Surprise! Yeah, I know you don't expected another translation now but I was really looking forward to share this story with you. It's a little different and with some drama but really great. Hope you like it :) Thank you so much to the author BixieRosen for allow its traslation.
¡Sorpresa! Sí, sé que no esperaban otra traducción ahora, pero tenía muchas ganas de compartir esta historia con ustedes. Es un poco diferente y con algo de drama pero realmente genial. Espero que les guste :) Muchas gracias a la autora BixieRosen por permitir su traducción.
Y como siempre, tengo que aclarar que nada de esto me pertenece. Los personajes son de la increíble Stephanie Meyer y la historia de la autora BixieRosen. Yo solo traduzco.
Y no puedo pasar por alto agradecer a mi leal compañera de varios años, mi querida amiga y Beta, Erica Castelo. Gracias por seguir ayudándome a mejorar mis traducciones.
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"Hay pocos días preciosos que realmente se merecen la palabra 'monumental'."
Bella escucha el discurso que conoce de memoria, al haber ayudado a escribirlo, como si lo escuchara por primera vez.
"Hoy, damos los primeros pasos hacia un futuro en el cual nuestros hijos puedan mirar al cielo y ver nada más que libertad. Ver nada más que oportunidad."
Ella levanta la mirada y ve el cielo celeste, sus labios moviéndose en silencio de acuerdo a las palabras habladas.
"Hoy, damos los primeros pasos hacia la paz."
Paz. Articula la palabra una segunda vez en silencio. La palabra se siente pesada en sus labios, como si formarla es de algún modo poco natural. Prohibido. Tabú. Y sin embargo, ¿no es el más grande deseo que ha tenido en su vida? Cuando el ataque de drones mató a su madre cuando tenía cuatro años, recuerda vívidamente gritarle a su padre, en llanto; ¡no es justo! Había tenido un compañero de juegos, un huérfano de la luna vecina, y después de la muerte de la reina, Bella había visto como poco a poco aquellos que supuestamente estaban ahí para cuidar de él, lo marginaron. Peter, era su nombre. Cuatro meses después de la muerte de su madre, Peter desapareció.
Muchos años después, se enteró que su propia gente había matado a Peter. Para enviar un mensaje. Un mensaje que no fue escuchado, ya que a la luna vecina le importaba poco el hijo de un traidor. Él no pertenecía a ningún lado. No a su planeta de origen, no al planeta que lo acogió renuentemente. Hasta este día le provocaba querer vomitar, la bilis subía espontáneamente cada vez que el pequeño rostro de Peter aparecía en su cabeza.
Alejando su mente de recuerdos amargos, Bella cierra sus ojos, memorizando el calor del sol en su mejilla, sintiendo el peso de sus manos juntas en su regazo. Se siente sola, como si estuviera de nuevo en el estudio de su padre sin nadie más que escuche las palabras.
"El último año ha sido incierto mientras trabajábamos para formular un acuerdo de paz con los xepheryanos, pero hoy estoy frente a ustedes, creyendo plenamente que el acuerdo de paz que hemos pactado es lo mejor para nosotros. No hay un alma con vida que recuerde lo que es vivir en un universo donde podamos llamar hermanos a los xepheryanos, pero espero, que un día, eso sea posible una vez más. Esta guerra ha durado mucho tiempo y ha reclamado muchas vidas. No hay familia en esta luna que no haya sido personalmente afectada por esta tragedia. Esa convicción es tan firme que mi propia hija, la princesa Isabella, heredera de Mongrovia, elige acoger este acuerdo con todo su ser, y como tal ha decidido aceptar la propuesta de matrimonio xepheryana de su príncipe primogénito y heredero del trono de Xepherya, el príncipe Edward."
Bella apenas escucha los murmullos que atraviesan la multitud. Apenas siente las miradas, los ojos que miran penetrantes la parte de atrás de su cabeza.
Habían pasado mucho tiempo atormentándose con esa línea. Su padre quería llamarlo un 'sacrificio'. Bella había sido categórica en que enviaría el mensaje equivocado. Después de todo, no está siendo forzada. Está en edad. Sabe muy bien a lo que está accediendo. Su propia felicidad palidece en comparación a la posibilidad de terminar una guerra que ha durado un siglo.
Bella es querida por la gente, sería una tonta si no lo reconoce. Con una inclinación innata hacia la acción, se rehusó a sentarse en sillas doradas sin hacer nada mientras la gente sufría. La muerte de su madre y la convicción estoica de un trato equitativo para todos transmitida por su padre, la habían vuelto pragmática. A menudo, a la princesa se la había considerado perdida en su juventud, solo para aparecer leyéndole historias a los huérfanos, o cubierta en suciedad al ayudar en los comedores sociales. Para consternación de su padre, la inanición no era su fuerte.
De modo que cuando el rey de Xepherya, el rey Edward II, propuso el matrimonio entre su primogénito y Bella, hubo poca oposición de su parte. Ella estaba en la posición única de poder alentar a su gente a no ver a los xepheryanos como monstruos, sino como personas, dignas de su individualidad, no al hacer discursos, sino al tomar acción. Guiándolos por el ejemplo.
