Long-Fic
La Emperatriz del Fuego
―Toph & Zuko―
Atados de manos y piernas, Toph y Zuko son obligados a comprometerse en un matrimonio arreglado para unir a las naciones Tierra y Fuego. Ellos han decidido aceptar su destino pero no todo es tan sencillo, pues una cosa era ser amigos y otra muy distinta era jugar a ser amantes sólo para cumplir un pacto.
Disclaimer:
AVATAR, la leyenda de Aang © Michael Dante DiMartino & Bryan Konietzko.
Emperatriz del Fuego © Adilay Fanficker.
Advertencias: Lenguaje soez. | Quizás un poco de OOC. | Semi-universo alterno.
Notas 2019):
Hace demasiado tiempo que terminé de ver la serie y creo que hay cosas que no voy a tomar en consideración. Perdón por eso jaja.
Obviamente hay muchos detalles con respecto a esta gran historia que es Avatar que no tomaré en consideración; empezando por la presencia de la pareja Toko. También quisiera aclararles que una gran parte de lo que leerán a continuación, aunque se ubica en su universo más no se alineará exactamente a la trama (por si ven algo que no cuadre bien).
Francamente esta pareja, aunque no sea canon, es una de mis favoritas de esta serie. Ojalá al resto de los fans de ella también les sea de agrado.
Gracias por leer.
PARTE 1
::: REALEZA & NOBLEZA :::
•
1
: — :
Tierra Árida
Ante la noticia que acababan de escuchar, el Avatar Aang y su esposa Katara, quien estaba embarazada de 6 meses, simultáneamente abrieron sus bocas en grandes O. Sokka por su lado junto a su prometida, Suki, no pudieron evitar las muecas de sorpresa que aparecieron en sus caras. Por su parte, los otros dos miembros del equipo Avatar, se mantuvieron callados esperando alguna reacción por parte de sus amigos.
―Disculpen… pero… ¿podrían repetir eso? ―musitó anonadado, el joven del bumerang.
―¿Acaso no fui clara? ―preguntó Toph cruzándose de brazos―. Chispitas y yo vamos a casarnos. Necesitamos que Pies Ligeros esté presente y bendiga la unión frente a todo el mundo. ¿Qué les parece?
Con una cara que decía en silencio que prefería morir, el actual Señor del Fuego, permanecía sentado al lado de la maestra tierra más habilidosa, joven y temperamental de la historia, desde la antigua Avatar Kyoshi. Él no contradijo de ningún modo, nada de lo que ella dijo.
Tan estupefacta como el resto, Katara miró a su ex enemigo del fuego.
―No pueden culparnos por sorprendernos.
―No es necesario, Princesita ―respondió Toph de nuevo―. Escuchen, resulta que, a pesar del tiempo, nuestras respectivas naciones aún tienen muchos pobladores escépticos a los cuales apaciguar de algún modo ―hizo comillas en el aire.
—¿A qué te refieres con eso? —preguntó Katara.
—Apaciguar. ¿Te refieres a aquellos grupos de gente que aún están en contra de la unificación de las Cuatro Naciones? —intervino Suki.
—Más específicamente, la integración de la Nación del Fuego al resto —habló Zuko, un poco taciturno—. Como todos sabemos, eso no es algo que no viésemos venir.
—Algo escuché al respecto —meditó Aang—, todavía hay personas muy heridas tanto física como emocionalmente.
—Exactamente, Pies Ligeros. Pero, hablamos sobre todo del Reino Tierra. En Ba Sing Se, por ejemplo, se concentra uno de los grupos más grandes de odio hacia la Nación del Fuego, y todo lo que se le relacione.
Hubo una leve pausa.
—Sabíamos que no iba a ser fácil el cambio posterior a la guerra. A pesar de que ya han pasado casi 7 años desde la victoria de Aang, cien años de terror, muerte, esclavitud y robo no se perdonan fácilmente —habló Sokka con seriedad—. Además, no ayuda mucho que por parte de la Nación del Fuego aun haya muchos que creen que las otras naciones no valen nada.
