Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco es mía, es de Juri . DP y fue beteada por Jeffy Iha.

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—Bueno, Hokage —dijo el daimyō—. Lo siento, pero tu tiempo se ha acabado.

La shinobi de la Hoja estaba sentada frente a un hombre regordete. Había dicho que al día siguiente iba a encontrarse con él muy temprano y no era un misterio cuál sería el tema a tratar.

Su semana y media había terminado y no tenían más pistas sobre dónde estaba Sasuke que cuando habían llegado.

—Con el debido respeto—dijo pacientemente Tsunade— como le comenté al principio, no fue el tiempo suficiente para realizar una búsqueda exhaustiva. Ni siquiera hemos buscado en la mitad del país.

—Pero sabías que él estaba aquí —continuo el daimyō—. Incluso te puse en el lugar exacto en que fue visto por última vez. Si fue tan descuidado como para permitir que le tomen una foto, entonces no debe estar bien escondido, ¿no estás de acuerdo? —el hombre sonrió con simpatía, su puntiagudo bigote lucia como una "V"—. Pero ten la seguridad de que nosotros realizaremos una búsqueda de aquí en adelante.

—Ya veo —dijo Tsunade—. ¿Y es justo decir que no nada lo va a persuadir para que extienda nuestro tiempo aquí?

—Me temo que tu presencia está empezando a causar disturbios en el país, Hokage. La gente está empezando a preguntarse por qué los shinobi de Hoja están recorriendo las aldeas locales —suspiró agradablemente—. Pero esta pequeña excursión debería haber encendido una nueva llama en todos ustedes. Tal vez Sasuke Uchiha se ha retirado al País del Fuego y se está escondiendo allí. Yo diría que valdría la pena continuar su búsqueda en un territorio familiar.

—Ya veo —murmuró Tsunade.

—Estoy muy contento de que lo hagas. Ahora, odiaría apresurar esto, pero entenderás que todos deben irse inmediatamente. ¡Ah! y si tenemos información, nos pondremos en contacto con ustedes rápidamente.

Tsunade hizo una reverencia.

—Gracias.

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—Mierda —murmuró Tsunade de nuevo cuando se acercaron a la posada. Había estado muy agitada desde la noche anterior y la reunión ahora mismo solo empeoró su estado de ánimo—. Todos recojan sus cosas y reúnanse afuera en quince minutos —ordenó.

Todos fueron a sus habitaciones para empacar. Cuando Hinata y Naruto llegaron a su habitación, ambos estaban tranquilos y tenían un aire de tristeza a su alrededor.

Hinata no podía creer que en realidad se fueran, creía que se quedarían todo el tiempo que fuera necesario. Ella pensó que habrían encontrado algo que los guiara en la dirección correcta. El insecto que había traído estaba constantemente saltando entre ella y Naruto por el simple hecho de que estaba poniendo toda su energía en descubrir algo. ¿Cómo pudieron sus esfuerzos haber sido para nada?

—Voy a estar afuera —dijo Hinata mientras lanzaba su bolsa de viaje sobre su hombro.

—¿Eh? —Naruto miró hacia arriba, con los ojos aturdidos—. Oh, sí. Está bien. ¿Quieres el insecto?

Hinata tomó el insecto y lo puso cerca de su cuello antes de irse. Cuando salió de la posada se encontró con el aire del desierto. Se apoyó contra el edificio de la posada y se quedó mirando fijamente a las escasas personas que estaban comenzando su día. Abrieron las tiendas, la gente caminaba y los animales comenzaban a despertarse.

¿Qué estaba ignorando?

Sasuke fue visto aquí y no estaba disfrazado, ¿fue tan descuidado? Durante tres meses estuvo siendo vigilado "aquí" en el País del Viento, pero ¿por qué estaría aquí en primer lugar? ¿Por qué estaría caminando sin disfraz y permitiendo que lo siguieran? ¿Esperaba ser visto? ¿Era realmente él en la fotografía? O… ¿Quién vio exactamente a Sasuke en primer lugar? Tsunade no pudo haber sido la que lo siguió personalmente porque durante los últimos tres meses estuvo en la aldea. ¿Qué pasaría si esa persona les hubiera dado la ubicación incorrecta?

