¡Hai! ¡Posición Cero!
No sé porque inicié así, pero al grano.
Esta es mi primera historia de Shoujo Kageki Revue Starlight y quiero advertir que es una comedia romántica entre las chicas de escenario.
Si les gusta, léanlo. Si no les parece bien, pues gracias por su tiempo.
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Sin más que decir, ¡empecemos!
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Otra mañana nacía. Lo que indicaba que un nuevo día estaba por empezar, y la paz reinaba en el lugar.
Nos encontramos en los dormitorios de la Academia Musical Seisho, y si no saben que es, pues búsquenlo en Google.
Volviendo… en los dormitorios reinaba una paz tan linda y tranquilizante, que te daban ganas de mudarte ahí por siempre.
- ¡Kaoruko! – se escuchó el grito de una peli roja ojos morados - ¡Sal ya del maldito baño!
- Espérame Futaba-han – dijo una voz proveniente del WC.
- ¡Cielos! – exclamó Futaba - ¡es la última vez que te invito frijoles con chili!
- No es mi culpa… después de todo fuiste tú la que me invitó.
- ¡Eso fue porque no dejabas de insistir en que comiéramos eso! – en eso el estómago de Futaba gruñó - ¡apúrate Kaoruko!
- Ya casi salgo – dijo la chica dentro del baño.
- ¡Si no sales ahora, juro que voy a hacerme en tus maletas y me limpiaré con tu ropa!
- ¡Ya voy! – fue el grito desesperado de Kaoruko, quien rápidamente salió del WC.
- Hasta que… - la frase murió en la boca de Futaba al ver a su amiga, una peli azul ojos plateados, completamente desnuda - ¡¿P-Por qué estás desnuda?!
- ¿Cómo que por qué? Por qué no dejaste que me cambiara.
- No importa – dijo la peli roja entrando al baño.
- Futaba-han – dijo Kaoruko a la peli roja, pero le extrañó no recibir respuesta.
- … -
- ¿Futaba-han?
- … -
- Fu…
- ¡Dios! – fue el grito de Futaba que asustó a Kaoruko - ¡No vuelvo a comer chili!
- … - Kaoruko solo se levantó del suelo.
- ¡Vamos! ¡Salí! ¡Vamos! – eran los gritos que la oji morada daba.
- ¡Cállate Futaba-han! – dijo Kaoruko.
Luego de un rato, la peli roja salió con una cara que decía que había tenido un gran esfuerzo.
-Estás blanca.
- Cállate.
- Deberíamos ir a comer antes de ir a la escuela – dijo Kaoruko, quien se ganó una mirada de muerte de Futaba.
- Menciona otra vez comida y juro que te aviento por la ventana.
- … - Kaoruko solo se calló, pero al parecer su estómago la quería traicionar – Futaba-han… ¿quieres que tu novia muere de hambre?
- Podrás ser mi novia desde hace 1 año, pero ni creas que te voy a cumplir todos tus caprichos.
- Q-Que mala eres Futaba-han – dijo Kaoruko a quien se le vino una idea a la mente – o debería decirte… cariño.
- K-Kaoruko – la cara de Futaba se tornó del mismo color que su cabello – t-te he dicho que no me llames así.
- ¿Por qué… amor?
- D-Deja de llamarme así.
- No hasta que me des algo de comer, preparado por ti misma… Darling.
Cabe decir que Futaba no soportaba que Kaoruko la llamara por apodos cariñosos, le daba algo de vergüenza, tipo Umi Sonoda.
- ¡Ah! – fue el grito de Futaba - ¡tú ganas!
- ¡Yey!
Futaba se dirigía a la entrada de su habitación, cuando fue detenida por unos brazos detrás de ella.
-Ya te dije que te quiero – fueron las palabras de Kaoruko.
- S-Sí – la cara de Futaba tomó el mismo color rojo.
- Bien… - se separó de su novia – ahora ve a prepararme algo.
- Honestamente para matar el ambiente eres buena.
- … - la peli azul solo asistió por sacar la lengua.
¿Por qué tengo una novia así? fue lo que pensó Futaba mientras iba a la cocina, para luego sonreír.
Amo a esa idiota.
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En otra de las habitaciones, amanecían dos chicas en la misma, muy abrazadas. Aunque sonora de lo más inusual, se trataba de las mejores estudiantes de la Academia, Claudine Saijo y Maya Tendou.
Desde hace tiempo, unos 6 meses, ambas comenzaron a salir de manera romántica. Aunque fueran rivales, trataban de llevarse mejor, especialmente Claudine.
