Está es la segunda historia que hará parte de una colección con un tema en particular.
Así que sin más que decir vamos a continuar. Espero disfruten la lectura.
Descargo de responsabilidad: Naruto no me pertenece, pertenece a su creador Masashi Kishimoto.
- No va a pasar nada 'ttebayo - Persona hablando
" Esto no puede ser real" Pensamientos
- Me las vas a pagar Naruto - Bijuu
Los secretos del Hokage
Capitulo 9: Revelaciones
Con el inicio del nuevo día muchos cambios se acercaban a la aldea de la hoja, algunos mucho mas públicos que otros y que ciertamente alteraría el equilibrio y la percepción de lo que creían era el estatus quo dentro de su aldea, pero eso es adelantarse mucho a los acontecimientos futuros.
Por ahora, en aquel momento mientras el sol iluminaba la aldea luego de el caos del cía anterior cuando su líder apareció en la puerta de su hogar solo para desmayarse, en el hospital un rubio conocido por todos y respetado por muchos empezaba a abrir los ojos mientras maldecía al astro rey por impedirle seguir durmiendo, aunque por alguna razón se sentía ese día con muchísima mas energía de la que recordara tener en un buen tiempo.
Se levanto un tanto desorientado, "supongo que aun no me recupero por completo", fue lo que pensó en lo que llevaba una de sus manos a su cabeza para sujetarla tratando de mitigar la migraña al tiempo que cerraba sus ojos para que la luz no le molestara y respiraba profundo para intentar enfocarse lo cual le llevo algo de tiempo lograr.
- Ne Kurama, tal vez esto no fue tan buena idea después de todo - fue su comentario un tanto burlón sobre su propia condición hacia su inquilino preparándose para lo que estaba seguro sería un verdadero discurso de reproche de parte de su biju sobre sus malas e impulsivas decisiones, sin embargo se extraño cuando no recibió respuesta alguna, - ¿are?, ¿ahora te quedas callado? - termino reprochandolo el al creer que su biju estaba dormido, por lo cual ante la sorpresa abrió los ojos de nueva cuenta.
No fue si no hasta ese momento cuando todo en su mente se clarifico que empezó a notar detalles en la habitación donde se encontraba descansando en el hospital, "¿es idea mía o de pronto la cama se siente mucho mas grande que ayer?" en ese momento le hubiera gustado escuchar a su compañero decirle algo, aunque fuera un insulto para sentirse mas tranquilo, pero al parecer este seguía en su campaña de silencio.
Empezaba a sentirse ansioso, por alguna extraña razón que no llegaba a entender, sentía que todo era mucho mas grande que el en aquel lugar, pero aquello era imposible, nada cambia en cuestión de una noche y aun así es no disminuía su sensación de que todo lo que lo rodeaba parecía no ser real y debido a eso recordó su propio y particular sueño, sueño que casi se podría decir estaba cerca de ser un recuerdo de su pasado.
Después de todo, se vio a si mismo cuando era solo un niño hiperactivo cabeza hueca y a su lado estaba su esposa rubia, la cual se agachaba para besarlo en sus labios, "- eres todo un niño travieso por querer besar a tu Okaa-san -" recordó que le decía mientras le sonreía coqueta, eso era algo que recordaba que cuando quería solía decirle Tsunade mientras un hermoso sonrojo adornaba su rostro.
Sin embargo la única razón de que supiera que aquello era un sueño era que luego de ese beso se encontraba en brazos de otra mujer que reclamaba sus jóvenes labios también y al verla era su otra mujer, Hinata, pero en su actual forma que sonrojada y con sus ojos nublados por un sentimiento que el conocía muy bien pues el fue el responsable de que ella lo despertara, lo miraba con ternura antes de hablarle a la rubia, "- Mooo, no es justo Tsunade-chan, yo tambien quiero jugar con el pequeño Naruto-kun -" le causaba gracia su puchero, pero igual era una escena que mas allá del erotismo que desprendía en ese momento era bastante agradable y cálida.
Aunque claro le sorprendía que en aquel sueño fuera un niño de nuevo, no entendía porque de ese sueño pero no le dio importancia en ese momento pues parecía disfrutar de aquella vida tan familiar entre los tres, sin embargo ahora con todo lo que sucedía a su alrededor no sabía porque ese sueño empezaba a ponerlo nervioso.
- Ademas, ¿por qué se me viene a la mente ese sueño justo ahora? - se estaba alterando cada vez mas, se sentía ansioso, - ¿acaso es premonición de algo? - estaba tratando de emplear toda su capacidad para entender todo esto, no es que fuera alguien que creyera mucho en el poder de los sueños ni nada de eso, pero ya había tenido sueños raros antes que resultaron de una u otra manera ayudándolo en el futuro.
Prefirió dejar eso para después cuando volviera a casa pues hoy le darían el alta luego de todo el día de ayer donde estuvo en observación, entonces podría pensar en esto con mayor detenimiento en un entorno mas relajante, por eso arrastro con pesadez su mano por su rostro por el fastidio que empezaba a sentir en esas cuatro paredes y la sensación de le producía y cuando retiro su mano de su rostro y la vio se puso pálido.
- No, no, no, no, no - se asusto en cuanto con sus manos sintió su propio cuerpo alterándose cada vez mas y negando la posibilidad de que de verdad estuviese pasando, por eso busco la primera superficie reflectiva que encontró para poder verse y cuando vio su imagen en el metal se negó a creer lo que vio, buscando una confirmación por medio de su técnica insignia y la ms confiable para saber si era real al presentarle una imagen de si mismo, - ¡KAGE BUNSHIN NO JUTSU! - pero al aparecer el clon, la imagen que vio no era diferente de la que vio en su reflejo alterándolo aun mas.
- ¡Un sueño!, ¡si!, aun estoy soñando claro - termino tratando de autoconvencerse y por ello se pellizco la mejilla todo lo duro que pudo sintiendo un enorme dolor que lo hizo comprender que esa era la realidad, - no, no es posible... que... - ni siquiera sabía como formular sus preguntas ante su actual estado abrumado, pero quería respuestas y las quería a la de ya.
- Naruto, solo quiero que sepas... que esto no fue idea mía - fue lo que terminaría escuchando de parte de su biju cuando este finalmente se digno a hablarle, aunque ciertamente no se esperaba su declaración, empezando a cambiar su sentimiento de asombro y terror por la mas genuina de las iras.
¿Era en serio?, no le hablaba en todo el rato dejando que la paranoia lo consumiera y no le decía nada que lo pudiese preparar para esto, y cuando finalmente ese asqueroso costal de pulgas se dignaba a dirigirle la palabra, ¿era con la única intención de tratar de lavarse las manos?, si, definitivamente estaba furioso y eso lo dejo saber fácilmente con su grito.
- Kurama... - la manera en que pronuncio su nombre le hizo saber al biju que el rubio estaba mas que furioso en ese momento y eso no era bueno, no para el y sus intereses de mantener su orgullo, - ¡¿QUÉ DEMONIOS FUE LO QUE ME HICISTEEEEEEEEEEEE?! - su grito se escucho fácilmente por el edificio, seguido de una ola de chakra que salio disparada de su habitación, fuer lo que fuera que paso, nadie se atrevería a entrar a esa habitación en un muy buen rato.
En otro punto de la aldea, en la residencia Uzumaki dos hermosas mujeres despertaban con la luz del sol sobre ellas luego de una larga noche de placer entre ellas, se encontraban apenas tapadas por una sabana que poco y nada se esforzaba por ocultar las curvas de sus hermosos y curvilíneos cuerpos, habían dormido abrazadas tanto con sus brazos como sus piernas y ahora que despertaban sonreían al encontrarse con su compañera frente a ellas, sonrojándose luego de recordar todo lo vivido hace algunas horas, empezando por la abundante descarga de leche que su mutuo esposo había dejado en sus úteros y que luego ellas felizmente se habían encargado de limpiar con sus bocas en la noche.
-Hola Hinata-chan, ¿dormiste bien? - fue la pregunta que lanzo la rubia con delicada voz como quien habla a su amante, cosa que no era mentira, ambas se habían hecho amantes y ciertamente disfrutaban de esa relación y todo gracias a cierto rubio pervertido que les inicio en ese camino, como fuera la pregunta hizo que la ojiperla se riera por lo bajo, pero eso no impidió que respondiera con el descaro y picardia que era capaz de liberar cuando estaba con quienes hacían parte de su vida y su corazón.
- Aun tengo secuelas de nuestra noche juntas... eres muy golosa cuando se trata del semen de Naruto, Tsu-chan - cualquiera que no conociera el lado mas atrevido de la mujer seguramente dejaría caer su mandíbula hasta el suelo por el descaro y burla con la que se refirió al sexo no solo con su esposo si no con otra mujer, pero en la rubia aludida en su comentario, no pudo evitar sentirse avergonzada, le costaba que le recordaran lo golosa que llegaba a ser a veces cuando se trataba del sexo, claro esta que no es que negara eso, como se lo dijo a su esposo, no le importaba ser tachada de ninfomana por sus seres amados, pero eso no impedía que igual se avergonzara cuando se lo recordaran luego de dejar salir ese lado de si misma.
- No puedo evitarlo, la mezcla del semen de Naru-chan y el coñito rosado de Hinata-chan es demasiado delicioso como para desperdiciar una sola gota - era un juego de dos y si la ojiperla quería jugar, entonces ella también se aseguraría de avergonzar a su tetona amante, cosa que logro fácilmente luego de alabar el sabor de su intimidad y la peculiar mezcla que surgía de su esencia y la del rubio cosa que hizo reír a la rubia haciendo que Hinata terminara en un adorable puchero.
- Pues tu leche también es deliciosa Tsu-chan y ayer estabas derramando mucha - sus risas terminaron con ese comentario de su hermana regresando el sonrojo a su rostro, desde que descubrió que estaba realmente embarazada de nueva cuenta sus pechos estaban produciendo mucha leche y aunque se negara a admitirlo, le prendía y mucho amamantar, por eso cuando dio a luz a Hitomi, cada vez que la alimentaba, al terminar se llevaba su esposo a la habitación y no se detenía hasta que el incendio en su interior se aplacara, ahora con su embarazo sus deseos de amamantar se estaban desbordando y ayer valla que alimento a la ojiperla.
- N-No puedo evitarlo, sabes que lacto mucho y me duelen los pechos si no las vació cuando lo hacemos - oh si, al parecer la rubia era una productora de leche por medio de los métodos mas obscenos y se cargaba particularmente cuando follaba, algo que su marido había sabido aprovechar muy bien al punto de hacerla una fetichista de la lactancia.
- Fu fu fu fu, no me molesta Tsunade, es mas si aun tienes un poco me gustaría beber mas, últimamente tu leche esta mucho mas dulce y deliciosa de lo normal - al parecer no era la única con ese fetiche por la leche materna en la habitación, aunque le sorprendió que reparara en el sabor, aunque claro esta poco sabía que era producto de su actual estado de gravidez, no quería decírselo, al menos no ahora, quería que estuvieran todos reunidos para dar la noticia.
- Ara, Hinata-chan y me acusabas de ser una golosa - sonrió al ver a la chica sonrojarse tras su pedido, pero mentiría si dijera que no quería hacerlo, solo esperaba no dejarse llevar mucho, lo ultimo que quería era que sus hijas las vieran en un momento en exceso intimo, porque si, para las dos mujeres, ambas niñas eran sus hijas, así de unida era su familia, - adelante, bebe hasta saciarte Hinata-chan, después de todo no hay nada mejor que un buen y nutritivo desayuno - retomo el tema jugando un poco en el proceso, el único problema era que aun ni la tocaba y la sola idea de amamantar a la ojiperla ya tenía su coño encharcado y su cuerpo como un volcán ardiendo.
Se levantaron dejando caer la sabana revelando el desnudo torso de ambas y se acercaron lo suficiente como para poder darse un beso cargado de todo el afecto que se tenían, no por nada habían sido las esposas de Naruto por años, se conocían por completo y entre ellas no había secretos.
- Tienes un cabello muy bonito Tsu-chan, tan largo y brillante - no pudo evitar alagarla cuando se separaron, especialmente cuando vio como el sol daba en sus dorados cabellos haciéndolos brillar cual tesoro escondido, - ojala yo lo tuviera así, tan largo y sedoso - ahora lo decía mientras acariciaba unas cuantas hebras de la mujer que se dejaba embargar por la suave caricia antes de responder.
- De que hablas Hinata, tu cabello es hermoso también - alago de vuelta a su amante sujetando también unas cuantas hebras deslizando sus dedos por todo el largo del mismo, aun no entendía porque lo escondía, bueno si lo sabía, era por el mismo motivo que ella escondía su propia edad, su celoso esposo no compartía su belleza con nadie mas que el, eran sus diosas a palabras suyas y nadie mas que el era digno de apreciar tanta belleza y claro, ellas como mujeres enamoradas no dudaron en aceptar sus términos lego de escucharlo.
Volvieron a verse tras terminar de admirar sus cabellos, para acunar una de sus manos en la mejilla de la otra antes de fundirse de nueva cuenta en un beso aun mas caliente y húmedo que el anterior, dejándose llevar cada vez mas por la pasión que empezaba a despertar en ambas.
- Si no mal recuerdo, alguien quería leche hace poco, entonces... - fue lo que dijo la rubia cuando se separaron de nuevo cuando la falta de aire se hizo insoportable y una vez recuperada insto a su compañera a que procediera con aquello que deseaban ambas.
Mientras tanto la sonrojada ojiperla veía fascinada a esa mujer frente a ella y luego como hipnotizada por sus bellos ojos se lanzo a sus labios una vez mas, quería saborear sus labios una ultima vez antes de pasar a saborear sus lechosos pechos, acción que no fue evitada por la rubia, de hecho la recibió gustosa en un nuevo beso, pero esperaba que luego del mismo se dedicara a chupar la leche de ella antes de que enloqueciera, sin embargo no lograrían su objetivo cuando el sonido de la puerta abriéndose llego a ellas para luego escuchar un par de hermosas y cantarinas voces.
- ¡Buenos días Okaa-sama/Kaa-san! - eran los dos soles de la casa, Hitomi y Himawari quienes entraban sonrientes a despertar a sus madres y se encontraron con las mismas besándose entre si, nada que les sorprendiera pues ya las habían visto a ambas besarse no solo con su Otoo-san si no también entre ellas, así que eso no era algo que les causara mayor impacto.
Las dos mujeres se separaron del beso un tanto azoradas, no por el beso en si, eso no les preocupaba, no era la primera vez que lo hacían frente a sus hijas, no, su estado agitado era porque de haber entrado un segundo después, muy seguramente las habrían atrapado en una posición mucho mas comprometedora y era justo eso lo que querían evitar.
- Hola niñas, están muy animadas desde tan temprano - la primera en hablar fue Tsunade luego de recuperarse lo suficiente como para hablar sin nervios y las recibió con una hermosa sonrisa, eran sus amadas hijas y no se merecían nada menos que eso.
- ¡Hm!, ¡hoy Hima-chan y yo pasaremos todo el día juntas y jugaremos mucho!, ¿verdad Hima-chan? - tal cual su forma de ser tan alegre y animada, la pequeña rubia de puntas rojas estaba casi gritando sus intenciones para con su hermana menor sacando una sonrisa divertida de las dos mujeres en la cama ante su ternura natural y su buen animo.
Por otro lado Himawari se quedo callada un segundo ante la vista ante ella mientras una pregunta se formaba en su mente y llamando la atención de los otros tres en a habitación por su silencio cuando por norma general, la pequeña siempre secundaba todas las aventuras de su hermana mayor sin importar el riesgo de las mismas y eso hizo que todos se extrañaran.
- Ne, Hitomi Nee-chan - cuando la llamo le presto aun mas atención, particularmente porque no dejaba de ver a la misma dirección, - ¿crees que cuando seamos grandes nuestros pechos sean tan grandes como las de Okaa-sama y Kaa-san? -fue hasta entonces que las dos maduras mujeres recordaron algo, aun estaban desnudas y con los pechos al aire, dándole la vista completa de sus enormes jarras a sus dos pequeñas hijas.
¿Y que hicieron al percatarse de eso?, pues nada, no era la primera vez que las veían de todos modos, se bañaban juntas a veces así que no era nada que no conocieran en ambos casos pues se bañaban con una o la otra.
Pero era la primera vez que las veía a ambas juntas notando lo grandes de sus pechos y de paso generándole curiosidad sobre si ellas también las tendrían así de grandes al crecer.
