Hola a todos mis queridos lectores recurrentes y también para quienes no lo son!

Bien, como pueden atestiguar, les traigo otra nueva historia de capítulos cortos con un crossover que había predicho previamente en otro fic.

Como siempre les digo, espero que lo disfruten mucho.

No soy dueño de ningún personaje, solo de sus situaciones, todo corresponde a sus respectivos dueños.


Capítulo 1

El gentil tarareo hizo eco en todo el complejo Tendo, llevando consigo amabilidad y calidez a cada uno de los habitantes en su interior. La emisora actualmente se hallaba ensimismada en la tarea de cocinar para la gente que día tras día devoraba con ansias sus platillos, alegrándola por saber al menos que eran de sus agrados.

Con asombrosa fluidez se movía de lado a lado en su lugar de trabajo, pudiendo llegar a cabo varias tareas en simultaneo, algo que a sus hermanas les costaría horrores, ya sea por inexperiencia o simplemente porque crearían un alimento incomible. Sus delicadas manos, portadoras de invisibles cicatrices finas que se fueron borrando desde que era una niña, trabajaban velozmente al cortar las verduras y la carne, llevándolas luego a cocinarse.

-Estás muy feliz el día de hoy Kasumi- una femenina voz interrumpió la cancioncilla, obligando a la cocinera a voltearse.

-Oh, Tía Nodoka! Qué fue lo que dijo? – reconociendo a la dama de kimono, la nombrada anteriormente formuló su duda debido a que no había escuchado bien por culpa de su distracción.

-Que estás más alegre que de costumbre, querida- Nodoka se repitió con otras palabras, lavándose las manos bajo el agua del grifo para después ayudar a la joven mujer adulta con la cena.

-Usted cree? – estando a punto de probar el sabor de una sopa, la hija mayor de Soun Tendo habló mientras sostenía la cuchara a centímetros de sus labios.

-No solo ella, hermana- una joven interrumpió la plática, inclinándose sobre el umbral que conectaba la cocina con la sala mientras contaba mentalmente algunos billetes.

-Vamos, de seguro están exagerando! – luciendo un creciente rubor en sus pálidas mejillas, Kasumi intentó desestimar la plática.

Pasos resonaron desde los lejanos pasillos, con intención de ver la causa de tanta alteración en la cocina. Cuatro rostros, tres masculinos y uno femenino, se asomaron por el costado contrario del umbral a donde la muchacha avariciosa estaba, enseñando por igual un semblante de curiosidad y hambre al percibir el aroma delicioso de lo que se estaba preparando.

-Se puede saber de qué están hablando? – la adolescente que fisgoneaba cuestionó sin atreverse a entrar a la cocina desde que se lo prohibieron.

-Quizás de algo femenino Akane, por eso no te llamaron…- sugirió un pelinegro con trenza, ganándose la odiosa mirada de su prometida.

-Ranma, eres un tonto! – dándole una colleja en la cabeza, la artista marcial exclamó ofendida.

-CUI! CUI! – se quejó también un cerdito negro que era abrazado por la menor de las hermanas.

-Akane, Ranma…dejen de pelear por favor- queriendo imponer respeto, Soun Tendo habló mientras su amigo asentía silenciosamente en señal de apoyo.

-Él tiene razón, muchacho. No deberías burlarte de tu prometida, después de todo recuerda que ustedes son el futuro de nuestras familias- derramando falsas lágrimas de emoción, Genma Saotome realizó su declaración.

-Ya dejen de decir estupideces! – no deseando hacer una escena delante de su madre, el adolescente clamó con furia controlada.

Previo a que alguna de las dos facciones continuara la discusión, aquella cancioncilla tarareada se hizo escuchar nuevamente. Demostrando la velocidad con que ignoró la diatriba, Kasumi retomó su tarea de cocinar la cena, esbozando inconscientemente una mueca alegre e inclusive un leve bamboleo de caderas como si siguiera el ritmo que ella creó.

-Kasumi? Hija mía? – descreyendo lo que veía, el patriarca Tendo llamó a su hija mayor.

-Necesitas algo, papá? – deteniendo nuevamente su diversión interna, la fémina que era el centro de atención se volteó para mirar a su progenitor.

-Te encuentras bien? – incapaz de razonar ante las actitudes de su hija más comprometida con las labores hogareñas, Soun continuó con su interrogatorio bajo la atenta mirada de los demás.

-Estoy perfecta. Por qué me lo preguntas? Acaso ya tienes hambre? – desconociendo lo que causaba en los demás, la amable fémina nuevamente detuvo su accionar.

-No, no…es solo que hace mucho tiempo que no te veo de tal manera- confesó el hombre adulto en un susurro.

-Dr. Tofu te propuso algo acaso? – Genma cuestionó.

-Tú no deberías de saber algo en todo caso? Trabajas allí después de todo, anciano- dirigiéndole una mirada de suspicacia, Ranma sugirió mientras Akane asentía detrás de él.

-Muchacho insolente! Yo jamás me inmiscuiría en pláticas ajenas! – empleando una falsa honestidad que todos fueron capaces de ver a través de ella, el maldito con un aspecto de oso panda replicó al mismo tiempo que le daba un golpe en la nuca a su hijo.

