Devil: Muy buenas a todos, soy devil y esto es la reescritura.

fecha de reescritura: 27/02/2020


Tal vez el mundo en que vivimos esté gobernado por algún ente, alguna ley trascendental como la Mano de Dios que gobierna el destino de los hombres. Y las decisiones que creemos tomar libremente tan sólo son hechos predestinados.

Berserk - 1997


Actualmente el Reino Re-Estize se encuentra en un estado de desorden político y disturbios civiles, dividendo al país literalmente en dos facciones que luchan por el poder. La Facción de la Realeza y la Facción de la Nobleza.

Pero por si fuera poco un grupo criminal llamado "Ocho Dedos" ha estado sovocando al reino desde dentro. Muchos de la nobleza y de la realeza guardan relación con ellos, algunos de forma voluntaria, otros usados simplemente como meras herramientas.

Es por eso que la Tercera Princesa Renner está intentando una reforma estructural del Reino, un esfuerzo que le valió el apodo de "Princesa Dorada". Aunque la mayoría de sus intentos fueron frustrados por los nobles.

Pero a pesar de eso, ella continua haciendo lo posible por el reino. Es por eso que ella encomendó una tarea especial al grupo de aventureros de Blue Rose.

Había llegado a oídos de la princesa sobre unos movimientos... peculiares, dentro del bosque.

-Vamos, no falta mucho para llegar.- Dijo una mujer rubia vestida con una armadura con algunas decoraciones como de rosa. Además de eso tenía una rosa azul en su cabeza.

Lakyus Alvein Dale Aindra, ese es su nombre. Y junto a ella estaban todo su equipo de aventureros de clase Adamantina.

-Recuérdame porque estamos aquí.- Dijo una mujer, si es que era una mujer, alta llamada Gagaran, vestida con una armadura pesada de color violeta y un martillo de guerra.

-Realmente eres una masa de musculo.- Dijo una mujer de corta estatura vestida con una capa negra y una máscara blanca, la cual miro a Gagaran.- Estamos aquí para investigar una cueva que pertenece a los 8 dedos por pedido de la princesa.

-Gracias, Nuestra Pequeña.- Respondió Garagan hacia la enmascarada llamada Evileye.

Ella respondió con un pequeño gruñido.

-Dejen de pelear.- Dijo Lakyus no en un tono demandante, más bien como lo harían una hermana- Tia y Tina deberían volver enseguida.

La líder de las Blue Roses había enviado a las gemelas para que se adelantaran en caso de trampas, ellas podrían detectarlos o si había algún tipo de emboscada.

Un crujido en las ramas alerto a Lakyus y a las demás. La líder saco su espada, una espada azul y de buen tamaño, Kilineiram, la Espada Demoníaca.

Pero al cabo de unos segundos aparecieron un par de gemelas rubias vestidas con un equipamiento de asesino/ninjas.

Lakyus bajo su arma con un suspiro.

-No nos asusten así.- Dijo la líder al ver a los demás integrantes de su equipo.

-Lo siento.- Dijo Tia.

-¿Que encontraron?- Pregunto Evileye.

-No hay ningún tipo de emboscada, encontramos una cueva que parece que ha sido usada recientemente.- Dijo Tina.

Evileye asintió. Garagan también se acercó a preguntar.

-¿Algo que comentar?- Pregunto.

Tia miro a Lakyus

-Encontramos restos de sangre seca.- Dijo Tia a su líder.

Ella frunció el ceño y decidió que debían apresurarse.

A los pocos minutos llegaron a lo que parecía ser un claro en el bosque, allí se encontraba lo que parecía ser una cueva de gran tamaño, y una bastante profunda. Lo suficiente como para que solo se vea oscuridad en su interior indicando que fácilmente alguien podría ocultarse dentro.

Tina fue la primera en entrar, si algo pasaba, ella junto con su hermana tendrían mejores probabilidades de retirarse y atraer a fuera a los enemigos donde el resto del grupo podría ayudarlos a combatirlos.

Ambas se adentraron en la cueva usando la luz que entraba desde la boca de la misma, pero pronto llegaron a una curva con la cual la luz de la entrada ya no era suficiente. Deberían haberse detenido y volver con las demás, pero pudieron ver cajas y otros elementos, los cuales les incitaron a continuar.

