Luego de que Ron se quedara dormido, Harry salió sigilosamente de la habitación que compartían para ir directo a la de Ginny, tenía el pequeño presentimiento que ella estaría despierta, sabiendo que mañana se terminaría el libro, y que Ginny se había perdido en un mundo aparte durante la lectura del día, mientras comenzaban a leer sobre los ataques, cuando llego a la habitación de dos de las personas más importantes de su vida, golpeo un par de veces, y cuando ya estaba por darse por vencido la puerta se abrió, dejando la imagen más gloriosa que Harry había visto en su vida

Ginny tenía una cara de cansada, el cabello despeinado y el camisón más corto que Harry se pudo imaginar en su vida, que apenas tapaba hasta la mitad de su muslo, ahora entendía porque su yo del futuro hacia lo que ella le decía, el saltaría de la torre de astronomía si ella con esa cara de ángel y cuerpo de pecado se lo pedía

-¿Harry? ¿Harry?- pregunto la pelirroja luego de que se encontrara con Harry de pie en su habitación sin decir o hacer nada por cerca de dos minutos

-¿a?- logro preguntar el azabache luego de embobarse aún más cuando su nombre salió de los labios de la menor de los Weasley

-¿Harry que haces aquí?-

-quiero hablar contigo- respondió por fin de una forma coherente el león- quiero saber cómo estas

-estoy bien- respondió la pelirroja- gracias por preguntar- agrego mientras comenzaba a entrar a su habitación

-no mientas- interrumpió Harry poniendo su mano en la puerta e impidiéndole pasar- te vi y no una, ni dos veces, quiero saber la verdad, mañana terminaremos el segundo libro y…

-y nuestros hijos sabrán que abrí la cámara- interrumpió Ginny mientras salía y cerraba la puerta tras de ella, quedando entre esta y el cuerpo de Harry- nuestra ahijada sabrá que petrifique a su madre, ya lo tengo claro Harry no tienes que recordármelo, tu eres el héroe y yo la villana para nuestros hijos-

-no- dijo de inmediato Harry- tu eres cualquier cosa menos una villana, como pensaría algo así, de cualquiera menos de ti, Ginny eres la persona más fuerte del mundo con once años te enfrentaste al Tom por casi un año, yo no lo hubiera hecho, incluso entiendo que sacaste el diario, para que yo no callera bajo su influencia, siempre pensaste en los demás incluso cuando estabas sufriendo

-Harry…-

-tenías once años, no fue tu culpa, tu no lo…

-tenías once años y salvaste la piedra filosofal-

-eso no tiene que ver- dijo Harry en un suspiro- si por mi fuera no hubiera hecho nada de eso, si por mi fuera me tendría que esconder de la profesora McGonagall por hacer bromas o pelear con Malfoy, lo más peligroso que haría sería el amago de Wronski y mi mayor cercanía a la muerte sería decirle a tus hermanos que estoy enamorado de ti, no estar compitiendo a los catorce años en el torneo de los tres magos, además lo que te paso en primero fue culpa mía, no tuya, Lucius Malfoy te puso ese diario en el caldero porque eras la hermana de mi mejor amigo…

-¿dijiste que estás enamorado de mí?- pregunto Ginny dejando a medias el discurso del niño que vivió, produciendo una risa en el joven

-¿solo eso escuchaste?- pregunto mientras seguía riendo

-deja de reírte, y responde Potter-

-bueno, llevo cuatro años preocupado de ti, sabiendo cada cosa que haces, si no fuera por Ron no hubiera quitado los ojos de ti el año pasado, y menos de ese vestido verde agua que llevabas, y que en las reuniones del ED siento acido cuando estas con tu "novio" pues si estoy enamorado de ti, aunque no puedo negar que me di cuenta cuando todo esto comenzó – refiriéndose a la lectura- y gracias a la charla de mi yo futurista, siempre creí que me preocupaba por ti porque te veía como una hermana

-pues por lo que yo entendí, hay seis claras razones que demuestran que no soy tu hermana- respondió Ginny sonriendo- pero… y… ¿Cho?

-ella es linda- respondió Harry- pero ella no eres tu

-apenas me conoces Harry- sonrió Ginny- y dices estar enamorado de mí

-Ginny yo…

-que pases las vacaciones en mi casa es una cosa pero otra muy distinta es que me conozcas-

-entonces déjame conocerte- pidió Harry un poco sonrojado- déjame estar cerca de ti, déjame…

-pero te gusta-

- y a Ron le gusta Fleur, pero está enamorado de Hermione, pero lo que en verdad me importa es ¿Qué tengo que hacer para que me ames, Ginny? ¿Qué tengo que hacer para recuperar tu amor?

-sabes el color del vestido que use en el baile- respondió Ginny- pero cuando te veía tú estabas viendo a Cho-

-pues – dijo Harry mientras se desordenaba el cabello- te estaba vigilando, cuando notaba que te dabas cuenta desviaba la mirada hacia Cho

-tonto-

-pero me lo dirás, ¿me dirás como recuperarte?

-Hermione me dijo que me buscara un novio, que fuera capaz de hablarte sin sonrojarme, ni perder la voz, que me muestre como soy-

-es inteligente mi hermanita- sonrió Harry- aunque el último punto lo estás haciendo muy bien en estos momentos- mientras la miraba de arriba a abajo-

-idiota- dijo la leona con la cara más roja que su cabello- Harry deja de mirarme así-

-¿así como?

-así- intento hablar mientras Harry seguía así, este no había sido su plan, solamente quería decirle que el la apoyaría contra todos, pero esto era mucho mejor, estaban coqueteando, se estaba acercando más a ella, la estaba relajando y haciendo sonreír, - así como si me quisieras comer-

-bueno, esa es una excelente referencia- sonrió Harry

-tú nunca te comportas así, con nadie- dijo sonrojada Ginny-

-bueno tengo 15 años y ninguna chica ha estado vestida frente a mí como tú-

-entonces ¿querrás comerte a cualquiera que este vestida así para ti?- dijo riendo Ginny con cara de enojo

-que me revolucionen las hormonas sí, claro cualquiera menos Hermione- Ginny sonrió aún más- Hermione tiene pene

-¡Harry!-

-Ginny- se defendió el pelinegro- Ron también cree que tú tienes pene, aunque me gustaría revisar esa teoría-

-¡Harry Basta!-

- pero volviendo a tu pregunta, si una chica apareciera con tu pijama me volvería locas las hormonas pero te aseguro, a ninguna me la quisiera comer como te quiero comer a ti-

-Harry por Merlín- sonrió Ginny- Lily está aquí dormida y tú dices esas cosas-

-bueno Lily sabe que teníamos que hacerla de alguna manera-

-para eso falta más de un año- agrego la pelirroja

-pero algo me dice que practicamos bastante, nos salió muy bonita, tiene tu cabello-

-y tus ojos-

-y mi ceguera- ambos rieron por el ultimo comentario-

-Albus es igual a ti-

-Según Rose las gemelas se parecen a ti-

-Algo que saquen de su madre ¿no crees?

-Ginny-

-¿sí?

-ya has cambiado de tema dos veces, dime que debo…

-tengo novio-

-no me importa-

-Harry no puedes hacer nada para recuperar mi corazón…

-por favor Ginny- interrumpió Harry con el corazón destrozado- no digas eso, sé que fui un idiota al tener que esperar que mi versión futurista me haga abrir los ojos, déjame demostrarte que el futuro no mueve mis sentimientos, que nuestros hijos son un regalo y no una obligación

-Harry yo no te interrumpí tu no lo hagas- dijo Seria la pelirroja después de que sus ojos se pusieran vidriosos tras las palabras de Harry- no puedes hacer nada para recuperar lo que nunca perdiste Harry

-Gin…

-jamás perdiste mi corazón-

-pero… tienes novio

-dijiste que no te importaba- respondió la pelirroja sonriendo-

-no, no me importa- dijo Harry quien sonreía esta vez, mientras se acercaba a Ginny

-¿Qué habías dicho sobre comerme?- dijo la pelirroja mientras comenzaba a terminar con la distancia entre ella y el azabache, Harry sonrió, la tomo por la cintura y la apego a él, ella enredo sus brazos tras su cuello, estaban cerca, muy cerca Harry ya podía sentir el aliento de la pelirroja en su nariz, estaba en el paraíso, y las puertas de este estaban cada vez más cerca en los dulces, rojizos y deseables labios de la pelirroja entre sus brazos estaba a milímetros de dar su primer beso, con la mujer que no solo sería su amiga, o su novia, sino que su razón de vivir y morir aunque el aún no lo sabía hasta que…

-si ya coquetearon lo suficiente podemos volver a dormir- dijo Lilu asustando a sus padres y separándolos por el susto mientras abría la puerta de la habitación que compartía con su madre adolescente-

-¡Lilu!- dijeron ambos de un salto-¿no estabas durmiendo?

