No era el hecho de que todo su cuerpo estuviera envuelto en sellos, o que también contara con heridas por todos lados, ni tampoco que ahora mismo estaba a punto de ser sellado.

No.

Esas eran cosas menores en este momento, se podrían considerar triviales, pero como sea…

Miro hacia arriba observando a duras penas su alrededor, era curioso…el, considerado un Dios en casi toda la regla, ahora mismo se encontraba atrapado por cosas tan torpes que incluso el no se la creía, aun así mentalmente no sabía si se lo merecía o no.

Tenía odio, por todos los que realmente estuvieron junto a el por años pero aun así no fueron capaces de hacer nada, odio a sí mismo por no poder tampoco intervenir en aquel momento, odio a su trabajo que lo distancio de tal forma en que prácticamente era un desconocido en su casa…pero lo que aun más le llenaba de rabia, era que el mismo planto la semilla que lo dejaría en su situación actual.

Pero a pesar de eso…

Aun no seguía esperando que las cosas volvieran a cómo eran antes. Sintió como algo tibio se deslizaba por su mejilla debajo de su ojo derecho, uno de los pocos lugares los cuales no fue cubierto.

¿Estaba llorando? No merecía tal honor del poder siquiera derramar lágrimas, no después de todo lo que sucedió, no había llorado por ella en aquel entonces, así que… ¿Debería derramar lágrimas en ese entonces?

Si tan solo pudiera mover su boca para poder reírse libremente. Le exasperaba todo en ese momento, de todas las personas en el mundo jamás creyó que alguien lo tocaría, no después de haber alcanzado el pináculo de la fuerza. Pero ahora, solo mostraba que cuando uno deja de cuidar de la gente que lo rodea, entonces ellos notaran cuando es posible realizar su movimiento.

¿Era esto lo que sintió Kaguya en aquel momento? Este sentimiento…tan…repulsivo…

El amaba a su familia, si, a pesar de no haber podido pasar el tiempo necesario con ellos, el realmente los amaba. No por nada siempre tenía más de un clon cerca a la espera de cualquiera para poder acercarse, el siempre cuido a su familia…

Pero…

El debió cuidarse de esa familia que tanto anhelaba proteger…

Boruto…Su hijo, el que se suponía que debía ser la elite de todo…termino como un malcriado, engreído y con la creencia de ser superior a los demás…él sabía bien eso, pero aun así…solo pudo observar…

En ese entonces recordó lo que era la impotencia de no poder hacer lo que realmente uno quisiera ¿De qué servía el poder suficiente para nivelar bastos terrenos? ¿De qué servía el haber conseguido su sueño de infancia? Sobre todo.

¿Servía de algo el reconocimiento que tanto anhelaba a cambio de dejar que su familia se desintegrara?

Quizá en otro tiempo hubiera respondido un rotundo, Si.

Pero después de haber pasado por todo lo que paso gracias a aquello, simplemente ya no veía la hora de dejar todo atrás para volver con la gente que lo quería.

Cierto…

Ya no quedaba nadie que realmente lo quisiera en este momento…

El sonido del metal siendo arrastrado resonó por todos por todo el lugar, solo significaba algo, ya era el momento.

Si pudiera suspirar por el cansancio en este momento el lo realizaría, pero por cómo iban las cosas, simplemente pudo dar una mirada aburrida.

Al levantar la visa observo su entorno a la espera del visitante, los pisos llenos de marcas, sucios y con manchas de humedad. Las paredes roídas y llenas de moho, expidiendo un olor asqueroso.

Incluso los restos de su predecesor en la esquina de la celda.

El sonido de las pisadas seguía resonando mientras que miraba cuidadosamente ya a la espera.

Los barrotes llenos de herrumbre denotando su estado de deterioro. Se podría decir que lo único que parecía nuevo eran los sellos que se encontraban esparcidos casi por todos lados, cada uno drenando tanto Chakra que mataría a cualquiera en el acto…pero en su caso solo servía para evitar que el pudiera hacer las cosas "difíciles" para todos.