-Voy a encender una antorcha.- Dijo una de ellas mientras recogía un palo y preparaba un pequeño hechizo de fuego que quemo la punta del objeto.

FLASH

Fue un destello que iluminó la cueva.

Ambas se congelaron por una milésima de segundo, sus ojos de abrieron con repentina anticipación cuando divisaron en una esquina de la cueva una figura cubierta con una capa negra que los veía con un único ojo cansado.

Ambas rápidamente saltaron hacia atrás y trataron de salir de la cueva sin siquiera preocuparse el mirar atrás, mas importante era el reagruparse. Salieron de la cueva y asumieron una postura de pelea frente a la boca de la misma alertando a sus compañeras.

-¿Que paso?- Pregunto Lakyus.

-El enemigo.- Respondió Tia.

Eso basto para que el equipo Blue Rose se pongan en formación de pelea.

A los pocos segundos comenzaron a oír unos pasos seguidos por el tintineo característico del metal contra metal, una armadura junto con las armas de su portador, quizás una masa por el sonido pesado.

Lakyus apretó fuertemente el mango de su espada, preparándose mientras internamente se preguntaba qué es lo que había dentro de esa cueva y la cantidad de hombres allí.

Todas las aventureras se tensaron cuando una figura se hiso visible a través de la entrada.

-¡Por orden de la Princesa, ninguna persona puede traspasar estas tierras impunemente!- Dijo Lakyus dando un paso al frente y apuntándolo con su arma.- ¡Declare su negocio, extraño, o enfrente todo el poder de Blue Rose!

De las profundidades de la cueva surgió un hombre muy grande e imponente llegando a medir 2,09 metros con pelo negro salvo por un mechón blanco. Vestido con una capa tan oscura como la noche, la prenda que cubría casi todo su ser solo dejo descubierta sus botas metálicas del mismo color, y lo que podía ser el pomo de una espada en su espalda.

Su rostro era cebero pero algo cansado, tenía una cicatriz sobre su nariz y su ojo derecho estaba cerrado, a diferencia del izquierdo que los miraba con molestia.

-Vaya, ya ni siquiera me puedo echar una siesta.- Dijo el hombre, sin verse afectado por que le estaban apuntando con varias armas.

-¡Identifícate!- Grito Lakyus- ¡¿Eres un mimbro de los 8 Dedos?!

-¿8 Dedos?- Pregunto el hombre intrigado por ese nombre.- Creo que te refieres a los tipos que estaban dentro de la cueva. Yo solo soy un viajero que paso la noche en una cueva.

-Pude oír el sonido de tu armadura, llevas demasiadas armas para ser un simple viajero.- Menciono Evileye desconfiada.

Lakyus miro severamente al hombre, en ningún momento bajo la guardia, pero le dio el beneficio de la duda. Si de verdad estaba siendo sincero, era inocente, o tan inocente como se puede ser al acabar con un grupo de bandidos a sangre fría.

-Tia, Tina.- Llamo su líder sin dejar de mirar al recién llegado.- Investiguen.

Ambas asintieron y cruzaron junto al hombre con la guardia en alto, esperando cualquier señal de ataque, pero este ni siquiera las miro cuando pasaron junto a él.

-Estoy buscando a una persona.- Dijo de pronto llamando la atención de las tres Blue Roses restantes.- Tal vez la hayan visto.

En ese momento el hombre comenzó a moverse debajo de su capa buscando algo debajo de sus bolsillos. Las aventureras se prepararon en caso de que trate de hacer algo lo más mínimo para que puedan actuar.

Pero eso cambio cuando se abrió el lado derecho de su capa revelando un brazo grande y musculoso lleno de cicatrices, y en su mano un pergamino enrollado el cual se notaba gastado pese al cuidado con el que lo trataba.

Evileye por su parte noto por un segundo los distintos cuchillos y bolsas que llevaba en su cinturón, fácilmente podría ir contra un grupo de aventureros de bajo nivel, esto solo le hacía desconfiar aún más de este misterioso hombre.

Garagan tomo el pergamino con cuidado y lo desenvolvió, allí estaba un dibujo de una mujer morena de pelo negro, bastante bonita.

-Es bonita.- Dijo Garagan.- ¿Y la estás buscando?

