III

MAKE MY WISH COME TRUE

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–¿Qué hacen ustedes, apestosas, aquí?

Butch no era la persona más amable del mundo, era el único que seguía tratando a las chicas de apestosas y vocativos bastantes despectivos, pero al menos se pueden jactar de que su relación no es del todo mala, ya que sí logran convivir de buena manera.

–Venimos a ver a tu hermano –dijo Buttercup, haciéndose paso dentro de la casa, seguida de Blossom–, tenemos que encararlo.

–¿Ah, sí? –Butch cerró la puerta y las observó, cruzándose de brazos–. Con Boomer, ¿verdad?

–Sí –dijo Blossom–, ¿podrías llamarlo?

–Vayan a su habitación –indicó el camino–, así podrán hablar con él con más confianza, o qué sé yo.

No siguieron junto a él, y fueron directamente a la habitación que les hubo señalado Butch.

Blossom iba a tocar la puerta, pero Buttercup la hizo a un lado con cuidado y abrió la puerta de golpe. Vieron que Boomer estaba por ponerse la camiseta, por lo que ambas desviaron un segundo la mirada al darse cuenta de que estaba con el torso desnudo.

–¿Qué hacen aquí? –preguntó, tomando la camiseta que tenía en el piso.

–Venimos a encararte –dijo Buttercup, mirando de reojo antes de hacerlo directamente.

–¿Qué se supone que hice? –se extrañó, dejó la camiseta en la cesta de la ropa sucia y tomó asiento en el escritorio, donde era posible evidenciar papeles de regalo cortados y tres paquetes de un tono plateado con copos de nieve azules.

–¡Te vimos coqueteando con Robin! –exclamó Blossom–. ¡Y necesitamos que nos des explicaciones de eso!

–¿Eh? –frunció el ceño–. ¿Por qué a ustedes?

–¡Dices que te gusta nuestra hermana! ¡Pero ayer…!

–Bubbles no me ha dejado de gustar –interrumpió a Buttercup–. Además, lo de ayer lo vieron fuera de contexto.

–¿Ah sí? ¿Y por qué no nos explicas cuál era el "contexto"? –exigió Blossom.

Boomer frunció levemente el ceño, suspiró y accedió.

–Robin estaba atendiéndome mientras yo le compraba el collar a su hermana, entonces empezamos a hablar, y en un momento le digo que yo podría conquistar a Bubbles sin la necesidad de comprarle tantos regalos, fue entonces que bromeé, con ella, dándomelas de galán y, falsamente, invitándola a salir.

–¿Cómo estamos seguras de que es falso? –inquirió Buttercup, cruzándose de brazos.

–Ni siquiera esperé su respuesta –se encogió de hombros–. ¿O no se dieron cuenta de ello?

Ninguna respondió.

–Ah –suspiró–, me doy cuenta de que no.

Las chicas se miraron entre ellas, aún tenían cierta sospecha, pero al parecer ninguna tenía idea de cómo plantearla, al menos no en ese momento.

–Su hermana es la única chica con la que quiero estar, por favor, tengan eso muy claro antes de estar levantando injurias en contra mía.

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–¿Y si tiene razón?

Ante aquella pregunta de Blossom, Buttercup cerró la puerta, esperando que Bubbles no fuese capaz de escuchar nada.

Estaban preparándose para la cena, y Bubbles acababa de ir a tomar una ducha, ellas bien sabían que era la que más se tomaba el tiempo para arreglarse, por ende, siempre era la última en ducharse.

–¿A qué te refieres con eso?

–Es que nos dejó bien en claro que le gusta Bubbles…

–Lo sé, sin embargo, la duda siempre va a existir. ¿Por qué tuvo que demostrarle a la chica? ¿Cuál era el motivo?

–Ese es mi dilema –se quejó Blossom, dejando el cepillo sobre el mueble y pasando a sentarse en la cama de Buttercup, mientras esta estaba terminando de subir el cierre de su vestido.

–No quiero que nadie juegue con los sentimientos de mi hermana –dijo Buttercup, volviéndose hacia ella–. No voy a permitirlo.

–Yo tampoco.

Bubbles había salido de la ducha, arrastraba los pies y aseguraba que la toalla que tenía puesta sobre el cabello no se le cayera, cuando llega hasta la puerta y pasa a escuchar la conversación que mantenían sus hermanas.

–¡Allá Boomer si quiere coquetear con esa chica! Pero que no ilusione a Bubbles –exclamó Buttercup.

¡Shhh! No grites, Bubbles te puede oír.

Pegó su oreja a la puerta, pero sus hermanas ya habían bajado la voz.

–De qué chica estarán hablando –murmura para sí misma.

No pensó que podría llegar una noticia tan desalentadora para una Nochebuena.

Ingresó a su habitación, ambas la miraron, pero supieron disimular –considerando que ellas no saben que Bubbles escuchó parte de su conversación–, solo le sonrieron.

–¿Ya están listas? –les preguntó, cerrando la puerta tras ella y sonriéndoles.

–Casi –responde Blossom–, aún no termino de peinarme.

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25 de diciembre.