La razón para el matrimonio era bastante pragmática. Los xepheryanos habían experimentado un extenso brote de virus hace casi tres años, afectando seriamente los índices de natalidad. Nacían menos niños cada año que pasaba y nadie sabía con seguridad por qué, o cómo resolverlo. Aunque su padre, Charlie, nunca lo había admitido abiertamente, Bella había escuchado los rumores entre los consejeros reales más viejos que indicaban que el virus que mató a más de la mitad de la población de Xepherya y seguía causando estragos, fue en realidad hecho en Mongrovia, un proyecto en secreto del propio abuelo de Bella. ¿Es entonces tan malo que un miembro de la familia real de Mongrovia deba solucionar ese agravio? Bella ve en ello alguna forma de poética retribución. Una manera de egoístamente calmar su culpa interior por el genocidio que su familia probablemente provocó.
"Este no es un acto de dominación, u opresión. Cuando el trono pase a la princesa Isabella, solo ella tendrá el derecho de gobernar Mongrovia. El príncipe Edward no tendrá más que una posición de consejero en esta luna, y lo mismo aplica con la princesa Isabella en Xepherya. Los hijos que ellos tengan serán los primeros gobernantes legítimos y equitativos de ambas lunas."
Charlie también había tenido problemas para poner esto en su discurso. La idea que se requeriría de Bella engendrar descendencia con un xepheryano. Todo por un tratado de paz. Bella trata de no pensar mucho en esa parte. Tiene un deber, y su compromiso requiere todo lo que ella pueda dar si eso brinda la paz.
No le presta atención al resto del discurso. Palabras que los consejeros insistieron en que tenían que ser dichas, palabras sobre fortaleza, o conservar su identidad mongroviana. Todos saben que la paz es la única opción. Del mismo modo que los xepheryanos mueren poco a poco, también lo hacen los mongrovianos, solo que por otras razones. Los suministros de comida son pocos. La luna mongroviana ha tenido varias malas cosechas por cuatro años seguidos. La gente se muere de hambre, y los xepheryanos tienen la tecnología que ayudará a estabilizar la atmósfera.
La paz es la única opción. Todos lo saben. Las trivialidades no tienen sentido.
Hacia el final del discurso de su padre, Bella reconoce su señal para levantarse y pararse a su lado. Es una caminata corta, de la primera fila al podio. Cuatro pasos y está ahí, mirando al mar de gente, residentes de la capital, muchos de los cuales conoce por nombre, e incluso más cámaras apuntan en su dirección. Para muchos, es la primera vez que la ven en su traje ceremonial. El atuendo es de apariencia extraña en opinión de Bella, una cola larga ondeándose a lo largo de sus piernas, unida a un top bordado con rígidas mangas cortas, dejando expuestos al frente unos pantalones a la medida. Tienen el propósito de representar que las mujeres también son parte de la fuerza laboral, no solo están ahí para ser exhibidas, pero Bella piensa que deshacerse por completo de la cola sería suficiente. Sus brazos quedan desnudos, de acuerdo a la tradición, y su cabello oscuro está recogido sobre su cabeza, la corona que lleva puesta pertenecía a su difunta madre. Es de platino, con gemas incrustadas que se obtienen de forma natural en la luna mongroviana, un color ocre pálido que resplandece en la oscuridad. El bordado hace juego con las piedras, rojo y terracota, los colores de la casa real, y ella se pregunta distraídamente si alguna vez tendrá la oportunidad de usarlos de nuevo. ¿Será eso una provocación? ¿Siempre será su legado una causa de disputa?
Y sin embargo, vestida de gala de acuerdo a su posición en la vida, está segura que todos los que la contemplan, ven a una extraña. Reconoce a casi todos ellos. Seth, el asistente de ingeniero. Leah, su hermana, la piloto que le había permitido a Bella abordar a una nave de suministros a escondidas cuando tenía dieciséis años. Está Sam, el responsable del orfanato y su esposa Emily que maneja la panadería. Billy, que no necesita presentación. Muchos otros. Jacob.
Jake.
Su corazón se contrae cuando sus ojos encuentran los de él. Piscinas oscuras de calidez y bondad, y por una milésima de segundo se pregunta qué piensa él de ella en ese momento. ¿También es una extraña para él? Se pregunta si puede ver más allá del maquillaje. Si puede darse cuenta que las manchas oscuras como el carbón sobre sus cejas le hacen sentir como si entrara carbón a sus ojos con el más mínimo parpadeo. Si puede darse cuenta que usar la pintura de guerra la hace sentir incómoda porque solo realza su palidez natural. Si sabe que ella duda que alguna vez volverá a ser feliz a menos que esté envuelta en sus brazos.
Ya se habían despedido. Envueltos en sábanas retorcidas, ocultos en su lugar secreto, pretendiendo que el mundo no existía. No hace ni doce horas se había quedado dormida desnuda con el pecho desnudo de él pegado a su espalda.
