lo más lógico.

- ¿Tú crees madre?

- Sí.

- Espero que ese tipo no se atreva a engañarte, porque si lo hace, lo mato.

- Le haces algo a nuestro yerno… – la mujer fue y le agarró de la entrepierna – no solo te arrancaré lo que tienes aquí abajo, además, dormirás en el suelo desde ahora.

- Además, no creo que Fábregas-san vaya a caer derrotado – dijo Waka dando una opinión.

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- ¡Que inicie la batalla!

- Lo siento Joan-san, pero creo que esto acaba aquí – dijo la rubia - ¡Recibirás el ataque de mi Unicornio!

- ¿Qué no eras Caballera de Brújula?

- Cambié de Armadura – dijo la chica – tomé prestada la de Ikaruga.

- ¡Espero que no me la dañes! – gritó una voz femenina desde atrás del cuadrilátero.

- ¿También está Ikaruga?

- Menos charla y más acción – la chica comenzó a carga su cosmos, el cual Joan notó algo.

- Su cosmos… es muy…

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- ¿Por qué su cosmos es muy débil? – dijo Ramón mirando a la chica.

- Será objetivo fácil para Joan – dijo Rafael.

- ¿Seguro?

- Conozco a Katsuragi-san, y sé que no es una amenaza para Joan, pero conociéndolo, verás que durará un poco la pelea.

- ¡Derrótala Carlos! – gritó Esperanza.

- ¿E-Esperanza? – ambos latinos miraron con una gota de sudor a la chica.

- ¿Qué le pasa a Cortés-Senpai? – dijeron los de primer año.

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- ¡Verás el poder del Unicornio! – Katsuragi cargó su cosmos y se dirigió hacia el mexicano.

- Estoy listo Katsuragi.

- ¡Galope de Unicornio! – gritó la chica mientras con sus dos pies se dirigía al mexicano que no se movió del lugar.

- … - Joan, sin decir nada, solo atrapó con su mano derecha el ataque de Katsuragi.

- ¿Qué?

- Excelente técnica Katsuragi – dijo el chico – pero aun te falta experiencia con la Armadura de Unicornio, además, es una Armadura de Bronce, descendiste de rango.

- Es que me miraba más linda con este color morado – la chica se separó – la Armadura de Unicornio fue mi objetivo, pero Ikaruga-san se la llevó primero.

- ¡No me eches la culpa!

- Bueno, lo importante es que miro que has aumentado mucho tu poder desde la última vez que luchamos.

- Ya no tendremos un empate como la última vez – Joan miró fijamente a la rubia – esta vez… te ganaré Katsuragi.

- Inténtalo.

- Atácame.

- ¡Aquí voy! – Katsuragi se levantó y fue directo a Joan - ¡Estampida de Unicornio!

El ataque se manifestó como un Unicornio galopando hacia el mexicano, que por suerte tenía gran poder y pudo mandar a volar al ataque con una sola mano.

- ¿Qué? – la rubia estaba impresionada por esto - ¿Cómo es posible eso Joan-san?

- El poder que he ganado a lo largo de los años me ha dado mucha experiencia.

- ¿Qué fue lo que pasó la última vez que nos vimos? – preguntó.

- Te contaré eso después, primero, debemos terminar esta pelea – Joan cargó algo de su cosmos en su pierna derecha – Me atacaste con una estampida de Unicornio, ahora recibirás la mía.

- No te dejaré – Katsuragi cargó cosmos en sus piernas, a lo más que pudo - ¡No dejaré que me ganes!

- ¡Veremos quién gana!

- ¡Galope de Unicornio! – la rubia fue directo al castaño mientras él hacía lo mismo.

- ¡Recibe el poder del Toro Dorado! – Joan se envolvió en un aura dorada mientras cargaba su poder - ¡Gran Cuerno!

- ¡Ni creas que eso me ganará!

El ataque de Joan chocó contra las piernas de Katsuragi que luchaba para hacer retroceder el ataque del chico.

- ¡N-No perderé!

- Lo siento Katsuragi, pero ahora no debo perder.

- ¡No me rendiré! – gritó la rubia – ganaré a como dé lugar.

- Lo lamento, pero por ahora no pienso perder, no de nuevo – la voz de Joan se volvió algo ronca y tenebrosa, cosa que la chica no notó.

- ¡Embestida de Unicornio!

- Ni ese ataque podrá hacerme daño – Joan con su otra mano comenzó a llenarla con cosmos mientras la elevaba al cielo – lo siento Katsuragi, pero no perderé.

- ¿Qué?

- Inframundo – fue lo único que dijo Joan antes de que ambos, por alguna razón, fueron transportados a otro lugar.

