Dragon ball Z no me pertenece. Este fanfiction es sin fines de lucro y exclusivamente para la diversión de los posibles lectores
Por el momento será un one shot o two comenten si deseen que se convierta en un fic largo para más adelante
Capítulo 1: La verdad
Siempre creyó que era feliz con ella o tal vez si lo era, pero la vida se encargó de cambiar todo, se había casado muy joven con su primera novia, cuándo su esposa aún no era famosa , cuando solo era una jovencita con sueños de ser famosa, fue el primero que vio en ella potencial para convertirse en una artista, cuando solo era una cantante callejera que cantaba por dinero en algunas plazas.
Pero todo cambió cuando ella tuvo un aborto involuntario durante su tercer año de matrimonio, se había vuelto más fría y distante, su carrera se fue en picada perdiendo muchos conciertos y show, Gohan pensó que todo se debía a la perdida del bebé, el también sufrió pero a diferencia de su mujer lo superó, era cosa de la vida nadie tenía la culpa de lo ocurrido.
Gohan le sugirió intentar ir terapia para superar su dolor, sabía que el no podía hacer nada para consolarla más de lo que ya había hecho, aunque no fue fácil convencerla después de un tiempo acepto ir con algún especialista, con el tiempo se veía un leve mejoría en su ánimo pero seguía distante con el.
- Cariño es un hermoso día ¿no te gustaría ir a comer afuera? - pregunta Gohan durante la comids rompiendo el silencio incómodo que había.
- Gohan, sabe que tengo terapia hoy - responde la castaña dejando de comer pero sin verlo a la cara.
- Lo se pero no creo que sea tan malo faltar a una de ellas, hace mucho que no salimos a ninguna parte - comenta su esposo desanimado por la negativa buscando que ella accediera.
- Sabes que es difícil encontrar horas para la terapia y no puedo perderlas - explica Cocoa mirándolo por un momento para dar sus razones.
- Está bien cariño lo entiendo perfectamente - Dice el pelinegro con una leve sonrisa era mejor dejar las cosas como estaban que iniciar una tonta discusión.
- Que tal para la próxima te prometo que iremos al lugar que tú escojas - Suguiere la Idol sacando su plato rápidamente - Además sino me voy llegaré tarde
El pelinegro se limitó a sonreír viendo como su esposa salía de la casa, seria un mentiroso si dijera que no estaba frustrado por lo que había pasado, pero en el fondo sabía que ir a la terapia haria que la antigua y alegre Cocoa Amaguri regresará, el sonido del teléfono de su casa le llamó la atención, por un momento creyó que podía ser su esposa.
- ¿Se encuentra Cocoa Amaguri en casa? - pregunta la voz de una mujer detrás de la línea telefónica.
- No, ella salió - responde el pelinegro usualmente nunca llamaban a su esposa ya que ella dejaba su contacto personal para algún trabajo.
- Soy la secretaria de su terapeuta, recordándole que debe reagendar las horas perdidas - menciona la mujer desconcertando a Gohan quien no entendía a lo que se estaba refiriendo.
- ¿Horas perdidas? - pregunta el pelinegro sin comprender lo que la mujer le decía.
- Si su esposa a perdido 5 sesiones incluyendo la de hoy, por lo mismo debe reagendar para programarlas más adelante - Explica la secretaría el sistema sorprendiendolo por lo último.
- Está bien yo le digo - Dice el hijo de Goku perturbado y sin entender que era lo que pasaba.
Sus vidas nunca fueron fáciles lo supieron desde el primer lugar, su padre nunca acepto su relación y ella con su orgullo no iba a dejar que aquello la detuviera aunque eso significara alejarse para siempre de su padre, ella lo amaba y eso era lo único que importaba en ese momento. Ambos compartían el ideal de fundar un Dojo para que cualquiera pudiera aprender artes marciales y que fuera accesible para todos.
