¡Zeus! Le da a su padre una poción y a sus hijos vomitó.

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Pegaso Seiya. Jeje, las cosas se ponen buenas más cuando Shoko finalmente fue descubierta por Saori. Conociendo a esta Saori, no creo que deje descansar a Seiya hasta que lo haga suyo de nuevo XD. Erda… es todo un caso, es mi Saintia favorita junto a Shoko. ¡Saludos!

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Sin más, comencemos…

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Los días pasaron y Seiya estaba recuperándose de las heridas ocurridas en la batalla de las 12 casas, no solo él, sino también todos los demás Caballeros de Bronce.

- ¿Ya me darán de alta? – dijo Seiya a su amada.

- Sí, hablé con los del hospital y ya no hay motivos para tenerte aquí encerrado.

- Pero… ¿y los demás?

- Lo que es Ikki, Shun, Shiryu y Hyoga se quedarán un tiempo más ya que no están del recuperados.

- Ya veo.

- Tu sufriste menos golpes, al menor por el drogadicto de polvo de estrellas de Saga, por lo que al menos no sufriste mucho como los otros.

- Sí, Hyoga peleó con su Maestro Camus.

- Además, Shun fue víctima de la Rosa Sangrienta del macho menos de Afrodita.

- Pensé que Shiryu había muerto también.

- Y sin olvidar cuando Ikki peleó con Saga sabiendo que no tenía chace.

- De suerte sobrevivimos.

- Seiya, ¿no sientes tus heridas de la batalla? Tenías unos cortes profundos como el de una espada.

- P-Pues… - el chico de cabello castaño tosió un poco ya que sabía a qué se refería – n-no sé qué pasó con el Caballero de Capricornio.

- ¿Cómo sabías que era el Caballero de Capricornio?

- L-Lo escuché por WhatsApp.

- Bueno, eso explica muchas cosas.

- Saori, ¿Qué vamos a hacer ahora?

- ¿A qué te refieres?

- Digo, ahora que ya salgo del hospital, quería saber, ¿Qué haremos con lo nuestro?

- Seiya – la peli lila miraba como su amado se preocupaba por su relación – no te preocupes, serás siempre mi guardián, solo que ahora me atenderás solo a mí, no mirarás a otras chicas de la forma en que me miras y tendremos sexo las veces que queramos al día.

- Vaya, ya tenías planeado todo ¿verdad?

- Una chica debe estar preparada para todo.

- Bueno, entonces, ¿Qué haremos?

- No lo sé, tu puedes decidir qué hacer.

- ¿Una salida al cine? – dijo el chico.

- Me gusta.

- La pregunta es… ¿Qué película veremos?

- Pues… - antes de que Saori contestara, una gran lluvia comenzó a caer - ¿Y ese torrente?

- ¿Agua? Pero miré el pronóstico del tiempo y dijo que iba a estar soleado.

- Maldición – dijo Saori – creo que no podremos salir aún.

- Podemos llevar paraguas y entramos sin problemas – dijo Seiya tratando de calmar a su novia.

- Sí, tienes razón.

- Ultimas noticias, las salas de cine cierran por falta de energía eléctrica.

- ¿Es en serio? – dijo Saori molesta por eso.

- Bueno, entonces vamos a comer a algún restaurante – dijo el chico.

- Sí, aunque no podremos hacerlo al aire libre, en un restaurante estaría mejor.

- Sí, entonces solo debemos cambiarnos y…

- Informe de último momento, los restaurantes de todo tipo cierran hoy debido a que la lluvia ha inundado parte de los locales y por eso cerrarán.

- Me lleva el… ¡ANO! – gritó Saori frustrada por no poder salir con su amado.

- Lo siento Saori, pero creo que no podremos ir a una cita hoy.

- No te preocupes, porque creo saber quién es el culpable de esto.

- ¿El culpable?

- Sí, es mi tío cara de sardina.

- N-No te refieres a…

- Sí – la peli lila miró fijamente hacia la ventana – Poseidón.

- ¿El dios de los mares?

- Sí.

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Mientras que en la Mansión Kido…

- ¿Por qué está lloviendo? – dijo Erda – quería salir con mi moto a dar una vuelta.

- Ni modo Erda-Senpai – dijo Xiao – pero creo que no podremos salir.

- Y yo quería ir a la final de futbol – dijo la peli rosa.

- Creo que no podremos salir a ningún lado – dijo Mii – esta lluvia es extraña.

- Ahora que lo dices, ¿no se supone que el pronóstico dijo que iba a estar soleado? – dijo Shoko.

- También lo escuché.

- En serio, ¿Qué es esto?