Hinata negó, ella no debería dudar así de sus compañeros ninja. Era posible que Sasuke se hubiera mudado a otro lugar en el tiempo que tardaron en llegar al País del Viento. Ella no debería cuestionar a su propia aldea.

Miró hacia arriba y hacia abajo por la calle, sintiéndose esperanzada, pero no vio nada que sobresaliera.

No había absolutamente nada.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Cinco minutos después, el grupo comenzó el viaje a casa. Los adultos expresaban su disgusto de vez en cuando, pero al final tuvieron que idear algún otro plan para encontrar a Sasuke.

Habían llegado a otro país cuando el grupo se detuvo. Junto con decepción, tenían hambre, ya que no tuvieron la oportunidad de reponer sus suministros, pensaron que ahora era mejor detenerse para hacer eso.

Se detuvieron en un bosque que rodeaba el pueblo más cercano. Iban a dejar sus cosas aquí mientras compraban, Hinata decidió que no iría con ellos.

—¿Estarás bien por tu cuenta? —Chōza preguntó con escepticismo.

—Estaré bien —dijo Hinata desde su posición debajo de un árbol—. Necesito descansar un poco de todos modos.

Chōza le dirigió una última mirada de preocupación antes de que el grupo fuera a la aldea.

Hinata suspiró audiblemente cuando se fueron, se desplomó contra el árbol y dejó que su cabeza descansara contra el tronco. Ella no sabía cuánto tiempo más podría esperar, comenzaba a darse cuenta de que si Sasuke realmente quisiera que lo encontrara él habría dejado algún tipo de pista que solo ella podría entender. Tan persistente como él había sido al principio, ella pensó que sería igual ahora. Así que tal vez ella tenía que rendirse, no podía seguir persiguiendo pistas durante el resto de su vida, ¿verdad? Seguramente si él quería volver a verla, vendría por ella. Al menos él sabía dónde estaba.

Cerró los ojos y trató de convencerse de que el dolor que sentía era simplemente el hambre.

—Hey.

Los ojos de Hinata se abrieron de golpe, enderezó su postura. Naruto la miró fijamente, su expresión pasó de preocupada a aliviada.

—No fue mi intención despertarte. Pensé que te habías desmayado o algo así —él se sentó a su lado—. También me quede a esperar, eso es todo.

—¿No querías conseguir algo?

—Le dije a Kakashi-sensei que me trajera algo. Es solo que... ya sabes.

Hinata esperó antes de hablar nuevamente.

—No.

Naruto se rió torpemente.

—Es solo... no es por ser paranoico o prepotente, pero ha pasado tiempo desde que te dejé aquí sola. Aún podrías ser un objetivo.

Ella resopló sin entusiasmo.

—Nadie viene por mí, Naruto —tan pronto como lo dijo, sintió su garganta apretarse y sus ojos picar. ¿Por qué se sentía tan sola de repente?

—Nunca se sabe —dijo, sin darse cuenta del rápido parpadeo de Hinata—. Quiero decir, no sé mucho sobre Orochimaru, pero tienes ojos en los que parece estar interesado —Naruto se detuvo, frotándose la parte de atrás de su cabeza con timidez— err... he querido preguntar... uh... bueno, quiero decir, n-no importa.

Su cabeza se inclinó.

—¿Qué es?

—Uh, es algo personal.

—Está bien —ella solo estaba diciendo esto porque su curiosidad estaba en alza—. Pregúntame.

—Bueno... esa cicatriz... en tu estómago.

Hinata enrojeció, su mano inmediatamente agarró su abdomen.

—¿Sabes sobre eso?

