Retroalimentación:

Reader2109otp chapter 23 . Apr 10: Hola, ahijada. Con lo del cumpleaños, cosas de la vida, una celebración en cuarentena fue atípica por decir lo menos. Sobre las emociones, todo lo contrario, fue genial recibirlas así de frescas e impulsivas, tan "tú". Gracias por la felicitación. En efecto, nuestro antagonista principal tiene una revelación sobre su propia existencia, y está lista (listo) para reclamar su lugar en el mundo. Digamos que muchas cosas con el futuro son imposibles de cambiar, pero el afluente ya es distinto, poca, pero hay esperanza, lo mismo para todos los involucrados. Por algún motivo, al menos así en nuestra cultura, cuando el mundo se cae sólo hay alguien en quién confiar de forma tan ciega: tu santa madre, aunque no te aconseje, con que te escuche es suficiente. Aprecia a la tuya, nadie sabe lo que tiene. La culpa nos convierte en nuestros peores enemigos cuando la dejamos entrar tan dentro de nuestra mente, no sólo es una terrible influencia, sino un pésima consejera. Como es bien sabido, una reunión de este tipo sólo puede significar algo: el inicio del fin. Así que antes de todo, te anticipo: estamos ante la recta final del relato, agárrate porque se viene lo bueno. ¡Gracias por tus maravillosos comentarios!

Wonder Grinch chapter 23 . Apr 10: Hola. ¿No te ha pasado? Tú montando toda una escena, y cuando la miras en retrospectiva años después, no puedes evitar sentir vergüenza de tus actos. Así se debe sentir Rose para este momento. No te mueras, lo van a hablar. Su hermano… ya está cerca. Gracias por seguir aquí, en la historia, y espero disfrutes el capítulo.

Guest chapter 23 . Apr 10: ¡Gracias! Aquí la continuación. Se va a poner bueno.

Liz Padilla chapter 23 . Apr 11: Hola. Estoy asumiendo que estas dos reseñas son tuyas, hazme saber si me equivoco. Sí, estos dos capítulos han sido melancólicos, me alegra saber que aún tengo la capacidad de sorprenderte. Ieran es un personaje que desde mi óptica merecía cierta justicia, siempre la vemos demasiado rígida y eso, pero creo que no podría tener hijos como los que tuvo si hubiera tenido esos defectos de carácter, es una buena mujer en una situación complicada, la viudez la hizo dura, pero no inhumana. Sobre ese dolor de madre, créeme que mi fuente no fue investigada, sino vivida. Soy padre de uno que nos hizo sufrir mucho mientras lo buscábamos y esperábamos. La resolución de esa charla está aquí, espero disfrutes el capítulo, este será un poco más largo y estamos de cara al desenlace. Y sí, sus nuevos seudónimos… era necesario, ¿no?

CherryLeeUp chapter 23 . Apr 11: Hola. Ese es un punto que muchos (yo incluido) quizás dejaron de lado: Asiria es como un virus, lentamente se está adueñando de su anfitrión, y apenas está iniciando su camino. Efectivamente, desde su perspectiva, la victoria no es cuestión de si pasará o no, sino de cuándo pasará. Veamos hasta dónde la llevan todas esas reflexiones y preguntas introspectivas. Todo personaje merece crecer a partir de la experiencia, sería muy triste no explorar esos caminos. Eso también es algo poco explorado, como hijos, todos asumimos que es simple para nuestros padres escucharnos y guiarnos, pero tienes toda la razón al decir que una parte de ese dolor es tomado por ellos cuando se los compartimos. En efecto, el peor enemigo de Sakura es ella misma para este momento, y por más que los que te quieren traten de sacarte de la cabeza la idea de que la vida sigue, a veces uno se define a través de su propio dolor antes de darse cuenta o decidir salir adelante. Muchas de esas dudas se resolverán en este episodio, para otras, paciencia, que ya estamos llegando al final. ¡Gracias por tus palabras y consejos!

cerezo01 chapter 16 . Apr 13: ¡Hola y bienvenida de vuelta! No tienes idea de cuán feliz me hace saber que te ha gustado este proyecto de la manera en que me relatas. Si bien es cierto que algunos personajes son, en su naturalez, cautivadores, yo voy más por sus universos y contextos, y que esa es su principal aportación a la ficción: nos dan posibilidades infinitas. Antes leí algunos crossover de estas dos series, y sin ánimo de sonar petulante, muchos me decepcionaron bastante, es realmente gratificante ver que no voy por ese camino, y créeme, trato de ser muy respetuoso con las obras originales, si bien me tomo licencias, trato de mantener sus esencias. Te agradezco igual por notar la necesaria humanización en el crecimiento y desarrollo de los personajes, es algo que, en mi muy humilde y personal punto de vista, CLAMP nos quedó a deber… es decir… ¡son adolescentes!, ¡sus cuerpos y mentes están cambiando todos los días! Sería muy irrespetuoso con ellos seguir tratándolos como si de niños se tratara. Tomoyo es una balita, merece protagonismo pues es un gran personaje, al igual que Kurogane. Si bien es cierto que lo que une a SxS es abrumadoramente poderoso, algo de incertidumbre siempre se agradece… y la profecía tuvo efectos adversos a mi salud de la mano de muchas personas que al igual que tú me amenazaron… el mundo es un lugar muy interesante. Los temas que tratas sobre la evolución de héroes y antagonistas está por llevarnos a un desenlace, y es bueno ver que está fresco lo de Yuuko en tu mente, habrá algo importante ahí. ¡Uh, La Muerte…! Aún tiene dolores que ofrecernos. Gracias por notar la investigación. Mucha parte efectivamente de una búsqueda intensa, otra de cosas vivenciales (soy armador de computadoras, me sé por ahí algunos trucos) y es genial ver que alguien nota y reconoce esa parte. Estás cerca de quedar al día, y mientras escribo estas líneas, nos acercamos inevitablemente a un desenlace. Ojalá puedas estar al parejo para cuando ese día llegue. Muchas gracias por tu reseña, es motivadora e inspiradora, ya quiero ver qué opinas del resto del relato. ¡Hasta pronto!

carmennj chapter 23 . Apr 14: Hola. Ni hablar, el escenario es muy obscuro, pero definitivamente existe la esperanza de que lo solucionen y se quiten de encima la sombra de la culpa. En efecto, será complicado, pero es ahí donde puedes ver el amor en todo su esplendor: ante la adversidad. Es una buena idea temer de los antagonistas, en especial de cara a la recta final de la historia, misma a la que estamos llegando. ¡Un abrazo para ti y los tuyos en estos tiempos tan curiosos que nos está tocando vivir!

Lin Lu Lo Li chapter 23 . Apr 15: ¡Infinitas gracias por tus comentarios! El asunto de Touya estaba directamente ligado a la ausencia de recursos… en este punto, ni siquiera los Li tienen los suficientes, y muchos ignoran que el poder adquisitivo es algo que, nos guste o no, pesa en el mundo real a la hora de lanzarse a un proyecto (o a un rescate). Sí esa conversación va a ser fuerte, ya lo verás. ¿Qué te hace pensar en el destino Touya-Futie? Eso me interesa. El destino será un tema recurrente, como persona real, más allá de la ficción, no creo en él, sin embargo, es una figura literaria sumamente interesante que aún quiero explorar. Haces bien en considerar a los antagonistas ahora que nos acercamos al desenlace, aún tienen mucho que darnos. Para ser cabeza de una familia como la suya, Ieran debe ser sabia y fuerte, creo que nadie mejor que ella podía dar consuelo y consejo a este par si es que queremos verlos fuera del lodo y listos para volver al campo de batalla. ¡Gracias por otro más de tus increíbles análisis, los gozo sobremanera. ¡Disfruta el capítulo!