Ciertamente jamás entendió cuando fue el momento en que las cosas empezaron a salir de esa forma, aunque suponía que la causa seria el hecho que ella ya no se encontraba con ellos…debería ser eso…

El sonido de las suelas termino su recorrido enfrente de donde se encontraba ahora mismo.

El estaba disfrutando el poder ver a la nada en aquel instante, el simple hecho de que pudiera siquiera ver aun ya era suficiente.

— ¿Qué se siente la impotencia? —fue una voz suave, una que él conocía bien, pero penosamente no la conocía del todo.

—seguramente nunca supiste lo que se siente…naciste con líneas de sangre de ese nivel…siendo el contenedor del Kyuubi…teniendo todo, seguro no entiendes lo que siento—prosiguió.

La sangre le hervía, el era su sangre…pero enserio ¿conocer tan poco de su pasado?

¿No conocer el sentimiento de la impotencia? Vivió cada maldito segundo de su juventud siendo golpeado.

La mirada que mostraba en su único ojo visible solo mostraba odio puro.

— ¿Enojada Padre? —su voz fue quebrada— ¿Donde está el todo poderoso ser que me mataría con solo respirar? —señalo levantando un poco su tonó.

Un hijo era el reflejo de su padre…entonces… ¿Esa basura de ser se suponía que era el mismo?

El silencio abrumo totalmente de la nada…

Los pasos empezaron a circular por el lugar, hasta quedarse frente donde se encontraba la reja de su celda.

Los chirridos del metal siendo empujado era lo único que sonaron en aquel lugar.

La persona en cuestión no escatimo recursos en patear el mentón de la persona, la única razón la cual no se golpeo contra el techo de la celda fue por las cadenas que habían en lugar, por lo cual su cabeza fue directa contra el muro agrietándolo.

La patada en si parecía bastante fuerte, pero al fin y al cabo sabía que no era nada para siquiera poder rasguñarlo…pero en su estado actual, realmente podría afectarlo.

—divertido ¿No? El cómo avanza la ciencia y remplaza a las artes ninjas—comento ahora más tranquilo al momento en que se acercaba más, al momento de arrodillarse frente a él, simplemente se lo quedo viendo un rato como si realmente esperara que le contestara.

—Fue algo realmente hermoso para ti ¿verdad? El compartir una comida con tus hijos después de mucho tiempo, el que a pesar de que mamá ya no estuviese siguiéramos unidos—comento con amargura.

No solo él era el que reaccionaba, sino que el mismo se sentía como basura en ese instante, el dolor que sentía era asqueroso.

Hubiese quiero poseer algo en su estomago para poder vomitarlo, era algo que sentía en cada rincón de su cuerpo al instante en que pensaba en que realmente esto estaba pasado.

—en otro tiempo, hubiese sido imposible tenerte en este estado pero ahora… ¡Mírate! Estas como deberías estar ¡siendo una mierda! —sin vacilar un poco le dio un golpe en el estomago el cual causo que se doblara hacia adelante.

— ¡Nunca estuviste allí! Siempre estabas fuera, nunca supiste cuando le paso eso a mamá, pero cuando llego el momento de conocer la realidad ¡NSIIQUIERA DERRAMASTE UNA PUTA LAGRIMA! —palabra tras palabra venia golpe y golpe.

—entonces…—susurro mientras agarraba las vendas que estaban en su cuello para poder subirlo a su altura.

—Porque estas llorando ahora…Naruto…—finalizo Boruto al instante que miraba a su padre. El único ojo que estaba al aire estaba derramando lágrimas, era como si todas las penas que sentía y las cuales nunca tuvo tiempo para llorar ahora se escapaban. Ese sentimiento reprimido que siempre estuvo latente por fin amenazaba con salir con toda la fuerza.

— ¿Realmente el perder tu capacidad inhumana te hizo reflexionar él como eran los sentimientos de un ser normal? —pregunto ahora con enojo evidente.

Claro que no era eso… ¿Cómo Siquiera eso era necesario para comprender la tristeza que sentía en aquel momento?

A pesar de la tristeza en la mirada de Naruto mostrando la ansiedad, abandono y soledad. Boruto no podía sentir ningún signo de compasión.

—te veías tan feliz al estar con nosotros…a pesar de tu comportamiento tan—hizo una pausa.