—La vi por accidente —dijo Naruto—. A veces tenían que cambiarte de ropa cuando yo y Sho te estábamos ayudando…

Hinata se alejó de él, apretándose el vientre con más fuerza.

—M-me viste…

—¡No, no, no, no, no! —Naruto estaba frenético, agitando sus brazos salvajemente mientras hablaba—. Siempre salía de la habitación cuando hacían eso, ¡de verdad! Es solo que, al principio, estaba realmente preocupado y se podría decir que impaciente, así que cuando la enfermera me dijo que regresara en veinte minutos, regresé en veinte minutos y bueno, uh... —inclinó la cabeza, juntando las manos a modo de disculpa—. Solo vi tu estómago, lo juro. Después de eso, esperaba hasta que me decían que podía volver a la habitación, Hinata. Pregúntale a cualquiera.

Con el rostro rojo Hinata frunció el ceño, su mano todavía presionaba contra su estómago. Después de unos pocos segundos, frunció los labios, hinchó las mejillas y exhaló.

—Está... bien, Naruto.

Él la miró.

—No suenas como si estuvieras bien.

—Yo... no puedo hacer nada al respecto. Te quedabas a mi lado a menudo, así que estoy segura de que viste cosas peores que mi estómago —ella murmuraba para sí misma—. Pero, sí, tengo una cicatriz. Nunca pude preguntarles a las enfermeras qué cirugía necesitaron hacerme, supongo que es permanente —ella pasó sus dedos por la cicatriz a través de su camisa. Tenía aproximadamente quince centímetros de largo y siempre la sorprendía cuando la veía.

Naruto la miró fijamente, con los ojos ligeramente abiertos.

—Hinata —dijo con cuidado— ¿realmente no…?

—¡Perdónenme!

Tanto Hinata como Naruto se giraron para encontrar a una chica corriendo hacia ellos. Parecía tener más o menos su edad y tenía cabello oscuro y corto con un flequillo asimétrico. Ella llevaba una cesta llena de artículos de limpieza, con algunas ropas y trapos. Se detuvo frente a ellos, su rostro resplandecía con intriga y emoción. Naruto y Hinata notaron que la chica era una civil y ellos pensaron que la otra debía haberlos conocido como para que corriera hacia ellos tan cómodamente.

—Hola —dijo una vez que pudo hablar—. Lo siento, pero... eres su guardaespaldas, ¿verdad? —le dijo a Naruto.

Naruto miró a su alrededor. Esperando ver a Shino o Neji, pero no estaban a la vista. Volvió a mirar a la chica, que esperaba ansiosamente su respuesta.

—Uh... yo no diría eso.

—Pero, la estás protegiendo, ¿verdad?

—Err —miró a Hinata desesperadamente— podría decirse que sí. ¿Por qué?

La niña rió, encantada.

—Y tú —se volvió hacia Hinata— ¿eres una princesa?

—Heredera —dijo enfática e impulsivamente.

—¡Lo sabía! Bueno, casi lo sabía. Estuve cerca.

Naruto y Hinata la miraron fijamente.

—¡Oh! —la niña se puso roja, inclinándose—. Lo siento mucho. Sé que esto debe parecer extraño. Estoy trabajando en mis habilidades de observación y... ha... —ella tosió, enderezando su postura—. Perdónenme, debo irme. Cuida bien de ella, ¿de acuerdo? —le guiñó un ojo a Naruto antes de seguir su camino.

—Eso fue extraño —dijo Naruto mientras veía a la chica irse—. Me pregunto si eso es lo que realmente parecemos —miró a Hinata, quien todavía estaba viendo a la chica—. ¿Estás bien?

Hinata lo miró con el ceño fruncido.

—Tenía artículos de limpieza.

—¡Oh! —Naruto miró a la chica en retirada una vez más—. Sí, creo que sí.

—¿Por qué tendría artículos de limpieza si va a un bosque?

