Prólogo

Buenas! Aqui angron11 con otra historia nueva. Iba a publicar un nuevo capitulo de "la luz del poder", pero, entre que ando corto de inspiracion ahi, y que hace nada he visto detective pikachu y me han devuelto a mi infancia, he decidido lanzarme de lleno a por esto, que me ilusiona mas. Es comedia pura, y ultimamente mi tablon anda escaso de eso... es el mismo estilo de fjaka, humor absurdo.

Ademas, nunca me he atrevido con un crossover, ya iba siendo hora... Es mayoritariamente naruto, vamos, los pjs son de ahi... lo que cambio es el meter a los pokemon por medio. Pero todo gira en torno a los biju y naruto, empezando por el pobre kurama.

Espero que os guste, nos leemos!


-aaaaaaaaa- personaje hablando.

-aaaaaaaaa- personaje pensando.

-aaaaaaaaa- Ser sobrenatural/biju hablando (o Kurama quejándose)

-aaaaaaaaa- Ser sobrenatural/biju pensando (o Kurama pensando su queja)

RENUNCIA DE DERECHOS: No soy el propietario de Naruto, ni desde luego de Pokemon. ¿Creéis que estaría escribiendo esto si tuviese esa burrada de millones? No, tendría a un simpático becario escribiendo y yo estaría dictando desde mi piscina olímpica. Ni tan siquiera me llamaron para el guión de detective pikachu… En resumen: solo me pertenece el humor absurdo de este fic, el mundo Naruto pertenece a kishimoto y a su amado Sasuke; el de Pokemon a Nintendo y a Satoshi Tajiri.


Vergüenza. Vergüenza sobre el mundo shinobi, vergüenza sobre el mundo ningen, vergüenza sobre el legado de hagoromo ototsuki. Joder, vergüenza sobre todo. Yo, kiuby no kitsune, humillado, prisionero, esclavo de las circunstancias… yo, que mido como una montaña y mis garras cortan el acero como mantequilla, yo, que tengo el pelaje más suave y alucinante del mundo fanfiction. Os preguntaréis como he acabado aquí, en este laboratorio, en manos de este repugnante maníaco que está todo el día con niños, esclavizado con este artilugio infernal… lo cierto es que yo tampoco lo entiendo. Todo se remonta a hace doce años, supongo… os pondré en situación. Hace doce años que me enfrenté a mi nemesis, Minato namikaze… bueno, mi nemesis junto a madara.. bueno, y junto a hashirama… y kaguya… y el mundo shinobi… y la caza del zorro… y shukaku… ohhh, sobre todo shukaku… Vaya, tengo muchos enemigos mortales, visto lo visto. Quizás debería de hacer caso a papá y ser un poco más simpático con la gente…

Pero volviendo a esta terrible injusticia, podéis imaginarme hace doce años. Konoha rodeada de mis llamas, mis enormes colas derruyendo cada edificio, mis rugidos provocando oleadas de histeria y pánico entre los ningen. Un buen día definitivamente, estaba en mi salsa. Cierto era también que acababa de ser liberado del control de mi odiado madara… quizás debía de haberme mostrado más dialogante con mis libertadores y no destrozarlo todo sin mediar palabra… pero qué queréis que os diga, tengo muy mal despertar. Estaba furioso, encolerizado, CASI MEDIO SIGLO OBEDECIENDO A ESE UCHIHA. No os imagináis lo jodido que es servir a madara… ordena todo el rato, se ríe desdeñosamente, solo contesta con hmpf y espera que le entiendas… y adora la puñetera electrocumbia amazónica, OCHO HORAS DIARIAS DE PUTA ELECTROCUMBIA AMAZÓNICA DURANTE CINCUENTA AÑOS. El delfín, la tigresa de oriente… Llevaba mucho rencor acumulado, y claro, en cuanto me liberé, decidí que tocaba mostrarle al mundo por qué soy el rey de los biju…