Antes de todo, debo un agradecimiento especial a CherryLeeUp por sus comentarios y anotaciones para este capítulo, fue de una inmensa ayuda.

¡Gracias de antemano por sus reseñas! ¡Me hacen muy feliz! ¡Disfruten la lectura!


Capítulo 23.

Vuelta a la Luz, Parte 2.

o

De la redención conjunta. Y de la inevitable víspera del inicio del fin.

—¿Por qué no me dejas llegar a ti? —cuestionó Li en tono bajo, apenas pudiendo evitar que sonara como una acusación.

La jovencita se quedó muda y no levantó la mirada. Al seguir él de pie, no pudo evitar sentir que nunca la había visto tan pequeña e indefensa, recordándole al momento lo vulnerable que lucía aquél lejano día en su niñez compartida, en el que por primera vez fue rechazada y él estuvo ahí para consolarla.

Con cautela intentó tocar una de sus manos, pero al sentir la cercanía, ella se levantó rápidamente y caminó algunos pasos lejos de él, hacia la ventana, abrazándose a sí misma por los hombros.

Irritado ante su comportamiento, Li no pudo más que suspirar en el mayor silencio posible. Si no podía establecer contacto físico, debía abrir un canal con ella, y aunque fuera verbal… iba a doler, pero no podía pensar en otra forma, tenía, a través de esa confrontación, que hacerla ver que necesitaba que abriera los ojos, que después de todo ese letargo, volviera a la luz.

—Sakura… lo que pasó…
—Por favor, Xiao-Lang, no…
—Nada de eso fue tu culpa.

Ella clavó las uñas en sus propios hombros, temblando. No presa del frío, sino de una repentina y creciente ira.

—¿Y qué esperas obtener diciendo eso? ¡Estoy cansada de escucharlo! "¡No es tu culpa!" "¡Estás viva, a pesar de todo!" "¡Lo que hiciste fue tan heroico y desinteresado!"—dijo frustrada, conteniendo apenas la voz—, ¿tienes idea de las veces que he repasado todo en mi mente…? ¡Cometí un error terrible! ¡Fui soberbia, estúpida y desconsiderada! ¡Destruí en mi ceguera una de las cosas más maravillosas que jamás creé! ¡¿Cómo pretendes que olvide simplemente que todo eso es sólo y sólo mi culpa?! ¡¿Por qué insisten en ofrecerme su condescendencia y su lástima?! ¡¿Por qué tú te esmeras tanto en portarte bien conmigo?! ¡Tú especialmente tienes razones de sobra para odiarme y demostrarlo! ¡¿Por qué no lo haces?! ¡¿Por qué?!
—No es así, Sakura… —dijo él, bajando nuevamente el tono de la conversación. A pesar de resultar un desafío, estaba luchando por mantener la plática en ese nivel, sabía que lo que escuchaba eran la culpa y la ira hablando a través de ella—, estás viéndolo todo sólo en blanco y negro, piensa en todo lo que se obtuvo gracias a ti…
—¿Viéndolo en blanco y negro? ¡Mi bebé murió por mi culpa! ¡Él era enteramente mi responsabilidad en primer lugar! ¡No hay tonos grises en eso! ¡Están tan interesados en lo que "ganamos" que nadie se preocupa por ver lo que yo perdí!
—¡Y tú no eres capaz de ver que lo perdí junto contigo! —reviró levantando la voz por primera vez, pero reculó de inmediato, esforzándose por seguir siendo la voz de la razón—. Lo perdimos ambos, Sakura. Deja de excluirme de esto. Hablas como si sólo fuera un problema tuyo, como si sólo tú debieras cargar con ese peso, y como si no importara lo que yo siento.
—¡Eso no...! ¡Claro que me importa! Lo que tú sientes es lo más importante para mí… —bajó ella la voz por primera vez.

Xiao-Lang notó que por fin comenzaban a sintonizar, y la esperanza lo iluminó, aunque débilmente, pero ya estaba ahí.

—Si eso es cierto, deja de una buena vez de ser tan egoísta y centralizar toda la culpa en ti.
—¿Egoísta? ¿De qué estás hablando?
—¿Tienes idea de las veces que yo llevo reconstruyendo la escena igual que tú? —dijo decidido, caminando con aplomo hacia ella y tomándola de los hombros—. Mi error fue no ser más firme, permitir que mi deseo de complacerte fuera superior a la voz de la razón, mi idiotez fue la forma tan irresponsable en que te serví, y con ello no sólo perdí esa hermosa esperanza que creamos… por un momento pensé que te perdía a ti… —esa vez fue la voz de él la que quedó sin modulación, sus labios temblaban—. ¿Tienes idea de lo que fue para mí sacarte del ministerio esa tarde y sentir que lo que estaba rescatando era tu cadáver…? A diferencia de ti, yo no tengo tanto poder como para traerte de regreso de la muerte. —Un sonoro suspiro fue la forma en la cual pudo recuperar el aire que el nudo en la garganta le había robado, y sintiendo que el peso de esa culpa lo superaba finalmente, cayó sobre sus rodillas, hundiendo el rostro en el abdomen de ella—. ¿Qué habría sido de mí si te hubiera perdido? Habría fallado al compromiso más importante de mi vida, mi existencia no tendría ya una misión, no tendría por quién vivir… habría perdido a la persona que más he amado. ¿Cómo podría seguir luego de eso? No dejo de pensar que debí ser yo quién se quedara dentro del edificio esa tarde.
—No hables así… nada de eso fue tu culpa… —repentinamente en shock ante los demonios de Xiao-Lang, y en consecuencia, más calmada, acarició por impulso su cabello. Él levantó la vista, estableciendo por primera vez contacto visual directo.
—Ahora mírame a los ojos y repítelo con convicción —la desafió.

Desde luego, ella no pudo hacerlo.

La culpa estaba ahí, en él y en ella, eran responsables de eventos terribles y dolorosos que no tenían remedio, sabían que no podrían escapar del dolor del error, que deberían llevarlo por siempre con ellos.

—Por mi culpa atravesaste por un dolor que yo no puedo ni imaginar— continuó él, recobrando parte de la calma—. Creo que nunca seré capaz de enmendarme contigo por ello.
—Por mí tú perdiste un propósito… te di y te quité todo… —sintiéndose cansada, se puso de rodillas también, correspondiendo al abrazo finalmente.
—¿Recuerdas cuál fue el compromiso que hice contigo cuando supe que esperábamos?
—Que vivirías por siempre.
—¿Sabes cuánto de eso ha cambiado desde el día de la toma del ministerio? —A su pregunta, ella negó con la cabeza—. Nada. Yo seguiré viviendo para ti. Ahora más que nunca… por un instante pude ver mi mundo sin ti, y definitivamente es un lugar en el que no quiero vivir…
—Y yo tampoco… —dijo ella, recordando aquel horrible futuro, donde él no estaba más. Aferró con fuerza al muchacho entre sus brazos—. Perdóname por favor. Por ser indiferente a tu dolor. Por no agradecerte todo lo que haces por mí.
—Tú perdóname por no ser la persona que necesitabas, por no cuidarte cuando debí hacerlo.