-si pero desperté y no estabas por lo que Salí a investigar, pero no es una gran sorpresa nunca puedes pasar mucho sin estar abrazada a papa, pero es tarde y deben volver a dormir, mañana terminaremos el libro, y aparte tenemos el partido-

-lo sabemos- dijeron a coro los dos que aún seguían sonrojados

-aunque- dijo sonriendo la primogénita de los Potter- si papa quiere pasar la noche aquí yo puedo ir a dormir con Reg

-antes muerto- respondió Harry- me iré a dormir, hasta mañana- dijo luego le dio un beso en la mejilla a ambas pelirrojas y se fue a dormir con las ganas de dar su primer beso, mientras Ginny fulminaba con la mirada a su hija

Al día siguiente y luego de un contundente desayuno y despertar, no en ese orden exactamente, se dirigieron al gran comedor para continuar con la lectura, Harry y Ginny se veían y se sonrojaban, demostrando que lo pícaro y desinhibido de Harry solo era por las noches y a solas, cosa que hizo sonreír a Ginny, era bueno conocer un lado de Harry que solo ella viera, y no dejaría que nadie más lo hiciera, y como sabía que vendría más tarde en la lectura Ginny decidió que sería la primera en leer, tomo el libro y se sentó nuevamente entre sus hermanos

-el primer capítulo del día es La «bludger» loca ¿Por qué siempre me tocan los capítulos de Quidditch?- pregunto a nadie en especial Ginny

-pequeña peli-peli es el segundo capítulo que lees- contesto James

-pero ambos son sobre partidos- contra-ataco Ginny

-¿puede dejar de discutir por favor?- pregunto Harry mirando a su padre y a su aun, no tenía bien clara esa relación- Gin comienza

-palabras mágicas- pregunto Ginny mirando seria al padre de sus hijos

-por favor podrías comenzar a leer Gin- pidió el azabache

-claro- dijo la pelirroja mientras sus cuñados en voz baja le decían "mangoneado"

Después del desastroso episodio de los duendecillos de Cornualles, el profesor Lockhart no había vuelto a llevar a clase seres vivos. Por el contrario, se dedicaba a leer a los alumnos pasajes de sus libros, y en ocasiones representaba alguno de los momentos más emocionantes de su biografía.

-voy a vomitar- dijo James

-lo peor eran las representaciones- agrego Seamus

-podre del idiota que lo ayudaba- dijo Sirius riendo

-gracias por el apoyo querido padrino- respondió Harry sonrojado y sonrojando a Sirius, mientras todos los demás reían incluyendo a los abuelos de Harry

Habitualmente sacaba a Harry para que lo ayudara en aquellas reconstrucciones; hasta el momento, Harry había tenido que representar los papeles de un ingenuo pueblerino transilvano al que Lockhart había curado de una maldición que le hacía tartamudear, un yeti con resfriado y un vampiro que, cuando Lockhart acabó con él, no pudo volver a comer otra cosa que lechuga.

-claro….

En la siguiente clase de Defensa Contra las Artes Oscuras sacó de nuevo a Harry, esta vez para representar a un hombre lobo. Si no hubiera tenido una razón muy importante para no enfadar a Lockhart, se habría negado.

Aúlla fuerte, Harry (eso es...), y en aquel momento, creedme, yo salté (así) tirándolo contra el suelo (así) con una mano, y logré inmovilizarle. Con la otra, le puse la varita en la garganta y, reuniendo las fuerzas que me quedaban, llevé a cabo el dificilísimo hechizo Homorphus; él emitió un gemido lastimero (venga, Harry..., más fuerte..., bien) y la piel desapareció..., los colmillos encogieron y... se convirtió en hombre. Sencillo y efectivo. Otro pueblo que me recordará siempre como el héroe que les libró de la terrorífica amenaza mensual de los hombres lobo.

-en ese segundo los miembros de la orden, los herederos además de James comenzaron a reír como locos, si ese idiota fuera capaz de vencer un hombre lobo ellos jamás hubiera tenido que transformarse en animagos ilegales

Sonó el timbre y Lockhart se puso en pie.

Deberes: componer un poema sobre mi victoria contra el hombre lobo Wagga Wagga. ¡El autor del mejor poema será premiado con un ejemplar firmado de El encantador!

-¿Qué hiciste con ese libro Hermione?- pregunto Neville sonrojando a la adolescente

-si no me equivoco Ron lo tiro al lago después de lo de la cámara- respondió Hermione haciendo reír a los presentes

Los alumnos empezaron a salir. Harry volvió al fondo de la clase, donde lo esperaban Ron y Hermione.

¿Listos? —preguntó Harry.

Espera que se hayan ido todos —dijo Hermione, asustada—. Vale, ahora.

Se acercó a la mesa de Lockhart con un trozo de papel en la mano. Harry y Ron iban detrás de ella.

Esto... ¿Profesor Lockhart? —tartamudeó Hermione—.

-eso casi nunca se ve-

Yo querría... sacar este libro de la biblioteca. Sólo para una lectura preparatoria. —Le entregó el trozo de papel con mano ligeramente temblorosa—. Pero el problema es que está en la Sección Prohibida, así que necesito el permiso por escrito de un profesor. Estoy convencida de que este libro me ayudaría a comprender lo que explica usted en Una vuelta con los espíritus malignos sobre los venenos de efecto retardado.

¡Ah, Una vuelta con los espíritus malignos! —dijo Lockhart, cogiendo la nota de Hermione y sonriéndole francamente—. Creo que es mi favorito. ¿Te gustó?

¡Sí! —dijo Hermione emocionada—. ¡Qué gran idea la suya de atrapar al último con el colador del té...!

-Hermione siempre se los gana adulándolos- dijo riendo Sirius-

Bueno, estoy seguro que a nadie le parecerá mal que ayude un poco a la mejor estudiante del curso —dijo Lockhart afectuosamente, sacando una pluma de pavo real—. Sí, es bonita, ¿verdad? —dijo, interpretando al revés la expresión de desagrado de Ron—. Normalmente la reservo para firmar libros.

-hasta Weasley sabe que eso es de nuevo rico- dijo Pansy mientras los miembros de su casa asentían de acuerdo

-en realidad era fea- dijo Ron mientras se encogía de hombros

Garabateó una floreteada firma sobre el papel y se lo devolvió a Hermione.

-ni siquiera lo leyó- dijo enojada Lily mientras Molly comenzaba a generar viento

Así que, Harry —dijo Lockhart, mientras Hermione plegaba la nota con dedos torpes y se la metía en la bolsa—, mañana se juega el primer partido de quidditch de la temporada, ¿verdad? Gryffindor contra Slytherin, ¿no? He oído que eres un jugador fundamental. Yo también fui buscador. Me pidieron que entrara en la selección nacional, pero preferí dedicar mi vida a la erradicación de las Fuerzas Oscuras.

-que invente una mentira mejor- dijo Fred

-eso dijo en uno de sus libros- contradijo Lavander- por lo que es verdad

-que este escrito en uno de sus libros no significa que sea verdad- respondió Hermione

De todas maneras, si necesitaras unas cuantas clases particulares de entrenamiento, no dudes en decírmelo.

-Malfoy debería pedirle ayuda- dijo por lo bajo Ginny haciendo reír a Harry que se había sentado estratégicamente cerca de la pelirroja, por cualquier cosa que algún idiota dijera

Siempre me satisface dejar algo de mi experiencia a jugadores menos dotados...