El sitio era oscuro, sin vida, parecía una gran llanura de rocas y sin nada.

- ¿Q-Que es este sitio? – dijo la chica mirando el lugar, hasta que su vista se clavó en algo.

Había una montaña la cual tenía un gran agujero en la punta. No solo eso, había una fila de personas que iban hacia allá.

- ¿D-Dónde estoy?

- En el monte Yomotsu.

- ¿Monte Yomotsu?

- El monte que desde tiempos ancestrales es la frontera entre el mundo de los vivos y el Inframundo.

- ¿E-El Inframundo?

- Sí, los dominios de Hades, el rey del Inframundo.

- ¿D-De Hades? – Katsuragi estaba asustada por eso - ¿q-que me harás?

- Nada… solo quería mostrarte mi poder.

- ¿Q-Que te ha pasado Joan-san?

- Te contaré este pequeño secreto – el mexicano se acercó a la rubia – la diosa Coatlicue me dio este poder.

- ¿L-La diosa Coatlicue?

- Sí, la diosa de la mitología azteca que representa la vida y la muerte.

- ¿C-Como lo hiciste?

- ¡Hora de regresar al mundo de los vivos!

- ¿Qué?

Sin más, ambos volvieron a la plataforma de batalla.

- ¡Los chicos han vuelto! – dijeron varios cuando ambos jóvenes volvieron a la plataforma.

- ¿Por qué me llevaste ahí?

- Para demostrarte mi poder – en eso, Joan emitió fuerte su cosmos y en eso, vino algo que dejó a todos callados.

- ¿Q-Que es eso? – dijo Katsuragi mirando hacia el cielo.

La Armadura Dorada de Tauro había llegado al lugar y se puso frente a Joan.

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- ¿La Armadura Dorada de Tauro? – Shiho miraba a la dicha Armadura - ¿Qué hace aquí?

- A lo mejor Fábregas-san la llamó – dijo Tomoe.

- Ese chico… es capaz de llamar a la Armadura Dorada – el señor Tsukumo estaba impresionado por eso - ¿Qué demonios es?

- Solo un estudiante de Satogahama – dijo Tsukumo mirando a su padre – solo un simple estudiante… y el chico que amo.

- Kana – su padre no entendía como ella se había enamorado de alguien tan poderoso y que estaba lleno de sorpresas.

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- ¿La vas a vestir?

- No me gusta vestir estas Armaduras, pero te mostraré el poder de un Caballero Dorado – dicho eso, Joan fue envuelto por la Armadura.

- ¿Q-Que harás ahora?

- ¿Te rindes Katsuragi?

- No tengo chances de ganarte – dijo con sinceridad – arrójalo todo.

- Bien – Joan tomó su posición - ¡Gran Cuerno!

El ataque dio de lleno en Katsuragi que salió volando con parte de la Armadura de Unicornio rota.

- ¡K-Katsuragi de Unicornio ha sido vencida! El ganador es Joan Fábregas.

El público de Satogahama estalló en aplausos por la gran actuación de parte del castaño.

- ¡Eso Joan! – grataban los chicos desde afuera de la plataforma.

- Lo logró – dijo Rafael – aunque ya se sabía que lo haría.

- Sí.

Joan en vez de celebrar fue donde estaba Katsuragi que seguía en el piso.

- ¿Estás bien Katsuragi-san? – dijo Ikaruga atendiendo a su mejor amiga.

- No te preocupes, estoy bien, solo una cosa.

- ¿Qué cosa?

- Pues… - la rubia no desaprovechó la oportunidad y de la nada, comenzó a acariciar los pechos de su amiga.

- ¡¿Qué haces Katsuragi-san?!

- Veo que han crecido un poco.

- ¡S-Suéltame!

- E-Este… - Joan estaba frente a ellas mirando el espectáculo - ¿p-puedo decir algo?

- Joan-san – Katsuragi miró al castaño – fue una buena pelea.

- Lo mismo digo – el chico se acercó a la rubia – ¿te sientes bien?

- Sí – la chica sin previo aviso, le dio un fuerte abrazo, cosa que sorprendió a más de alguno, incluida su amiga Ikaruga – hace tiempo que no abrazabas a tu hermana mayor ¿verdad?

- No – el chico sin más le correspondió el abrazo, aunque solo fue corto – te sigo diciendo Katsuragi o Katsu-nee como los demás.

- Como quieras, además – sin más, la chica tomó la entrepierna del chico - ¡quiero saber cuánto ha crecido!

- N-No hagas eso – el chico se logró liberar de eso – sabes que ahora somos adolescentes, eso no es adecuado, además…

- ¿Además?

- Ya me estoy viendo con alguien – dijo el joven.

