Twilight no me pertenece, y la historia tampoco, le pertenece a lola-pops. Yo solo me adjudico la traducción.


Haz lo correcto

"¿Dónde está tu mochila?" Pregunta Sam, entre jadeos para tener aire. Deja caer su mochila al piso y se encorva con sus manos sobre sus rodillas, su cabeza volteada hacia mí.

Imito su posición, respirando con dificultad. Debimos haber corrido un kilómetro a máxima velocidad, y ahora está muy tranquilo todo. Mis oídos zumban y puedo escuchar la sangre correr por mi cuerpo. Agito mi cabeza en respuesta a su pregunta.

Tuve que pelear contra el instinto de agarrar mi mochila antes de huir, pero en el segundo en que vi cómo agarraban a Jake, me volteé y no miré atrás. Es lo que debió haber hecho también. Así es como funciona. Quizás tengan mi bloc de dibujo y algunas latas de pintura, pero no me tienen… aún.

Aún.

"Joder", dice Sam. Escupe en el concreto y se para derecho. "¿Qué tenía dentro?", pregunta, refiriéndose a mi cuaderno. Creo que espera que fuera un cuaderno nuevo, mayormente con páginas en blanco.

"Todo", digo, tratando de mantener el estrés que estoy sintiendo fuera de mi voz.

Sus hombros caen. Los dos sabemos malditamente bien lo que eso significa. Para el grupo de policías que conforman el equipo anti graffiti, encontrar el cuaderno de dibujo de alguien conocido, es un regalo raro. Es como si un investigador de homicidios encontrara el diario de un asesino serial. La idea de ellos analizándolo como si me entendieran me hace sentir enfermo… desnudo. Al menos no se me cayó la cartera. Me tomé el tiempo de revisar eso mientras corríamos. Es un pequeño consuelo. Es solo cuestión de tiempo para que tengan un nombre.

Sé que Jake no va a hablar. Se quedaría encerrado un tiempo antes que delatar a alguno de nosotros. Yo haría lo mismo por él, o cualquiera de estos chicos. Lo he hecho. La idea hace que mi mandíbula se tense, y nunca me he sentido más criminal que en ese momento. Pondría esto primero. Mierda, pongo esto primero. Mi respiración tiembla cuando pienso en Esme… y Bella.

"Maldita sea, Jake", dice Sam, exhalando lentamente. Aleja su mirada de mí y ve hacia la calle, lo que es bueno. No quiero ver la mirada de su cara justo ahora. Estoy segura de que es idéntica a la mía.

Tengo tantas ganas de regresar que mi estómago duele.

Hay una larga pausa antes de que vuelva a hablar. Veo la delgada línea de cielo expuesta entre los edificios. Es clara, las estrellas brillantes. "Necesitas encontrar un lugar para esconderte. No puedes regresar a casa de Jake".

Quiero decir "no, joder", pero no estoy enojado con Sam, estoy enojado conmigo mismo, así que me quedo callado. Debí haber confiado en mi instinto. La sensación de náuseas que tuve antes de ir a los túneles fue mi advertencia. Le dije a Jake, pero me llamó marica y siguió caminando, así que ignoré la sensación y lo seguí. Ya lo sabía. Cada fibra de mi ser desea que hubiera decidido quedarme con Bella en vez de salir hoy.

Mi mente se reenfoca de nuevo a pesar de la culpa, y elaboro un plan. "Llama a Billy. Que saque todos los cuadernos de la casa ahora en caso de que lleguen los policías. Veré si Rose puede recogerlos".

Toma su teléfono, pero se detiene, viéndome. "¿A dónde vas a ir?"

Solo agito mi cabeza y también saco mi teléfono. Mientras menos personas se enteren en este momento, mejor.

Rose contesta su teléfono a mitad de una carcajada y suena borracha, pero cuando digo las palabras que necesito decir, escucho como se desvanece la diversión y escucho una puerta cerrarse. Promete ayudar a Billy a deshacerse de todo lo que hay en la recámara de Jake y contarle a Bella lo que está pasando, puedo decir que está llorando por Jake a pesar de que su voz suena fuerte.

