Yuri! on Ice no me pertenece. El Vándalo Ruso sí c:


Kαtsudon

I

Siempre hαs sido tú

Para el pequeño Yūri, Viktor Nikiforov es enorme, inalcanzable.

Se ve pequeño, bajito y gordito deslizándose entre risas sobre el hielo del castillo Hasetsu en compañía de Yu-chan. Era feliz, no lo niega, pero aún así…

Viktor danza con la larga cabellera de plata meciéndose al ritmo de sus pasos. El hielo bajo sus pies es su reino y aquellos quienes siguen obnubilados sus movimientos desde la tribuna son sus súbitos, y lo sabe muy bien. Les lanza una sonrisa capaz de destruir un castillo mientras realiza la última pirueta de su programa sabiéndose el foco de todas las miradas. Empero ignora que lejos, en las islas encantadas del país del Sol Naciente, Yūri ha descubierto por primera vez lo que realmente significa patinar una historia sobre el hielo.

A los trece años Yūri jura para sí que pondrá cada gramo de sus fuerzas en su entrenamiento para, algún día tal vez, cruzarse con él en los pasillos tras bambalinas.

Los años pasan con la rapidez de un parpadeo, y Yūri ha dejado de ser el niño soñador de trece años para pasar a ser un joven de veintitrés igualmente soñador… Empero siente que todavía le falta algo, como si hubiera venido al mundo sin una pieza; algo que nunca tuvo, pero que igualmente extraña con dolorosa vehemencia.

Se cruza con Viktor un par de veces por los pasillos y no puede evitar observarlo con avidez. Yūri piensa que su voz es suave y sus movimientos delicados, pero siente la presencia de Viktor como un portentoso rayo de luz capaz de encandilar al mundo con su magnánimo reverbero. Entonces baja la cabeza de forma inconsciente y por su mente aletea el vago deseo de que Viktor alguna vez diga su nombre con aquella voz tan suave, para después iluminar su rostro con esa sonrisa suya tan particular.

Se siente pequeño de repente. O tal vez siempre lo ha sido, pero es recién ahora que lo nota. ¿Debería alguien como él caminar entre gigantes como ellos? ¿Tan siquiera tiene el derecho de deslizarse sobre la misma pista que ellos? En la mente de Yūri comienzan a dibujarse las sombras del temor y la duda.

Y entonces todo el peso de su soledad hace mella en él en esta noche después de su triste actuación en el Grand Prix. Se siente absurdo y solo y, por primera vez en mucho tiempo, enclaustrado entre las estrechas paredes del servicio de hombres, se permite llorar.

Las palabras del Vándalo Ruso son duras y frías como el hielo mismo, pero a pesar de que duelen, Yūri puede identificar en ellas un resabio de verdad que luego lo confirma con doloroso acierto el mismísimo Viktor. El hombre le sonríe con la misma condescendencia que podría darle a un niño que pide un caramelo, y le pregunta con voz amable si desea una fotografía con él. Yūri, destrozado ante la abrumadora realidad, se marcha con el corazón en un puño y la certeza de que Viktor es –y seguirá siendo por toda la eternidad- un ente inalcanzable, y que la distancia entre ambos ha crecido todavía más.

Regresa a casa resignado e infinitamente cansado, sin saber que pronto su vida habrá de sufrir una gigantesca sacudida el día que se encuentra al inalcanzable Viktor Nikiforov en las termas de su familia.

Y ahora, mientras se desliza sobre el hielo del castillo como en los viejos tiempos, al son de Ai ni tsuite, Yūri intenta descifrar la mirada celeste de Viktor clavada en él.

Cuenta una historia, está seguro. Cuando lo vuelve a mirar después del primer salto le parece entrever una mirada de ánimo que luego muda a otra de sorpresa, y después a otra más llena de satisfacción.

Por la mente se le pasa la efímera idea de que los mares celestes en los ojos de Viktor son espejos.

Gira de nuevo. La mujer más bella de toda la ciudad comienza a desplegar sus artes de seducción para atraer al hombre que, muy a pesar de su indiferencia, no puede dejar de observarla con minúsculas muestras de interés que solo ella puede detectar. La mirada de Viktor no se aparta. Vuelve a realizar otro salto y recuerda que su Eros es la reencarnación de aquel pensamiento sencillo que Viktor aprobó con una sonrisa sincera, pasando por alto la vergüenza de su pupilo. Y lo vuelve a mirar; la sonrisa aletea en los labios de Viktor, puede verlo. Y Yūri se siente feliz.

Cuando le da punto final al programa apenas le restan fuerzas para respirar, sin embargo corre hacia Viktor con renovado ímpetu, ansioso por oír su veredicto. Quiere decirle un montón de cosas, pero no sabe por dónde empezar, así que decide mirarlo a los ojos.

Y lo ve.

Imágenes rápidas e inconexas llegan en ventarrón a su cabeza.

Y lo descubre: siempre ha sido él.

Viktor es su modelo a seguir, su guía y su norte.

Pero siempre ha sido él.

La motivación siempre ha sido suya –comprende-, porque en el fondo nunca ha querido ser como Viktor, sino que siempre ha deseado caminar a su lado hombro con hombro. Quiere que Viktor lo llame por su nombre, que lo vea como su igual.

Ahora, mientras lo abraza en con fuerza en un arranque de locura, Yūri sabe que Viktor ya no es inalcanzable como en otros tiempos; también sabe que han comenzado a caminar juntos por una senda nueva y que pronto será reconocido por él, y aquello hace que su corazón lata con furia en su pecho.

Mientras escucha con atención el veredicto de Viktor y se posiciona en el podio, siente otra cosa: allá en el fondo, entre las viseras y el corazón, el peso de la soledad y el desánimo se hace un poco más liviano.

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¿Se merece un review?


Bitácorα de Jαz: caí irrevocablemente en los encantos de YoI. Fue inevitable desde el primer capítulo.

La idea vaga de este sencillo fic comenzó a resonar en mi cabeza desde el primer Eros de Yūri, y después de numerosas postergaciones la pude poner en papel. Estuve pensando en una pequeña colección de viñetas sobre el acercamiento entre estos dos y cómo Yūri va desmitificándolo de a poquito, viendo a Viktor como un humano extraordinario más que esa suerte de deidad que veía antes. Por supuesto, me gustaría incluir otros personajes –YurioMinamiChrisPichitlesllamam- para darle algo de sazón (?).

Espero que les haya gustado c:

¡Jajohecha pevê!

21 de Noviembre de 2016, lunes.