Twilight y sus personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es mía
Solo para mayores de 18.
Yani muchas gracias por ayudarme con esta historia en particular, sé todooo lo que piensas de ella pero aquí estás. lo que demuestra que eres un amors!
Las invito al grupo: Erase una vez... Edward y Bella en Facebook
Junio 2012
A veces las cosas están justo detrás de nosotros, como sombras, pisándonos los talones, como un ladrón sigiloso, observando nuestros movimientos, y aún sabiendo que algo extraño nos está por ocurrir, miramos hacia otro lado. Bella después recordaría esto mientras contemplaba a su marido.
Edward estaba extraño.
No es como si pudiera reprocharle nada, lo había lanzado a la boca del lobo al conseguirle un trabajo que implicaba endurecerse, un trabajo que no era lo que quería y además con un tiburón como lo era su jefa Rosalie Hale. Su carácter había cambiado con el tiempo, ya no era aquel chico sonriente de mirada dulce, más bien sus ojos verdes se habían vuelto planos y astutos, y su expresión pétrea. Tampoco era de extrañarse que manejando una banda como lo era Resistance, cambiara, con cuatro semi adolescentes llenos de problemas, pero aun así solo le resultaba… diferente.
—¿Estás enojado porque no fui al parecer a una playa en México? —preguntó mirando la arena cayendo de entre las ropas de su maleta, pero Edward ni siquiera la miró mientras continuaba desempacando. A Bella estaba por darle un tic nervioso mirando aquello, pero decidió seguir concentrada en ese detalle de la arena cayendo, que en su semblante, o ese denso y raro silencio que nunca había habido entre ellos.
—No, en realidad no.
—Entonces, ¿por qué estás tan serio?
—Solo es cansancio. —Bella asintió, mordisqueándose el labio inferior—. ¿Qué haces aquí de todos modos? Pensé que seguirías en Portland.
Bella parpadeó, sonrojándose ante la pregunta inesperada. Aunque después de todo, ella tenía más de medio año sin mudarse con él. Lo cual, ahora que pensaba bien las cosas, era bastante extraño, puesto que estaban casados, y que ahora se vieran más como los novios que fueron muchos años atrás, cuando él venía entre giras, resultaba ridículo.
La joven suspiró, retorciendo las manos de forma nerviosa, cuando Edward había aceptado el trabajo con Warner y con Rosalie, trabajo que ella le había… digamos que hecho hincapié en que aceptara, nunca pensó que al mismo tiempo su mundo colapsaría, que su padre tendría ese final y que ella se vería en la necesidad de quedarse en Portland, y no en Seattle con su esposo, como habían acordado.
Se había dicho que podrían vivir igual que cuando fueron novios, en lo que ella solucionaba los problemas con Swan, su empresa, pero ahí, mientras la pregunta la tomaba con la guardia baja, por primera vez se sintió como una… intrusa en su propia casa.
—Quería estar aquí cuando regresaras. —Él no respondió, por lo que se aclaró la garganta—. No puedo creer que encontraras a Derek, ibas dando tumbos de ciego…
—Es increíble cómo Ethan y Caden pueden encontrar pequeños detalles. Nunca más dudaré de su habilidad para eso, no fue fácil dar con esa pequeña playa, pero como el lugar no era muy grande, y ellos me dieron pistas precisas… así que sí, lo arrastré de vuelta. Tampoco fue fácil ver el rostro de Rachel, su madre, cuando lo llevamos a rehabilitación, todo es… —suspiró mirando fijamente su equipaje, antes de cerrar los ojos con fuerza—. Voy a ducharme y a acostarme, estoy muerto.
—¿No te gustaría cenar lo que preparé?, podemos relajarnos con una película, y…
—Hoy no, Bella.
La joven se quedó contemplando su musculosa espalda mientras se desnudaba, tirando la ropa en su camino al baño, y cuando apreció los rasguños en su espalda, se preguntó con qué se los habría hecho.
Quería decirle que lo sentía, que lamentaba con todo su corazón siempre anteponer a Swan por sobre su matrimonio, pero estaría mintiendo. Swan era el legado de su familia, su padre había sacrificado muchas cosas en su vida para sacar adelante a la empresa, como si tuviera miedo a que ella y Emmett se quedaran sin nada, así que no, Bella no renunciaría justo ahora, haciendo realidad esos temores que claramente su padre presentía que pasarían.
Edward lo entendía, ¿verdad? De hecho, Bella podía ver que comenzaba a sufrir los efectos del otro lado de la moneda, ahora siendo el mánager y no el artista. Teniendo que dar la cara y salvar el barco con su banda. Estaba segura de que la entendía, él mismo había dejado todo por buscar a ese tal Derek, poniendo en peligro su reputación y matrimonio cuando sacó al guitarrista de su casa en solo sabría Dios qué condiciones, sin avisar primero a las autoridades. Suspiró levantando la ropa, antes de ir a buscar una escoba, estarían bien.
.
