¡Hola a todos!

Aquí le traigo un capítulo más, espero les guste.

Por favor, pasen, lean y dejen su review con su opinión, ya que eso me motiva a seguir escribiendo.

Mil gracias por sus reviews y a los que han vuelto esta historia su favorita... :D

Los personajes pertenecen a S. Meyer, yo solo juego con ellos.

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Advertencia: Si la historia y la autora te dan lemmons... Procura tener a alguien o algo cerca. Gracias.

Atte.: Little Saturnito.


By Love

Outtake

"El oso que siempre protegerá a la princesita"

Emmett P.O.V:

- Tío Oso, ¿nos cuentas un cuento? – pregunto Victoria mientras me veía con sus enormes ojos, esos que se parecían demasiado a mi querida hermanita Bella.

Me había quedado con los chicos mientras Bella estaba en el hospital con la pequeña Valentina, Edward estaba en su oficina y Rose había ido con Mika a cerrar la cafetería, así que me tocaba acostar a los chicos.

- Muy bien, ¿Cuál quieren que les cuente? – pregunte mientras me acomodaba a su lado, Axel y Kyle se acomodaron en sus respectivas camas.

- ¡UNA DE PRINCESAS! – exclamo.

- No, mejor uno de piratas – dijo Kyle haciendo un gesto.

- No, uno de dragones – comento Axel. La discusión comenzó y sabía que no pararía si no hacia nada, amaba a los piojos, pero todo el susto con Bella y Valentina continuaba en mi sistema y estaba algo cansado.

- Muy bien chicos, ¿que les parece si les cuento la historia del "Oso y la princesita"? – pregunte.

- ¿El oso y la princesita? Ese nunca lo había escuchado – dijo Vicky.

- Yo tampoco – contestaron a la vez los chicos.

- ¿No? Bueno, se las contare – los tres niños asintieron – Muy bien…

"Había una vez un oso, quien vivía muy alegre, le encantaba estar al aire libre, correr, brincar y jugar con los demás osos, pero había algo que algunos de sus amigos tenían y él no… una pequeña hermana osita.

El oso siempre les había pedido a sus padres por una hermanita osa, pero los señores osos siempre se ponían tristes por no poder cumplir el deseo de su pequeño osito. Un día, cuando los papas osos pensaron que el oso tenia la edad suficiente para entender, le explicaron que mamá osa no había podido tener más bebes porque cuando nació él, mamá había quedado muy enferma y eso le impedía tener más ositos, pero que lo amaban a él más que nada.

El oso entendió eso, pero aun así no podía evitar sentirse triste cada que veía a sus amigos contar sus historias con sus hermanos o hermanas… hasta que un día algo alegro su día y su vida.

Un día, mientras jugaba con sus amigos en el bosque, el oso vio como una familia de osos nuevos se cambiaban a una cueva en el vecindario junto al suyo, así que con curiosidad se acerco a ver. Era una familia con dos ositos, o más bien un osito y una princesa, porque la pequeña no era igual que las demás ositas, ella parecía caminar con demasiado cuidado mientras ayudaba a su mamá, se veía linda con su vestido azul, su largo cabello castaño y su lindo moño blanco. El oso nunca había visto una cosa tan linda y desde ese momento ella se convirtió en la princesita de la calle de alado.

Varias semanas después, mientras el oso regresaba de la escuela, escucho un extraño sonido el en el bosque en donde solía jugar con sus amigos ojos, así que se acerco a ver y grande fue su sorpresa al ver a la pequeña princesita llorando mientras estaba sentada en el suelo.

- ¿Te pasa algo? – pregunto acercándose a ella, la pequeña princesita se asustó – Lo siento, no quería asustarte, ¿Qué te paso? –

- … Me caí… - respondió mientras limpiaba su mejillas mojadas, el oso la miro acercándose a ella y vi que tenía un raspón sangrando en su rodilla. El oso saco una botella de agua y se acerco para echarle en la rodilla, pero la pequeña princesita se asustó.

- Tranquila, mi mamá dice que tenemos que limpiar las heridas para evitar que los micobios entren – explico, después de limpiar la herida, el osito se puso de espaldas para que la princesita se subiera y la llevo hasta su casa.

- Oh, Bella, ¿Dónde estabas? ¿Qué te paso? – dijo la mamá de la princesita y se acerco corriendo hasta ellos – Oh, querida – se lamento al verla con la rodilla raspada – Muchas gracias… -

- Emmett McCarthy – respondió dejando que la mamá osa tomara a su princesita.

- Muchas gracias, Emmett, ¿Por qué no pasar y comes un poco pastel de zanahoria? – pregunto, por un momento pensó en rechazarlo, ¿pastel de zanahoria? EW, no gracias, pero lo acepto al ver los ojos café de la princesita.