Deshicieron el abrazo, pero se tomaron de las manos, viéndose directamente a los ojos por fin sin recelo. Pudieron ver en la mirada del otro esos pensamientos autodestructivos, la ira, la depresión, la necesidad de sentir que estaban obteniendo la retribución y el castigo por sus fallas.

Y entre ese mar de sensaciones horribles y ausencias de sueño, ante el conocimiento de que seguiría habiendo pesadillas en sus noches y recuerdos amargos que les robarían la concentración en el día, comenzó a brillar débil, pero decidido lo único que podía salvar a sus almas de esa obscuridad que los amenazaba con vivir sin vivir realmente: el sentimiento que en algún punto él llegó a admirar, y que siempre fue el origen del poder de ella.

Sutil, discreta, frágil, pero estaba finalmente ahí: reapareció al esperanza.

—Ayúdame a perdonarme —cerró ella.
—Sólo si tú me ayudas a mí.

Él soltó sus manos, pero tomó su rostro. La besó con tanta dulzura que la coraza de malos pensamientos de ella simplemente se desvaneció. Las pesadas sombras que nublaban el juicio de su corazón finalmente comenzaron a ceder, permitiéndole, aunque fuera lenta y gradualmente, la vuelta a la luz, a poder sentir nuevamente felicidad, a permitirse sentir que aún merecía que alguien la amara de forma tan abnegada y única.


El desayuno corría con normalidad, el pan era pasado por la mesa entre las conversaciones de cada día, quizás un poco corto de ritmo comparado al acostumbrado, pero ameno y ruidoso.

Por lo mismo, el silencio cayó desconcertando a la mayoría.

Sakura, de la mano de Xiao-Lang, apareció en el comedor tomándolos por sorpresa a todos. Bajó la mirada, dando sólo una apenas visible sonrisa tímida.

—Buenos días —susurró.

Después del estupor inicial Molly se acercó a ella, tomando su mano libre y guiándola a la mesa.

—Buen día, pequeña. Anda, siéntate, debes estar muriendo de hambre.

Sin darle oportunidad de replicar, los acomodó en asientos entre Tomoyo y Meilin, e instándolos a no tener reparos para servirse. Harry observó con alivio a la maestra de cartas. Si bien era cierto que Sakura era una herramienta que no podía darse el lujo de perder, la parte más humana de él lo hacía sentir cargo de consciencia. Estuvo por morir, y si eso hubiera pasado, la culpa habría sido suya. Él conocía superficialmente su tipo de magia, él fue quien había asignado una ubicación y una tarea el día de la recuperación del ministerio, si todo hubiera salido mal como estuvo por pasar, él habría tenido que asumir la responsabilidad por su pérdida… pero dejando de lado esa parte, estaba el cargo moral que insistía en patearle el diafragma: le había provocado un trauma, y no sólo a ella, sino a todos sus allegados. La reflexión se puso peor cuando Molly lo puso al tanto junto con Ron, Ginny y Hermione sobre la verdadera pérdida de la chica y de Li. Aún recordaba el escalofrío que recorrió su espalda al escuchar lo que realmente pasó, ver como su esposa buscaba refugio entre sus brazos y Hermione comenzaba a llorar espontáneamente, mientras Ron trataba de consolarla tomando sus manos. Le debía al menos una charla, con una explicación y una disculpa, y el que hubiera decidido unirse nuevamente a ellos en el desayuno era la señal de que estaba lista.

El ruido volvió a la mesa, ahora bastante más animada. El desayuno continuó, haciendo pensar a todos que ese día no tendría más sorpresas, pero desde luego, estaban equivocados.

El inconfundible sonido de una aparición hizo que todos se volvieran hacia la ventana que daba a los jardines de La Madriguera.

—Son los Li… —dijo intrigada Rose, enterando a todos en el comedor.

Xiao-Lang y Sakura compartieron una mirada de confusión y se levantaron de la mesa para salir a los prados, donde Ieran junto con todas sus hijas y Wei avanzaban hacia la casa, el grupo evidenció tener a algunas personas más en su composición, robando el aliento de Sakura. Apenas ella y Touya se reconocieron, corrieron al mutuo encuentro.

—¡Hermano! —exclamó ella, lanzándose a sus brazos.
—Monstruo —correspondió él, conmovido, pero conservando parte de la compostura.
—¿Cómo llegaron aquí? —preguntó luego de recuperarse y saludar efusivamente a Yukito también.
—No fue nada fácil —explicó el conejo—, sacamos todos nuestros ahorros e hicimos huecos en nuestras agendas, pero si no lo hacíamos así, Touya iba a volverse loco.
—¡Simplemente dejaste de llamar y no sabíamos cómo localizarte!, ¿tienes idea de lo preocupado que estaba papá? —reprendió Touya pasada la emoción del momento—, no sólo él, Daidoji y Amamiya no paraban de preguntarme por ti y por Tomoyo.
—Yo… lo lamento mucho, pero pasaron muchas cosas y… te prometo que iba a llamarles hoy mismo y…

Touya observó en silencio como su hermana trataba de disculparse. Ciertamente estaba molesto, pero el alivio y la alegría de verla de vuelta eran superiores. Ya tendría tiempo para martirizarla por su comportamiento más adelante, así que interrumpió sus excusas tomándola en brazos una vez más, diciéndole sin palabras cuánto le alegraba haberla encontrado.

—Pero no se queden ahí. El desayuno aún no termina y deben estar hambrientos.

La invitación de Molly se hizo extensiva también a los Li, Yukito fue el más agradecido y sin poner mucha resistencia entraron a la casa.


Terminado tan peculiar desayuno, Xiao-Lang, Tomoyo, Touya, Sakura y sus ahora reunidos guardianes ocuparon un lugar en el prado, a la sombra de un peculiar olmo rodeado de lavandas que florecían todo el año gracias a la magia de la familia. Al menos un par de horas estuvieron poniéndose al día, desde luego, el mayor de los Kinomoto tenía algunas lagunas que no le permitían entender a cabalidad la situación por la que el mundo atravesaba, pero se daba una idea. Vino la obligada pregunta de qué había sucedido unas semanas atrás, haciendo que Sakura y Xiao-Lang ensombrecieran el gesto.

—Estuve a punto de morir —dijo ella, escueta.
—Supongo que lo hiciste por un momento —agregó Yue con su seriedad habitual—, tuve la sensación de un fallecimiento, de hecho, toda tu familia directa lo tuvo.

La expresión de Sakura hizo que Yue guardara silencio. Lo que habían compartido, pensaba Sakura, era todo lo que su familia debía saber al menos por el momento, no valía la pena hacerlos sufrir más por una historia que nada aportaría a la situación.

—La abuela Molly y el abuelo Arthur me han dicho que no tienen inconveniente por darles asilo, hay suficiente espacio aquí para un par más —intervino Rose un poco después, cuando consideró que la conversación podía haber concluido—, mis abuelos son personas muy bondadosas y les alegraría mucho tenerlos en esta casa. Ahora más que nunca, entre magos tenemos que ayudarnos. —Se dirigió luego a Sakura y Xiao-Lang—. La señora Li los espera, pidió que por favor la acompañen cuando terminen.

Después de algunas palabras más, la reunión familiar concluyó. Sakura y Li atendieron al llamado previo.