-mi hijo es el jugador más joven en 100 años claro que sabe jugar muy bien- dijo enojado James- además no necesita ayuda de ningún idiota

-además no recuerdo a su mujer haber dicho algo contra su dotación- agrego Sirius haciendo reír a los presentes y que Harry adquiriera el color del pelo de su hija

Harry hizo un ruido indefinido con la garganta y luego salió del aula a toda prisa, detrás de Ron y Hermione.

Es increíble —dijo ella, mientras examinaban los tres la firma en el papel—. Ni siquiera ha mirado de qué libro se trataba.

-porque es un idiota- dijo Reg

Porque es un completo imbécil —dijo Ron—

-me quedo con lo que dijo mi padrino- sonrió Lilu mientras Ron se ganaba malas miradas de su madre

Pero ¿a quién le importa? Ya tenemos lo que necesitábamos.

-eso si- dijeron varios a la vez

Él no es un completo imbécil —chillo Hermione, mientras iban hacia la biblioteca a paso ligero.

-me arrepiento de mis palabras- dijo Hermione mientras negaba con la cabeza

Ya, porque ha dicho que eres la mejor estudiante del curso...

-es que en eso no hay que ser inteligente para saber que ella es la mejor- dijo sonriendo Rose

Bajaron la voz al entrar en la envolvente quietud de la biblioteca.

La señora Pince, la bibliotecaria, era una mujer delgada e irascible que parecía un buitre mal alimentado.

-perfecta para Filch -dijo riendo Ron y haciendo reír a otros

¿Moste Potente Potions?—repitió recelosa, tratando de coger la nota de Hermione. Pero Hermione no la soltaba.

Desearía poder guardarla —dijo la chica, aguantando la respiración.

Venga —dijo Ron, arrancándole la nota y entregándola a la señora Pince—. Te conseguiremos otro autógrafo. Lockhart firmará cualquier cosa que se esté quieta el tiempo suficiente.

-nadie lo niega-

La señora Pince levantó el papel a la luz, como dispuesta a detectar una posible falsificación, pero la nota pasó la prueba. Caminó orgullosamente por entre las elevadas estanterías y regresó unos minutos después llevando con ella un libro grande de aspecto mohoso. Hermione se lo metió en la bolsa con mucho cuidado, e intentó no caminar demasiado rápido ni parecer demasiado culpable.

-no te preocupes- dijo riendo Neville- con el tiempo mejoraron la practica

-eso no ayuda- dijo el trio de oro mirado asustados a Molly y Lily

Cinco minutos después, se encontraban de nuevo refugiados en los aseos fuera de servicio de Myrtle la Llorona. Hermione había rechazado las objeciones de Ron argumentando que aquél sería el último lugar en el que entraría nadie en su sano juicio,

-eso es verdad- dijo Fred –

-ni siquiera nosotros entramos- agrego George

Así que allí tenían garantizada la intimidad. Myrtle la Llorona lloraba estruendosamente en su retrete, pero ellos no le prestaban atención, y ella a ellos tampoco.

Hermione abrió con cuidado el Moste Potente Potions, y los tres se encorvaron sobre las páginas llenas de manchas de humedad. De un vistazo quedó patente por qué pertenecía a la Sección Prohibida. Algunas de las pociones tenían efectos demasiado horribles incluso para imaginarlos, y había ilustraciones monstruosas, como la de un hombre que parecía vuelto de dentro hacia fuera y una bruja con varios pares de brazos que le salían de la cabeza.

-asco-

¡Aquí está! —dijo Hermione emocionada, al dar con la página que llevaba por título La poción multijugos. Estaba decorada con dibujos de personas que iban transformándose en otras distintas. Harry imploró que la apariencia de dolor intenso que había en los rostros de aquellas personas fuera fruto de la imaginación del artista.

-no, no es- dijo por lo bajo Harry mientras Ron asentia-

»Ésta es la poción más complicada que he visto nunca —dijo Hermione, al mirar la receta—. Crisopos, sanguijuelas, Descurainia sophia y centinodia — murmuró, pasando el dedo por la lista de los ingredientes—.

-por supuesto que es difícil ni siquiera es fácil para los aurores- dijo Alastor mientras Tonks asentía ella no sabía hacerla, nunca logro aprender, pero bueno, tampoco es que le sirviera mucho, en realidad nunca la necesito

-ni siquiera la pelirroja pudo hacerla hasta que entro a la orden- agrego Sirius mientras Remus asentía

Bueno, no son difíciles de encontrar, están en el armario de los estudiantes, podemos conseguirlos. ¡Vaya, mirad, polvo de cuerno de bicornio! No sé dónde vamos a encontrarlo..., piel en tiras de serpiente arbórea africana..., eso también será peliagudo... y por supuesto, algo de aquel en quien queramos convertirnos.

Perdona —dijo Ron bruscamente—. ¿Qué quieres decir con «algo de aquel en quien queramos convertirnos»? Yo no me voy a beber nada que contenga las uñas de los pies de Crabbe.

-exactamente- dijeron a coro los gemelos

Hermione continuó como si no lo hubiera oído.

De momento, todavía no tenemos que preocuparnos porque esos ingredientes los echaremos al final.

Sin saber qué decir, Ron se volvió a Harry, que tenía otra preocupación.

¿No te das cuenta de cuántas cosas vamos a tener que robar, Hermione? Piel de serpiente arbórea africana en tiras, desde luego eso no está en el armario de los estudiantes, ¿qué vamos a hacer? ¿Forzar los armarios privados de Snape?

-esto confirma que fue usted Potter- dijo Snape mirando al hijo de su buena amiga

- yo no fui- respondió Harry- nunca deje la sala de clase

-fue usted Potter, no lo niegue-

-¿Harry?- pregunto la pelirroja

-Harry no fue- dijo ahora Hermione-

No sé si es buena idea...

Hermione cerró el libro con un ruido seco.

Bueno, si vais a acobardaros los dos, pues vale —dijo. Tenía las mejillas coloradas y los ojos más brillantes de lo normal— (insertar suspiro de Ron). Yo no quiero saltarme las normas, ya lo sabéis, pero pienso que aterrorizar a los magos de familia muggle es mucho peor que elaborar un poco de poción. Pero si no tenéis interés en averiguar si el heredero es Malfoy, iré derecha a la señora Pince y le devolveré el libro inmediatamente.

-Hermione aunque lo niegues eres toda una merodeadora- dijo James con ojos cubiertos de orgullo mientras Sirius asentía a su lado igual que un perro bien entrenado

-un perfecto discurso manipulador- agrego Remus sonrojando aún más a la castaña, haciendo reír a Ron y Rose

No creí que fuera a verte nunca intentando persuadirnos de que incumplamos las normas —dijo Ron—. Está bien, lo haremos, pero nada de uñas de los pies, ¿vale?

-exactamente- dijeron los merodeadores

Pero ¿cuánto nos llevará hacerlo? —preguntó Harry, cuando Hermione, satisfecha, volvió a abrir el libro.

Bueno, como hay que coger la Descurainia sophia con luna llena, y los crisopos han de cocerse durante veintiún días..., yo diría que podríamos tenerla preparada en un mes, si podemos conseguir todos los ingredientes.

¿Un mes? —dijo Ron—. ¡En ese tiempo, Malfoy puede atacar a la mitad de los hijos de muggles!

-en eso tiene razón- dijo Astoria-

-yo no fui- dijeron a la vez ambos Draco

-ver para creer- respondió la adolescente

Hermione volvió a entornar los ojos amenazadoramente,

-ósea Ron le dio la razón- dijo Ginny con una sonrisa traviesa, haciendo reír a sus hijos y a Harry

y él añadió sin vacilar—: Pero es el mejor plan que tenemos, así que adelante a toda máquina.

-¿Qué decía yo?- pregunto Ginny inocentemente haciendo sonrojar a Ron

-porque me molestas tanto- dijo Ron aun avergonzado

-tu molestas, yo molesto- respondió la pelirroja mientras Harry asentía y se ganaba una mirada enojada de Ron

Sin embargo, mientras Hermione comprobaba que no había nadie a la vista para poder salir del aseo, Ron susurró a Harry:

Sería mucho más sencillo que mañana tiraras a Malfoy de la escoba.

-en eso Ron tiene toda la razón- dijo Sirius mientras Draco lo miraba amenazadoramente-

Harry se despertó pronto el sábado por la mañana y se quedó un rato en la cama pensando en el partido de quidditch. Se ponía nervioso, sobre todo al imaginar lo que diría Wood si Gryffindor perdía, pero también al pensar que tendrían que enfrentarse a un equipo que iría montado en las escobas de carreras más veloces que había en el mercado.