—El camino no es sencillo —le dijo Zuko; un poco ofendido—, intentar cambiar a un gigantesco grupo de personas que han crecido con ideas sobre conquistar a los otros por la fuerza, y una historia tan torcida donde a los monstruos se les llama "héroes" —suspiró cansado—, se va a necesitar de mucho más tiempo y paciencia para lograr que todo vuelva a hacer como antes de…
—¿De qué tú bisabuelo se volviese loco de poder? —inquirió Katara.
—Sí, y antes de que matara a mi otro bisabuelo.
Al equipo aun le parecía vertiginoso que Zuko no solo tuviese como bisabuelo al monstro que comenzó la guerra, sino también al Avatar Roku.
―Volviendo al tema. Resulta que, gracias a la Orden del Loto Blanco; quienes actuaron como intermediarios, entre el Reino Tierra y la Nación del Fuego. Hace poco, ambas naciones han decidido reunir a sus respectivos consejeros de ancianos y llegar, todos juntos, a una solución de modo que, poco a poco, los resentimientos vayan quedando atrás, lo más pronto posible.
—Suena a locura —comentó Sokka, luego miró a Zuko—. ¿En serio les diste el poder de elegir lo que pasaría? ¿Y qué dice el Rey Tierra, al final eso involucra a su reino?
—No les di el poder de nada —espetó Zuko—, les di el permiso de sugerir y escuchar sugerencias con respecto a ese tema. Solo ese tema. En cuanto al Rey Tierra, no puedo hablar por él, pero por lo que sé gracias a mi tío, el hombre también es alguien muy ocupado. Yo estoy aquí, pero tengo mucho que hacer en mi propio reino.
—¿Entonces? ¿Les comprometieron y tú lo aceptaste así cómo así? —le preguntó Sokka a Zuko.
Aang se mantenía callado, pero pasaba sus ojos de un amigo al otro, oyendo atento cada palabra.
—Es fácil criticar —masculló Zuko con entero desacuerdo.
—Resulta que… como dijo Chispitas, el asunto es más complicado de lo que parece. Luego de su última reunión, ambos consejos de ancianos se han encargado de vociferar a los vientos que, una unión más fuerte que cualquier guerra antes ocurrida se iba a suscitar.
—¿Sin antes consultarles nada a ustedes dos? —Suki se vio indignada.
—Así es —Zuko asintió con la cabeza—, porque se supone que esto va a unificar a las naciones de la tierra y el fuego.
—No me digas que funcionó —Sokka se quedó con la boca abierta.
—En pocos días, luego de ese anuncio, tanto en el Reino Tierra como en la Nación del Fuego, la gente estúpida llegó a la conclusión de que hablaban de un matrimonio entre nosotros dos ―señaló a Zuko y a ella misma repetidas veces con los dedos―. Ya saben, la tierra y el fuego del Equipo Avatar —hizo un gesto de fastidio—. Por lo que, a los ancianos de ambos bandos, se les hizo fácil darlo por hecho y avisarnos a nosotros después.
—Desde hace un par de semanas, los retractores de ambas naciones han disminuido en números. Más gente del Reino Tierra ha cruzado la frontera a la Nación del Fuego sin problemas, y viceversa —Zuko soltó un resoplido.
―Sólo nos llamaron para decirnos lo que pasaría —continuó Toph algo irritada—. Apenas hace unos días nos enteramos acerca de nuestra futura y muy brillante boda.
Saliendo de su sorpresa, Sokka interrumpió exaltado:
―¿Y acaso no se oponen? ―miró a ambos con reproche.