- ¡Su puta madre! – fue el grito que alertó a Maya quien se levantó de sorpresa.
- … - la rubia solo se quedó en silencio, para luego reír como loca.
- ¿Q-Que demonios fue ese grito? – dijo Maya levantándose del suelo.
- … - Claudine no paraba de reír por la broma hecha a su novia.
- Muy chistosa Claudine – dijo Maya en su tono frio.
- Vamos que solo fue broma – dijo la rubia ya calmada.
- Tonta.
- Tarada.
- Rata inmunda.
- Animal rastrero.
- Escoria de la vida.
- Te odio y te desprecio.
- ¡Rata de dos patas! – dijo Claudine.
- ¡Te estoy hablando a ti! – respondió Maya.
- Porque un bicho rastrero.
- Aun si no es más maldito.
- Comparado contigo.
- ¡se queda muy chiquito! – finalizaron cantando.
- ¿No sabía que siguieras también la canción Maya?
- Ni yo sabía que escuchabas música mexicana. Pensé que solo escuchabas música francesa.
- ¡Oye puedo tener mis gustos ¿no?!
- Relájate, parece que te van a quitar el chocolate.
- ¡Tú me haces enojar!
- Relájate Claudine, o ¿quieres papas a la francesa?
- Pero esas se hicieron en Bélgica.
- ¿No se supone que eres francesa?
- ¡Maya Tendou! – la mencionada se echó a correr a perseguir a su novia quien salió despavorida del lugar. Y recordó… ¡nunca hacer enojar a Claudine Saijo!
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En otra de las habitaciones, se encontraban dos chicas, estas estaban en sus respectivas camas. Era de lo más normal, hasta que…
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Todo el mundo está feliz… ¡Muy feliz!
Y no deja de bailar… ¡de bailar!
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Una chica peli naranja ojos verdes se levantó y apagó la alarma de su celular la cual era una canción más vieja que la maestra que les daba clases.
- ¡Aún es temprano! – exclamó la chica de nombre Nana.
- Silencio – le dijo la otra chica.
- ¿Ya despertaste Junna-chan?
- Sí, mejor dicho, ya me despertaste Nana – dijo Junna, una chica de cabello morado.
- L-Lo siento Junna-chan.
- No importa – dijo la chica levantándose – después de todo es mejor levantarse temprano.
- Q-Que bien.
- Por cierto – la peli morada observó a la peli naranja - ¿Por qué no cambias esa melodía de tu alarma?
- ¿Eh? ¿Por qué?
- Deberías ponerte una más emocional como… - Junna lo pensó un poco – la quinta sinfonía de Beethoven.
- Junna-chan, si pongo eso en vez de despertarme me voy a dormir.
- Honestamente no entiendo tus gustos musicales Nana.
- Pues como mi novia deberás averiguarlo.
- Ni modo – suspiró derrotada – pero tienes razón Nana.
- ¿Lo ves?
- Por cierto, creo que deberíamos ir a desayunar.
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En la cocina…
Era un gran ambiente lleno de amistad entre las chicas, aunque solo faltaban dos chicas en el lugar.
- ¿Aun no se levantan Hikari-chan y Karen-chan? – preguntó Nana al notar la ausencia de sus amigas.
- Al parecer no.
- Mahiru, ¿no sabes algo? – preguntó Claudine.
- M-Me da pena decirlo – dijo la chica de cabello azul medianoche de nombre Mahiru Tsuyuzaki.
- ¿Q-Que ocurrió?
- Anoche… K-Karen-chan y… Hikari-chan… se pusieron a…
- ¿Se pusieron a?
- Se pusieron a…
- … - la cara de la joven Tsuyuzaki estaba completamente roja de solo recordar lo ocurrido la noche anterior.
- … - las demás solo miraban a la chica con ojos llenos de curiosidades.
- Ellas… estaban… - Mahiru hizo la seña con sus manos de dos tijeras entrecruzándose, cosa que no entendieron al inicio, pero después las caras de todas se tornaron rojo vivo al entender lo que Mahiru quiso decir.
- ¿En serio… Karen-chan y Hikari-chan…? – Nana no salía de su asombro.
- Y tan inocentes que se veían – dijo Claudine bastante avergonzada.
- No imaginé eso de Karen y Kagura - dijo Junna bastante avergonzada.
- Kagura-han está llena de sorpresa, igual Karen.
- ¿Ocurre algo? – se escuchó la voz de una chica ingresar a la cocina.
Las demás solo se atinaron a sonrojarse. Se trataba de una de los dos centros de su conversación, Karen Aijo. Karen era una chica de cabello castaño y ojos del mismo color.