- ¿Ya tienes a alguien? – dijo la rubia bajando la mirada – ya veo.

- Bueno, suerte con el resto de la batalla, de suerte vamos a ver que sigue.

- Bien.

Joan se alejó del lugar mientras Ikaruga se miraba con Katsuragi.

- ¿Estás bien Katsuragi-san?

- S-Sí, solo me alegro que haya encontrado a alguien – sin más, la rubia continuó con la mirada baja hacia donde estaban los demás guerreros.

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- ¡Ganó! – dijo Tsubasa celebrando con Tomoe.

- Eso fue muy fácil para él – dijo Shinonome – es más, que haya convocado a la Armadura de Tauro ya es un logro.

- Ahora que la Armadura lo obedece a él, ya es lógico que la logre invocar a voluntad.

- ¿Cómo conoce a esa chica? – Tsukumo miró fijamente a la rubia que estaba con los demás combatientes de Seijo.

- T-Tranquilízate Tsukumo, apuesto que solo es una vieja amiga.

- Pero es que ese abrazo no es común – volvió a decir la peli negra – ese abrazo es… muy cariñoso.

- Además que le agarró la entrepierna – Iwaki soltó de sorpresa, pero luego se tapó la boca – l-lo siento.

- ¿P-Por qué ella haría algo así? – dijo Kurashiki – esa chica no tiene decencia.

- Coincido con eso.

- Necesito hablar con él – fueron las palaras claves de la peli negra, cosa que incluso sus padres estaban asustados.

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- ¡Ganaste Joan! – dijeron los demás felicitando al mexicano menor.

- Gracias chicos.

- Aunque conociéndote, no creo que fuese problema para ti ¿verdad?

- Pues Shinzuke, podemos decir que ya tenía la batalla ganada.

- Que raro te ves con la Armadura de Tauro Carlos – la española miraba al chico que aun vestía la Armadura.

- ¿Se me ve mal?

- No es eso, te ves más guapo – dijo la chica con un pequeño sonrojo.

- P-Pues gracias – el chico desvió un poco la mirada.

- Bueno, dejen de coquetear – dijo Kudo sonrojando a ambos.

- Solo esperemos cual será el próximo combate.

- ¡Atención luchadores y público en general! Nos tomaremos un descanso de 30 minutos, por lo cual los luchadores pueden ir a descansar o ver a alguien por mientras.

- ¿Un descanso de media hora?

- Bueno, ¿A dónde iremos?

- Vamos al palco de las Saintias – dijo Rafael, pero luego notó como uno de ellos no estaba prestando atención - ¿Ramón?

- … - el chico estaba ido viendo al lado de los luchadores de Seijo.

- ¿Ramón?

- Esa chica… - el hondureño miró fijamente a alguien debajo de una capucha que por extraño que parezca, lo saludó.

- ¡La pelota la lleva Rubilio Castillo y…! – gritó Rafael en el oído del hondureño.

- ¡Gooooooooooooool del Motagua! – gritó el moreno - ¿Qué pasó Rafael?

- Eso quiero saber, andas distraído amigo.

- L-Lo siento, es que vi a alguien.

- ¿A alguien?

- Sí.

- Que raro – dijo el mexicano - ¿conoces a alguien?

- En parte.

- Bueno, vamos donde las Saintias nos esperaban.

- Ya voy – sin más, todos los chicos se fueron al palco en el que estaban las Saintias.

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Unos minutos después…

- ¿Dónde están los chicos? – dijo Iwaki que no veía a los combatientes.

- Ni idea, sus cosmos los siento, pero no sé dónde están – dijo Tsubasa.

- A lo mejor se fueron a comer o algo.

- Tal vez tengas razón – en eso, tocaron la puerta - ¿Quiénes son?

- Los latinos que venimos del otro lado del mundo.

- Con solo saber ese idioma podemos saber quiénes son – Tomoe fue la que fue a abrir la puerta y no solo estaban los latinos, sino que también los demás guerreros.

- Ya venimos – dijo Rafael entrando junto a los demás.

- Bienvenidos de vuelta – dijo Shiho dándoles la bienvenida.

- ¡Qué gran batalla se han librado! – dijo Yoshimi – le dieron al estilo Mucha Lucha.

- No creo que fuera así – dijo Joan – solo peleamos como fuera posible.

- Joan.

- ¿Eh? – el mexicano supo de quien era esa voz - ¿Qué pasa Kana?

- ¿Podemos hablar?

- E-Está bien – el chico no comprendía porque la chica estaba así, pero enseguida comenzó a comprender cuando vio a los dos señores que estaban al lado suyo.

Mientras Joan estaba en sus asuntos con Tsukumo, los demás chicos no fueron la excepción, aunque con Rafael y Ramón, fue distinto.

