Declaracion: Naruto no me pertenece... la historia, por otro lado, si.


De verdad Naruto no entendía la necesidad de esa clase de "Modales en la mesa". Según la vieja Tsunade, la directora de la preparatoria, sería algo muy básico, el comportamiento adecuado para una cena familiar o formal, sin necesidad de llegar a las normas francesas y el uso de todos los tenedores.

Él sabía que ni Tsunade soportaría algo como eso.

-¿Pero para que sirve algo así, si generalmente comemos con palillos?- pregunto, de verdad necesitando una respuesta.

Estaban en el gimnasio de la escuela, esperando en las gradas de las canchas de basquetbol, a que la profesora de protocolo hiciera aparición. Manejarían grupos pequeños para que las lecciones llegaran con más facilidad, por lo tanto, eran 18 estudiantes, y Kakashi para vigilarlos.

-Piénsalo, Naruto- Neji lo miro con mala cara, nada inusual- tal vez si al menos sabes comportarte en la mesa, mi tío no pensara que es un completo desperdicio de oxigeno el que tu respires.

Algunos rieron. Naruto tuvo ganas de responderle, pero la mención del padre de la chica que le gustaba lo dejo pensativo.

-Oye, Teme- llamo Naruto en un susurro- ¿Crees que lo que dice sea cierto?

Sasuke lo miro, Naruto sabía que el Uchiha no le mentiría. Incluso le gustaba ser mordazmente cruel.

Esta vez se moderó un poco.

-Creo que eso le agradaría- el pelinegro se encogió de hombros- Hinata es su hija mayor, su heredera, no querrá que este con un completo pelmazo. Como tú, Dobe.

Esta vez, ni siquiera intento responder. Si al padre de Hinata le interesaban ese tipo de cosas, Naruto las aprendería a la perfección. Sería el mejor en esa cosa del "protocolo". Lo llamarían Señor Protocolo.

No, ni siquiera.

Rey Protocolo. Si, así seria.

-Bien, empecemos- exclamo con nuevo entusiasmo, haciendo saltar del susto a más de uno- Kakashi-sensei, ¿Dónde está la vieja Tsunade y la señora que nos dará la clase?

Kakashi lo miro con aburrimiento, por encima de su preciado librito. Suspiro, señalándolo algo con la mirada.

-¡¿A QUIEN LLAMAS VIEJA, NARUTO?!- rugió Tsunade, hecha una furia.

Ignorando el show que siempre les daban el rubio y la directora, los demás miraron a la mujer que venía junto a Tsunade. Tenía un traje negro, muy formal y sin una arruga, zapatos imposiblemente altos, el cabello atado en un apretado donut y el rostro perfectamente maquillado. No le atribuían más de cuarenta, pero si le quitaban todo el Botox, debía tener unos sesenta años.

Se aclaró la garganta, haciendo que Naruto la mirara y que Tsunade se callara al fin, muy avergonzada.

-Eh… bien. Jóvenes, quiero presentarles a Constanza, la instructora de protocolo. Ella, junto a Kakashi, los acompañaran la tarde de hoy. Yo tengo cosas que hacer, más vale que se comporten.

Y sin darle una segunda mirada a Constanza, salió huyendo de allí.

Por su reacción, ya suponían lo que se les venía.


Naruto no tardo en caerle mal a la instructora.

Constanza era fácilmente descrita como seria, monótona y amargada. Hablando siempre en la misma tonalidad (menos cuando le gritaba a Naruto), con la misma emoción (a menos que mirara a Naruto) daba las indicaciones de cómo debían comportarse y que debían hacer en la mesa.

Primero que nada, los dividió en tres grupos. Cada uno de tres chicas y tres chicos. Primero estaban Naruto, Shikamaru, Sai, Sakura, Tenten y Matzuri. Luego estaban Hinata, Temari, Ino, Sasuke, Neji y Gaara. Por ultimo quedaron Shino, Lee, Kiba, Karin, Tayuya y Kim.

Cada grupo fue ubicado cerca de una mesa para que Constanza iniciara su charla. Kakashi vigilaba todo al margen de la situación.

-Para comenzar, deben saber que una de las cosas más importantes cuando tienen que asistir a un banquete o cena: ser puntuales a la hora de la comida- decía Constanza- es de suma descortesía hacer esperar al anfitrión o llegar cuando todo ya ha empezado. ¡Sean puntuales!

Aunque recién iniciaban, algunos, en especial los chicos, solo podían pensar en que ya era mediodía y no habían almorzado. Y el aburrimiento solo hacia todo mucho peor.

