VIVIR.

Las horas pasaron rápido en la sala de urgencias, los chicos estaban reunidos junto a las chicas conocidas del joven Yoshida, todo paso tan jodidamente deprisa, Osomatsu fue el primero en entrar a ver a su cuarto hermano menor, no podía creer lo que paso, fue tan inverosímil e impensable, ¿Quien imaginaria ver a tu hermano herido, con magulladuras e inconsciente? Agradecía mentalmente la rapidez de Karamatsu Yoshida, sentía un peso menos en su mente, su corazón estaba lleno de odio, rencor hacia esas personas desconocidos tan crueles.

El mayor de los hermanos se encontraba sentado en frente de Ichimatsu, podían visitarle de uno a uno sabia que sus inquietos hermanos esperaban con ansias su turno de visita, incluso Karamatsu, no procesaba la información, ahí se encontraba postrado en la cama, conectado a cables con un irritante pitido, dormido desde su regreso, llevaba un día entero dormido, tuvieron que operar una herida en su costado derecho cerca de las costillas, lloró Osomatsu, tenia miedo su cuerpo temblaba ante la posibilidad de perder otro amado hermano, se culpaba una y otra vez de haberlo dejado solo. Recordó las palabras de su fallecido hermano, al que falló.

"-Karamatsu...-mirando los documentos del médico -¿Porque pone dos meses de vida? ¿Que es? ¿Un juego de teatro? -nervioso,sabíaque élnojugaba aalgotan cruel esperaba que fuera una jugadadesusdemáshermanos, el nombrado bajo la mirada -¡Contesta! -irritado se atrevió a agarrar del cuello de la sudadera del segundo mayor.

-Osomatsu suelta -pidió, con su mano cogio sus documentos y alavez soltarse del agarre -No estuproblema -dijo saliendodela habitación.

-No tiene gracia -lo acorralo contra la pared. -Dime la verdad, y de paso dime tu juego raro con Ichimatsu, no te creas que no se nada.

-Miranotiene caso hablar contigo -mirando a su hermano, el mayor de los seis vio miedo en lamiradade su hermano, no vioesaseguridad narcisista tan egolatra, nohabíaese brillo tan repelente, supo enseguida la realidad, esos papeles decían una cruel verdad-Ichimatsu notienenada que ver.Déjaleen paz.

-¿Cuanto tiempo? -pregunto molestoapretandosuspuños escondiendo su rostro en el hombro de su hermano.

-Una semana -palabras tan cortantes, tan fuertes gritaron el corazón del mayor, sin aliento, no pudo decir nada,solollorar. Noteníaintención de decir algo,jamásfue sentimentalel silencioinvadióel lugar.

-Prometeme, cuida de Ichimatsu, nolodejesjamássolo. -imploroabrazandodesprevenido a su hermano, lepedíadisculpas por su manera inapropiada de descubrirsusecreto, su muerte, no deseo nunca hacer sufrir a nadie, rogó que su secreto no sea contado,todopasaríarapido, deseaba recuerdos, el mayorasintiócon la cabeza, no entendía lodeIchimatsu -Soy el peor hermano de todos. Cuida de él por mi, hasta quien vele por él.

-Soy un estupido -se insulto, mirando a Ichimatsu, con lágrimas caer -Esto no va a quedar asi. Karamatsu no me lo perdonaría en la vida, le deje morir con nuestra ausencia, tu le diste vida Ichimatsu, se lo mucho que te amaba, es gracioso, lo vi mal, estuvo mal lo que hiciste con nuestro propio hermano -ocultando su rostro -No te juzgo, el amor no se elije, Ichimatsu eres mi estúpido hermano menor, un idiota sin remedio como tu hermano mayor perdóname.

Tras unas horas frente a un dormido Ichimatsu debido al impacto de la paliza propinada, y la operación, se levantó de la silla, toco la frente de su hermano, suspiro fuerte cambiando a un rostro más sereno, debía hacer cuentas pendientes, al salir al pasillo ordenó a su hermano Todomatsu pasar, el menor accedió rápido los demás observaban cono el mayor estaba relajado, tranquilo, no era bueno, Choromatsu sospecho que quería hacer al verle irse rapido, Jyushimatsu y Choromatsu le siguieron junto con Karamatsu. Nerviosos fueron frenados por el mayor quien se colocó su capucha, los demás le habían imitado.