- ¡Por supuesto Hima-chan, seremos tan hermosas como nuestras Okaa-san y tendremos pechos igual de grandes! - como siempre Hitomi y su explosiva personalidad daba la respuesta haciendo a las dos mujeres verse antes de reírse por lo bajo por lo infantil del comentario aunque sintiéndose alagadas por los elogios de su pequeña, - te aseguro que ninguna de las dos sera una tabla como esa amargada pelirrosa - había determinación en sus palabras, pero les asombro que se refiriera a Sakura en ese contexto, al parecer su pequeña discusión en el hospital había generado cierto disgusto de la pequeña rubia lo cual las hizo suspirar.
- Hitomi-chan, Himawari, ¿por qué no van, se asean y bajan a la cocina para desayunar?, nosotras haremos lo mismo - esta vez fue Hinata quien hablo y su dulce y cálida voz basto para eliminar el enrarecido ambiente producto de la pequeña rubia de puntas rojas con su ultimo comentario.
Entonces las dos chicas vieron a sus madres antes de sonreír y con sus manos arriba y una sonrisa en el rostro gritaron - ¡Si!, ¡vamos a desayunar! - antes de salir corriendo de la habitación con las consternadas madres viendo solo el polvo que dejaban tras de si al salir corriendo.
- ¡Oigan, primero vallan a asearse! - fue lo ultimo que dijo Hinata antes de escuchar un si a lo lejos por parte de las dos niñas haciéndola suspirar, cuando estaban juntas parecía que se olvidaban de todo lo que no fuera jugar todo el tiempo que pudieran.
- Eres demasiado dulce con ellas - le dijo sonriente la rubia al ver a su cansada amiga, aunque ella no era mejor, solía ponerse demasiado complaciente con su hija cuando le hacia carita de cachorro herido, truco que estaba segura aprendió de su padre, - supongo que nuestros planes se arruinaron ahora que las niñas despertaron - suspiro la rubia haciendo referencia a su momento lascivo anterior, muy para su pesar pues estaba realmente caliente.
- Supongo - secundo la ojiperla a Tsunade al entender a que se refería, no mentiría, ella también se moría de ganas de un mañanero, pero ya no era una opción factible dada la situación, por lo cual se paro para ir al baño y asearse ella también pero no se movió de su lugar cuando se paro, de hecho giro su vista a la rubia que la veía curiosa antes de extender su mano, - ¿que te parece si nos bañamos juntas?, ahorraremos tiempo de esa manera - dijo sonriendole con cariño, antes de sentir como la rubia tomaba su mano aceptando su invitación y juntas dirigirse a su baño personal en la habitación para limpiarse.
Sin embargo, la ojiperla se equivoco, lejos de ahorrar tiempo, la realidad es que terminaron derrochandolo en la ducha, al principio solo se estaban lavando, primero a si mismas y luego la una a la otra y fue entonces cuando todo se fue al carajo, pronto las jabonosas manos de ambas mujeres dejaron de limpiar la piel de la otra para pasar a manosearse la una a la otra, de ahí a masturbarse directamente y sin reparo entre si, pronto dejaron de lado las pretensiones y dieron rienda suelta a lo que querían, pasando por besos chupones y caricias descaradas, ademas de complacer el deseo de leche de ambas antes de pasar a follar propiamente dicho en la ducha, algo que les llevo mas de media hora para detenerse al recordar que debían bajar a cocinar, aunque no sin antes llevarse un buen par de orgasmos de parte y parte.
- Creo que nos dejamos llevar - dijo Tsunade mientras se secaba y se reía ligeramente al no poder contenerse, aunque no es que no lo hubiese disfrutado de todos modos, - sabes algo Hinata, creo que deberé buscar una manera de que también empieces a lactar, no es justo que solo tu te amamantes - ese comentario hizo que la ojiperla se sonrojara al punto de que humo salía de su cabeza, no solo por la vergüenza de todo lo que hicieron, ni por que se prendió a los pechos de la rubia como bebe con hambre, también estaba el detalle que no era la primera ve que la Uzumaki deseaba poder lactar también y que ahora Tsunade dijera eso abrió su imaginación a escenas con su esposo ordeñándola como a una vaca y ella disfrutándolo ademas, por eso no dijo nada, pero ciertamente no se oponía a la idea.
- S-Saldre primero para ir preparando el desayuno - fue todo lo que dijo la ojiperla antes de salir corriendo del baño dejando a una risueña rubia al ver tan avergonzada a su amiga, escudándose en ss labores como ama de casa para evitar la conversación, pero que ni creyera que no llevaría a cabo su objetivo.
"Si, definitivamente te haré lactar Hi-na-ta", ante ese pensamiento solo se pudo relamer los labios en anticipación saboreando ya la leche materna de su compañera, ¿una retribución a los litros de leche que ella había bebido?, tal vez o solo fuera el morboso deseo de la rubia de compartir con ella el obsceno placer del sexo lactante, eso era algo que solo la rubia sabía, pero eso no implicaba que en ese momento mientras terminaba de secarse no se imaginara a ambas chupándose los pechos la una a la otra bebiendo su leche a la vez o masajeando el pene de su esposo con un sándwich de tetas usando la leche combinada de las dos como lubricante, en fin, que las opciones eran infinitas.
Dejo esos pensamientos de lado pues no quería tardarse mas en bajar, por eso termino de secarse, se arreglo y bajo para encontrar a las dos niñas jugando a la espera de los alimentos y a la ojiperla en la cocina también ya arreglada, incluyendo su imagen, suspiro al verla así frente a su familia pero no le dio importancia y mejor se acerco a ella para luego de un beso rápido ayudarla a preparar el desayuno para los cuatro.
Les casaba gracia a ambas mujeres cuando sirvieron la mesa el ver como las dos niñas parecían muy interesadas no en comer si no en devorar sus alimentos lo mas rápido que fueran capaces de hacerlo, aun así no era un comportamiento que deberían alentar y por eso debían reprenderlas.
- Niñas, no coman tan rápido, no es propio de una dama - querían que fueran mujeres educadas por lo cual debían reprender su actual comportamiento, - ademas se atragantaran si comen tan rápido - Tsunade estaba de acuerdo con su hermana, por eso dejo que en todo momento fuese ella quien reprendiera al par de infantes.
- Pero Hinata Okaa-san, si tardamos en comer tendremos menos tiempo para jugar - el puchero de Hitomi mientras reprochaba casi la hace dudar, pero debía ser firme, no podía malcriarla, al menos no todo el tiempo.
- Okaa-sama, yo quiero jugar con Hitomi Onee-chan - cuando vio a su propia hija se le acabo la firmeza, estaba haciéndole ojos de borrego a medio morir, lagrimas se le escapaban y eso era mas de lo que podía soportar por eso busco ayuda de la rubia, antes de que cediera a los caprichos de sus hijas... de nuevo.
Tsunade por su parte sudo avergonzada pues al parecer ninguna de las dos era rival para el combo de ternura que eran sus hijas, en ocasiones incluso su esposo se veía en problemas para mantener su firmeza y autoridad ante las dos, "¿me pregunto a cuantos ejércitos doblegarían solo con su ternura ese par?", un pensamiento que no pudo evitar pues era aterrador lo que podían hacer las dos cuando ponían ese rostro de aflicción por no poder jugar juntas como hermanas.
- B-Bueno, solo no coman tan apresuradamente... y compórtense mientras Hinata y yo salimos, ¿esta bien? - la rubia debió ceder aunque no fuera su intención, pues sabía que en este punto ambas no podrían evitar ceder ante sus miradas llorosas, las cuales dicho sea de paso se transformaron en muecas de alegría mientras saltaban abrasadas y riendo al haberse salido con la suya, al menos hasta que se percataron de lo ultimo que les dijo su madre Senju.
- ¿Acaso van a salir hoy a algún lado? -pregunto Hitomi movida por su innata curiosidad y también por la posibilidad de hacer una excursión junto a su hermana, algo que no habían hecho en un rato.
- Así es Hitomi-chan, iremos al hospital para traer a Otoo-sama, hoy le darán de alta - la ojiperla dijo con alegría mientras juntaba sus palmas frente a ella y le sonreía, sabía lo unidas que eran las dos pequeñas con su padre y considerando que ayer Hitomi estuvo llorando creyendo que su padre estaba en el hospital, sabía que esa noticia le alegraría mucho, a ambas de hecho.
- ¡Yeeey! ¡Hitomi Onee-chan! ¡Otoo-san volverá a casa! - la mas pequeña de los Uzumaki grito de alegría, algo que contagió a su hermana para una vez mas empezar a saltar de alegría frente a sus divertidas madres que las veían con una cálida sonrisa al notar la buena relación entre las niñas y su padre.
- Hai hai, entonces deberán procurar no ensuciarse mucho, para que reciban a su Otoo-san como se debe, ¿entendido? - una vez mas hablo la rubia esta vez para asegurarse de que no causaran un destrozo en la casa... de nuevo si se quedaban solas.
- ¡Haaiii! - gritaron las entusiasmadas niñas antes de llenarse la boca con la comida faltante hinchando sus cachetes y luego salir corriendo fuera de la habitación para empezar a jugar, sacando un suspiro en la Senju, pues no estaba convencida de que le hubiesen escuchado ninguna de las dos.
"Tengo un mal presentimiento" pensó la mujer luego de eso mientras a su lado la ojiperla solo sonreía amargamente ante la despreocupada actitud de sus hijas, algo que ciertamente no habían heredado de ellas, lo cual significaba que era herencia paterna y tal vez, solo tal vez, demasiada indulgencia materna.
- M-Mejor nos apresuramos también para poder ir al hospital cuanto antes - fue lo que dijo la ojiperla para llamar la atención de su hermana mientras tomaba su mano cálidamente en señal de apoyo, algo que agradeció enormemente la rubia.
- Jooo, al parecer alguien esta ansiosa por reencontrarse con su esposo - no pudo evitar el comentario burlón al ver el sonrojo de la chica, solo con sus seres queridos se sentía en libertad como para hacer ese tipo de comentarios, - no te preocupes, yo también quiero verlo ya... y que me llene por dentro como tanto amo que lo haga - al decir eso viéndola con coquetería la ojiperla no pudo evitar una vez mas explotar de vergüenza sonrojándose y expulsando humo e su cabeza para diversión de la rubia que no evito la carcajada que le siguió al verla así.
Mientras tanto, Hinata no pudo evitar hacer un puchero ante la burla de la rubia, especialmente porque no es que no cruzara su mente un momento erótico con su esposo y la rubia, el problema era que el rostro de puchero de la mujer, lejos de hacerla ver enojada, a ojos de la rubia la hacía ver adorable, entendía de donde saco la pequeña Himawari su ternura y por eso no fue capas de evitar besarla a modo de disculpa, cosa que pasada la sorpresa inicial del gesto, la ojiperla acepto y correspondió felizmente.
Luego del beso ambas sonrieron terminaron su desayuno, se asearon y partieron rumbo al hospital dejando a las dos niñas jugando felices a la espera de ver en casa a su progenitor, caminaron presurosas sin saber que al llegar su vida empezaría a cambiar, en mas de un sentido, pero disfrutarían de esos cambios mas de lo que se podrían imaginar.
Al llegar al hospital y pasar por los protocolos de visita pasaron derecho a ver a su esposo, aunque empezaron a angustiarse cuando conforme se acercaban a la habitación algunos de los médicos del lugar parecían verlas como si fueran demasiado valientes y otros un tanto angustiados empezando a generar un mal presentimiento en ambas, lo cual se transformo rápidamente en temor al pensar que quizás algo le había pasado al rubio y eso los hizo acelerar el paso aunque de manera imperceptible para los demás pues lo ultimo que necesitaban era llamar la atención.
No podía haberle pasado nada, era imposible que le hubiera pasado algo, había sobrevivido a muchas cosas antes, se había enfrentado a la muerte infinidad de veces y a enemigos mucho mas fuertes que el y aun así había salido victorioso de todas y cada una de esas ocasiones, esto no podía derrotarlo, al menos eso era lo que se decían las dos mujeres conforme se acercaban a la puerta de la habitación del rubio.
Sin embargo, en cuanto llegaron hasta la puerta y la rubia tomo el pomo para abrirla, se congelaron las dos en su lugar por el miedo, miedo a que al entrar se encontraran con un grupo de médicos recogiéndolo todo, desconectando cada aparato y en la cama yaciera el cuerpo de su esposo inerte al haber perdido la pelea, la sola idea de perderlo les causaba demasiado pánico y les hacía dudar de entrar si con ello evitaban tal imagen.
Pero eran shinobi, grandes kunoishi, entrenadas para soportar el dolor y la perdida, claro la rubia no lo había logrado en el pasado y por dentro sabía que perder al rubio la rompería irremediablemente, pero ambas debían entrar, para bien o para mal, era su deber como las parejas del ninja mas travieso que alguna vez pisara la aldea.
Por ello respiraron fuertemente antes de verse y con una renovada resolución y sintiendo que podían apoyarse en la otra finalmente abrieron la puerta para ver a su esposo y lo que vieron ciertamente las sorprendió, pues no estaban preparadas para ello.
Ahí estaba su esposo, totalmente sano, sin ningún cambio sobre el que debiera preocuparles mas allá del gesto de mal humor que se cargaba en ese momento, al menos hasta que las vio y su rostro se suavizo para pasar de su furica expresión a una mas cálida y amorosa dedicada a ellas y solo a ellas, su familia.
No entendían, que estaba pasando, se habían tomado su tiempo antes de entrar preparándose mentalmente para posiblemente encontrar al rubio en estado critico o en el peor de los casos muerto, pero verlo totalmente sano, de hecho ya vestido y preparado para salir era algo que les desconcertaba, porque si todo estaba bien, ¿que era lo que tenía a los médicos del hospital tan inquietos?, ahora necesitaban respuestas y no sabían quien podía dárselas pues dudaban que el rubio lo supiera realmente.
Querían decir algo pero en cuanto abrieron la boca para formular alguna pregunta alguien mas entro en la habitación, alguien bastante conocido por las tres personas en la misma, una mujer de cabello negro vestida con un kimono particular de dolor negro y que en el pasado fuera la mano derecha de Tsunade cuando tomo el manto como el Hokage.
- Shizune - fue lo que dijo la rubia en cuanto la vio, se notaba agitada y un tanto preocupada, pero cuando noto todo normal paso a estar confundida pues no encontraba motivo de alarma.
- ¿Are?, que extraño, todo esta normal - ese comentario llamo la atención de todos, parecía saber algo que ellos no y eso era suficiente para las dos féminas, al parecer ella podía darles las respuestas que tanto deseaban encontrar a la extraña situación que estaba ocurriendo aquella mañana en el centro de atención medica de la hoja.
Por eso se acercaron a la mujer y la tomaron de los hombros con inusual fuerza, llamando la atención de la pelinegra que nada mas vio los sonrientes rostros de ambas mujeres y sabía que estaba metida en un buen lio, conocía esa expresión muy bien, su maestra la había usado infinidad de veces antes con ella, incluyendo cuando le revelo lo que paso esa noche en que ella estuvo borracha y triste extrañando a su esposo, recordaba muy bien lo que le dijo mientras usaba esa sonrisa.
"- Eso jamas paso y nunca lo comentaras con nadie, ¿entendido? -" el tono suave y dulce de su voz, la expresión de inocencia que expresaba su rostro con esa sonrisa mientras con su mano apretaba su hombro al punto de casi romperle la clavícula la perseguía en sueños aun ahora, por lo cual era plenamente consciente de que si estaba haciendo esa expresión en este momento, mentirle u ocultarle información era una sentencia de muerte.
Tristemente eso no era lo peor, después de todo era algo a lo que estaba mas que acostumbrada al haber convivido con la mujer buena parte de su vida, no, lo que le aterraba de verdad era la otra mujer que como su maestra la tenía retenida por un hombro solo que sin aplicar fuerza, lo cual lo hacía mas aterrador, pocos lo sabían pero Hinata Hyuga era por definición un monstruo aterrador, no era fácil lograr que mostrara ese lado de si misma pues su actitud dulce y pasiva te hacía pensar que era imposible hacerla enojar, pero el problema era ese, cuando se enojaba, la niña tierna y dulce que todos conocían se transformaba en un ogro ansioso de sangre.
Ahora ante ella estaba esa persona, la miraba con una sonrisa en sus finos labios y con sus ojos cerrados dándole un aspecto tierno, el único problema, pese a que sus ojos permanecían cerrados a su alrededor podía notar las venas marcadas producto de haber activado su Byaugan una amenaza latente que le decía que era mejor no huir o se vería forzada a detenerla la fuerza, estaba atrapada, la combinación de la amenaza silenciosa junto a ese rostro tan dulce era aterrador y de primera mano había visto cuando ella se enojaba, pues había visto a la ojiperla castigando a sus hijos con el Byakugan activado, la ultima vez cuando nalgueo a Hitomi por sus travesuras pasadas de la raya que acabaron con la pobre llorando mientras debía aplicar hielo en su trasero y luego una almohada si quería sentarse, fue su maestra quien le dijo lo que ocurría si activaba su doujutsu para castigarlos, al parecer ella había encontrado una nueva manera de aplicar el puño suave y no le dolía aplicarlo con sus revoltosos hijos.