-buen punto- aceptaron varios

Nunca había tenido tantas ganas de vencer a Slytherin.

-eso es verdad-

Después de estar tumbado media hora con las tripas revueltas, se levantó, se vistió y bajó temprano a desayunar. Allí encontró al resto del equipo de Gryffindor, apiñado en torno a la gran mesa vacía. Todos estaban nerviosos y apenas hablaban.

-pobres- dijeron varios a la vez

Cuando faltaba poco para las once, el colegio en pleno empezó a dirigirse hacia el estadio de quidditch. Hacía un día bochornoso que amenazaba tormenta. Cuando Harry iba hacia los vestuarios, Ron y Hermione se acercaron corriendo a desearle buena suerte. Los jugadores se vistieron sus túnicas rojas de Gryffindor y luego se sentaron a recibir la habitual inyección de ánimo que Wood les daba antes de cada partido.

Los de Slytherin tienen mejores escobas que nosotros —comenzó—, eso no se puede negar. Pero nosotros tenemos mejores jugadores sobre las escobas. Hemos entrenado más que ellos y hemos volado bajo todas las circunstancias climatológicas («¡y tanto! —murmuró George Weasley—, no me he secado del todo desde agosto»),

-yo termine de secarme la semana pasada- dijo Fred reclamando y haciendo reír a los presentes

y vamos a hacer que se arrepientan del día en que dejaron que ese pequeño canalla, Malfoy, les comprara un puesto en el equipo.

-yo igual quiero eso-

-¡Scorpius!-

-pero si es verdad papa-

Con la respiración agitada por la emoción, Wood se volvió a Harry.

Es misión tuya, Harry, demostrarles que un buscador tiene que tener algo más que un padre rico.

-Harry soy rico- interrumpió James a Ginny-

-sí, pero en ese entonces no lo sabía-

Tienes que coger la snitch antes que Malfoy, o perecer en el intento, porque hoy tenemos que ganar.

-¿Cómo que perecer en el intento?- pregunto Lily enojada, mientras Harry tragaba saliva

-pelirroja solo es una forma de decir- dijo James

-sí, cornamenta siempre lo decía- dijo Remus ayudando a su amigo

-conquistare a la pelirroja o pereceré en el intento- agrego Sirius imitando a James

-sé que solo es una forma de decir- respondió Lily- el problema es que Harry se toma todo a pecho

-en eso ella tiene razón- dijeron Ron y Hermione a la vez

Así que no te sientas presionado, Harry —le dijo Fred, guiñándole un ojo.

Cuando salieron al campo, fueron recibidos con gran estruendo; eran sobre todo aclamaciones de Hufflepuff y de Ravenclaw, cuyos miembros y seguidores estaban deseosos de ver derrotado al equipo de Slytherin,

-siempre- dijeron las dos casas mencionadas a coro

-más si es a Malfoy- se escuchó una voz entre ambas mesas

-estoy de acuerdo con eso- dijo seria Astoria haciendo reír a todos y enojar a Draco

aunque la afición de Slytherin también hizo oír sus abucheos y silbidos. La señora Hooch, que era la profesora de quidditch, hizo que Flint y Wood se dieran la mano, y los dos contrincantes aprovecharon para dirigirse miradas desafiantes y apretar bastante más de lo necesario.

-nunca hay que verse débil frente al enemigo- dijeron a coro los gemelos Weasley mientras James y Sirius asentían

Cuando toque el silbato —dijo la señora Hooch—: tres..., dos..., uno...

Animados por el bramido de la multitud que les apoyaba, los catorce jugadores se elevaron hacia el cielo plomizo. Harry ascendió más que ningún otro, aguzando la vista en busca de la snitch.

¿Todo bien por ahí, cabeza rajada? —le gritó Malfoy, saliendo disparado por debajo de él para demostrarle la velocidad de su escoba.

Harry no tuvo tiempo de replicar. En aquel preciso instante iba hacia él una bludger negra y pesada; faltó tan poco para que le golpeara, que al pasar le despeinó.

-odio los partidos- dijo en un suspiro Lily

-yo los adoro- respondió Lilu

¡Por qué poco, Harry! —le dijo George, pasando por su lado como un relámpago, con el bate en la mano, listo para devolver la bludger contra Slytherin. Harry vio que George daba un fuerte golpe a la bludger dirigiéndola hacia Adrian Pucey, pero la bludger cambió de dirección en medio del aire y se fue directa, otra vez, contra Harry.

-¿Qué?- preguntaron a coro Dorea y Elizabeth

Harry descendió rápidamente para evitarla, y George logró golpearla fuerte contra Malfoy. Una vez más, la bludger viró bruscamente como si fuera un bumerán y se encaminó como una bala hacia la cabeza de Harry.

-¿pero qué…- dijo James

-…que mierda…- agrego Sirius

-pasa aquí?- termino Remus

Harry aumentó la velocidad y salió zumbando hacia el otro extremo del campo.

-al menos es rápido- dijo Lily intentado calmarse un poco mientras veía que su hijo estaba bien

-pero en algún momento lo alcanzara- razono Scorp que no conocía la historia, asustando más a Lily y ganándose un golpe en la cabeza cortesía de Albus

Oía a la bludger silbar a su lado. ¿Qué ocurría? Las bludger nunca se enconaban de aquella manera contra un único jugador, su misión era derribar a todo el que pudieran...

-la están manejando igual que a la escoba el año anterior-dijo John

-sí pero quien lo hizo el año anterior está muerto- respondió Charlus

-puede ser el mismo que está abriendo la cámara- agrego el padre de Lily

-no, no es- dijo seria Ginny y continuo leyendo

Fred Weasley aguardaba en el otro extremo. Harry se agachó para que Fred golpeara la bludger con todas sus fuerzas.

¡Ya está! —gritó Fred contento, pero se equivocaba: como si fuera atraída magnéticamente por Harry, la bludger volvió a perseguirlo y Harry se vio obligado a alejarse a toda velocidad.

-adoro tu escoba Harry- dijo James

-pero te compraremos una aún más rápida- dijo Lily apretando el brazo de James

Había empezado a llover.

-nadie tiene peor suerte que tu- dijo suspirando Tonks

-y eso que no conoce a Percy- dijo riendo Albus-

-¿a quién?-pregunto Ginny

-a un chico que conocimos en Nueva York cuando fuimos al mundial de Quidditch del 2010- respondió Rose-bueno chico no era, era mucho más grande que nosotros tenía una novia muy linda ¿Cómo se llamaba?

-Annabeth creo- contesto su primo- o era Anabelle, es que no me acuerdo teníamos cuatro años-

-ha ya recuerdo- dijo Lilu- era ese chico guapo de ojos como papa pero muy musculo, creo que él fue mi primer amor

-Lily- reclamo Reg

- hay cariño solo tenía doce mientras que él tenía 17 y un cuerpazo

-¡Lilian!- reclamaron James y Harry - ¿Gin puedes seguir leyendo?

-no que va estoy muy entretenida-

-¡Ginny!

-ok, ok-

Harry notaba las gruesas gotas en la cara, que chocaban contra los cristales de las gafas. No tuvo ni idea de lo que pasaba con los otros jugadores hasta que oyó la voz de Lee Jordan, que era el comentarista, diciendo: «Slytherin en cabeza por seis a cero.»

Estaba claro que la superioridad de las escobas de Slytherin daba sus resultados, y mientras tanto, la bludger loca hacía todo lo que podía para derribar a Harry. Fred y George se acercaban tanto a él, uno a cada lado, que Harry no podía ver otra cosa que sus brazos, que se agitaban sin cesar, y le resultaba imposible buscar la snitch, y no digamos atraparla.

Alguien... está... manipulando... esta... bludger... —gruñó Fred, golpeándola con todas sus fuerzas para rechazar un nuevo ataque contra Harry.

Hay que detener el juego —dijo George, intentando hacerle señas a Wood y al mismo tiempo evitar que la bludger le partiera la nariz a Harry.