-Te conozco -dijo Choromatsu -La violencia no soluciona nada.

-Tienes razon, pero no voy a dejar esto tan fácilmente, esa escoria de personas pagarán -dijo cortante y seguro, no miró a sus hermanos.

Todos iban en silencio, parecía que Osomatsu conocía el camino, se guiaba con prudencia con las indicaciones de Karamatsu, sentía su corazón explotar en rabia, ¿Porque Ichimatsu? Él era un chico que no llama la atención, realmente las personas son malas por naturaleza. Karamatsu estuvo en silencio con los demas, sabía las intenciones del mayor, cuando se acercaron a un callejón ahí estaban esas personas, seis personas bebiendo, riendo, fumando ya sea marihuana o hachis, el olor les delataba, sus presencias fueron detectadas, el ambiente se llenó de miradas de odio y humor, Osomatsu dio un paso adelante hacia ellos con sus manos escondidas en el bolsillo de su sudadera roja.

-¿Ayer atacaron a mi hermano mellizo? -pregunto serio de frente sin vacilar. Ellos rieron.

-Si, ¿Algún problema? -levantando el líder de su lugar, a unos cortos pasos del chico mayor, sonreía con malicia sus acompañantes empezaron a reírse y gastar bromas entre ellos, más por ese "patetico parecido" cono decían ellos, no esperaban la reacción del chico.

-¿Asi? -con actitud déspota contesto Osomatsu, sonrió de lado, se alegro de encontrar a los capullos que dañaron el preciado cuerpo de su oscuro hermano. -¡Jyushimatsu! -le llamó, los desconocidos no entendieron, el nombrado salto por encima de su hermano con un bate de béisbol en la mano atacando a los de atras, aquel feliz rostro mostraba oscuridad y dolor, nadie saldría impune.

El hermano más sensato, Choromatsu se quedó de pie observando, no tenia intención de meterse, si no era necesario, Karamatsu lleno de rabia contenida agarro dos tuberías oxidadas se acercó le dio una al mayor Osomatsu, recordó la noche que lo encontró.

"¿Dónde estas Ichimatsu?"-fue el pensamiento del chico de ojos azules, siguiendo al gato por las oscuras calles, su desesperación aumentaba, su corazón latía tan fuerte, su sentido le decía "algo no va bien" tenia tanto miedo, se imaginaba tantas cosas, sacudió su cabezas de esos pensamientos tan absurdos, sonreía de manera torcida, entre los callejones oyó gente reirse, no dudo, su presentimiento le decía de ir, el gato fue tambien, cuanto más se acercaba su corazón se inquietaba, pudo oír un leve quejido agudo, un leve llanto ahogado en dolor ocultado en risas y el chasquido de botellas con palmadas como si fuera una fiesta, en un segundo hubo silencio para dar paso a una imagen visual, unas personas rodeando algo en el suelo, a unos cuantos metros.

-Este chico está horrible -dijo uno riendo, iba colocado de porros hasta el culo.

-Has sido divertido chico "gato" -con énfasis en la última palabra levantándose del suelo, se podía ver como se acomodaba el pantalón subiendo su cremallera, relamiendose los labios. Todos se dieron la vuelta para irse, Karamatsu sabia que no era rival para ellos, espero a que se fueran, tras unos segundos se fueron, escupiendo el cuerpo débil del chico, robando su cartera, patetico si, Karamatsu salio corriendo a verle llamando una ambulancia privada, cuando llegó al cuerpo de Ichimatsu, solo lloró. Su cuerpo era lamentable, sus ropas rasgadas, le apuñalaron, tapó la herida con su propia ropa, tenia sangre en todo su cuerpo, y signos de violación y vejaciones, el chico lo sostuvo en sus brazos llorando.

-Mi pequeño... -susurrando presionando su cabeza contra su pecho -Quedate a mi lado...