―¿Crees que no lo hicimos? ―preguntó Toph torciendo la boca―. Yo me negué, Chispitas se negó. Pero, para empezar, mis padres dijeron que era una buena oportunidad para dar el primer paso a una reconciliación entre ambas naciones, y el que Chispitas acabase de terminar su relación con Mei, dejando el futuro puesto de La señora del fuego, vacío, tampoco ayudaba demasiado.
―No fue mi culpa ―se defendió Zuko.
―No lo fue, pero tampoco es mía si mis padres insisten en que es lo mejor para todos.
El Avatar Aang entrecerró sus ojos sobre Zuko, luego sobre Toph, pero se ahorró comentarios.
―¿Y ya? ¿No lucharán por evitar que los usen así? ―inquirió Suki, más calmada que el resto, pero todavía preocupada, cosa que Toph, en silencio, agradeció―. El casamiento no es cualquier cosa, ¿saben qué a las semanas de haberlos unido, esperarán a que les den herederos?
El equipo se quedó en silencio.
―Por supuesto que lo sabemos ―espetó Toph―, pero volvemos a lo mismo. ¿Qué proponen ustedes? Dime, Pies Ligeros, ¿qué deberíamos hacer?
—No es como si de esto dependiese una nueva guerra —agregaba Zuko, bastante pensativo—, pero los hechos no mienten. Desde que se hizo oficial nuestro compromiso, los números de ataques y manifestaciones en contra de unos y otros, han bajado de modo considerable.
Disponiéndose a romper su silencio, Aang buscó algo en la mirada de Katara, pero por primera vez en sus vidas, esos ojos azules estaban tan confundidos y carentes de soluciones como él.
―Huir no es una opción ―interfirió Zuko con seriedad―. Hablar con los ancianos tampoco, son demasiado obstinados y están convencidos de que esto podría funcionar.
―Cielos, hombre. Literalmente los han agarrado a ambos por los cuellos —bufó Sokka rascándose la cabeza.
Como si estuviese aguantando el deseo de arrojar a la dura cabeza de Sokka una enorme roca, Toph alzó las manos con rendición.
―¿Y bien? ¿Alguna opción?
―Bueno, Aang es el Avatar ―sacó a relucir Katara, chasqueando sus dedos―. ¿Qué tal si él intenta disuadirlos de esa locura?
―No creo que ayude ―meditó Sokka poniendo un par de dedos sobre sus labios.
―¿De qué hablas?
―Me refiero a lo que dijo Toph. Su objetivo no es la felicidad de estos dos ―señaló a Zuko y Toph―, es calmar a las hordas de opositores a la paz del Reino Tierra y la Nación del Fuego. Si Aang intenta dialogar diciendo que no deben hacerlo porque ellos dos no se aman, hermanita, adivina qué le dirán.
―Qué hay cosas que el Avatar debe tener en cuenta más allá de sus amistades como la paz mundial, por ejemplo ―masculló Katara, sintiéndose tan enferma como el resto.
―Por donde lo veamos, las cosas empeoran —musitó Suki.
―Sí —suspiró Toph—, empezando por el hecho de que planean ejecutar la boda en tres semanas.
―¡¿Tres?! ―exclamó el equipo al unísono, a excepción de Aang, que solo alzó las cejas hacia arriba.
―Eso es demasiado apresurado ―se quejó Sokka.
―Han hablado mucho de esa famosa unión.
―Llegué a oír algo… pero, nunca se me dijo que algo así se planeaba ―meditó Aang llevándose el nudillo del dedo índice al labio inferior―. Es posible que no quisieran decirme todo porque se trataba de ustedes dos.
Sokka se acarició el cuello.
―No están viendo todo el parámetro.
―¿A qué te refieres? ―quiso saber Zuko.