—hipócrita…simplemente no podía pensar en otra cosa que no fuera que murieras…—comento al dejarlo caer al suelo, las cadenas adheridas al cuerpo de Naruto, resonaron con fuerza.

—Costó bastante, la inversión fue absurda por no mencionar los recursos, incluso se necesito tu propia sangre para que funcionara, incluso después de todo eso no tienes ni idea delo que se necesitaron para hacerlo—empezó hablando de forma en la que parecía que no tenía sentido.

—Cuando nos reunimos para cenar fue bastante fácil el aplicarlo en tu comida—prosiguió.

—Bajaste totalmente tu guardia en nuestra compañía, bueno, era de esperarse siendo que somos tus hijos, pero…—corto sus palabras.

Más pisadas fueron escuchadas al instante, cada una aproximándose hacia donde se encontraba ahora, era obvio que ya era el punto fin para él, pero aun así, quería escuchar lo que su hijo diría.

—Llegaste tarde para acercarte…demasiado…el daño ya estaba hecho y la semilla propagada—finalizo al salir de la celda.

No sin antes lanzar el sombrero de Hokage que cayó en la cabeza de Naruto de forma desigual, obviamente era una forma más para ridiculizarlo.

—considéralo un regalo de despedida…después de todo ¿No dejaste todo por este estúpido sombrero? —Las suelas de sus zapatos se perdieron junto con las de las demás que se acercaban.

Le dolía.

Quería gritar. Era necesario hacerlo, pero…no podía y eso le carcomía con fuerza.

Su único ojo visible estaba rojo por las lágrimas y la rabia. Como pudo desde la posición en que estaba en el suelo forzó las cadenas mientras que hacia movimientos erráticos.

¿Este era el resultado de tanto sacrificio?

Si no fuera por los sellos, las malditas cadenas y el veneno que fue ingerido por culpa de su hijo…él se encontraría destrozando todo ahora mismo.

Lo que sea que le hizo ingerir su hijo hizo que no pudiera usar temporalmente el Chakra, el ya sabía de estos experimentos, resultando el ser inmune. Pero por las explicaciones actuales entonces significa que lo que había en lo que ingirió era preparado especialmente hecho para que lograra suprimir a su absurdo poder.

¿Siempre cuidando de su familia para que el sea el que debería cuidarse de ella?

Las cadenas no dejaban de sonar, su fuerza física sola estaba en otro nivel, todos sabía eso, pero a pesar de eso las cadenas parecían ser superiores, no es como que él dependiera rotundamente del manejo del Chakra, pero era su especialidad, no importaba él como se mirase la situación él no podía hacer nada.

Hasta los hijos de Kaguya tuvieron la dignidad de encarar a su madre en vez de recurría algo tan cobarde como lo era envenenar.

Las vedas en su cara formaron una sonrisa, su hijo sabía que no podría ganarle directamente no importa el que. Ahora mismo solo quería restregarle en la cara eso.

Para luego darle una charla sobre cómo superarse…

Y comer juntos…

Unidos…

¿Por qué le molesta tanto el pecho?

—Se supone que al lugar donde vas no es siquiera posible acceder de nuevo, pero de nuevo, la ciencia pudo recrear una brecha igual a la de aquella vez—Boruto prosiguió hablando dándole la espalda a su padre.

Duele…

—aprovechamos el que tu Chakra fue sellado temporalmente y luego drenado para conseguir la energía suficiente como para poder abrir la puerta. No intentes nada con el Kyuubi, no por nada tomamos tu sangre, la firma de Chakra fue hecha para ambos…—el tonó era con desprecio.

Aun había tiempo para volver atrás…

—sabemos que una vez se cumpla el plazo de tiempo recobraras tus fuerzas, pero para ese entonces la brecha no puede volver a abrirse, nos aseguramos de aquello. Si la persona que se encuentra allí no pudo volver entonces ¿Tú podrías? —termino para volver a abrir la puerta pesada de metal.

Su ojo se abrió, era obvio a quien se refería.

No…no, no, no, no ¡NO! Después de lo que paso para poder hacerlo ¿Enserio sería abierta nuevamente?