- Ne, Shizune-chan, puedes decirme, ¿que es lo que sabes? - trago saliva cuando vio como las venas de los ojos de la ojiperla se remarcaban mas luego de esa pregunta, era mejor no mentir ni guardarse la información, por su seguridad y la de su trasero el cual inconscientemente había tratado de proteger llevando sus manos hacía la zona como un escudo.
- P-Pues y-yo... - le estaba costando horrores hablar sin tartamudear y al parecer eso no era algo que estuviesen interpretando muy bien ambas féminas haciendo que su temblor aumentara mientras empezaba a sudar.
- Shizune, ¿sabes algo?, no te he entrenado en un buen rato y eso podría bajar tu rendimiento como shinobi, quizás sea momento de un nuevo entrenamiento con tu Sensei - en cuanto la escucho se puso pálida, los entrenamientos de la rubia nunca fueron precisamente suaves ni cuando empezó, así que siempre acababa con los músculos hechos trizas sin poderse mover sin dolor en días y ahora ese supuesto entrenamiento parecía mas una amenaza que una ayuda.
Busco con sus ojos ayuda de la única persona que podría calmarlas, pero cuando dirigió su vista en su dirección el rubio se estaba haciendo el desentendido en aquella situación, acto muy inteligente pues estaba procurando mantener su integridad física intacta, tal vez el fuera su esposo y quien podía doblegarlas la mayor parte del tiempo, pero en este momento viéndolas tan enojadas hasta el sabía que meterse implicaría salir mal librado de eso, en otras palabras, la pelinegra estaba total y completamente sola frente a dos fieras furiosas.
- E-Escuche q-que había u-un p-problema en la habitación de N-Naruto - cuando dijo eso sintió como las mujeres la soltaron permitiéndole respirar aliviada pues al parecer se sintieron complacidas cuando empezó a hablar, aunque claro esta llamo la atención del rubio cuando mencionaron un problema con el.
- ¿Problema?, pero si nadie a venido hasta ahora, ¿como pudo haber un problema? - el rubio sentía curiosidad y no era el único, las dos mujeres también la sentían después de todo, ellas asintieron a lo dicho por su marido, no había muestras de que ocurriera algún problema con su esposo, por eso todos la vieron como si le hubiese crecido otra cabeza.
- M-Me informaron que desde hace un rato han percibido un chakra muy denso y pesado saliendo de la habitación de manera muy agresiva, ademas de escuchar gritos, así que tenían miedo de entrar - eso explicaba algunas cosas como la forma en que las veían cuando llegaron y las vieron dirigirse al cuarto del actual Hokage, al parecer suponían que solo alguien verdaderamente loco se atrevería a entrar voluntariamente a un lugar que desprendía una energía tan salvaje.
Las dos mujeres se sorprendieron cuando escucharon eso, luego pasaron a ver a su esposo esperando una explicación solo para encontrarse al rubio rascándose la cabeza avergonzado mientras las veía apenado por los problemas causados por cuenta de su arrebato.
- Siiii... sobre eso, resulta que estaba enojado con Kurama y empece a discutir con el, al parecer no me percate de que estaba tan alterado que empece a expulsar chakra de modo tan violento, lo siento mucho dattebayo - se disculpo el rubio mientras hacia una mueca de sonrisa amarga e incomoda ante lo que sus acciones causaron, otra vez, por simplemente no ser capaz de medir las consecuencias de sus actos... otra vez.
Sin embargo lo que dijo les llamo la atención a las tres, era insólito en realidad, ¿Naruto peleando con Kurama?, era difícil de creer pues ese par se llevaban muy bien, al punto de que su armonía como biju y jinchuriki era de envidiar, no habían tenido una discusión desde que se hicieron amigos y aprendieron a convivir el uno con el otro, entonces eso dejaba muchas dudas.
- Pero mi amor, tu y Kurama se han llevado bien desde hace ya muchísimos años, ¿por qué discutirían ahora? - Tsunade estaba perpleja y por eso no pudo evitar su pregunta, una pregunta que rondaba la cabeza de las tres mujeres pues era un evento raro, después de la guerra Kurama no había sido motivo de discusión entre ellos y tampoco en la aldea donde poco a poco habían aprendido a aceptarlo como uno mas de su comunidad aunque al biju aquello lo fastidiara.
- Tsu-chan tiene razón Naruto-kun, tu y Kurama son muy buenos amigos, no tiene sentido que peleen ahora - Hinata no estaba mejor, la confusión en ella era igual, había algo que no estaba diciéndoles y eso le preocupaba, a todas de hecho, - Naruto, ¿qué... paso? - el que no usara su honorifico de siempre daba a entender que esperaba una respuesta algo difícil de notar cuando le dedicaba un rostro tan lleno de angustia.
Pero nada las preparo a ninguna para lo siguiente, pues el rubio de un momento a otro cambio esa mueca de disculpas y vergüenza para un rostro serio y estoico, un rostro que ellas conocían muy bien pues era el rostro que usaba cuando se trataba de asuntos de estado que requerían su intervención como Hokage, eso las asusto mas de lo que ya estaban.
- Este no es el lugar para hablar de eso - era mas grave de lo que pensaban si el les decía eso con ese tono tan autoritario digno de un jefe militar, - hablaremos cuando lleguemos a casa, ¿les parece? - al menos tenía intención de contarles, pero no lo haría a no ser que fuera en la seguridad de su santo hogar, debía ser algo serio para tal cosa y eso solo acrecentaba sus temores.
Sin embargo entendiendo que era algo que no quería que se supiera mas aya de su circulo intimo asintieron en acuerdo con su petición a lo que el rubio también asintió a modo de agradecimiento antes de eliminar toda la rigidez de su cuerpo y la seriedad del ambiente para volver a su actitud normal despreocupada y bromista de siempre.
- Ahora... que no me van a saludar como se debe Tsu-chan, Hinata-chan - al decir eso ya con su tono alegre de siempre extendió los brazos en clara señal de que las quería ahí con el y las chicas llevadas por su amor por el, olvidaron de momento todo lo demás para ir a sus brazos felices y contentas.
Se besaron con el una después de la otra varias veces aumentando la intensidad de los besos y las caricias olvidándose no solo del lugar donde estaban si no de la persona que estaba presente viendo todo aquello con un adorable sonrojo, al menos hasta que la escucharon aclarar su garganta para llamar su atención y recordarles que no estaban precisamente solos ni en el mejor lugar para estar dando un espectáculo tan descarado.
- Ahem, como sea, ya que al parecer no hay problemas, no veo razón para que mi Naru-chan no le den el alta - contesto la rubia cuando se recompuso tratando de sonar como lo que era, una ninja medico, aunque el sonrojo tan fuerte que ahora adornaba sus mejillas hacía difícil tomarla en serio, mas cuando Naruto y Hinata notaron el imperceptible roce entre las piernas de Tsunade tratando de aplacar su calor, algo que la ojiperla entendía bien pues ella estaba considerando hacer lo mismo.
- S-Si, solo tendrían que llenarse algunas formas de salida y listo - les recordó Shizune los protocolos de la institución a lo cual los tres asintieron de acuerdo con la pelinegra.
- Eso es genial Naruto-kun, podremos ir a casa finalmente, las niñas están esperándote - esta vez era el turno de Hinata para dejar salir su emoción, la cual acompaño con un ligero y delicado aplauso frente a su pecho mientras le sonreía calidamente a su esposo el cual asintió en confirmación a lo que le dijo antes de que sin darse cuenta ninguna de las dos, el rubio las tomo de las cinturas y las atrajo hacia el de nuevo haciéndolas sonrojar mas pero no por eso negandole el contacto.
- Si, estoy ansioso de volver a casa - escucharlo decir aquello les encantaba, ahora que el rubio quería que los tres vivieran juntos, mas que nunca querían ir a casa y poder empezar su vida como la gran familia que eran, tal vez faltaban miembros que estaban fuera, pero era solo cuestión de tiempo, como fuera nadie estaba mas feliz en ese momento que la rubia la cual ya esbozaba una soñadora sonrisa ansiosa de comunicarle a su esposo la gran noticia, aunque claro los planes se truncarían un poco por mano del propio rubio, - sin embargo, hay algo que debo hacer primero en la oficina - eso borro sus sonrisas, odiaban cuando el debía quedarse en la oficina tanto tiempo, claro esta el siempre hacía trampa usando sus clones para pasar el tiempo con su yo original con su familia, pero habían ocasiones en las que debía ser su verdadero yo y no su jutsu quien atendiera dichos asuntos.
- Es necesario, sea lo que sea puede esperar hasta mañana - Hinata hablo, tampoco le hacía gracia aquello, quería estar con su esposo en casa y sabía que la rubia también por eso si era necesario ambas armarían un berrinche, le aplicarían la ley del hielo, lo que fuera hasta que fuera a casa con ellas, una actitud muy infantil tal vez, pero era el efecto que tenía sobre ellas esa droga que Naruto se encargo de hacerlas adictas que era el amor que sentían por el y que el alimentó con el suyo propio.
- Ojala pudiera'ttebayo, pero esto es algo que se debe hacer... y quiero que estén presentes también pues les compete tanto como a mi - aquello las hizo abrir los ojos de la sorpresa, estaban listas para llorar si era necesario y el les decía algo así y con un rostro tan serio, debía ser realmente importante como para incluso requerir su presencia, - es hora de que la aldea sepa la verdad sobre nosotros - la convicción en sus palabras las sorprendió al tiempo que las asusto, aunque obviamente mas a sus dos esposas que a Shizune la cual sentía solo sorpresa ante la declaración del rubio.
- ¿E-Estas seguro mi amor?, no digo que no lo hagas, he esperado mucho por este momento, pero, ¿es de verdad el momento adecuado para decirlo? - Tsunade estaba temblando de emoción, si de verdad iba a ocurrir, entonces finalmente podría caminar por las calles como lo que era la mujer de Naruto Uzumaki, podría decirle al mundo que ella y el tenían una familia y que Hitomi era su hija tanto como Boruto y Himawari, pero tenía miedo de que quizás el pueblo no estuviese preparado y condenara tal relación.
- Por supuesto... claro que me hubiera gustado que fuera en otros términos, pero creo que es buen momento ahora - eso las sorprendió a todas pues no entendieron eso de los términos en que se procedería con esa decisión y eso lo capto el rubio al verlas por lo que sonrió antes de contestarles con toda la calidez que solo le dedicaba a ellas, - etto, la cosa es que nos descubrieron y siendo honesto aunque se que son buenos chicos, hay una persona entre ellos que no confió en su capacidad para resistir querer contar lo que se podría decir es un chisme así de jugoso - al decir aquello la imagen de una rubia apareció en su mente.
Irónicamente las tres mujeres entendieron de quien se trataba, Tsunade pues recordaba a una chica de largo cabello rubio y ojos esmeralda que tendía a ser bastante entrometida y querer saber cosas que no necesitaba saber sobre las vidas personales de otros, Hinata, bueno, mentiría si dijera que no pensaba en la rubia que era su amiga la cual en mas de una ocasión cuando se reunían no era capaz de ocultar su dicha al tener un nuevo chisme que compartir con ella y ahora tenía la madre de todos los chismes y en el caso de Shizune, ella se había visto bombardeada en el pasado por la curiosa ojiesmeralda para saber mas sobre su sensei cuando esta se negaba a hablar y claro trataba de sonsacarle lo que quería a su asistente.
No era descabellado pensar que la chica no resistiría la tentación de decirle algo de eso, tal vez no a todos pero si a los mas cercanos y ellos a su vez regarían la información por la aldea poniéndolos en un predicamento, entonces entendían a que se refería el rubio, era mejor que la información saliera directamente de los implicados para evitar tergiversaciones producto de chismes.
- S-Supongo que tienes razón y en ese sentido es mejor que seas tu quien lo revele, aun así tengo miedo de como respondan al saberlo - Hinata sabía que era mejor así, pero no quería que su familia se destruyera, no quería que se separaran ahora que tenían la oportunidad de finalmente estar todos juntos.
- No te preocupes, todo saldrá bien ya lo veras - le dijo con una sonrisa, esa que le hacía confiar en el y en que saldrían adelante, por eso asintió antes de recostar su cabeza contra su pecho buscando su calidez para calmar sus nervios, acción que fue imitada por la rubia y que el Uzumaki se aseguro de complementar abrazándolas mas contra si mismo en señal de que el las protegería, podrían ser grandes kunoichi, pero aun eran mujeres con familia por la cual temían, - Shizune Nee-chan, comunicate con los lideres de clanes y al consejo civil, pídeles que reúnan a todos los suyos frente a la torre Hokage en una hora por favor - termino viendo con seriedad a la pelinegra, necesitaba hacer esto ahora que tenía la voluntad de hacerlo, si esperaba mucho el miedo podría doblegarlo como a sus mujeres y en este momento mas que nunca debía ser fuerte, por su familia.
- Entendido, iniciare con su pedido Lord Hokage - pudo decirle de manera mas informal pero entendió que este era un momento serio y como tal exigía profesionalismo de su parte hacia su líder, solo esperaba que las cosas no se salieran de control en cuanto se supiese tal cosa.
Naruto la vio salir para cumplir su orden y luego de que salio solo se abrazo mas fuerte a sus mujeres buscando en ellas la fuerza que sentía le haría falta para afrontar este reto, había llegado la hora y requeriría de todo su control para hacerle frente, por sus hijos, por ellas, por su familia, por eso mantuvo el abrazo sobre ellas por un buen rato hasta que sintió su corazón mas calmado al igual que a sus esposas.
- Que tal si vamos a la oficina de una vez, aun tengo que enviar el informe a Kiri sobre el asunto de los biju cerca de sus fronteras y asegurarles que el peligro paso - dijo el rubio cuando finalmente se separaron del abrazo solo para recibir el asentimiento de parte de sus dos mujeres, en cierta manera necesitaba distraerse hasta que llegara la hora y que mejor que llenando los papeles sobre la misión que había asumido como personal.
- Aun así, no creas que hemos olvidado el tema de tu discusión con Kurama, cuando lleguemos a casa, espero que no digas que fue lo que lo causo - el rostro serio de la Senju le dijo que no daría su brazo a torcer en ese asunto, igual no es que tuviese intención de ocultarlo, al menos no de ellas, esa era la base de su relación, cero secretos que afectaran a su familia, por ello asintió antes de salir de la habitación en dirección a su objetivo.
El tiempo hasta que se reuniera la gente se les hizo eterno, sin embargo encontraron como emplearlo hasta que llegara el momento empezando por la redacción del informe a Kiri para calmar las aguas, lo cual supuso un reto pues debían informar lo ocurrido pero sin ser demasiado específicos referente a algunos temas para evitar generar un conflicto de intereses con la aldea de la niebla.
Al final el informe termino contando el encuentro con el grupo agresor y su posterior destrucción, la platica con los biju omitiendo los cuerdos entre el Hokage y los mismos ademas de una verdad parcial, en la cual se informaba que los dos biju en cuestión, el sanbi y el gobi, habían accedido a esconderse un tiempo de los ojos humanos para evitar problemas, pero que el lugar donde se esconderían sería de conocimiento solo de los dos entes para evitar que la información se filtrara y atrajera a otros grupos extremistas como aquel.
Les llevo un rato redactar y que sonara convincente pero finalmente lo lograron y tras eso se encargaron de que el mensaje fuese enviado a Kirigakure a la brevedad, dejándolos libres en la oficina a la espera del gran momento, lo cual dicho sea de paso les permitió escuchar como en las calles se empezaba a reunir la gente alrededor de la torre Hokage a la espera del anuncio de su líder aumentando los nervios de los tres por lo que estaría por ocurrir en cuanto recibiera la notificación de que todos se habían reunido finalmente.
Escuchar como el bullicio aumentaba afuera de la torre y que aun Shizune no regresara confirmando la presencia de todos los estaba alterando, principalmente al rubio quien jamas fue alguien precisamente paciente, pero que había aprendido a aplicar conforme crecía, aun así ahora lo único que deseaba era que la pelinegra entrase y diera la señal de lo contrario, estaba seguro de que iba a enloquecer antes de tiempo y el continuo temblor de su pierna derecha mientras estaba sentado y el que mordiera constantemente sus labios por la ansiedad era la prueba física de ello.
