Surprise! You knew it was coming :) every year I share with you a Christmas story, my gift to you for your support on all my translations. Thank you so much to the great author ericastwilight for allowing the translation of one more of her beautiful stories. Thank you sweetie!

¡Hope you enjoy it!

¡Sorpresa! Sabían que venía :) cada año comparto con ustedes una historia de Navidad, mi regalo por su apoyo en todas mis traducciones. Muchas gracias a la gran autora ericastwilight por permitir la traducción de una más de sus hermosas historias. ¡Gracias, cariño!

¡Espero que lo disfruten!


Y como siempre, les aseguro que estos personajes nos son míos, pertenecen a Stephanie Meyer, y la hermosa historia es de la inspiración de ericastwilight, yo solo la traduzco ;)

De nuevo me acompaña mi amiga y beta Erica Castelo. Muchas gracias por seguir ayudándome a compartir estas hermosas historias y a mejorar mi ortografía y demás :P


Capítulo uno – Edward y Alyssa

"Alyssa," dijo Edward en voz baja. "Tienes que comer, cielo."

Resplandecientes rizos oscuros se sacudieron alrededor de un pequeño rostro redondo, cuando la niña de cuatro años empujó su plato. Sus apagados ojos azules le imploraron en silencio, llegando a su corazón. Ella seguía muy destrozada, y habían pasado meses desde que Jasper, el mejor amigo de Edward, y su esposa Alice murieran en un horrible accidente de coche.

La niebla era notable para febrero en el valle, y la acumulación había reclamado ocho vidas, incluyendo la de los padres de Alyssa. Jasper y Alice no había tenido ningún familiar y solicitaron que Edward cuidara de su hija si algo les pasara a ellos. Él nunca imaginó cuando se convirtió en su padrino solo unos meses antes del accidente que, de hecho, se convertiría tan pronto en el absoluto guardián de una niña.

Fue algo bueno que Alyssa hubiera conocido a Edward desde que nació, por lo que no eran extraños. Sin embargo, con la pérdida de sus padres, Alyssa ya no era la vibrante y parlanchina niñita que alguna vez conoció. Edward había estado durante un mes en el extranjero, en África, antes de recibir las noticias de la muerte de Jasper. Y mientras empacaba sus maletas esa noche, lloró por su amigo de más de veinte años, y por la pérdida de la única familia que tenía Alyssa.

Edward sabía muy bien lo que la muerte de los padres le hacía a un niño. Una herida se formaba en su corazón—marcándolo para siempre. Era una herida que requería del apoyo de una familia amorosa para mitigar el dolor y poder seguir adelante. De no haber sido por su tía Esme, Edward no habría sobrevivido los meses que siguieron al accidente de navegación que mató a sus padres.

En el momento en que la niñita estuvo bajo su cuidado, él se sintió fuera de su elemento. Recordaba claramente ese día—había conseguido que Alyssa se fuera a la cama en su habitación, pero solo después que llorara hasta quedarse dormida. Y cuando al fin su respiración se hizo más lenta, él llamó a su tía Esme.

Recordó su consejo y eso fue lo que lo ayudó a sobrevivir los meses desde esa primera noche. "Todo lo que puedes hacer es abrir tu corazón, ámala incondicionalmente y el resto vendrá después."

Edward había hecho eso, amaba a la niñita que le recordaba mucho a su abundantemente jovial madre, Alice. Sin embargo, esos ojos azules de Alyssa le recordaban diariamente los del querido amigo que había perdido.

"¿Puedo retirarme?" Preguntó con una voz que apenas era un susurro. Desde el accidente, había estado reacia a hablar con alguien además de Edward. Incluso entonces, era muy poco, y solo hablaba cuando le hablaban. Todavía no le había dicho una palabra a su tía, quién, siempre que él trabajaba, cuidaba de Alyssa. El problema era que el siguiente otoño ella debería asistir al jardín de niños y si se negaba a hablar, él temía que no se desarrollaría.

Edward vio a Alyssa moverse inquieta en su asiento, una característica que heredó de Alice. "Necesito que comas," dijo él con seriedad. Desearía no tener que ser tan duro con ella, pero su salud era importante para él. "Te diré algo. Si te terminas tu cena todas las noches durante una semana, te llevaré a una librería."

Sus pequeños labios se alargaron y se crisparon en cada esquina, elevándose un poco en una pequeña sonrisa. Era la primera que había visto en los últimos nueve meses. Sus cejas se fruncieron y cerró un ojo como si estuviera considerando su oferta.

"¿También me comprarás un libro?" Preguntó, sus ojos abriéndose, haciendo que sobresaliera su labio inferior.

Él sonrió, se inclinó y alborotó su cabello. Ella le sonrió de nuevo y llenó su cuchara con algo de maíz, esperando su respuesta.

"Un libro," le prometió. "Te compraré un libro, pero debes comerte cada bocado que te sirva."

"Estoy chiquita," dijo con timidez. "Tienes que servirme poquito."

Él se echó a reír y asintió. "Está bien, te serviré poquito la próxima vez."

Ella le dio una amplia sonrisa y estiró su dedo meñique, pero lo retiró por un momento, como si le sorprendieran sus propias acciones. Era algo que él había visto a Jasper hacer con ella en varias ocasiones, de modo que entendió su indecisión. Por algunos tensos segundos ella se contuvo, pero luego, vacilante estiró su meñique una vez más. Edward le dio una pequeña sonrisa y entrelazó su dedo pequeño con el de ella.

El trato había sido sellado oficialmente.

Después de poner a la pequeña en la cama, él salió al gran porche en el patio trasero. Ella había rehusado su oferta de leerle una historia, como lo había hecho desde que estaba bajo su cuidado. Él sabía que era algo que Jasper había hecho todas las noches, sin importar qué. Edward quería continuar con la dedicación de Jasper al ritual nocturno, pero el rechazo de Alyssa no lo había permitido.

Tal vez le recordaba demasiado lo que había perdido. Nueve meses y era poco el cambio en esa dulce niñita desde esa primera noche.

El aire estaba frío, y un vistazo rápido al termómetro indicó que estaba a solo menos un grado. Sin embargo, el cielo estaba perfectamente despejado y lleno de estrellas. Suspiró y cerró sus ojos. Cuando habló, su voz era suave y la ligera brisa se la llevó.

Edward puso una mano sobre su corazón, para que quienquiera que escuchara sus palabras supiera de dónde provenían. "Por favor, ayúdame. Guíame para que pueda encontrar una forma de sanarla."


*Sniff* Triste, ya sé :( Pero, es el comienzo, el futuro pinta mucho mejor para estos dos, pero cómo llegarán ahí. Habrá que verlo. De antemano, me disculpo con las amantes de Jasper, lo siento mi querida Ali-Lu Kuran Hale, así es la historia. Pero bueno, veremos qué futuro le espera a su hija. Espero que disfruten de la historia y como en otras, les diré que depende de ustedes el ritmo de actualización. Así que, no les cuesta nada, usen el cuadrito de abajo y dejen su review, sino se les ocurre nada, con un gracias, un saludo o una carita feliz es suficiente. Lectoras anónimas, anímense a participar, para saber que están ahí y disfrutan de la historia. Gracias también de antemano por sus alertas y favoritos, y por recomendar a otros mis traducciones. Recuerden que las autoras originales están al tanto de la respuesta a sus historias y eso influye en que ellas y otras otorguen más permisos de traducción, no lo olviden. Eso es todo y espero ansiosa sus reviews para saber qué les pareció.