-Así es.- Respondió la figura.- No separamos cuando trataron de asaltarnos hace unos días.

Garagan le paso a Lakyus el dibujo y está a lo estudio.

-Lamentablemente no la hemos visto.- Dijo la rubia de la espada azul.- Pero podría preguntar en el gremio de aventureros.

El hombre parecía interesado en eso.

-¿Gremio de Aventureros?- Pregunto.

-Oye, ¿o sabes lo que es un Gremio de Aventureros?- Pregunto Garagan algo asombrada, todos sabían lo que era.

El sujeto negó con la cabeza.

-No tenemos eso de dónde vengo.- Fue su respuesta.

-¿De dónde eres?- Pregunto Lakyus antes de devolverle el pergamino y allí ella se dio cuenta de algo.- Oh, creo que no nos has dicho tu nombre.

-Guts.- Fue la simple respuesta.- Se podría decir que soy de Midland.

Esto pareció sorprender a las tres.

-Midland está cruzando el mar durante casi 8 días completos, es otro continente- Dijo Lakyus asombrada por esta travesía.- ¿Que hacen aquí?

-Digamos que ya no es seguro, para nadie.- Esto fue una clara mentira, nunca antes el campo de batalla fue un lugar seguro, pero al menos en esas situaciones el solo tenía que cuidar de sí.

La verdad es que había oído que en este continente casi todos practicaban la magia y eso le había dado esperanzas de que pudiesen curarla aquí. Pero así mismo una mayor fluctuación de magia podría ser fácilmente una señal de una mayor cantidad de Apóstoles.

-Oí algo de eso.- Menciono Evileye.- Escuche que ahora mismo hay una guerra civil y contra otro país.

El pelinegro no respondió pero un gruñido escapo de su garganta por la evidente molestia de ese comentario, no solo era eso, el nuevo rey de Midland estaba realizando muchos… cambios, incluso cambiar el nombre del reino.

Para suerte de todos, las gemelas volvieron del interior de la cueva.

-Está diciendo la verdad.- Dijo Tia.- En lo profundo hay 5 camas y 5 cuerpos.

-Las cajas y otras mercaderías, posiblemente robadas están intactas.- Dijo Tina, las mercaderías estaban en una pieza a diferencia de los bandidos, discretamente miroa la empuñadura que sobresalía de la capa de Guts.

-Ya veo.- Dijo Lakyus. Algo incomoda por el hecho de que las gemelas dijeron, hasta ahora Guts le había parecido alguien, por así decirlo, decente y quería creer que fue en defensa propia.

Ella miro al hombre una vez más.

-Le damos las gracias por encargarse de esos malandrines.- La líder.- Por parte de Blue Rose le damos las gracias. Si quiere podemos avisar al gremio sobre su esposa desaparecida.

El asintió y dio un gruñido de aprobación, pero antes de poder despedirse movió su cabeza más allá de la rubia.

-¿Hay alguien más viniendo hacia aquí?- Pregunto Guts.

-¿Hacia aquí?- Pregunto Lakyus ladeando la cabeza antes de darse cuenta a lo que se refería.- ¡¿Te refieres a..?!

-¡Lakyus!- Llamo Tia.- Tenemos un problema.

-¡En formación!- Grito la rubia lider.

Pronto, emergiendo del borde del bosque al otro lado de la colina había un gran número de personas, armadas hasta los dientes, con sus frías y duras miradas dirigidas hacia este pequeño grupo.

-Mierda, hay muchos.- Mascullo Gagaran.

La niña más pequeña maldijo y dijo.

-Lakyus, debería hacer 'eso', ahora.- Comento Evileye.- Hay demasiados.

-¡No, Evileye! ¡Todavía no! - Dijo Lakyus.- ¡Sabes qué mora en esta espada! ¡No podemos permitir que dos energías negativas se fundan para formar una confluencia oscura!

-¡Maldito seas, tú y tu maldita espada!- Dijo ella con molestia- ¿Entonces qué diablos se supone que hagamos?

El grupo de guerreros se acercó constantemente hasta que se quedaron a unos metros de los aventureros, de allí salieron dos personas en específico.

Un hombre grande de piel morena con un chaleco abierto mostrando sus músculos, este no tenía pelo pero tenía tatuajes de animales en varias partes del cuerpo.