- No idea, pero creo que apoyo lo que Mii dice – dijo una nueva voz uniéndose al grupo.

- ¿Hermana / Kyoko / -Senpai?

- La misma – dijo la peli morada – veo que también notaron esto de la lluvia.

- Sí, ¿sabes qué pasa?

- No sé si estoy en lo correcto, pero creo que esto es obra del dios que controla los mares.

- ¿El dios que controla los mares? – dijo Shoko mirando fijo a su hermana mayor.

- ¿No se refieren a…? – Xiao tenía una idea de quien podría ser - ¿de quién hablamos?

- ¿Eh? – las demás Saintias solo se cayeron hacia atrás mientras les salía una gota de sudor de la frente.

- Jeje, es que reprobé esa parte del examen de Saintia.

- ¿Cómo demonios le hiciste para graduarte de Saintia? – dijo Katya.

- Traía mi camisa de la suerte – dijo la china.

- Eso explica muchas cosas.

- No entiendo muchas cosas que pasan aquí – dijo Mii en lo que sintió como sonaba su celular - ¿hola?

La Saintia de Delfín se alejó un poco para hablar con la persona que la llamaba.

- ¿Quién será? – dijo Erda mirando a la rubia.

- Ni idea, creo que a lo mejor es alguien cercano – dijo Katya.

- ¿Tendrá novio? – dijo Xiao ganándose la mirada de todas.

- ¿A poco Alicia tiene novio? – dijo la Saintia de la Corona Boreal.

- Nunca la he visto hablar con chicos – dijo Shoko – bueno, el tiempo que la llevo conociendo nunca la he visto hablando con chicos.

- En la Academia, había chicos que estudiaban con nosotras – dijo Kyoko – pero que yo recuerde, nunca he visto a Mii hablando con otros chicos.

- Vaya, al parecer debemos descartar la posibilidad de que Alicia tenga novio – dijo Katya – a lo mejor es solo alguien más.

- Hablando de novios, ¿ustedes no tienen a alguien que les guste? – dijo Erda a las demás.

- Por el momento no, no me interesa eso – dijo Katya – solo me dedicó a luchar, ese es mi deber por el momento.

- Que fría – dijo la Saintia de Casiopea – por lo menos deberías conocer algunos chicos.

- Ya te dije que no me interesa.

- ¿Y ustedes? – dijo señalando a Xiaoling, Kyoko y Shoko.

- Y-Yo no tengo a nadie – dijo la Saintia de Osa Menor – e-en serio, no me gusta nadie.

- Más falso que el Cruz Azul de México campeón – dijo Erda – con esa reacción no me convenciste.

- E-En serio, no me gusta nadie.

- Vamos Xiaoling, ¿no me digas que te gusta alguien?

- Y-Ya les dije que…

- Bueno, dejando a un lado de que posiblemente a Xiao le guste alguien, díganme ustedes dos – dijo la Saintia de Casiopea señalando a ambas hermanas de Equuleus.

- Pues… que yo recuerde no – dijo la peli morada – siempre he sido independiente, por lo que no me atrae nadie.

- ¿Qué tal Rigel? – dijo Katya – que yo recuerde, él siempre andaba contigo, de aquí a allá.

- Bueno, es que él siempre era amable, no por eso significa que me gustaba, además, él ya está muerto.

- Bueno, eso es profundo – la castaña miró a la peli rosa - ¿y tú Shoko? ¿Quién es tu enamorado?

- P-Pues… - la peli rosa solo bajó la mirada algo triste – no importa si lo digo, pero es que no me corresponde.

- ¿No te corresponde? – las demás miraron a la peli rosa.

- ¡Espera! ¡Tiempo fuera! – dijo Erda - ¿eso significa que te gusta alguien?

- Sí.

- Quien lo diría, la gran Shoko de Equuleus enamorada – dijo Katya – eres increíble.

- Bueno, no es algo que se pueda evitar.

- A lo mejor es alguien que lo podrías dominar si se trata de sobrepasar contigo.

- No creo que lo haga – dijo la peli rosa – él es alguien que lucha por el bien y nunca se da por vencido.

- Jeje, suena como si fuera un Caballero de Athena – Xiao lo dijo en broma, pero ver las mejillas rojas de la peli rosa, le dieron una pista – espera Shoko, ¿es un Caballero de Athena?

- … - Shoko no respondió y desvió la mirada.

- ¡No me lo creo! – dijo Erda – realmente te ganaste un premio.

- Pero dijiste que no te correspondía ¿verdad?

- Sí.