Mientras hablo por teléfono, Sam golpea mi hombro con su puño y asiente hacia la calle. "Cuídate, hermano", dice tranquilamente, antes de tomar su bolsa y caminar, cuidando de quedarse entre las sombras. Lo veo y repentinamente me siento jodidamente triste.

"¿Bueno?" pregunta Rose, con una nota de pánico en su voz.

"Aún sigo aquí", digo. Mis siguientes palabras son más duras, porque tengo que admitir que necesito el tipo de ayuda que no me gusta pedir. "No sé a dónde ir". Algo en esa oración casi provoca que comience a lagrimear, y trato de volver a la sensación de criminal con la que me sentía más cómodo hace un minuto. Aprieto mi mandíbula y paso mi mano por mi cara, tomando un respiro.

Cubre el teléfono y murmura algo. Recita una dirección y me dice dónde está la llave escondida, por la puerta trasera. "La perra de Emmett es una completa imbécil, así que checa bien antes de entrar". Lo escucho protestar en el fondo. "Sus padres no se despiertan con nada, así que no te preocupes por eso". Trato de no pensar en por qué sabe eso. Me da unas pocas instrucciones más antes de tomar un respiro. La escucho tragar. "Con cuidado", dice simplemente, con lágrimas en su voz.

Le agradezco y cuelgo, empezando la larga caminata hacia una parte de la ciudad con la que no estoy familiar y en la que no encajo. Tomo calles solitarias, manteniéndome alerta y tratando de moverme rápidamente sin parecer sospechoso.

Solo quiero llegar a algún lugar, en donde pueda procesar esto y reorganizarme. Un lugar seguro… si es que eso es posible en este punto.

Cada pocos minutos mis manos viajan hacia donde deberían estar las correas de mi mochila, apretando la tela y dejándolas caer a mis costados. Me siento perdido, solo y en la obscuridad. Camino y pienso en mi madre, que es un tema que trato de evitar tanto como puedo. Esme ha llenado ese papel tanto como puede, pero aún hay un eco en mi pecho donde solía estar.

Mi mamá se fue. Usualmente hasta ahí llego, sin permitirme ahondar más.

Lo he pensado tantas veces que ya no duele.

Se fue.

No se puede deshacer.

Pero esta noche, caminando entre vecindarios tranquilos y desconocidos, dejo que mi mente vaya a donde probablemente no debería, porque una parte de mí quiere analizar cómo es que terminé aquí.

Mi mamá era tan bonita y tan solitaria. Mi papá se había ido muchos años antes de morir; venía a casa unas pocas semanas cuando podía, pero la mayor parte del tiempo se la pasaba esperando a una persona que desaparecía un poco cada día que pasaba. Al final ni siquiera estoy seguro de que quisiera venir a casa… y no estoy re4almente seguro de que siguieran enamorados.

Hay mucho que sigue siendo ambiguo. Mi mamá no me veía como su confidente, así que no tengo ni idea de lo que sintió durante ese tiempo. No tengo idea de qué sentía por mí, o por mi padre, por nuestra familia. quizás la extrañaría más si tuviera recuerdos de una infancia perfecta, pero fue bastante solitaria, y tengo muy pocos recuerdos de cariño… al menos de parte de ella.

Pero no está aquí, e incluso aunque trato de no tener nada en contra de ella, no puedo evitar pensar que si ella estuviera aquí las cosas estarían mejor – yo sería mejor.

Eso es mierda. No puedes predecir cómo serían las cosas si las personas a tu alrededor fueran diferentes, o si tú fueras diferente. Entran en juego miles de variables. El efecto mariposa o una mierda así. Pero eso no me detiene de imaginar a mi papá, mi mamá y a mí en la mesa hablando del baile de graduación… universidad. La imagino diciendo que está orgullosa de mí.

Me imagino pidiéndole a Bella que se case conmigo con mi madre ahí, llorando de felicidad. Pero me detengo ahí, pegándome contra la pared de nuevo. Hay una diferencia entre pensamientos ociosos y torturarte a ti mismo con cosas que nunca van a pasar. Al menos con mi papá sé que mis ensoñaciones son imposibles -con ellas no son imposibles, simplemente eligió una vida sin mí en ella.