No era el único, las dos chicas pese a estar físicamente tranquilas, el estado de su mente era un caos, evaluaban cada posible escenario luego de la revelación y los retos que deberían de enfrentar de cara a su nueva vida, porque si, había una cosa que tenían claro ambas mujeres y que sabían era secundado por su esposo y eso era que ni bajo amenaza de muerte pensaban separarse, eran una familia y no dejarían que nada ni nadie destruyera eso.
Sin embargo salieron de sus pensamientos cuando vieron al rubio tan tenso en su silla, el era quien mas podía perder con todo esto si las cosas salían mal, pero lo conocían, en cuanto tomaba una decisión no se echaba para atrás, claro ahora ya era muy tarde para eso, como fuera, se vieron entre ellas y sonrieron para sus adentros, el estaba haciendo esto por ellas, para ya no tener que ocultarse, pero quizás era quien mas temía ante la posibilidad de perderlas.
Siempre era el quien las protegía y apoyaba, tal vez era hora de que fueran ellas quienes le mostraran su apoyo, no por nada eran sus esposas, por eso tras una mirada entre ellas y un asentimiento, se acercaron hasta el para cada una sujetar una de sus manos en señal de apoyo, llamando su atención para poder darle esa fuerza que parecía querer abandonarlo.
- Relajate Naru-chan, tu lo dijiste, que todo saldrá bien, cree en esas palabras - le dijo la rubia con una sonrisa para calmarlo y también a si misma, debía creer en esas palabras ella también, si estaban juntos no había que temer y eso debía entenderlo su rubio.
- Es cierto, además cualquier problema que surja, lo afrontaremos juntos - esta vez fue la ojiperla la que hablo, tratando de recordarle que ya no estaba solo, ahora ellas estaban con el, eran su familia y como tal lo ayudarían a afrontar los problemas, ya no debía cargar con el peso del mundo el solo.
Al ver a sus esposas sonrerile y decirle esas palabras una seguridad inesperada llego a el, lo hizo sonreír al ver la suerte que tenía por tenerlas en su vida, ahí estaban totalmente aterradas, temblando ligeramente por el miedo y aun así le sonreían para darle valor y asegurarle que saldrían adelante, ahora mas que nunca debía ser fuerte, ellas se lo merecían, por eso beso el dorso de la mano de cada una antes de sonreirles con una calidez que las derretía mientras sus ojos les transmitían todo el amor que las palabras no eran capaces de expresar, quería decirles algo, ero en ese momento la puerta de la oficina se abrió dejando ver a quien tanto esperaban, finalmente Shizune hacía acto de aparición.
- Todos están reunidos Lord Hokague - esas simples palabras fueron mas que suficientes para hacerlos temblar a los tres, pero eran shinobis, habían enfrentado a la muerte muchas veces en el pasado y sobrevivido, esto no tenía porque ser algo peor si ellos no lo permitían.
- Llego la hora - fue todo lo que dijo el rubio antes de levantarse de su asiento para ver a sus dos esposas y asentir reafirmando su convicción para enfrentar este gran reto y posteriormente los cuatro salieron de la oficina para dirigirse al techo de la torre desde donde se dirigiría a su aldea para hacer el anuncio que cambiaría sus vidas para siempre.
El camino fue silencioso, ninguno quería decir nada, todos querían asimilar lo que estaba por ocurrir y temían que decir algo pudiera hacer retroceder a alguno de ellos, pero eran familia y como tal se apoyarían entre si, por eso cuando estaban por salir se detuvieron un momento, los tres implicados dieron una profunda respiración para calmarse y luego finalmente salieron.
Fue nada mas llegar al lugar y se separaron, las tres mujeres se quedarían atrás mientras el rubio se paraba frente a su pueblo y en cuanto los vio se sintió como antaño cuando la aldea lo miraba con rencor, aterrorizado, pero al ver hacia atrás y ver a su familia le dio valor para lo que venía por eso encaro de nuevo a los ciudadanos listo para hablar.
- ¡Los he llamado aquí hoy, porque tengo un anuncio que hacerles, revelarles una parte de mi vida que hasta ahora les era desconocida y que creo ha llegado la hora de que sean conocedores de la misma! - ya no había vuelta atrás, por lo cual luego de decir aquello los murmullos empezaron, debía continuar antes de que se hicieran ideas que no eran.
Por eso se giro hacia sus esposas y con un gesto con su cabeza les indico que se hicieran a su lado, algo a lo que ellas asintieron antes de empezar a acercarse dejando atrás a una tensa Shizune que solo les deseaba lo mejor y cuando llegaron a su lado los murmullos solo aumentaron ante la sorpresa de tenerlas ahí arriba también, como fuera el las tomo de la mano en primera para darse fuerza y en segunda para poder mostrarle al pueblo su vinculo con las dos féminas y decidió terminar con esto mientras aun tenía valor para hacerlo, - Estas dos mujeres son... - .
Finalmente habían regresado a casa, cansados por todo lo que había sido ese día y las sorpresas que tuvo el mismo, aunque realmente felices y un tanto consternados de como resulto todo al final.
No era para menos, después de todo los tres se esperaban algún tipo de alboroto de parte de los pobladores de la aldea tras escuchar a su líder decir que tenía dos esposas en lugar de una y mas aun, saber que una de esas esposas era la mismísima Godaime Hokage Tsunade Senju, esperaban protestas o algo por el estilo, pero no, todo lo que escucharon era algo que aun les costaba asimilar.
"- Increible; Como era de esperarse del septimo; Solo el septimo podría enamorar a la princesa de los Hyuga y a la Princesa de los Senju; Ahora mis respetos por lord Hokage se han aumentado -" eso y mucho mas fue lo que escucharon de sus pobladores luego de tal noticia y siendo honestos recordarlo les hacía doler la cabeza, especialmente por los gritos de jubilo que le siguieron a eso, gritos que aumentaron cuando fue y revelo la identidad de Hitomi como su hija y e hija de Tsunade, onde alegaron que el futuro de la aldea era brillante si el lord Hokage dejaba descendencia tan prometedora como esa, lo cual esta dicho sea de paso hizo que su mandíbula cayera como si quisiera tocar el piso de la impresión.
Claro esta las dos mujeres no estaban mejor, acabaron sonrojadas cuando los comentarios empezaron a derivar en la suerte que tenía el rubio por sus dos bellas esposas, la envidia que sentían por tener a esas dos mujeres tan hermosas en su cama, incluso algunos comentarios sobre lo viril que debía de ser el lord Hokage si podía satisfacer a dos poderosas mujeres como lo eran Hinata Hyuga y Tsunade Senju, estaban abochornadas obviamente por lo cual querían esconderse rápidamente luego de semejantes comentarios.
Y mientras tanto Shizune atrás de ellos solo podía sonreír amargamente mientras una gota de sudor resbalaba de su frente al ver como termino todo, aunque si se alegraba y aliviaba de que las cosas hubiesen salido mejor de lo que cualquiera de ellos se esperaba.
Como fuera, en estos momentos por la mente de la recién revelada familia Uzumaki-Senju-Hyuga, el único pensamiento que tenían era el del asombro por lo bien recibida que fue la noticia por parte de sus conciudadanos, lo que los llevaba a pensar que tal vez eso se debía a todos los horrores que debieron pasar durante la ultima gran guerra, todo lo que se perdió y lo que se debió sacrificar para lograr la actual paz donde incluso las aldeas ninja no tenían conflictos graves entre ellas, debieron aprender a recibir todo lo bueno y adaptarse a los cambios para poder salir adelante, por lo que el que su líder tuviese dos esposas no debía suponerles ningún problema y por eso podían aceptarlo con tal facilidad.
Era eso o que de verdad eran idiotas como para siquiera considerar la implicaciones de todo lo que se dijo, empezando por el tiempo de matrimonio entre los dos rubios, tal vez vivir en una aldea regida por las reglas ninja había echo que se comportaran mas insensibles a algunas cosas, como fuera, el hecho era que lo peor ya había pasado y con ese peso retirado de encima podrían hacer su vida como tanto habían deseado... juntos.
Obviamente luego de la revelación al pueblo paso a una reunión con los lideres de clan y el consejo civil para explicar a mayor detalle los pormenores de su particular situación, incluyendo el que se le permitía tener mas de una esposa ya que Tsunade en su momento y de manera secreta puso su nombre como parte de la ley de restauración de clanes, esa reunión si fue mas extensa pero culmino con la felicitación de los lideres por su feliz matrimonio y una promesa de parte de cada clan de una ofrenda para su matrimonio con la Senju así como en su momento lo hicieron por su matrimonio con la Hyuga.
Ahora solo querían descansar por lo cual nada mas entrar las dos mujeres fueron a la cocina a preparar algo que comer mientras el rubio se echaba sobre uno de los muebles de la sala para descansar y despejar su mente, a partir de ahora vendrían muchos cambios y quería descansar todo lo posible antes de eso, sin embargo sus planes los descarto mientras una sonrisa adornaba su rostro y dirigía su vista hacia la entrada a la habitación donde esperaba que en cualquier momento aparecieran las dueñas de las dos firmas de chakra que había sentido acercarse corriendo y que el tan bien conocía.
- ¡Tou-chan/Otoo-san! - sonrió al ver a sus dos princesas aparecer por la puerta mientras corrían hacia el llorando por verlo sano y salvo, para acto seguido tener a sus dos hijas abrazándolo mientras lloraban de alegría al verlo de nuevo en casa, tal vez Hitomi hubiese estado con el hace unas horas en el hospital, ero aun era una niña, así que ver a su padre a salvo siempre le generaba mucha emoción.
Ahora tenía a sus dos llorosas hijas pegadas a el, le sorprendía que para ser solo unas niñas tuviesen tanta fuerza en casos como este, pero no podía esperar menos de ellas, conforme el tiempo había pasado el lazo que compartía con su prole era por no decir menos, envidiable, tal vez desde que se hizo Hokage debió reducir el tiempo que les dedicaba, pero no había posibilidad de que no sacara aunque fuera una hora o dos para pasarla con ellas, jugando, enseñándoles o simplemente arrullandolas en las noches para alejar a los monstruos que según ellas asechaban en la oscuridad, cosas de niños, pero que el al crecer solo sabía lo feo que se sentía ese temor y por ello no las dejaba hasta que se dormían, cosa que en ocasiones acababa con el durmiendo al lado de sus hijas.
- Mah, mah, no tienen porque llorar princesas, estoy bien'ttebayo - trato de calmarlas, usando una voz cálida y acariciando sus cabezas mientras dejaba que lloraran para desahogarse, algo que era visto desde la cocina por ambas mujeres y sonreían al ver esa escena padre e hijas, que reafirmaba su convicción de que el rubio era un excelente padre pese a lo ocupado que solía estar, e irónicamente la idea de tener mas hijos las recorrió a ambas, bueno a Tsunade solo le reafirmaba el deseo de tener al niño que crecía dentro de ella y a Hinata, estaba considerando dejar de usar el sello anticonceptivo.
Hace mucho gracias a Tsunade habían desarrollado un sello medico especial que aplicaron sobre su vientre bajo, el cual actuaba como un efectivo anticonceptivo mientras no se perturbara el sello claro esta, lo cual les permitía poder hacer el amor con su esposo sin que aquello se convirtiera en un criadero de niños debido a los múltiples embarazos, especialmente cuando se consideraba que al parecer la Sangre Senju, Uzumaki y Hyuga era muy compatible entre si y eso generaba una alta fertilidad.
Sin embargo hace dos semanas, Tsunade perdió el control y al sentir a su esposo inyectando su chakra sobre su vientre, sobre sus ovarios, olvido lo que eso significaba, el rubio había roto el sello y había echo que su fertilidad regresara en ese mismo instante y ahora en su vientre crecía una nueva vida, no es que se arrepintiera, pues ella ansiaba poder tener un hijo mas con el, solo no quería llamar demasiado la atención dada su pasada situación, ahora con todo revelado podría pasear orgullosa por las calles de la hoja con su abultado vientre producto del embarazo.
Como fuera dejaron de pensar en eso cuando vieron como el rubio hablaba con sus hijas y luego de calmarlas jugo con ellas un rato, todo antes de que se reunieran los 5 en la mesa para disfrutar del almuerzo, como la ahora completa Familia Uzumaki, bueno casi completa pues la familia no estaba reunida totalmente en ese momento.
Comieron entre risas y anécdotas, todo para el entretenimiento de las dos niñas que miraban con asombro a sus padres al escuchar sus aventuras y los grandes guerreros que fueron y aun eran, haciendo que ellas desearan sus propias y geniales aventuras sacandoles sonrisas a sus progenitores al escucharlas, especialmente cuando dijeron que vivirían sus aventuras juntas, les alegraba ver el fuerte lazo de hermanas que tenían ese par y que a parecer se perpetuaría incluso cuando fueran mayores.
Terminada la comida y limpiado todo, se sentaron en la sala a descansar, los padres en el sofá y en el caso de las niñas dada su hiperactividad cuando estaban juntas corrían por los alrededores jugando a ser grandes Kunoichi como sus madres sacandoles sonrisas a sus padres los cuales se tomaban de las manos y en el caso de las dos mujeres recostando sus cabezas contra el rubio que las recibía feliz.
-Ne, Nauto-kun... viendo a las niñas así, me hacen desear que tengamos otro hijo - lo dijo de manera casual al ojiperla, un deseo impulsado también por la dicha de que su familia estaba reuniéndose para ser lo que eran una única y gran familia, sin esconderse ni mucho menos, no esperaba respuesta a lo dicho, pero no había mentiras en sus palabras, si el estuviese de acuerdo no le importaría quedar embarazada de nuevo.
No volteo a verlo, pero de haberlo hecho se habría encontrado con un Naruto totalmente sonriente, de hecho incluso soñador, para ninguna de las dos era un secreto que el deseaba una gran, enorme familia, entonces la idea de expandirla con sus amadas mujeres no le resultaba para nada desagradable, de hecho llevaba desde hace un rato queriendo un hijo mas.
Fue entonces que Tsunade recordó algo, tan a gusto se encontraba en esa casa actuando finalmente como su esposa si tener que preocuparse de que alguien los descubriera que termino olvidando la gran noticia que tenía para compartir con su esposo y su familia.
- Hablando de eso, tengo algo que decirte mi amor - fue lo que dijo conforme se enderezaba para poder ver a los ojos a su rubio esposo, aunque no era la única mirada que se fijaba en ella pues la Hyuga también lo hacía ambos envueltos en curiosidad, curiosidad que se amplifico cuando la vieron sonreír con tanto brillo que era increíble, el rubio no la había visto así desde que quedo embarazada de Hitomi, - pronto nuestra familia crecerá aun mas - la sonrisa tan radiante que le dedico al decirlo le llamo la atención, no quería emocionarse por nada, pero lo que le decía solo podía significar una cosa y solo una cosa.
Ante la declaración implícita de la rubia la ojiperla abrió grandemente sus ojos de la sorpresa pues no se lo esperaba tampoco y de hecho lo dicho por la rubia detuvo los juegos de las dos niñas para verla atentamente pues les ganaba la curiosidad sobre como crecería su familia.
Ante toda la atención y las ansias de respuestas de todos los presentes Tsunade no pudo mas que reír por lo bajo, antes de confirmar las sospechas mediante un gesto consistente en tomar delicadamente la mano del estupefacto rubio y dirigirla a su vientre, todo mientras no dejaba de verlo y veía como sus ojos se agrandaban cuando recibió la respuesta afirmativa a sus sospechas.
- Seras padre de nuevo - dijo con una sonrisa mientras lagrimas de felicidad empezaban a surgir de sus marrones ojos, aquel bebe llegaba en lo que podría ser el mejor momento de su vida como casada, - estoy embarazada - decidió decirlo, no porque no le entendieran aun, quería decirlo para sentir el cosquilleo en su boca al decir tan hermosas palabras y hacer real aquella situación que por mucho tiempo llevaba creyendo que era solo un sueño.
Todo quedo en silencio un segundo después de que ella dijo aquello último, todos lo estaban procesando, aseguandose de que no habían escuchado mal, que no era un sueño, el problema era que ese silencio empezó a asustar a Tsunade pues empezaba a creer que no les había sentado bien la noticia, casi transformaba su rostro de felicidad a uno de aflicción, sin embargo antes d que eso ocurriera sus labios fueron asaltados por su esposo quien la besaba con pasión e intensidad mientras sentía las lagrimas del rubio derramarse hasta llegar a su boca saboreandolas y como mujer pudo identificar el sentimiento que las producía, amor y felicidad y al saber aquello se dejo llevar por sus propias lagrimas antes de responder al beso mientras a su lado la ojiperla solo lloraba de emoción al saber que su hermana pronto sería madre una vez mas.
- ¡YEEEEEEYYYY!, ¿¡escuchaste eso Hima-chan!?, pronto tendremos otra hermanita - por su parte la pequeña rubia de puntas rojas no pudo ocultar su felicidad al saber que pronto sería hermana mayor de sangre por lo cual estaba saltando agarrada de las manos con la pequeña Himawari.