—espero que sea divertido matarse una vez más…así que…realmente era no sé si quisiera decir estas palabras…adiós…—termino mientras cerraba la puerta de vuelta.

Justo antes que terminara de cerrarse escucho el débil susurro del que completo eso con un "adiós" audible pero casi imperceptible "padre"

A pesar de esa última palabra, no sirvió en nada para su situación actual. Nada lo haría…

Eran demasiado vacías esas palabras que no pudo encontrar consuelo en ellas, solo el simple dolor aumentado en vez de disminuir, si esa era la forma en la que él quería despedirse, solo causo más molestias en el, no, más sufrimiento embotellado que no había forma en la que explotara.

El cómo nadaba en su agonía en aquel momento era asqueroso. Ahora mismo no se encontraba el portador del Kyuubi, tampoco el Hokage todo poderoso, mucho menos el casi Dios, solo se encontraba Uzumaki Naruto, el mundo era cruel…

Y que peor forma de recordarlo haciéndole saber que no era nadie a pesar de todos los títulos que poseía ¿Nombre? Ya no merecía siquiera uno por la basura que era…

Alrededor de seis personas entraron en la celda cinco de ellas portaban varas de metal, una de ellas llevaba lo que suponía lo que contenía todo el Chakra drenado. O al menos eso supuso por la cantidad abundante por no decir exorbitante de la caja la cual portaba la persona.

Cada portador de poste clavo uno de ellos cerca del retenido, formando en si un pentágono, la forma era simple por una razón, mantendría el equilibrio en los cinco puntos para poder cerrar y sellas a la vez una vez que haya sido realizado el procedimiento.

Los cables no tardaron en salir disparados para conectar a cada uno de los postes, era obvio que requerían la conexión para poder adjudicarse la energía suficiente.

Pero eso no era lo que realmente le importaba…

Solo quería recordar los momentos en los cuales su esposa aun estaba con él, cuando el trabajo no era un impedimento para poder estar con su familia, los momentos cuando sus hijos esperaban con ansias el que el regresara a casa para saltar en el, abordándolo con felicidad.

Era tan hermoso a la vez que doloroso…encerrarse en eso pensamientos en aquel momento.

Las conexiones ya finalizadas daban paso a una aceleración de cientos de miles de partículas a su alrededor, no solo eso sino que el Chakra a su alrededor deformaba todo abriendo lentamente una brecha color negro en la nada.

Observo como la irregularidad en el espacio se formaba dejando el espacio color negro, él quería sonreír por la forma en que reaccionaban los presentes puesto que era solo un mero prototipo el que era usado en el ahora mismo.

Sería una pena que el supiera realizar la misma técnica que utilizaba Kaguya para portales, en una medida mucho menos claro está, no poseía la capacidad de nadar libremente en el tejido dimensional como la Diosa.

Recordando a esa persona, si realmente no mentía…él realmente iba a encontrarse con ella pronto.

El tiempo después de la guerra mientras que solo se dedico al trabajo de escritorio seguramente lo habría oxidado, pero bueno, lo que venía sería un verdadero entrenamiento para recuperar el nivel que habría perdido en su tiempo como figura representativa.

Pensando en ello, todas las memorias de los habitantes del pueblo vinieron en su mente, era más que obvio que no podría jamás volvería a verlos…

Cuanta nostalgia…

Al momento en que la distorsión fue creada poco a poco sintió como cada parte de él era llevaba dentro de aquel lugar, no era como si fuera una sensación asquerosa, todo lo contrario…era lo más relajante que sintió en las semanas que estuvo retenido en aquel lugar antes de ser sellado.

No debió recordar aquello.

Las memorias volvieron, él como su hijo había planteado todo para poder quitarlo del cargo, no era porque él quería ocuparlo eso era obvio, seguramente la gota que colmo el vaso de su hijo fue el hecho de que rechazo a Sarada como postulante a ser estudiada como candidata a Hokage. No era como si fuera realmente algo relevante en cuanto al tiempo que llevaba.

Aun era joven para siquiera pensar en aquel cargo, no fue por nada que el consiguió el lugar donde estaba rompiéndose todo.