Pero se interpuso en mi camino un hombre, un shinobi… Minato namikaze, el relámpago amarillo de konoha. Con su pelo rubio, sus ojos azules y su "mirad mi capa blanca, soy guay, puedo condenar a mi hijo a un infierno toda su infancia, que todos me van a justificar y voy a ser un personaje muy popular". Como odio a mi nemesis número treinta y dos… El caso es que decidió interponerse en mi camino, desafiar mi justa ira… le tocaba morir. Tengo que reconocer que era un shinobi fuerte, su hirashin le hacía escurridizo… pero joder, yo soy un puto demonio milenario, estoy a otro nivel. O estaba, visto mi final… Combatimos durante horas, me dejé atraer fuera de la aldea incluso para tener más espacio, horas y horas con sus molestos teletransportes haciéndome atacar de un lado a otro, recibiendo esos rasengan una y otra vez… pero el final estaba decidido. Di un potente zarpazo al suelo, destrozando las rocas, provocando un inmenso terremoto, y, de entre los escombros, asomó un agotado Minato, lleno de polvo y barro, derrotado.

-Patético ningen… ¿en serio te creías que podías hacer frente a un dios?- rugí, victorioso.

Me dispuse sobre mis patas traseras, marcando músculo, dejando que mis abrasadoras llamas infernales iluminasen el devastado campo de batalla… Había ensayado esa pose para cuando me liberase de madara, pero bueno, ese momento también era el adecuado. Yo, triunfante entre los restos del gran bosque de konoha, mientras el relámpago amarillo estaba tumbado entre los escombros, boca arriba, desesperado por buscar desde el suelo una salida que salvase a su familia. Quizás me confié demasiado… a ver, estaba exhultante, ya saboreaba mi libertad y mi venganza, era un gran momento… por eso me descuidé. Le vi palpar a tientas con su mano izquierda alrededor, hasta encontrar su mochila con equipo ninja. Me reí con una sonora carcajada, ¿Qué podía sacar de allí que me hiciese aunque fuese cosquillas? ¿Un kunai? Como no fuese una bandera blanca para rendirse, jodido lo llevaba. Pero, entre todas sus cosas, sacó una especie de esfera de color blanco y rojo… y ahí empezó mi puta pesadilla. Era una jodida pokeball…

A ver, aclararé que no se sabe mucho de los Pokemon en este continente, son más de pueblo paleta y esa mierda de sitios, no pintan nada aquí y es una plaga en toda regla… un barco debió de llegar de donde estaban con ellos en las bodegas, como las ratas de la peste llegaron a Europa, y se reprodujeron como conejos en nuestros campos. Ciento cincuenta alimañas y media (mew no sé lo que es, si os soy sincero…). Pronto todos querían un Pokemon, incluidos los antaño beligerantes shinobi… se crearon ligas, comenzaron a aparecer entrenadores, gimnasios, a venderse material para cazarlos. El mundo shinobi encontró una manera de descargar esas ansias de conflicto sin provocar guerras mundiales, y pronto los ninja fueron sustituidos en su mayoría por niñatos obsesionados con hacerse con todos y ser maestros Pokemon… una vez al año se reunían los mejores entrenadores en el gran estadio continental pokemon y se decidía cuál de ellos sería maestro pokemon... prefería las guerras…

Yo y mis hermanos contemplamos esto con una contenida satisfacción, quizás era el fin de nuestra persecución, pero estábamos equivocados… era algo malo. Ese desgraciado me lanzó la pokeball, y yo ni tan siquiera me moví de lo ridículo que me pareció: las pokeball capturan pokemon, y yo no soy un pokemon, soy un grandioso biju de nueve colas y pelaje sedoso, ergo no debería de funcionar… debería de darme un golpecito y botar de manera ridícula por el suelo mientras yo me río, para luego destripar a ese advenedizo… pero fui absorbido por ese aparato infernal, y no pude salir. Golpeé con tanta fuerza mi prisión que incluso la conseguí mover un par de veces, pero, tras unos segundos, sonó una música ridícula y me quedé atrapado. Incluso una voz salida de ninguna parte le ofreció a Minato cambiarme el nombre, y me puso Kurama, KURAMA, como el puto monte japonés. Si, vergüenza sobre el mundo biju… yo, el legendario kiuby no kitsune, capturado por una pokeball…