El moribundo Ichimatsu sentía el latir de su corazón, adormilado, quería morir, había sido usado como un juguete nuevo hasta romper en mil pedazos, su cuerpo estaba marcado en cada parte donde fue sellado con amor, fue mancillado cruelmente, jamás se había entregado a nadie que no sea a su narcisista hermano, rogaba en sus pensamientos su presencia, su salvador, esperaba verle en cada uno de sus atacantes, solo recibía insultos, humillaciones, una violación por cada miembro de esos cobardes, ¿su excusa? Estaban excitados, y era culpa de él por esta solo, lloró, imploró, se defendió con uñas y dientes por su dignidad, solo golpes, una puñalada recibió, y su único deseo.

Karamatsu sálvame...

Levantó su débil mirada a quien lloraba por él, su vista se nublaba, sonría al oír el latido de su corazón rebosante de vida, de amor, de confianza, sentía a su amado hermano a su lado.

-Karamatsu...-en un leve susurro, el nombrado paro de llorar un segundo y solo lo abrazo más fuerte -Karamatsu.. nii san... -algo se rompía en el corazón del no nombrado, algo nuevo llego a sus pensamientos, algo olvidado, un recuerdo vago tan lejano, un diálogo extraño volvió a su mente como un "deja vu".

"-Le amas, ¿no?
-Con todo mi ser, es un amor prohibido.
-Vuelve con él.
-No puedo.
-¿Quien te lo impide?
-La muerte y la sociedad.
-Estamos muertos igual. Yo amé.
-¿Que pasó?
-No le conocí.
-¿Amas a alguien que no conoces?
-A travésde tus palabras meenamoréde la misma persona deunamanera tan incondicional que tedaréla oportunidad de tenerle a tu lado sin miedos. Vuelve.
-No te entiendo.
-Cuida lo que soy y quienesmeaman.
-¡Espera!"

Esperando una respuesta a su cansado cuerpo, quería dormir, dormir eternamente, deseaba regresar a ver su estúpido e igual rostro, su actitud arrogante.

-Ichimatsu... -besando su frente -Nii san regreso a casa, quédate -dijo en su susurró con un agonizante dolor en sus palabras ¿Que era ese recuerdo extraño? ¿Fue real? No podía entender porque se llamó así mismo "nii san", aun mas cuando era hijo único, era bien sabido que tenia una hermana Ichiko, pero en realidad era una prima que adoptaron sus padres al morir los de esta siendo pequeña.

Su mente se despejó al oír la ambulancia a partir de ahí las cosas pasaron deprisa, los hermanos Matsuno espabilaron ante la noticia, corrieron al hospital, sus padres también fueron, el mayor estático con sus pensamientos se preguntaba un porque de las cosas, al ver al doctor y explicar lo sucedido según un estudio al cuerpo de Ichimatsu pudo oír con atención cuan horrible fue esa experiencia y lo culpable que se sentía por no estar ahi, por no defenderlo, ¿Quien esperaba eso? Él salia solo a veces, con sus gatos, no comprendía la situación, estaba cegado, su hermano Choromatsu le calmo, no era su culpa después de todo, nadie era adivino para esperar esas cosas así de la nada, si fuera así ellos no serían unos ninis, o eso decía Choromatsu, en cambio Jyushimatsu miraba a la puerta de la habitación de su hermano, quería entrar, quería nombres o descripciones de sus atacantes, estaba calmado, pero sus ojos daban a entender una lucha interna entre salir corriendo y pegar al primero que pase o llorar hasta la saciedad, el menor de todos lloraba, ¿Quien fue el cobarde? Karamatsu estaba en la cafetería del hospital cansado, ¿Que hizo mal? Solo quería conocer a ese chico de ojos decaidos, ¿Estuvo mal enamorarse de un chico, confesarse y que pasara eso? La vida no era buena con él entonces.

Su dulce y ruda hermana se le acercó -Saldrá bien -intento calmar la situación.

-No Ichiko, no -algo grosero -Lo que le hicieron fue horrible, no será capaz de superar esto -llevando su mano a su cabeza, dejando caer lágrimas de sus hermosos ojos azules.

-Karamatsu, es duro, como cuando llegaste al hospital hace un año, todos pensábamos que ibas a morir esa noche -sollozando -Crei que te perdería, entraste en coma, y viviste.. Aquí estas conmigo -con lágrimas en sus ojos, con sus manos se secaba las lagrimas reprimidas durante mucho tiempo con una débil sonrisa, el otro la miraba en silencio -Le debemos tanto a esta extraña familia Matsuno, me siento fatal y feliz, su pobre hermano muerto sin salvación y él fue tan estúpido de regalar su corazón a un desconocido como tú -sin dejar de llorar, Karamatsu la abrazo fuerte -Y ahora les pasa esto... Es demasiado hermano, por favor quedate conmigo.