Kurogane saludó con una reverencia al ver a los recién llegados acercarse a la casa. Por algún extraño motivo, se llevaba bien con ellos, en especial con Touya siendo que sus modos eran muy parecidos, y viéndolos uno al lado del otro como estaban afuera de La Madriguera, cualquiera que no los conociera pensaría que eran hermanos.

—¿Qué opinas de todo esto? —preguntó Touya, tratando de ampliar un poco el panorama.
—Es muy serio. Personas están perdiendo sus hogares y muriendo por todos lados.
—¿Debería involucrarme?
—Normalmente prefiero no meterme en asuntos de este tipo, mi padre decía que las mejores batallas son las que no se pelean, sin embargo… esas personas no tienen escrúpulos, y su problema no son sólo los magos, buscarán a dotados como tú y como yo, e incluso a quienes tengan potencial genético como Tomoyo. Creo que cada varita, espada o intelecto son necesarios.
—Yue opina lo mismo —agregó Yukito—. De hecho, él se sentiría más tranquilo estando al lado de Sakura.
—Supongo que me quedaré una temporada por aquí, entonces —cerró decidido el mayor de los Kinomoto.


Sakura tuvo nuevamente la sensación de ser una intrusa cuando vio que el comedor de la casa sólo era ocupado por integrantes de la familia Li, pero la calidez en la sonrisa de Ieran la hizo sentirse bienvenida. Luego de pedir a la pareja que tomara asiento, se dirigió a Xiao-Lang:

—¿Recuerdas al tío Baoshu?

El benjamín Li observó entonces al hombre que se sentaba al lado de su madre y que había llegado esa mañana junto con ellos.

—Tal vez lo vi alguna vez, en el Concilio de China.
—Así es, joven Li. De hecho, soy su tío abuelo por parte de su padre.
—Oh, no es necesario que me hable de usted, tío.
—El chico es todo un caballero, has hecho bien, Ieran —dijo él, mostrando en su sonrisa que le faltaban algunas piezas dentales, carencia propia de la edad.
—Gracias. Ya estamos todos los Li aquí, sólo faltaban Xiao-Lang y su prometida.

El viejo comenzó a relatar entonces las noticias que traía, contó lo que pudo ver en la toma del Concilio de China a manos de Shandian, y de cómo tuvo que ir a advertir a los miembros del Gran Concilio de Oriente antes de que finalmente cayera. Privado de los recursos familiares, pasó varios meses oculto hasta que finalmente obtuvo noticias de la matriarca Li destituida, a la que por un momento creyó muerta.

—Y si bien, soy un funcionario de ambos concilios, antes soy un Li, y por eso estoy aquí. Shandian no tiene límites, está tan hambriento de poder y ten lleno de resentimiento que es implacable —buscó a Wei con la mirada, y cuando lo encontró, tragó pesado y apretó los puños, preparándose para dar la mala noticia— su hijo, Beiji-Hu se encargó de tomar el Estado Imperial Japonés por indicaciones de Shandian, y no estaba en el país cuando todo sucedió… él estaba saliendo con una jovencita, una hechicera de hecho.
—Xue, la hija de la menor de mis hermanas —confirmó el mayordomo—. Ella viajaba constantemente a Beijing durante todo el tiempo que el señor Beiji-Hu estuvo lejos.
—Ella estuvo en el Concilio de China el día que Shandian atacó —continuó Baoshu.
—¿Y cómo está? —Wei preguntó con naturalidad, esperando saber más de sus propios familiares.

El visitante bajó la mirada.

—No lo logró. Luchó como no vi a nadie tan joven hacerlo antes, le plantó cara a Shandian defendiendo el nombre de los hechiceros Li hasta el final.
—Ya veo —susurró Wei, retirándose las gafas de cadena que solía utilizar, la palidez que su rostro marcó más sus arrugas, haciéndolo ver más viejo y frágil aún.
—Perdóname por no poder protegerla, Wei. Ella peleó con valor, no fue un daño colateral en ese día, directamente confrontó a Shandian… Él personalmente fue su ejecutor —dijo, viendo como Xiao-Lang ponía una mano sobre el hombro del que fue su mentor, amigo y guía durante más de la mitad de su niñez—. Pero te prometo que no se quedará así, ¡La vengaremos y…!

Wei levantó con tranquilidad una mano, deteniendo el discurso del invitado.

—Gracias, señor Baoshu, pero… esta familia ya ha sufrido bastante a causa de las venganzas. Xue fue valiente y la mejor manera de honrar su memoria…
—Será llevando a Shandian ante la justicia —intervino Ieran al notar que Wei no podía continuar—. ¿Sabes si Beiji-Hu está al tanto de esto?
—Lo ignoro.
—De acuerdo —la matriarca Li se puso de pie, reflexiva—. Ha llegado el momento entonces. Nos prepararemos, trataremos de ponernos en contacto con todos los hechiceros Li diseminados por el mundo, veremos que el Ministerio Británico nos de algo de apoyo para finalmente volver a China y reclamar lo que es nuestro. Shandian ya ha hecho suficiente daño a nuestra familia.


El final del otoño en Inglaterra se caracterizaba por sus bajas temperaturas y clima lluvioso. Las tormentas eléctricas, torrenciales y granizo se hacían presentes la mayor parte del tiempo, y en sólo días estarían ante las primeras nevadas de un año que se pronosticaba particularmente frío.

—No me queda más que felicitarlos —decía con su seriedad la institutriz que durante los meses en aquel país se había hecho cargo de la educación de los invitados, aún cuando sólo la veían una o dos veces por mes—. En cuanto el Estado Imperial Japonés de Asuntos Mágicos reanude actividades, mandaré sus documentos a su escuela en Japón. Adelantaron un semestre, en lo que refiere a conocimientos, ya son bachilleres y podrán dedicar esos seis meses de adelanto a estudiar para la universidad, eso si deseraran continuar en el sistema educativo Muggle. Tienen lo suficiente para iniciar una carrera mágica en sus países de origen o incluso en Gran Bretaña. Estoy seguro que a la ministra le encantaría contar con alguno de ustedes.

Las primas Amamiya y los primos Li agradecieron, contentos al saber que esos primeros días de diciembre serían un poco menos pesados, y podrían dedicarse a las cosas serias que el final del año iba a traer para todos.

—¿Una carrera mágica? —preguntó intrigada Sakura, resguardándose de la fría llovizna entre los brazos de Xiao-Lang, sentados en uno de los balcones de La Madriguera.
—Sí. Puedes estudiar profesiones como las leyes mágicas, magisterio, botánica, geopolítica, magizoología, alquimia, medicina… también hay oficios, se les llama así por costumbre, pero son igual o más rigurosos: auror, defensor, artífice de varitas u otros objetos mágicos, y por supuesto, oráculo, aunque para esa debes tener el don de la profecía en primer lugar… viéndolo bien, podrías ser lo que desees en el mundo mágico. ¿Te está llamando la atención tomar ese camino?
—No realmente… no me veo a mí misma viviendo todo el tiempo a merced de la magia. Antes de venir aquí, papá me preguntaba qué quería hacer al terminar la preparatoria, tenía muchas ideas, y viéndolo bien, creo que lo mío podría ser la docencia, pero no como hechicera. ¿Tú ya sabes lo que quieres estudiar?

Xiao-Lang sonrió con cierta resignación.