-gracias chicos- dijo Harry-

-creo que debimos dejar que lo golpeara- dijo Fred-

-a ver si así no se fijaba en Ginny- agrego George-

-aunque podríamos hacerlo ahora- dijeron a coro mirando mal a su cuñado, mientras este tragaba saliva

Wood captó el mensaje. La señora Hooch hizo sonar el silbato y Harry, Fred y George bajaron al césped, todavía tratando de evitar la bludger loca.

¿Qué ocurre? —preguntó Wood, cuando el equipo de Gryffindor se reunió, mientras la afición de Slytherin los abucheaba—. Nos están haciendo papilla. Fred, George, ¿dónde estabais cuando la bludger le impidió marcar a Angelina?

Estábamos ocho metros por encima de ella, Oliver, para evitar que la otra bludger matara a Harry —dijo George enfadado—. Alguien la ha manipulado..., no dejará en paz a Harry, no ha ido detrás de nadie más en todo el tiempo. Los de Slytherin deben de haberle hecho algo.

-no, yo no fui, lo juro- dijo Draco mientras la mitad de los presentes le miraban mal

Pero las bludger han permanecido guardadas en el despacho de la señora Hooch desde nuestro último entrenamiento, y aquel día no les pasaba nada... —dijo Wood, perplejo.

-¿no ven?- pregunto Draco

La señora Hooch iba hacia ellos. Detrás de ella, Harry veía al equipo de Slytherin que lo señalaban y se burlaban.

-si, ese si fui yo- volvió a decir el rubio-

-no sé porque no me sorprende- dijo Astoria en un suspiro

Escuchad —les dijo Harry mientras ella se acercaba—, con vosotros dos volando todo el rato a mi lado, la única posibilidad que tengo de atrapar la snitch es que se me meta por la manga. Volved a proteger al resto del equipo y dejadme que me las arregle solo con esa bludger loca.

-ni se te ocurra Harry James Potter – dijeron a coro Lily, Dorea y Elizabeth en perfecta sincronía haciendo que Harry se enterrara más y más en su asiento

No seas tonto —dijo Fred—, te partirá en dos.

-por increíble que parezca estoy de acuerdo con el- dijo Molly mirando mal a su yerno

-¿Cómo que por increíble?- pregunto sorprendido Fred-

Wood tan pronto miraba a Harry como a los Weasley

Oliver, esto es una locura —dijo Alicia Spinnet enfadada—, no puedes dejar que Harry se las apañe solo con la bludger. Esto hay que investigarlo.

-exactamente- dijo Lily

¡Si paramos ahora, perderemos el partido! —argumentó Harry—.

-típico de Potter- dijo enojada Lily

-lo siento- dijeron a coro James y Harry

¡Y no vamos a perder frente a Slytherin sólo por una bludger loca! ¡Venga, Oliver, diles que dejen que me las apañe yo solo!

¡Ese es mi papa!- gritaron Teddy, Lilu y Al

Esto es culpa tuya —dijo George a Wood, enfadado—. «¡Atrapa la snitch o muere en el intento!» ¡Qué idiotez decir eso!

-estoy de acuerdo- dijo James- aunque sea un partido Harry no puedes arriesgar tu vida

-pero era un partido contra Slytherin

-no importa-

-era Slytherin-

-lo se-

Llegó la señora Hooch.

¿Listos para seguir? —preguntó a Wood.

Wood contempló la expresión absolutamente segura del rostro de Harry.

Bien —dijo—. Fred y George, ya lo habéis oído..., dejad que se enfrente él solo a la bludger.

-imbécil-

-estúpido-

-bueno para nada-

-maldito hijo de…

-¡Sirius!-

-lo siento-

La lluvia volvió a arreciar. Al toque de silbato de la señora Hooch, Harry dio una patada en el suelo que lo propulsó por los aires, y enseguida oyó tras él el zumbido de la bludger. Harry ascendió más y más. Giraba, daba vueltas, se trasladaba en espiral, en zigzag, describiendo tirabuzones. Ligeramente mareado, mantenía sin embargo los ojos completamente abiertos. La lluvia le empañaba los cristales de las gafas y se le metió en los agujeros de la nariz cuando se puso boca abajo para evitar otra violenta acometida de la bludger. Podía oír las risas de la multitud; sabía que debía de parecer idiota, pero la bludger loca pesaba mucho y no podía cambiar de dirección tan rápido como él. Inició un vuelo a lo montaña rusa por los bordes del campo, intentando vislumbrar a través de la plateada cortina de lluvia los postes de Gryffindor, donde Adrian Pucey intentaba pasar a Wood...

Un silbido en el oído indicó a Harry que la bludger había vuelto a pasarle rozando. Dio media vuelta y voló en la dirección opuesta.

-mi niño todo lo que tiene que aguantar- dijo Elizabeth

-tienes muy mala suerte "mi niño" – dijo Dudley, siendo las primeras palabras que él o sus padres decían desde el día anterior

-lo que tú digas pichoncito-

¿Haciendo prácticas de ballet, Potter? —le gritó Malfoy, cuando Harry se vio obligado a hacer una ridícula floritura en el aire para evitar la bludger.

Nada…-dijo Draco- no dirás nada

-estaban jugando es normal que se digan cosas- respondió Astoria- pero si quieres que te insulte no lo tienes que pedir dos veces yo encantada

Harry escapó, pero la bludger lo seguía a un metro de distancia. Y en el momento en que dirigió a Malfoy una mirada de odio, vio la dorada snitch. Volaba a tan sólo unos centímetros por encima de la oreja izquierda de Malfoy... pero Malfoy, que estaba muy ocupado riéndose de Harry, no la había visto.

-Astoria se aclaró la garganta y miro a Malfoy- creo que ni si quiera es necesario que me lo pidas tú mismo te los ganas solo-

-cállate-

-¿pero porque? Tú mismo lo pediste, que te dijera que eres un idiota, por preferir decir estupideces no eres capaz de hacer tu propio trabajo

Durante un angustioso instante, Harry permaneció suspendido en el aire, sin atreverse a dirigirse hacia Malfoy a toda velocidad, para que éste no mirase hacia arriba y descubriera la snitch.

¡PLAM!

Se había quedado quieto un segundo de más. La bludger lo alcanzó por fin, le golpeó en el codo, y Harry sintió que le había roto el brazo.

-no mi niño-

-Lily no te preocupes la señora Pomfrey es muy buena con los huesos rotos-

-lo sé, pero es mi niño-

Débil, aturdido por el punzante dolor del brazo, desmontó a medias de la escoba empapada por la lluvia, manteniendo una rodilla todavía doblada sobre ella y su brazo derecho colgando inerte.

-¿qué hiciste qué?- medio grito, medio pregunto Lily, mientras Harry se escondía de su madre y Ginny se reía

La bludger volvió para atacarle de nuevo, y esta vez se dirigía directa a su cara. Harry cambió bruscamente de dirección, con una idea fija en su mente aturdida: coger a Malfoy.

-¿Por qué no me extraña?

Ofuscado por la lluvia y el dolor, se dirigió hacia aquella cara de expresión desdeñosa, y vio que Malfoy abría los ojos aterrorizado: pensaba que Harry lo estaba atacando.

-cualquiera habría pensado lo mismo- se defendió el adolescente

-si- acepto para sorpresa de todos Ginny- cualquiera que no supiera jugar Quidditch

¿Qué...? —exclamó en un grito ahogado, apartándose del rumbo de Harry.

Harry se soltó finalmente de la escoba e hizo un esfuerzo para coger algo; sintió que sus dedos se cerraban en torno a la fría snitch, pero sólo se sujetaba a la escoba con las piernas, y la multitud, abajo, profirió gritos cuando Harry empezó a caer, intentando no perder el conocimiento.

Con un golpe seco chocó contra el barro y salió rodando, ya sin la escoba. El brazo le colgaba en un ángulo muy extraño. Sintiéndose morir de dolor, oyó, como si le llegaran de muy lejos, muchos silbidos y gritos. Miró la snitch que tenía en su mano buena.

Ajá —dijo sin fuerzas—, hemos ganado.

Y se desmayó.

-idiota- dijo enojada Lily- hijo tuyo tenía que ser- término mientras se alejaba de James

-¿Por qué siempre me culpa a mí?- pregunto James

-porque soy su niño- respondió Harry – y tu mi padre

Cuando volvió en sí, todavía estaba tendido en el campo de juego, con la lluvia cayéndole en la cara. Alguien se inclinaba sobre él. Vio brillar unos dientes.