-Ichiko, eres mi arrogante hermana, pero he hecho algo malo -sin entender nada la joven abrazo a su hermano.

-Lo se, amas a Ichimatsu. -sonriendo -Por eso se que saldrá todo bien, lo vas a proteger.

-Quiero estar con él -no podía explicar un porque, cada vez que pasaba tiempo con Ichimatsu algo dentro de él volvia a nacer, un sentimiento mezclado con recuerdos abruptos volviendo, el porqué se sentía más a gusto con chicos que a pesar de su parentesco físico no eran familia, quería entender eso, aun con lo que paso sintió un vacío extraño dentro de él, una sensación de fracaso, un sentimiento de venganza se apoderaba, no iba a dudar en pagar por el crimen, no iba a perdonar tal vejación, solo o con ayuda iba a pagar su propia cobardía, cuando vio la mirada de Osomatsu salir del hospital, sabía que iba a hacer, era la misma mirada de odio, fue tras él, junto con los dos restantes Matsuno, un mismo objetivo, un sentimiento fuerte conociendo lo malo de todo eso y patetico que seria buscar una venganza, a lo mejor en el fondo de sus corazones querían remediar el daño causado en su hermano, desahogarse el llanto retenido en la muerte de su hermano, era la oportunidad de sacar lo verdaderamente oscuro de ellos, mostrar al mundo la basura que eran.

Osomatsu no dudo en coger la tubería y propinar un certero golpe en la boca de estomago del cobarde sujeto, golpe tras golpe le decía "¿Estas feliz? ¿Se siente bien? ¡Dime como se siente ser golpeado!" No podía escuchar las súplicas de los villanos, solo golpeaba más fuerte, algunos trataban de defender a su amigo, entre ellos mismos se protegían, Choromatsu al ver que uno de ellos atacaría al mayor por espalda cogio una botella y corrió hacia el asaltante rompiendo la botella en su cabeza diciendo cortante -Ten cuidado hermano, te cubro las espaldas- siendo ignorado vio que dejó inconsciente a uno, fue gracioso como uno trataba de huir, Karamatsu le tiro una botella y saltando encima de él golpeando con fuerza, era él, el último que violó y escupió a Ichimatsu, le golpeaba con ira, sus manos tenían heridas, se ensucian con la sangre del otro, rogando piedad Karamatsu le rompió la mandibula, viendo como se retorcía de dolor, se levantó, observó su posición fetal, y solo le dio una patada en sus partes viriles, no una o dos patadas, le dio tantas veces que era posible su infertilidad. Cansados de golpearles, sus cuerpos temblaban con una agitada respiración, Choromatsu vio como huían algunos mientras otros estaban desmayados, solo se dispuso a decir

-¿Contentos? -dijo sacando de su mochila unas bebidas repartiendolas. Jyushimatsu aun golpeaba a uno con su bate -Para, lo vas a matar.

-Merece morir -soltando su bate. -¿Karamatsu?

-Estoy bien, estos son escoria de la sociedad -dijo escupiendo en uno de esos sujetos sin escrúpulos.

-¿Osomatsu nii san somos iguales a ellos? -pregunto Jyushimatsu, todos bajaron la mirada.

-No Jyushimatsu -contesto Choromatsu -Somos diferentes, ellos conocen la maldad, son parte de ella, nosotros somos malos pero conocemos la compasión y distinguimos.

Palabras al aire, el mayor grito tan fuerte al aire, quedo afónico, no preguntaron, se estiró un poco y con su pose de protagonista, se dispuso a irse. -Estoy mejor chicos, Vamonos a ver a Ichimatsu. Todos sonrieron un poco bajo un leve dolor en su pecho, dejando atrás una estúpida venganza, pagaron el dolor de su hermano.