Pero quizás su padre tenía algo razón con Barry, pero era demasiado obstinada para darse cuentadd la verdad, existían muchos rumores en el Dojo que Barry Kahn se le insinuaba con a nuevas alumnas entre otras cosas que llegó a escuchar y que prefirió ignorar, incluso su mejor amiga le había dicho en más de una ocasión que su esposo era un completo patan.
- ¡Que rayos significa esto Barry Kahn! - grita furiosa la ojiazul sosteniendo en su mano un condón caminando hacia su habitación.
- Calma mujer, no hagas un escándalo tan temprano que apenas son las 10 de la mañana - Alega el rubio frotándose los ojos aún con sueño.
- No me interesa que sean las 10 de la mañana quiero que me expliques qué hacía esto en tu ropa - Exige la pelinegra frunciendo el ceño esperando una respuesta de su esposo.
- Es un preservativo, acaso quieres que te explique para que sirve - contesta su marido con un tono de insinuacion acercándose a su mujer.
- Claro que lo sé idiota, pero sabes que nosotros no lo usamos, yo tomó píldoras anticonceptivas desde hace años - menciona Videl aún más enojada por la última respuesta.
- Lo sé pero nunca se sabe, tiene algo de malo querer estar más protegido - comenta Barry mostrando una cara de inocente.
- Por tú bien espero que sea de esa manera - advierte la hija de Mr Satán dando media vuelta para salir.
- Claro lo es cariño, nunca te eh dado motivos para que desconfies de mi -
Videl se quedó callada decido que era mejor que su esposo creyera que ella creía en sus palabras hasta que encontrará pruebas de lo contrario, sabía que Barry mentía pero aunque su corazón se estrujada por aquella idea se mantenía fuerte y orgullosa, espero durante el día y parte de la noche el momento donde su marido dejará su celular para poder revisarlo en busca de alguna pista.
No fue difícil descubrir cuál era la contraseña de su móvil, lo conocía muy bien como para equovocarse, mientras hurgaba dentro del teléfono celular descubrió unos mensajes de WhatsApp, había borrado los anteriores y solo quedaban los de aquel día, la pelinegra frunció el ceño al leerlos, sus sospechas se iban acrecentando a medida que investigaba más.
Había descubierto que el número pertenecía a una mujer, gracias a los contactos que tenía en el cuartel el policia y no era cualquier mujer sino de una Idol famosa que se encontraba casada, pasó toda la noche pensando en eso y parte del día siguiente, en cual iba hacer su siguiente paso a seguir, hasta que decidió que era mejor llamar a la casa de la famosa Cocoa y hablar con su esposo, quien también merecía saber la verdad, espero que su marido saliera de la casa para poder llamar de forma más tranquila.
- Hola trato de ubicar a Cocoa Amaguri ¿es su casa? - pregunta Videl nerviosa sin saber cómo continuar aún para ella era algo difícil.
- Si ella vive aquí pero no se encuentra en este momento - responde el pelinegro de la misma forma en la que había dicho a la secretaria del terapeuta de su esposa - ¿con quién estoy hablando?
- Con la esposa del amente de tu esposa - Suelta la ojiazul lo más rápido y directo cerrando sus ojos y dando un suspiro.
- ¿Es alguna clase de broma? - cuestiona Gohan de forma muy seria creyendo que era alguna clase de broma de jóvenes.
- Por más difícil que parezca no lo es, para mí también es doloroso esto - Dice la pelinegra tratando de convencerlo sabiendo que sería difícil.
- Pues lo será para usted pero para mí no, porque no le creo, hasta luego - menciona el esposo de Cocoa antes de comenzar a colgar el teléfono.
- Puedes colgar y creer que fue una broma y vivir una mentira o puedes escucharme y despejar las dudas que seguramente tienes - declara Videl siendo la última oportunidad de convencerlo.
- Te escucho, sea breve - expresa Gohan teniendo un poco de curiosidad de lo que la mujer tenía suficiente decir.
