Titulo: Disbelief at the last minute.

Resumen: "Cuando Ikki obtiene una despedida de soltero como los dioses mandan y, accidentalmente, besa a su mejor amigo, se provoca una reacción en cadena de sucesos que creyó jamás tendría que pasar."

Advertencias: Threesome, AU, Cheating, ligero lime, e insinuaciones de violación.

Tipo: Colección de drabbles.

Pareja principal: Mime/Ikki/Esmeralda.

Parejas secundarias: Tenía prohibido agregarlas, pero hay un muy ligero (pero en serio que ligero) Seiya/Saori.

Estado: Terminado [30/30]

Comentarios: Participante en el reto 30D-3 Dinner del foro Saint Seiya Yaoi. Estoy medianamente orgullosa de este coso, y quería traerlo acá. Hay drabbles que suenan un poco raros y fuera de lugar, pero vale, la historia en general me gustó (also, me alegra poder escribir algo de Esmeralda).


Disbelief at the last minute.
#1 | Cerveza
500 palabras.


Ikki no era muy fan de las bebidas alcohólicas. En teoría, si existiera alguien que quisiera describir su relación con cualquier clase de éstas, diría que sentía una especie de repudio hacia ellas. No era para menos. Mime sabía, después de todo, que el moreno una vez había bebido una—de un muy nimio contenido etílico por mililitro, cabe destacar—en su adolescencia y no le había ido muy bien al día siguiente.

Mime podía jactarse de conocerlo, y era una de esas pocas personas que no se pondría en ridículo al decirlo. Sin embargo—y muy para la mala suerte del nipón—en esta ocasión había sido el que brindara la idea de festejarle.
—Después de todo, el día de mañana es MUY importante —había adjudicado a su sugerencia la cual había sido aprobada por quien Ikki menos quería: Esmeralda.

—Bueno, es una especie de tradición no escrita, ¿no? La tan dichosa "despedida de soltero" —ella era demasiado inocente para este mundo, fue la conclusión a la que llegó después de mucho pensarlo. Ella sólo le había sonreído y había soltado un suspiro—. Escucha, Ikki. Has estado un tanto… um, tenso, así que me gustaría que salieses a divertirte. Incluso si es sólo por esta noche.

—Pero, Esmeralda. Mañana es…

—Y es quizá por eso que lo mejor será que lo hagas más pronto, ¿no? Después de todo, la tradición es "el día antes de la boda" —interrumpió Mime rodeándole con su brazo, mientras una sonrisa se instalaba en sus labios—. Además, verte festejando tus últimos minutos de libertad suena como algo que definitivamente necesita ser grabado, o al menos presenciado, ¿a que no, Esmeralda? —su prometida, para su mala fortuna, volvió a asentir a las sugerencias (locas sugerencias, querría decir) de su mejor amigo. Definitivamente atentaban contra él.

—Eso no quiere decir que sea… apropiado aprovecharme del hecho de que hoy es mi última noche como "soltero" —fue con lo que intentó defenderse. Muy para su mala fortuna, Mime y Esmeralda seguirían con su rollo hasta que éste aceptara. Hubo ocasiones específicas en las cuales Ikki no pudo ganarles, y estas sólo habían sido posibles debido a que lo que realizaran fue trabajo en equipo. Como Sun Tzu dice, si el enemigo te dobla en número, divídelo. Lástima que él nunca supo cómo.

A sus diecinueve años, Ikki se sentía como una persona bastante afortunada. Tenía una pareja estable, estaba por contraer matrimonio, tenía un buen trabajo, en teoría tenía a dos personas realmente importantes para él: Mime y Esmeralda. Su mejor amigo y su prometida. Ambos, conocidos desde tierna edad. Sin embargo, al ser de toda su vida, era casi imposible engañarlos o intentar hacer algo para que se rindieran con algo que ambos tenían en mente y que probablemente a él no le gustaba.

Esmeralda se había quedado en la casa, argumentando que "la despedida de soltero" era entre hombres. Ikki bufó. Mime decidió ignorarlo tajantemente y ordenarle una cerveza para comenzar la noche.


―gem―