—Tal vez ella vive allí y vino a la ciudad a comprar algo para su casa.

—Pero venimos de esa dirección y no vimos nada.

—Tal vez ella vive más al este. No atravesamos todo el bosque.

—Supongo… —Hinata se puso de pie, estirándose. Se puso la mano en el cuello y buscó hasta que encontró el insecto de los Aburame—. ¿Puedes darle combustible mientras voy al baño?

—Sí, seguro.

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—Está bien, vamos a irnos —Tsunade y los demás se detuvieron cerca de Naruto, quien estaba dejando que el insecto de los Aburame se arrastrara de un lado a otro entre sus dedos—. ¿Dónde está Hinata?

Naruto miró hacia arriba.

—Ella fue al baño.

—¿Hace cuánto tiempo?

—Mm... —Naruto metió el insecto en su camisa antes de pararse—. Yo diría que hace diez minutos.

Tsunade frunció los labios.

—¿Estamos listos? —Hinata se acercó al grupo.

Tsunade la miró, suspirando internamente.

—Sí lo estamos. Si nadie necesita nada más, vámonos.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Sasuke se sentó detrás de la cabaña, se apoyó contra la madera con los ojos cerrados. El día era brillante, cálido y el sol se sentía reconfortante sobre su piel. No se le ocurrió hasta esa mañana que había pasado la mayor parte del tiempo dentro de la cabaña y eso probablemente lo hacía sentirse más asfixiado de lo usual. ¿Qué pasó con los días en los que estaba inquieto anhelando su libertad? ¿Desde cuándo se permitía estar en un lugar cerrado durante tanto tiempo?

Exhaló lentamente, despejando su mente.

Quería recuperar su espada. Todo lo que poseía se quedó en el escondite de Orochimaru y si Konoha había sido capaz de excavar a través de todos los escombros, entonces no tenía nada excepto lo que tenía ahora.

Que era básicamente nada.

—¡Sasuke!

La cabeza de Sasuke rodó hacia un lado, sus párpados se abrieron. Aiya estaba en la esquina de la cabaña, con los puños en las caderas y el rostro enrojecido. Llevaba unos pantalones oscuros y una camisa ligera sobre la cual llevaba un delantal junto con un pañuelo que cubría su cabello.

—Pareces una mujer de la limpieza —dijo Sasuke.

—¡Ja! —Aiya se cruzó de brazos y se acercó a él—. Me pregunto por qué. No podría ser porque estás viviendo en la inmundicia y ya es hora de que uno de nosotros lo arregle.

—No puedes limpiar la tierra.

—¿Estás insinuando que esta casa es pura tierra?

—Es peor y no es una casa.

—No en este estado, no, pero con un poco de trabajo esta cabaña puede ser un hogar cómodo.

—La limpieza no ayudará.

Aiya suspiró y se puso en cuclillas.

—Mira, Sasuke, no sé si tienes la intención de vivir aquí para siempre, pero ¿por qué no arreglarlo tanto como puedas? Me sorprende que no estés crónicamente enfermo por todo el moho y la humedad que respiras.

Sasuke la miró fijamente.

Aiya puso los ojos en blanco y se sentó a su lado. Cerró los ojos y respiró tranquilamente antes de mirar la vasta cantidad de bosque que tenían delante.

—De acuerdo, imagina esto: en lugar de vivir en un ataúd glorificado y podrido, la madera está fresca y pulida. Hay una alfombra real en la sala de estar —ella hizo una pausa—. Pared en el dormitorio, pared en el comedor, pared en todo lo demás. Como sea. Ahora imagina que el baño está limpio con pisos de baldosas con una bañera y una ducha que funcionan y te sientes limpio después de estar allí y no sucio como antes.

—Aiya…

—¡No, no, no, déjame terminar! —ella se aclaró la garganta—. Cortinas lindas y coloridas para la ventana y cerrojo en ambas puertas. Imagina que las puertas estén bien cerradas, de modo que sería conveniente tener cerrojos. Y luego de algunos años, ampliar la casa para tener una cocina y quizás algunos otros dormitorios —miró a Sasuke con rostro brillante—. ¿No sería eso bueno?