En vez de eso comienzo a pensar en Bella. Es mi lugar favorito al cual escapar. Estoy repitiendo nuestra última conversación en mi cabeza cuando llegó a la dirección que Rose me dio. Sigo las instrucciones de Rose y entro a la casa de clase media. La bulldog gruñe cuando paso la puerta, pero le doy uno de los premios que me dijeron que encontraría en una jarra en la encimera. Después de terminarlo, me sigue hacia la recámara de Emmett, balanceando su cuerpo y su cola. Su cuarto ocupa prácticamente todo el sótano y tiene un sillón, así que prendo la luz y me siento, viendo el espacio. Su perra se echa a mi lado, descansando su cabeza en mi muslo. Me pregunto por qué a Rose no le gusta, y luego leo el nombre en su placa y lo entiendo. "Rosie", casi me río en voz alta.

Su cuarto está sorprendentemente limpio, pero las paredes están llenas de cosas de la escuela. Tiene un tablón lleno de fotos, y aunque siento que me estoy entrometiendo, me levanto para verlas. Hay una de Bella, Rose, él y yo, pero hay un montón de fotos viejas – fotos de Bella y Jasper; está usando su uniforme de porrista y él su chamarra de piel. Lo que realmente me jode es que ella se ve realmente feliz. Me le quedo viendo hasta que ya no puedo más, y luego me vuelvo a sentar en el sillón.

Me siento desesperado e indefenso. Culpable y resignado, justificado y equivocado al mismo tiempo. Las cosas que hago son injustas. Bella y Esme no merecen esta mierda de mi parte, pero mis chicos merecen lo mejor de mí. Siento como si me estuvieran partiendo por la mitad, y cada parte de mí no se conociera.

Sentado en silencio en la recámara de Emmett, no hay nada que me distraiga de repetir la noche una y otra vez -la mirada en la cara de Jake cuando se dio cuenta que lo habían atrapado, el sentimiento en alguna parte instintiva de mi ser que ignoré… el hecho de que está encerrado en una celda justo ahora y yo estoy libre. No se me escapa la ironía de mi "libertad". No tengo casa, me estoy escondiendo y no tengo nada más aparte de la ropa que traigo puesta. Reviso mi cartera. Veintisiete dólares y algo de cambio.

Mi teléfono vibra con llamadas de los chicos, de Leah y de Billy, y mantengo conversaciones cortas con ellos, pero nada se resuelve. Ninguno termina sintiéndose mejor. Varias veces me estiro a mi lado para agarrar mi mochila, dándome cuenta una y otra vez que no tengo un bloc de dibujo. Trato de no agitarme. Trato de no pensar, pero mi mente regresa una y otra vez a Jake.

Bella. Jake. Esme. Jake. Mi mamá. Jake. Mi papá. Jake. Bella. Jake.

El ciclo continúa incansablemente.

Cuando Emmett entra por la puerta trasera unas pocas horas después, aún sigo sentando aquí, despierto con la luz grisácea entrando por la ventana. Su perra se levanta y corre por las escaleras hacia la cocina. Cuando bajan las escaleras, se echa en su cama.

"Hey", dice, caminando hacia mí y pasándome una bolsa con comida rápida y un vaso con popote. No me había dado cuenta de que tenía hambre, pero me apresuro a comer, inclinándome hacia atrás y viéndolo una vez que me calmo. Se ve cansado, pero me está observando atentamente.

"Gracias", digo, arrugando las envolturas y poniéndolas en la bolsa. De repente me siento como un intruso, con sus ojos sobre mí y la comida y el estrés de la noche. "Debería irme", digo, de nuevo moviéndome para agarrar mi mochila antes de darme cuenta de que no está ahí. Y luego recuerdo que no tengo a dónde ir. Ni siquiera tengo una playera limpia. Veo la mía, cubierta con manchas de pintura gris.

Emmett me ve con tristeza, pero hay determinación detrás de eso. "Te vas a quedar aquí", dice, y no hay pregunta en su voz. Se levanta y abre un cajón, pasándome playeras y pantalones que dice que ya no le quedan. Hay una playera polo con rayas, y la veo con duda. Sonríe. "¿No te has preguntado cómo te verías como niño bien?"