- ¿Qué clase de idiota no te correspondería? – dijo Xiao – dime el nombre y le partiré la cara con mi Puño Polar de las 7 Estrellas.

- N-No creo que sería buena idea – dijo Kyoko – estás pasando una etapa fea, por lo menos deberías relajarte de esto.

- ¿A poco lo conoces Kyoko? – preguntó Erda.

- Sí, y creo que ustedes también lo conocen.

- ¿Lo conocemos?

En eso, Mii volvió de su llamada.

- ¿De qué me perdí?

- Un niño flotó sobre mí y voló un auto con su rasho laser.

- ¿Y eso que significa?

- No importa, estábamos hablando sobre chicos y que persona le podría gustar a la otra – dijo Katya.

- ¿En serio hablan de eso?

- Vamos, no es para tanto.

- ¿Y qué descubriste Erda? – preguntó la Saintia de Delfín.

- Bueno, Katya es una fría sin corazón que no le interesan los chicos y que posiblemente sea lesbiana.

- ¡Oye! – reclamó la Saintia de Corona Boreal.

- Vamos, no tiene nada de malo ser lesbiana – dijo Kyoko.

- ¡No soy lesbiana! No soy como Alicia.

- ¿Eh? – Mii sintió como todas la miraban y esta se puso muy roja de la vergüenza.

- Bueno, eso ya lo sabíamos – dijo Xiao.

- ¡¿Ya lo sabían?!

- Sí, como que no eres muy obvia para esconder tus sentimientos, es más, recuerdo que muchas chicas te dejaban cartas en tu casillero.

- Y-Yo… m-mejor díganme como quedaron las demás.

- Bueno, creo que Xiao tiene a alguien ya que no lo quiere admitir, pero como realmente le gusta alguien.

- Q-Que no me gusta nadie.

- Mira, lo que sientas por esa persona no creo que la debas ocultar.

- Q-Que malas son.

- Bueno, dejando eso a un lado, creímos también que Kyoko tenía a alguien, pero lastimosamente no.

- ¿En serio Kyoko? – dijo Mii.

- Sí, en serio.

- Y de parte de Shoko… como que la pareja no le corresponde.

- ¡¿En serio?! – la rubia miró a la Saintia de Equuleus.

- Sí, en mi opinión es un tonto – dijo la rusa – no creo que deba hacer sentir mal a una mujer.

- Espero que ese hombre jamás tenga sexo – dijo Erda haciendo sonrojar a las demás - ¿Qué? Es lo normal.

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Mientras en el hospital de la Fundación Kido, se hallaban Saori y Seiya en la habitación de este último, que ya estaba por ser dado de alta, aunque bueno, debían hacer un último, pero importante asunto que costaría algo de trabajo hacerlo.

- ¡M-Más fuerte Seiya…! – dijo la peli lila montando encima del castaño.

- Y-Ya no puedo más Saori…

- Y-Yo tampoco – Saori saltaba sobre el Pegaso de su amado, mientras sentían como llegaban al final.

Una vez terminado el acto de ambos, la chica cayó en el pecho de su amado mientras respiraba agitadamente.

- ¿Q-Que tal estuvo? – dijo el chico.

- Me encantó – dijo Saori - ¿Cómo te sientes?

- Mejor – habló Pegaso – realmente extrañaba esto.

- Imagínate a mí, mientras estabas inconsciente, a veces me masturbaba viéndote.

- ¿Qué?

- No es nada, solo espero que ya nos vayamos, así podremos ir a mi recamara a hacerlo toda la noche.

- C-Creo que deberíamos cambiarnos antes de que vengan más personas…

- ¡Seiya! ¡Ya estamos mejor! – dijo una voz muy conocida para el castaño y para Saori.

- ¿S-Shun?

- Chicos, ya estamos mejor, así que ya… po… de… mos…

Sí, los 4 Caballeros de Bronce restantes estaban en la entrada viendo el espectáculo que no se lo creían.

Seiya y Saori tapados únicamente por una sábana blanca, pero se miraba más que obvio que habían hecho algo ya que sus ropas estaban esparcidas por todo el suelo.

- ¿Q-Q-Que hacen chicos?

- N-Nosotros solo… - Saori trataba de hablar, pero las palabras no le salían. Habían sido hallados in fraganti.

- C-Creo que vinimos en mal momento – dijo Hyoga saliendo del cuarto mientras Shun lo seguía – c-continúen con lo suyo.

Cuando los Caballeros de Bronce se fueron, la cara de ambos se pusieron rojas de la vergüenza.

Realmente, ahora no había secretos que ocultar y, además, esta lluvia, traería una nueva guerra Santa.

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Continuará…