-no- dijeron los hijos de Harry a coro- cualquiera menos el- termino Lilu

¡Oh, no, usted no! —gimió.

No sabe lo que dice —explicó Lockhart en voz alta a la expectante multitud de Gryffindor que se agolpaba alrededor—. Que nadie se preocupe: voy a inmovilizarle el brazo.

-no-

¡No! —dijo Harry—, me gusta como está, gracias.

-a todos- dijo Ginny recibiendo el apoyo de varias mientras Michael veía extraño a su novia

Intentó sentarse, pero el dolor era terrible. Oyó cerca un «¡clic!» que le resultó familiar.

No quiero que hagas fotos, Colin —dijo alzando la voz.

-es peor que James- dijo riendo Sirius

Vuelve a tenderte, Harry —dijo Lockhart, tranquilizador—. No es más que un sencillo hechizo que he empleado incontables veces.

-mentira-

¿Por qué no me envían a la enfermería? —masculló Harry.

-si exacto- dijo Hermione

Así debería hacerse, profesor —dijo Wood, lleno de barro y sin poder evitar sonreír aunque su buscador estuviera herido—. Fabulosa jugada, Harry, realmente espectacular, la mejor que hayas hecho nunca, yo diría.

-está más preocupado por ganar- dijo Dorea

-es Oliver- respondió Fred

-y sus hijos son iguales- agrego Albus-solo porque su papa jugo profesionalmente-

-pues tu mama también y ustedes no son iguales- razono Rose

¿Te casaste con una jugadora profesional de Quidditch Harry?- pregunto sorprendido Dean

-así es –respondieron Bill y Charlie mirando mal al pobre moreno, porque Harry simplemente no le dirigió ni siquiera la mirada, él era celoso y lo reconocía punto-

¿Pero quién es?- pregunto esta vez Seamus

-mi esposa- respondió el adolescente dando por terminada la conversación

Por entre la selva de piernas que le rodeaba, Harry vio a Fred y George Weasley forcejeando para meter la bludger loca en una caja. Todavía se resistía.

-nos golpeó bastante- reconoció George mientras Fred asentía

Apartaos —dijo Lockhart, arremangándose su túnica verde jade.

No... ¡no! —dijo Harry débilmente, pero Lockhart estaba revoleando su varita, y un instante después la apuntó hacia el brazo de Harry

Harry notó una sensación extraña y desagradable que se le extendía desde el hombro hasta las yemas de los dedos. Sentía como si el brazo se le desinflara, pero no se atrevía a mirar qué sucedía.

-¿Qué te hizo?- peguntaron a la vez Lily y Albus, la primera asustada y el segundo divertido

Había cerrado los ojos y vuelto la cara hacia el otro lado, pero vio confirmarse sus más oscuros temores cuando la gente que había alrededor ahogó un grito y Colin Creevey empezó a sacar fotos como loco. El brazo ya no le dolía... pero tampoco le daba la sensación de que fuera un brazo.

-¿pero qué?...

¡Ah! —dijo Lockhart—. Sí, bueno, algunas veces ocurre esto. Pero el caso es que los huesos ya no están rotos. Eso es lo que importa. Así que, Harry, ahora debes ir a la enfermería. Ah, señor Weasley, señorita Granger, ¿pueden ayudarle? La señora Pomfrey podrá..., esto..., arreglarlo un poco.

-lo voy a matar- dijo Sirius enojado

Al ponerse en pie, Harry se sintió extrañamente asimétrico. Armándose de valor, miró hacia su lado derecho. Lo que vio casi le hace volver a desmayarse.

Por el extremo de la manga de la túnica asomaba lo que parecía un grueso guante de goma de color carne. Intentó mover los dedos. No le respondieron.

-¿te quito el brazo?- pregunto sorprendido James

-los huesos del brazo en realidad- respondió Harry, preguntándose como estaría cuando supieran que bajo a la cámara y que se enfrentó a un basilisco, aunque le ayudaba bastante el hecho de que lo hizo por Ginny, esperaba eso hiciera que el castigo fuera menor

Lockhart no le había recompuesto los huesos: se los había quitado.

-¿no vez?- pregunto Harry

-no es gracioso jovencito- respondió su joven padre enojado

A la señora Pomfrey aquello no le hizo gracia.

¡Tendríais que haber venido enseguida aquí! —dijo hecha una furia y levantando el triste y mustio despojo de lo que, media hora antes, había sido un brazo en perfecto estado—. Puedo recomponer los huesos en un segundo..., pero hacerlos crecer de nuevo...

Pero podrá, ¿no? —dijo Harry, desesperado.

Desde luego que podré, pero será doloroso —dijo en tono grave la señora Pomfrey, dando un pijama a Harry—. Tendrás que pasar aquí la noche.

-muy doloroso- dijo Harry mientras recordaba

Hermione aguardó al otro lado de la cortina que rodeaba la cama de Harry mientras Ron lo ayudaba a vestirse. Les llevó un buen rato embutir en la manga el brazo sin huesos, que parecía de goma.

-se veía horrendo- dijo Hermione

-pero se movía genial- agrego Ron haciendo reír a todos y ganándose un golpe por parte de Hermione

¿Te atreves ahora a defender a Lockhart, Hermione? —le dijo Ron a través de la cortina mientras hacía pasar los dedos inanimados de Harry por el puño de la manga—. Si Harry hubiera querido que lo deshuesaran, lo habría pedido.

Cualquiera puede cometer un error —dijo Hermione—. Y ya no duele, ¿verdad, Harry?

-firme hasta el final ¿no Hermione?- pregunto Neville

-cállate -

No —respondió Harry—, ni duele ni sirve para nada. —Al echarse en la cama, el brazo se balanceó sin gobierno.

-Harry tampoco tienes que ser tan pesado- lo regaño Lily

-lo siento-

Hermione y la señora Pomfrey cruzaron la cortina. La señora Pomfrey llevaba una botella grande en cuya etiqueta ponía «Crecehuesos».

-es asqueroso- dijo Al

-¿y tú cuando tomaste crece huesos?- pregunto sonriendo Ginny, sonrisa que hizo estremecer a su hijo

-cu… cu… cuan…

-¿Cuándo?- pregunto esta vez divertido Harry-

-perdí una apuesta con James-

-¿James te gano una apuesta?- volvió a preguntar Harry

-no, ambos perdimos la apuesta-

-¿y contra quien apostaron?- pregunto Ginny

-contra los demonios que tienes por hijas- respondió Albus mirando fijamente a la pelirroja

-Al no creo que sean demonios- dijo Molly

-aun no las conoces- dijeron a coro Lilu y Teddy

-¿y?-

-y…. pues es una larga historia-

Vas a pasar una mala noche —dijo ella, vertiendo un líquido humeante en un vaso y entregándoselo—. Hacer que los huesos vuelvan a crecer es bastante desagradable.

-para cualquiera- dijo Hannah

Lo desagradable fue tomar el crecehuesos. Al pasar, le abrasaba la boca y la garganta, haciéndole toser y resoplar.

-Harry no seas tan explícito- dijo Remus

-es verdad, si eres explicito con esto no quiero ni saber cómo será cuando comiences a estar en campaña para tener a Lilu- agrego Sirius haciendo sonrojar a Harry, y a Ginny que se cubrió con el libro mientras le lanzaba un moco murciélago al merodeador sin que nadie se fijara y Lilu, Albus y Teddy hacían muecas de querer vomitar-

-pelirroja dile algo- reclamo el animago mirando a Molly, por lo que le hizo Ginny

-no sé de qué hablas Sirius- respondió la matriarca de los Weasley

Sin dejar de criticar los deportes peligrosos y a los profesores ineptos,

-estoy de acuerdo- dijeron a la vez Dorea y Elizabeth, mientras para sorpresa de Dudley, Petunia asentía

la señora Pomfrey se retiró, dejando que Ron y Hermione ayudaran a Harry a beber un poco de agua.

¡Pero hemos ganado! —le dijo Ron, sonriendo tímidamente—.

-para que Hermione no lo retara- dijo sonriendo Ginny

Todo gracias a tu jugada. ¡Y la cara que ha puesto Malfoy... Parecía que te quería matar!