Sonrío de verdad. "No".

Pero le echo una mirada a las fotos en su tablero antes de que me enseñe dónde está el baño para que pueda ducharme, y no estoy tan seguro de haber dicho la verdad.

"¿Qué le hiciste?" Escucho a Rose susurran, con algo entre desdén y diversión.

"Necesitaba ropa limpia", contesta Emmett en voz alta.

Hay una pausa larga. "Se ve como Zach Morris". Emmett bufa fuertemente, y toco la polo rayada mientras abro los ojos. Debí haberme quedado dormido mientras esperábamos a Rose. La televisión de Emmett está prendida, con el volumen bajo.

"Definitivamente me voy a quitar esto", murmuro, sentándome. Emmett ocupa las playeras justas, probablemente para que sus bíceps se vean más grandes. No soy mucho más pequeño que él, así que también me queda algo ajustada. Me siento como un utensilio.

"Como sea", dice Rose, rodando sus ojos. La noche anterior me inunda, y la veo con duda. Debe tener noticias. "Sacamos los cuadernos", dice, seria. "El papá de Bella va a ir a la estación a ver si puede ayudar, y Billy dijo que se encontraría con Bella y su padre allá". Mi estómago se retuerce.

"¿Qué?", pregunto, mi piel poniéndose fría.

Rose frunce el ceño. "¿Qué?", pregunta. "El papá de Bella es abogado", dice después de un segundo, con algo de "duh" en su tono.

Mi boca se abre y se cierra unas cuantas veces. "Mierda". No grito, pero es enérgico. Es el sonido de mundos chocando. Si su papá se involucra en esto, va a ver el nombre de su hija en cientos de fotos, borradores… y quizás hasta vea su cara. Obligo a mi cerebro a tratar de recordar qué dibujos había en ese cuaderno. Había algunos de ella que eran muy realistas como para confundirse con alguien más.

Veo cómo llega la comprensión a su cara. "Hombre, no es como que le vaya a decir a su papá que estuviste involucrado. Quiero decir, vamos. Tampoco Billy. Ya lo sabes".

No lo entiende. Agito mi cabeza. "Tienen mi mochila. Mi bloc de dibujo". Rose se me queda viendo tontamente hasta que la realidad la golpea de nuevo.

"Oh, mierda", dice con los ojos bien abiertos.

"Si su papá ve ese cuaderno, o incluso si empiezan a mostrarle las cosas que creen que hizo Jake, se va a dar cuenta…" los dos compartimos una mirada que junta todo el miedo y la urgencia de la situación.

Creo que esto siempre había sido un miedo lejano, pero siempre nos imaginé juntos, casados o algo así, y felices y estables. En mi mente, en ningún momento estas dos partes de mi vida se juntaban.

¿A quién mierdas estaba engañando?

Quizás no pasar enseguida, pero todo iba a descubrirse. Siento un tipo de tensión diferente a la que tuve la última vez que estuvimos separados. Esto no es sobre el pasado, es sobre el futuro que se está desentrañando rápidamente… un futuro que quizás sentía más seguro de lo que realmente es.

Mi teléfono suena. Es un número que no conozco, pero algo me dice que debería contestar.

"Él insiste en que hizo esto". La maneta en que lo dice me deja saber que no lo cree. Azota la foto en la mesa frente a mí, y cuando lo veo me encojo, a pesar de mi esfuerzo de mantenerme firme.

Se detiene, viendo mi reacción y frunciendo el ceño. "Dice que también hizo esto". Es la pieza del tren. "Y esto". Algo que hice en los túneles. No habla después de eso, pero sigue poniendo fotos rápidamente hasta que comienzan a apilarse.

"Lo entiendo", digo, poniendo una mano sobre la pila para que se detenga.

Solo necesito echar un vistazo a las fotos para saber qué son. Todos son míos. Avienta una última pieza de papel – una copia de uno de los dibujos de mi cuaderno.

Es la cara de Bella.

Jake les está diciendo que él es "Reign". Está tomando la culpa, probablemente para evitar que vengan por mí. Lo patético es que me siento algo molesto por eso. Entiendo su motivo, pero está reclamando mi mierda. Mi chica. Mi arte.