- Hmm, lo escuche, ahora yo también seré una Onee-chan, pero, ¿como sabes que sera una niña? - saltaba feliz junto a su hermana pero para la pequeña ojiazul su curiosidad era mas fuerte y quería saber como es que su hermana podía asegurar con tal confianza que ese bebe sería una niña.
- Eso es fácil, sera niña porque yo lo digo, lo siento en mi estomago - eso le pareció extraño a la mas pequeña y en el caso de la Hyuga que las veía solo la hizo sonreír incomoda ante la ingenuidad de su hija y la inocencia de la mayor, ese par serían un verdadero problema al crecer gracias a sus ocurrencias, pero llenaban de alegría la casa y eso era todo lo que importaba.
Mientras tanto el par de rubios apenas se separaba del beso para juntar entonces sus frentes en un gesto de absoluta conexión entre sus almas, mientras sonreían y se veían a los ojos aun llorosos por los sentimientos que estaban desbordandolos ante la noticia, serían padres, la rubia por segunda vez y el, bueno ya tenía mas que suficiente experiencia.
- ¿Cuando? - fue todo lo que le pregunto el rubio en un susurro que fue fácilmente escuchado por ella mientras sonreía, le costaba hablar sin quebrarse por la emoción, era tan irreal y al mismo tiempo tan perfecto.
- Hace tres semanas, cuando mi depravado esposo me tomo por una semana entera, creo que quede embarazada desde el primer día porque alguien decidió jugar con el sello anticonceptivo - le dijo al tiempo que le reprocho sin convicción en lo último a su esposo, aquello no importaba, solo importaba el hecho de que una nueva vida se estaba gestando en ella en este momento y no podía ser mas feliz, de hecho ya quería conocerlo, tenerlo en sus brazos, amarlo y verlo crecer.
Se separaron en ese momento pues habían aun personas que querían felicitar a la futura madre y esta vez era el turno de la otra mujer en la sala, la cual acuno una de las mejillas de la rubia mientras la miraba compartiendo su felicidad como si fuese ella misma quien en ese momento fuera quien estaba embarazada y luego se fundieron en un beso lleno de sentimiento mientras dejaban que las lagrimas bañaran sus mejillas, se querían mucho y por ese amor que se tenían como parte de una misma familia sabía que contaban con el apoyo una de la otra para esta nueva etapa, algo que agradeció enormemente la Senju.
Cuando se separaron ambas solo podían sonreír, se vieron y entonces soltaron una débil risita mientras sonreían y dejaban que sus emociones siguieran corriendo libres, necesitaban sacarlo todo para poder calmarse, pero era tan difícil cuando ni siquiera podías darle un nombre a lo que sentías en ese momento.
- Felicidades Tsunade-chan, estoy tan orgullosa de ti - la ojiperla no pudo decir mas que eso, sentía que si lo intentaba rompería a llorar de nueva cuenta, algo que agradeció la rubia que no es que se encontrara mejor emocionalmente.
Entonces fue el turno de las dos niñas las cuales se subieron al sofá antes de una a cada lado de la rubia darle un tierno y afectuoso beso en las mejillas a su muy infantil modo de darle las debidas felicitaciones algo que la hizo sonreír mientras las lagrimas no dejaban de caer al sentir el cariño de sus hijas en ese momento.
- Oh mis pequeñas, cuento con ustedes de ahora en adelante para que este bebe nazca bien, ¿de acuerdo? - a su petición solo recibió un entusiasta asentimiento de parte de las dos niñas las cuales luego se vieron entre ellas antes de asentir con una mirada llena de la mas absoluta determinación.
- ¡Si!, ¡seremos las mejores hermanas mayores! - lo dijeron al unisono mientras se paraban frente a ella y hacían un saludo militar a la rubia como si aquella fuera la misión mas importante de sus vidas sacando sonrisas de los adultos al verlas tan comprometidas, antes de verlas empezar a saltar de nuevo con alegría mientras soñadoras se contaban todo lo que podrían hacer con su futuro hermana o hermano.
Después de eso digamos que la rubia se convirtió en el centro de atención de los demás residentes, que la mimaban, le hacían preguntas, principalmente sobre el genero del bebe que mas prefería, que nombres había pensado, entre otras cosas o simplemente procuraban que no se esforzarse innecesariamente, buscaban su comodidad, lo que fuera que garantizara su bienestar y claro esta el del bebe dentro de ella, todo eso estaba haciéndola sentir abrumada pero increíblemente feliz pues era un eterno recordatorio de que sería madre, de nuevo, un sueño postergado por tanto tiempo finalmente se hacía realidad.
Pasarían un par de horas antes de que todos se calmaran y la normalidad volviese medianamente a la casa, aunque eso si, los mimos para la futura madre nunca cesaron y conocía muy bien a su marido, aun si le pidiese que no la mimara tanto, el haría oídos sordos y la colmaría de atenciones, claro esta eso no la molestaba y tampoco tenía la intención de pedirle tal cosa, pues si había algo que tanto Hinata como ella disfrutaban era ser unas niñas consentidas, malcriadas y mimadas por su esposo.
Estaban todos muy cómodos, incluso las niñas que ahora jugaban tranquilas en el suelo de la habitación, pero aun había algo que discutir y que ni la rubia ni la ojiperla tenían intención de dejar pasar, sin importar el hecho de que habían recibido tan grandiosa noticia previamente, por eso decidieron no postergarlo mas.
- Ne, Naru-chan... ahora si nos dirás, ¿por qué discutiste con Kurama? - la pregunta de la rubia saco de balance al rubio, tan emocionado estaba por su futura nueva paternidad que había olvidado ese asunto, de echo el silencio de Kurama y sus hermanos dentro de el desde que discutieron le había hecho mas fácil el olvidar ese tema.
- Me gustaría decir que olvidemos ese tema para otro momento, pero las conozco y no dejaran de insistir hasta que les diga, ¿verdad? - ante su respuesta no pudieron hacer mas que sonreír, el las conocía muy bien y ellas a el, por eso solo asintieron a manera de decirle que de esta no se escapaba, haciéndolo suspirar, - bien, pero déjenme llamar a alguien primero para que les explique adecuadamente - se confundieron ante eso, pero se hicieron una idea a que se refería cuando cerro los ojos un momento.
Lo vieron concentrado frente a ellas y sabían que estaba hablando con Kurama y supusieron que era el quien les explicaría la situación, por eso esperaron pacientes hasta que lo vieron abrir los ojos antes de que el hiciera una posición de manos muy conocida por ellas y de hecho por todos en el mundo.
- ¡KAGE BUNSHIN NO JUTSU! - termino gritando y luego de que la nube de humo del jutsu se dispersara frente a ellas vieron tres clones aparecer con sus ojos cerrados antes de que ciertas facciones del rostro de su esposo se deformasen en los clones y luego estos abrieran sus ojos mostrándolos rojos en cada caso dándoles a entender que aquellos tres clones serían los medios para comunicarse con los tres biju dentro de el.
- Aun no entiendo, ¿por qué tengo que ser yo quien explique esto? - fue lo primero que dijo quien por la voz y el ensanchamiento de las marcas de bigotes en el rostro del rubio reconocieron era Kurama, el cual su gesto hosco delataba el fastidio que sentía por verse implicado en la actual situación.
- ¡Esto es tu maldita culpa!, ¡así que ahora seras un buen perro, te vas a sentar y vas a explicar, ¿por qué carajos hiciste esto?! - el rubio grito histérico ante la desfachatez de su biju, el cual en ese momento estaba temblando de un ojo al sentirse insultado, quería contestarle, pero a sus ojos eso sería indigno de el y por ello solo soltó un suspiro de fastidio mientras giraba su rostro a otra dirección con el propósito de ignorar a su jinchuriki.
- Vamos Kurama, entiéndelo un poco, el cambio fue bastante sorprendente, no puedes esperar que se lo tome bien de inmediato - esta vez hablo otro de los clones, un tono conciliador y un rostro estoico, suponían las dos mujeres se trataba de Kokuo, aunque ya que salvo Kurama no habían interactuado mucho con otros biju era difícil determinar su identidad.
- Como siempre tu orgullo te puede mas, eres patético hermano, ¿qué diría padre si te viera actuar así? - ahora hablaba el ultimo de los clones el cual por alguna extraña razón que no entendían y tampoco querían preguntar solo tenía abierto uno de sus ojos y ya que era el único que faltaba suponían era Isobu, aunque eso les causo una extraña incomodidad ademas de una pregunta simple pero compartida, ¿acaso los biju con menos colas se comportaban todos así?, eso recordando la interacción de Kurama con Shukaku en su momento.
Sin embargo de toda esa extraña conversación entre los biju, a las dos mujeres se les quedo una parte en particular y era lo que estaba causando mayor curiosidad en ellas, curiosidad que se estaba haciendo insoportable para ambas.
- Waaa, ¡Kuraama esta en el cuerpo de Otoo-san!, ¡Yahoo Kuraama! - comento de repente la pequeña Himawari cuando reconoció al biju de nueve colas en el cuerpo del clon de su padre y no pudo evitar saludarlo con demasiada efusividad, algo que el biju noto aunque en su mirada parecía haber sospecha hacia la niña, cosa entendible luego de el golpe que la niña le dio hace años.
Sin embargo antes de que el biju dijera algo, si es que tenía la intención de hacerlo en un principio las dos mujeres llamaron la atención de los demás presentes, querían respuestas y no dejarían que la conversación se desviara antes de resolverlas.
- Etto, disculpen pero... ¿de que cambio están hablando? - la primera en hablar fue Hinata que tímidamente pero movida por su curiosidad se atrevio a preguntar eso que las carcomía por dentro a ambas mujeres.
Eso dejo un incomodo silencio en la sala, bueno salvo para las dos niñas que veían el comportamiento de todos con curiosidad infantil y sin entender en lo mas mínimo de que es que estaban hablando en ese momento.
- Mas vale que no le hayan hecho nada malo a Naru-chan o los sacare de su cuerpo y los moleré a palos - ahora era Tsunade quien hablaba, aunque solo lo hizo para amenazarlos haciendo que los biju abrieran grande los ojos por la osadía de la rubia, aunque quien la conociera sabía que cuando se trataba de su familia, la mujer era una completa mama osa y eso la hacía mas aterradora.
- Creo que lo mejor es que les muestre cual es el cambio que menciono Kokuo - se apresuro a hablar el rubio, no fuera que las palabras de la rubia fueran tomadas a mal por los bijus y aquello terminara con la casa destruida por la furia de una mujer hormonal producto de su embarazo y la indignación de tres biju al ser amenazados tan fácilmente por una humana.
Logro el cometido cuando la atención de las dos mujeres se fue hacia el, mientras que los biju solo retrocedían un poco para darle espacio y cruzaban sus brazos esperando que lo hiciera, por lo cual suspirando se paro en medio de todos y realizo un característico sello, uno conocido por ambas mujeres, pues aun a día de hoy lo solían usar cuando salían de su casa.
- ¡KAI! - y tras decir eso humo rodeo al rubio dejando a la expectativa a las mujeres y niñas sobre que era lo que se escondía tras el jutsu que usaba el rubio, porque era obvio que debía de ser un cambio físico muy notorio para usar el Henge de Tsunade.
Entonces conforme se iba esfumando la cortina de humo de la liberación, la imagen del rubio se fue mostrando y conforme fueron percibiendo el suso dicho cambio no pudieron mas que dejar caer sus mandíbulas ante el asombro de lo que sus ojos veían.
Ahí frente a ellas estaba Naruto si, pero no era el Naruto que conocían, mas bien era el Naruto que conocieron hace mucho, porque frente a ellas estaba el rubio con su apariencia de cuando era un niño de apenas 12 años.
- ¡D-Dejate de bromas Naruto que esto no es gracioso! - grito la rubia al ver a su esposo en esa forma, lo conocía como para estar convencida de que esto tenia que ser una de sus bromas y por ello trataba de reprenderlo, el único problema era que no podía aportar ese tono de reproche si frente a ella estaba el pequeño rubio viéndose tan adorable enfundado en las ropas de su versión adulta que por obvias de razones le quedaba ahora demasiado grande.
- Na-Naruto-kun, no creo que sea el mejor momento para un chiste - Hinata tampoco estaba en su mejor momento, verlo otra vez así, con esa apariencia revivía recuerdos de su enamoradizo pasado cuando aun le costaba intercambiar palabras con el sin acabar desmayada por la vergüenza y la timidez que en ese entonces tan fácilmente la doblegaban.
- ¡No estoy jugando!, ¡este es el cambio que este trió de idiotas me hicieron!, ¿¡por qué no me creen!? - quería reprocharles la poca confianza que le tenían como para creer que estaba haciendo una broma en este momento, el único problema, es que en ese momento se parecía mas a la rabieta de un niño que al reproche de un adulto que se sentía ofendido por la falta de confianza de sus seres queridos.
"Kawaiii!, pensaron ambas mujeres al ver a su aniñado esposo haciendo un puchero por su berrinche al no ser tomado en serio por las mujeres, haciendo que fuera mas difícil hacerlo si se veía y comportaba tan adorable a sus ojos.
- Jajajaja, Tou-chan te ves gracioso de esa manera - Hitomi no pudo evitar estallar en risas nada mas vio a su padre en esa forma, desconsolando al rubio el cual al ver en su dirección, se topo con que Himawari tenía sus manos tapando su boca en un banal intento por contener la risa sin lograrlo mucho desconsolando aun mas a su padre el cual sentía que acababa de perder el respeto de sus hijas a causa de las acciones de los biju.
- Temo que es verdad, ese es su aspecto actual en realidad, no es solo una broma de parte de Naruto-san - quien llamo un poco al orden y de paso recompuso con su seriedad el anterior ambiente fue Kokuo quien por su estoico rostro dejo claro para las féminas mayores que nada de esto se trataba de una mala broma, dejándolas heladas y con mas preguntas que respuestas.
- P-Pero, ¿como? y mas importante ¿por qué? - la ojiperla se estaba empezando a poner ansiosa con lo que ocurría, estaba asustada y lo dejo ver en la forma en que expreso sus dudas, necesitando de la intervención de la rubia quien tomo una de sus manos con la suya propia para llamar su atención y de paso transmitirle la calma que estaba perdiendo.
- Por favor, expliquen el motivo de esto - fue la petición de la rubia en cuanto logro calmar a su hermana, ella también estaba contrariada y el pánico trataba de doblegarla, pero por su pasado como kunoichi, Sannin y finalmente Hokage había aprendido a sobrellevar esas cosas en pro de poder analizar con calma las situaciones a las que se enfrentaba.
- Es por eso que les cedí el control de tres clones, para que puedan explicarles o que a mi con sus propias palabras, entonces... hablen - estaba serio en ese momento mientras veía a los clones que curiosamente mantenían su apariencia adulta, aunque en ese momento a ojos de los tres mayores era lo ultimo en su lista de preocupaciones.
- De manera resumida, lo que hicimos era necesario en pro de salvaguardar la vida de su esposo - la revelación las tomo por sorpresa pero solo aumentaba su confusión ademas de el temor tras lo que escucharon de boca de Kokuo por lo cual ahora necesitaban la explicación completa para entender la razón por la cual la vida del rubio estaba en riesgo en primer lugar.
- Creo hermano, que lo resumiste demasiado, e mejor decirles las cosas por completo o no lo entenderán - esta vez el clon con un solo ojo abierto hablo encontrando apoyo a sus palabras en las dos mujeres que empezaban a impacientarse ahora si ante la falta de información con la que estaban contando en ese momento.
- Idiota - fue el débil susurro de Kurama al ver lo que causo su hermano, especialmente en las niñas que ahora veían a su padre asustadas mientras este trataba de calmarlas diciendo que solo eran exageraciones de parte de los tres biju calmándolas poco a poco asegurandoles que estaba bien y que no iba a morir en un futuro cercano.
- Entiendo... supongo que entonces deberemos empezar por el principio - dijo Kokuo al comprender la situación y de paso ignorando el comentario de su hermano mayor en favor de mejor calmar los ánimos de las dos alteradas mujeres, - ¿que pueden decirme sobre los biju? - la pregunta las descoloco pero entendieron que lo que fuera a decirles era necesario que entendieran el papel que jugaban la existencias conocidas como biju.
De esa manera empezaron a enumerar todo lo que sabían de ellos, desde lo mas conocido, asta la información que solo unos pocos poseían, incluso las pequeñas participaron de la conversación levantando la mano como si se tratara de una clase todo aquello demostrando para asombro de los biju el gran conocimiento que tenían de ellos y el respeto que sus voces proyectaban hacia sus existencias.