En la mente dormida de Ichimatsu soñaba con un lugar blanco lleno de flores blancas, con un pijama blanco, no sabia que hacía ahí se preguntaba "¿Estoy muerto? Debería estarlo con lo que paso" divagando por el blanco lugar sin encontrar algo diferente, notaba como a veces caía una suave lluvia, seguido de un leve viento, no entendía que pasaba, cansado de caminar se recostó en las flores blancas, a lo lejos divisó una pequeña flor de color azul, no dudo, se levantó corriendo, en ese entonces una fuerte lluvia cayó encima de él, como algo llamándole, algo le decía que debía ir donde la flor azul, aun empapado llego hasta la flor, de entre todas la protegió de la lluvia pensó en una sola cosa "Karamatsu" en un instante sintió la lluvia ceder, alguien detrás suyo con un paraguas, con una camiseta negra al cuerpo, unos jeans, se sentó a su lado con el paraguas sujetando. Incrédulo pensó que era su amado Kusomatsu.

-Tus ojos... -mirando aquellos profundos ojos azules como el cielo despejado -¿Que te paso? -nervioso. ¿Le hicieron lo mismo? ¿Le defendió y murio?

-¿Me conoces? -pregunto sonriente, le acarició la mejilla secando sus ojos -Has llorado mucho, ¿te duelen los ojos?

-¿Estas muerto? -No prestaba atención de lo que decía ni lo que hacía, se cuestionaba que era ese lugar tan extraño y hermoso a la vez.

-Ichimatsu, ¿Verdad? -tocando su cabello desordenado -Nuestro parecido es increíble -con esa sonrisa resplandeciente de la nada sus ojos llenos de lágrimas cayeron, el otro se quedó en silencio, esperaba ver a su hermano, no a Yoshida, ¿Que pasaba con ese extraño lugar? ¿Porque estaba ahí Yoshida? -Está es la única oportunidad que tengo, pero deseaba poder tener una conversación contigo, verte más de cerca, aunque sea en sueños, tu sueño, yo te amo Ichimatsu.

¿Te amo? No podía creer que Yoshida le amaba, sabía de su confesión, pero ¿amar? No le conocía lo suficiente como para poder amarlo, no conocía sus manias, sus gustos, lo que odia, no puedes simplemente amar a alguien que no conoces menos aún cuando estas muerto, ¿Que significaba todo eso? ¿Era un sueño de verdad o una broma?

-¿Que te paso? ¿Estas muerto? -le pregunto preocupado -Porque me hablas de esa manera tan extraña como si no fuera a verte más.

-Te amo Ichimatsu, y este mundo de muertos no te pertenece, debes volver -tomando con sus manos las mejillas de Ichimatsu con cuidado rozando con sus dedos los pómulos del chico -Mi amor por ti es incondicional, no recordarás está conversación, pero yo estoy muerto desde hace mucho tiempo.

¿Muerto? Ahora no entendía nada él pobre chico, ¿Hace mucho tiempo? Entonces quien era el chico que veía en su casa desde hace un mes, acosandole en el trabajo, quien le aventuro en una extraña cita a un restaurante, ¿Fue un sueño de su subconsciente?

-¿Quien eres entonces? ¿Que paso? -No podía encontrar las preguntas correctas, o ni siquiera estaba seguro de saber las respuestas. Su mente se volvió blanco por el repentino beso del otro, fue tan dulce, tan mágico no podía expresar esa sensación de embriaguez, pura felicidad, correspondió el beso un buen rato hasta quedarse sin aire, avergonzado bajo la mirado, el otro le abrazo tiernamente.

-Gracias Ichimatsu, estaba en lo correcto, te amo, te amo tanto que no deseo dejarte ir, pero mi amor es incondicional, vuelve por favor. Si deseas saber quien soy, esto soy, un fantasma, y quien vive por mi, es otra persona con la memoria pérdida.

Con esas hermosas palabras, soltó a Ichimatsu, dejando su cabeza confusa, el sonría sin parar, repitiendo "te amo" mientras se desvanecía como pétalos del árbol de cerezo, el lugar desaparecía con él en un tono azulado como sus ojos, el viento soplaba en contra, Ichimatsu solo se levantó tratando de alcanzarlo con su mano levantada tocando sus suaves dedos antes de desaparecer despidiéndose con un "Gracias" cayendo hasta su realidad.

Despertó.