Capítulo 1
Kazuhito solo quería que algo interesante pasara en su aburrida vida.
¿Resolver asesinatos? ¿Pelear contra monstruos a la media noche? ¿Ser un guerrero solitario en medio del Apocalipsis? Cualquiera de ellos estaría bien, aunque pensó en lo que la última significaría para su familia y la descartó.
Además, no es que yo tenga el cuerpo de un sobreviviente.
Kazuhito paseaba por las calles de Tokyo en Ikekuburo, observando las tiendas sin comprar nada. Su vida era perfectamente ordinaria, un estudiante de 16 años con notas notorias, una familia estable y con pocos amigos. Kazuhiko quería mejorar su vida, pero no sabía cómo hacerlo. Una chica de cabello largo purpura y lentes rojizos lo saludo mientras el observaba un stand de mangas junto a un chico de cabello rojizo y polo amarillo. Kazuhiko la saludo nerviosamente, Midori era una amiga que había hecho recientemente mientras buscaba información sobre el misterioso Tokyo Lockdown que había afectado la ciudad y causado la muerte de cientos hace tan solo un año. Midori razonablemente se negaba a hablar mucho sobre el tema a pesar de los esfuerzos de Kazuhito para hacer que lo haga.
Kazuhito compro un par de audífonos y una revista vieja que contenía información del misterioso COMP original, un guante computadora con audífonos gigantes salido de una mala película de los 80 que fue popular en su era pero que fracaso debido a su dificultad de uso y fácil robo (era fácil robar un accesorio que era prácticamente ropa).
Él pensó en lo estúpido que se deberían sentir aquellos que compraron una de ellas, aunque para ser justos, era otra época y verse como un personaje de una película post apocalíptica era la intención.
Los Noventa eran los Noventa. Pensó Kazu mientras leía la revista en medio de la calle con los audífonos puestos.
Y entonces el la miro.
En una esquina, una chica de cabello negro, peinado de una forma increíblemente tradicional estaba luchando para mantenerse de pie mientras trataba de sacar algo de su bolso. Aquel algo era una piedra blanquecina, brillante.
Y entonces ella se comió una piedra como si fuera un pedazo de pan.
-Que mierda? -Exclamo en voz alta- Kazuhito había visto a una chica comer una piedra.
La chica tenía cabello negro como la sombra y en dos coletas negras y grandes, ella usaba una sudadera gris y pantaloncillos cortos del mismo color. Su rostro era palido y tenía los ojos de color rojo como la sangre.
Ella se dio cuenta de que Kazuhito la estaba observando y lo miro directamente.
- ¿¡Ah!?- exclamó Kazu- No te preocupes! ¡No haré ni diré nada!
-Mira detrás de ti!
¿¡Qué demonios!? Exclamó mientras volteaba a mirar hacia atrás.
Y entonces lo vio.
Imagina que eres un animal viviendo en su colonia, crees que eres el ser mas fuerte del mundo hasta que un día, el depredador aparece de la nada. Un ser desconocido que nunca habías visto antes, pero del cual tu sientes el peligro por puro y simple instinto.
Eso es lo que Kazuhito Ichijou sentía en aquel momento.
Un gigante de piel verde que vestía ropas propias de un cavernícola estaba detrás de el. Aquel gigante sonrió al ver su rostro aterrorizado y revelo una maraña de dientes afilados dignos de un depredador.
Ogro pensó Kazuhito. Un monstruo de la tradición europea. Es un humanoide masivo y degenerado con gusto por la carne humana.
Aquel ogro levanto su garrote, listo para aplastar su cabeza cuando en aquel mismo instante una espada lo atravesó por detrás.
El ogro balbuceo un poco mientras Kazu veía como la vida se iba de sus ojos, cuando esta se fue por completo, el cadáver del ogro simplemente se desvaneció en pequeños fragmentos de luz púrpura.
Y detrás del ogro y cargando una espada estaba una chica de cabello rojo y ojos azules. Ella vestía un suéter rojo de mangas largas y un pantalón castaño que resaltaba su silueta.
Kazuhito miro a su salvadora por un momento, la cual lo miraba con extrañeza y cierta frialdad.
Y entonces su rostro se llenó de terror y pronunció palabras llenas de preocupación.
-Corre de aquí lo más rápido que puedas.
Kazuhito volteo hacia donde ella miraba y su rostro se deformo en una mueca de horror y sorpresa.
Varias luces habían aparecido en medio de la calle, luces que eran como grietas en la realidad misma, y de aquellas gritas salían seres salidos de pesadillas.
Una calavera flotante con una serpiente, un caballero negro montando un caballo infernal y más seres extraños salían de aquellas grietas en masa.
El vio como aquellos seres se abalanzaban sobre la chica de las coletas negras.
Kazuhito grito antes de darse cuenta de que él era el siguiente.
La Calavera flotante se acercó a él y la oscuridad de sus ojos lo consumió por completo.
Entonces el despertó.
Un hombre con cabello blanco, vestido en un traje rojo y elegante estaba frente a él. Kazuhiko parpadeo y al abrir los ojos fue cuando él se dio cuenta de que, además, el hombre también estaba sentado en una silla de ruedas.
-Hola. No soy un demonio -dijo el enigmático señor- yo soy Steven.
-Quién eres? -pregunto Kazuhito.
-Yo soy un simple científico que estudiaba la tele transportación, pero accidentalmente abrí una puerta al Abismo de donde un demonio salió y me confino a una silla de ruedas…Eso es todo lo que diré.
Kazuhiko y Steven estaban en medio de un gran campo de color celeste diamantino.
-Escúchame bien Kazuhiko Ichijou. Usualmente me gusta mantener secretos, pero tengo que decírtelo, tú tienes altas probabilidades para "Salvar los mundos".
Tu mundo no es el único que existe, hay millones de ellos existiendo al mismo "tiempo" que tú y yo. Sin embargo, una gran amenaza se cierne sobre ellos, y tú puedes evitarlo con tu intervención.
Cuando despiertes, tu hallarás un pequeño revolver en tu bolsillo, usa la dispárale a el primer demonio con el que encuentres y entonces está demostrara su magia.
Te aseguro que no te arrepentirás.
Kazuhito se halló a si mismo tumbado en el cielo al lado de una calavera rota, frente a él estaba un gigante de piel roja pura que agitaba su arma en contra de la chica de las coletas.
Kazuhito recordó instantáneamente lo que Steven le había dicho y saco el arma de su bolsillo, justamente como él le había dicho.
Kazuhito apuntó al Oni y presiono el gatillo.
Aquel momento cambiaría todo.
Un pentagrama se formó en frente de su pistola y de aquel pentagrama salió un ser humanoide cubierto de una armadura y con cabello hecho de fuego, no pelirrojos, pero hechos de actual fuego.
Era un Ángel. Un arcángel.
El Arcángel desenvaino su espada y en un brillo rápido logro atravesar al Caballo infernal y hacer caer a su jinete al suelo, el cual apunto su lanza hacia el ser sagrado.
Y lo atravesó de una estocada.
El Arcángel fue destruido case de inmediato y El Jinete de la armadura negra cayó solo gracias a una estocada por detrás de parte de un adolecente en armadura y con una bufanda que le cubría la boca.
Kazuhito simplemente cayó al suelo y dio gracias por seguir con vida mientras las dos chicas lo miraban con una expresión llena de confusión y duda.
La chica de las coletas negras le pregunto quién era, pero Kazuhito estaba demasiado confundido para responder.
Kazuhito todavía no sabía en lo que se había metido.