Pero luego pienso en él en una celda y el enojo desaparece inmediatamente. Es obvio que no está haciéndolo por notoriedad.

"Le van a dar cargos por…", agita su mano, "innumerables cargos de destrucción de propiedad, traspaso, y aparte de eso, asalto agravado". Mi cabeza gira rápidamente. "También hay una posibilidad de un caso civil. Los propietarios de los inmuebles pueden demandarlo por lo que cueste remover los grafitis y cualquier otro daño permanente que se haya causado".

"¿Asalto?"

"Golpeo un policía", dice secamente.

"Oh, joder", murmuro, dejando caer mi cabeza.

"No maldigas en mi oficina, por favor", dice. Su teléfono suena y se voltea abruptamente para contestar.

Cruzo mis brazos, viendo el intrincado patrón de la madera de la mesa. No puedo creer que aquí es donde trabaja su papá. La defensa criminal debe ser lucrativa, pero sé que el tipo de clientes que normalmente defiende son del tipo que estafa a las personas con millones de dólares y mierdas como esas. Es una cosa ver los edificios en el horizonte, pero algo completamente diferente es sentarse donde estoy justo ahora. Estamos en el último piso de un edificio en el centro, y la vista a través de las enormes ventanas es algo que no he visto antes. Desde aquí puedo ver la terraza de Esme. Puedo ver nuestra preparatoria, y nuestra futura universidad, y el patio fantasma.

Puedo ver mi vida completa. Y para eso, todo lo que tuve que hacer fue subirme a un elevador.

Desde aquí el patio fantasma parece solo un desastre de metal oxidado. Se ve como pobreza y una falta de respeto a través de esta brillante ventana en este glamouroso edificio. Estar aquí me hace sentir casi de la misma manera.

Veo la camisa de botones que Emmett me dio para usar en esta entrevista. Rose recogió mis cosas de la casa de Jake, pero aún me estoy quedando en el sillón de Emmett. Cuando se enteró de que venía aquí hoy, prácticamente me obligó a ponerme esta ropa, pero ahora que estoy aquí, realmente estoy agradecida de estar usando esto. Es increíble lo diferente que te tratan cuando usas ropa elegante. Las cejas del señor Swan casi se salen de su cara cuando me vio, y su personal no hicieron otra cosa más que dejarme pasar y ofrecerme un asiento y un vaso de agua, así como algo para leer mientras esperaba. Por cómo se veía, una de las mujeres me habría llevado al baño y me hubiera dado una mamada si se lo sugería.

Me pregunto si la respuesta hubiera sido la misma si estuviera usando lo de siempre, o si supieran quién soy.

Azota el teléfono en su lugar y voltea, esperando a que diga algo.

"Pensé que había dicho que Bella estaría aquí", digo, realmente deseando que estuviera cerca, porque incluso el simple hecho de saber eso me hubiera dado una ventaja.

"Mentí", dice viéndome directamente a los ojos. Su mirada es intensa, pero no alejo la mía. Finalmente, él lo hace, y se rompe su expresión dura, revelando preocupación, algo que se ve extraño en sus facciones. Se sienta en una silla y gira para ver por la ventana. "Sabía un poco acerca de tu…" me lanza una mirada, "…pasado. Pregunté por ahí cuando empezaron a salir". Lo dice como un secreto, como si fuera algo de lo que se avergonzara.

Mi mente se detiene y vuelve a correr, pensando en eso. Si sabía, ¿por qué nos dejó estar juntos? ¿Por qué no trató de detenerlo?

Me ve, observando mi procesamiento y suspirando. "Ha pasado por mucho este año". Traga con dificultad, sus ojos se aguan, aunque no lo admita. "Hay algo en ver cómo la vida de tu hija se desmorona que hace que te agrade cualquier cosa, o cualquier persona, que la haga feliz".

Comienzo a darme cuenta de que el papá de Bella es mucho más diferente que como ella lo percibe. Cree que es frío, pero creo que solo es un hombre pragmático, ocupado, y que trata de descubrir cómo relacionarse con su hija y ser un buen padre al mismo tiempo.

"No le he dicho de esto", dice. "Pero ahora que sabes, ¿qué vas a hacer?"