Bubbles y las chicas terminaban de abrir los regalos, el Profesor sonreía mientras fumaba de su pipa.

–Creo que estrenaré este vestido el último día de clases –dijo Bubbles–. ¡Gracias, Profesor!

–¡No hay por qué!

Buttercup estaba convenciendo a Blossom de salir al patio para probar su ovoide nuevo, pero la pelirroja se negaba a salir con el frío que hacía. De pronto, un celular vibró, y todos miraron a la chica rubia, que metía su mano al bolsillo de su suéter para sacar el aparato.

Era un mensaje.

Boomer - 09:12am

"Puedo ir a verte? En la tarde, tipo 5?"

Miró a su familia, les sonrió pero su mirada se centró en el Profesor.

–¿Puede venir alguien a las cinco?

Él le sonrió y asintió.

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El timbre sonó, las tres chicas que estaban en la sala se miran entre sí. Bubbles se pone de pie para abrir la puerta, mientras que las otras dos van a subir las escaleras –para esconderse en el pasillo y pasar a escuchar la conversación, a menos parte de ella.

–¡Boomer! –exclama Bubbles, sin poder evitarlo, de verdad se ponía feliz de verlo.

–Feliz Navidad –dice, mostrando lo que traía–. Traje tus regalos.

Lo hace pasar y le indica la sala.

Ninguno quería perder el tiempo, así que hicieron sus intercambios de regalo, bromeando porque, en lugar de solo regalarse una de las opciones, se regalaron las tres.

Boomer observaba con suma felicidad la manopla nueva, Bubbles lo miraba él con cierto nerviosismo. Quería preguntarle, pero no sabía cómo hacerlo sin parecer tan invasiva…

–Boomer –empezó diciendo.

–Dime.

–Quiero que seas sincero conmigo.

En ese momento, toda la atención del chico se centró en ella. Notó su postura, apretaba los puños sobre sus muslos, cosa que hacía cada vez que se ponía nerviosa; estaba temblando un poco y no, no se debía al frío.

–¿Qué sucede? –preguntó, algo ya preocupado.

–¿Es verdad que estuviste coqueteando con una chica?

–¿Ah? ¿Tus hermanas te dijeron eso?

En ese momento, Buttercup y Blossom se ocultaron en una habitación del segundo piso, ya no tenían ganas de oír la conversación entre ambos.

–Lo pasé a oír…

–No estuve coqueteando con nadie –dijo, molesto–. Creo que siempre he sido bastante claro con respecto a mis sentimientos por ti.

Bubbles tragó saliva, evidentemente no podía llegar y emitir algún tipo de juicio, debido a que le faltaba contexto y que, prácticamente, no sabía cómo era que se hubo originado todo.

Boomer suspiró y eso la puso más nerviosa.

–Al final –dijo– nunca supe qué quisiste decir con eso de la B y la R.

–¿Eh? ¿En serio eres tan ingenuo? –rio un poco, olvidándose de aquel tema.

–Tenía una idea, pero era posible que estuviese en un error.

–¿Ah, sí? ¿Qué idea?

–Por un momento, pensé que te habías referido a mí.

Esta vez, fue Bubbles quien se supo seria, incrédula, mirando fijamente a Boomer y relamiendo sus labios como para evitar algún tipo de comentario como los que hace Buttercup.

–Precisamente, sí me refería a ti –dijo.

–¿En serio? –abrió mucho sus ojos.

–En serio.

–¿Y por qué?

–¡Porque me gustas! –exclamó–. ¡Me gustas, Boomer!

Caminó hasta ella, se le arrodilló y le tomó las manos.

–Pues, es Navidad –dijo–, y yo estoy aquí… Supongo que cumplí con tu regalo…

–No, porque ahora quiero otro.

–¿Cuál?

Bubbles estrecha sus manos con las de él, las observa por un momento antes de volver a hablar:

–Ya tendrás tiempo de explicarme lo de la chica… –Boomer alzó las cejas, pero asintió con la cabeza–. Sin embargo, Boomer, tengo algo más que pedirte.

–Pide lo que sea, voy a cumplirlo.

–Sé mi novio.

Tanta sinceridad no se la esperaba ni tampoco que fuese tan directa. Le sonrió, agachó la cabeza y asintió levemente.

–Acepto ser tu novio –se inclinó hacia ella, tomó su nuca y la besó de sorpresa–. Feliz Navidad.

FIN


Respondiendo review(s):

daxxis28: ¡Hola! Espero haya cumplido con tus expectativas con respecto a este último capítulo de la historia. ¡Gracias por haberla leído y comentado! Felices fiestas.

Maniaca muajaja: ¡Hola! ¿Te hubiese dado de todo? Pues yo lo hubiese golpeado, cómo se le ocurre romper el corazón de Bubbles. Bueno, no, no se dio cuenta hasta que ella lo dijo... ¡pero sí lo sospechó! Oye, no juegues con mis sentimientos que, en verdad, haces que mi corazón se agite. Es un honor, para mí, ser de tus escritoras favoritas, lo digo en serio. ¡Gracias por leer y comentar! Felices fiestas.

Y, para todos también, pasen una Feliz Navidad.