Ambos, sin hacer mucho caso a los demás, solo fueron a la vitrina que daba para el cuadrilátero de lucha.

Mientras que con los demás…

- ¡Eso fue increíble Miyamoto-san! – exclamó Tsubasa al peli negro.

- Gracias Arihara-san, pero no fue para tanto, al final no pude ganar.

- Pero tampoco el rival ganó, además, fue increíble como lanzaste el ataque al final.

- Bueno, fue gracias a ti que gané Arihara-san.

- ¿A mí?

- Cuando hablaste conmigo, de la nada saqué fuerzas para vencer a mi rival – dijo el chico – gracias Arihara-san.

- D-De nada – por alguna razón, el ver la sonrisa en el rostro del pelinegro le dio una alegría a Tsubasa, incluso se sonrojó un poco.

- Bueno, creo que deberé seguir entrenando.

Ambos chicos siguieron hablando, aunque por alguna razón les gustaba mucho la compañía del otro, cosa que incluso los padres de la Saintia castaña notaron.

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Con Souta…

- Fue una increíble batalla Haraguchi-kun – dijo Nozaki acercándose al peli verde.

- El Caballero de Orión casi me derrota, pero creo que el crédito te lo tendría que dar a ti Nozaki-san.

- ¿Por qué?

- Me animaste para sacar fuerzas de mi interior y pude ganar, aunque nunca supe cómo.

- ¿No supiste como ganaste?

- Ni idea – dijo el más bajo – solo recuerdo que sentí como un poder me invadía y al final, no recuerdo casi nada.

- Bueno, al final ganaste Haraguchi-kun.

- Sí, gracias por la ayuda Nozaki-san.

- Y-Yo… - el ver al joven más de cerca le dio a Nozaki una punzada en el corazón y solo sentía como este comenzaba a latir con fuerza y sus mejillas se ponían rojas – d-de nada.

Los padres de la rubia no pasaron por alto este detalle. Miraron al peliverde y realmente se daban la idea de que tal vez su hija se pudiera enamorar de alguien como él.

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Con Akira…

-Ese gane tuyo fue el mejor Kushida-Senpai! – dijo Yasmina que estaba con el peli negro.

- S-Solo hice lo que pude.

- No seas pesimista – Iwaki se acercó al chico – eres tan fuerte.

- N-No es eso Iwaki-san… - el chico comenzó a emanar su aura Akuma que asustó a más de alguno, pero Iwaki no tuvo nada de miedo y más bien se río de esto.

- Vamos, no hay de que ponerse nervioso – la chica se lanzó a sus brazos – te ves adorable con esta aura.

- Y-Yo… - el chico se ponía más nervioso.

- Eres fuerte Akira.

- N-No creo que sea para tanto Iwaki-san…

- Vamos, no me llames así, dime solo Yoshimi.

- ¿Segura?

- Sí, ya te llamo por tu nombre, así que, por lógica, deberás llamarme por mi primer nombre también.

- B-Bien… así será… Yoshimi.

- B-Bien – la chica no se dio cuenta de que sus mejillas se pusieron rojas.

- Ya vine – dijo una mujer llegando al sitio, vestía igual a Yoshimi, solo que su cabello era negro y en su pecho traía varias vendas - ¿de qué me perdí?

- De mucho Daidouji – dijo la madre de la peli mostaza a su hermana.

- ¿Y Yoshimi?

- Ahí está.

- ¿Eh? – Daidouji miró como su sobrina estaba hablando con un chico, es más, cuando emitía esa aura daba miedo, pero Yoshimi parecía no estar preocupada o asustada por eso.

- ¿Crees que ese chico se gane el corazón de Yoshimi?

- Ni idea – la peli negra miró fijamente a Akira – pero si ese chico se hace pareja de Yoshimi, lo someteré a un entrenamiento para ver si es digno de ella.

Los padres de la peli mostaza solo rodaron los ojos ante las ocurrencias de la peli negra.

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Mientras que con los dos latinos…

- ¿Ya me dirás? – preguntó el mayor de los dos.

- ¿De qué?

- ¿Qué tiene tan preocupado? – dijo el mexicano – desde que miraste a los combatientes de Seijo has estado muy ido.

Mientras los chicos hablaban, no sintieron como Nakano, Shinonome y Shiho, acompañadas de sus padres, venían hacia ellos, en especial al hondureño.

- ¿Me dirás que te pasa?

- Es que… - el hondureño miró hacia la plataforma – creo que vi a alguien que conocí hace tiempo.

- ¿Alguien que conoces?

- Sí, creí que me había equivocado de persona, pero me devolvió el saludo y supe que era ella.