Todavía no me lo explico, ¿Cómo pude acabar atrapado por una pokeball? ¡Si soy un biju, no un pokemon! Esto tiene que ser un puto fallo de diseño o algo. Lo intenté explicar, primero a Minato, pero su demoníaca mujer me dio tal golpe por tratar de matar a su Minato kun que decidí encerrarme en la pokeball hasta que el entorno fuese menos hostil. Con el tiempo, Minato me cedió al antiguo hokage de konoha, y ahora profesor pokemon, hiruzen sarutobi… Dicen que la manzana nunca cae muy lejos del árbol… orochimaru tiene una extraña y perturbadora fijación con los niños, y su maestro se pasa el día rodeado de ellos… no tiene mujer, ni aficiones más allá de leer un libro erótico… si eso no es sospechoso… Encima me tiene en una puta pokeball minúscula, la más básica de todas, y me falta espacio… joder, mido como un puto edificio, y el pokemon más grande mide como máximo una decena de metros… otra razón más para ver que no soy un pokemon, pero ese vejestorio no es razonable…

Reconoceré que mi enfado con este hombre viene en gran parte porque no hizo caso a mis lógicas reclamaciones, y porque me tiene aquí, en su criadero pokemon, rodeado de puñeteros charmander, squirtle y bulbasur… bueno, y un tal giritina, un pokemon obsesionado con anunciarse como rey del mundo distorsión o no sé qué mierdas… si es tan importante y tan poderoso, ¿Cómo ha acabado encerrado en una pokeba…? Oh mierda, mejor dejo de hablar… El caso es que estoy atrapado en este puto laboratorio con un montón de pokemon y un anciano sospechoso, y encima cada año tengo que salir para esa mierda de iniciación de los entrenadores pokemon. Vienen niños mientras los pokemon y yo esperamos en el jardín del laboratorio (si lo hacen en el laboratorio no quepo…), escogen un pokemon de los que ha criado hiruzen sarutobi y se van a buscar aventuras… gracias a kami, ninguno me ha escogido a mi, todos prefieren al puto charmander, o a esa tortuga afeminada… incluso al inútil de esa planta con patas, bulbasur… Vamos, que nunca nos escogen a Giritina ni a mi… menos mal, solo de imaginarme dando vueltas por el mundo en manos de un adolescente chillón me dan ganas de suicidarme en mi diminuta pokeball… Bueno, otro año más durmiendo, ya se han llevado los charmander, squirtle y bulbasur de este año, solo queda esp…

-¡Jiji Sarutobi!- grita a todo pulmón uno de esos niños, mientras entra por la puerta tropezándose y tirándolo todo como si le faltase un hervor. En serio, ¿qué clase de chiste es este? Viste un chandal naranja ridículo, y grita a todo trapo… y encima tiene el pelo rubio y ojos azules, como uno de mis numerosos archienemigos… eso sin contar sus doce años a lo sumo, normalmente los entrenadores pokemon empiezan a los dieciséis, por eso de que no es seguro que un niño pequeño viaje solo por todo el mundo luchando contra animales salvajes, lejos de sus padres…

-Naruto kun… por favor, no destroces mi laboratorio…- le ruega el viejo, mientras el niño consigue llegar hasta el profesor pokemon. Claramente ha venido corriendo, está sudado entero, lleno de raspones, incluso con algún moratón… estos niños de hoy día, siempre cayéndose…

-Lo siento jiji…- se disculpa de la que recoloca un microscopio cercano, claramente roto ya… definitivamente, no es el ningen más ágil del mundo…- vengo… vengo a que me dé un pokemon…- dejo escapar una sonrisa burlesca mientras el sarutobi suspira… esto va a ser violento…

-Llegas tarde Naruto… supongo que te has vuelto a dormir…- recrimina hiruzen, y Naruto aprieta los puños mientras mira a un lado.