—¿De dónde sacaría todo el dinero necesario?

Ella gimió, cayendo contra la choza.

—Eres una verdadera decepción a veces.

Él sonrió ante eso.

—Has pensado mucho en mi vida.

—Bueno —se inclinó hacia adelante, estirándose casualmente—, eso es porque espero que sea... nuestra vida algún día.

—Nuestra vida —él reía—. Claro.

Ella había le había estado hablado más sobre su atracción por él. Eso lo hacía sentirse algo confundido. Sabía que las chicas, "la mayoría de las chicas", tenían una extraña tendencia a sentirse atraídas por él.

Las chicas como Aiya eran la razón por la que pensó que sería tan fácil estar con…

Sasuke se puso de pie, estirándose.

Aiya lo miró preocupada.

—¿Sasuke?

—Si quieres limpiar, vamos a hacerlo.

Ella respiró bruscamente.

—¿Me vas a ayudar?

Se encogió de hombros.

—No por mucho tiempo.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Después de la primera hora y media, Sasuke tomó una siesta.

Habían movido los muebles para limpiar e intentar pulir el piso, pero este estaba astillado y seco y la tarea resultó inútil. La siguiente tarea fue pulir la cómoda, la mesa, las sillas y el marco de la cama, pero Sasuke no vio un gran cambio en las cosas.

Cuando se despertó horas más tarde, el sol se había puesto y pudo ver un tono naranja cuando miró por la ventana. La choza olía a productos de limpieza, que era una mejora, a pesar del hormigueo en su nariz. Se sentó y miró alrededor.

Dos grandes velas estaban encendidas sobre la mesa. Ahora que estaba mirando la habitación otra vez, podía ver un poco el cambio. Los pisos estaban más limpios y no había telarañas en las esquinas. La mesa y la cómoda parecían renovadas y en general la habitación parecía… aún más vacía. Limpia, pero vacía.

Aiya estaba en el baño limpiando vigorosamente el interior de la bañera. Las luces en el baño parecían más brillantes, por lo que ella debe haber agregado las bombillas faltantes. Se le pasó por la cabeza inspeccionar todo lo que ella había podido limpiar, pero él lo vería después.

—Está bien —suspiró Aiya. Abrió la ducha y la dejó correr. Miró a Sasuke y vio que estaba despierto—. Yo diría que es suficiente limpieza por hoy. ¿Qué piensas?

Se encogió de hombros.

—Es algo.

—Eso es mejor que nada —ella comenzó a recoger todos sus artículos de limpieza y los puso de nuevo en la canasta que trajo—. Oye, ¿te importa si me ducho?

—Haz lo que quieras —Sasuke se sentó en el borde de la cama.

—No tienes que irte. Solo cerraré la puerta.

Agitó su mano con desdén.

—Necesito aire fresco —se levantó y se fue.

Aiya observó a Sasuke irse con una sensación de adormecimiento.

Suspiró mientras colocaba su cesta en el suelo y fue a verificar si la bañera estaba limpia de todos los productos de limpieza.

Tal vez no debería haberle confesado sus sentimientos hace unos días, pero ahora no era como si pudiera actuar como si no lo hubiera hecho. No estaba segura de cómo Sasuke se tomó su confesión, pero eso no la sorprendió. Sasuke Uchiha, estaba empezando a darse cuenta, simplemente él no era una persona expresiva. Al principio, ella pensó que él solo estaba lidiando con el shock y el trauma. ¿Cómo podría no estarlo? Por lo que escuchó, Sasuke era un criminal que estaba siendo controlado por Orochimaru. Ese hombre era la manifestación de por qué los ninjas eran peligrosos y su manipulación y abuso con los niños era lo más atroz que había escuchado. Sasuke era huérfano y casos como él eran la razón por la que Aiya odiaba a Orochimaru. Ella nunca pensó mucho en quién era Sasuke antes de conocerlo, pero le retorcía los nervios saber que un huérfano de un clan masacrado había sido atacado tan descaradamente.

