PRÓLOGO
Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de mi completa autoría
Era la enésima vez que bebía agua de la taza situada frente a él. Tenía la boca seca y las manos le sudaban profusamente. No sabía si era debido a los nervios o al calor de los focos del plató, seguramente era por la combinación de ambos.
Nunca le había pasado algo así. Ser entrevistado había formado parte de su vida durante mucho tiempo, pero hacía casi dos años desde la última vez que se sentó en un sillón frente a un periodista. Muchas cosas habían cambiado desde entonces.
Miró de reojo a su nuevo representante, Seth Clearwater, que le infundía valor desde detrás de cámaras. En estos últimos meses además de su empleado se había convertido sobre todo en amigo. En parte, gracias a él estaba retomando su vida.
—Entonces, ¿Puedo tomar esta entrevista como la vuelta oficial de Edward Cullen al cine? —Preguntó Ellen Degeneres sentada frente a él. Había elegido su programa por su cariz blanco y la profesionalidad de ella, pero aun así contaba con que irremediablemente, tras su larga ausencia, tendría que responder a alguna que otra pregunta incómoda.
—Algo así. Por el momento estoy centrado en la minigira de presentación de esta película y después iremos viendo. Estoy estudiando algunas ofertas interesantes, pero quiero elegir bien y no precipitarme.
—Sé que no quieres hablar de ello y lo respeto, pero ignorar el enorme elefante blanco que está presente tampoco sería profesional por mi parte. No voy a entrar en preguntas personales ni detalles escabrosos porque no nos interesan. Solamente por tus fans, que han estado preocupadas y por todas las personas que te aprecian voy a preguntarte esto; ¿Estás bien? —La sonrisa dulce que se dibujó en la boca de ella dejaba entrever que la pregunta no llevaba maldad.
Edward sabía de sobra que en realidad lo que quería decir Ellen era si estaba recuperado. Llevaban más de media hora hablando sobre su película, la cual había sido rodada antes de que todo se pudriera, mucho antes de conocerla a ella. Hablaron sobre el director, el rodaje en la selva, su preparación… Cuando entró le saludó con un ¡Cuánto tiempo sin verte!, pero ahora había llegado el momento de la verdad. Miró a Seth antes de responder, pues había observado cómo se tensaba y hacia amago de intervenir para parar la entrevista. Con un asentimiento de cabeza le hizo saber que todo iba bien y se dispuso a responder.
—Si te refieres a si estoy rehabilitado sí, lo estoy. En cuanto a estar bien es más complicado. He hecho daño y defraudado a demasiada gente y todo este tiempo me ha servido para darme cuenta de ello. Aún tengo heridas internas abiertas que no cicatrizarán hasta que no consiga reconciliarme con mi pasado y recompensar a todos los que dañé, en especial a la única persona que ha sido y lo es todo para mí.
—¿Te refieres a ella?
—Por supuesto. Ella ha sido la más perjudicada con todo esto. Los últimos meses a mi lado fueron demasiado duros incluido el acoso de la prensa, que siempre fue una constante en nuestra vida. La amo con toda mi alma y creo que no me va a dar tiempo en esta vida para recompensarla. Solo espero, que algún día pueda llegar a perdonarme. —Su voz estrangulada y sus ojos vidriosos al pronunciar estas últimas palabras hicieron que todo el plató quedara en silencio.
A miles de kilómetros de distancia, en un pequeño apartamento situado en Notting Hill, el famoso barrio londinense, la pantalla del televisor quedó a oscuras haciendo desparecer el primer plano de la cara de Edward Cullen.
—Pero ¿qué…? —Angela saltó del sofá maldiciendo el momento tan inoportuno en el que la luz se había ido, pero un rápido vistazo al pequeño reloj del microondas de la cocina le hizo saber que no había sido así. Se giró y se encontró con el rostro de su amiga bañado en lágrimas aferrándose fuertemente al mando del televisor.
—¡Bella!, ¿Cuánto tiempo llevas ahí? —Preguntó acercándose y tomándola por las manos.
—Más del que hubiera querido. —Respondió sorbiendo su nariz.
—¿Lo has escuchado, Bella?
Isabella asintió respondiendo a su amiga. Había entrado en el apartamento justo en la última parte de la entrevista, pero Angela estaba tan ensimismada que ni siquiera había notado su presencia. Verlo a él en la pantalla después de tantos meses la había dejado paralizada mirando fijamente su imagen.
—Te ama, Bella. Después de todo este tiempo sigue enamorado de ti. Probablemente siga siendo un capullo y un imbécil, pero esa era una declaración de amor y de intenciones. Aunque yo le siga guardando algo de rencor por todo lo que te hizo… Esas palabras hasta a mí me han estremecido.
—A veces el amor no es suficiente, Angela. —Respondió Bella dolida.
—Pero tú también sigues enamorada de él
Bella jugueteó con el llavero en forma de corazón que él le regaló. Después de tanto tiempo aún no había tenido el valor suficiente para deshacerse de él.
—¿Podrás perdonarlo, Bella?
Isabella miró a su amiga y no le respondió, no podía. Durante un tiempo había creído que sí podría hacerlo, pero él la había fallado de nuevo. Al parecer, todas las promesas que le hizo en el hospital cayeron en saco roto. Estaba fuera, sano y rehaciendo su vida, una vida sin ella.
¡Hola!
Esta es la carta de presentación de mi nueva historia. Al final voy a poder empezar con su publicación antes de lo previsto.
¿Qué os ha parecido?
¿Interesante?
¿Deseosas de saber cómo continúa?
El prólogo nos sitúa en una escena que ocurrirá dentro de bastante tiempo, primero tenemos que saber que ha ocurrido para llegar hasta ese momento.
¿Listas para acompañarme en este nuevo viaje?
Estoy deseosa de conocer vuestras opiniones a través de los reviews. Contadme que os ha parecido y qué penáis que ocurrirá y maña subiiré el primer capítulo.
Como siempre las actualizaciones serán los viernes.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.