- ¿Ella? ¿Es mujer?

- Sí.

- Es casi como lo de Joan ¿verdad?

- Un poco, realmente quiero verla – dijo el moreno.

- ¿Ramón-san?

- ¿Eh? – el chico volteó hacia atrás y notó como Nakano lo había llamado, pero no venía solo - ¿Qué ocurre Ayaka-san? ¿Por qué vienen también Shinonome y Nomi?

- Que bienvenida nos das – dijo la peli azul en tono sarcástico.

- Gracias por el cumplido Shinonome.

- ¿Estás preparado para tu batalla Maldonado-san? – preguntó Shiho.

- Más que listo, aunque no te mentiré, estoy algo debilitado por haber usado tantas veces la Bendición de Kukulkán.

- No deberías usarla mucho Maldonado – dijo Shinonome.

- Es cierto Ramón, la Bendición de Kukulkán cansa cuando la usas mucho, además, usaste la Furia de Kukulkán.

- No importa, sabes que no me rendiré aun sabiendo lo peligroso que pueda ser el rival – dijo el chico – además Rafael, sabes que un guerrero no se basa en la fuerza que tenga.

- Sí, se basa en el cosmos que pueda acumular su cuerpo.

- Ramón Maldonado-san.

- ¿Sí? – el chico miró a la voz que lo llamaba.

- Soy Aya Nakano, la madre de Ayaka – se presentó la mujer que era parecida a Nakano, solo que su cabello era más oscuro y sus ojos más claros.

- Un gusto.

- Me presentaré también – dijo un hombre de cabello castaño oscuro junto a su esposa – Maldonado-san, soy Soichiro Nomi, padre de Shiho.

- Y yo soy Rei Nomi, madre de Shiho.

- Un gusto.

- Me presentaré también – ahora fue un hombre de cabello negro y de apariencia intimidante – soy Yato Shinonome, padre de Ryo.

- Y me presentaré también Maldonado-san – ahora fue una mujer que era la viva imagen de Ryo, solo que su cabello era un poco más corto que el de su hija – soy Hikari Shinonome, madre de Ryo.

- Un gusto conocerlos a todos – dijo el hondureño haciendo una reverencia - ¿a qué debo el honor?

- De muchas cosas – dijo Ayaka.

- ¿Por qué Ayaka-san?

- Vaya que son cercanos – dijo Aya – veo que mi hija es la única a la que llamas por su nombre ¿verdad Maldonado-san?

- Creo que sí – dijo el chico, en eso, la española se acercó a ellos.

- Ramón, necesito que vengas después – dijo la peli verde llamando la atención de los padres de las chicas.

- Está bien Esperanza.

- ¿La llamas también a ella por su nombre?

- Sí, es una amiga.

- ¿Por qué la llamas por su primer nombre? – preguntó el padre de Ryo.

- Así somos, ella es española.

- ¿Ella es española?

- Sí, es normal para nosotros llamarnos por nuestro nombre, así que para nosotros es algo común.

- Ya veo.

- Por cierto, ¿de qué querían hablar?

- Iré al grano Maldonado-san – dijo el padre de Ryo – tal vez no lo sepas, pero hay una regla en el clan Shinonome que dice si alguien del clan es vencido en un encuentro en vivo, esta persona debe casarse con la que la derrotó para recuperar su honor.

- ¿E-En serio?

- Sí – ahora fue Ryo la que habló – así que… Maldonado, a partir de ahora soy tu prometida.

- ¿P-P-Prometida? – eso dejó sin habla al hondureño.

- Lo siento por esa regla de tu clan, Shinonome – dijo la madre de Shiho – pero lastimosamente Maldonado-san quedará en manos del clan Nomi.

- ¿De qué habla? – preguntó el hondureño.

- Verás Maldonado-san, Shiho, al ser la más fuerte de las Saintias, tiene más derecho a elegir su pareja y efectivamente hemos notado que eres el tipo de chico que busca Shiho y el que buscamos nosotros.

- ¿En serio?

- Sí – habló la Presidenta – me atraes bastante, más por como a pesar de todo seguiste ayudando a la Academia junto a tus amigos.

- Aunque mi hija llevaría más ventaja – dijo la madre de la periodista – Ayaka es más cercana a Maldonado-san, algo que las demás no tienen ya que ambos se llaman por su nombre.

- Mi hija es más fuerte que las suyas – dijo la madre de Shiho – ella es más digna de estar con alguien tan poderoso como él.

- Lo lamento por ustedes dos, pero ninguna tiene argumentos para quedarse con Maldonado-san – dijo la madre de Ryo – desde ahora, mi hija es su prometida.