No era el más inteligente, ni tampoco como supuso su hijo que en su comienzo fue el más fuerte, de hecho era lo contrario. La joven si bien portaba lo que él en su momento carecía, aun no contaba con la experiencia suficiente como para siquiera soñar con tener el puesto en que el lucho por tanto tiempo para obtener.

Tan hundido esta en sus recuerdos y pensamientos que no sintió el cómo solo quedaba cerca de la mitad de su cuerpo en aquel plano dimensional en el que estaba. Era obvio que no podía salir hacer nada más a pesar del proceso tan lento.

¿Cómo siquiera explicarían su desaparición? Bueno eso ya no era de importancia para él.

De hecho nada era en este mismo momento, puesto que le estaban dando un destino peor que la muerte, ser encerrado en otra dimensión solo con el propósito del odio moviendo los hilos no es como si fuera algo que realmente quisiera.

La tristeza volvió a su mente al recordar él como su hijo lo vendió, no importa cuántas veces piense en el asunto jamás superaría este trauma. ¿Tan mal padre había sido? ¿Era necesario semejante acto por el único hecho de que no obtuvo lo que él quiso?

El buscaba proteger no que lo protejan por algo había llegado a ese punto…pero…

La opresión continúo.

A los últimos momentos en los cuales solo unas cuantas partículas de su cuerpo seguían en ese plano lo hizo reflexionar.

No importa que poder obtuviera, no importa que tan fuerte sea el sentimiento de proteger, no importa nada de eso cuando lo que buscas proteger solo quiere apuñalarte por la espalda.

A sus últimas, cerro aquel ojo que había tenido abierto derramando lagrimas. No es como si realmente hubiera un forma en la que el contuviera lo que sentía.

Lo último que quedo de él en aquel lugar fue una lagrima la cual a contramedida de todo el sistema creado y que tenía a su alrededor, siguió su curso y choco contra el piso.

Allí se encontraban las únicas penas que liberaría en ese mundo, era obvio que el odio solo llevaba a más odio.

Las últimas chispas de energía se desvanecieron dejando ese pequeño charco en aquel lugar. Lo peor de todo es que no pudo irse en paz…no es como si fuera realmente un adiós, más bien era un hasta nunca, mucho más doloroso que el anterior.

Lo último que se vio de aquel Hokage que llevo a su pueblo a la grandeza actual fue una chispa de luz antes de que la lágrima cayera en el suelo.

Nadie sabría nada, todo fue hecho entre las sombras por lo cual nunca se podría saber que sucedió.


Despertar.

Abrió el único ojo de sobre manera al ver como no encontraba nada…

Se intento poner de pie, sintiendo todas las restricciones en su cuerpo que aun estaban puestas sobre él.

— ¿Se podría saber qué hiciste tu para terminar aquí? —fue una voz dulce, casi melodiosa pero a la vez tan fría…

¿No lo reconocía? Porque él nunca olvidaría aquella voz, bueno, no es como si tuviera humor para jugar al, adivina quién soy tampoco…

Al momento de levantarse las cadenas se quebraron. No entendía cuando tiempo transcurrió antes de su vuelta a la conciencia pero algo era seguro…estaba una vez más al cien por ciento.

Levanto una de su mano izquierda la cual conforme se movía las cadenas se rompían y las vendas se desprendían.

—Ha pasado su tiempo ¿no? Kaguya…—comento una vez que se logro quitar todas las vendas de la cara.

— ¿Qué? —dejando el tonó autoritario al cauteloso.

—es raro…pero…—quitando completamente la cubierta de su rostro mostrando los bigotes parecidos a un zorro mientras que su cabello rubio era revelado.

— ¿porque no siento Chakra en ti? —


Buenas, hasta aquí, si lograron leerlo completo me sentiré muy alagado.

Dejando de lado esto, no pienso poner más parejas, no quiero y no me interesa, solo serán. Kaguya y Rossweisse.

Me pondría feliz el que dejaran sus opiniones, sé que no abra mucha gente leyendo esto pero bueno. Mientras más dejen más rápido tendrán el siguiente capítulo si es que esto llega a funcionar esto…

Hasta la próxima.