Se sienta en silencio mientras pienso. Le expliqué algo de esto a Bella, pero no creo que entendiera que tan malo podía ser. Ahora que su papá está ayudando a Jake, parece creer que no hay manera de que algo salga más. Desearía que fuera así de simple.

"Lo van a acusar de todo. Y me refiero a todo", dice. Veo las fotos que están en la mesa, contando mis historias. Contando mi vida. No sé lo que él ve, pero yo veo cada error que he cometido. También veo cada momento de goce y felicidad que he tenido.

Pienso en mi papá y en lo que hubiera dicho si supiera que Jake tomara la culpa por mí. Incluso si quería, si no hiciera nada…¿qué diría?

"Te ayudaré", dice finalmente, y cuando subo la mirada, ya tiene la expresión seria que imagino que se necesita para esta clase de trabajo. Mira hacia abajo y mueve los papeles frente a él. "No va a ser fácil…" sube la mirada, y en ese momento se ve como un padre, "pero te ayudaré".

"Esme y yo…" me detengo, bajando la mirada cuando se me ocurre que quizás ella no quiera involucrarse en esto. "Dudo que me pueda permitir contratarlo".

Cuando subo la mirada, casi me está riendo. No completamente, pero lo más cerca que he visto. "Sin cargo".

Mi primer instinto es protestar, pero la mirada en su cara me hace cambiar de opinión. "Gracias, señor Swan. Yo-"

Agita su cabeza, levantando una mano para detenerme. "Está hecho. No hay nada más que decir".

Asiento, tomando una respiración profunda y sellando mi destino. "Necesito un día…"

No hay manera de confundir el brillo en sus ojos esta vez, y se voltea hacia la ventana. "Me va a odiar por esto".

El peso completo de lo que estoy a punto de hacer me golpea. "Déjeme decirle", contesto, un dolor triste y terrible asentándose en mis huesos.

Es un sentimiento al que creo que voy a tener que acostumbrarme.

Le digo a Esme primero.

No va bien. Esme le dice algunas cosas al papá de Bella que nunca había escuchado de su boca, pero después de explicarle la situación se disculpa y lo abrazo en la sala de su apartamento mientras palmea su espalda torpemente. Porque no me está obligando a hacerlo. Me está ayudando. El resultado hubiera sido el mismo, aunque no se hubiera involucrado. Hubiera descubierto lo que planeaba Jake y me hubiera entregado. Al menos de esta manera tengo un abogado decente.

Me disculpo con Esme. La conversación es corta e intensa y termina con ella en lágrimas. Yo estoy guardando las mías. No estoy seguro de poder detenerme una vez que empiece.

El señor Swan acepta dejarme pasar la noche con Bella. Me va a llevar a primera hora en la mañana. Subo lentamente las escaleras a su habitación.

Decirle, ver su expresión ir de preocupación a enojo y a devastación es tan doloroso que dejo de respirar.

Me golpea, sus puños contra mi pecho mientras trato de acercarla. Luego sus palmas tratan de alejarme.

Ahí es cuando lágrimas de frustración inundan mis ojos, porque no tengo tiempo suficiente -quiero estar cerca de ella hasta el último segundo posible. "Bella, por favor", pido, tomando sus muñecas y jalándola hacia a mí mientras lucha por alejarse. Voltea su cabeza, un sollozo irregular sale de su pecho mientras deja de pelear contra mi agarre.

"No. No no no no…" repite, su cara aún alejada de mí, la tomo con más firmeza y finalmente colapsa sobre mí. Enterrando su cara en mi camisa. La suelto, y las manos que me estaban empujando ahora me toman para acercarme. Caminando hacia atrás, me siento en el borde se su cama y se sienta a horcajadas sobre mí, aún ahogándose con la palabra "no" mientras se envuelve a mi alrededor, su cara presionada contra mi cuello. Veo sobre su hombro y comienzo a mecernos, mis lágrimas cayendo sobre su cabello. Quiero ser capaz de ver su cara, pero no estoy dispuesto a soltar mi agarre.