—Eso no depende de mí, ¿sabes? Tengo algunas responsabilidades de las que no puedo simplemente evadirme. Debo estudiar una carrera comercial para hacerme cargo de los asuntos del Clan, y debo continuar entrenando, básicamente llevaré la agenda de un auror y un administrador.
—Pero no es eso lo que deseas, ¿verdad?
—Tampoco es como si tuviera opción.

Sakura acarició su mentón con delicadeza, haciéndolo verla e hipnotizándolo con su mirada.

—Siempre hay opción.

La recuperación había sido lenta, pero marchaba bien. Para ese momento ya eran mediados de diciembre, y las pesadillas iban desapareciendo junto con las tardes melancólicas y las lágrimas al amanecer. Aún cuando les tomó tiempo entenderlo, lograron ver toda la verdad en las palabras de Ieran: estaban en un muy alentador proceso de autoperdón apoyados el uno en el otro, y habían recuperado el gusto por la mutua compañía, y cada vez se sentían más reconfortados de poder volver a darse muestras de afecto. La vida continuaba.

Por supuesto, ese espíritu pronto se hizo extensivo a sus allegados, y el grupo venido de Asia volvía a tener la alegría que los caracterizó a su llegada a tierras anglas.

Sakura, aunque tímida, podía sonreír nuevamente mientras sus labios y los de su amado danzaban con delicadeza, ayudándolos a tolerar el frío propio de la estación.

Un carraspeo llamó la atención de ambos, y se encontraron ni más ni menos que con el jefe Potter. Al momento ambos se pusieron de pie, un poco desconcertados por su repentina aparición.

—Discúlpenme por interrumpirlos, chicos, pero creo que ha llegado la hora de la charla. ¿Puedo tener unos minutos a solas contigo, Sakura? De elegido a elegido.

Las palabras de Harry fueron inesperadas. Aún así, Sakura y Xiao-Lang se hicieron un asentimiento, Li fue hasta la puerta y antes de abandonar la habitación, hizo una reverencia a modo de despedida al recién llegado.

Esmeralda y Ultramar estaban frente a frente una vez más.

—Veo que te recuperas, Sakura. Me alegra mucho.
—Gracias, jefe Potter.
—¿Cerveza de mantequilla? —preguntó agitando la varita, haciendo aparecer un par de dichas bebidas y extendiendo una a la chica, que la aceptó de buena gana.
—Gracias.
—¿Sabes? Tengo la impresión de que tú y yo tenemos mucho más en común de lo que creí en un inicio. Al igual que tú, viví como Muggle los primeros años de mi vida, luego llegó mi carta de Hogwarts, y de un día para otro descubrí era un mago. ¿Te pasó algo parecido?
—Cuando tenía diez encontré un libro en la biblioteca de mi papá, y resultó ser el libro de las Cartas Clow. Mi papá no tiene El Don, pero descubrí un poco después que lo heredé de la familia de mi madre.
—Las personas que nacemos con este legado solemos enfrentar más cosas que las que no lo tienen. Es como si el privilegio de la magia estuviera atado a un compromiso con la humanidad, y eso nos llevara a tener muchas pérdidas en el camino. No estás para saberlo, pero yo perdí a mis padres antes de poder hacer algún recuerdo con ellos. Los conozco por las anécdotas de sus amigos y las pocas fotos que conseguí, e incluso fui capaz de hablarles un par de veces post mortem. —Hizo una pausa para dar un sorbo a su bebida, mientras miraba a Sakura de soslayo, como tratando de leer su expresión—. Sé que no eres ajena a esas pérdidas de las que te hablo, y no quiero subestimarte al tratar de suavizar las cosas que nos han pasado. Supe de tu pérdida en el ministerio ese horrible día, descuida, seré discreto con ello. —Puntualizó al ver la sorpresa y el temor en ella, evitándole la pena de excusarse por no informar a todos—. Sé también que eres huérfana de madre, y otro montón de cosas… el punto es que no había conocido a nadie tan poderoso como tú al menos a tu edad. Dumbledore habría estado fascinado de conocerte.
—Entonces… ¿no sólo fueron sus padres su pérdida?
—Para nada. Me tocó crecer en una época muy difícil, había un conflicto contra un hombre despreciable que me maldijo al marcarme como su igual, que ahora que lo pienso es bastante ridículo y extremista, y antes de cumplir tu edad estaba peleando en una guerra que se llevó a la poca familia que me quedaba, y expuso a mis amigos más cercanos y la gente que me importaba a destinos terribles. Todos pudimos haber muerto, y de ser así, tú habrías nacido en un mundo muy diferente al que conoces.
—Entiendo lo que me dice, y comprendo también sobre el parecido que tenemos… pero, ¿por qué me cuenta esas cosas?
—Porque la vida del hechicero, a pesar de la normalidad, de los tiempos de paz, y de sus poderes, tiende a ser complicada y dolorosa, repleta de sacrificios, atada a un silencio ante la gran mayoría de las personas, incluso sus propias familias. Y porque quiero que te sientas clara y voluntariosa para lo que viene después.
—El enfrentamiento con Alruwh.
—Sí. Puedo sentir tu fuerza y tu poder, Sakura, y también el de Li, sin embargo, tú llegaste aquí porque pensé que las cosas podrían controlarse con una pequeña ayuda del exterior, pero ahora puedo decir con certeza que esto es lo más grande y peligroso que hemos enfrentado… y quiero conminarte a que tomes una decisión: De una forma u otra, el treinta y uno de diciembre pondremos un fin a esto, ya sea por o a pesar de nosotros como magos. La desición es tuya, puedes elegir volver a casa y esperar allá a que este conflicto te alcance, con la esperanza de que en el mejor de los casos logremos detenerlo; o puedes unirte a nosotros y luchar a nuestro lado, buscando un futuro mejor para todas nuestras familias, la tuya incluida. No puedo obligarte a nada, la ayuda que nos has dado ha sido invaluable y con tu sola participación has logrado cambiar el destino, pero necesito saber qué es lo que harás lo más rápido posible. Si decides volver a casa, debo ponerte en un barco cuanto antes, usando los pocos recursos mágicos que me quedan para eso, y si esa es tu elección, créeme que la respetaremos y agradeceremos por habernos acompañado tanto tiempo, en especial por todo lo que te hemos hecho pasar. —Harry dio un último trago a su bebida, poniéndose de pie—. Toma un par de días para pensarlo, y cuando tengas la respuesta, yo…
—Eso no será necesario, jefe Potter. —Sakura terminó su bebida también—. No me sentiría cómoda simplemente marchándome en medio de todo esto. Es un problema de todos, quiero un mundo donde vivir tranquila con las personas que amo. Cuente conmigo, estoy segura de que también Xiao-Lang, Tomoyo, el señor Kurogane, Kero, Yue y hasta mi hermano estarán felices de ayudarle.
—Fue un gran acierto hacerte parte de la Orden del Fénix. Eres una jovencita muy valiente.


La actividad de la Orden del Fénix y el Ministerio de Magia fue frenética durante diciembre. El tiempo pasaba de lo más rápido, y antes de poder darse cuenta, el invierno los alcanzó el veintiuno de dicho mes. Durante ese tiempo, la familia Li estuvo en largas conversaciones con la Secretaria Cavendish, y luego de muchas gestiones, obtuvieron apoyo para volver a Hong Kong: una embarcación y un poco de ayuda económica.