- Valiste verga Ramón – dijo Rafael al oído del moreno.

- Honestamente, valí verga – dijo el chico para luego alejarse un poco de la pelea, cosa que de suerte las demás no vieron.

Pero en eso…

El moreno vio hacia la plataforma y notó alguien… que llamó su atención.

- ¿E-Ella es…?

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Unos minutos después…

- ¡Se hace el llamado a los combatientes que vuelvan al cuadrilátero! – anunciaron.

- Tenemos que volver – dijo Ramón – chicos, vamos a ganar esto.

- ¡Sí! – dijeron los demás.

- Hagan el mayor esfuerzo – dijo Shiho, pero en eso se fijó en Ramón – condúcenos hacia la victoria Maldonado-san.

- Sí.

- ¡A patear traseros!

Sin más, los chicos abandonaron la sala y se dirigían hacia el cuadrilátero de batalla.

- ¿Joan?

- ¿Qué pasa?

- Eso quiero saber – Rafael miraba a su amigo algo preocupado – no sé qué les picó a ti y a Ramón que andan muy preocupados.

- N-No es nada, en serio.

- ¿Tuvo que ver con la plática que tuviste con Tsukumo-san?

- P-Pues… - el chico tuvo que decir la verdad – sí, fue eso.

- ¿Y qué pasó?

- Pues…

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Flashback

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Joan fue junto a Tsukumo a hablar dónde estaban sus padres.

- ¿De quieres hablar Kana?

- Mis padres quieren hablar contigo.

- ¿D-De qué?

La peli negra no respondió y solo llegó donde estaban sus padres.

- ¿Así que tú eres el chico que pretende a Kana? – preguntó el padre de la chica.

- E-Este…

- Cálmate querido – habló la mujer que era la viva imagen de Tsukumo, solo que esta sonreía y mostraba sus emociones en el rostro, cosa contraria a su hija – así que tú eres el chico del cual mi hija ama ¿no?

- B-Bueno, sí.

- No seas pesimista Joan-san – dijo la peli negra mayor – me presento, soy Nana Tsukumo, madre de Kana.

- Veo que se parecen mucho.

- Antes que nada, me presentaré. Soy Godo Tsukumo – dijo el señor Tsukumo, el cual era de cabello negro y de aspecto intimidante - Imagino que sabes porque te citamos aquí ¿verdad?

- L-La verdad no.

- Verás Joan-san, Kana nos ha contado que tú y ella están conociéndose para estar en una relación.

- A-Así es.

- ¿Y con que propósitos? – dijo el padre de la peli negra mirando fijamente a Joan – espero que no vaya a ser una relación pasajera y después dejes a Kana…

- No haré eso – dijo el mexicano.

- ¿Cómo puedo saber qué me dices la verdad? – cuestionó el señor.

- Mire, tal vez no tenga nada para demostrarle que realmente amo a Kana, pero honestamente pienso que ella es diferente. Nunca había sentido esto por nadie.

- ¿Cómo pretendes mantener su relación si formalizan? – preguntó amablemente Nana.

- Pensé en eso un poco, sé que aun somos estudiantes de Preparatoria, además, su rango como Saintia la favorece mucho, además, es un año mayor que yo y eso a veces puede ser un impedimento, pero quiero hacer todo lo posible para estar con ella.

- ¿Cómo harás eso? – dijo el señor – tú no eres japonés, eres extranjero, ¿Cómo harás para mantener su relación?

- Eso será difícil para mí – dijo Joan – pero tengo varias opciones para eso. Me quedaré en Japón por ella o incluso me la llevaré a México, lo que ocurra primero. Pero quiero que tengan algo en mente, no la dejaré sola.

Los padres de la peli negra miraban con asombro al joven. Tsukumo por su parte solo se dedicó a abrazar al joven de cabello castaño, cosa que Joan correspondió con mucho gusto.

- ¿Estás 100% seguro de eso Joan-san? – dijo Nana.

- Estoy más que seguro – dijo el chico – mi orgullo de guerrero lo entrego para demostrar que lo mío con Kana va en serio.

- Si eso es cierto, entonces no tendrás problemas de protegerla de todo.

- Lo haré, aunque me cueste la vida, pero quiero a Kana, no, amo a Kana Tsukumo.

- ¿Cuán lejos quieres llegar con ella?

- Si es posible, al altar, casarme con ella y tener hijos.

- Veo que realmente quieres a mi hija – dijo Nana – es más, te daré esto.

- ¿Qué cosa? – Joan no sabía que iba a pasar, pero cuando lo supo, se avergonzó bastante.

- Ten Joan-san – la madre de la peli negra le entregó un par de condones.

- ¡¿Por qué le das eso?! – reclamó el padre de la peli negra.

