Disbelief at the last minute.
#30 | Beso
500 palabras.


Tardaron alrededor de tres meses en obtener el permiso para adoptar a ambos hermanos.

Mime les preguntó qué es lo que tramaban cuando había llegado a la casa hogar, y Esmeralda le explicó a grandes rasgos lo que había dicho su esposo. Ikki les hizo prometer que no se lo dirían a su hermana, cosa que les hizo arquear una ceja bastante confundidos. Aceptaron algo reticentes, pero la duda no la dejaron de lado.

Cuando fue el turno de los niños de despedirse del orfanato, el hombre que les había hecho la entrevista no parecía querer dejar a los niños. Le dio a ambos niños unos colgantes que tenían joyas, una oscura para el niño y una blanca para la niña. Después, procedió a abrazarlos a ambos y observar al suelo.

—Cuídelos —fue lo único que le dijo a Ikki, quien le observó curioso—. Lo han sido todo para mí durante dos años.

Ikki asintió con la cabeza. Se giró a su esposa, quien estaba sonriendo tranquila a los nenes, buscando alguna forma de hacerles sentirse menos mal al dejar su hogar. Después de eso, se despidió de los dos niños, y prometió que algún día se verían de nuevo.

—Nunca nos dijo su nombre —notó Esmeralda, recordando las escasas tres veces que habían estado dentro del edificio y hecho los papeleos correspondientes. El hombre sonrió tristemente.

—No importa ahora —para finalizar, les dio a ambos un beso en la frente y les hizo señas de que se fueran lejos de él, hacia la gente que quería estar con ellos.

Llegaron a su departamento, en donde ya habían instalado en la habitación de invitados lo necesario para recibir a los niños (todavía a escondidas de Saori). Ese día, Mime se había encargado de Shun quien estaba intentando pronunciar palabras que este le estaba enseñando en noruego, y diciéndole que podría utilizarlas cuando quisiera porque su padre no las entendería. El menor corrió a recibirlos, pero se paró cuando notó a los nuevos niños. Mime sonrió ligeramente, y con la cabeza hizo una pequeña reverencia, dándoles la bienvenida.

—Shun, saluda a tus nuevos hermanos —dijo Esmeralda con un tono muy dulce. El menor los observó a ambos, y después de meditarlo unos cuantos minutos su rostro fue cubierto con una enorme sonrisa.

—Mime, dile a mi hermana que venga, por favor —le pidió el nipón a su amigo, quien asintió rápidamente con la cabeza y desapareció. Minutos después, llegó con la mujer quien preguntó qué es lo que necesitaban.

Al ver a ambos niños, se quedó congelada. Después de unos segundos, observó a su hermano, quien parecía ser el plan maestro detrás de todo ello.

—Ikki...

—Quería en realidad que fuese tu regalo de cumpleaños del próximo año, pero el papeleo no fue tan tedioso como creí en un inicio.

La mujer tuvo que reprimir lágrimas que amenazaban salir de sus ojos. Se hincó, y dejó finalmente que lágrimas saliesen de sus ojos cuando los niños le abrazaron.

—Gracias, Ikki —sonrió.


Disbelief at the last minute.
Finis.


Notas finales.

Personalmente, no me gustó mucho cómo quedó el final, pero hay que tener dos cosas en cuenta: ya no tenía drabbles para trabajar y dos, el problema inicial que tenía la trama se solucionó solo alrededor del drabble 25. No tenía sentido seguir insistiendo en que Esmeralda siguiese enojada con Ikki, o que Mime estuviese alejándose de ellos todo el tiempo, porque no me parecía justo darle diez vueltas al mismo problema. No es así como yo lo quería. Originalmente, Esmeralda nunca se enteraba de la implicación sentimental que había entre Ikki & Mime, y el fic terminaba con Ikki diciéndole a Mime que hay que parar. Hubo muchos cambios dramáticos en cuestiones de trama, pero me alegra al menos haber aprendido de ellos. Tengo un año queriendo escribir la idea, un poco más, y me alegra por fin arriesgarme a plasmarla. Sin el conocimiento que tengo ahora de ciertas culturas, no lo habría hecho, no al menos de una forma en la que estuviese medianamente orgullosa del resultado.

Gracias por leer y espero que les haya gustado. Haré quizás más fics para atar los cabos que no terminé de atar aquí, que son varios. Uno de ellos es la historia de Saori, de ahí, veré que otros más. Chau~
—gem—