-casi siempre me quiere matar- dijo el adolescente

Me gustaría saber cómo trucó la bludger —dijo Hermione intrigada.

-yo no fui- dijeron las dos personas que respondían al nombre de Draco

Podemos añadir ésta a la lista de preguntas que le haremos después de tomar la poción multijugos —dijo Harry acomodándose en las almohadas—. Espero que sepa mejor que esta bazofia...

-Harry sé que es un libro- dijo Lily mirando a su hijo- pero es imposible que tres niños de doce años sean capaces de hacer esa poción

¿Con cosas de gente de Slytherin dentro? Estás de broma —observó Ron.

-oye- reclamaron varios Slytherin

En aquel momento, se abrió de golpe la puerta de la enfermería. Sucios y empapados, entraron para ver a Harry los demás jugadores del equipo de Gryffindor.

-unidos como siempre- sonrió Minerva a sus leones

Un vuelo increíble, Harry —le dijo George—. Acabo de ver a Marcus Flint gritando a Malfoy algo parecido a que tenía la snitch encima de la cabeza y no se daba cuenta. Malfoy no parecía muy contento.

-claro que no estaba contento- dijo Malfoy- me estaba gritando un maldito troll

Habían llevado pasteles, dulces y botellas de zumo de calabaza; se situaron alrededor de la cama de Harry, y ya estaban preparando lo que prometía ser una fiesta estupenda, cuando se acercó la señora Pomfrey gritando:

¡Este chico necesita descansar, tiene que recomponer treinta y tres huesos! ¡Fuera! ¡FUERA!

-típico- dijo James negando, nunca nos deja celebrar

Y dejaron solo a Harry, sin nadie que lo distrajera de los horribles dolores de su brazo inerte.

-bueno- dijo Ginny- eso te ganas por ser Harry Potter

Horas después, Harry despertó sobresaltado en una total oscuridad, dando un breve grito de dolor: sentía como si tuviera el brazo lleno de grandes astillas. Por un instante pensó que era aquello lo que le había despertado. Pero luego se dio cuenta, con horror, de que alguien, en la oscuridad, le estaba poniendo una esponja en la frente.

-Hermanita- dijo Fred- está prohibido salir de noche por el castillo-

-y más- agrego George- para ir a ver a tu novio

-por muy herido que este- terminaron los dos

-primero que nada- dijo Ginny mirando a su hermanos- no era yo, segundo- dijo esta vez mirando a Harry y luego a Michael, el cual estaba muy enojado- mi novio se llama Michael, ahora ¿puedo terminar de leer?, porque recién es el primer capítulo del día

-ok- dijeron a coro los gemelos

¡Fuera! —gritó, y luego, al reconocer al intruso, exclamó—: ¡Dobby!

Los ojos del tamaño de pelotas de tenis del elfo doméstico miraban desorbitados a Harry a través de la oscuridad. Una sola lágrima le bajaba por la nariz larga y afilada.

Harry Potter ha vuelto al colegio —susurró triste—. Dobby avisó y avisó a Harry Potter. ¡Ah, señor!, ¿por qué no hizo caso a Dobby? ¿Por qué no volvió a casa Harry Potter cuando perdió el tren?

-¿Cómo sabe que perdió el tren?- pregunto Luna

Harry se incorporó con gran esfuerzo y tiró al suelo la esponja de Dobby.

¿Qué hace aquí? —dijo—. ¿Y cómo sabe que perdí el tren?

-eso es lo que yo pregunte- dijo Luna

A Dobby le tembló un labio, y a Harry lo acometió una repentina sospecha—. ¡Fue usted! —dijo despacio—. ¡Usted impidió que la barrera nos dejara pasar!

-pero si solo es un elfo- dijo Pansy –un simple elfo domestico

Sí, señor, claro —dijo Dobby, moviendo vigorosamente la cabeza de arriba abajo y agitando las orejas—. Dobby se ocultó y vigiló a Harry y selló la verja, y Dobby tuvo que quemarse después las manos con la plancha.

-es imposible- volvió a decir la joven- es un esclavo

-los elfos manejan mejor la magia que muchos magos- respondió Hermione

-pero si son inferiores-

-que para ti sea inferior no significa que en verdad lo sea- volvió a decir la castaña

Enseñó a Harry diez largos dedos vendados—. Pero a Dobby no le importó, señor, porque pensaba que Harry Potter estaba a salvo, ¡pero no se le ocurrió que Harry Potter pudiera llegar al colegio por otro medio!

Se balanceaba hacia delante y hacia atrás, agitando su fea cabeza.

¡Dobby se llevó semejante disgusto cuando se enteró de que Harry Potter estaba en Hogwarts, que se le quemó la cena de su señor! Dobby nunca había recibido tales azotes, señor...

Harry se desplomó de nuevo sobre las almohadas.

Casi consigue que nos expulsen a Ron y a mí —dijo Harry con dureza—. Lo mejor es que se vaya antes de que mis huesos vuelvan a crecer, Dobby, o podría estrangularle.

-al menos le advirtió- dijo Lily mientras los merodeadores felicitaban a Harry por tan gran amenaza

Dobby sonrió levemente.

Dobby está acostumbrado a las amenazas, señor. Dobby las recibe en casa cinco veces al día.

-como mínimo- dijo en un susurro Draco mientras Astoria lo abrazaba

Se sonó la nariz con una esquina del sucio almohadón que llevaba puesto; su aspecto era tan patético que Harry sintió que se le pasaba el enojo, aunque no quería.

-siempre tan noble- dijo sonriendo Cho, ganándose una fea mirada de la lectora-

¿Por qué lleva puesto eso, Dobby? —le preguntó con curiosidad.

¿Esto, señor? —Preguntó Dobby, pellizcándose el almohadón—. Es un símbolo de la esclavitud del elfo doméstico, señor. A Dobby sólo podrán liberarlo sus dueños un día si le dan alguna prenda. La familia tiene mucho cuidado de no pasarle a Dobby ni siquiera un calcetín, porque entonces podría dejar la casa para siempre. —Dobby se secó los ojos saltones y dijo de repente—: ¡Harry Potter debe volver a casa! Dobby creía que su bludger bastaría para hacerle...

-¡¿QUE?!- preguntaron en perfecta sincronía los padres y los hijos de Harry

¿Su bludger? —dijo Harry, volviendo a enfurecerse—. ¿Qué quiere decir con «su bludger»? ¿Usted es el culpable de que esa bola intentara matarme?

¡No, matarle no, señor, nunca!

-¿entonces qué?- pregunto Sirius enojado

dijo Dobby, asustado—. ¡Dobby quiere salvarle la vida a Harry Potter! ¡Mejor ser enviado de vuelta a casa, gravemente herido, que permanecer aquí, señor! ¡Dobby sólo quería ocasionar a Harry Potter el daño suficiente para que lo enviaran a casa!

-no muerto- dijo Remus- pero bien herido

-pero que idiota- dijo Sirius-

-por su culpa mi hijo perdió los huesos de su brazo- agrego James

-técnicamente fue culpade Lockhart abuelo- dijo Albus

-no importa- dijeron a coro los merodeadores

Ah, ¿eso es todo? —dijo Harry irritado—. Me imagino que no querrá decirme por qué quería enviarme de vuelta a casa hecho pedazos.

¡Ah, si Harry Potter supiera...! —gimió Dobby, mientras le caían más lágrimas en el viejo almohadón—. ¡Si supiera lo que significa para nosotros, los parias, los esclavizados, la escoria del mundo mágico...! Dobby recuerda cómo era todo cuando El-que-no-debe-nombrarse estaba en la cima del poder, señor. ¡A nosotros los elfos domésticos se nos trataba como a alimañas, señor! Desde luego, así es como aún tratan a Dobby, señor

-con el dueño que tenía- dijo Hermione enojada

Admitió, secándose el rostro en el almohadón—. Pero, señor, en lo principal la vida ha mejorado para los de mi especie desde que usted derrotó al Que-no-debe-ser-nombrado. Harry Potter sobrevivió, y cayó el poder del Señor Tenebroso, surgiendo un nuevo amanecer, señor, y Harry Potter brilló como un faro de esperanza para los que creíamos que nunca terminarían los días oscuros, señor...