Y el segundo era un hombre vestido con ropas elegantes montado sobre un caballo. Lakyus sabía perfectamente que no se trataba de un noble real, a diferencia de las ropas que llevaba que eran sumamente costosas.

-Entonces esos son los jefes.- Dijo Tia chasqueando la lengua.

El hombre con los tatuajes miro a cada uno y rio de todo corazón.

-Has sido bastante traviesa, "Blue Rose"- Dijo en un tono sincero.- Respeto tu destreza como guerreros, tu reputación como heroicos aventureros, pero ciertamente no tu disposición para mirar a los lugares profundos y oscuros, donde tus ojos no estaban destinados a ver.

Todos se movieron preparándose para la batalla y esperando lo peor

-¿Crees que es justo lo que hiciste en los últimos meses? No, está interrumpiendo los negocios valiosos mucha gente en tu Reino, te colgaría solo por tocarlos.- Luego coloco una sonrisa desafiante- Tu pequeña princesa no puede evitar que el Rey te destierre, o incluso que te ejecuten, ¿no lo sabías?

-¿Quiénes son?- Pregunto Guts.

-Ellos son miembros de los 8 Dedos.- Respondió Tina.- Un grupo criminal que mueve desde las sombras los hilos del reino.

-Ellos probablemente tienen muchos contactos y medios.- Pensó en voz alta Guts.

El dio un paso al frente y se posiciono en medio de los aventureros y los maleantes. Estos levantaron sus armas en señal de preparación, pero fueron detenidos por la mano del que iba sentado en el caballo.

-¿Que deseas?- Pregunto.- Se por obviedad que no estas con ellos.

Guts no dijo nada mientras sacaba el pergamino, se lo lanzo al sujeto de los tatuajes.

-Estoy buscando a esta chica.- Sentenció.

El hombre de los tatuajes desenrollo el pergamino y la miro.

-¿Que estarías dispuesto a hacer para encontrarla?- Pregunto el del caballo.

-Todo.- Respondió Guts sin un ápice de duda.

-¿Incluso si te pido que elimines a Blue Rose?- Pregunto con una pequeña sonrisa mientras miraba al grupo.

Las mencionadas se tensaron y se prepararon en caso de una traición, las probabilidades no estaban a su favor.

El hombre del caballo tomo el pergamino del otro sujeto y lo miro detenidamente antes de poner una sonrisa pervertida.

-Es una pena que no me la haya encontrado antes, probablemente habría pasado un buen rato con ella o Coco Doll la habría vendido.- Dijo con una sonrisa.- Pero si la llego a encontrar te avisare...

En ese momento Guts llevo su mano derecha al pomo de su espada, preparado para la batalla y para acabar con las aventureras si así se lo pedían, no sería la primera vez que se mancase las manos.

Pero el siguiente comentario lleno de furia el único ojo del espadachín.

-Tal vez unos días después, jajaja.

Todo paso tan rápido... que no siquiera las aventureras podrían haber detenido el chorro de sangre que salió disparado al cielo.

SLASH

En menos de un solo segundo una estela de tripas y sangre fue regada por la zona cuando la mitad superior del hombre fue lanzada por los aires junto con la cabeza del corcel que cayó al suelo con un último relinchido.

Tan rápido como paso, la espada golpeo contra el suelo generando una pequeña cortina de polvo que oculto el arma, pero aun así esta agrieto y parto el suelo bajo su propio peso.

El cuerpo inerte del caballo y su jinete se tambalearon unos instantes antes de que las piernas temblorosas del animal cayeran bajo su propio peso con un sonido mojado por la sangre.

Guts giro su espada sacándola de la polvareda para que esta descansara sobre su hombro, fue como ver a un titan emerger de la tierra y erguirse alto sobre los mortales… fue allí cuando Blue Rose y todos los soldados, la vieron.

Esa cosa era demasiado grande como para ser llamada espada. Demasiado grande, gruesa, pesada y áspera. Parecía más un gran trozo de hierro.

-Ah...

Los cerebros de los soldados parecían que aún no habían registrado lo que acababa de pasar, incluso los que estaban cubiertos por sangre.

Pero cuando lo hicieron...

-¡Ahhhh!