Inglaterra era el único ministerio en Europa en funciones, había captado y dado apoyo a todos los magos que pudo en el continente, y finalmente se esbozaba un plan de contraofensiva total: irían por todo, buscarían la destrucción de Alruwh o dejarían la vida en el intento. El último día para hacerlo sería el treinta y uno de diciembre, pues según lo informado por los antimagos capturados el día de la recuperación del Ministerio, después de esa fecha, todo estaría perdido. Symbio sería lanzado al mercado, todo mundo tendría acceso a él, en móviles, computadoras y prácticamente cualquier dispositivo, a través de plataformas móviles, sistemas operativos dedicados a ambientes de productividad, comunicaciones y entretenimientos, y con ello, Asiria finalmente estaría en todas partes. Así, ella comenzaría la purga. El destino de la magia estaría decidido, y con él, el del mundo mismo estaría hipotecado.

Eran palabras muy serias, y por eso mismo, era importante que todos los involucrados supieran a qué se enfrentaban y cuáles eran sus verdaderas probabilidades. Toda la Orden atendía esa reunión.

—El uso de tecnología de comunicaciones antigua y no compatible con Asiria nos ha permitido una coordinación muy eficiente con magos a lo largo y ancho de Europa y Asia cercana. —Narraba Dobby en aquella mañana nevada—. Cada país iniciará una contraofensiva conjunta esta vez, algunas naciones incluso han comisionado a grupos de magos, tanto civiles como aurores, defensores y curanderos para seguir a la nuestra, que hará el ataque principal.

En una pantalla de retroproyección se mostró un mapa de Eurasia.

—La comisión inglesa saldrá de Londres el veintiocho de diciembre por la noche, viajarán casi exclusivamente en escobas, una pequeña comisión de profesores de Hogwarts irá en thestrals… sea lo que eso sea. —Dijo Tomoyo, señalando la ciudad británica, luego movió el puntero láser hacia el sur y posicionándolo en el Mar Mediterráneo—. Harán una primera escala en Sicilia, donde descansarán unas horas, ahí se les unirán grupos de España, Francia, Italia y Grecia. Retomarán la marcha el veintinueve por la noche, y harán una segunda escala en la isla Sir Bani Yas, en el Golfo Pérsico, En el sitio los esperarán grupos egipcios, persas, árabes, iraquíes e israelíes, la resistencia emiratí nos ha asegurado que la isla es segura y está fuera de la vista de Alruwh. Ahí podrán descansar y prepararse toda la mañana y la tarde del treinta y uno de diciembre. A las once de la noche comenzará la operación, estarán a sólo unos minutos de vuelo de Dubai y de su principal objetivo: Burj Khalifa, donde estarán los hermanos Alruwh, "S" y los servidores principales de Asiria.
—¿Simplemente llegaremos a enfrentarlos y ya? ¿Qué será del secretismo de la magia? —preguntó Neville, desconcertado.
—La decisión de iniciar el ataque el treinta y uno de diciembre no fue por efectos dramáticos, sino para ajustarse precisamente al secretismo mágico —respondió Diana—, Dubai es bien conocida por su costumbre de echar la casa por la ventana en las celebraciones, gasta muchísimo dinero en entretenimientos y espectáculos aéreos en los cuales fácilmente podríamos ocultarnos.
—Juegos pirotécnicos —susurró Neville, comprendiendo.
—Justamente.
—Sólo tendremos una oportunidad en una ventana de apenas unos minutos —retomó Dobby—. Haciendo un contraste de la información proporcionada por los antimagos, la seguridad del edificio superará a nuestra fuerza tres a uno, y los servidores principales de Asiria son muy superiores en capacidad de cómputo y transmisión a mí, y estarán apoyados por "S", así que no habrá espacio para errores, la distribución será la siguiente: las comisiones mágicas internacionales y los Li se harán cargo de inhabilitar la seguridad del edificio, reduciendo la infantería y la protección aérea de drones. Fye D. Flowright y Chii sabotearán las comunicaciones al exterior de Asiria, aislándola y evitando que lance cualquier actualización o cree respaldos fuera de sus propios servidores, Tomoyo y yo hicimos una simulación y es imposible hacerlo remotamente, por lo que será necesario un trabajo conjunto, nosotros desde aquí y Fye y Chii físicamente en la sala de servidores en Burj Khalifa. Tomoyo y yo también nos haremos cargo de contener a "S" el mayor tiempo posible. La ministra Granger-Weasley, el jefe Potter, los Weasley y Sakura se encargarán de buscar y negociar con los hermanos Alruwh. De no ser posible dicha negociación, tendrán que pelear con ellos. Si estas indicaciones son atendidas a cabalidad, nuestra probabilidad de éxito es del cuarenta y uno por ciento.

Xiao-lang escuchó la presentación hasta el final, y tomó la palabra:

—Los Li no participaremos en la incursión de Dubai. El mismo día que la comisión inglesa inicie su camino, nosotros iniciaremos el nuestro de regreso a Hong Kong a través de los dominios de Poseidón. Con esto tenemos dos frentes de batalla, así, si alguno fracasa, no estará todo perdido, la recuperación de la mansión Li significaría la liberación del Concilio Chino, y por extensión del Gran Concilio de Oriente.
—Eso ajusta nuestras probabilidades al treinta y seis por ciento —cerró Dobby.

Hubo anotaciones y pequeñas aclaraciones del plan por parte de los involucrados, y la reunión terminó. Hermione pidió a todos que se tomaran con calma lo que restaba de la semana, el día siguiente sería Nochebuena y les pidió celebraran la Navidad en familia.


—¿Quieres que vaya contigo a Hong Kong? —cuestionó Sakura esa misma noche, mientras ella y Li daban un paseo, tomados de la mano entre la nieve de los prados.
—Sería maravilloso, pero sé que ya hiciste un compromiso con el jefe Potter.
—Sí, pero tú eres lo más importante para mí, y yo podría…

Se detuvo al ver que Xiao-Lang negaba con la cabeza.

—No sería bueno que me acompañaras. No me lo tomes a mal, pero el conflicto con el tío Shandian es un asunto familiar, y aunque tarde o temprano serás una Li, la verdad es que te necesitan más en Inglaterra. Sólo si tú estás aquí sentiría que tienen esperanza de verdad.

La Nochebuena fue particular en La Madriguera. En muchos años no se había visto semejante cantidad de gente tratando de olvidar por una noche aunque fuera el extraño año que pasaba. Tuvieron un brindis nostálgico llegada la medianoche y con ella la Navidad.

Una horas atrás, Fujitaka había hablado con sus hijos, pidiéndoles que se cuidaran mutuamente, pero sin cuestionar qué los tenía tan ocupados en Europa. Sonomi y el bisabuelo hicieron otro tanto pasando juntos la celebración; y completamente ajenos a ellos, Shandian y Beiji-Hu habían cenado solos y en silencio.

La tensión y le melancolía fueron aumentando a medida que el calendario iba dejando los días atrás.