- No queremos que tengan un accidente, así que, es mejor que se protejan.

- ¡Pero aún son adolescentes!

- ¿Qué tiene? – dijo la mujer con mucha calma – mientras se cuiden, no hay problema.

Mientras los padres de Tsukumo discutían, ambos jóvenes solo miraban con una gota de sudor la escena.

- ¿A-Así son tus padres? – preguntó Joan.

- Sí, aunque mi mamá siempre le termina ganando.

- Ya veo – en eso, Joan solo le echó mirada a los condones que le dio su suegra - ¿q-que haré con esto?

- ¿No los vamos a usar?

- ¿Q-Que? – la cara de Joan se puso roja por lo dicho por su amante - ¿q-que estás diciendo?

- No le miro problema a que lo hagamos – dijo Tsukumo sin pena en su voz – si nos cuidamos no hay problema.

- K-Kana.

- ¿Q-Que tal si después de las batallas me acompañas a mi habitación?

- Y-Yo… el chico estaba que se moría de la vergüenza – b-bien.

- Te espero allá.

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Fin Flashback

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- ¿En serio pasó eso? – dijo Rafael al escuchar el relato de su amigo Joan.

- S-Sí.

- Bueno, creo que alguien no dormirá esta noche – dijo en burla el mayor.

- ¡Cállate Rafael!

En eso, el mexicano mayor se puso a cantar.

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Entramos los dos,

buscando un hotel.

Un poco nerviosos al imaginar que va a suceder.

Sabía que sería

la noche perfecta

nuestra primera vez

solo tengo 15 y ella 16.

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- ¡Que te calles Rafael! – le gritó Joan con la cara toda roja.

- ¿De qué hablan ustedes dos? – preguntó Hibiki.

- N-No es nada, solo hablábamos sobre las próximas batallas.

- Bueno, al fin y al cabo, batallaremos a todo que nos de nuestros cosmos.

- Sí, demos todo de sí.

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- ¡Daremos a conocer nuestra próxima batalla! – anunciaron – la séptima batalla se llevará a cabo entre… ¡Esperanza Cortés del Rio contra Naruto Uzumaki!

- ¿Ahora voy yo? – dijo la española.

- Da lo mejor de ti Esperanza – dijo Joan a su mejor amiga.

- Lo haré Carlos.

- Esperanza, da lo mejor de ti – dijo Rafael a su amiga.

- Daré lo mejor de mí.

- Recuerda lo que entrenamos Esperanza.

- Lo haré Ramón.

Esperanza subió al cuadrilátero y se dirigía hacia el centro de este.

- ¿Estará bien?

- Sí, de hecho, no hay de qué preocuparse.

- Cortés-Senpai se ve muy linda, es más, sus pechos se miran muy bien – dijo Yasmina ganándose la mirada molesta de Ramón.

Mientras Esperanza iba caminando, escuchó un estruendo en el lugar y volteó hacia atrás.

- ¿Qué fue eso chavales?

- No te preocupes Esperanza, solo fue un rayo que cayó cerca.

- ¿Bien? – la española solo siguió su camino.

Mientras que en el lugar en el que estaban los chicos, se veía a un peli rosa en el suelo todo quemado.

- ¿No crees que exageraste Ramón? – dijo Kudo.

- Estará bien, además se lo merece, ya me cansa que siga siendo un pervertido.

- Tú lo has dicho – dijeron los demás.

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- ¿Así que tú eres mi contrincante? – decía el chico que era cabello rubio y ojos azules – tal vez no tenga Armadura, pero soy el más fuerte de los aspirantes a Caballeros. Derrotándote, ganaré una Armadura.

- ¿Solo eso dirás? – dijo la peli verde - Qué pena me das

- ¡Cállate! – gritó el joven – yo, Naruto Uzumaki, ganaré la pelea y les demostraré a todos como soy el más poderoso.

- Eso lo veremos.

- ¡Comiencen el duelo!

- ¡Aunque seas una chica no me contendré! – dijo el rubio corriendo hacia la peli verde - ¡Recibe mi poderoso Rasengan!

El ataque fue directo a la chica, que solo con su brazo derecho desvió el ataque del chico.

- ¿Qué? – el de ojos azules no creía que Esperanza desviará con facilidad su ataque.

- Creo que acabaré con esto rápido – la chica elevó con fiereza su cosmos hasta que apareció de nuevo la Armadura de Capricornio.

- ¿La Armadura Dorada de Capricornio?

- Sí – la vestimenta dorada se desprendió y envolvió el cuerpo de la española – te lo diré, no me gusta vestir la Armadura de Capricornio ni mucho menos usar su técnica estrella, pero creo que haré una excepción.