- ¿Ocurre algo chicas? – preguntó la chica de cabello castaño.
- N-No te preocupes Karen – dijeron la mayoría desviando la mirada.
- Buenos días – se escuchó la voz de otra chica entrando a la cocina.
- B-Buenos días – respondieron por inercia las demás. Ahora era Hikari Kagura, una chica de ojos claros y cabello negro.
- Chicas – dijo Hikari dirigiéndose a las demás - ¿no escucharon nada anoche?
- … - las demás solo desviaron la mirada, en especial Mahiru.
- Creo que escucharon el top de vídeos de gemidos – dijo Karen para sorpresa de las demás.
- ¿Vídeos de gemidos? – dijeron las demás.
- Creo que si escucharon todo Karen.
- L-Lo siento chicas, es que Hikari-chan y yo nos pusimos a ver un vídeo de risa y la mayoría del vídeo eran de puros gemidos y Hikari-chan y yo nos pusimos a reír tanto que nos movíamos mucho de la cama.
- … - las demás solo soltaron un suspiro de alivio, al parecer sus amigas no eran de ese tipo.
- ¿Pensaron en algo malo de nosotras?
- N-No te preocupes Karen – habló Maya – nunca dudamos de ustedes.
- Sabemos que ustedes no son capaces.
- ¿De qué hablan? – preguntó Hikari.
- Creo que pensaron que… - Karen se le acercó al oído a Hikari y le susurró todo, causando que la cara de Hikari tornará un poco de color rojo.
- ¿Qué opinas?
- Pues… - la joven Kagura pensó un poco la respuesta – creo que honestamente pensaron en algo que hicimos hace ya tiempo.
- Me alegra saber que ustedes no… ¡¿Espera qué?!
- N-Nada – dijo Karen tapándole la boca a Hikari.
- … - Hikari trató de hablar, más Karen se lo impedía.
- B-Bien, si nos necesitan, estaremos cambiándonos para ir a la escuela – la castaña se llevó a la chica peli negra del lugar, luego de llevar consigo dos vasos con jugo de naranja.
- Eso…
- … fue …
- … raro.
- Muy raro.
- Pensar que Karen-chan y Hikari-chan hubiesen llegado tan lejos – dijo Mahiru.
- Solo tienen 1 mes de relación y ya llegaron a esos niveles.
- Lo mismo para ustedes ¿verdad, Kaoruko, Futaba? – dijo Claudine ganándose la mirada de ambas amigas y sus rostros sonrojados.
- ¿Q-Q-Que cosas dices Claudine? – dijo Futaba desviando la mirada.
- N-N-No quiero saber nada – dijo Kaoruko en el mismo estado de su novia.
- El otro día estaba pasando por los baños – se puso a contar la francesa – ese día me sentía un poco mal así que pedí permiso para volver a los dormitorios. Cuando iba pasando por los baños solo escuchaba sonidos que, al inicio, me asustaron. Pero cuando me fui acercando noté que eran gemidos. No creí que alguien estuviese haciendo esos sonidos tan vergonzosos. Pero cuando abrí un poco la puerta para ver qué pasaba, resulta que vi a estas dos – dijo señalando a Futaba y Kaoruko – en su… acto. Kaoruko estaba en el piso con las piernas abiertas y Futaba estaba entre las piernas de ella mientras frotaban con fuerzas sus…
- ¡Ya basta! – se escuchó las voces de ambas chicas – no más.
- N-No sabía que ustdes…
- S-Solo fue una vez – dijo Futaba muy roja – y fue que no pudimos controlarnos.
- … - Kaoruko no decía nada, estaba demasiado avergonzada.
- C-Creo que fue mucho detalle – dijo Junna quien ocultaba su rostro en el hombro de Nana.
- ¿Saben? – Mahiru trató de cambiar de tema - ¿Por qué no ponemos música para aliviar el ambiente?
- Tienes razón Mahiru-chan – habló Nana – dejando a un lado la escena de Kaoruko-chan y Futaba-chan.
- ¡Nana!
- Pongamos música.
- Sí, pongamos "La mesa que más aplauda".
- Mejor pongamos "Les Chevaliers du Zodiaque" – propuso Claudine.
- Pongamos esa que dice "Amor dime cómo hacer para olvidarte".
- ¿Qué tal "Cómo te voy a olvidar" de Los Ángeles Azules?
- ¡Que sea japonesa!
- Pónganse Pegasus Fantasy – coincidieron a la mayoría.
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Ese es el inicio de las desventuras de las chicas de escenario.
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Continuará…