—Te prometo que será la última vez —se disculpaba Ron en la mañana del veintiocho, entre los ánimos raros de todo el mundo.
—Tú y yo sabemos que eso no es cierto —dijo Molly con sorna, dejando por primera vez en mucho tiempo su cocina inmaculada—. Y sabes que no es ninguna molestia para tu padre y para mí. Nuestra familia es lo más importante que tenemos y siempre la vamos a cuidar.
—Igual que nosotros —intervino Hermione—. ¿Recuerdan lo que deben hacer?
—No salir a ciudades a menos que sea totalmente necesario, dar todo el apoyo que podamos a Tomoyo y Dobby, y estar al pendiente de cualquier noticia a través de la radio mágica. Si todo resulta bien, los esperaremos aquí, y si no… dejaremos la casa para ir a King's Cross y refugiarnos Hogwarts mientras recibimos nuevas indicaciones.
—Gracias, Molly. Lamento mucho todo esto.
—Los estaremos esperando.

El amplio prado de La Madriguera estaba repleto de personas preparando parcos equipajes, pequeños bolsos mágicos cargaban con algunas provisiones y tiendas de campaña, y ahí, La Orden del Fénix, aurores de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda convivían al calor de fogatas, tolerando el gélido aire matinal tan propio del invierno.

Grandes y pequeños de las familias Potter, Weasley y Granger también estaban ahí, haciendo una enorme reunión final con sus invitados, los Li. Los últimos agradecían por todas las atenciones recibidas en Inglaterra. A ellos los esperaba un barco que zarparía al atardecer de ese mismo día para atravesar los dominios de Poseidón y llegar a los puertos de Hong Kong al amanecer siguiente y reclutar ahí a cada hechicero que pudieran para recuperar la mansión Li.

Después de todos los discursos de agradecimiento y compromiso entre familias, comenzaron las despedidas y acuerdos individuales, dejando claro que esa no sería la última vez que sus familias estarían en contacto en el futuro.


Con platillo y bombo, Tomoyo anunció en privado a Sakura que había diseñado y confeccionado un traje de batalla para ella, algo muy discreto en comparación a lo que hacía en su niñez, una extraña, pero atractiva mezcla entre un traje sastre moderno, pero con detalles y volantes victorianos, y una gran administración interior de bolsillos que darían a la dueña fácil acceso a su llave, varita y cualquier otro artilugio que considerara importante de llevar.

Se encontró con que el cobertizo evanescente estaba a la vista, y a sus puertas ya alguien la esperaba.

—Por favor, no te extralimites esta vez —solicitó Kurogane con voz baja, pero firme.
—Lo mismo digo. ¿Qué harás tú?
—Viajaré a Hong Kong con el mocoso, mi espada será más útil allá tanto como tus talentos lo serán aquí. Sin embargo, cuando volvamos…
—¿Sí? —Lo miró expectante.

Incapaz de contenerse, caminó hasta ella, tomándola con fuerza por los hombros, e inclinándose mucho, la beso. Un beso fuerte, pero no necesariamente romántico, ella correspondió con la misma intensidad al reclamo no verbal.

—Cuando vuelva hablaremos de tu actitud y todos los problemas que tenemos que resolver.
—¿Mi actitud? ¿Problemas? No hay nada que…
—Claro que hay problemas por resolver, mujer. Voy a admitir mi culpa al no decírtelo, y resarciré el error ahora mismo: te quiero, pero por mi propia dignidad y la tuya no voy a permitir que trates de jugar a la diva. Soy egoísta y posesivo, tal vez un poco inmaduro al pensar así, pero te quiero sólo para mí, y si no puedo tener esa exclusividad en tu corazón, lo aceptaré y me alejaré. No quiero una noviecita linda y boba para hacer tonterías de citas o buscar la obscuridad y en ella saciar mis necesidades primarias, quiero una mujer inteligente, educada y tenaz con la cual caminar de la mano, que le dé una misión a mi vida y la posibilidad de formar una familia en el futuro, y por mis ancestros te prometo que quiero que esa seas tú.

Tomoyo retrocedió un paso, con un gesto difícil de interpretar. Sólo una vez, casi un año en el pasado había visto un arrebato semejante en el casi siempre frío e inexpresivo samurái. En ese lejano día también le había robado un beso, el primero de su vida.

—No —respondió ella, determinante.
—Entiendo —dijo él, dejando salir el aire de sus pulmones en un pesado vaho.
—Ni por un segundo creas que te vas a librar de las tonterías de las citas y todo lo demás que dijiste. Soy una dama, soy una Amamiya y merezco todas esas atenciones, y además eres mi guardián. Si te voy a dar mi corazón entre tus exigencias, tú vas a respetar las mías: serás atento y afectuoso conmigo, tendrás detalles y todo eso… quiero un hombre fuerte y que pueda defenderme, pero también quiero sentirme amada y procurada, y que aquel que me profese su amor sea romántico conmigo y me conquiste cada día. Y yo lo tengo claro de un tiempo para acá, también quiero que seas tú. ¡De rodillas! —ordenó tomando su potestad Amamiya, él obedeció en el acto—. ¿A qué estás dispuesto a renunciar por nosotros? —sin siquiera pensárselo, el hombre arrojó lejos su espada, Tomoyo abrió mucho los ojos, definitivamente no esperaba eso—. De acuerdo, no será necesario llegar a tanto.

Temblando por una emoción desconocida fue a recuperar la Dragón de Plata de la nieve, llevándola nuevamente hasta ponerla en las manos de su guardián arrodillado, y hecha la entrega, sin dejar que él se incorporara inició un nuevo, largo y apasionado beso que selló el compromiso.


—Volaremos primero a Londres, mientras sigamos en territorio británico iremos apenas unos cientos de metros por arriba del suelo, tomaremos altura luego de atravesar el Canal de la Mancha y la mantendremos mientras volemos por Francia y Suiza. En suelo italiano bajaremos en las costas de Génova y desde ahí volaremos bajo sobre el Mediterráneo hasta llegar a nuestra primera escala en Palermo, Sicilia. Un viaje internacional en escoba puede ser riguroso para quienes no lo han hecho, vamos a tener que cuidarnos unos a otros y estar al pendiente por si alguno cae o necesita ser llevado o ayudado por alguien más. ¿Está claro?

Un "Sí, señor" unísono fue la respuesta que Harry recibió, haciendo los últimos preparativos ante una tarde que parecía tener prisa por terminar. Entre las filas de la orden, tres muchachos parecían algo dispersos, y no fue sino hasta que Rose golpeó el hombro de Al que esté se animó a alcanzar a su padre. Le tomó un tiempo decidirse, y finalmente llamó su atención.

—¿Jefe Potter?

Harry lo miró extrañado, no terminaba de acostumbrarse a tanta formalidad entre ellos.

—¿Qué pasa? —preguntó tomándolo del hombro y apartándolo un poco para hablar.
—¿Recuerdas cuando todo esto inicio y me dijiste que tendría la oportunidad de involucrarme y hacer algo más?
—Desde luego. Y llegamos a ese momento: eres un miembro activo de la Orden del Fénix, e irás con nosotros a la batalla. Tu hora ha llegado.
—Sí, el asunto es ese… —dudó por un momento, pero luego sus ojos se llenaron de determinación, la cual se alimentó cuando vio a su madre unirse a la charla—, no iré con ustedes a Dubái.

Harry lo miró desconcertado por unos segundos, y luego miró alrededor, buscando algo que le diera una pista sobre los motivos de su hijo. ¿Era el miedo el responsable de semejante cambio? Le parecía poco probable, Al era astuto e ingenioso, incluso temerario.

Una posible respuesta estaba en la comitiva de los Li, riendo animadamente mientras bromeaba con sus primas, iluminando la escena con sus ojos de rubí.