- Ademas, son entidades forjadas de cantidades ridículamente grandes de chakra - en el momento que Hinata dijo aquello Kokuo levanto la mano para indicarle que se detuviera, cosa que ambas mujeres captaron y entendieron que al parecer habían llegado al punto central de esa pregunta lanzada por el biju de cinco colas.
- Exacto, somos seres cuyas reservas de charkra se consideran imposibles dada la enorme cantidad del mismo - empezó Kokuo la explicación sobre el tema de la cantidad de chakra que posee cada uno de los biju, no importaba que fuera el de una cola o el de nueve, la ingente cantidad de chakra de cada uno de ellos era y aun seguía siendo aterradora.
- Debido a eso es que ningun humano podría soportar en su totalidad a mas de un biju sellado en su interior, eso sería sentencia de muerte para el - esta vez fue Kurama quien hablaba de los riesgos de almacenar tanto chakra dentro de un solo cuerpo.
- Tiene sentido, la ingente cantidad de chakra que representa mas de un biju en un cuero sería un riesgo al saturar mas allá de sus limites las bobinas de chakra natural de un cuerpo, podría hacer estallar la red de chakra en una persona y consecuentemente morir - demostró la rubia el porque es que era la mejor medico ninja de todas las naciones elementales al captar los riesgos de manera tan rápida y aguda, identificando las consecuencias inmediatamente.
Lo dicho por la rubia altero a los otros cuatro miembros de la familia ante la mórbida imagen del cuerpo colapsando por sobre saturación sobre su red de chakra, e inconscientemente temblaron ante la idea.
- Correcto, por eso cuando le dimos a Naruto nuestro chakra aquella vez en la guerra, solo le dimos una fracción muy pequeña, algo que con ayuda de Kurama fuera fácil de manejar, de lo contrario el rubio habría muerto ni bien la guerra terminase - el comentario de Isobu dejo helado al rubio en cuetión mientras ponía un rostro extraño de aterradora seriedad con ojos como plato al saber solo hasta ese momento el riesgo que implico el poder que le fue otorgado por los nueve biju en ese entonces.
- Sin embargo cuando Naruto nos recibió en su ser luego de ayudarnos con los humanos que nos cazaban hace dos semanas, expuso su red de chakra a un estrés con el que no contaba, por eso su colapso en la entrada de su aldea el día de ayer, de hecho de no ser por que es un Uzumaki, habría caído muerto en ese lugar en vez de solo desmayarse - cuando Kokuo dijo eso todos se sorprendieron, al parecer gracias a sus genes fue que logro soportar tanta carga de chakra sin perecer, generando en los tres adultos un pensamiento colectivo, "benditos sean los genes Uzumaki y su inusualmente grande reserva de chakra", ante eso no pudieron evitar mas que suspirar aliviados.
- Etto, pero si es tan peligroso, ¿por qué aun permanecen dentro de Naruto-kun? - la pregunta de Hinata tenía validez, considerando todo lo dicho, a la rubia también le parecía extraño que los tres biju aun permaneciesen ocultos dentro de su esposo.
- Es justamente por eso que realizamos el cambio sobre el jinchuriki de Kurama - eso que acababa de decir Isobu las desconcertó, pues no entendían el propósito de rejuvenecerlo a ese punto si igual el riesgo continuaba.
- Permitanme explicarles - acabo diciendo Kokuo en cuanto noto el rostro de confusión en las dos mujeres al escuchar a su hermano, por eso decidió tomar la palabra para tratar de explicar lo mejor posible la situación, - por norma general, cada uno de nosotros siempre eramos sellados en un niño y eso tiene su razón de ser, después de todo un niño esta en pleno desarrollo y por ende su red de chakra es mucho mas flexible, se adapta para soportar las cantidades masivas de chakra que implica tener a un biju en su interior y por ende puede no solo sobrevivir con mayor éxito al sellado, también con algo de entrenamiento acceder a un control decente de nuestras habilidades por medio de nuestro chakra - cuando termino de hablar decidió esperar un momento, sabía que era mucho para procesar y quería que lo entendiesen antes de continuar con la explicación.
Por su parte ambas mujeres estaban en shock, todo aquello era algo de verdad impresionante, pero si lo pensaban bien, no faltaba a la verdad lo que les dijo, era de conocimiento común que cada aldea en tiempos pasados se aseguraba de elegir a un candidato ideal para contener en su cuerpo a uno de los nueve bijus y siempre se repetía las mismas condiciones, el prospecto a jinchuriki debía ser joven, casi siempre un niño, hasta ahora siempre creyeron que era con la intención de que el biju se mantuviera en un solo cuerpo tanto tiempo como fuese posible, jamas se les ocurrió que hubiese un motivo mucho mas poderoso como ese para tal cosa.
- Entonces, ¿un niño esta mejor capacitado que un adulto para contener a un biju al ser sellado debido a que su red de chakra aun no esta desarrollada y puede asimilar mas fácilmente esta nueva y poderosa fuente de energía? - ante la pregunta de la ojiperla, Kokuo asintió sorprendido de lo fácil que habían captado la idea de lo que les acababa de contar, entendiendo de paso lo listas que eran las esposas de su actual y temporal contenedor.
- ¡UN MOMENTO! ¡MI ABUELA FUE UNA JINCHURIKI Y YA ERA UNA ADULTA CUANDO SE CONVIRTIÓ EN UNA! - Tsunade no pudo evitar comentar el hecho de que su abuela, Mito Uzumaki había recibido en su interior a Kurama y cuando lo hizo ya era una adulta en su totalidad y aun así había sobrevibido, por lo cual parecía desacreditar lo dicho por el biju de cinco colas.
- Hm, Mito era una Uzumaki, esa familia de por si ya son unos fenómenos con grandes reservas de chakra, pero te equivocas en algo - escuchar a Kurama llamar a los Uzumaki de aquella manera causo que todos los miembros de la familia fruncieran el ceño pues de una u otra manera todos eran Uzumaki y acababa de ofenderlos, pero callaron pues querían saber que era lo que quería decir el biju sobre su primera Jinchuriki, - si bien logro adaptarse a mi chakra pese a que ya era una adulta, no creas que le fue tan sencillo, de hecho estuvo a punto de morir en un principio por la sobrecarga sobre su sitema - aquello hizo que todos abrieran grande los ojos, era increíble escuchar aquella revelación, mas para Tsunade quien jamas supo que su antepasada había pasado por tan precaria situación en su momento y eso solo elevo la imagen que tenía de ella, - es por eso que cuando sintió su momento cerca, eligió a un nuevo contenedor asegurándose que no solo fuera un Uzumaki para que soportara mas fácil la carga, si no también uno joven para que pudiese adaptarse con el tiempo a la misma, encontrando en Kushina el candidato perfecto - la mención de su madre llamo la atención de Naruto quien sonrió al escuchar el valor de su madre al como el ser el jinchuriki de Kurama desde tan temprana edad.
- No todos los jinchuriki contaban con la suerte de ser un Uzumaki como para soportar la carga, en mi caso vi a muchos adultos morir tratando de soportar el sello, por eso luego de un tiempo empezaron a elegir niños - Isobu dijo aquello como un recuerdo lejano, cosa que de hecho compartío Kokuo con un asentimiento refiriéndose posiblemente a un proceso similar en su caso, pero era entendible, a largo plazo la esperanza de vida de un jinchuriki se elevaba si este iniciaba aquella etapa desde niño.
- Como sea, el hecho es que si queríamos que Naruto-san soportara la carga no solo de nosotros si no de nuestros hermanos en su debido momento, su red de chakra necesitaba estar en capacidad de adaptarse y amoldarse a la energía con la que interactuaría - Kokuo dio el punto final de sus acciones sobre por que del rejuvenecimiento del rubio.
- Ya veo, para Naru-chan sería mas fácil soportar tanta energía con una red de chakra mas joven y adaptable y eso solo se lograría si el es un niño de nuevo - era asombroso como captaba y asimilaba la información la rubia, no por nada era una ninja medico, la mejor de todas de hecho y por eso podía entender la situación bastante rápido.
Por su parte Naruto se quedo de piedra cuando de un momento a otro resulto que sus esposas parecían estar de acuerdo con lo ocurrido como si fuera lo mas normal del mundo cuando para el esto era de lo mas raro que había aun en un mundo tan loco como en el que vivían.
- ¡Esperen un momento!, ¡No me digas que en serio estas de acuerdo con esto! - al decir lo ultimo se señalo por completo haciendo referencia a su actual estado de niño, poniéndose blanco al ver a las dos mujeres mayores asentir con su cabeza como si fuera lo mas obvio que si.
- No tengo problema si es para salvar tu vida Naru-chan - lo dijo con una sonrisa demasiado cálida y feliz como para la situación actual, lo cual lo estaba alterando mas en ese momento.
- Yo tampoco veo el problema, si así Naruto-kun puede sobrevivir, no creo que sean un precio tan alto - esperaba un poco de apoyo de parte de la ojiperla, pero al parecer estaba pidiendo un imposible.
- ¡No puedo ser el Hokage si me veo así! - termino gritando el rubio consternado por la actitud tan despreocupada de ambas mujeres ante su actual situación.
- No se de que te quejas, Yagura tenía una apariencia similar y fue el Mizukage en su momento - y ahí quedo su argumento, recordó entonces al jinchuriki de Isobu y tenía razón, su ultimo jinchuriki pese a su apariencia termino siendo el líder de su aldea, aunque eso no lo hacía sentir mejor.
- Ademas no es como si no fueras a crecer de nuevo, as que no veo el problema - una vez mas hablo la rubia quitándole hierro al asunto con cada palabra que decía, deprimiendo cada vez mas al rubio por la falta de apoyo de parte de sus mujeres.
- Siiii, sobre eso... el cambio es permanente e irreversible, se quedara con esa apariencia de ahora en adelante hasta el final, lo siento mucho - cuando dijo aquello la habitación se quedo en un silencio sepulcral, podía escucharse las gotas de agua caer del grifo en la cocina debido a la profundidad del silencio en la sala, al menos hasta que salieron del shock inicial.
- ¿¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉ!? - fue el ensordecedor grito tanto de adultos como de niños, ante esa ultima revelación, en eso incluían al rubio que fue quizas el mas alterado ante esa ultima revelación.
- ¡No me hablaron de eso antes!, ¿¡en qué diablos estaban pensando!?, ¡no puedo quedarme así para siempre! - el rubio estaba alterado, de hecho hasta estaba llorando de la humillación que ya se imaginaba sentiría cuando los demás se enteraran, se iban a reír de el de eso estaba seguro.
- Esa parte se podría decir que es mi culpa - eso llamo la atención de todos los presentes que ahora veían al clon usado por Isobu en busca de una explicación.
- Isobu-sas, p-podria explicarnos, ¿por qué dice que es su culpa? - Hinata estaba al borde del colapso, todo iba bien hasta que escucho que su esposo se quedaría con esa apariencia para siempre, las miles de ideas que la cruzaron en ese momento la marearon y ahora solo quería saber por que de ese hecho.
- Bueno... supongo que sabrán que entienden que cada biju tiene sus propias características particulares - ante lo dicho por Isobu todos asintieron, esta parte si que sería difícil... para todos, - en mi caso particular, esas características son ralentizar el paso del tiempo sobre mi jinchuriki al punto de casi hacerlo inexistente - se quedaron callados al escucharlo, por primera vez, no lograron entender de que iba lo que decía el biju de tres colas.
- ¿Que se supone que significa eso?, ¿ahora soy inmortal o algo así? - la forma en que lo decía era sarcástica, pero el rubio estaba asustado, necesitaba que aclararan lo que ocurría con el y necesitaba que lo hicieran ya.
- Claro que no, el tiempo sigue corriendo y eventualmente morirás, como todos los demás, a lo que me refiero es que ahora tu tiempo biológico esta... parado por decirlo de algún modo, no puedes crecer debido a eso, pero todas tus demás funciones trabajan a un ritmo normal como siempre - eso los dejo sorprendidos a todos, según el biju, ahora gracias a sus características el tiempo de su cuerpo se detuvo en esa edad y la conservaría hasta el final de sus días, pero en todo lo demás es como cualquier otro ser humano, era difícil de entender en realidad.
- ¿Eso fue lo que paso con Yagura?, por eso pese a que los años pasaban seguía viéndose como un niño, ¿no es verdad? - pregunto Tsunade que fue de las pocas que llego a ver o escuchar sobre la particular condición del Mizukage, aunque nunca creyó que aquello se debiera a un biju, siempre pensó que era algún jutsu para alterar su apariencia como lo hacía ella.
- Correcto, según Yagura, ya que yo era una tortuga, era lógico que incluso el tiempo se volviera lento a mi alrededor y por eso el jamas pudo crecer, algo que lo acomplejo buena parte de su vida - al escuchar a Isobu y su anécdota con su jinchuriki todos sonrieron amargamente mientras una gota de sudor corría por sus sienes, básicamente lo había insultado y al parecer el biju jamas se entero y quizás fuese mejor que eso se quedase así.
- Entonces ahora vuelvo a ser el niño que era, eso no esta bien'ttebayo - el rubio ahora lloraba cómicamente ante su paradigma y lo peor, es que no tenía escape de el, eso no era gracioso, al menos, no para el.
- No todo es tan malo, si bien ahora tienes esa apariencia, no regresamos todo a esa época, es mas compensamos esto haciendo el cambio inverso en ciertas partes - al oír eso, por alguna razon los tres adultos reaccionaron de manera diferente, pero con el mismo pensamiento, pues si Kokuo se refería a lo que creían las cosas podrían estar por ponerse muy locas en su vida marital, tal vez por eso el rubio lo veía con esperanza y las dos féminas sonrojadas.
- P-Podria ser mas especifico Isobu-san - irónicamente la mas tímida fue quien lanzo esa pregunta por ambas mujeres sorprendiendo a la rubia, aunque mentalmente le agradecía pues ella no encontraba las palabras para hacer la pregunta.
- Supongo que no quieren que sus hijas escuchen a que me refiero, pero si quieren saber, digamos que por lo visto ayer y lo que nos contó Kurama, entendemos que llevan una vida marital bastante... activa, así que no alteramos esa parte de su anatomía de su estado actual, es mas puede que sea un tanto mas grande a modo de compensación a ustedes por los problemas causados - era oficial, las dos chicas se querían meter en un agujero a esconderse por la vergüenza, mientras que el rubio solo hacía un rostro lascivo ante las posibilidades, ademas de sentir como su ego masculino aumentaba y las dos niñas miraban a todos los presentes confundidas sobre lo que estaban hablando.
- Antes de que lo olvide, ya que el proceso de reversión en la edad de Naruto-san se llevo hasta un punto donde todos sus tejidos estuviesen intactos... - las palabras de Kokuo los saco de su trance ante lo que estaban imaginando en el caso de los mayores para verlo una vez mas, pues al parecer las sorpresas aun no acababan, - en este momento Naruto-san es lo que ustedes llaman... virgen - se congelaron ante esa revelación al tiempo que esta vez el rubio acompañaba a sus mujeres en el sonrojo.
- ¿Eh? - fue todo lo que pudo decir el rubio tras escuchar al biju de cinco colas revelar tan extraño y bochornoso dato sobre su actual anatomía.
- Si, ya sabes, en este momento es con si jamas hubieses conocido a una mujer de manera mas... física - el biju tenía problemas para explicarse pues el concepto del sexo le era ajeno, mientras que por otro lado las dos mujeres se alegraban haber sido lo suficientemente rápidas como para tapar los oídos de sus respectivas hijas, eso era algo que no necesitaban escuchar todavía, aunque dado su sonrojo y el raro actuar de las dos, solo aumentaban la curiosidad de las niñas.
- C-Creo que no es neceario explicar mas sobre eso, ¿verdad? - Hinata comento aunque muerta de la vergüenza porque aunque la situación no era la ideal su mente corrompida tras años de ser la esposa del rubio le presentaba escenarios nada santos considerando como estaban dadas las actuales circunstancias.
- P-Pero, ¿como es posible que eso ocurriera?... digo, solo por curiosidad científica - al parecer Tsunade tenía otros planes, mal disimulados claro, por eso se veía el brillo en sus ojos mientras esperaba su respuesta y por ello Naruto solo tembló, a saber lo que se traía en manos su amada princesa Senju.
- Haaa, para un biju recuperar la salud de un cuerpo no es difícil, eres la viva prueba mujer - quien lo dijo fue Kurama haciendo referencia a su trabajo sobre Tsunade lo que permitió que ella pudiese tener la oportunidad de tener hijos de nuevo, - entonces para tres de nosotros no es un problema regenerar tejidos incluso a ese punto - lo decía como si fuera algo obvio, aunque a ojos de los tres adultos la sorpresa era inevitable.