Nunca más. Esta es tu elección. La idea pesa en su mente. No lo suficiente para cambiar de opinión, nunca lo suficiente para cambiar de opinión, solo lo suficiente para comprobar que la felicidad personal será difícil de conseguir.
Justo cuando Bella está segura que está por desmayarse por falta de oxígeno, la boca de Jake se transforma en la más pequeña de las sonrisas. Un leve guiño, y puede respirar otra vez. Jake entiende. Comprende que proteger a su gente tiene que ser lo primero. Incluso si los mata a ellos en el proceso.
Apartando sus ojos del hombre que está segura siempre amará, se da cuenta que su padre se ha quedado en silencio junto a ella. Su padre no tiene la costumbre de perderse de mucho, incluyendo el romance entre su hija y el hijo de su ministro de defensa. Si las cosas hubieran sido diferentes, habrían sido una buena pareja. Jacob habría hecho feliz a su hija. Si tan solo.
"Al verlos a ustedes, los ciudadanos de Mongrovia, nunca me he sentido tan fuera de lugar vestida con joyas elegantes." La voz de Bella es segura, uniforme por la práctica y su convicción. Tiene que sacar a Jake de su mente, ocultarlo en las profundidades de su corazón. "Espero, que la mayoría de ustedes, me recuerden por mis acciones. Por todas las veces que trabajé a su lado, y por las veces que pasé por alto la salud de mi pobre padre y actué sin pensar en mi propia seguridad." Como era de esperarse, un murmullo de risas atraviesa la multitud y libera un poco de tensión. Incluso los aerodeslizadores estacionados sobre la concurrencia dejan de sobrevolar y mantienen su posición, dejando la plaza sorprendentemente quieta.
"Acepto casarme con el príncipe Edward por mi propia voluntad, y lo hago a sabiendas que la paz es nuestra única alternativa. Nuestra única esperanza de supervivencia. Habiendo dicho esto, espero transmitirles que de este momento en adelante no seré tan negligente con mi propio bienestar como lo he sido en mi juventud. Desde este momento en adelante, represento a todos nosotros, ustedes y yo somos iguales. Una amenaza contra mí es una amenaza contra todos ustedes. Si yo, alguien cuya madre fue arrebatada por un ataque de drones xepheryanos, puede casarse con un xepheryano, entonces creo que todos podemos convenir en hacer a un lado nuestras diferencias y vernos como uno solo. No hace ni trescientos años, éramos un solo pueblo. Nosotros fuimos los exploradores, dejando nuestro planeta de origen, Xepherya, para explorar nuestra luna vecina, la que llamamos Mongrovia."
Bella respira profundo, intentando asimilarlo todo. Pasarán años antes de que pueda regresar, y eso si todo va de acuerdo al plan. Si su seguridad o la del príncipe Edward se ve comprometida en algún momento, está segura que solo intensificará la violencia. Teme que si eso sucede, ninguna raza sobrevivirá.
"Cuando más tarde en este día firmemos el tratado, no se habrá alcanzado la paz." Mirando hacia los ministros que sabe son los que más se han opuesto a este tratado de paz, Bella endurece su mirada. "La paz es un proceso a largo plazo, uno que hoy apenas comenzamos. Depende de nosotros y nuestros hijos prometer que nunca jamás se recurrirá a la violencia. Tenemos que permitir que la diplomacia siga su curso, confíen en el régimen que mi padre y yo tratamos de construir. Juntos podemos asegurar la seguridad de nuestro hogar. La seguridad está a nuestro alcance. Todo lo que tenemos que hacer es estirar la mano y tomarla."
Colocando ambas manos sobre su corazón, Bella se inclina, hacia el aplauso y los gritos de la multitud. Está peligrosamente cerca a abrumarse por la emoción, pero la mano firme de su padre en su hombro es suficiente para mantenerla tranquila.
No puede parecer débil. Ella es la princesa.
Pues bien, espero que hayan disfrutado de este primer capítulo. Como verán, no es de esas historias que en seguida es miel sobre hojuelas. Creo que ya están disfrutando de una así con 'The List' así que vamos a hacerlas sufrir un poco muajajajaja. Pero las que han leído mis traducciones saben que siempre terminan con el clásico felices para siempre, así que no se preocupen. Veamos que destino le depara a la princesa Bella en una luna hostil con un matrimonio político concertado para traer la paz a su pueblo. Les aviso que esta historia está completamente terminada, y se leerá de acuerdo a su respuesta. Así que, si quieren leer el siguiente, solo tiene que dejar su review diciéndome qué les pareció, sino tienen mucho qué decir con un gracias me conformo o hasta una carita feliz. Recuerden que sus reviews es el único pago que recibimos por hacer esto para su diversión. No les cuesta nada, solo unos minutos de su tiempo, escribir unas cuantas palabras y enviar :)
De antemano, muchas gracias por sus alertas y favoritos, y por supuesto, gracias si recomiendan la historia a alguien más. Siempre es lindo saber que aprecian el trabajo que hacemos. Nos leemos en el siguiente, espero que sea pronto. Depende de USTEDES.