- No aqui no se cuando volverá el idiota de mi esposo, ¿qué tal mañana? - Suguiere la chica viendo la hora en su reloj pensando que pudiera ser descubierta.
- Está bien y donde - Suspira nuevamente el pelinegro ya la estaba escuchando ya no había vuelta atrás.
- Se que también vives en ciudad Satán, qué tal si en el parque a las 5 - insinúa Videl un lugar sdecusad para un encuentro entre ambos.
- Me parece bien - Dice el pelinegro sin más remedio cerrando sus ojos eran demasiadas cosas en una día para el.
- Por cierto me llamo Videl Satán, hasta mañana - comenta la mujer antes de colgar en forma de presentación.
- Son Gohan, hasta mañana -
Por un momento el pelinegro sintió ganas de vomitar por pensar en lo que había escuchado, conocía el nombre de Videl Satán, era la hija del antiguo campeón de artes marciales, la había visto en su etapa en la preparatoria combatir el crimen, aunque nunca la conoció en persona por estar en clases diferentes por lo que vio sabía que era una buena chica y ahora no debía de ser diferente.
Aún así no significaba que tuviera la razón en lo que decia, también podía estar equivocada y que todo fuera un mal entendido. Por esa razón era mejor mantenerse callado, no tenía dudas de su esposa, pero aquella llamada de la secretaria de su terapeuta sumado con esa última llamada lo dejaba alerta, pero su esposa jamás le había dado motivos para desconfiar era claro que desde aquella perdida su relación se había ido a pique pero aún así no era motivo para creer que le dé infiel.
Pero de todas formas tenía intención de ir a su encuentro con la hija de Mr Satán, quería saber que era lo que ella tenía que decir o las pruebas que tenia, después de todo le había dicho que si iria. Gohan se encuentra a aún en el baño llevando agua a su cara tratando de calmarse, hasta que escucho el ruido de la puerta era su esposa que volvía de comprar, prefirió mantener las apariencias para no levantar sospechas sin fundamento, pasando el día con tranquilidad pero consciente de que todo pudiera cambiar al día siguiente.
Le costó conciliar el sueño, durante la noche aquellos pensamientos lo perturbaban aún más, lo único que desea que llegara el día de mañana para salir de aquella duda que comenzaba a crecer en su alma. Al día siguiente siguió intentando actuar natural incluso cuando su esposa le había informado que saldría toda la tarde para ver una tía enferma, Gohan no le dio mucha importancia no quería llenarse su cabeza de más dudas, luego que su mujer saliera el también salió al parque de la ciudad en su encuentro con Videl.
- Hola, espero que esto valga la pena - Dice el pelinegro una vez que ya estaba cerca de la chica la cual estaba sentada en una banca.
- No escogí este sitio por nada, en ese restaurante se juntaran en 15 minutos - menciona Videl mirando su reloj para luego señalar el lugar del supuesto encuentro.
- ¿Y como sabes que será en ese lugar si aún no llegan? - cuestiona el hijo de Goku mientras ve como la muchacha sonrie.
- Porque revise las conversaciones de su celular, donde se iban juntar el día de hoy - explica la ojiazul el cómo era que tenía dicha información.
- ¿Su celular no tiene contraseña? - pregunta nuevamente Gohan ahora sorprendido por como había descubierto la supuesta información.
- Si pero su contraseña era su nombre, maldito egocéntrico simplón y predecible - Alega la hija de Mr Satán cerrando sus puños con irá.
- Si que estás enamorada - comenta el ojinegro viendo que la chica se encontraba bastante enojada.
- Por algo estoy casada y supongo que es el mismo caso que el suyo - responde la mujer frunciendo el ceño " que clase de pregunta es esa"
- Bueno tienes razón - dice Gohan antes de mirar por un momento al frente - ¡Que rayos!
- Maldito miserable, perdí a mi padre por defenderlo y me paga de esta manera -