Luego de eso la rubia tomo a los tres clones y se los llevo lejos para hablar, dejando en la sala a las dos niñas, Hinata y Naruto solos, con mucha curiosidad, pues todo lo que vieron fue una sonrisa extraña en sus labios antes de llevarse a rastras a los tres sorprendidos bijus que habitaban los clones del rubio.
Los dos adultos que quedaban se miraron y no pudieron evitar desviar la mirada sonrojados pues se avergonzaban de la actual situación aunque por diferentes motivos en cada caso, les era difícil hablar, por eso agradecieron cuando las dos niñas rompieron la tensión acercándose a su padre y empezaban a verlo, tocarlo e incluso medir su estatura con respecto a la de ellas.
- Heeee, Tou-chan, de verdad te ves como un niño, ¡sugooooi! - estaba asombrada la mayor de las dos niñas mientras seguía revisando a su padre en su actual estado no pudiendo evitar notar que para tener teóricamente la misma edad, el rubio parecía ser ligeramente mas bajo que ella, - jejeje, ahora soy mas alto que tou-chan - ese fue un golpe duro para el rubio que se refugio en una esquina mientras un aura de depresión lo rodeaba.
- Otoo-san, era muy kawaii de niño - el comentario de la menor de sus hijas lo saco de su miseria cuando lo dijo, especialmente porque una hermosa sonrisa llena de cariño e inocencia acompañaba sus delicadas facciones y el rubio no pudo hacer mas que llorar mientras abrazaba a su hija restregando su mejilla contra la de su sonriente hija menor.
- Uuuuu, Hima-chan, tus palabras son como un bálsamo para el corazón de tu Otoo-san - le era inevitable portarse así, sus hijas sacaban la parte mas vergonzosa de el y no le importaba quedar en ridículo ante otros si era mostrando cuanto amaba a sus hijas, caso contrario con su hijo con el cual su relación era mas competitiva, digna de dos hombres altamente orgullosos como lo eran padre e hijo.
Mientras tanto, Hinata veía la interacción de su esposo con sus hijas con una sonrisa y agradecida pues con la intervención de sus hijas finalmente había logrado calmar su agitado corazón lo suficiente como para hablar sin problema, aunque cualquier intención de hacerlo acabo cuando la rubia y los tres bijus entraban de nueva cuenta en la sala con los tres bijus dirigiéndose hacia ella, para que luego el clon quien era poseído por Kurama le tendía su mano para ayudarla a levantarse aunque no sin una mueca de fastidió.
La ojiperla no entendía a que se debía aquello pero igual acepto la mano del biju para levantarse y momentos después cuando se encontraba de pie, los dos bijus restantes se hicieron a sus costados para cada uno poner una de sus manos en uno de sus hombros y un segundo después, la mujer sentir una cálida corriente invadir su cuerpo por un instante y luego desaparecer cuando los tres biju se separaron y se pusieron al frente y al centro de todos los demás.
- Listo, todo esta hecho - las palabras de Isobu confundieron a Naruto y Hinata, pus no entendían a que se refería y era su intención preguntar, aunque claro esta, el biju se les adelanto tomando la palabra primero, - si no necesitan nada mas de nosotros, creo que regresare a descansar - ante sus palabras vio a la rubia la cual asintió feliz y con eso dicho corto la conexión con el clon y de paso el mismo desapareció en una nube de humo, dejando en la sala solo a Kokuo y Kurama con los miembros de la familia Uzumaki.
- Concuerdo con el, creo que nuestra tarea ya esta hecha, entonces Kurama ya podemos retirarnos - Kokuo fue el siguiente en hablar encontrando un asentimiento de parte de su hermano el cual se preparaba también para regresar al espacio mental que era su hogar dentro del rubio aunque sus deseos se vieron truncados por el mismo rubio.
- ¡Alto ahí, aun no has pagado por lo que me hiciste Kurama! - grito el rubio sorprendiendo al biju en cuestión el cual lo encaro molesto y no dispuesto a ser inculpado solo porque si por su compañero.
- ¡Un momento!, ¿¡cómo que un castigo!? ¡si no he hecho nada para merecer tal cosa! - grito indignado pues no veía cual era la acusación de la cual se le estaba haciendo acreedor de un castigo.
- ¡TE PARECE POCO HABERME HECHO UN NIÑO SIN MI CONSENTIMIENTO, IDIOTA! - empezó a gritar furico el rubio enfrentándose cómicamente contra el clon de su otrora versión adulta el cual era ocupado por su biju original.
- Esto no me concierne, entonces te dejo resolver tus asuntos hermano - luego de que Kokuo dijera eso también corto la conexión dejando un clon que al segundo siguiente desapareció dejando solo a Kurama presente con los humanos en esa casa.
- ¡Oye!, ¡me quieren castigar por tu culpa!, ¿¡cómo carajos esto no es tu asunto!? - le grito a su hermano solo para darse cuenta de que este ya no estaba, dejándolo solo, - tch, cobarde traidor - refunfuño el zorro al verse abandonado por sus hermanos, - ya te lo había dicho, esto no fue mi culpa, si quieres castigar a alguien hazlo con ese par, fue su idea - trato de defenderse el biju, aunque claro, sus palabras caían en oídos sordos.
- ¡Claro que lo es, se supone que somos compañeros!, ¡debiste tener al menos la decencia de avisarme primero en lugar de hacer esto mientras dormía! - estaba protestando a gritos contra el biju, el cual solo hacía una mueca de fastidio, - ¡además, no fue tu idea pero igual los ayudaste! - en eso tenía un punto, pero Kurama era orgullosos y no iba a permitir que un humano lo sermoneara, por muy bien que le cayera.
- No se de que te quejas, al final el resultado era el mismo - se defendía aludiendo el hecho de que igual seguramente todo terminaría con el mismo cambio realizado, así que no encontraba por que se enojaba tanto, - como sea, no voy a quedarme aquí a ser castigado por algo que no es culpa mía, adiós - y con eso dicho, corto la comunicación y el clon desapareció dejando a un furioso rubio con la palabra en la boca.
- Eres un... - no dijo nada mas por no asustar a sus hijas y tampoco ser el responsable de que aprendieran malas palabras, pero en cuanto las vio una idea cruzo su mente, una idea que lo hizo sonreí zorrunamente, lo cual resultaba ser una cruel ironía.
- No se si esa haya sido una buena idea hermano - al interior del rubio los biju discutían mientras que Kurama solo se echaba a dormir desentendiéndose de todo y de todos, - ahora si que te va a castigar - Kokuo seguía intentando ser la voz de la razón mientras Isobu solo veía desde aras con una sonrisa anticipando el problema en el que Kurama se acababa de meter sólito debido a su orgullo.
- He, quisiera ver que lo intente - el biju con apariencia de zorro y con nuevo colas lo dijo como un reto antes de cerrar los ojos dispuesto a dormir como si nada fuese a ocurrir, algo de lo que acabaría arrepintiéndose.
- Bien, si así quieres jugar... - mientras tanto afuera el rubio sonreía con maldad, se vengaría de su zorro amigo y sus hijas lo iban a ayudar, - ne, princesas... ¿les gustaría jugar con Kurama un rato? - ante la pregunta de su padre ambas niñas empezaron a saltar de felicidad demostrando lo entusiasmadas que las ponía la idea de jugar con el biju de su padre.
Ante eso el rubio solo sonrió con mayor satisfacción para luego empezar a ejecutar una serie de posiciones de manos canalizando el chakra a su gusto y luego ejecutar el jutsu que deseaba.
- Kurama... eres un idiota - dijo Isobu sonriente y antes de que el zorro pudiese decir cualquier cosa, este se vio desaparecer del espacio mental para un segundo después aparecer en el plano físico, aunque algo iba mal, podía ver a las hijas de su jinchuriki frente a el y eso era raro, pues para verlas considerando su tamaño tendría que agachar la cabeza y ahora casi podría jurar que eran de la misma altura.
Además, esas miradas de las niñas, estaban brillando como si frente a ellas hubiese algo maravilloso para los ojos de un niño, eso no le daba buena espina, especialmente porque esas miradas cargadas de ilusión y ternura, iban dirigidas a el y eso no le gustaba, fue entonces que sintió algo bajo sus brazos, algo lo estaba sujetando y al ver que era se encontró con unas manos.
Fue entonces que empezando a temblar miro hacia arriba encontrándose con la malévola sonrisa de un aniñado rubio que lo veía burlón solo entonces reparo en su actual apariencia la cual era una versión chibi de si mismo, no mayor en tamaño a un cachorro.
- Kurama, tu castigo ya fue decidido y sea... jugar lo que resta del día con mis hijas... diviértete - se quedo de piedra, tenía que estar bromeando, el, el biju mas fuerte, reducido a ser la mascota niñera de dos chiquillas revoltosas, que bajo había caído su amigo, - aquí tienen princesas, ahora vallan a divertirse con su buen amigo Kuraama - no tenía esperanza y por la forma en que el rubio les dijo aquello, aun si implorara de esta no se iba a zafar.
- Debes estar bromeando Naruto - quiso tratar de razonar en un ultimo intento de evitar tal humillación, pero todo se fue al caño cuando escucho a las niñas gritar emocionadas.
- ¡YEEEEEEY!, Mira Onee-chan, nuestro propio Kuraama y este se mueve - estaba jodido, lo ultimo que quería era acabar en las manos de esa endemoniada niña poseedora del Byakugan y por ello empezó a removerse en las manos del rubio tratando de liberarse para huir, porque volver a su espacio mental no era una opción, lo había intentado y el rubio le estaba negando la entrada.
- Hm, lo se, estoy emocionada, ¿que deberíamos hacer primero?... ya se, Hima-chan, ¿qué dices si le ponemos un lindo vestido? - eso si que no, ni de chiste iba a permitir que lo ridiculizaran de esa manera ese par de engendros del mal, por eso empezó a retorcerse mas en las manos del rubio mientras con sus pequeñas y lindas patitas se removía tratando de patear al rubio para que lo soltara.
Su oportunidad llego cuando logro incrustar sus pequeños dientecitos en una de las manos del rubio quedando libre y listo para correr, intención que se vio frustrada cuando sintió que lo agarraban por dos de sus colas dos pares de manos y al ver hacia atas se asusto al ver no a dos niñas, si no a dos pequeños monstruos que lo tenían agarrado mientras sonreían a sus ojos siniestramente para luego empezar a arrastrarlo hacía su habitación.
A los ojos de los demás, el panorama era diferente, lo que veían era a dos adorables niñas, emocionadas por pasar un tiempo de calidad con el mas gruñón miembro de la familia mientras sonreían y compartían un lindo momento de hermanas.
- ¡Ya, de acuerdo!, ¡lo siento!, ¡solo.. no me dejes con ellas, por favor! - fue la suplica del biju mientras con sus manos libres se aferraba al piso solo para ser jalado por las niñas con mas fuerza haciendo que ahora al arrastrar al biju en el piso de madera quedaran surcos en los lugares donde tenía sus garras enterradas en un fútil intento de escapar de su destino a manos de las dos niñas y al ver a su jinchuriki, - ¡Naruto Kisamaaaaaa! - fue todo lo que dijo antes de perderse fuera de la sala arrastrado por el par de niñas pues todo lo que vio antes de que se lo llevaran, fue la sonrisa del rubio mientras se despedía de el con la mano.
Y mientras tanto, todo el espectáculo era visto por el par de madres que solo sonreían amargamente ante la incomodidad que sintieron con aquel espectáculo sin saber si sentir vergüenza de la conducta infantil de su esposo, enojo por ver como metía a sus hijas en sus planes de venganza hacia el biju o compasión por el pobre biju que ahora sería el juguete de sus hijas.
Después de eso, bueno, digamos que las cosas pasaron todo lo normal que pudieron ya que de ves en cuando se escuchaban los gritos de las niñas que perseguían a un espantado Kurama por la casa mientras se reían al creer que se trataba de alguna especie de juego con el biju, de hecho en una de esas muchas ocasiones, Kurama apreció por la sala donde fue capturado por las niñas y al levantarlo los tres adultos vieron al biju vestido con un traje de princesa color morado y un sombrero a juego sobre su cabeza.
Naruto aprovecho la oportunidad y trayendo una cámara a la sala aprovecho que el biju se encontraba en brazos de su hija menor para sacar una foto de sus dos amadas hijas y el humillado biju que mostraba un rostro deprimido al no poder librarse de ese par por mucho que lo intentara y luego de tomada la foto dejo que se fueran a seguir jugando.
- Para una extorsión - fue lo que les dijo a sus esposas cuando lo vieron con curiosidad ante su accionar sacandoles una gota de sudor por sus ocurrencias.
Por demás, se dedicaron a planear lo que se venía, pues debían pensar muy bien como iban a afrontar el reto que era el actual estado del Hokage, acordando esconder su actual apariencia por el bien de todos, un secreto mas del Hokage para su pueblo, pero no había de otra, esto salvo su familia no debía saberlo nadie.
El día prosiguió llegando la hora de comer donde solo entonces las dos niñas soltaron a Kurama aunque no sin continuar humillándolo al llevarlo al comedor y poner frente a el un plato con leche para que tomara.
- Soy un biju maldita sea, el mas fuerte de todos, ¿que no merezco un poco de respeto? - lloro en un susurro el biju mientras que para su propia desgracia empezaba a tomar la leche como si fuera una mascota, esto se lo iba a cobrar al rubio en algún momento, no sabía cuando ni como, pero no dejaría que se quedara así.
Luego de la animada cena y un poco mas de tiempo de juego de parte de las niñas y charlas de los padres, llego la hora de dormir, donde el biju agradeció pues finalmente sería libre de ese par de mocosas, solo para horrorizarse cuando las niñas pidieron llorosas a su padre que dejara a Kurama dormir con ellas y el rubio accedió a su petición para alegría de las niñas, tenía la intención de huir ni bien las niñas se durmieran, pero estaba tan cansado que nada mas se acostó en la cama entre las niñas se quedo dormido boca arriba para diversión de los padres que veían aquella escena tan peculiar desde la puerta antes de retirarse a su propio dormitorio.
Cuando se acostaron en un principio pensaron en tener algo de tiempo de calidad pero lo descartaron rápido estaban cansados y el día había sido por demás agotador con tantas revelaciones tanto al pueblo como al interior de la familia, ahora solo querían descansar.
- Ha sido un día bastante movido - dijo el rubio entre sus dos esposas que lo veían felices de tenerlo de nuevo con ellas mientras recostaban sus cabezas sobre el pequeño tórax.
- Nuestra vida va a cambiar mucho desde mañana - dijo Tsunade mientras el sueño empezaba a dominarla, aunque no por eso no percibió como los otros dos asentían de acuerdo con ella haciéndole sonreír.
- Sea lo que sea, podemos afrontarlo juntos - esta vez quien dio palabras de aliento fue Hinata antes de empezar a bostezar por el cansancio.
- Muy cierto, saldremos adelante juntos con el apoyo de toda nuestra familia - el rubio menciono haciendo referencia a los que faltaban de su familia y los que estaban por llegar como en el caso de su futuro hijo, - por cierto Tsu-chan... pronto sera nuestro aniversario de bodas - eso la sorprendió pues con todo lo que estuvo ocurriendo se le estaba pasando por alto tal cosa.
Se emociono, pronto sería un año mas desde que su felicidad inicio, desde que se volvió a sentir una mujer amada y de que abrió su corazón a la posibilidad de amar y quería celebrarlo por todo lo alto.
- Estaba pensando en que hiciéramos un viaje juntos, a ese lugar para celebrarlo - eso las sorprendió a ambas no se lo esperaban, especialmente porque se supone que aun no estaba terminado, pero no pudieron evitar sonreír al pensar en pasar unas pequeñas vacaciones por su aniversario en ese lugar que era de ellos y solo de ellos.
- Si es contigo cualquier lugar sera perfecto mi amor - dijo Tsunade acurrucándose mas contra su esposo sonriente, algo que imito Hinata luego de asentir de acuerdo con su hermana respecto a su sentir.
Luego de eso, solo se dieron un beso y se dispusieron a dormir, claro esta que en el caso de la rubia, la emoción le podía mas, su aniversario de bodas no podía caer en mejor momento y al pensar en ello se relamió con lujuria sus carnosos labios.
Con su esposo vuelto un niño como cuando se casaron, podría dar rienda suelta a todo aquello que callo en el pasado cuando el debió salir en su viaje de entrenamiento, podría volver a experimentar esa sensación de antaño cuando corrompiera a su joven esposo y lo convirtió en el pervertido lujurioso que ra ahora, quería revivir esa sensación de estarlo corrompiendo y esta vez no guardarse nada, ademas, le tenía una sorpresa especial y no importaba que tenía intención de conservarla hasta entonces, su coño se humedeció ante la perspectiva pero decidió dormir mejor, ya luego tendría tiempo para jugar con su cuerpo y su esposo estaba incluido en ese juego.