―¿No lo ven? Tú estuviste en una relación con Mai desde antes de derrocar a tu padre hace años; jamás te hablaron sobre casarte con ella —dijo serio—. Los padres Toph hasta estos días nunca le habían impuesto un matrimonio arreglado. Tú un príncipe y ella parte de la nobleza del Reino Tierra, y los dos son parte del Equipo Avatar. ¿Acaso no les parece… raro? Desde hace ya un tiempo hay escepticismo con la nueva creencia de que las Cuatro Naciones pueden volver a vivir en armonía luego del infierno que nos hizo pasar la Nación del Fuego durante décadas a manos de los bastardos que dominaron ese imperio. No te ofendas ―se pausó viendo a Zuko. Este le resto importancia con un ademán de mano―. ¿Y resulta que su estrategia maestra es unirlos a ustedes? Pueden llamarme loco, si eso quieren ustedes, pero yo creo que aquí hay algo más que una simple unión forzada entre maestros y realezas.
Ya que lo exponía así…
―Muy buena deducción, genio —dijo Toph con un deje de ironía hacia el ingenio de Sokka—. Ahora dime, ¿qué propones para evitar que nos obliguen a decir "hasta que la muerte nos separe" en tres semanas?
Sokka alzó los hombros.
―Ya pensé mucho, les toca a ustedes.
Palmeándose la cara, Katara le dio un zape a su hermano quien se quejó.
―¡Eso dolió!
―No sé por qué el afán de alarmarnos si no tienes nada más que decir. ¡Algo realmente útil!
Por un minuto el grupo de amigos se quedó pensativo.
―¿Y ustedes…? ―musitó Suki―. ¿Qué opinan?
—CONTINUARÁ—
Notas finales, 2020.
Como dije que haría, voy a remodelar los capítulos anteriores, y por eso borré los que ya estaban.
Se le agregaron un par de cosas a la conversación del equipo avatar, espero que les haya gustado.
Además, como pueden ver, los capítulos ya van a tener nombre jijiji. Y por lo segundo, el fic va a dividirse en 3 partes, ¿a qué me refiero? Ya verán 7w7. No se preocupen, las tres se partes se publicarán en este espacio.
Tengo muchas ideas con esta trama.
Saludos y hasta pronto.
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NOTA IMPORTANTE DE AUTORA
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Francamente, no quería llegar a esto, pero... dado a que, cuando les pedí con toda mi humildad que por favor no pusieran el fic en follow sin antes regalarme (¡por lo menos!) un comentario, por muy breve que fuese...
Aproximadamente 5 personas, se pasaron por el culo mis palabras en estos pocos días...
En ese entonces, el número de follows era poco más de 60 personas, ahora son casi 70. Son casi 40 reviews y de esos, la mayoría son de tipo "para cuándo el siguiente?/publica pronto/etc.". Y eso, mis amigos, duele un montón, porque una como ficker se esfuerza y para que sean muy pocas las personas que valoren el esfuerzo... no... no se vale.
Sólo por esas poquísimas personas que me han apoyado, he decidido no borrar el fic.
Pero, sí me lo pensé.
En fin, sin más que decir...
Damas y caballeros, les presento a:
Metas de reviews: Reviews x Capítulo.
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5 reviews - X - el capítulo 2.
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Desde que publiqué este fic, han sido varios los comentarios que me preguntan o me piden conti rápida. Bueno, para que ya paren de sufrir y me dejen en paz con ese tema, a partir de ahora, la respuesta a esa duda/necesidad la tienen ustedes en sus deditos.
Y aclaro que esos reviews spam, no contarán XP.
Vamos, creo que casi 70 personas pueden dar 5 reviews :-)
Por el momento es todo de mi parte.
Saludos a todos y que estén bien. Sobre todo las personitas que saben que me han apoyado mucho y por último, les pido disculpas por hacer esto, ruego porque puedan comprenderme. :'(
Si quieres saber más de este y/u otros fics, eres cordialmente invitado(a) a seguirme en mi página oficial de Facebook: "Adilay Ackatery" (link en mi perfil). Información sobre las próximas actualizaciones, memes, vídeos usando mi voz y mi poca carisma y muchas otras cosas más. ;)