- N-No puede ser – Naruto sudó frio y salió corriendo hacia atrás - ¡Mamá!

- No lo harás – la peli verde levantó su brazo y lo bajó rápidamente - ¡Excalibur!

El ataque dio de lleno en el rubio que lo mandó a volar con fuerza por los aires mientras caía fuertemente hacia el suelo mientras se desangraba.

- ¡La ganadora del encuentro es Esperanza Cortés del Rio de la Preparatoria Satogahama!

El público estalló en gritos mientras mostraba al mundo el poder de otro Caballero Dorado.

- Ya puedes irte – dijo la española mientras la Armadura de Capricornio se iba del lugar.

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- ¡Eso es Esperanza! – gritó Iwaki.

- Cortés-Senpai es fuerte – dijo Waka.

- Realmente Cortés-san es muy fuerte – dijo Shiho – su espada es muy filosa.

- Esa chica es muy fuerte – dijo Tsukumo – realmente su brazo derecho es el más fuerte del mundo.

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- ¡Eso fue genial Esperanza! – dijo Joan.

- No fue nada Carlos – respondió – ese tipo no era nada fuerte.

- Al menos lo venciste – dijo Ramón – pero, ¿era necesario usar la Armadura de Capricornio?

- No, solo lo hice para parecer más dominante.

- Siempre tan optimista Esperanza – dijo Joan.

- ¿Quién será el próximo?

- ¡Octavo encuentro de la contienda! ¡Rafael Alférez contra Yumi Kurogane!

- ¿Yumi Kurogane? – dijo el mexicano mayor – Me pregunto quién será.

- Ni idea Rafael, a lo mejor es alguien conocemos.

- Bueno, creo que lo averiguaré una vez que luchemos – dijo el mayor – deséenme suerte chicos.

- Lucha con todo Rafael.

- Sí – el mayor de los mexicanos fue hacia el cuadrilátero.

- ¿Pasa algo Ramón? – preguntó Esperanza al hondureño.

- Ese nombre… lo he escuchado.

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- Ahora va Alférez – dijo Shinonome.

- Va el chico de Maiko – dijo en voz baja la peli mostaza sonrojando a la peli roja.

- ¡¿Q-Que estás diciendo Iwaki-san?! – exclamó Kurashiki muy roja – n-no digas cosas como esa.

- Pero la verdad es que te debe llamar la atención ¿verdad? – ahora fue Asada quien sonrojó más a la chica.

- ¡C-Cállense!

- Solo miremos la batalla que se mira que estará buena.

- Sí.

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Rafael llegó al centro de la plataforma y solo se encontró con otra chica que estaba con capucha, solo que está era de color blanca.

- ¿Tu eres mi rival? – dijo la chica – se ve que no eres muy fuerte.

- No me subestimes – dijo el mexicano – no tendré un cuerpo como el de mi amigo Joan, pero confío en que mi cosmos me hará triunfar.

- Eso lo veremos – dijo la chica mostraba un poco su rostro.

La combatiente de parte de Seijo tenía el cabello color gris pálido, ojos color morado muy pálidos y la piel clara, además de contar con un gran pecho.

- ¿Listo para combatir? – dijo la joven.

- Más que listo.

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Con los chicos…

- Es otra belleza – dijo Yasmina mientras veía de lejos a la joven.

- Sí, honestamente las chicas de Seijo son muy lindas.

- Sí, que raro está eso ¿verdad Ramón? – el mexicano miró hacia su amigo hondureño, el cual aún no despegaba la vista del ring - ¿Ramón?

- No puede ser – dijo el hondureño a la chica que estaba frente a Rafael y solo se le vino la imagen de una niña pequeña sonriéndole - ¿Yumi-san?

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de esta semana.

Sí, he metido los personajes de Senran Kagura ya que me he empezado a mirar esta serie la cual estuvo muy buena, aunque me quedé con ganas de más con el final de la segunda temporada.

Hemos presenciado muchas cosas en este capítulo, pero las sorpresas se vendrán más adelante.

Incluido el encuentro de Rafael, quedan 5 encuentros para que el torneo termine.

Redentor, tu que sabes más de esta franquicia, sabrás el tipo de poderes de Yumi.

En cuanto a Rafael, al ser el Caballero de Acuario, son conocidos como los maestros del agua y el hielo, así que tal vez ya sabrás que tipo de combate se viene.

Con Katsuragi cambié de Armadura ya que le puse la de la Brújula al inicio, pero luego le puse la de Unicornio ya que esta Armadura se caracteriza porque sus ataques son con las piernas, así que ya sabrás porque la puse a ella.

Bueno, sin más, este ninja se despide.

Bye.