Aquella noche Tsunade durmió feliz y en paz en brazos de su amado rubio mientras sus sueños todos se tornaban húmedos con mil y un escenarios sobre todas las depravaciones que quería probar con su esposo, volverlo a corromper a placer y esta vez sin interrupciones, aunque no fue la única cuyos sueños se tornaron húmedos, pues Hinata pronto se encontró viviendo una orgía en sus sueños donde estaba rodeada por su pequeño esposo y sus clones, ahogándola en su leche entre otras fantasías que se le ocurrían,algunas de las cuales no era ella la única protagonista.
Las cosas iban a cambiar en la familia Uzumaki, en mas de una forma gracias a todos los secretos que la misma escondía del mundo.
-CONTINUARA-
Listo, un capitulo mas a la bolsa, que como lo dice el titulo del mismo, estuvo lleno de revelaciones de mas de un tipo, ¿que les pareció?, en lo personal me causo gracia escribir lo de la reacción del pueblo a la verdad del matrimonio de Naruto, ¿mucho apoyo a su líder o unos completos idiotas?, ya lo dejo a consideración de cada uno, aunque si me gustaría saber que piensan, déjenlo en los comentarios. Por cierto, estoy seguro que a muchos les sorprenderá que en este capitulo no hubiese rikura, pero no siempre puede haber rikura, la historia debe de avanzar, para luego si, tener mas rikura, así que lo siento si esperaban ver mas profanaciones del rubio a sus mujeres.
También si fueron suficientemente perceptivos, deje una que otra pista en el capitulo sobre lo que se viene y por cierto, ya con este digamos que se acaba el arco donde todo se centraba en Tsunade, Hinata y Naruto, es hora de empezar a revelar mas de las vidas de otros personajes, algunos de los que estoy seguro muchos no se lo esperan, por cierto que les parecio lo de los biju, su explicación y mas importante, el castigo de Kurama, ¿se lo merecía o no?
Por cierto, quiero aclarar un punto mas antes de continuar, habrá momentos en que Naruto sera shota y otros donde se vera adulto, según la ocasión y el lugar, ademas de posibles recuerdos, pero... eso ya me preocupare por explicarlo cuando cruce ese puente.
Por ultimo, recordemos que actualmente el mundo esta pasando por un momento muy difícil y es deber de nosotros el no complicarlo mas queriendo dárnoslas de "valientes", entonces por favor, cuídense, no salgan si no es estrictamente necesario y no dejen de seguir estas recomendaciones: lávense las manos con agua y jabón varias veces al día por bastante tiempo pueden usar la canción del feliz cumpleaños dos veces para saber cuanto tiempo lavarse las manos, no abusen del gel antibacterial y úsenlo solo si están afuera y no tienen acceso a agua y jabón, desinfecten todo lo que entra en su casa para eliminar cualquier probabilidad de contagio, en sus manos esta su seguridad y la de sus familias, juntos saldremos adelante.
Ahora si, como ya saben, cualquier comentario, queja, reclamo, alago o lo que sea déjenmelo en los reviews que son mi salario por el tempo invertido en la creación de estas historias.
Ahora si, vamos con los reviews del capitulo anterior
Reviews:
edtru23
Gracias, quería que fuera significativo, por eso necesitaba dejar claro como cerraba el pasado de los rubios, para dejar en contexto la situación actual, ahora, a partir de aquí, digamos que las cosas se pondrán un tanto mas locas, como ya te darás cuenta por mas de una razón, en cuanto a los sentimientos de las chicas, eso si que estará presente no se si celos, pero si de vez en cuando competirán entre ellas, ya sabes, por ver quien es mejor mujer cuando se trata de complacer a su marido.
Boruto es todo menos una continuación de la historia, el argumento llega a ser insulso en ocasiones y en otras casi que parece copia barata de lo que es la obra original, no se, es mi sentir, pero si, lloro al ver lo que paso con Anko o Mei, el diseño de Hinata tampoco me gusto mucho, me encanto mas el presentado en el epilogo de Shippuden esa si era una verdadera mujer y MILF, el diseño que le dieron para Boruto, meh, Kurenai la desgraciaron mucho la verdad, con Shizune si el cambio no fue tan brusco así que no tengo quejas en cuanto a Tsunade, obvio si, me encanto el diseño del epilogo, es de ehco en ese diseño que baso al personaje en esta historia, una MILF en toda regla carajo, de Sakura, es que peor no la podían dejar, en cuanto a Ino, pues si, supieron sacarle provecho a ese aspecto coqueto que siempre la caracterizo.
No te puedo decir nada de eso, sería spoiler para ti y para todos, pero se vienen sorpresas interesantes obviamente, con varios personajes, no solo de Konoha.
Saludos y espero que hayas disfrutado de este capitulo también.
Atento
Djguiox-018
El angel de la oscuridad
Gracias, me alegra que te gustara, no tienes idea la de secretos que se carga el rubio y se entiende solo si dejas volar tu imaginación, tal vez a futuro escriba que fue lo que paso y despeje dudas por completo, con Anko tengo ya planes, así que tendrás que esperar para saber como acabo ese chantaje, con Shizune meterse por ese lado sería condenar a la pobre mujer a sentir a posteriori la ira de su maestra y no creo que lo valga, pero si, bien lo dices, las posibilidades son infinitas.
Espero ue hayas disfrutado de este capitulo también.
Elchabon
Gracias viejo, me alegra que te gustara.
Quiero que la dupla de Hitomi y Himaari sea tan dulce que pudra los dientes, así que puedes esperar mas dulzura a futuro de ese par. En ese área por genética esta bendecida, porque salvo Karin, todas las Uzumaki presentadas a lo largo de la saga han sido unas tetonas de cuidado, así que Hitomi lleva las de ganar en ese departamento.
Hombre no te preocupes, que ese es el objetivo, enredar la idea para que sea incomprensible y no se distinga la verdad de la mentira que dijo Kurama para explicar y no explicar muchas cosas (si llevas una copita de mas, agradecería compartas porque por acá andamos en una ley seca de esas).
En el caso de esa pareja SS (al buen entendedor pocas palabras). Venga que el se la pasa dándole esquinazo a sus deberes paternos y en el caso de Sakura, mejor ni opino o la arena llegara a mi. Sarada no esta mal, aunque me choca que tenga el genio de su madre, va para banshee a ese paso, en cuanto a lo de pareja e Naruto... ¿a poco te va el lolicon? (Si, conozco su trabajo, con sarada casi no me gusta, pero tiene talento para pervertir a una mujer, aunque me resulta algo raro ver a Sakura tan dotada en el departamento de las tetas en su trabajo, ademas si la idea es joderle la existencia a Saskue, existen mejores manera que tocándole a la hija, vamos que la idea es derribarlo psicológicamente no transformarlo en un maniático con ganas de cortarle la polla al que mancillo a su niña).
No te preocupes hombre. Ademas no eres el único, creo que todos piensan mal de ese par y lo que saben e hicieron. La situación dice mucho sobre el estado de animo de Tsunade en ese momento, lo escribí así para darle impacto a su comportamiento y en la historia era un momento de muchas dudas para la rubia, obviamente lo escribí así a propósito para dar a entender la situación emocional de la rubia, si ya tu leíste entre lineas otra cosa, yo ahí me lavo las manos, XD.
Que tanto acertaste en cuanto a las ultimas partes. Aunque si acertaste en algo, Hinata y Tsunade si que lo van a disfrutar, es hora de ir revelando el lado mas perverso de ese par de diosas.
El miedo de Kurama... no es que estuvieras muy alejado, aunque claro, en este caso me fui mas por el lado del orgullo, pero si, hablamos de dos niñas teniendo total poder sobre un Kurama disminuido, le iba a ir mal veanlo por donde lo vean. Mas considerando que en el caso de Himawari, ella venía con esas ganas de un peluche de Kuraama que no pudo conseguir, ahora tener al verdadero Kurama para jugar, pobre de el.
Gracias por el apoyo y espero que hayas disfrutado de este capitulo tanto como del anterior.
Saludos.
JGabriel Blanco
Viejo, espero haber llenado tus expectativas con este capitulo, quiero que sean personajes reales, diferentes uno del otro, asentar y perfeccionar sus personalidades originales y darles mi propio toque en el proceso, obviamente la trama es importante, fuera de la sabruzura, quiero un contexto donde los personajes crezcan, evoluciones, maduren pues y si de paso se ahogan en el placer tanto mejor, XD.
Fanime18
Gracias, tanto por el gusto por mis lemons, así como por la parte de la trama, me gusta que guste, ademas busco un buen balance entre la depravación del lemon y la trama que subsecuentemente lleva al lemon, como veras no me corto nada cuando se trata de plasmar los escenarios de sexo, denoto su expresividad, su placer, venga que son personas que se aman que están disfrutando de entregarse el uno al otro, ahogándose en el placer de sexo al lado de su ser amado, por que se deberían cortar o contener, tal vez por eso te he arruinado la posibilidad de disfrutar con otros lemon para siempre, XD.
Busco variedad, no solo lo típico mete y saca, son parejas en pleno auge sexual, no se van a conformar solo con una posición o un fetiche nada mas y si, entendí que te referías a mas de una de mis historias al ver que algunos de los fetiches que describes no han ocurrido en esta historia... aun, en cuanto a las series, ya es gusto de cada uno, no critico, no soy quien para hacerlo, aunque me alegra que disfrutes mis versiones de los personajes de Issei y Natsu pese a no ser de tu agrado en el canon, te extiendo la mano pues yo también amo a Akeno, me encanta su personaje, en cuanto a Erza, es una chica bastante interesante, tengo entendido que es a futuro una de las chicas de Natsu o algo así, cuando dejen de fastidiar con el Jerza que no me gusta ni cinco, DxD es una historia que evoluciona, es inevitable que se alargue en el proceso, ocurrió con One Piece, puede ocurrir con otras tantas. Todos empezamos viendo una cosa y por derivación acabamos viendo y gustándonos otra, no eres al único que le pasa.
Volviendo al tema, me encanta Tsunade también y te esperan sorpresas mas adelante te lo aseguro. Tengo planes, de hecho conforme escribo suelen llegarme ideas para otras historias, así que podría intentar uno con Kushina metida en la colada, sobre que mis capitulos son como historia, espero que eso sea algo bueno, si no, pues nos vamos a los golpes y listo, nah, solo juego. Creo que este capitulo te responde a si tengo problema en hacer shotacon, venga que si Naruto se caso en la historia con Tsunade teniendo 13 y tuvo sexo con ella a la misma edad fue precisamente porque uso el recurso de que en cuanto se hacen ninjas se vuelven legalmente hombres, sin embargo ni de chiste hago lolicon, ¿doble moral? tal vez, pero no tengo problemas con que un niño demuestre que tan hombre es follándose una tetona madurita del calibre de Tsunade eso es muy rico, mientras que en el caso contrario me corta mucho ver a una niña siendo profanada y desgraciada generalmente por un gordo cebos, ay no, guacala de perro.
Viejo, en primera porque se iría con Kiba, tamaño baboso que hasta solo se quedo, los de Kumo, uy si, porque le va a abrir las piernas a los mismos desgraciados que trataron de secuestrarla de niña para hacerla maquina de crianza y con Sasuke, pff, si como no, me la creería que se tirara unas tijeras con Mikoto, pero de ahí a con un varón Uchija, creo que primero deja que Kurama la mate desde adentro en brutal agonía y los OC, generalmente es una versión de si mismos queriendo cogerse al personaje que mas les gusta y hasta allá tampoco, uy si, te creo que el que sea una MILF de categoría no influye en que quieras verla chillando de placer mientras su nene le rompe el coño a pollazos, porque si hay alguien a quien estoy seguro que si le dejaría cogérsela y con gusto e a su hijo, quien puede amarla mas que el.
Valla recompensa la que te imaginas le daría esa madurita pelirroja a su hijo por graduarse de la academia, solo faltaba que dijeras que sale embarazada de eso, aunque ahora que lo pienso... mah, mah, no nos adelantemos, tengo muchas sorpresas así que no comas ansias. Por cierto lo de bañarse uno en los fluidos de la otra, es un buen toque, muy de peli porno con squirters y todo.
Luego su madrina, solo por curiosidad que estaban jugando y que carajos fue lo que apostaron que ahora Tsunade estaría destinada a acabar con los agujeros del cuerpo expandidos.
Tengo mas historias preparadas para mas adelante y si lo analizo salvo una o dos, las demás son depravación pura y dura, literalmente sera como dejar que las chicas chillen como putas y gocen como cerdas, así que ya te imaginaras que tanto planeo exagerar el asunto, respecto a plagiopad (curioso sobrenombre por cierto, aunque muy acertado he de decir), ahí juegan con una doble moralidad muy rara, si tienes una historia donde en palabras dices que alguien tuvo sexo con alguien te banean, pero hay que ver que algunas de las cuentas se dedican a subir mero porno y a esas si no les dicen nada, quien los entiende, por eso no me gusta mucho esa plataforma.
Gracias, espero también te encuentres bien de salud, atiendas las recomendaciones (deje algunas en este capitulo al final) y la libres con el covid-19. Para Tsunade, eres el primero que la felicita, así que gracias de su parte, que mayor placer que poder volver a ser madre y agradar la familia junto al hombre dueño de su corazón.
chisa782911
Es curioso pero con cada nuevo capitulo llegas con un nuevo apodo para la banshee, primero Tablakura y ahora Frentakura, jejeje, lo peor es que le queda como anillo al dedo, como han caído los grandes, ahora peleando con una niña sobre quien tiene mas pecho lo peor es que salio perdiendo, que horror, aunque no es que tuviera oportunidad en un principio, digo, nada mas hay que ver a su madre, a su abuela y a su bisabuela, tamaño grupo de tetonas le aseguran un futuro lleno de mucha pechonalidad incluso su padre con su jutsu sexy acaba sacando a una rubia pechugona, triste que un hombre tenga mas pecho que Sakura.
Kurama esta ahí haciéndola de abogado del diablo y como le pagan, por algo dicen que así es como le paga el diablo a quien bien le sirve, como sea, quien mejor para explicar el rejuvenecimiento de Tsunade que el directo responsable, ese era el chiste en el que no quería incurrir, que de repente el semen de Naruto fuera la fuente de la eterna juventud y que era nomas ordeñarlo, beberlo y listo, no, yo hice del semen un puente, un medio para un fin, aunque creo que Kurama dijo mas de lo que era necesario, digo no creo que fuera estrictamente necesario hablar de los partos.
No te creas, ansiaba que llegara ese capitulo para poder dejar claro que Tsunade esta esperando a su segundo hijo, se merecía esa felicidad de ser madre una vez mas, digamos que hay muchos momentos que Hitomi no sabe que compartió con su padre y su madre y ninguno es precisamente santo, pero el de la leche podría ser de los mas decentes.
Si tiene algo que ver, pero me reservo el chistecito de Anko para mas adelante y te puedo asegurar que nadie se espera lo que se viene para ella o lo que se vino, depende de que momento del tiempo elijas para verlo, si el pasado o el presente, aunque si, Naruto tuvo que pagar la factura de mucha comida.
Me alegro que te gustase el lemon, son las partes que mas disfruto pues es expresar amor llevado a otra escala entre una pareja que se ama de verdad y quieren experimentarlo, probarlo y conocerlo todo uno del otro, entiendo la precariedad de la situación y no creo que haga mucha gracia que te cachen leyendo porno no le va a hacer gracia a nadie y si encima te sientes como pollo en asadero, es aun peor, y luego esta el detalle de ese problema, que horror... Aunque el volumen 12 de Shinmai si es una obligación, mas que nada por ver a Mio, Chisato y Zest, ese trió de mujerones, no leer sus sexventuras con Basara es sacrilegio, ¡sacrilegio dije!
Digamos que por las circunstancias de ese entonces Tsunade se quedo con ganas de hacer todo tipo de obscenidades con su esposo, empezando por amamantarlo mientras follaban, ahora Tsunade tiene la oportunidad de probar cuanta depravación se le ocurra al volver a tener a su esposo como menos lo disfruto, es decir, un adorable y corrompible shota y Hinata va por el mismo camino, como ya dije, esa ojiperla es una pervertida de closet, una depravada que solo con su familia deja salir sus perversiones sexuales porque bueno, ellos la alientan, nada mas hay que ver a Tsunade que parece tiene vena lactante lésbica y si, ya puedes confirmar que habrá shota Naruto.
Hasta el próximo capitulo y espero que hayas disfrutado de este tanto como de los anteriores, pese a que no hubo tanta rikura como en otros.