El descontrol y miedo había sido sembrado en sus filas haciendo que los mas susceptibles entrasen en pánico. Internamente Guts los veía como un montón de niñas, apenas si eran mercenarios.

-¡Vas a pagar por eso!- Grito el hombre de tatuajes mientras que estos brillaban.

Guts no le importo, no le importaba quien estuviera en su camino. Esta era simplemente otra batalla en su camino a cumplir su objetivo, en el fondo de su mente una sonrisa canina de dientes afilados emergió.

Balanceo su espada en dirección del sujeto, pero para asombro de las Blue Roses y algunos soldados este logro detener la espada pese a que fue arrastrado por el empuje de la misma.

-¡Ja!- Rio en desafío.- ¡Necesitaras más que eso!

Sus tatuajes de animales estaban brillando mientras su fuerza aumentaba, cada vez que uno se encendía el recitaba una especie de cantico hasta que finalmente todos estaban encendidos, su fuerza estaba al límite.

Pero solamente su fuerza mas no su piel.

En eso el espadachín mostró su otra mano, una mano ortopédica hecha de hierro puro que llegaba poco antes del codo.

Guts apunto está a la cara del sujeto justamente entre los ojos. Zero lo miro confundido hasta que vio la sonrisa enloquecida del espadachín y de cómo estaba sosteniendo un cordel con los dientes.

Click

BOOOOOM

La mano bajo revelando un compartimento oculto, de allí salió una bola de cañón en una explosión que genero una gran cantidad de humo. La fuerza del cañón fue ideal para el segundo movimiento del espadachín que, usando el impulso del cañón realizo un giro con su espada para dividir a la mitad a este monje de combate.

La bala de cañón continúo hasta que se estrelló contra un árbol haciendo este se prendió fuego por la pólvora residual. Mientras que el nuevo cadáver cayó al suelo mientras que sus tripas se derramaban en un chardo de varios fluidos, su cabeza destrozada por el impacto del cañón a tan poca distancia fue regada por todo el lugar.

Su asesinato fue tan repentino que incluso la lengua del sujeto aun tenia espasmos de vida que lentamente se iban apagando.

-Ahora...

Todos aliados como enemigos se tensaron cuando el espadachín negro giro lentamente hasta que pudieron ver su expresión ensombrecida con una sonrisa mientras que a sus espaldas solo podían ver fuego.

-¿Quién de ustedes me va a decir lo que quiero?

Nos encontramos en la ciudad de E- Rantel. Una ciudad fuertemente protegida por soldados y aventureros, ya que aquí estaba establecido el famoso gremio de aventureros.

Y saliendo de dicho edificio podemos ver a una pelinegra vestida con una capa marrón y equipo de aventureros de buen nivel. Ella es Nave para los aventureros, y Naveral Gamma para los de Nazarik.

Ella y Momon habían terminado una misión relativamente difícil para los aventureros, apenas un calentamiento para ellos dos.

-¿Humm?- Pregunto Nave al escuchar un sonido extraño en uno de los callejones de la ciudad.

Normalmente ella no se molestaría por alguna cosa relacionada con los "insectos" o los seres humanos como se les llamaba. Pero en este caso ella podía sentir una fuerza que la estaba jalando hacia esa dirección como si algo estuviese guiando su mano y su nariz.

-Ugha hum.

Para sorpresa de Nave, aunque ella no lo demostrara se encontró con una mujer humana de piel morena con pelo negro, vestida con un simple vestido marrón casi unos trapos mal cocidos.

Esta humana estaba jugando con un gato callejero emitiendo gorgoteos y sonidos parecidos al de un bebe. Por un momento la pelinegra se preguntó si había encontrado a un humano "especial" como los llamaban ellos mismos… Mas ese pensamiento quedo en un segundo plano cuando miro más de cerca y sintió una especie de atracción hacia una marca.

Una marca que parecía una herida abierta, la base era un rombo dividido, cuyos lados se extendían y formaban otro rombo dividido que no se cerraba del todo. El simple hecho de que esta marca tenga algún efecto en ella indicaba que era extremadamente fuerte, una maldición.

Una que nunca había visto o sentido.

-Esto le interesará a Ains-Sama.- Dijo en un tono neutro.


Devil: Y CORTEN

BYE