Buscando el horizonte


Disclaimer: Todos los personajes, con excepción de los OC, pertenecen a Disney.


Tras la pista


Sumary: Mickey sabía que Paperinik era un criminal, detenerlo debería ser sencillo, pero no lo es, en especial porque no desea hacerlo.


Cuando el teniente O´Hara le encomendó la tarea de capturar a Paperinik, Mickey creyó que sería sencillo. Él era un detective experimentado y había puesto en prisión a varios criminales siendo Phantom Blot el más peligroso de ellos. Se dijo que el pato enmascarado no sería la excepción y no tardó en descubrir lo equivocado que estaba.

—¿Está seguro de que Paperinik estará en el baile?

—Completamente —respondió el teniente O´Hara —, Scrooge McDuck va a hacer una importante revelación y cualquier criminal estaría más que feliz de poder poner sus manos sobre la nueva adquisición del pato más rico del mundo.

Horas después Mickey se encontraba en la conferencia de prensa que Scrooge McDuck había organizado. No había muchos policías, pero Mickey pudo notar a Gizmoduck y varios dispositivos de seguridad que le hicieron saber que el pato más rico del mundo también temía la presencia de visitas indeseadas.

—Durante años muchos rumores se han dicho sobre el castillo McDuck —comenzó a hablar el último pato en portar dicho apellido —, hoy finalmente puedo decir que lo he encontrado y tengo pruebas para demostrarlo.

Scrooge McDuck mostró a la prensa un huevo de gran valor. Este estaba hecho de oro y cubierto por una gran cantidad de joyas, diamantes en su mayoría. Los camarógrafos no se demoraron en comenzar a tomar fotografías y los reporteros a hacer numerosas preguntas, no todas relacionadas con la forma que había utilizado para dar con un tesoro que por muchos años se había creído imposible de encontrar.

—¿Qué valor se calcula que posee ese tesoro?

—¿Es cierto que planea demoler el castillo McDuck?

—¿Es cierto que donara una parte del tesoro al museo?

—¿Puede decirnos cómo hizo para encontrar un tesoro que se ha buscado por más de un siglo?

Scrooge McDuck colocó el huevo en una pequeña cúpula de vidrio antes de que las luces se apagaran. Lo primero que Mickey notó en el momento en que la energía eléctrica fue restablecida era que el huevo no se encontraba en su lugar y que, aunque Scrooge lucía molesto, su enojo no era tan grande como había imaginado que sería. Mickey recordó cuando unas semanas atrás le robaron unos 87 centavos y todo el caos que dicho robo inició.

Buscó a Gizmoduck con la esperanza de que él hubiera visto algo y lo encontró al lado de Paperinik. En ese momento todo parecía tener sentido para él y de dijo que debía dirigirse a donde se encontraba el héroe de Duckburg y evitar que el pato enmascarado escapara. La opinión que tenía cambió cuando vio que los Chicos Malos también estaban allí y que uno de ellos tenía el tesoro robado.

No fue necesario que Mickey interviniera pues en cuestión de segundos el tesoro había sido recuperado y los Chicos Malos estaban fuera de combate. Mickey que lo había presenciado todo se sintió confundido. Le parecía más que evidente el hecho de que Paperinik y Gizmoduck habían peleado juntos para frustrar el robo del huevo, pero también el hecho de que Paperinik había roto la ley en muchas ocasiones y que una buena acción no era suficiente para que todos sus crímenes fueran olvidados.

—Es bueno tenerlo aquí —Gizmoduck señaló a los Chicos Malos que permanecían inconscientes —, creo que necesitaré algo de ayuda para arrestarlo.

—Lo siento, Paperinik, pero entenderá que debo llevarlo ante un tribunal para que sea juzgado.

—Espero que entienda que no puedo permitir que me capture.

Mickey no estaba seguro si Paperinik le había guiñado un ojo de manera coqueta antes de escapar o si se lo había imaginado, pero sí que le había afectado más de lo que debería y que su rostro debía encontrarse tan rojo como un tomate. Intentó concentrarse en su trabajo, pero le fue imposible, incluso días después de dicho encuentro no podía dejar de pensar en la sonrisa del pato enmascarado.