-Deben ir limpios, bien peinados y con las manos limpias…

-Que problemático- se quedó muy bajo Shikamaru.

-¿Qué pasa si por llegar puntual e ir apurado termino teniendo algún tipo de accidente y ensuciándome?- pregunto Sai a sus compañeros de grupo.

-Pues vete a comer a otro lado, seguro te divertirás mas- Tenten bufo. Constanza ya le había puesto el ojo encima también.

Naruto hallo esa nueva información interesante.

-El caballero siempre ayuda a la dama a sentarse.

Se acercaron a la mesa, cada uno ayudo a una muchacha a tomar asiento. Tenten bujo.

-Ni que fuera invalida. Yo sola puedo colocar mi trasero en una silla- las chicas rieron por lo bajo ante el reclamo, Shikamaru y Naruto. Sai, que la ayudaba, la miro pensativo.

-Siéntense derechos en sus sillas- indico Constanza, llevaba un abanico en la mano, y con este hacia ademanes amenazantes, pero con completa elegancia- quiero espaldas rectas, hombros atrás y ¡nada de jorobas!

Los 18 chicos se irguieron inmediatamente. En la tercera mesa todos iban muy bien. La segunda mesa tenia encantada a la instructora, todos habían seguía perfectamente sus órdenes, se sentaban de una manera que la mesa uno no podía igualar: Sai se sentaba derecho por costumbre, Shikamaru lo encontraba problemático pues estar tendido sobre la mesa era más fácil y cómodo; los otro cuatro ya tenían dolor de espalda.

Con una ruda caricia de su abanico, Constanza les hacía ver los errores en sus posturas.

Kiba y Shikamaru recibieron varias en la espalda, el Nara con más frecuencia. Matzuri y Sakura las recibieron en sus hombros, mientras Naruto era golpeado en casi todo su torso. Para corregirlos mejor, la mujer les coloco fajas y collarines.

-Esta maldita- gruño Tenten, con los dientes apretados.

-Esto es tan humillante- Matzuri esquivaba a toda costa la mirada de Gaara en la mesa vecina.

Naruto se esforzaba, quería aprender e impresionar a Hinata y a su padre, pero se estaba poniendo color de hormiga. Y su demonio interior ya pedía venganza.

Y él estaba cada vez mas de acuerdo.

Estaba seguro que conseguir un cómplice sería muy fácil.

Llamo a Tenten sin que nadie se diera cuenta, y le hizo un montón de complicadas, y sin embargo discretas, señas. La castaña entendió lo que le querían decir y acepto, divertida ante la idea de un sabotaje.

Daba igual si quedaban como unos maleducados, Tsunade algún día tenía que perdonarlos. O no.

-Se empieza a comer cuando el anfitrión empieza a comer- les instruía la mujer, mientras les traían una sopa verde poco apetitosa- en el caso de ser un grupo numeroso, para que no enfrié la comida, pueden comer cuando dos a más personas han sido servidas.

Ninguno tuvo valor suficiente para decirle a esa mujer que no se comerían la sopa, así que de a poco comenzaron. Estaban seguros que el cocinero no había tenido buenas intenciones, tampoco les sorprendería que la fuera cocinado Constanza.

El plato principal fue una decepción. Luego de la horrible sopa, les trajeron un miserable trozo de pechuga de pollo, o canario, una ensalada que consistía en una hoja de lechuga y tres tomatitos, algo de puré de patata y un vasito de jugo de uva.

Naruto y Tenten se pusieron de acuerdo con un asentimiento, pero su sabotaje se detuvo a oír un anuncio.

-Quiero informarles que, de demostrarme que han aprendido los buenos modales en la mesa y que se comportan como damas y caballeros con verdadera clase, les obsequiare este boleto- Constanza les mostro el papel que tenían en la mano- con el podrán asistir a una cena en el mejor restaurant cinco estrellas de toda Konoha, esta noche a las siete. Y tendrán permitido llevar un acompañante.

El rubio supo inmediatamente que esa sería una gran cita con Hinata. Mostrarle todo lo caballeroso que podía hacer y pedirle que fuera oficialmente su novia.

Se ganaría ese boleto a como diera lugar.

De esta manera, y aunque había sido difícil, siguió todas y cada una de las indicaciones dadas.

-Excelente- por primera vez Constanza sonrió. Tanto Botox hacia que se viera extraño- ahora, Kakashi ya tiene sus boletos. Prepárense, en unos minutos vendrá la directora a ver todo lo que han aprendido.

Naruto miro entonces a Tenten, ella ya lo miraba. Se sonrieron. El plan continuaba.