-Dobby sería el excelente líder de una sexta sobre papa- - dijo Lilu

-y Colín su segundo al mando- agrego riendo Ron

Y ahora, en Hogwarts, van a ocurrir cosas terribles, tal vez están ocurriendo ya, y Dobby no puede consentir que Harry Potter permanezca aquí ahora que la historia va a repetirse, ahora que la Cámara de los Secretos ha vuelto a abrirse...

-¿ha vuelto a abrirse?- pregunto Nott sorprendido- ¿entonces esa no fue la primera vez?

-se abrió por primera vez hace treinta años a mi época- dijo Charlus –pero supuestamente se descubrió quien lo hizo y recibió su castigo

-nunca se descubrió- contradijo Harry- acusaron a un inocente

-¿pero esta vez si fue descubierto?- pregunto Michael

-así es- respondió Hermione

-¿y pago por lo que hizo?- continuo el Ravenclaw- supongo, que lo expulsaron y está en Azkaban, es lo mínimo que se pude haber hecho

-¿te puedes callar de una vez?- pregunto enojado Harry- lo que paso que sabrá en el libro ahora deja que Gin continuo leyendo

-yo solo digo lo que pienso- continuo el adolescente- o te recuerdo que le hizo ese maldito asesino a Ginevra, a mi novia

-a diferencia tuya yo estuve hay- respondió el azabache- con ella, no necesitas recordármelo, además…

-¡CALLENSE! – grito Ginny enojada- ahora de una maldita vez déjenme terminar de leer, y dejes de discutir como tontos – termino mirando mal a Michael y en especial y por más tiempo a Harry

Dobby se quedó inmóvil, aterrorizado, y luego cogió la jarra de agua de la mesilla de Harry y se dio con ella en la cabeza, cayendo al suelo. Un segundo después reapareció trepando por la cama, bizqueando y murmurando:

Dobby malo, Dobby muy malo...

¿Así que es cierto que hay una Cámara de los Secretos? —murmuró Harry—. Y... ¿dice que se había abierto en anteriores ocasiones? ¡Hable, Dobby! —Sujetó la huesuda muñeca del elfo a tiempo de impedir que volviera a coger la jarra del agua—. Además, yo no soy de familia muggle. ¿Por qué va a suponer la cámara un peligro para mí?

-excelentes preguntas Potter- dijo Alastor

Ah, señor, no me haga más preguntas, no pregunte más al pobre Dobby —tartamudeó el elfo. Los ojos le brillaban en la oscuridad—. Se están planeando acontecimientos terribles en este lugar, pero Harry Potter no debe encontrarse aquí cuando se lleven a cabo. Váyase a casa, Harry Potter. Váyase, porque no debe verse involucrado, es demasiado peligroso...

¿Quién es, Dobby? —le preguntó Harry, manteniéndolo firmemente sujeto por la muñeca para impedirle que volviera a golpearse con la jarra del agua—. ¿Quién la ha abierto? ¿Quién la abrió la última vez?

¡Dobby no puede hablar, señor, no puede, Dobby no debe hablar! — Chillo el elfo—. ¡Váyase a casa, Harry Potter, váyase a casa!

¡No me voy a ir a ningún lado! —dijo Harry con dureza—. ¡Mi mejor amiga es de familia muggle, y su vida está en peligro si es verdad que la cámara ha sido abierta!

-gracias hermanito- sonrió Hermione abrazándolo- pero creo que Ginny es mucho más importante- termino en un susurro

-no- dijo el adolescente- tu eres mi hermana siempre serás importante, ustedes dos son las chicas más importantes de mi vida.

-sabes a lo que me refiero- interrumpió Hermione- además aunque a mí me petrificaron, ella sufrió mucho mas

¡Harry Potter arriesga su propia vida por sus amigos! —gimió Dobby, en una especie de éxtasis de tristeza—. ¡Es tan noble, tan valiente...! Pero tiene que salvarse, tiene que hacerlo, Harry Potter no puede...

-está más enamorado de ti, que Ginny- dijo riendo Charlie

Dobby se quedó inmóvil de repente, y temblaron sus orejas de murciélago. Harry también lo oyó: eran pasos que se acercaban por el corredor.

¡Dobby tiene que irse! —musitó el elfo, aterrorizado.

Se oyó un fuerte ruido, y el puño de Harry se cerró en el aire. Se echó de nuevo en la cama, con los ojos fijos en la puerta de la enfermería, mientras los pasos se acercaban.

Dumbledore entró en el dormitorio, vestido con un camisón largo de lana y un gorro de dormir. Acarreaba un extremo de lo que parecía una estatua. La profesora McGonagall apareció un segundo después, sosteniendo los pies. Entre uno y otra, dejaron la estatua sobre una cama.

-imposible- dijo Lily que entendió de inmediato-

Traiga a la señora Pomfrey —susurró Dumbledore, y la profesora McGonagall desapareció a toda prisa pasando junto a los pies de la cama de Harry. Harry estaba inmóvil, haciéndose el dormido. Oyó voces apremiantes, y la profesora McGonagall volvió a aparecer, seguida por la señora Pomfrey, que se estaba poniendo un jersey sobre el camisón de dormir. Harry la oyó tomar aire bruscamente.

¿Qué ha ocurrido? —preguntó la señora Pomfrey a Dumbledore en un susurro, inclinándose sobre la estatua.

Otra agresión —explicó Dumbledore—. Minerva lo ha encontrado en las escaleras.

Tenía a su lado un racimo de uvas —dijo la profesora McGonagall—. Suponemos que intentaba llegar hasta aquí para visitar a Potter.

-¿Quién te visitaba Potter?- pregunto Malfoy riendo, pero Harry no le hizo caso, ni prácticamente nadie que recordara quien había sido el primer estudiante petrificado

A Harry le dio un vuelco el corazón. Lentamente y con cuidado, se alzó unos centímetros para poder ver la estatua que había sobre la cama. Un rayo de luna le caía sobre el rostro.

Era Colin Creevey. Tenía los ojos muy abiertos y sus manos sujetaban la cámara de fotos encima del pecho.

¿Petrificado? —susurró la señora Pomfrey.

Sí —dijo la profesora McGonagall—. Pero me estremezco al pensar... Si Albus no hubiera bajado por chocolate caliente, quién sabe lo que podría haber...

-hubiera sido encontrado por los estudiantes- dijo el profesor desde su puesto mirando a la nada

Los tres miraban a Colin. Dumbledore se inclinó y desprendió la cámara de fotos de las manos rígidas de Colin.

¿Cree que pudo sacar una foto a su atacante? —le preguntó la profesora McGonagall con expectación.

Dumbledore no respondió. Abrió la cámara.

-sería lo mejor- dijo esperanzado James, recordando que Ginny, su nuera corrió peligro ese año, gracias al enfrentamiento de Harry con ese muchacho, aunque no entendía porque, puesto que Ginny es sangre pura

-lo dudo- dijo Remus- algo me dice que si es tan poderoso como para petrificar, la cámara tampoco se salvo

¡Por favor! —exclamó la señora Pomfrey.

Un chorro de vapor salió de la cámara. A Harry, que se encontraba tres camas más allá, le llegó el olor agrio del plástico quemado.

-odio cuando tiene razón- dijo Sirius

Derretido —dijo asombrada la señora Pomfrey—. Todo derretido...

¿Qué significa esto, Albus? —preguntó apremiante la profesora McGonagall.

Significa —contestó Dumbledore— que es verdad que han abierto de nuevo la Cámara de los Secretos.

La señora Pomfrey se llevó una mano a la boca. La profesora McGonagall miró a Dumbledore fijamente.

Pero, Albus..., ¿quién...?

La cuestión no es quién —dijo Dumbledore, mirando a Colin—; la cuestión es cómo.

-¿usted sabia quien la abrió?- pregunto Scorpius sorprendido-

-tenia mis sospechas si- dijo el profesor- pero lo confirme en esa ocasión

Y a juzgar por lo que Harry pudo vislumbrar de la expresión sombría de la profesora McGonagall, ella no lo comprendía mejor que él.

-casi nadie lo comprende – dijeron a coro Fred y George

-aquí termina – dijo Ginny mientras le pasaba el libro en esta ocasión a su futuro marido.