Desde ese día, el oso y la princesita se encontraban de vez en cuando, ya fuera en el bosque de juegos o en la escuela. El oso se dio cuenta de que la princesita solía caerse mucho, por una parte, le daba mucha risa, pero por otra parte no le gustaba ver que los demás osos se reían de ella, por lo que el oso decidió defenderla de todos aquellos que se burlaran de ella.

- Muchas gracias por cuidar de ella, Emmett – le dijo la mamá de la pequeña princesita. Se había quedado a comer un poco de helado después de llevar a la princesita a casa – Eres como su caballero de brillante armadura, siempre cuidándola.

- Pero mami, Emme no puede ser un caballero, él es un oso – dijo la princesita para después hacer un gracioso gesto de un oso gruñendo.

- De acuerdo, ¿Qué te parece si Emmett es el oso que siempre protegerá a la princesa? – pregunto, haciendo que ambos niños se quedaran pensando para después asentir con entusiasmo.

Desde ese momento el oso hizo promesa silenciosa, y era que jamás dejaría que nada malo le pasara a la princesita, porque ella se había convertido en eso que siempre deseo.

La princesita se había convertido en la hermana que siempre quiso.

El oso también se prometió convertirse en alguien feroz, en alguien capaz de ahuyentar a cualquiera que le hiciera daño, pero a la vez alguien fuerte para proteger aquello que la princesita amara…"

Cuando acabe de contar la historia, note que los chicos estaban profundamente dormidos por lo que me levante y después de cubrir a los chicos, salí con cuidado y me dirijo a mi habitación.

No pude evitar dirigirme hacia el armario para buscar la pequeña caja que tenía guardada y que no abría desde hacía tiempo.

Demasiados recuerdo de nuestra infancia estaban ahí, desde que la conocí hasta que me gradué.

Mi mirada se dirigió hacia una en específico.

Era la primera fotografía que Renee nos había tomado, era poco después de conocerla y Bella había cogido un resfriado por lo que no podía salir a jugar. Así que fui a visitarle y mientras le leía un cuento, ambos se habían quedado dormido. En la foto estaba Bella profundamente dormida mientras yo a su lado tomaba su mano, igualmente dormido.

- Siempre me gusto esa foto, tu madre dice que la robaste del portarretratos y la escondiste en tu habitación – la voz de mi amada esposa me saco de los recuerdos – ¿Los niños están dormidos? –

- Si, les conté un cuento y creo que cayeron a mitad de el – respondí, volviendo a meter los recuerdos en la caja.

- ¿Crees? – Rosie levanto su ceja mientras me veía escéptica.

- Les conté el cuento de "El oso que siempre protegerá a la princesita" – me encogí de hombros.

- Oh, amor – Rose se acerco a mi y me abrazo fuertemente, no pude evitar sentir mis ojos arder – Esta bien, Bella y Valentina están bien – sus palabras hicieron que todos mis miedos retenidos salieran y rompiera a llorar en brazos de mi esposa.

- Tuve tanto miedo Rose, verla sangrar mientras lloraba por su bebé – dije en voz rota – Volví a sentir que la perdía, que perdía a mi princesita –

- Todo esta bien amor, Bella esta bien y esta feliz con su bebé en brazos – comento acariciando mi cabello – Estuviste genial, fuiste fuerte para ella cuando más lo necesitaba, esta vez estuviste a su lado para tomar su mano cuando su esposo no pudo hacerlo, estuviste con ella hasta que él llego – tomo mi rostro entre sus delicadas manos para que la mirada a los ojos – Estoy muy orgullosa de ti Oso, y te amo mucho más por lo fuerte que fuiste en ese momento – finalizo dejando un suave beso en mis labios.

- También te amo Osita – dije abrazándola fuertemente.

- Vamos a dormir, estoy segura de que los chicos despertaran temprano para ir a donde Bella – comento dándome una sonrisa – Te amo Emmett – dijo una vez que estuvimos listos en la cama, como siempre, mi Rosie descansaba en mi pecho – Y no puedo esperar para que Mika y Valentina conozcan el cuento de "El oso que siempre protegerá a la princesita"

- También te amo Rosalie, y yo tampoco puedo esperar para contárselas – dije dejando un beso en su frente.


* Hola, ¿Cómo han estado? Después de mucho tiempo de finalizar esta historia, les traigo este pequeño capitulo. ¿Se han preguntado como es que se conocieron Emmett y Bella? Pues aquí esta, y no pude evitar hacerlo con la versión de Emmett. Pero díganme: ¿Qué les pareció? ¿Les gusto? Déjenme sus reviews con sus comentarios.

Por cierto, como mencione al principio del cap., he creado un grupo y pagina en Facebook, donde ya tengo listo el álbum con las fotos de esta historia, así que pueden pasar y darle una mirada.

Mil gracias a los que leyeron esta historia desde el principio hace años atrás y a los nuevos, muchas gracias por tomarse el tiempo para leerla, espero que les gustara y se emocionaran hasta las lágrimas al igual que yo.

Besos y abrazos a distancia, Little Saturnito.