—¿Y a dónde irás…? ¿Y por qué con Meilin? —preguntó con jocosidad para tratar de relajar la tensión del muchacho.
—Papá, yo… no sé si será lo más correcto, pero siento que lo es… y ya sé lo que me vas a decir, apenas la conozco de unos meses y…
—Al… —trató de detenerlo.
—Sé también que aquí necesitan todas las varitas disponibles…
—Al —esa vez fue Ginny, pero no logró llamar su atención.
—Pero siento dentro de mí qué es allá donde debo estar y…
—¡Albus Severus Potter! —exclamaron ambos al unísono, haciéndole callar por fin, Harry continuó—. Lo primero que haré será confiar en tu instinto, hijo. A veces, la voz a la que debemos seguir es a aquella que suena en nuestro corazón. Si esa voz te está diciendo que tu destino está allá, debes seguirla. Estamos contigo.
—Ustedes los Potter tienen una fijación con las chicas de Oriente —Ginny acercó su rostro al de Al, susurrando en su oído—, ¿sabías que la primera chica de la que tu padre se enamoró era de ascendente chino también?
—Y también fue la primer chica a la que besé. —agregó Harry.
—¿En serio? —Preguntó Ginny, arrugando el entrecejo.
—Eh… ¿no? —respondió el jefe auror, reparando en su error.
—Entonces, ¿están de acuerdo? —retomó Al.
—Sí. Pero asegúrate de volver en una sola pieza.

Luego de decir esas palabras, el jefe auror tomó en brazos a su esposa e hijo, sabiendo que esa sería la despedida. Cuando se separaron, Al fue al encuentro de Scorpius y Rose, contándoles el resultado de su incursión.

Ginny se le quedó mirando a la distancia, con los ojos humedecidos.

—Él estará bien. Verás que volverá —trató de consolarla Harry.
—Lo que realmente me preocupa es que esté bien, pero que no quiera volver más.


Entre todo el tumulto, Scorpius buscó a Li, y una vez que llegó con él comenzaron a hablar acerca de trivialidades. No podría decirse que habían llegado a ser amigos, sin embargo, el tiempo había logrado que desarrollarán cierta relación de reconocimiento y respeto mutuos. Luego de sentir que aquel simulacro de charla era insostenible, Malfoy hizo lo que sentía correcto:

—Quiero disculparme contigo y con Sakura. De verdad, no quise crear un malentendido.
—¿En serio? —preguntó Xiao-Lang, escéptico.
—Bueno, tal vez sí al principio, ¿pero como podrías culparme? Ella es hermosa y… —se detuvo al ver cómo el gesto de Li se endurecía—, en fin, el punto es… gracias por todo lo que han hecho por nosotros. Espero podamos ser buenos amigos a raíz de toda esta locura.

Luego de escrutar un rato al rubio con incredulidad, y viendo que no había segundas intenciones, le tendió la mano, gesto que Malfoy correspondió aliviado.

—Gracias. ¿Y sabes? Deberías prestar más atención a Rose. Es una chica increíble también.

Se dieron una sonrisa desconfiada mientras la fuerza del agarre aumentaba, hasta que, al mismo tiempo, se soltaron al sentir suficiente dolor.

Scorpius se despidió y volvió hacia su comitiva.

—¡Scorpius! —lo llamó a la distancia y esperó a que atendiera—. ¡Aléjate de mi novia!


—¿Estarás bien sin Yue? —preguntó Sakura a un Touya intranquilo entre toda la actividad, luego de que se anunciara que las partidas comenzarían unos minutos después de la puesta del sol.
—Definitivamente prefiero que esté cuidándote junto con el peluche. Aunque la verdad…
—Preferirías que fuera Xiao-Lang quien me cuidara, ¿verdad?
—El mocoso tiene un compromiso contigo…
—Pero ahora tiene que ayudar a su familia. Descuida, estaré bien. ¿Qué harás tú?
—Me quedaré para asistir a Tomoyo. Supongo que algo podré hacer por ella, nunca aprendí a usar una varita y dudo poder hacer algo más sólo con mis puños.
—Gracias por cuidar de nosotras siempre, hermano.
—Asegúrate de volver a salvo ¿de acuerdo?
—Descuida, estaré bien.
—Si no, ¿que le voy a decir a papá? —dijo riendo por lo bajo luego de hacer rabiar a su hermanita.
—¡Diez minutos para partir! —exclamó Harry a la distancia, valiéndose de un encantamiento Sonorus.

Todo aquel que no fuera a viajar comenzó a volver a La Madriguera, varias decenas de escobas se posicionaron en el campo, y los Li, junto con sus invitados fueron hacia la casa, irían por red flu a los muelles donde su barco los esperaba.

Al se despidió de sus padres y sus mejores amigos. Kurogane susurró algunas palabras de despedida en el oído de Tomoyo, y luego chocó el puño con Charlotte, que volaría a Dubái. Eriol comparaba notas con Akko, que llevaba una escoba muy particular con ella.

Xiao-Lang y Sakura se encontraron a medio campo, y por impulso, todo quién lo notó se dio la vuelta para darles espacio.

—Ha sido toda una odisea, ¿no? —dijo ella mientras tomaba las manos de su amado.
—Ya lo creo que sí.

Se mantuvieron en un conmovedor silencio por unos segundos, hasta que ella se atrevió a hablar:

—Te amo. No tienes idea de cuánto.
—No creo que más que yo.
—Somos terriblemente cursis.
—Y yo agradezco que sea así.

No había palabras para expresar la tristeza que sentían por esa separación, pero tampoco para la felicidad de estar juntos y la gratitud para con la vida por la forma en que los había unido.

Se besaron por última vez ese día, con tanto amor que la muestra de afecto tuvo efecto en las energías mágicas alrededor de ellos, pero no de forma espontánea… de hecho, era por orden y designio de Sakura. Al separarse y abrir los ojos, las Cartas Sakura flotaban alrededor de la pareja. Ella decía palabras de agradecimiento mientras que con una de sus manos las reunía para consolidar el mazo.

—Cincuenta y dos de las Cartas Sakura —dijo ella cuando estuvieron reunidas, y las ofreció a Xiao-Lang—, ellas irán contigo. Es mi deseo, al igual que el de ellas.

Él tomó las cartas con cierta incredulidad, pero cambiándola luego por una palpable determinación.

—Gracias. Cuidaré de ellas con mi vida y te las devolveré de la misma forma en que me las entregas.
—Creo que nos hacen falta vacaciones. Estaría feliz si cuando esto termine…
—Iremos al mar. —Dijo él, sonriente.
—Me leíste el pensamiento. El mar sería grandioso. Sólo tú y yo… después de todo, ya somos adultos para el mundo mágico.

Harry y Ieran los alcanzaron con un gesto que iba de la seriedad a la melancolía.

—Es hora —sentenció Potter.

Los amantes compartieron una última mirada.

Xiao-Lang sentía unos minutos más tarde el sutil calor de las llama verdes envolviéndolo y poco después estaba en un muelle del Támesis, listo para zarpar.

Sakura sintió la fría brisa invernal corregida por una mascarilla y googles, mientras volaba hacia Londres, montada en el báculo hechizado con Flight y llevaba a Charlotte a sus espaldas.

La última parte de la odisea comenzaba.

Capítulo 23.

Fin.


¡Hasta la actualización! ¡Estamos cerca del final!