El teniente O´Hara no le reclamó por haber dejado que Paperinik escapara. La declaración de Gizmoduck hizo parecer que no tuvieron oportunidad alguna, pero Mickey sospechaba que no era así y que de no haberse quedado embobado por un gesto coqueto pudo haber cumplido con la misión que se le había encomendado hacía más de un año.

Lo más frustrante de todo era que no era la primera vez que le pasaba. Paperinik era muy ágil encontrando formas de escapar y por más enterado que estuviera de sus crímenes no podía dejar de pensar que él no era el villano de la historia. Había hecho cosas malas, no podía negarlo, pero también había vengado a inocentes e intercedido por estos cuando la ley no podía hacerlo.

—¿Por qué tan serio? —le preguntó Donald.

Reunirse había sido idea de Goofy. Él había dicho que había pasado mucho tiempo desde la última vez que se habían visto los tres y que era un asunto de gran importancia que se reunieran.

—Sí, Mickey, llevas horas jugando con el vaso y ya se te derritió el hielo.

—Solo pensaba en mi último caso.

—¿Tuviste problemas con el teniente O´Hara?

—No, aunque Paperinik escapó pudimos recuperar el huevo.

—Entonces ¿por qué tan preocupado?

Mickey llevó sus manos hasta su rostro y lo cubrió en un intento por ocultar lo sonrojado que estaba. Sabía que sus amigos no lo juzgarían, lo conocían desde que era un niño, era solo el hecho de que se consideraba incapaz de decirlo en voz alta. Una parte de Mickey creía que si no lo decía en voz alta sería como si nada hubiera pasado y con el tiempo las cosas volverían a la normalidad. En el fondo sabía que las cosas no serían tan sencillas.

—Somos amigos —le dijo Goofy —, sabes que puedes decirnos lo que sea.

—Sí, prometemos reírnos solo un poquito —agregó Donald quien al ver las miradas de sus amigos se apresuró en decir —, solo bromeaba, nunca nos reiríamos de ti, especialmente si es algo importante.

Mickey llevó el vaso hasta sus labios y de inmediato se arrepintió. Goofy había tenido la razón al decir que el hielo se había derretido y su Duck-Cola solo sabía a agua. Aprovechó la situación para pedir otra bebida, aunque en el fondo eso no bastaría para evadir el tema.

—Ustedes saben que el teniente O´Hara me encargó capturar a Paperinik.

—Sí y también que no estoy de acuerdo. Paperinik es uno de mis mejores amigos, no un criminal.

—Angus Fangus dice que nadie que use un disfraz puede ser una buena persona.

—Angus es un tonto —se quejó Donald. Mickey sabe lo voluble que podía ser su temperamento por lo que no le resultó extraño ese comportamiento —, lo sé porque estuve trabajando un tiempo para él y nunca dejaba pasar una oportunidad de torturarme a mí o a sus compañeros. Mike fue el que más cosas destruyó. Ni te imaginas la cantidad de computadoras que saqué por su culpa.

—Comienzo a creer que no te equivocas a decir que no es tan malo —Mickey calló durante unos instantes, inseguro de decir lo que pensaba —, y que es sexy.

—¿Qué dijiste? No te entendí —preguntó Goofy. Donald estaba en la misma situación.

—Dije que Paperinik es sexy.

Donald casi se atraganta al escuchar esas palabras y terminó escupiendo la bebida que estaba tomando.

—¿Te pasa algo?

—Creo que deberías pedirle a Paperinik una cita —Donald lucía bastante avergonzado, algo que únicamente Goofy encontró sospechoso.

—¿Estás seguro? ¿Te ha dicho algo de mí? —Mickey no había querido parecer tan ansioso, pero al final no se pudo contener.

Donald asintió con un movimiento de cabeza.

—Dice que le pareces lindo.