Y una vez más, dado al hecho de que todos se enfocaron en otro tema, Kasumi retomó con alegría su trabajo de darle los últimos toques a la cena mientras continuaba su cancioncilla. Cientos de preguntas se hacían todos, como también la infinidad de posibilidades que Nabiki generaba mentalmente para obtener dinero en caso de que no sea relacionado a Tofu Ono.

-Muy bien, la cena está lista! Vayan a tomar sus asientos, por favor! – declaró la primogénita de Soun, llevando consigo varios platos y palillos para los residentes hambrientos, quienes no perdieron el tiempo e hicieron caso a su indicación.

-Deja que te ayude, Kasumi. Después de todo, no debe ser fácil con todos ellos luciendo como animales hambrientos- una sonriente Nodoka parló, viendo de reojo como su esposo e hijo estaban listos para pelear por la salsa de soja.

-Estoy acostumbrada, incluso hice un poco en caso de que Ryoga o el maestro Happosai aparezcan- demostrando una previsión excelente ante cualquier inconveniente matutino, la mayor de las hermanas Tendo contestó.

-Definitivamente serás una esposa maravillosa, querida. Ahora que estamos solas…por qué estabas tan feliz hace un rato? – hallando impresionante las habilidades de la mujer más joven, la madre de Ranma indagó, pudiendo ver finalmente aquel fugaz rubor que la interrogada tuvo momentos atrás.

-Nada…solo recordaba algo y eso me puso feliz. Además, hoy desperté sintiendo que algo bueno ocurriría- llevando por último una sartén donde un humeante estofado provocaba gran salivación en los demás, la joven adulta comentó cerca de oídos poco discretos.

-Dime que aceptarán el permiso para hacer que el panda trabaje en el zoológico- esperanzada, la segunda hija del clan Tendo rogó.

-Nabiki! – amonestó su padre.

-Como si eso llegara a ocurrir…lo más probable es que yo consiga primero alejar a Shampoo de mi vida, a que este perezoso consiga dinero de forma decente- desestimando a su propio padre como de costumbre, el adolescente pelinegro dijo mientras defendía arduamente su plato de arroz.

CRASH!

-Ni hao, Airen! Shampoo ha venido con bisabuela para que te cases finalmente conmigo! – rompiendo una de las puertas corredizas que daban al patio delantero, la joven amazona golpeó con su bicicleta al pobre Ranma Saotome en la cabeza mientras una anciana ya se hallaba sentada al lado de Akane con un plato entre sus manos.

-Ella tiene razón, yerno. No querrás que mi bisnieta te obligue a hacerle caso con cierto aspecto gatuno, no? – amenazó Cologne luego de agradecer silenciosamente a Kasumi por el plato de arroz que le tendió para acompañar el estofado.

-GA…GA…GATUNO!? – atemorizado ante la mera idea de enfrentarse a la amazona con su forma maldita, el hijo de Genma y Nodoka balbuceó asustado.

Entre tanto disturbio, solo Nabiki, Nodoka y Genma se percataron de la mirada repleta de ensoñación que Kasumi había adoptado. Si bien era normal verla feliz, esta vez era una faceta completamente nueva, sin ninguna perturbación al momento de demostrar su pacífico ser.

Estado que perdió ella cuando el sonido de un motor provino desde el exterior, deteniéndose afuera del complejo para luego escuchar una secuencia de pasos que atravesaron tanto las compuertas como la corrediza abertura que guiaba al pasillo principal de la casa, sumiendo en confusión a todos los presentes.

-Un invitado? Digo, todos los que conocemos suelen entrar por el techo o rompiendo una pared- Akane mencionó con veracidad, logrando que nadie pueda discutirle.

-Iré a ver- siendo la más servicial de la casa, Kasumi depositó su plato sobre la mesa para posteriormente ponerse de pie y cumplir con lo que dijo.

En el preciso instante que la joven mujer adulta llevó hasta la entrada de su casa, presenció el accionar de un pelinegro quitándose el calzado y acomodándolo a un costado, dando luego paso a erguirse con el fin de mirar fijamente con unas vibrantes orbes verdes que paralizaron la paralizaron antes de sentir que sus propios ojos se llenaban de lágrimas al ver una suave sonrisa.

-Tadaima- murmuró por lo bajo el hombre en un notable acento inglés, dejando caer su bolso de mano al suelo.

-Okaeri- respondió ella, lanzándose posteriormente a los brazos del recién llegado.


Y fin, aquí se terminó nuestro primer capítulo de esta historia.

Qué les pareció?

Fue de sus agrados?

Surgirán conflictos?

Saben quién llegó al último?

Le darán una oportunidad a esta historia para saber hasta dónde llega?

SÉ QUE PARECE RECURRENTE ESTE PEDIDO PERO LA VERDAD ES QUE ME AGRADARÍA MUCHO QUE TODOS DEJEN SUS COMENTARIOS, OPINIONES, PREGUNTAS, DUDAS, APORTES.

Saludos y hasta la próxima!

PD: Al igual que el crossover de Percy Jackson x Fate, este se publicará como mucho dos capítulos a la semana hasta tener un ritmo fluido.

PD 2: A lo mejor el viernes presente otra serie más!