—Yo creo que la idea de disminuir las utilidades, es genial, podrás salvar este año.
—¿De verdad?
—Claro —asintió Quil, su abogado. Sus astutos ojos azules dándole la confianza que necesitaba—. Ya que no podrás disminuir el sueldo de esa mesa directiva tan amena que tienes, al menos, si modificamos las ganancias, sí que puedes darles un golpe bajo por ahí.
—No estoy entendiendo nada —aseguró Emmett, su hermano, pero Bella lo ignoró mientras se lanzaba extasiada a los brazos de su abogado.
—No puedo creer que lo vayamos a conseguir, ¡una buena noticia al fin!
Quil le sonrió estrechándola entre sus brazos, antes de ponerla con suavidad en el suelo y deslizar un mechón de cabello tras su oreja.
—No es como si todo se solucionara, No Signs tiene mucho que pelear todavía.
—Lo sé —dijo ella, aún sonriéndole—, pero algo es algo, con que podamos sostener a la empresa por otro par de meses, estoy segura de que conseguiremos un nuevo artista que revolucione la industria y nos ponga de nuevo en el mapa, verás… algo tiene que salir.
—Edward nos está pegando duro con Resistance, ¿has escuchado su disco debut? Realmente vino a despertar al rock que parecía en coma. —Bella parpadeó, mirando a Quil.
—No yo… no me gusta el rock.
—Bueno, esos tipos son unos pequeños dioses del funk, están en los primeros puestos de popularidad subiendo como la espuma, incluso gracias al integrante drogadicto y todo su drama en rehabilitación, Edward lo tiene todo con ellos —dijo sonriendo.
—No ha sido fácil, Edward ha trabajado mucho para eso.
—No entiendo por qué trabaja para Warner y no contigo, Resistance sería la salvación de Swan, si Edward estuviera con ustedes… —Bella desvió la mirada, pero su hermano contestó por ella.
—Porque papá no lo hubiera querido aquí. De hecho, nunca lo quiso en nuestro sello discográfico.
—Emmett…
—¿Qué, Bella?, esa es la verdad. Incluso ustedes dos iban a buscar trabajo en otro lado, antes de que papá falleciera, tener una familia, ya sabes. Se mudarían a Seattle, pero no era de extrañarse que te quedaras en Portland, solo Edward fue tan ingenuo como para creer otra cosa.
Bella lo miró, no podía entender realmente por qué Emmett se estaba comportando así últimamente. Desde que falleció su padre, había sentido una conexión diferente con su hermano, un lazo que los unía y los volvía una sola persona con un mismo propósito, pero qué equivocada había estado.
Emmett seguía siendo su hermano el despreocupado, ese inútil que seguía pensando de la empresa lo mismo que había pensado desde que su padre dijo que se quedaría como jefe: que era una carga, la detestaba, y ahora que tenía que ser el jefe-a-fuerzas, sus intentos por involucrarse no eran los mejores, trayendo artistas extraños y para nada redituables, hundiendo más a la compañía, y a eso podía sumarle esa extraña y reprochadora mirada que lograba ponerle, por alguna razón, la carne de gallina... Sacudió la cabeza, ignorándolo.
—Ya lo pasado, se queda en el pasado. Lo importante ahora, es lo que está diciendo Quil, quizás también deberíamos potenciar una banda de rock, eso sería algo estupendo.
—¿Estás diciendo que quieres hacerle competencia a tu propio esposo? —la miró como si estuviera loca—, diablos, mejor divórciate, hermanita. —Bella se estremeció.
—No tiene nada de malo tener varias bandas en el mercado compitiendo, solo genera más polémica, más audiencia, te lo aseguro. Es un ganar-ganar para las dos compañías.
—Si tú lo dices —murmuró Emm, rodando los ojos.
—Bueno, iré a comprarme algo de comer, ¿vamos? —preguntó Quil, pero Bella negó.
—Prefiero esperar a Edward aquí, es la primera vez que viene en un par de meses, Resistance estuvo de gira.
El abogado pareció ligeramente decepcionado, pero lo enmascaró con una sonrisa, saliendo y dejando solos a los hermanos. En cuanto la puerta se cerró tras él, Emmett caminó hacia ella, desplegando toda esa altura sobre el escritorio cuando se inclinó para decirle:
—Entonces… ¿estás coqueteando con el abogado?
¡Hola hola! lo sé, usted creía que ya me había retirado pero... ¡solo andaba de parranda!
Nah, no es cierto, solo había estado ocupada precisamente escribiendo, y esta historia en particular, se me vino a la cabeza como Edward y Bella y no pude resistirme a plasmarla aquí, aunque también lo haré en Wattpad con sus personajes originales. Muchas gracias por continuar por aquí, para las personitas que aún quieran seguir leyendo mis locuras y pues bueno, ¡comenzamos!
Esta historia además se desarrollará presente-pasado, así que ténganle paciencia y cualquier cosa no duden en preguntarme por aquí o en el grupo, un abrazo para tod s