-N… no… y no ha sido mi culpa, dattebayo… pero, aun siendo tarde, le tiene que quedar algún pokemon inicial, este año solo se presentaba a entrenador pokemon el teme… elijo al que sea fuerte contra él y listo… salvo que sea bulbasur, cualquiera menos ese inútil…- comenta, casi más rogando que otra cosa, pero el viejo le mira apenado.

-Lo siento, pero… le di los tres a Sasuke, Naruto kun…- revela, abriendo los ojos con sorpresa el rubio.

-¿Cómo? Pe… pero… si en las normas pone que solo puedes elegir uno… eso… ¡eso es trampa dattebayo!- acusa con indignación… lo cierto es que le entiendo, sobre todo sabiendo la razón del favoritismo al uchiha…

-Lo sé Naruto kun… yo solo quería darle uno, pero se empeñó en que quería los tres… y me presentó una carta de un tal kishimoto, que al parecer lo ama con locura y controla este mundo como una especie de dios… me amenazó con ponerme de bedel en la serie de Naruto si no le daba a su niño bonito los tres pokemon… ya convirtió a Sakura en una desgraciada en Boruto por quejarse del papel sumiso de la mujer en su manga…- se excusó el viejo. Lo cierto es que es una puta vergüenza, ese niñato es un engreído que no ha empatado con nadie, pero claro… como el mangaka le ama…

-Pu… pues… ¡Elijo a pikachu! A ese no se le ha llevado, ¿no?

-Esto… normalmente es una opción, pero resulta que ahora mismo está rodando "Detective pikachu" con ryan Reinolds… así que este año no está disponible…- explica un apenado hiruzen, y el niño mira al suelo con frustración, con sus ojos aguándose incluso. Reconoceré que no es justo, y su reacción lo corrobora. A mí me enternecería si no fuese un demonio milenario falto de compasión, pero a hiruzen parece que si le hace mella, porque nos mira y suspira de nuevo… y yo siento un escalofrío…- Mira, escoge a uno de los dos que me quedan… Giritina o el kiuby, uno es tuyo…- ofrece, y el ojiazul nos mira con emoción mientras yo abro los ojos con terror e indignación.

-¿Estás loco viejo?- le grito, completamente fuera de mi, mientras Giritina se queda en silencio para no llamar la atención y que no se fije en él ese niño… cobarde… astuto e inteligente cobarde…- ¿Eres consciente de lo que le estás ofreciendo? No puedo hablar por el puto Giritina, pero con esas garras es capaz de matar a un ningen perfectamente… y yo soy el jodido Kurama no kitsune, el biju de nueve colas, demonio del odio, un zarpazo mío es mortal de necesidad… ¡Joder, dale un arma automática y ponle en la puerta de una guardería, puestos a poner a todos en peligro!

-Perdona, pero no es peligroso darle un pokemon a un niño, estáis controlados en todo momento, no podéis atacar sin que él os lo ordene…- me explica sarutobi.

-¿Y si el niño se enfada con un amigo y ordena a su supuestamente inofensivo Charmander quemar el pueblo entero? ¿O se mete con él en un sitio inflamable?- pregunto, y el ex hokage piensa con detenimiento…

-Pues no se me había ocurrido…- contesta, y yo casi me caigo de espaldas de la impresión…

-Waw, un pokemon que habla…- murmura el niño, y yo le miro con rencor…

-¡No soy un pokemon! ¡Soy un biju, una entidad milenaria hecha de chakra, creado por hagoromo ototsuki y…!- exclamo con un rugido, pero ese idiota no me hace caso, sino que saca una pokedex y me apunta con ella hasta que se se oye un pitido.