Y por un hombre que venía de la misma aldea, se suponía que debía llamar a ese lugar su hogar.

Cuando conoció a Sasuke por primera vez, cuando recordó conocer a Sasuke, fue en esta cabaña. Era como si se despertara de un profundo sueño solo para encontrar a este joven sentado ante ella en un montón de trapos que hacían de sábana. Había sido musculoso entonces, con cicatrices y marcas de quemaduras que parecían mal cuidadas. Ella recordó haber pensado que él parecía inquietante. Sus ojos eran oscuros y profundos. El aura a su alrededor era poderosa y… vacía.

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¿Quién eres tú?

Sasuke Uchiha.

El... ¿el criminal?

Aaa.

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Ella huyó ese día, él no la siguió. El miedo la persiguió, pero él no lo hizo. Eso la confundió y por eso volvió.

Es por eso que se quedó.

Sasuke era misterioso y atractivo. Ella sabía que él era peligroso, pero no actuaba de esa forma.

Y un año después, se enamoró de él. ¿Por qué? Ella no creía que tuviera una buena razón. Él la hizo hija única, claro, pero la única razón por la que confesó eso fue para que no pensara que ella era tan frágil como se considera a los civiles. Nunca pensó en conocer a un ninja y mucho menos a un criminal de categoría S, pero Sasuke era… diferente. Era diferente porque no se sentía tan inalcanzable como todos los demás ninjas. Claro, durante el año pasado estuvo escondido y dependía completamente de ella, eso tenía que ser por elección, Sasuke era perfectamente capaz de cuidarse a sí mismo, pero él la había elegido para cuidarlo.

Y ahora estaban construyendo una casa juntos.

Aiya sonrió para sí misma, su rostro se sentía cálido.

No importa, ella tenía que darlo todo. Incluso si Sasuke no estaba seguro de cómo se sentía por ella no la rechazó después de todo.

Ella todavía tenía una oportunidad.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Esa noche

—Podremos estar en casa antes de lo esperado —comentó Tsunade.

El grupo acababa de terminar el armar el campamento. Los ánimos eran más altos al tener su hogar tan cerca, pero la búsqueda de Sasuke aún no había concluido. Para todos los presentes, esto estaba empezando a convertirse en un tema difícil.

—Escuchen —dijo Tsunade— solo traten de tomar las cosas con calma esta noche. Tenemos el resto de nuestras vidas para enfrentarnos a este problema, pero empecemos de nuevo mañana.

—No podría estar más de acuerdo —acordó Shikaku. Él y el resto del grupo Ino-Shika-Cho se reunieron alrededor de la fogata con Kakashi.

—¡Esta noche, nos deleitamos! —Chōza dijo, sacando los alimentos empacados que habían comprado ese día.

—Naruto —llamó Kakashi al chico, que estaba babeando por la posibilidad de comer— por qué no vas a despertar a Hinata. No creo que haya comido hoy, así que necesita esto.

—Uh —Naruto miró las papas fritas, bollos, sándwiches y jugo— bien, está bien —entró en la tienda de Hinata. Ella estaba acurrucada en su saco de dormir—. Oye, Hinata, vamos a comer.

Acercó la solapa de su saco de dormir a su rostro, encogiéndose sobre sí misma.

—No... estoy bien.

—Aw, vamos —se acercó a ella y encendió la linterna—. Tienes que... ¿oye, Hinata? No te ves tan bien.

Sus ojos estaban abiertos, pero estaban hundidos y tenía círculos oscuros debajo de ellos. Ahora vio que ella estaba temblando y su respiración era superficial.

—Estoy... bien. Sólo necesito descansar —su voz apenas era audible.