Pasan horas hasta que nos recomponemos lo suficiente para desvestirnos mutuamente, su suave piel finalmente sobre la mía. Esta noche no hay espacio entre nosotros, solo una especie de mezcla de placer y dolor. No puedo detener el sollozo mientras veo su ceño fruncido mientras se mueve encima de mí, porque la voy a extrañar mucho. Reduce la velocidad de sus movimientos hasta detenerse y sostiene mi cara entre sus manos, susurrando cosas que necesito escuchar, entre besos y sollozos contenidos que no había tenido desde que era niño. Mientras más fuerte lloro, más trata de calmarme, limpiando lágrimas de mis mejillas y pasando sus dedos por mi cabello y hacia mi espalda. Se mueve para ver mi cara, su sufrimiento idéntico al mío.

Nunca había estado así de asustado.

Nunca había tenido tanto que perder.

Cuando comienzo a calmarme, se sienta, pasando sus manos sobre mi pecho y mi estómago. Imito sus movimientos, reacio a alejar mis ojos e los de ella, pero desesperado por ver cada centímetro de su cuerpo… para grabarla en mi memoria. Quiero decirle lo perfecta que es, lo bonita que es su piel y cuánto la voy a extrañar, pero las palabras me fallan como siempre.

Se lo muestro.

La sostengo tan fuerte, moviendo su cuerpo en pulsos intensos y controlados y levantando mis caderas para tenerla más cerca. Necesito tenerla más cerca. Las uñas que pasan por mi espalda se presionan con más fuerza, y puedo sentir cómo se comienzan a formar rasguños, pero quiero más… más cercanía… quiero sentir ese dolor y la quiero a ella. Mis dientes están sobre su cuello, ligeramente al principio, pero quiere que la mierda, susurrando "más fuerte" y "joder" y "te amo". Termino, llorando contra su cuello, y ella me sigue, sus ojos llenos de lágrimas antes de cerrarlos. Veo su cara detenidamente, memorizando cada expresión como estuviera tomando una foto.

Espero poder recordar cómo se siente esto.

No dormimos. Juego con las puntas de su cabello mientras habla, y toco cada centímetro de su piel sin quitar mis ojos de su cara. Hay más lágrimas, pero desaparecen fácilmente, sin agonía. Nunca he sentido algo tan honesto, ser capaz de dejar que alguien te vea llorar sin pena. Ni siquiera tengo el impulso de esconder mi cara de ella. Quiero verla por completo.

Las palabras que hablamos son importantes, pero lo son más las cosas que no decimos.

Mientras el cielo se aclara, hacemos promesas que espero mantengamos, y después de un rato hablamos menos y nos besamos más. Me guía adentro de ella una vez más, esta vez sin palabras -solo fuertes gemidos y el lento pero firme balanceo de su cadera en mis manos.

Nunca he odiado tanto la salida del sol, despojándome de mi tiempo, mi chica. Sale de la cama primero, y robo su almohada, apretándola contra mi pecho y viéndola caminar a su armario y desaparecer dentro. No respiro hasta que vuelve a mi vista.

No creí que me quedaran más lágrimas.

Nos decimos adiós ahí, en su cama, y después nos vestimos porque ya no hay nada más que decir.

Dice que no se va a poner difícil con su papá, pero no puede verlo cuando me subo a su carro. El mío sigue estacionado en casa de Jake, y le doy mi llave para que pueda moverlo. Mis labios apenas si tocan los suyos, e intercambiamos un tranquilo "te amo".

Comienzo a alejarme, pero me volteo y camino hacia ella, estirándome y quitándome las placas de perro de mi papá por primera vez en casi cinco años. Al menos es la primera vez que lo hago voluntariamente.

Inhala y sostiene la respiración, cerrando sus ojos mientras presiona la cadena en su palma y cierra los dedos alrededor. De todas maneras, me las iban a quitar, y es lo único que tengo de él que significa algo. De esta manera sé que van a estar seguras. Pruebo lágrimas saladas cuando la beso por última vez.

La mamá de Bella se para con su brazo alrededor de ella mientras nos alejamos por la calle, y justo antes de perlas de vista, veo a Bella romperse en un llanto de agonía que no puedo escuchar.

Probablemente debería tratar de disfrutar mis últimos momentos de libertad, pero todo lo que puedo ver es esa expresión en su cara.