-Pues aquí dice que eres un pokemon…- me contesta, y yo lanzo un resoplido al aire… estos ningen son más estúpidos desde que llegaron los pokemon…- concretamente, uno tipo demonio y fuego… incluso tienes una descripción…

-Agghhh, ¿encima han escrito sobre mi?… déjame ver…- respondo con hastío, para luego leer la pantalla del pokedex.- "Kiuby, de nombre Kurama, pokemon numero 160, tipo demonio y fuego… tiene una altura superior a un edificio de diez plantas, nueve grandes colas a su espalda y el poder de destruir naciones…"- leo en voz alta. Por el momento, deacuerdo en todo salvo en lo de pokemon y ese nombre ridículo…- "…capturado por Minato namikaze tras intentar destruir konoha…"- achico los ojos antes de indignarme… lo que viene ahora no me gusta…- "ESCLAVIZADO DURANTE MEDIO SIGLO POR MADARA, QUE LE TUVO COMO MASCOTA Y LE ENTRENÓ PARA QUE DIESE LA PATITA CUANDO SE LO ORDENASE. COMUNMENTE LE VESTÍA CON ROPA DE HUMANO A JUEGO CON LA DEL PATRIARCA UCHIHA…" ¿PERO QUÉ COJONES…?- ¡No me acuerdo de eso último, os lo juro!

-No fastidies…- se ríe ese zopenco, y poco me falta para invocar una bijudama y matarlo.

Era control mental, vale! Y el muy hijo de su madre prometió no decírselo a nadie tras perder contra Minato… Además, ¿eso es importante en mi puta descripción? ¡Si no aporta ningún dato útil! Ponme a bulbasur…- ordeno con furia, poniéndome el gaki la descripción de ese mojón con flores- No me lo puedo creer, ¡No han puesto nada humillante de bulbasur! ¡Si es más inútil que un polo con sabor a mierda! Está claro que Nintendo me tiene manía…- iba a seguir quejándome, pero el niño dijo algo que me heló la sangre.

-Le escojo a él…- anuncia a hiruzen, mientras Giritina salta de felicidad y yo me siento al borde de la apoplejía.

-¿QUÉ? ¡Ni de coña! Que soy un biju, ¡UN BI JU!- le grito desesperado, y entonces me responde con exactamente la misma frase que todos los demás cada vez que intento explicar mi situación…

-Fuiste capturado por una pokeball, y las pokeball solo capturan pokemon, así que eres un pokemon…- declara, y yo me araño la cara de la frustración.

-¡ESTÁ CLARO QUE ES UN FALLO DE GUIÓN! ¡Voy a enviar una carta a Satoshi Tajiri para que lo explique, que para algo creó los pokemon! Viejo mono, yo de aquí no me muev…

-¡Venga kiuby, es hora de aventuras!- grita el chiquillo, y me encierra en la pokeball mientras yo grito de horror. Bueno, y de furia también… esa frase no es de este mundo animado, y bastante lío es hacer un crossover doble, como para hacerlo triple…

Y así, odiados lectores, comenzó esta triste historia, este viaje hacia el ridículo… el fic donde intento explicar lo obvio: ¡NO SOY UN POKEMON!


Bueno, como veis, la pesadilla de kurama acaba de empezar. Captirado por una pokeball... increible. Como veis, todos aplican esta analogia: si te captura una pokeball, eres un pokemon. Jugaré mucho con eso, ya lo vereis.

Ahora el pobre kurama esta atrapado en el viaje de naruto para hacerse maestro pokemon, sera un viaje epico, lleno de amor, peleas, humor absurdo y dudas existenciales. Os aclaro que no creo qye sea una historia muy larga, pero nunca se sabe... Un saludo y nos leemos.