Naruto miró a la entrada de la tienda y luego a ella.

—Tú... solo necesitas el insecto, ¿verdad? —Naruto buscó en su camisa y sacó el insecto—. Mira, ¿ves? Solo necesitas un poco de energía. Aquí.

—¡Naruto, espe…!

Él colocó el insecto sobre ella, pero tan pronto como lo hizo, ella desapareció en una nube de humo. Se quedó mirando el vacío ante él, con los ojos bien abiertos y la mano todavía posada sobre el lugar donde había estado la mejilla de la heredera.

—¿Hinata? —levantó el saco de dormir, esperando encontrar un tronco o algún tipo de sustituto, pero no encontró nada—. ¿Hinata? —miró alrededor de la tienda— uh...

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Hinata jadeó, casi cayéndose de un árbol.

Sacudió la cabeza cuando se dio cuenta de lo sucedido, su corazón latía aún más fuerte. Ella estaba siendo imprudente, peligrosamente imprudente. Para entonces, Tsunade sabría que se había ido y ese hecho la aterrorizaba. Con un poco de suerte, continuarían hacia Konoha antes de volver sobre sus pasos, lo que parecía probable considerando que ya casi estaban en el País del Fuego. La Tierra de los Ríos era un país pequeño, después de todo. Tan pequeño, de hecho, que incluso ella no habría considerado buscar aquí.

Ella se centró en la cabaña. Era pequeña y estaba media podrida, pero tenía que admitir que le serviría a Sasuke.

Pero había un problema, la puerta de la choza se abrió.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

—Entonces, ¿te veré mañana?

—¿Estás preguntando ahora? —Sasuke miró a Aiya, quien lo estaba mirando. Para empezar, ella estaba usando su ropa, necesitaría regresar, ya que él no tenía muchas mudas de ropa. Debería haber sabido que tomaría su ropa después de su ducha. No es como si ella guardara ropa de repuesto en la cabaña.

—¿Quieres que lo haga? —Aiya presionó.

Sasuke la miró fijamente, sabía exactamente lo que ella estaba haciendo. Sí, quería que ella volviera porque necesitaba ropa y comida. Estaba seguro de que ella no comprendía completamente el hecho de que un ninja sin nada a su nombre no podía simplemente caminar libremente. Tenía que volver a estar en forma si alguna vez esperaba hacer ser libre.

Ella lo miraba… interesante, terca, pero suplicando con sus ojos.

—Sí, vuelve —dijo.

Aiya sonrió y lo abrazó con fuerza. Sasuke se puso rígido, ella pronto se apartó, claramente enrojecida.

—Ah... err... ¡n-nos vemos mañana entonces! —ella salió corriendo.

Sasuke la vio irse. Frunció el ceño porque estaba seguro de que ella no había traído nada de comida hoy. Suspiró y cerró la puerta.

Estaba preparado para acomodarse en la cama cuando alguien llamó a la puerta. Se levantó un poco demasiado ansioso porque Aiya seguramente se dio cuenta de su error. Cuando abrió la puerta, se quedó helado, con los ojos casi saliéndose de sus orbitas.

Su voz sonó alarmantemente extraña.

—¿Hinata?

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Fin capitulo treinta y cuatro

Notas: ¡Hola! ¿cómo están? Aprovechare de actualizar mientras preparo las cosas para la clase de mi sobrino por lo que solo les dejare una notita rápida XD como que ya me estoy acostumbrando a esto de ser una mujer multitareas. Espero que el capitulo sea del agrado de ustedes. Ahora me voy porque la clase esta a punto de comenzar.

Mil besos y recuerden dejar comentarios. La próxima actualización será… creo que el día 1 de octubre.

Guest Guest: Me alegra que te guste.

Guest Guest: He's just… using Aiya, so she's not a problem.

Guest Dulce Durazno: Me hace mu feliz saber que te gustan los fics que estoy publicando.

Naoko Ichigo