DISCLAIMER: Los personajes de "Buffy the Vampire Slayer" no me pertenecen, son propiedad de Joss Whedon y Mutant Enemy Company, yo solo suelo tomarlos prestados en esencia a veces para crear con ellos historias sin fines de lucro, en especial Spuffys, como la que aquí finaliza.
CAPÍTULO V:
Sabía que considerando su estado mental la había violado desde el punto de vista legal en la primera ocasión, más el brillo que descubriera desde aquella memorable ocasión dentro de sus ojos, en su mirada inquisitiva y penetrante pero decidida a seguir el juego (que le había perseguido en sueños luego por varias noches, atormentándolo y remordiéndole un poco el alma como rara vez le sucediera, al igual que despertándole el más tenaz de los libidos), era como si le redimiera al final de toda culpa. Ella pronto aprendió a tomar las riendas de la contienda con sus propias manos y a luchar por el liderazgo en sus relaciones íntimas, como una ama y señora, como una jefa, como una cazadora de la cual se declaraba con gusto su presa, y a él le encantaba tenerla arriba, dominándolo.
Pero como de costumbre, no faltaron los entrometidos que pronto al percibir su notoria felicidad y la complicidad que irradiaban los dos cuando estaban juntos, empezaron a esparcir rumores sobre una prohibida relación entre ambos, los cuales auguraban de lleno en posibles cargos de abuso para él, teniendo en cuenta su largo historial, razón por la que con el dolor de su alma, decidiendo no exponerse a perjudicar la confianza que le llevara años ganar dentro de aquella institución y en especial, renuente a querer pasar otra buena temporada en la cárcel; optó por negarlo todo cuando se le consultó e inclusive pedir un cambio de sección como muestra de que no tenía ningún tipo de apego con Buffy Summers.
Intentó de tal modo empezar a evitarla, sin embargo a la tercera noche el dolor de echarla de menos y abandonarla a su suerte, le venció y se vio de regreso en aquella blanca habitación que parecía haber adquirido su olor, en medio de las sombras, en busca de la luz que sólo podía ella proporcionarle con todo su ser a su corazón siempre en tinieblas.
Más aquel voto de lealtad no duró y al día siguiente, nuevamente debido a las sospechas y presión de sus envidiosos compañeros de trabajo, que trataban por todos los medios de desenmascararlo desde hacía tiempo en sus fechorías amorosas dentro de la institución con la finalidad de conseguir que rodara su cabeza; no le quedó otra salida que alejarse una vez más y por ello para no lastimarla mucho comenzó a hacerlo de manera gradual. Primero con tres días de ausencia que luego se transformaron en una semana, y después en dos, lapsos que cuando volvía ella se los reclamaba con creces, volviéndose a mostrar arisca y a la defensiva, tal o peor que en un principio, reestableciendo al final una pared entre ellos que terminó por matar toda la confianza que se tuvieran.
De tal modo que cuando su solicitud de cambio de sección a la que tuvo que recurrir aun cuando no lo hubiese en el fondo querido, fue aceptada, se fue sintiendo alivio por una parte pero también profunda tristeza. Un malestar que nunca antes sintiera por perder a nadie, ni siquiera a su ex novia Drusilla, una rockera drogadicta y loca de remate, al lado de la que permaneciera muchos años hasta que lo cambiara por otro, por un amante latino para ser específicos. Pero aquella sutil melancolía no se comparó en nada a la que experimentó después, al mes de no verla, al enterarse por el compañero que lo sustituyera en dicha parte del hospital, de sus repentinas y momentáneas caídas en catatonia y catalepsia, así como el hecho de que entre su delirio de cuando en cuando, en cuanto reaccionaba, lo mencionaba como un miembro más de su universo personal, de sus fantasías.
Cuidándose entonces de no volver a levantar sospechas sobre su persona, que a esas alturas ya creía olvidadas, argumentó fingiendo, valiéndose de su conocido egocentrismo que él no tenía la culpa de despertar admiradoras por todos los lugares por los que pasaba, pero luego en soledad, recapacitando en que no podía dejar de pensarla y que no conseguía volver a tener paz si no la tenía a su lado, al igual que llevado por la curiosidad de saber cómo en realidad se encontraba, se decidió a volver por ella, resolviendo además en uno de sus arrebatos presentar inclusive una petición formal a sus padres y a los administradores del lugar para sacarla de allí, confesando estar de verdad enamorado y pidiendo incluso su mano en matrimonio… sólo que fue demasiado tarde.
La había extrañado un montón y sólo hasta ese momento se dio cuenta, cuando vio a su chica de ojos verdes (a la que más llegara a querer en la vida), y ésta no lo reconoció aún parado en el umbral de la puerta.
Demacrada y ojerosa y sin batallar ya dentro de su camisa de fuerza, simplemente extravió la mirada en el vacío en medio de los llamados de los médicos terapistas y de las súplicas de sus padres que aún divorciados se encontraban ahí por ella. Spike no alcanzó a entender bien lo que ocurría, más le explicaron después que ella había decidido en esos mismos momentos desconectarse por completo de la realidad para quedarse de lleno en su propio mundo. Como un ángel que bajara a la tierra sólo por poco tiempo y de repente le tocara regresar a las regiones infinitas, según pensó después. La observó caer entonces como en un trance profundo para no volver a molestar a nadie.
"Es un caso perdido, una lástima" opinó otro de sus compañeros al salir del cuarto dándole una palmada de aliento en el hombro, que le dejó en claro que a pesar de todos sus cuidados siempre hubo gente que estuvo al tanto su secreto y no lo censuraba, más no podía regresar el tiempo atrás para recuperarlo y permanecer con ella, para salvarla… ya no podía hacer nada. La condición de su Buffy era desastrosa.
"Tan joven y hermosa" le escuchó comentar a otros en medio de su impresión y del lamento de los progenitores, así como de los últimos intentos de los doctores por hacerla volver en sí sin obtener resultados, antes de su consecuente orden de trasladarla para ser atendida en un hospital normal; intuyendo así que no la volvería ver.
Aquello fue lo último que presenció previo a resolver que lo mejor era retirarse y no sólo de dicha habitación sino de ese empleo que no ganara tan limpiamente, dejando su plaza de trabajo para otro que de verdad lo mereciese. Fue una triste escena que se le grabaría para toda la vida. El entender, observando por última vez a quien fuese su amada a través del cristal de la ventanilla de la puerta que había visto pasar en realidad por su firmamento una estrella fugaz y muy brillante, que al marcharse volvía a sumir su mundo en la más profunda oscuridad.
FIN
¡Muchas gracias por leer!
Atte.
Moonlight86